Psicología


Esquizofrenia


ÍNDICE

  • Introducción

  • Dismetria cognitiva en la esquizofrenia

  • Trastornos hipocampales

  • Incremento de la fosfolipasa A2 plaquetaria

  • ¿Es posible detectar la esquizofrenia en cerebros todavía sanos?

  • Diferencias de FSCR medido mediante SPECT en la esquizofrenia crónica

  • Farmacología en estados psicóticos

  • Conclusiones

  • INTRODUCCIÓN

    La esquizofrenia es un trastorno psiquiatrico en el que se presentan diversas alteraciones estructurales del cerebro,las cuales involucran principalmente a los lóbulos temporal y frontal,alterándose los sistemas neuronales y neurotransmisores encargados de regular el funcionamiento de estas áreas. Diversos estudios de neuroimagenología y neuropatología sugieren que una alteración en el neurodesarrollo es el componente principal de las anomalías estructurales,lo cual ,en conjunto con los factores psicológicos y las influencias externas,producen que se desarrolle la esquizofrenia clínicamente manifiesta.

    Debo decir que me ha impresionado este trastorno por la complejidad,ambigüedad e investigación que despierta a su entorno,asi como los avances y estudios que han proliferado espectacularmente en las dos últimas décadas,gracias sobretodo a las técnicas de neuroimagen,ya que gracias a estas es posible visualizar las zonas cerebrales discretas que se activan mientras se esta realizando una tarea cognitiva o una operación mental.

    A continuación trataremos de dar respuesta a ciertos aspectos ambiguos y complejos de esta enfermedad,que aunque no nos puedan llevar a afirmar verdades irrefutables, los resultados obtenidos si hacen que podamos conocer cada vez más este trastorno que en un principio fue considerado como “posesión diabólica”, y que en la actualidad y gracias a múltiples investigaciones científicas,experimentación etc..sabemos que la esquizofrenia es una psicosis funcional que implica una condición de desorden de la actividad de neuronas sin bases de alteración estructural o patológica de la sustancia cerebral.

    Es una enfermedad politética que afecta a la percepción, al pensamiento,al lenguaje, a la conducta, a los afectos, y a la volición.

    La hipótesis más extendida y la que más investigación ha desatado es la de la supra-activación del lóbulo frontal. L mayoría de los experimentos realizados hasta el momento corroboran la existencia de una hipofrontalidad en este tipo de pacientes,lo que cuesta dilucidar son las causas,la etiología del problema,aquí es precisamente donde más investigación controvertida podemos encontrar, por lo que todavía en la actualidad,no podemos responder a preguntas del tipo: ¿cómo es posible que un defecto en el desarrollo temprano del cerebro afecte su funcionamiento?¿cómo es que ese defecto var´ñia en sus manifestaciones clínicas después del nacimiento?¿por qué no se manifiesta como una esquizofrenia hasta años después?¿qué inicia la descompensación clínica y como prevenirla?Las leyes que gobiernan el desarrollo y la maduración de las estructuras funcionales corticales y sus conexiones podrían contener las respuestas a estas preguntas. Por el contrario,hoy por hoy estas cuestiones estan lejos de ser dilucidadas,sin embargo son numerosas las investigaciones y los esfuerzos de los profesionales por solventar y disipar definitivamente las dudas respecto a esta confusa enfermedad,una prueba de ello,son los diseños experimentales que se incluyen a continuación,los cuales ayudan a entender mejor y más este trastorno.

    DISMETRIA COGNITIVA EN LA ESQUIZOFRENIA

    Veremos a continuación como ciertas investigaciones dan como resultado posibles disfunciones de los circuitos prefrontales-talámicos- cerebelosos causarían «dismetría cognitiva» o falta de coordinación mental, déficit cognitivo fundamental en la esquizofrenia.

    La dismetría se expresaría como una dificultad para coordinar el

    procesamiento, la jerarquización, la recuperación y la expresión de la información. Este tipo de déficit fundamental podría manifestarse como cualquiera de los múltiples síntomas de la EQF: alucinaciones, delirios, discurso y conducta desorganizados, alogia, inhibición o incongruencia afectiva, falta de iniciativa, anhedonia o deterioro de la atención. El sustrato anatómico de la dismetría motora comprende los circuitos que conectan a la corteza motora con el cerebelo, unidos a través de los núcleos pontinos y el tálamo, y modulados por los ganglios basales. El sustrato anatómico de la DC, apuntan, ha sido objeto de recientes investigaciones, como resultado de las crecientes evidencias de la participación de estructuras subcorticales (especialmente cerebelo) en los

    procesos cognitivos. Si bien múltiples nodos participarían en esta red neuronal, se analizan el prefrontal, el talámico y el cerebeloso. Aunque los hallazgos provenientes de los estudios de neuroimágenes no son globalmente consistentes, existe consenso en cuanto a la probabilidad de una alteración del nodo prefrontal, en la EQF. Anomalías neuropatológicas que reflejan el compromiso de la neurotransmisión mediada por el ácido

    gamma-aminobutírico (GABA) en las áreas asociativas córtico-corticales de la corteza prefrontal dorsolateral, en la EQF, podrían ser el resultado de alteraciones específicas del desarrollo, responsables de una alteración de la formación de circuitos neuronales de la corteza prefrontal. Estudios

    recientes, informan, han evidenciado disminuciones del tamaño del tálamo (que ejerce un papel de filtro de las aferencias sensoriales), mayor incidencia de agenesia parcial o total del cuerpo calloso (factor que suele asociarse a una baja respuesta a los neurolépticos) y presencia de heterotopías de la sustancia cerebral, en pacientes con EQF; estos hallazgos son consistentes con anomalías del desarrollo cerebral. Existen evidencias anatómicas y filogenéticas del papel del cerebelo en los procesos cognitivos. Las lesiones experimentales de esta estructura producen mutismo, disartria, anomalías del aprendizaje asociativo verbal y de las habilidades visoespaciales, discurso agramático, deterioro de la

    memoria y del aprendizaje procesal, disminución de la inteligencia general , anormalidades de la representación de la información temporal, deterioro de la planificación cognitiva y del aprendizaje no motor y la detección der errores. Estudios basados en tomografía por emisión de positrones (PET),realizados en sujetos normales, revelan un grado sorprendente de activación cerebelosa durante la realización de un amplio espectro de tareas cognitivas; estas activaciones serían independientes de la actividad motora. Asimismo, otros nodos participarían en esta red global: los ganglios basales jugarían un papel esencial en la modulación de la actividad cortical y las circunvoluciones cinguladas anterior y retroesplénica intervendrían en las funciones mnésicas y en otras actividades cognitivas. Algunos recientes estudios sobre los efectos de los

    fármacos neurolépticos sobre el flujo sanguíneo cerebral, señalan a las regiones cingular anterior y cerebelosa como las de mayor

    actividad ante la suspensión de esta medicación, en pacientes con EQF.

