Literatura


Epílogo con el diablo; Agusto Céspedes


UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PATAGONIA SAN JUAN BOSCO

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

CARRERA: LETRAS

AÑO: 2002

AUGUSTO CÉSPEDES

en

“EPÍLOGO CON EL DIABLO”...

Desde el formalismo y la semiótica

Materia: TEORÍA Y PRÁCTICA CRÍTICA

Profesoras/es: Ana María Jones - Elisa Martínez - Ariel Williams - Marcelo Eckhardt

Fecha de entrega: Noviembre de 2002

INTRODUCCIÓN:

Cuando se tiene que presentar un trabajo, es seguro que se lo piensa muchas veces, hasta que un buen día, surge una idea. Ésta hace que se comience a trabajar, paso a paso, pero la decisión debe ser clara, precisa, deseando que aporte algo nuevo a quien lo lea pero sobre todo a quien abordará el trabajo de investigación.

Este escrito surgirá de la conclusión de dos pasos previos: el primero, la selección del cuento con el que se trabajará y el segundo, la lectura de la bibliografía adecuada con la que se fundamentará el análisis del texto.

Respecto de la selección del cuento, ha sido un constante buscar y desechar textos, ya que no todos apuntaban a lo que se quería hacer; analizar el mismo texto desde los formalistas y los semióticos.

Al fin se halló el cuento: “Epílogo con el diablo” , un cuento de autor boliviano, el cual ofrece un país que presenta contradicciones, antítesis como pobreza y riqueza, lo urbano y lo rural, la soledad y la muchedumbre. Muestra la necesidad de justicia de un pueblo explotado por los “grandes” (políticos, empresarios, “otros países”, etc.). ¡Qué ironía!, parece ser ARGENTINA. Pero no, es Bolivia. Es un cuento “muy actual” y por eso ha sido elegido, además de haberse tenido en cuenta otros aspectos para poder analizar el texto. Estos aspectos tienen que ver con la estructura, con las clases de palabras, con los recursos literarios, con el significado de las palabras, con lo que le dice el relato al lector, con la polifonía y con el significado de lo dicho y de los silencios.

Antes de comenzar presentaré al autor.

CÉSPEDES, AUGUSTO

Escritor boliviano, nacido en Cochabamba en 1904. Fue abogado, polemista, historiador y político. Durante su juventud actuó como oficial de reserva en la Guerra del Chaco, conflicto que inaugura un ciclo en la literatura de ese país. De esta experiencia surge, en 1936, su primer conjunto de relatos. Sangre de mestizos, que recibió el elogio de los círculos internacionales. Se desempeñó como periodista en varios diarios de La Paz, caracterizándose por sus artículos incendiarios, con los que apoyaba los principios del Movimiento Nacionalista Revolucionario, partido antiimperialista del que fuera miembro fundador. En 1938 fue electo diputado por Cochabamba y, con la asunción de Villarroel en 1943, ocupó diversos cargos: Secretario General de la Junta de Gobierno, Diputado por el distrito minero de Bustillo y Embajador ante Paraguay. Tras el derrocamiento del presidente Villarroel, y hasta la revolución boliviana de 1952, permaneció en la Argentina, donde publicó Metal del diablo (1946). Esta novela, calificada por la crítica como texto militante del Movimiento Nacional Revolucionario, recupera la problemática sociopolítica derivada de la explotación de las minas de estaño. El cuento “Epílogo con el diablo” es el último capítulo de la novela antes mencionada. Debido a esta característica es que se eligió este relato, por su singularidad dado que el epílogo resume y aúna los conceptos críticos expuestos por el autor. En este texto, el lenguaje, el contenido y la forma han sido extremadamente cuidados por parte de Augusto Céspedes.

CUENTO: “Epílogo con el diablo.”

El relato gira en torno a la sepultura de Simón Patiño, un empresario del estaño, reconocido mundialmente. La singularidad en la presentación está dada por el “regreso” de un personaje descrito con la pomposidad con que fue su vida, pero está muerto.

