Agronomía, Recursos Forestales y Montes
Estrés del tomate
ESTRÉS DEL TOMATE
Por estrés entendemos aquella situación en la que se limita la producción de materia seca de toda o alguna parte de la planta, producida por la carencia o el exceso de cualquier factor externo a la planta. Estos factores los hemos dividido en varios grupos:
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Bióticos: Plagas, enfermedades, malas hierbas, simbiosis con otros organismos...
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Abióticos: Sequía, salinidad, temperaturas inadecuadas, vientos excesivos, problemas en el suelo
Tradicionalmente las situaciones de estrés se han producido al forzar el cultivo para obtener mayores rendimientos que permitan al hombre una mayor independencia de otros pueblos o naciones. Debido a eso se ha cultivado en suelos, con aguas y en los climas mas alejados del cultivo optimo por lo que se produce estrés en la planta.
Hay varios tipos de estrés que procedemos a describir:
Estrés salino:
La planta sufre estrés salino cuando tanto en el agua que absorbe como en el suelo, hay una concentración demasiado elevada de sales. Hay dos tipos de salinización:
Salinización primaria: Proceso que se da cuando las salinización se produce por causas naturales, cuando la roca contenida en el suelo se va meteorizando. Esta normalmente suele ser bicarbonato, sulfato o cloruro de sodio, de calcio o de magnesio que se disuelve en el agua de lluvia y posteriormente al evaporarse se acumula en las zonas bajas y depresiones.
También se puede dar el caso de que el mar se adentre en la tierra mas cercana a este y se produzca la salinización del mismo.
Mediante este método se han salinizado 3.23 millones de km2, lo que representa el 26% del total de la tierra cultivada en el mundo.
Salinización secundaria: Forma de salinizar un suelo que es el resultado de la intervención directa del hombre, ya que mediante el manejo incorrecto del agua de riego ha logrado que se acumulen en el suelo una gran cantidad de sales disueltas en el agua, con lo que así ha quedado inservible el mismo.
Este tipo de salinización afecta a un tercio de los 2.3 millones de km2.
Efecto de la sal en la planta de tomate:
El exceso de sal que contienen aquellas plantas de tomate que han sido cultivadas en suelo salino o bien mediante aguas salinas, se refleja en estos por las muchas y variadas anomalías que generan en las propias plantas, como son:
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Sistema radicular menor.
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Hojas adultas abarquilladas y crasas.
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Hojas jóvenes mas pequeñas, de color verde mas intenso y enrolladas sobre si mismas.
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Racimos con menor numero de flores.
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Frutos mas pequeños.
A continuación se estudiaran los efectos del cultivo salino en las fases mas importantes del crecimiento del tomate desde el punto de vista económico:
Germinación:
Durante la fase de la germinación del tomate, posibles concentraciones de NaCl hacen que se reduzca esta fase en mayor o menor medida, dependiendo de la concentración con la que tratemos, además hace que en el suelo donde se este cultivando las semillas tarden mas días para germinar.
Una elevada concentración de sal afecta también al cultivo disminuyendo la capacidad de emergencia de las plántulas y alargando su periodo de germinación, lo que puede llegar a tener efectos negativos sobre las propias plantas como la mayor exposición a hongos y plagas que atacan la plántula en ese periodo y la mayor probabilidad de la formación de costra que dificulte la posterior emergencia.
Existe la posibilidad de que si una semilla no puede germinar debido a la elevada concentración salina que posee el suelo que la rodea, esta pueda llegar a hacerlo si dicha concentración disminuyese fruto del lavado del terreno mediante riego o lluvia.
Floración
En lo referente a la fluoración, no se detecta ninguna reducción apreciable de la producción de racimos cuando se cultiva tomate con agua salina, lo que si que ocurre es que se disminuye drásticamente el numero de flores por cada racimo, llegando en ocasiones al 40% del total de las flores que normalmente se venia produciendo.
Esta reducción suele ser mayor en los racimos superiores que en los inferiores, y en los cultivares de fruto grande que en los pequeños, ya que es en los mayores donde no se llegan a desarrollar las flores de los racimos superiores.
Fructificación
Dependiendo de la concentración de sal presente en los suelos cultivados con plantas de tomate, se reducirá en mayor o menor medida el numero de frutos producidos por cada planta, pudiendo llegar a alcanzar reducciones del 60% respecto al total de frutos producidos con agua dulce.