    TRASTORNOS HIPOCAMPALES EN LA ESQUIZOFRENIA

    Los trastornos en la migración de las células piramidales del

    hipocampo,durante la etapa prenatal, podrían ser los responsables del desarrollo de la esquizofrenia.

    En una investigación de casos (esquizofrénicos) y controles (sanos) , se observaron diferencias significativas en el número de células piramidales desviadas más de 35, 25 y 15 grados de la posición perpendicular esperada en las subregiones CA1-CA3 del asta de Ammón del hipocampo izquierdo, de 4 varones esquizofrénicos respecto de controles sanos. Se investigó la orientación de la célula piramidal del hipocampo izquierdo de pacientes esquizofrénicos respecto de individuos sin trastornos mentales; y la posible relevancia de estos hallazgos en la patogénesis de la esquizofrenia. Cinco varones con esquizofrenia crónica que no presentaron mejoría clínica con el uso de neurolépticos (2 de los cuales eran paranoides y 3

    esquizofrénicos catatónicos) fueron estudiados luego de su fallecimiento. La edad promedio de muerte fue de 81.8 años y el tiempo de evolución de la enfermedad alcanzó más de 50 años.

    Estos casos se compararon con 5 sujetos sin trastornos psiquiátricos que murieron por otras causas (grupo control seleccionado por edad y sexo). En todos los casos se determinó la

    orientación de las células piramidales del hipocampo izquierdo (CA1-CA4). Se encontró que los pacientes esquizofrénicos presentaban menos células piramidales en las subregiones CA1

    y CA3 respecto del grupo control; no así en las subregiones CA2 y CA4. En la circunvolución dentada, el número de células granulares no mostró diferencias entre los casos y controles.

    Todos los esquizofrénicos tenían mayor desorientación de células piramidales en las subregiones investigadas (con excepción de la subregión CA2) que sus controles apareados.

    Sin embargo, en 4 de los 5 esquizofrénicos, no se observaron diferencias significativas con el grupo control respecto al número de células desviadas más de 35 grados de la posición esperada. La severidad de la enfermedad así como también el subdiagnóstico podrían ser de importancia, y que el desarreglo de la célula piramidal sería más pronunciado en la esquizofrenia paranoide que en otros subtipos. En la presente muestra, la variación en el grado

    de desorientación celular fue mínima; la desorientación severa de las células piramidales (número de células desviadas más de 35 grados) fue menos marcada en la subregión CA2. La

    relativa disminución en el número de neuronas de los pacientes esquizofrénicos fue más notoria en la subregión CA3 del hipocampo; la subregión CA4 prácticamente no se afectó. Sin

    embargo, el mayor descenso en CA3 comparado al de CA1 y CA2 podría ser una consecuencia estadística del pequeño tamaño de la muestra, aunque también tendría importancia desde el punto de vista patogénico. En la región CA3 es muy elevado el número

    de células con receptores para glucocorticoides, y la excesiva exposición a estos esteroides podría producir daño en todo el hipocampo. El efecto neurotóxico de los glucocorticoides se

    demostró en monos que murieron posteriormente a la exposición de estrés prolongado e intenso. En ellos se observó degeneración hipocampal marcada y también muerte celular,

    irregularidades en las capas celulares, atrofia dendrítica e involución citoplasmática. En animales de experimentación se ha evidenciado notable destrucción de células granulares de la circunvolución dentada, lo que es esperable ya que estas células reciben proyecciones de fibras de CA3. En forma similar, los resultados del presente estudio no demostraron diferencias entre los casos y los controles respecto del número de células granulares. No obstante, en roedores, dichas células proliferan en la etapa posnatal y probablemente durante toda la vida; el mismo fenómeno es posiblemente cierto en relación al cerebro humano. Los procesos de

    reparación podrían, por ende, ocultar lesiones en esta área que ocurrieron en etapas tempranas del desarrollo. La excesiva exposición a los glucocorticoides sería la causa de la

    hipoplasia hipocampal observada a largo plazo en el síndrome de estrés postraumático, la depresión recurrente y el síndrome de Cushing. En relación a la esquizofrenia, estas sustancias se propusieron entre los factores responsables del daño prenatal de células piramidales y consiguiente reinervación neuronal anómala y expansión dendrítica en sujetos que posteriormente desarrollaron la enfermedad. En síntesis, las características del daño del

    hipocampo registradas indican que la exposición a glucocorticoides podría ser de hecho un factor relevante a considerar en la esquizofrenia.

    INCREMENTO DE LA FOSFOLIPASA A2 PLAQUETARIA DE LOS ESQUIZOFRÉNICOS

    La enzima intracelular fosfolipasa A2 (PLA2) juega un rol esencial en la ruptura de los fosfolípidos de la membrana, que regulan las propiedades fisicoquímicas de la membrana de la célula. Se ha informado que la PLA2 en el cerebro influye en la función receptora y en la transducción de las señales.

    En cuanto a las neuronas dopaminérgicas, los datos provenientes de los experimentos con animales y de estudios de unión sugieren que la activación de la PLA2 reduce la neurotransmisión dopaminérgica. En el siguiente experimento,se investigó la PLA2 intracelular en las plaquetas de 31 pacientes esquizofrénicos paranoides según el DSM-III-R (15 no habían recibido neurolépticos comparados con 31 individuos sanos y 31 controles psiquiátricos no esquizofrénicos, comparados a los esquizofrénicos en edad y sexo. La actividad de la PLA2 plaquetaria estaba incrementada considerablemente en los esquizofrénicos, en comparación con los sanos y los controles psiquiátricos. El tratamiento neuroléptico redujo de manera significativa la actividad de la enzima. Los hallazgos en las plaquetas sugieren un deterioro acelerado de los fosfolípidos de la membrana en los esquizofrénicos. También se ha informado acerca de un deterioro acelerado de los fosfolípidos en la corteza frontal de los pacientes esquizofrénicos.

    Estudios futuros deberían clarificar si el aumento de la PLA2 en el cerebro, tal como se lo observó en las plaquetas, podría contribuir a una disfunción frontal en la esquizofrenia.

    A continuación resumiremos las funciones de la fosfolipasa:

    La PLA2 extracelular es segregada en la sangre por el páncreas como enzima digestiva (tipo I) o es liberada por las plaquetas activadas (tipo II).

    La enzima está aumentada en las membranas del cerebro, donde cataliza la hidrólisis de los fosfolípidos de la membrana para liberar ácidos grasos libres y productos citotóxicos como la lisofosfatidilcolina. La PLA2 juega un rol esencial en la regulación de las propiedades fisicoquímicas de la membrana neuronal, que influye en la función receptora y en la transducción de las señales . Se ha encontrado que la PLA2 en las membranas cerebrales

    inhibe la adenilciclasa dopamina sensible y disminuye la unión de la [3H]spiperona a los receptores dopaminérgicos . Sin embargo, es posible que la PLA2 produzca cambios funcionales en casi todos los receptores ligados a membrana.