Era millonario, solo producía odio, repugnancia en el pueblo trabajador de La Paz y Quillacollo. El empresario solo simpatiza con la clase política y con los grupos económicos más poderosos. Bolivia, su país natal, quedó sumido en la pobreza gracias a los manejos ocultos del poder político a quienes sobornaba Patiño. Los quichuas, los criollos, los villanos, los trabajadores demuestran la disconformidad que sienten hacia el “Rey del estaño” destrozando la gran casa. Una vez sepultado, el diablo lo invita a entrar al infierno, donde juntos podrán seguir haciendo lo que Simón Patiño hizo en vida, devastar el país de Bolivia, dejarlo sin futuro, sin trabajo. El hambre, la desolación, la pobreza acompañan a los habitantes de ese... país.

PRIMERA PARTE:

EL FORMALISMO RUSO

Allá por el año 1914, en la Rusia zarista, lingüistas y estudiosos de la literatura se reúnen para interrelacionar conceptos literarios y lingüísticos desde donde surgen distintos cuestionamientos sobre los estudios literarios.

Los formalistas rusos utilizaron la inmanencia para poder detectar el objeto de estudio de la literatura. La inmanencia se centra en el texto mismo, “la obra de arte debe percibirse en sí misma,... llevará a los Formalistas... a percibir la obra misma; a descubrir que tiene un ritmo que hay que aprender a describir, narradores que hay que saber diferencias; métodos narrativos... “ (sic) que aplicar, etc.

El formalismo deja de lado el contexto de la obra (espacio, tiempo, situación socio - histórica, política, etc.) Trotsky presenta a la escuela formalista como un mero análisis desde lo descriptivo y estadístico de “la etimología y la sintaxis de las obras poéticas, a contar vocales, consonantes, sílabas y adjetivos que se repiten.” Trotsky valora la palabra, cada una de ellas en su función, en el justo lugar que logra en el texto, “según su significado intrínseco y también según su acústica.”

Esta valoración de las palabras hace que nos remitamos a Shklovski, Víctor, quien en 1917 escribe su ensayo “El arte como artificio”. En este ensayo Shklovski dice que “la finalidad del arte es dar una sensación del objeto como visión y no como reconocimiento: los procedimientos del arte son el de la singularización de los objetos, y el que consiste en oscurecer la forma, en aumentar la dificultad y la duración de la percepción.” La automatización, lo cotidiano, pasa desapercibido, no se reconoce.

El extrañamiento se apropia de la obra y es lo que hace que ésta sea literaria. El extrañamiento se logra en la descripción del objeto, con la utilización de sinónimos, sustantivos y adjetivos. Los arcaísmos forman parte del texto oscuro como muestra de una lengua culta. La complejidad del léxico, el cual presenta una variedad de latinismos, regionalismos, americanismos y vulgarismos hacen al texto literario al igual que las repeticiones léxicas y fónicas.

ANÁLISIS DEL TEXTO SEGÚN LOS FORMALISTAS RUSOS

Augusto Céspedes utiliza un narrador heterodiegético, el cual narra la sepultura de Simón Patiño, un “empresario del estaño”, quien decide ser enterrado en Quillacollo.

En el cuento “Epílogo con el diablo”, se observa la desautomatización de los distintos elementos contenidos en el texto, ya que su léxico es complejo desde su significado. En la narración encontramos palabras de diferente etimología, por ejemplo:

Regionalismos:

  • abarca (vasco)

  • catafalco (italiano)

  • gañán (árabe)

  • maharajá (sánscrito)

  • mogul (indio)

  • pisco (chileno y peruano)

  • parterre (francés)

Americanismos:

  • cholo

  • chicha

Vulgarismos:

  • despetalar

  • embracetados

Latinismos:

  • apoteosis

  • argentífero

  • averno

  • coto

  • escoria

  • fama

  • fosco

  • mausoleo

  • lama

  • mandil

  • nave

  • raído

  • réquiem

Griego:

  • misántropo

  • automedonte

  • electrolítico

  • hemofilia

  • necrocomio

Cada uno de estos elementos son descripciones que demuestran imágenes cuasi - fotográficas, como por ejemplo el uso del arcaísmos “catafalco”...

“En sitiales de ceremonia inmóviles como el catafalco los herederos venidos de París y, ... “ (pág. 72)

Catafalco está indicando la pomposidad, el lujo con que están velando a Simón Patiño, además es un término que concuerda con la palabra herederos dando a entender que él era el “rey del estaño”, por lo tanto la riqueza, era su espacio habitual, aún cuando ya no lo puede disfrutar.