Otra consecuencia del cultivo salino es la reducción del tamaño del fruto obtenido, que suele manifestarse mucho mas en los frutos de gran tamaño que en los pequeños. Puede llegar a alcanzar porcentajes del 40% cuando se cultiva con 5 g/l de NaCl, pero a partir de ahí no se aprecian reducciones importantes del peso. A partir de estos datos, para obtener frutos de peso considerable se deberán plantar variedades que generen frutos de peso mayor para obtener algunos que puedan ser aceptados por el consumidor.
Calidad del fruto
La calidad del tomate va a depender fundamentalmente de cual sea su destino ya que los caracteres como los sólidos solubles, azucares reductores, acidez y pH, son importantes para tomates destinados tanto a consumo en fresco como para los destinados a la industria, pero otros como el sabor y el tiempo de vida una vez recogidos son mas importantes para aquellos que son destinados al consumo en fresco.
Habitualmente se cree que los frutos de tomates cultivados con agua dulce poseen menor calidad que los cultivados con agua salina ya que en estos, el contenido en sólidos solubles y azucares reductores suele ser mas alto, en ocasiones hasta el 20%, sin embargo, recientes estudios han demostrado que en el cultivo de tomate de la industria no es recomendable el uso de aguas muy saladas debido a que la disminución de producción sobrepasaría el aumento de sólidos solubles.
En lo que respecta al pH, este es mayor cuanto mas alta sea la concentración salina del agua de riego, lo que supone una ventaja para el tomate de industria, mientras que la acidez total valorable aumentaría posiblemente como una reacción que llevaría a aumentar la presión osmótica en el fruto.
El sabor aumenta con la salinidad pero no presenta una clara relación con las variaciones en azucares o acidez.
El tiempo de vida comercial del fruto una vez recolectado no esta directamente relacionado con la salinidad pero lo que si que es mas claro es que los frutos cultivados con aguas mas salinas deberán ser tratados con un cuidado especial durante la recolección, el empaquetado y transporte ya que las posibles heridas producidas generan la producción de anhídrido carbónico y etileno, produciendo así su deterioro.
Podredumbre apical
La podredumbre apical es un síntoma que sufren mayormente los tomates cultivados en agua salina, que merma sensiblemente la producción de los mismos. Consiste en una enfermedad que genera un pardeamiento en algún punto de la mitad distal del fruto, el cual detiene su crecimiento y comienza antes de tiempo su proceso de maduración, necrosándose poco a poco el tejido que había pardeado anteriormente. así el fruto puede llegar a afectarse en casi su totalidad si las condiciones ambientales son propensas para eso.
Esta enfermedad es causada por una deficiencia del calcio ya que este se transporta por el xilema y se dirige preferentemente a las partes de la planta donde mas transpiración se produce.
Si la humedad ambiental baja aumentara la transpiración lo que hará que el calcio se acumule en las hojas, y si en esa misma situación, cuando el calcio esta acumulado en las hojas, se produce un aumento de temperatura se produciría el crecimiento de la planta y de los frutos, lo que hará que las deficiencias de calcio existentes originen la podredumbre apical
La sal influye en esta enfermedad dificultando la toma de agua por la planta y la absorción del calcio incrementando la podredumbre apical.
Paliativos del estrés salino:
El único modo de descender el contenido de sal en una tierra salina consiste en realizar diferentes lavados al terreno con el fin de que el agua aportada arrastre el contenido de sal.
Para ello primeramente se deberá preparar el terreno para evitar la escorrentía del agua y asegurar tanto el drenaje como la precolación del agua. Esto se conseguirá mediante la construcción de lomos que eviten la escorrentía.
Otro factor a tener en cuenta en el lavado deberá ser el contenido de sales del agua, ya que si esta proviene de la lluvia, su contenido será normal y se podrá llevar a cabo un lavado eficiente, pero si por el contrario es la propia agua de riego, la eficiencia del lavado no será muy elevada, debido a la aportación por parte de esta de sales.
La etapa del tomate mas sensible a la salinidad es aquella que esta comprendida entre la germinación y el desarrollo de las primeras hojas verdaderas.
El acondicionamiento de la planta antes del transplante es un proceso que se deberá tener muy en cuenta debido a que facilita la aclimatación de la misma al nuevo terreno. Para ello se deberá regar con agua de calidad intermedia entre la que usaban en el semillero y la que usaran cuando ya estén establecidas en el suelo definitivo, para así ir preparándola poco a poco con el fin de que acuse menos el choque salino.