    En estudios anteriores se ha encontrado un aumento significativo de la actividad de la PLA2 en el plasma y en el suero, en esquizofrénicos libres de drogas comparados con controles sanos y controles psiquiátricos no esquizofrénicos . Se observó también un aumento de la actividad de la PLA2 en el suero de pacientes psiquiátricos no esquizofrénicos, desafiando la especificidad de los hallazgos sobre la esquizofrenia dentro del campo de los diagnósticos investigados.

    A continuación revisaremos la experimentación realizada para observar la actividad de la fosfolipasa A2 plaquetaria en la esquizofrenia.

    La muestra comprendió 31 pacientes paranoides esquizofrénicos según el DSM-III-R (10 masculinos, 21 femeninos, edad promedio 31±8); los esquizofrénicos fueron comparados con 31 controles sanos y 31 pacientes psiquiátricos no esquizofrénicos, de la misma edad y sexo. Todos los pacientes esquizofrénicos y los controles psiquiátricos estuvieron libres de medicamentos por lo menos una semana. No se incluyeron en el estudio los probandos con abuso de drogas y alcohol y con medicamentos que se sabía

    que influían en la PLA2. Quince esquizofrénicos no habían recibido

    neurolépticos en el primer episodio de la enfermedad (3 masculinos, 12 femeninos, edad promedio 31±11 años). Los diagnósticos según el DSM-III-R de los controles psiquiátricos eran los siguientes: 24 con depresión mayor, 1 deprimido con trastorno bipolar, 6 con trastorno de la personalidad.

    Después de realizar determinaciones basales en todos los pacientes, la actividad de la PLA2 se determinó de nuevo en 20 esquizofrénicos, a intervalos semanales durante un tratamiento neuroléptico standard de tres semanas con 10 mg de haloperidol/día. Durante la terapia se valoraron semanalmente los cambios psicopatológicos con el Brief Psychiatric Rating Scale (BPRS).

    Resultados:

    La actividad de la PLA2 estaba significativamente aumentada en los esquizofrénicos en comparación con los controles sanos y controles psiquiátricos no esquizofrénicos . Cuando se comparó los 15 esquizofrénicos en el primer episodio de la enfermedad con sus respectivos controles, la magnitud de las diferencias y las desviaciones standard siguieron siendo iguales a los valores en la muestra total. Posiblemente a causa del menor número de sujetos, la diferencia entre los esquizofrénicos que enfermaron por primera vez y los controles sanos no alcanzó a tener significación . La actividad de la enzima no difirió entre los controles sanos y los controles psiquiátricos. En los esquizofrénicos la actividad de la PLA2 de las plaquetas no tuvo correlación con la duración de la enfermedad y con el número de tratamientos psiquiátricos hospitalarios previos.

    Durante 3 semanas de terapia neuroléptica la actividad de la PLA2 decreció significativamente después de la primera semana.

    La reducción de la actividad de la PLA2 durante la terapia neuroléptica no tuvo correlación con la mejora en la psicopatología.

    Conclusiones de la experimentación

    Es improbable que las diferencias hayan sido secundarias a una enfermedad de larga duración o a los efectos de un tratamiento previo con medicamentos, porque fueron observados también en los esquizofrénicos en los que la enfermedad se manifestó por primera vez y que no habían tomado neurolépticos. Sin embargo, a pesar de la significación estadística, hay que notar que la magnitud de la diferencia en las plaquetas fue claramente menor que la que se observó en el serum y el plasma en estudios previos.

    También de acuerdo con hallazgos anteriores, no se encontraron diferencias en la actividad enzimática en las plaquetas de los pacientes psiquiátricos no esquizofrénicos y los controles sanos, y no aparecieron diferencias cuando se compararon sólo los pacientes depresivos con sus controles (no se muestran los datos). Estos hallazgos negativos no apoyan la hipótesis adelantada por Hibbeln et al. (1989), de que la PLA2 perturbada sea un factor predisponente en la enfermedad afectiva. Así, dentro del espectro de los diagnósticos psiquiátricos investigados aquí podemos afirmar que el aumento de la actividad de la PLA2 plaquetaria no fue un resultado de estresores no específicos relacionados con una enfermedad mental en general (como arousal, ansiedad, etcétera). Se ha descrito un aumento de la actividad de la PLA2 en el serum y en el plasma en diferentes condiciones médicas, como por ejemplo la pancreatitis y las enfermedades inflamatorias . En cuanto a

    los trastornos neuropsiquiátricos, se ha lanzado la hipótesis de una

    activación de la PLA2 en la epilepsia del lóbulo temporal.

    El tratamiento con haloperidol redujo la actividad de la PLA2 a los niveles de los controles. Este hallazgo coincide con los resultados previos en serum y en plasma, pero el efecto inhibitorio fue menos marcado en las plaquetas que en la actividad de la enzima extracelular. Se ha informado acerca de la inhibición de la PLA2 por diferentes neurolépticos en varios experimentos in vitro y en animales. El mecanismo se atribuye a una interacción de los neurolépticos con las membranas de las células, protegiéndolas de la influencia de la PLA2, probablemente por medio de una interferencia con la interface enzima substrato o cambiando la organización física de la bicapa lipídica de una manera que promueve la desorbción de la enzima ligada .

    En un experimento reciente con animales, se halló que inyecciones intraperitoneales de haloperidol en ratas redujeron la actividad de la PLA2 tanto en las plaquetas como en el tejido cerebral.Bennett , en un experimento in vitro, no encontró diferencias en la actividad de la PLA2 en los linfoblastos transformados por el virus de Epstein-Barr de pacientes esquizofrénicos si se los comparaba con controles sanos. Este

    hallazgo hace que sea improbable que un defecto genético en la estructura de la enzima cause un incremento de su actividad en la esquizofrenia. La actividad de la enzima es modulada por una clase de proteínas inhibidoras de la PLA2 endógena (PLIPs) y que están bajo control genético . Futuros estudios deberán aclarar si un defecto en la síntesis o en la liberación de las PLIPs podría desinhibir la actividad de la PLA2 en la esquizofrenia.