Del término catafalco, se puede decir que representa una imagen en el lector la cual “tiene la función de permitir agrupar objetos y acciones heterogéneas y explicar lo desconocido por lo conocido.” (...) La imagen “tiene por finalidad ayudarnos a comprender su significación...” El lector ve representada la imagen de catafalco y por ello puede encontrarle un significado al término relacionándolo con el sentido del texto.

Otro ejemplo de regionalismo es el término “maharajá” que tiene su origen en el sánscrito;...

“El heredero del trono era objeto de la curiosidad que despertaría un maharajá asiático caído en la aldea quichua,...” (pág. 73)

La representación mental que genera el término maharajá (título de los grandes príncipes de la India), es de riqueza, poder, veneración de parte del pueblo, obediencia, etc. Esta descripción se opone a la de aldea quichua. El efecto que produce en el lector es abrumador, no tiene explicación, solo se ve y puede percibir la gran diferencia.

El autor retarda el proceso de percepción con una imagen cargada de pomposidad.

La utilización de términos de diverso origen demuestra un autor culto, pero además, estas palabras le sirven para confrontar las dos clases sociales que aparecen en el texto: los ricos y los pobres, lo justo y lo injusto y cada uno de ellos son representados o singularizados a través de sus opuestos.

Otro de los elementos que hacen que el texto se muestre extraño son las descripciones, éstas presentan al objeto como si el lector lo viera por primera vez. Por ejemplo:

“...el Rey del Estaño regresó a bolivia. (...) y regresó a sus 89 años de edad, vestido de smoking, cuello duro, corbata negra, la condecoración de Gregorio VII, maquillado con un ligero tinte rosa en los pómulos y los labios.” (pág. 69)

La descripción nos está presentando al muerto, un millonario que hace algunos años se fue de Bolivia y ahora regresa. Sin duda esta última descripción se ajusta al proceso de extrañamiento propuesta por Shklovski, debido a que se nos presenta una persona maquillada y con tono de rosa. Tras la lectura del relato y en una primera impresión, Simón Patiño está vivo, de pie y bien vestido. Para alegar que se trata de un muerto es necesario terminar de leer el párrafo donde se asevera: “Y embalsamado”. Allí, es donde se produce la interpretación del lector acerca de que el personaje está acostado y muerto.

En otro párrafo, Céspedes describe:

“Dentro del territorio boliviano las autoridades civiles y militares formaban en las estaciones, solícitas ante los ilustres huéspedes que cumplían un penoso peregrinaje, progresivamente fatigoso por las deficiencias del lavabo deshidratado, del cochecomedor subdesarrollado y con mozos mugrientos.” (pág. 71)

El “lavabo deshidratado” describe al recipiente donde las personas se lavan las manos y la cara, solo que en ese lugar no tiene agua, por lo tanto es imposible que se realice el aseo. Esta expresión es un oxímoron. El lavabo siempre debe tener agua ya que esa es su función. El término deshidratado es una personificación porque nunca un objeto de mármol se puede deshidratar, siendo una acción que le ocurre al hombre o a los seres vivos.

“El cochecomedor subdesarrollado” caracteriza muy claramente las condiciones de ese tren, sin comodidades, vidrios rotos, el polvo que penetra por las ventanas lo cubre todo; la suciedad, el desorden, la herrumbre de los hierros, etc.

En esta imagen se retarda la percepción debido a que, todos los elementos descriptos giran en torno a la miseria del lugar, pero es el ámbito donde se mueven los poderosos. Lo que implica que las condiciones del cochecomedor están dadas por sus “reales” ocupantes. Los subdesarrollados son los gobernantes que conducen el país hacia la bancarrota.

En otro párrafo podemos leer:

“...Pudieron admirar únicamente la ebanistería del embalaje, sus argentíferos manubrios, las pirámides de coronas, la pompa incrustada entre las deficiencias lugareñas...” (pág. 71)

El embalaje es el cofre mortuorio, el cajón que transporta al magnate en su último recorrido por la “tierra”. Los argentíferos manubrios representan los herrajes por donde se lleva el cajón. Toda la imagen se nos presenta como si fuese un espacio Real y solemne, cuando en realidad el medio es miserable y el contenido es putrefacción.