Otro tipo de acondicionamiento para la planta que será de mayor efectividad, consiste en dejar el semillero sin regar hasta que las plantitas lleguen casi a caer marchitas, para luego regarlas y transplantarlas en cuanto se recuperen.
Con el fin de evitar la posible podredumbre apical que se produzca en la plantita del tomate, es conveniente adicionar al terreno calcio en forma de yeso o de nitrato cálcico, ya que también mejora el crecimiento de las plantas cultivadas con estrés salino y aporta a las propias plantas un color verde mas oscuro que cuando no se adiciona esta sustancia.
En conclusión, el método mas efectivo para que la posible salinidad del agua o del suelo afecte a nuestro cultivo de tomate consiste en implantar variedades mas resistentes a la sal, como ofrecen las variedades silvestres del genero Lycopersicon siempre que estas respeten los caracteres seleccionados de las plantas de tomate, como la altura de la plantea, peso de los frutos, tamaño de los frutos...
ESTRÉS HÍDRICO:
Este estrés se genera cuando las necesidades de agua del tomate, bien en forma de lluvia o de riego, no son correspondidas. será entonces cuando las plantas reacciona al déficit hídrico cerrando los estomas y así evitando la transpiración, pero si este síntoma se va a prolongar un cierto tiempo, la planta deberá llevar a cabo la transpiración, para lo cual reaccionara acumulando solutos y reduciendo el tamaño de sus células para disminuir el potencial hídrico y seguir absorbiendo agua que le permita abrir parcialmente los estomas y continuar realizando sus funciones vitales.
Necesidades generales de agua en un cultivo de tomate:
Las necesidades hídricas del cultivo del tomate desde la siembra a la recolección forman una línea quebrada que variara dependiendo del momento en el que se encuentre la planta:
En la fase que comprende desde el transplante hasta antes de iniciar la planta el cuajado del fruto el consumo de agua no es demasiado elevado debido a que la planta no presenta una gran cantidad de masa vegetal. La línea estará constituida por una recta de ligera pendiente ascendente.
Una vez se ha iniciado el cuajado del fruto, las necesidades de agua serán mucho mayores debido a que es entonces cuando el fruto comienza a crecer y la propia planta genera materia vegetal como hojas y tallos.
La línea que corresponde a este periodo de cultivo presentara una pendiente muy elevada que cuando nos referimos a tomate de industria finalizara al inicio de la maduración ya que presenta una fluoración y fructificación agrupadas, mientras que cuando nos referimos al tomate de crecimiento indeterminado hasta que un despunte ponga fin al crecimiento de la planta y a la producción de nuevas flores y frutos.
En la etapa de maduración de todo el fruto en el tomate de industria y de maduración de los últimos frutos en el tomate de mesa indeterminado, el consumo de agua disminuye, por lo que la línea presentara una pendiente negativa.
Desarrollo del sistema radicular
El sistema radicular de una planta va a depender del numero de extracciones de agua del suelo que realice este sistema, y a su vez de estas dependerán el crecimiento y desarrollo de toda la planta, ya que si una planta recibe agua y nutrientes en abundancia no estimulara demasiado el crecimiento de la raíz, pero si por el contrario el agua y los nutrientes escasean, será necesario para que la planta sobreviva, poseer un sistema radicular amplio.
Normalmente las plantas reaccionan al posible estrés hídrico que puedan tener aumentando la relación Raiz/ParteAerea ya que es mediante esta por la que podrán captar los nutrientes.
El sistema radicular de las plantas también consume recursos disponibles, como son agua y nutrientes, pero a su vez es conveniente para la planta tenerlos, ya que las necesidades se compensan con un mayor aporte de agua a la planta.
Además del contenido hídrico del suelo, la edad de la planta y el genotipo de la misma son otros factores que determinan el mayor o menor desarrollo del sistema radicular. Un buen sistema radicular influirá en la mayor o menor capacidad de extraer agua del suelo en condiciones de estrés hídrico, que podrá variar hasta en un 20%.
Este sistema radicular crece mas deprisa desde la siembra hasta que comienza a desarrollarse el fruto, que a partir de este momento lo hará mas despacio debido a la menor cantidad de nutrientes que le son suministrados.