    Los resultados obtenidos sobre un aumento de la actividad de la PLA2 plaquetaria sugieren un deterioro acelerado de los fosfolípidos de la membrana en la esquizofrenia. Este supuesto es apoyado además por los hallazgos previos de concentraciones reducidas de fosfatidilcolina en las plaquetas de esquizofrénicos y concentraciones aumentadas de lisofosfatidilcolina, que son respectivamente el precursor y el productor de degradación del metabolismo del fosfolípido de membrana por la PLA2

    Implicaciones para los esquizofrenicos:

    En tres estudios que utilizaron espectroscopía con P31 se demostró un deterioro acelerado de los fosfolípidos de membrana en la corteza frontal de esquizofrénicos que no habían recibido medicamentos . Se encontró una aceleración similar del metabolismo fosfolipídico en el lóbulo frontal en un estudio post mortem en el cerebro de esquizofrénicos . Puesto que se supone una disfunción frontal (hipofrontalidad) en la esquizofrenia , es de interés discutir si una aceleración del metabolismo de los fosfolípidos en el cerebro debido a un aumento de la PLA2 puede representar un mecanismo posible que lleve a la hipofrontalidad.

    En experimentos con animales hemos encontrado que las ratas tratadas previamente con inyecciones intranigrales unilaterales de PLA2 purificado mostraron un comportamiento en círculos ipsilateral después de estimulación con apomorfina . Los resultados de estos experimentos con animales demuestran que las inyecciones intracerebrales de PLA2 redujeron la actividad dopaminérgica. Estos resultados son apoyados además por

    experimentos in vitro donde la PLA2 inhibió la activación de la adenil ciclasa dopamina sensible en el tejido striatal , y redujo la unión de la [3H]spiperona a los receptores de dopamina . En vista de la evidencia de este experimento se puede concebir un deterioro acelerado de los fosfolípidos de membrana en la corteza frontal; por un aumento de la actividad de la PLA2 puede estar relacionado con una reducción de la neurotransmisión dopaminérgica y consecuentemente con la hipofrontalidad en por lo menos un subgrupo de pacientes esquizofrénicos. Sin embargo, hay que señalar que los efectos de la PLA2 probablemente no sean específicos para las neuronas dopaminérgicas; en vista de estos efectos profundos en la bicapa el fosfolipídica de la membrana es posible que la PLA2 influya sobre la función de casi todos los receptores ligados a la membrana.

    ¿ES POSIBLE DETECTAR LA ESQUIZOFRENIA EN CEREBROS TODAVÍA SANOS?

    Las técnicas de imagen sirven para detectar la enfermedad en cerebros todavía sanos.

    Estas técnicas,pueden desvelar los cambios que ocurren en el cerebro de una persona con esquizofrenia.Este sistema también podría servir para predecir que personas con alto riesgo de heredar esta enfermedad la acabarán desarrollando.

    Gracias a las técnicas de neuroimagen se ha podido solventar el tan debatido tema de si la esquizofrenia es o no una enfermedad mental, estas mismas técnicas pueden ofrecer la posibilidad de ver el riesgo de esquizofrenia en los cerebros de personas que todavía están sanas.

    Un estudio revela que las personas con alto riesgo de sufrir esta patología por razones genéticas presentan «ciertas anormalidades estructurales en el cerebro que son parecidas a las que tienen los pacientes con esquizofrenia».

    Se sabe que las personas que tienen familiares con esquizofrenia tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Y, gracias a la resonancia magnética, se ha comprobado que los esquizofrénicos tienen alteraciones cerebrales: los ventrículos cerebrales son más grandes (cuatro cavidades del cerebro llenas de fluido) y el tamaño del cerebro ha disminuido.

    El Doctor Stephen Lawrie del Royal Hospital de Edimburgo,en el Reino Unido, ha demostrado que estos cambios también suceden en los familiares de los pacientes con esquizofrenia. Sin embargo, no se sabe si estas alteraciones pueden predecir o no la aparición de la enfermedad. Si se confirma, el hallazgo del equipo de Lawrie podría ser de gran ayuda en el diagnóstico precoz y en el tratamiento de esta enfermedad.

    Vamos a ver en que consistió el desarrollo experimental del equipo de Lawrie:

    El equipo de Lawrie enroló a 100 personas de edades comprendidas entre los 16 y los 25 años que tenían un alto riesgo de desarrollar la patología. También participaron 20 de sus familiares con esquizofrenia y 30 individuos sanos, que eran el grupo control y no estaban relacionados con los pacientes.

    A cada persona se le hizo una resonancia magnética para medir el volumen de determinadas áreas del cerebro. Se encontró que los que tenían un riesgo elevado de esquizofrenia y que todavía estaban sanos presentaban ciertas anormalidades estructurales parecidas a las que mostraban los enfermos. El tamaño total del cerebro era prácticamente idéntico en todos individuos. Sin embargo, las estructuras ventriculares eran un 25% mayores en los individuos de mayor riesgo (con uno o dos familiares de primer grado con esquizofrenia) que en los del grupo control.

    Otra diferencia se detectó en la amígdala de los individuos de mayor riesgo: esta zona era menor en ellos que en el grupo control, pero era mayor que en los parientes con esquizofrenia.

    Gracias a este estudio podemos llegar a dos conclusiones interesantes: En primer lugar, los cambios anormales en la estructura del cerebro preceden la aparición de la enfermedad.

    Además, refuerza la evidencia de que en las familias en las que hay casos de esquizofrenia, los parientes no afectados por la enfermedad tienen cambios reconocibles en sus cerebros, parecidos, aunque en menor grado, a los de sus familiares enfermos. Este experto supone que, seguramente, se podría encontrar una explicación similar a escala celular, aunque esto aún es difícil de investigar incluso cuando se padece la enfermedad en la peor de sus formas.

    No podremos conocer la verdadera trascendencia de este estudio hasta dentro de varios años,cuando personas potencialmente esquizofrenicas segun la investigación,lleguen a padecer realmente la enfermedad.

    Con las técnicas de imagen, la pregunta ya no será si la esquizofrenia es una enfermedad mental, sino qué clase de enfermedad es. Las futuras investigaciones estudiarán la relación entre estos cambios estructurales y otros factores que se han sugerido como desencadenantes de la esquizofrenia, como acontemientos en la vida del paciente o el abuso de drogas.

    DIFERENCIAS DE FLUJO SANGUÍNEO CEREBRAL REGIONAL(FSCR)MEDIDO MEDIANTE SPECT EN LA ESQUIZOFRENIA CRÓNICA:DEFECTUAL VERSUS NO DEFECTUAL.

    La SPECT cerebral se empezó a utilizar en el campo de la neuropsiquiatría para el estudio de enfermedades médicas y neurológicas que pueden presentan síntomas psiquiátricos y posteriormente su aplicación se ha ido generalizando al resto de enfermedades psiquiátricas . Dentro del estudio de la esquizofrenia, los trabajos realizados con SPECT han obtenido, en líneas generales, los tres grupos de alteraciones siguientes:

    Hipofrontalidad: Ingvar y Franzen (1974) mediante la inyección intracarotídea de 133Xe, informaron de la existencia de un defecto del FSCr localizado en los lóbulos frontales de pacientes con esquizofrenia crónica; desde entonces este hallazgo ha sido ratificado en múltiples investigaciones .