Otro de los recursos utilizados por el autor es la adjetivación, a la cual recurre para caracterizar y describir personajes, objetos y paisajes. Por ejemplo:

“... damas hemófilas y el sanguinario entusiamo.” (pág. 69)

Cuando Céspedes menciona el término hemófilas, lo hace para mostrar el odio, la bronca que siente el pueblo boliviano hacia el presidente Villarrroel. Ese odio se materializa en el asesinato del primer mandatario. El sangruinario entusiasmo es lo que impulsa el hecho catastrófico realizado por la “banda anónima que invadió el Palacio presidencial”. (pág. 69)

Hemófilas y sanguinario indican una sinonimia textual, ya que ambas tienen como común denominador la palabra sangre. Además son indicadores del asesinato al presidente Villarroel ya que en estos términos se percibe el impulso a la acción sangrienta que realiza la gente desconocida de Bolivia. En la sangre están representados todos los sentimientos encontrados y el odio que aflora de la gente del lugar.

Continuando con los sentimientos eufóricos y descontrolados de las personas podemos observar desde lo fónico como actúan los verbos.

Los verbos logran en el texto un ritmo, en algunos casos lento, en otros de suspenso o de aceleración. Por ejemplo:

“... una banda anónima que invadió el Palacio presidencial, acuchilló al Presidente Villarroel y le arrojó por un balcón sobre la muchedumbre que arrancándole el saco, ...le arrastró hasta colgarle en un farol poniéndole un mandil a manera de taparrabos.” (pág. 69)

La palabra banda representa una turba enardecida que no se detendrá hasta el crimen y los verbos indicados en el párrafo aceleran el ritmo del texto, generan suspenso entre sí, ya que uno depende de la aparición del otro para saber qué ocurrirá posteriormente con la acción. Además la sucesión de estos verbos conjugados en pretérito perfecto simple, con la misma terminación del sonido /o/, generan un ritmo fónico, al igual que la sucesión del sonido /r/. O. Brik sostiene que ritmo es de la“...toda alternancia regular, independientemente de la naturaleza de lo que alterna... se habla de ritmo siempre que se pueda encontrar una repetición periódica de los elementos en el tiempo o en el espacio.”

El ritmo se hace más lento cuando aparecen párrafos descriptivos. Allí se detiene la acción para dar paso a la imagen, al arte según Shklovski. “La imagen poética es un medio para intensificar la impresión...”

En la mansión se puede observar la contraposición del espacio donde se desarrollan los hechos a partir de la descripción del lugar.

“En medio camino... la `Propiedad privada' sobre cuya geometría de jardines y árboles importados surgía el bloque granate de los ceibos centenarios. Cercaba toda la propiedad una cintura de muros de ladrillos erizados con aristas de botellas rotas.. altas rejas negras con astas doradas y florones con las iniciales. `S.I.P.'...” (pág. 75)

Continúa la descripción de la mansión que había mandado construir Simón Patiño, el “Rey del Estaño”.

“...plazoleta donde cuatro sauces llorones rodeaban a una congregación escalonada de figuras de mármol, todo un curso de estatuaria genovesa con un cristo en alto, leones bostezando, Famas arrogantes y ángeles con las cabezas inclinadas y las alas plegadas, excepto un arcángel de categoría, en ademán de alzar el vuelo y de tocar una larga trompeta dorada que sostenía con una mano sobre los labios.” (pág. 75)

El párrafo se asemeja a la descripción del Paraíso, salvo por la aparición del “arcángel de categoría”, el cual representa al diablo, y es quien se llevará al difunto hacia las profundidades. El lector cuando lee esta expresión -arcángel de categoría- no puede percibir inmediatamente su significado, le produce duda ya que el arcángel también puede ser un ángel bueno, como por ejemplo, el arcángel San Gabriel. Ahora bien, el lector debe buscar en el texto un referente y el título es quien le dará la pauta de que el ángel es el diablo. Todo este proceso cognitivo que debe realizar el lector produce extrañamiento ya que retarda la comprensión del texto y es necesario una mayor elaboración del significado.

A continuación se presenta al diablo;

“En la cripta se abrió una galería llena de vapores sulfurosos y una temperatura de 2.000 grados centígrados que no parecía molestar a un enorme danzarín de la Diablada, con su gran máscara de dientes de caimán, sus cuernos entrelazados con serpientes verdes, ojos de vidrio con pupilas de metal y una corta capa bordada de perlas, zafiros, huayruros y espejitos. La cola colorada se enredaba en una pierna asomando el aguijón.” (pág. 79)

La descripción que Céspedes hace del diablo es muy detallada y produce una imagen muy clara en el lector de quien es realmente a quien se presenta. Como bien sostuvo Víctor Shklovski: “El arte es el pensamiento por medio de imágenes” y el autor de la novela Metal del diablo logró demostrar el concepto del formalista ruso. Lo mismo ocurre cuando en boca del diablo los elementos no son nombrados por lo que son, sino, fuera de su contexto como en este caso. “...volatilización electrolítica” (pág. 79) que representa el infierno, pero designados por términos de la profesión que realizara Patiño en vida.