Crecimiento del fruto:
El crecimiento del fruto bajo condiciones hídricas esta mas afectado en la fase de división celular activa que se da en los primeros 10 días posteriores a la antesis que en la fase de crecimiento exponencial, que se dará entre los 10 y los 40 días aproximadamente.
Cuando hay una carencia de agua el tamaño del fruto disminuye, ya que según diversos estudios realizados se afirma que el diámetro del fruto aumenta o disminuye según el sentido del gradiente del déficit hídrico entre el tallo y el fruto.
Recientemente hemos afirmado que el tamaño del fruto disminuye con el estrés hídrico, pero no así la cosecha que permanece constante aunque el agua aportada sea menor a la Evapotranspiración del cultivo hasta un 90%.
Calidad del fruto:
Cuando en el suelo las condiciones hídricas son insuficientes para el cultivo de tomate, el fruto generado por éste posee menos agua acumulada por lo que tendrán menor peso pero el contenido en sólidos solubles, que es un factor muy importante en la industria conservera de tomate, permanecerá constante como si se le hubiera aportado este fruto el 100% del agua perdida con la evapotranspiración.
Paliativos del estrés hídrico:
Si en nuestro cultivo de tomate se presenta una situación con escasez de agua, lo más conveniente será:
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Distribuirla de tal forma que se cree un sistema radicular importante para que posteriormente pueda obtener agua por sí solo.
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Disminuir los riegos aportados en aquellas épocas en las que su ausencia sea menos dañina para la planta.
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Finalizar el cultivo con la menor cantidad de agua alojada en el suelo, ya que a no ser que haya un cultivo posterior no se aprovecharía.
Como hemos mencionado antes, cuando la cantidad de agua aportable al cultivo es pequeña, será conveniente que la planta desarrolle un sistema radicular potente. Para ello transplantaremos la plantita cuando el suelo se encuentra a capacidad de campo y se aportara un riego al transplantar, y a partir de ahí, que es cuando la planta presenta necesidades menores, se dejara de regar para forzarla a crear un sistema radicular potente y en profundidad.
En tomate de industria, desde el cuajado de los frutos hasta que el 20% de ellos están rojos se deberá regar en cantidades inferiores a la evapotranspiración. Una vez que se han alcanzado el 20% de los tomates rojos
se podrá dejar de regar excepto en suelos arenosos con poca capacidad de retención de agua.
De lo contrario, en tomates destinados a consumo en fresco solamente se podrá dejar de regar 20 días antes de la ultima cogida siempre y cuando los riegos aplicados hayan sido muy frecuentes durante todo el cultivo y con el 80 - 90% de la evapotranspiración.
Estrés por bajas temperaturas
Al ser el tomate una planta originaria de las zonas tropicales, y cultivarse en periodos cercanos a la primavera o verano, que es cuando la temperatura es mayor, una baja temperatura hará que la planta sufra daños de diversos tipos.
Cuando será dañina una temperatura u otra para la planta no depende solo del desarrollo de la planta, sino también del potencial hídrico, del estado hídrico del suelo y de la atmósfera de alrededor, pero se puede afirmar que a partir de 1ºC es cuando la planta sufre síntomas de helada aunque no es el principal daño que se puede producir en la planta, ya que a partir de 11ºC de pueden detener los procesos en los que la planta este inmersa como por ejemplo la germinación - emergencia y el cuajado del fruto.
Germinación - Emergencia
Exceptuando la siembra directa, en el cultivo del tomate la siembra se realiza mediante el empleo de semilleros donde nacer las plantas y cuando estas han madurado lo suficiente, se transplantan al terreno definitivo. Normalmente afirmamos que una semilla ha germinado cuando la radícula se ha desarrollado en longitud similar a la de la semilla, que normalmente coincidirá con el periodo en el que las dos hojas cotiledones emergen.
En este periodo el frió afecta a las plantas disminuyendo el porcentaje de plantas que germina y prolongando el tiempo necesario de cada una para germinar.
Una vez que la planta ha emergido y si la temperatura sigue siendo baja las hojas se tornaran de un color morado como consecuencia de la posible carencia del fósforo. Esta carencia se solucionaría aplicando abono fosforado un par de centímetros por debajo de la semilla pero si la temperatura sigue estando por debajo de 13ºC será imposible por parte de la planta captarlo.