    Alteración de la perfusión en los ganglios básales: Los hallazgos en este área son conflictivos. Mientras que algunos autores han sugerido la existencia de una disminución del metabolismo , otros indican que los ganglios básales no muestran alteraciones e incluso en algunos estudios se ha descrito un aumento de la perfusión y del metabolismo .

    Alteración de la perfusión en el lóbulo temporal: Se han observado la presencia de alteraciones en el FSCr en el lóbulo temporal de pacientes con esquizofrenia ; por ejemplo en el estudio de Catafau y cols., realizado en condiciones básales y en pacientes jóvenes no medicadas durante la fase aguda de la enfermedad, además de un aumento de la perfusión cerebral frontal, han objetivado un aumento de la perfusión en la región temporal izquierda . Por otra parte, se ha observado que los pacientes con alucinaciones auditivas presentan una asimetría de los lóbulos temporales .

    A pesar de la proliferación en los últimos años de estudios de neuroimagen mediante el SPECT en la esquizofrenia, todavía son muchas las interrogantes existentes respecto los hallazgos neurofuncionales obtenidos; estas son debidas a las dificultades y limitaciones actuales en la aplicación clínica de las técnicas de neuroimagen funcional en el campo de las neurociencias en

    general y de la esquizofrenia en particular . Este experimento tiene como objetivo contribuir al conocimiento en esta línea de investigación, con un estudio de la imágenes neurofuncionales obtenidas mediante SPECT cerebral en una muestra formada por esquizofrénicos crónicos en una situación clínica de "estabilidad" durante los dos años previos y comparando los resultados

    obtenidos con un grupo control de similares características

    sociodemográficas. Otro objetivo del estudio ha sido valorar las diferencias en los hallazgos de neuroimagen entre aquellas pacientes con esquizofrenia episódica sin síntomas residuales interepisódicos respecto aquellos pacientes con un curso continuo o con síntomas residuales interepisódicos; tanto en la comparación de estos pacientes entre si como con el grupo de controles.

    Desarrollo experimental

    La población a estudio procede de una serie de pacientes dependientes de una Unidad de Salud Mental . El grupo control está formado por voluntarios sanos elegidos al azar, de similares características sociodemográficas a los pacientes sin historia previa de trastorno psiquiátrico o neurológico, ni abuso de drogas o alcohol.

    La muestra de estudio está compuesta por veinticuatro pacientes que cumplían o habían cumplido los criterios DMS-IV y CIE-10 para el diagnóstico de esquizofrenia. Para clasificarles clínicamente se ha utilizado el concepto de "defecto" o "síntomas defectuales" que en el sentido de Carpenter serían: "aquellos síntomas negativos que estuvieran presentes de forma continuada, durante y entre los episodios de reagudización psicótica, y podrían observarse independientemente de que estén o no tomando tratamiento neuroléptico y que no responderían a tratamiento anticolinérgico" . Los pacientes, no habían presentado una reactivación psicótica en los últimos dos años; lo cual permitió diferenciar con mayor fiabilidad los síntomas negativos primarios (estado deficitario consustancial a la propia enfermedad) y secundarios (a la depresión o trastorno adaptativo postpsicótico y/o a la akinesia o efectos de la medicación neuroléptica). Todos los pacientes, con la excepción de un caso, recibían medicación neuroléptica de mantenimiento a dosis bajas y en catorce de ellos los neurolépticos estaban asociados con antiparkinsonianos anticolinérgicos. En el análisis de la medicación neuroléptica, medida en mgs equivalentes de Clorpromacina, se objetivó que a mayor dosis de neurolépticos menor FSCr a nivel talámico; por contra no se encontraron diferencias en el resto de regiones cerebrales.

    La exploración se realizó con los sujetos , aislados en una sala, en un ambiente tranquilo y relajado (disminución de estímulos luminosos y auditivos al estar en reposo con los ojos cerrados y en silencio por espacio de 15 minutos), insertándoles una cánula heparinizada en la vena antecubital izquierda para evitar estimularles con repetidas venopunciones;

    Posteriormente se inyectaba un bolo con 740 MBq de 99mTc-HMPAO a través de la cánula, tras lo cual para lograr que difunda por el parénquima cerebral dando lugar a imágenes fiables, es preciso mantener las condiciones ambientales de situación funcional cerebral basal durante los 10 segundos siguientes.

    Se ha analizado la relación entre los índices medios de FSCr y el diagnóstico psiquiátrico (control y esquizofrenia).

    Conclusiones

    No se han apreciado diferencias estadísticamente significativas de las cifras medias de edad y años de escolaridad de los grupos control y esquizofrenia crónica . Tampoco se ha demostrado influencia del sexo de los grupos control y esquizofrenia crónica sobre los índices medios de FSCr.

    a) Resultados del estudio de las diferencias de FSCr: esquizofrenia crónica vs. controles: Vemos que existen diferencias de los índices medios de FSCr entre los grupos control y esquizofrenia crónica. se evalúa también el posible efecto del diagnóstico sobre el índice medio de FSCr.

    Cerebelo: Los índices medios de FSC de los tres grupos no difieren significativamente.

    Frontal: Existen diferencias estadísticamente significativas entre los índices medios de FSC de los dos grupos en el lóbulos frontal derecho ( a expensas de un FSCr inferior en el grupo con esquizofrenia crónica y superior en el grupo control.

    Temporal: Los pacientes esquizofrénicos crónicos muestran diferencias estadísticamente significativas con el grupo control en el lóbulo temporal bilateralmente: derecho e izquierdo . Estas diferencias se justifican a través de unos índices medios de FSCr temporal del grupo con esquizofrenia significativamente inferiores a los del grupo control.

    Parietal: En el lóbulo parietal derecho existen diferencias significativas para los índices medios de FSC de los grupos: control y esquizofrenia crónica .

    Ganglios de la base: Los pacientes esquizofrénicos presentan una captación disminuida significativament en el ganglio basal derecho con respecto al grupo control.

    Tálamo: Destacamos que no existen diferencias en los índices medios de FSC a este nivel entre los sujetos normales y con esquizofrenia.

    Occipital: El índice medio de FSCr occipital derecho del grupo con esquizofrenia es significativamente inferior que el del grupo control.

    b) Resultados al comparar esquizofrenia defectual vs no defectual vs controles: Observaremos las diferencias de los índices medios de FSCr del grupo de esquizofrenia crónica, con sintomatología negativa persistente (defectual) y no deficitaria, respecto al grupo control.

    Cerebelo: Los índices medios de FSC de los tres grupos no difieren significativamente .