El análisis realizado nos permite descubrir el lenguaje, los recursos, los sonidos y las distintas imágenes que el autor utilizó para crear su obra poética, su arte.

Los formalistas rusos se centraron solo en el texto, en la inmanencia. “Y por profundos que tratan de ser los formalistas, toda su teoría se basa simplemente en el hecho de que ignoran la unidad psicológica del hombre social, del hombre que crea y que consume lo que ha sido creado.”

Por ello es necesario realizar un abordaje socio - histórico, político, psicológico, etc. Para comprender el arte en su totalidad. Por ello analizaré el mismo cuento “Epílogo con el diablo” desde el punto de vista semiótico.

SEGUNDA PARTE:

ANÁLISIS SEMIÓTICO

A mediados del siglo XX, Mijail Bajtín cuestiona la teoría de los formalistas rusos, respecto del análisis inmanente que ellos realizaban sobre las obras literarias. “Lo que les reprocha no es su `formalismo' sino su `materialismo'...de ocuparse de procedimientos desencarnados como las figuras y los tropos, la peripecia y el reconocimiento, las partes y los elementos,” de la obra literaria.

A Bajtin se lo presenta “como un teórico e historiador de la literatura

“Él entendía la literatura como un hecho comunicativo, evaluativo, productivo y social” , es decir, que lo lingüístico es importante ya que es el medio que hace que el lector pueda receptar el mensaje del autor. Pero no solo es lo lingüístico en un análisis literario, ya que el hombre es un ser social y necesita del medio para poder desarrollarse y comunicarse.

“El hombre social está rodeado de fenómenos ideológicos, de objetos - signos, de tipos y categorías distintas: palabras en las formas más diversas - sonoras, escritas o de otro tipo -, afirmaciones científicas, símbolos y creencias religiosas, obras de arte, etc. “

El cuento “Epílogo con el Diablo”, refleja claramente el aspecto social del hombre respecto de su vida y de su contexto, donde desarrolló sus actividades económicas, financieras, sociales, donde se gestó su psiquis, etc.

En el párrafo siguiente, se puede observar la personalidad de Simón Patiño:

“Ningún cochabambino pudo conocer personalmente al prócer por prohibírselo el doble envase cuyo hermetismo daba a entender que don Simón, misántropo en vida, seguía eludiendo en muerto la curiosidad de sus paisanos.” (pág. 71)

El doble envase no solo hace referencia a la caja donde será enterrado don Simón, sino también a su doble personalidad. Antisocial, apático con el pueblo, solo lo necesitaba para que trabaje en sus minas. Era desconocido por la gente humilde, todos tenían curiosidad, querían saber como era. Tan solo pudieron ver la cubierta del cofre mortuorio. Era exuberante, lujosa...

La ironía es una figura que consiste en decir lo contrario de lo que realmente se quiere decir.”

En el siguiente párrafo se puede observar como la ironía aflora en la palabra “derecho”. El significado que tiene es el de ocultar el verdadero derecho que tiene el pueblo a ser respetado como personas y por sus actividades como mineros, con salarios dignos y con la seguridad necesaria para evitar las conocidas tragedias, derrumbes y muertes de los obreros en las minas. El derecho a ver al “patrón” ya muerto y en el cofre no significa más que mostrar el lujo de alguien que no tuvo reparos en mantener una conducta “dudosa” en su vida.

“El pueblo tenía derecho a contemplar el ataúd del hijo pródigo, a recibir a través del metal y la caoba su reflejo de estrella multinacional apagada.” (pág. 73)

El pueblo boliviano consideraba a Simón Patiño como el hijo pródigo porque hacía cuatro décadas se había retirado de su país para vivir en distintos países del mundo, huyendo de sus “malos actos” que había tenido para con su pueblo. Regresa cuando no tiene voz, solo imagen para que todos lo puedan venerar y él no pueda ser juzgado.