Cuajado del fruto
El proceso de cuajado del fruto necesita por ejemplo que se desarrollen los óvulos y el polen sea fértil para que a partir de ahí las anteras segreguen el propio polen y lo dejen caer sobre el estigma. será entonces cuando se forme el tubo polínico en el interior del estilo hasta alcanzar el ovario, que será donde se produzca la fecundación, y que se inicie el desarrollo del embrión y el crecimiento del fruto.
Fertilidad de los óvulos:
En temperaturas inferiores a 6ºC la cantidad de óvulos fértiles que se producen es menor que si se cultivaran plantas a temperaturas superiores. Dicha temperatura es el limite inferior, ya que a partir de aquí y hasta los 25ºC no se aprecian diferencias en cuanto a la producción de numero de semillas o de fruto ni en cuanto al numero de frutos de plantas cultivadas en condiciones de buena temperatura.
Fertilidad del Polen
Esencialmente las bajas afectan al polen disminuyendo su fertilidad, pero lo que si que varia es la temperatura a partir de la cual este polen se ve mas afectado, que generalmente esta comprendida entre los 10 y los 13 grados, ya que depende de varios factores:
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Variedad de tomate elegida.
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Periodo de exposición a las bajas temperaturas.
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Método de cultivo.
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Temperatura a nivel radicular.
Dehiscencia de las anteras:
Según diversos estudios realizados, la fertilidad del polen va ligada a la facilidad de liberación del polen de las anteras.
La dehiscencia de las anteras del tomate se dificulta en gran medida cuando las temperaturas ambientales son bajas ya que el endotecio no actúa como debido al retraso que se produce en la deshidratación de las anteras.
Transferencia del polen: Exerción estigmática
Para que la fecundación se lleve a cabo, el polen situado en las anteras deberá caer a la superficie del estigma y será entonces cuando se genere el tubo polínico para fecundar el óvulo.
Un problema que suele ocurrir en el proceso de reproducción de ciertas variedades de tomate es que dicho estilo sea mas alto que las anteras y sobresalga del cono anteridal lo que supondría que el polen liberando no llegara a alcanzar el estigma y la polinización n o se llevara a cabo.
Un posible factor que favorece este proceso es la baja luminosidad, mientras que las bajas temperaturas favorecerán la inserción de estos.
Germinación del polen y crecimiento del tubo polínico:
En este aspecto el frió no parece afectar demasiado a germinación debido a que cuando la temperatura baja de 10ºC, se reduce la germinación, pero cuando se alcanza un tiempo de incubación suficiente, la germinación vuelve a términos normales. Lo que si que hace el frío es retrasarla, al igual que la emisión y crecimiento del tubo polínico.
En definitiva, el frió afecta a la germinación retrasándola pero no parece que esta llegue a variar considerablemente de sus cifras normales.
Desarrollo del embrión:
Aunque según diversos estudios realizados, las temperaturas bajas no tienen porque afectar al desarrollo del embrión, lo mas normal es que con estas se llegar a producir un aborto del mismo, pero el fruto podría continuar desarrollándose obteniéndose como resultado del mismo un efecto similar a la partenocarpia, es decir, frutos sin semillas.
Soluciones a los problemas causados por bajas temperaturas
Germinación - Emergencia:
Para evitar los posibles inconvenientes que el frió puede causar en las siembras tempranas de tomate, aparte de emplear laminas de polietileno que cubran el surco de siembra, se tratara de acelerar el proceso de germinación ya que es entonces cuando la semilla puede verse mas afectada.
Para ello se ha probado a tratar la semilla con diversos productos químicos así como con una fitohormona como es el Ácido Abcisico, que reducirá el tiempo de emergencia de la planta.
El inconveniente que presentan estos productos es que son demasiados caros y difíciles de encontrar para los agricultores, por lo que se han probado diferentes productos químicos que acorten el proceso de germinación, que aparte de ser mas baratos, presentan el inconveniente de que las semillas deberán estar húmedas para posibilitar su tratamiento. En caso contrario se incluirán en un gel hidrofílico que mantenga estas propiedades, ya que si la semilla llegara a secarse podría perder su rapidez de germinación.
Cuajado del Fruto:
Como hemos mencionado anteriormente el frío afecta al cuajado del fruto de varias maneras:
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Dificulta la dehiscencia de las anteras.
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Hace que el desprendimiento del polen de las anteras sea mas complicado.
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La formación de polen es menor.
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El polen formado es de peor calidad.