    Frontal: En la región prefrontal orbital derecha existen diferencias entre ambos tipos de esquizofrenia, a expensas de un FSCr significativamente inferior en el grupo con esquizofrenia deficitaria. Del análisis regional de los ratios se puede concluir que el índice medio de FSCr de la esquizofrenia no deficitaria es, aunque no significativamente, superior al de la esquizofrenia deficitaria negativa. En el lóbulo frontal izquierdo no se observan diferencias estadísticamente significativas de ambos tipos de esquizofrenia, no deficitaria y deficitaria, respecto al grupo control.

    Cabe señalar que no se han observado diferencias significativas en los índices medios de FSCr frontal del grupo de esquizofrenia crónica no deficitaria y el grupo control.

    Temporal: Tanto la esquizofrenia no deficitaria como la deficitaria con sintomatología negativa tienen índices medios de FSCr disminuidos; sin embargo, son significativamente inferiores en el segundo grupo con respecto al grupo control en el lóbulo temporal derecho e izquierdo .

    Destacar por tanto, que la esquizofrenia crónica con sintomatología deficitaria tiene índices medios de FSCr en ambos lóbulos temporales inferiores, aunque no de manera estadísticamente significativa respecto a la no deficitaria.

    Parietal: No existen diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos.

    Ganglios de la base: Los pacientes esquizofrénicos con sintomatología deficitaria presentan una captación disminuida significativamente en el ganglio basal derecho con respecto al grupo control, no así los pacientes con esquizofrenia no deficitaria.

    Tálamo: No se aprecian diferencias de los índices medios de FSC a este nivel entre los tres grupos.

    Occipital: El índice medio de FSCr occipital derecho del grupo con esquizofrenia deficitaria está disminuido significativamente respecto al grupo control. No existen diferencias estadísticamente significativas entre esquizofrenia crónica con sintomatología deficitaria y no deficitaria, ni entre esta primera y el grupo control.

    Resultados de la investigación

    Al comparar los índices medios de FSCr frontal de los pacientes

    esquizofrénicos con los del grupo control, se ha visto un menor FSCr frontal derecho en el grupo de estudio. Con respecto al córtex frontal izquierdo, señalamos que se ha apreciado un índice medio de FSCr frontal izquierdo en los pacientes esquizofrénicos crónicos disminuido con respecto al de voluntarios sanos; si bien esta menor perfusión no es estadísticamente significativa, consideramos que podría serlo con un mayor tamaño de la muestra.

    Los hallazgos obtenidos en este estudio nos apuntan a la existencia de una hipofrontalidad en la muestra de pacientes esquizofrénicos en comparación de los controles. Estos resultados son coincidentes con múltiples estudios publicados anteriormente; así desde el clásico trabajo de Ingvar y Franzen en 1974 que ya informaban de la existencia de un defecto del FSCr localizado

    en los lóbulos frontales en pacientes con esquizofrenia crónica; numerosos investigadores han comparado pacientes con voluntarios sanos mediante las técnicas de neuroimagen (PET y SPECT) o por el método de flujo sanguíneo no tomográfico, bidimensional, con 133Xe, describiendo esta disfunción del

    lóbulo frontal (hipofrontalidad) . Además, este hallazgo de hipofrontalidad en la esquizofrenia crónica viene respaldado por las siguientes observaciones:

    a) La mayoría de los estudios con PET, bien utilizando como trazador la fluorodexosiglucosa-18 (18FDG), bien las valoraciones del FSCr, muestran una disminución de la actividad en las regiones frontales de pacientes con esquizofrenia ; y b) Varios estudios mediante SPECT con 133Xe realizados en condiciones de estimulación mediante test neuropsicológicos específicos del córtex prefrontal, han encontrado resultados similares demostrando una alteración en la perfusión prefrontal .

    Dentro del grupo con esquizofrenia crónica hemos distinguido dos subgrupos o subsíndromes: esquizofrenia crónica con sintomatología deficitaria y no deficitaria. Se ha visto que no existen diferencias significativas a nivel frontal entre ambos, si bien el síndrome deficitario negativo presenta una disminución mayor de la perfusión en frontal derecho respecto al grupo control que el síndrome no deficitario. En esta línea, Schröeder y cols.,

    estudian mediante PET 79 esquizofrénicos crónicos tratados con

    neurolépticos, con la pretensión de identificar regiones cerebrales específicas implicadas en los tres síndromes que configuran el modelo tridimensional de la esquizofrenia: delusional, negativo y desorganizado, objetivando que el síndrome negativo se asociaba a una marcada hipofrontalidad.

    En esta investigación , además de una disminución de la perfusión cerebral frontal, en condiciones básales, se han encontrado disminuciones de la perfusión en el córtex temporal derecho e izquierdo de los pacientes esquizofrénicos crónicos. Éstos muestran una menor perfusión que el grupo control en ambos lóbulos temporales. De acuerdo con nuestro resultados, otros investigadores mediante SPECT Y PET, han puesto de manifiesto la existencia de alteraciones en el FSCr en el lóbulo temporal de pacientes con esquizofrenia . Del mismo modo, Schröeder y cols., ponen de manifiesto una asociación entre el síndrome negativo y cambios en el córtex temporal medio; de acuerdo con estos autores, se ha observado que los pacientes esquizofrénicos con sintomatología deficitaria negativa tiene índices medios de FSCr significativamente inferiores al grupo control en el córtex temporal. Por contra, Catafau y cols obtuvieron un aumento de la perfusión cerebral frontal y temporal izquierda en pacientes agudas no medicadas; esta hiperfunción parece que es común a psicosis agudas , lo cual justificaría que los resultados de estos autores difieran substancialmente de los aquí obtenidos.

    En relación a los ganglios básales, una autoridad sobre el tema como M. Buchsbaum , ha sugerido la existencia de una disminución del metabolismo en los ganglios de la base;aquí se ha podido observar en los pacientes del grupo de estudio una perfusión disminuida en el ganglio basal derecho con respecto al grupo control. En este sentido, destacamos que si bien no se han

    obtenido diferencias entre el síndrome deficitario y el no deficitario, el primero presenta una mayor disminución de la perfusión respecto al grupo de voluntarios sanos. No obstante, los resultados obtenidos mediante técnicas de neuroimagen funcional en la esquizofrenia en esta región cerebral son bastante controvetidos, con autores que han documentado un aumento de la perfusión y del metabolismo , mientras otros estudios han descrito una disfunción de los ganglios básales en la esquizofrenia . Por último, si bien no se han encontrado en el tálamo diferencias de FSCR significativas estadísticamente entre los pacientes esquizofrénicos crónicos y los controles normales, autores como Buchsbaum y cols, en un estudio realizado con PET a 20 pacientes esquizofrénicos no medicados y 15 controles, observan una disminución de la actividad en el tálamo de los pacientes esquizofrénicos.