La significación que tiene el oxímoron “estrella multinacional apagada”, es de contraste respecto de la mina de estaño, ya que había tenido gran auge en los años '40, en su época de esplendor y como dice la prensa, “por él Bolivia fue conocida en Europa y Estados Unidos. Patiño logró crear una exitosa empresa multinacional, pero así como la levantó y la promocionó, también la destruyó, dejando personas sin trabajo, pobreza, hambre, injusticias...

“La ironía es un fenómeno pragmático: sólo se percibe en contexto, y depende de las intenciones del locutor y de las capacidades interpretativas del interlocutor.” Céspedes es muy hábil respecto del mensaje que desea emitir con este final de novela, ya que Bolivia tiene una economía pobre, devastada, gracias a los gobiernos que no han tenido ningún tipo de reparo en su actuación; se han olvidado del pueblo, de la gente, de quienes, en realidad, necesitan ser protegidos.

Otra voz irónica se observa cuando la prensa alude sobre la persona de Patiño:

“El gran cochabambino. Por él Bolivia fue conocida en Europa y Estados Unidos. Incorporó apellidos de la aristocracia europea a su digna estirpe. Regaló el potro árabe “Liliot” a nuestras Fuerzas Armadas. Por razones de salud no pudo regresar antes a la patria. Pero desafiando a la calumnia y la envidia ordenó que sus restos vuelvan a su tierra natal. Aquí lo tenemos.” (pág. 72)

La ironía juega aquí un papel importante ya que, la prensa boliviana se burla del magnate mostrando que todo es frivolidad, lujo y fiestas sociales. El soborno, también forma parte de la parte de la vida de Simón Patiño, como lo es el regalo del potro árabe a las Fuerzas Armadas o el apoyo a los políticos.

Patiño fue acompañado por grandes personalidades que...

“...se incorporaron al cortejo el Presidente de la República grato a la financiación estañífera de su campaña electoral y los ministros de Estado con lágrimas en los ojos.” (pág. 71)

Es claro que Patiño ha “comprado” al gobierno de turno - Enrique Hertzog - para así tenerlo de su lado y él pueda tener la libertad de actuar tanto en lo financiero, como en el ámbito de lo privado, nadie se animaría a cuestionar su accionar debido a la “gran colaboración” realizada al partido oficial.

“El hablante,... es un ideólogo que defiende y pone a prueba sus posiciones ideológicas: se convierte en apologista y polemista.” El autor del epílogo de la novela Metal del diablo narra la realidad boliviana, a partir de un sector de la economía y de la sociedad que allí se presenta. Pone en juego su palabra a disposición de un lector oyente capaz de comprender con claridad su mensaje. Mensaje que se caracteriza por antítesis bien diferenciadas, como por ejemplo:

  • pobreza - riqueza,

  • soledad - muchedumbre,

  • desierto - ciudad.

POBREZA - RIQUEZA

“Regresó cerrado en un cilindro metálico, metido en un sarcófago faraónico...” (pág. 70)

El término faraónico hace alusión a la exuberante riqueza, a la desproporcionada apariencia que ostentaba el empresario del estaño. Lo faraónico muestra el poder y la riqueza de una civilización que a lo largo del tiempo desapareció. Aquí, los términos propios de una cultura antigua como la egipcia están dados para describir la solemnidad con que se quiere presentar al personaje.

En la siguiente oración:

“...su existencia de mogul sagrado...” (pág. 70)

Teniendo en cuenta el significado del término Mogul: Mogol, título de los soberanos de una dinastía mahometana en la India, se concluye que a Simón Patiño lo comparan con un rey, con lo más sagrado, como un faraón y un Maharajá. Estas acepciones reflejan la riqueza del personaje al igual que las descripciones que ya se han presentado en este texto.

A continuación:

“...Fue cerrada la puerta de bronce y el último homenaje de los vicios consistió en bloquearla con una guirnalda de hojas metálicas de dos metros de diámetro y cien kilos de peso, con banderines de los colores del Commonwealth y un tarjetón de la International Tin Inc. Consolidated. Adentro su Presidente, cerrado en el recinto sin más luz que una lamparilla de minero en el fondo de la mina.” (pág. 77)

Este párrafo denota la riqueza y el poderío del “Rey del estaño”, la pomposidad que lo rodea es solo apariencia, es lo que ve el público presente. Pero connota que a pesar de la pomposidad y el lujo que se observa en su entierro, dentro del sepulcro no es nadie, es uno mas de tantos que perdieron la vida en las profundidades de las minas y además está solo.