Dadas estas causas del mal cuajado del fruto, se aplicaran técnicas que procuren contrarrestarlas, como son por ejemplo cualquier método que facilite el desprendimiento del polen como por ejemplo una corriente de aire que provenga de una mochila de espolvoreo vacía, o bien la aplicación de un vibrador eléctrico al racimo floral.
Si de lo contrario el problema fuera la deficiente calidad del polen, habría que buscar un producto que al aplicarlo sobre este, su calidad mejorara. Este producto podría ser la fitohormona “auxina” que hace que además de producir polen de mejor calidad, se genera en mayor cantidad y disminuye el tiempo que emplea el fruto en evolucionar de flor a fruto comercialmente maduro, en condiciones de baja temperatura nocturna.
ESTRÉS POR ALTAS TEMPERATURAS
Cuando se superan temperaturas de 35ºC en la planta del tomate se producen una serie de modificaciones en las funciones, que pueden llegar a impedir la fotosíntesis y a desorganizar los sistemas enzimáticos necesarios para el desarrollo de la vida de la planta, concretamente se produce una síntesis de proteínas especificas de choque térmico cuando se somete a la planta a temperaturas iguales o superiores a 35ºC. A partir de dicha temperatura se producirán modificaciones en las funciones de la planta como la disminución de la realización de la fotosíntesis.
Cuajado de fruto
A continuación se describen los posibles efectos de las altas temperaturas sobre las distintas etapas del proceso del cuajado de fruto:
Fertilidad de los óvulos:
Con las altas temperaturas, la fertilidad de los óvulos se reducirá considerablemente. Se han realizado diversos estudios que afirman que con solo exponer las flores durante tres horas al día y al menos dos días sucesivos, a una temperatura de 40ºC ya que esta alta temperatura afecta concretamente a los botones florales.
Cuando se dan temperaturas comprendidas entre 31 y 35ºC la viabilidad de los óvulos no se vera afectada. Será a partir de los 35ºC cuando se afecte a la viabilidad del cuajado de los frutos.
Fertilidad del polen:
Las altas temperaturas, normalmente las superiores a 35ºC, afectan a la fertilidad del polen, dependerá de la variedad de la que se trate, pero según diversos estudios, no las variedades con mayor viabilidad del polen tienen mayor índice de cuajado, ya que también influye en ello las altas temperaturas.
De igual forma, la cantidad de polen producido se reduce con las altas temperaturas no existiendo relación entre la cantidad de polen producido y el cuajado de los frutos.
Dehiscencia de las anteras:
Según se ha demostrado por Rudich, las altas temperaturas afectan a determinadas variedades, como la “Roma”, impidiendo la formación del endotecio y que las tecas se abran. Sin embargo, la variedad "Saladette" tiene una abertura de las tecas y una formación del endotecio absolutamente normal por lo que la dehiscencia de las anteras no tiene gran relevancia en el proceso de cuajado.
Transferencia del polen:
Las consecuencias que las altas temperaturas producen en la floración serán la reducción en el numero máximo de frutos que puede producir la planta mediante la disminución del numero de flores por racimo que puede producir la planta, pudiendo además en estas flores pudiendo el cono anteridal presentar malformaciones o separarse del estilo y dificultando con ello la polinización del estigma.
Además las altas temperaturas provocan la exención estigmática, lo que producirá fallos en el cuajado del fruto por dificultad del polen para alcanzar el estigma.
Germinación del polen y crecimiento del tubo polínico:
El proceso de germinación del polen del tomate estará íntimamente ligado con la temperatura del ambiente ya que esta se reducirá sensiblemente en aquellos casos que se superen los 37ºC.
Además, cuando se dan temperaturas comprendidas entre 10 y 35ºC, el tubo polínico de un grado germinado crecerá mas rápidamente que cuando se sobrepasa esta temperatura.
Desarrollo del embrión:
Una vez que el polen haya llegado al estigma de la flor los procesos de fecundación y desarrollo embrionario del tomate se realizaran con rapidez relativa
Soluciones a los problemas causados por las altas temperaturas:
Como hemos venido comentando, las altas temperaturas afectaran a casi todas las etapas de desarrollo del tomate por lo que para lograr un buen cuajado del fruto se tratara de que estas temperaturas sean lo menores posible o bien que afecten en la menor medida de lo posible a las distintas fases de dicho cuajado.
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Enviado por: | LARRA |
Idioma: | castellano |
País: | España |