    Los pacientes con esquizofrenia crónica, tanto no deficitaria como deficitaria, en relación a los controles muestra índices medios de FSCr inferiores estadísticamente significativos en las regiones: frontal, parietal y occipital derechas, temporal bilateral y ganglios de la base derechos, con claro predominio de las diferencias en las regiones frontal y temporal y parietal derechas . Estas diferencias se hacen más significativas en las regiones frontotemporales derechas en los pacientes con esquizofrenia crónica deficitaria, es decir, con síntomas negativos persistentes. Este hallazgo considerando las características clínicas de la muestra de estudio, pacientes crónicos sin reactivaciones en los dos últimos años y con aparente buen control de los síntomas negativos secundarios, sugiere la posible inclusión del SPECT basal, integrado con el resto de variables clínicas, entre los predictores pronósticos de la enfermedad.

    El predominio en este estudio de un déficit de la perfusión cerebral en las regiones cerebrales derechas se contradice con los hallazgos neuroanatómicos y neuropatológicos que informan de una asimetria con mayor afectación del hemisferio izquierdo en la esquizofrenia . Esta circunstancia asociada a la contrastada diversidad de los hallazgos obtenidos en los diferentes estudios sobre el tema, nos permite concluir respecto la inespecificidad de las alteraciones cerebrales obtenidos mediante el SPECT con marcadores estáticos como el HMPAO, en los estudios de tipo transversal realizados en pacientes esquizofrénicos crónicos; lo cual sugiere las limitaciones de esta técnica, con la metodología utilizada en esta experimentación , en el estudio de la fisiopatología de la enfermedad y en la integración de los datos clínicos con la neuroimagen. Estas limitaciones se acrecientan cuando los pacientes estudiados reciben o han recibido medicación neuroléptica, por la posible alteraciones del flujo cerebral producida por estos fármacos. Probablemente para lograr una mayor aplicabilidad del SPECT con la metodología utilizada, para avanzar en los objetivos antes enumerados en el estudio de la esquizofrenia, sean imprescindibles estudios longitudinales en las distintas etapas de la enfermedad: antes de la eclosión de los síntomas en población de riesgo, sin medicación en la fase aguda y en las diferentes momentos del curso crónico de la enfermedad, con el control estricto de los factores de confusión y el análisis integral de las complejas variables clínicas implicadas en la fisiopatología y en la fenomenología de la esquizofrenia.

    FARMACOLOGÍA EN ESTADOS PSICÓTICOS

    Numerosas son las teorias que explican una alteración biológica de los fenómenos psicóticos.La más clásica es la de la alteración doaminérgica:hiperdopaminérgica absoluta o relativa (hipersensibilidad D2)en esquizofrenia tipo I e hiperdopaminergia absoluta o relativa (hiposensibilidad D1 o D2) en esquizofrenia tipo II. Las más recientes suponen la participación de péptidos cerebrales(CCK, cosegregado con la dopamina y con la posibilidad de inhibir la función de esta última,y neurotensina que se comporta como neuroléptico endógeno),opioides y/o prostaglandinas.

    La teoría serotoninérgica contempla una alteración contempla una alteración cuantitativa a nivel del receptor y otra cualitativa con la producción de compuestos metilados derivados de la 5-HT (hipermetilación o hipodesmetilación). La teoria serotoninérgica de la esquizofrenia se basa en los tres siguientes hechos:

    1) Acción psicótica del LSD y compuestos relacionados, vinculada al receptor 5-HT6,5-HT2C y 5-HT7.

    2) Acción antipsicótica de los antipsicóticos no neurolépticos (clozapina y compuestos relacionados) por antagonismo 5-HT2, 5-HT3, 5-HT6 y 5-HT7. Estas moléculas son mal llamadas "neurolépticos atípicos", ya que lo que las caracteriza es

    la falta de acción neuroléptica con conservación de las propiedades antipsicóticas.

    3) Acción antipsicótica de los antagonistas 5-HT3 (zacopride y granisetron).

    Avalan la teoría serotoninérgica las siguientes pruebas clínicas y experimentales:

    1) La producción de psicosis experimentales con indolaminas metiladas (LSD, mescalina, DMT).

    2) El empeoramiento de las psicosis endógenas con triptofano o sustancias metilantes.

    3) El aumento de la sintomatología productiva en esquizofrénicos crónicos por administración de m-cpp.

    La teoría de la transmetilación merece una revisión especial dada su vigencia a través de los años. Basados, por un lado, en las psicosis experimentales por tóxicos como la

    psilocibina y la mescalina, y por otro en su semejanza estructural con neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, se postuló la posibilidad de la producción "endógena" de sustancias psicodislépticas. La adición de grupos metilo a este neurotransmisor les conferiría la capacidad de inducir síntomas psicóticos en

    individuos predispuestos. De ahí que se postule en las psicosis endógenas una alteración en las reacciones de transmetilación, muy extendidas en todo el organismo.

    Desarrollo experimental

    En base a esta hipótesis fue posible aislar en la orina de pacientes varios compuestos entre los que se destacan la dimetoxi-feniletilamina, derivado metilado de la dopamina, la bufotenina y la O-metilbufotenina, ambos productos de la metilación de

    la 5-HT, y la NN-dimetiltriptamina, derivado metilado de la triptamina. En el caso de los indoles metilados se encuentra una

    correlación entre los niveles de excreción urinaria de estos compuestos y la sintomatología psicótica, particularmente la de tipo disperceptual.

    La clásica terapéutica antipsicótica se basa en el bloqueo dopaminérgico (D2) logrado con los neurolépticos tradicionales, con evidente acción sobre los síntomas positivos, pero escasa o nula acción sobre los negativos.

    A partir de la aparición de la clozapina, primer antipsicótico atípico con acción predominantemente antagónica descripta en un comienzo para los receptores 5-HT2, y actualmente extendida para los 5-HT6 y 5-HT7, se abre una nueva perspectiva en el

    tratamiento de la esquizofrenia y de otras psicosis endógenas. Se logra un efecto resocializante, antiagresivo, antiautístico, sin dejar de lado el efecto antidelirante y alucinolítico, y con escasa producción de efectos extrapiramidales. Este fármaco

    bloquea los receptores D2 mesolímbicos sólo en un 20%, mientras que lo hace en el 90% de los 5-HT2. Productos de aparición posterior como la ritanserina, que bloquea el 80% de los receptores 5-HT2 exclusivamente, y la risperidona, que bloquea el 60%

    de los 5-HT2 y el 50% de los D2 han demostrado también efecto antipsicótico con algunas diferencias de acción atribuibles a la afinidad que presentan por los distintos receptores. La olanzepina abre un futuro promisorio, ya que comparte todos los mecanismos de acción con la clozapina (incluyendo su efecto sobre receptores

    muscarínicos) sin haberse advertido hasta el momento los efectos riesgosos de esta última. En esta misma línea se incluyen el sertindol, la quetiapina y otras moléculas

    En los cuadros psicóticos donde predomina el componente disperceptivo pueden tener una indicación específica los antagonistas 5-HT3 (ondansetron, granisetron y otros).

    Añaden a su efecto alucinolítico una acción antidepresiva leve y una acción neuroprotectora sobre la esfera afectiva y cognitiva.

    CONCLUSIONES

    Vamos a detallar los aspectos coincidentes de la experimentación suscitada alrededor de esta enfermedad:

    1. Ventrículos cerebrales dilatados.- La ventrículomegalia fue descrita por vez primera a finales de 1920 con la ayuda de la neumo-encefalografía. Desde entonces se han documentado

    más de 50 estudios con tomografía computarizada en esquizofrénicos en donde se observa que los ventrículos cerebrales en estos pacientes son mayores (en extensión o volúmen) que en los controles. Este hecho se aplica tanto a los ventrículos laterales como al tercer ventrículo. El tamaño ventricular incrementado no se relaciona con la duración de la enfermedad ni con el

    tratamiento recibido. Clínicamente, los ventrículos agrandados en esquizofrenia se han relacionado con síntomas deficitarios, afectación cognocitiva y pobre respuesta a la farmacoterapia. Es muy significativo el hecho de que la ventrículomegalia está presente desde el inicio y no es progresiva, sugiriendo una lesión estática de origen en el desarrollo neurológico.

    2. Hipofrontalidad.- La mayoría de los estudios de la corteza frontal con técnicas de flujo de sangre cerebral han mostrado deficiencias de la corteza frontal en la esquizofrenia. La actividad

    al resolver un problema hace que se observe un mayor flujo al realizar la tarea; en esquizofrénicos crónicos se observó que esta activación era casi nula, pero que la perfusión mejoraba substancialmente cuando regresaban al manejo farmacológico. Esto mismo se observa en esquizofrénicos jóvenes pero no en forma tan marcada. De tal manera que la hipofrontalidad está asociada con síntomas negativos prominentes y sugieren una unión entre regiones frontales del cerebro y síntomas negativos y que esta anormalidad puede ser parcialmente

    reversible con medicación.

    3. Ensanchamiento de surcos y cisuras.- Varios estudios de tomografía y resonancia magnética han revelado el ensanchamiento de los surcos y cisuras, como la de Sylvio y la interhemismférica. Se ha establecido una relación entre anomalías corticales en esquizofrénicos y complicaciones obstétricas.

    4. Volumen cerebral reducido.- Estudios por resonancia magnética han dado pie a varios estudios que muestran que el volumen en la esquizofrenia es menor que en el cerebro normal.

    Esta hipoplasia comprende la mayor parte de las regiones del cerebro y ha sido atribuída a una interrupción en el desarrollo neurológico del crecimiento cerebral en la esquizofrenia.

    5. Displasia cerebral.- Se ha descrito displasia en vermis cerebral de algunos esquizofrénicos. La etiología es desconocida pero podrían esta implicados factores del desarrollo neurológico.

    6. Hipoplasia del lóbulo temporal medial.- Se ha observado en esquizofrenias que estructura límbicas del lóbulo temporal, en especial el hipocampo, presenta, hipoplasia.

    7. Asimetrías cerebrarles anómalas.- Otros estudios han sugerido que la asimetría entre los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo está invertida o bien es anómala en la esquizofrenia.

    8. Anomalías neuroanatómicas congénitas.- Otros estudios han demostrado un exceso de lesiones del desarrollo neurológico, tales como: agenesia/hipoplasia del cuerpo calloso, estenosis del acueducto y quistes en el cavum sectum pellucidum y aracnoides en la esquizofrenia. Estos hallazgos sugieren una interrupción en el proceso de desarrollo neurológico.

    Las observaciones postmortem descritas son consistentes con los resultados publicados por imágenes en vivo; entre éstas encontramos:

    1. En los esquizofrénicos, el volumen, la longitud y peso del cerebro son en promedio 5% menores que en los controles.

    2. El volumen de las estructuras del lóbulo temporal límbico es entre 20 y 30% inferior a lo normal.

    3. El volumen del núcleo pálido interno es menor que lo normal.

    4. Los volúmenes de hipocampo, segementos hipocámpicos y los de la circunvolución dentada son inferiores a lo normal.

    5. Las astas temporales están ensanchadas y eciste pérdida de tejido adyacente en hipocampo y amígdala.

    6. La substancia blanca está reducida en la circunvolución parahipocámpica y la forma del hipocampo y el córtez para hipocámpico está distorsionada.

    En contraste con los resultados divergentes e inconsistentes de los estudios neuropatológicos de la esquizofrenia, la investigación de las anomalías histoestructurales han mostrado más coherencia.

    Los hallazgos histopatológicos pueden resumirse como siguen:

    1. Existe una reducción del 20 al 40% en la capa granulosa de la circunvolución dentada de la formación hipocámpica.

    2. Se observa desorganización de las células piramidales en regiones anterior y medial del hipocampo.

    3. La densidad neuronal es menor en la capa VI del córtex prefrontal y capa III del córtex motor.

    4. Las capas superiores de la circunvolución parahipocámpica está muy poco desarrollada y sin gliosis. Esto sugiere interrupción durante el desarrollo cerebral de la migración neuronal.

    5. El número absoluto de células nerviosas en la capa celular granulosa de la circunvolución dentada está reducida en un 10 al 30% sin anormalidades en el número y densidad de cls. gliales.

    6. la densidad celular está disminuída en todas las áreas del hipocampo.

    7. El número de neuronas y cls. gliales en núcleo talámico mediodorsal y núcleo acumbens está reducido.

    La ausencia de gliosis es una importante observación común en la mayoría de los estudios cerebrales postmortem en la esquizofrenia. La gliosis es el tejido cicatricial del sistema nervioso

    central y significa inflamación previa o degeneración del sistema nervioso. Sólo en el cerebro fetal inmaduro puede tener lugar la pérdida neuronal sin que le siga la gliosis como secuela. Así,

    la ausencia de gliosis es una línea crítica en la evidencia de que las lesiones cerebrales en la esquizofrenia probablemente ocurran durante la vida fetal, cuando el sistema nervioso se está

    desarrollando.

    Todas estas conclusiones han sido posibles gracias al desarrollo de las nuevas técnicas de neuroimagen (la tomografía por emisión de positrones)PET,(la tomografía computerizada de emisión de single-photon) SPECT,a través de la resonancia magnética del flujo sanguíneo cerebral regional,FSCR, y la resonancia magnética espectroscópica(RME), que han permitido una investigación directa de la función cerebral humana en condiciones normales y patológicas.

    Todavía quedan muchas puertas abiertas y muchos cabos sin atar en cuanto a este trastorno,pero cada vez estamos más cerca de conocer y controlar los factores implicados en él.

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    Enviado por:Ana
    Idioma: castellano
    País: España

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