Los empresarios que deciden el futuro del país ofrecen al pueblo “oportunidades”...

“La empresa de electricidad... concedió convoyes gratuitos en el tranvía hasta el pueblo de Quillacollo.” (pág. 74)

Convoyes gratuitos, tiene una doble significación: por un lado darle la oportunidad al pueblo para que vean por última vez al “Rey del estaño”, y por otro lado mostrar ostentación frente al pueblo. Saben que ellos nunca vieron ni verán el lujo que presenciaban en esta sepultura tan particular. La pobreza del pueblo es visible ante la riqueza de los grandes “señores” que ostentan poder y bienes ante el hambre y la pobreza del pueblo boliviano.

La pobreza se observa por doquier:

“...herrumbrosos balcones de fierro donde pendían raídas banderas a media asta en cumplimientos del doble duelo decretado por el gobierno central y por la municipalidad. “ (pág. 72)

Las “raídas banderas” indican la falta de nacionalidad que tiene el pueblo boliviano, ya no les interesa su país, si no tienen la oportunidad de ser personas dignas, con empleos, educación y sentimientos genuinos ante sus pares. “Herrumbrosos balcones de fierro” connotan al lector una imagen de pobreza, desde donde observan a los dirigentes terminar con el país. Un pueblo resquebrajado pero fuerte, dolorido pero firme, pueblo que continuará su lucha cotidiana para levantar al país en la economía de los minerales, generando confianza y dignidad para su gente...

La riqueza y la pobreza traen aparejado la discriminación, producto de las diferencias entre las clases sociales que se enfrentan, al no aceptar los distintos puntos de vista.

“Antenor... rodeado del pequeño círculo criollo, pero más envuelto por inoportunos olores a patas, a sudores mestizos y a coca masticada...” (pág. 73)

Las palabras “criollo, mestizos y coca masticada”, nos presentan un pueblo discriminado, pobre, que pasa desapercibido por las autoridades, los empresarios, etc. Estos adjetivos caracterizan específicamente una clase social con graves problemas de interacción social, ya que “los demás” los rechazan, no se ocupan de sus necesidades, solo los explotan, los utilizan. Ellos por necesidad aceptan, agachan sus espaldas y dejan que hagan con ellos lo que quieren, por nada o por muy poco.

Otro ejemplo de discriminación:

“Más negrura en las autoridades y gentes de la sociedad de pie o arrodilladas y atrás, apiñados en las naves, los vecinos ansiosos del único contacto que toda su existencia podían tener con el millonario.” (pág. 72)

El término negrura, es un adjetivo despectivo con el cual se deja de lado a una sociedad, a un pueblo. Los “negros”, los nativos, los dueños de los países americanos son relegados por los “blancos”, éstos que usurparon sus tierras, que les quitaron su lugar, los desprecian, solo los usan para explotar los bienes nacionales, -minerales, conocimientos, etc.

“Apiñados en las naves”, sugiere un trato animal. En los camiones de transporte vacuno, se carga ganado (vacas, ovejas, etc.) en forma “apiñada”, unos sobre otros, apretados, sin lugar para desplazarse. Así tratan a los bolivianos, como “animales.”

Otro caso de discriminación lo podemos observar en el siguiente párrafo:

“Después de un camión con polizontes y el coche fúnebre venían dos automóviles... llevando a los deudos: mestizos quichuas, un conde francés y una condesa española de postín.” (pág. 74)

Un camión con polizontes le representa al lector, aquellas personas que se ocultan para ingresar al palacio, son personas “no aptas para el lugar”, gente que no tiene la “presencia” adecuada. Las personas son todas iguales, únicas e irrepetibles, con idénticos derechos. Las oportunidades que tienen unos y otros hacen que varíen las condiciones sociales de cada ser humano.

En la siguiente oración hallamos el desprecio que siente el hombre blanco a los “indios”.

“Antenor, in mente, agradeció a su padre que nunca le permitió rozarse con semejante indiada.” (pág. 76)

Céspedes, muestra el aborrecimiento que siente el blanco por el nativo, por el negro. Solo son sirvientes, burros de carga, el abuso no solo es físico, sino también mental, ya que el agobio psicológico que percibe y recibe del blanco es abominable. Palabras como “mundo decente”, conllevan un significado doloroso, porque solo consideran decente a la clase alta de la sociedad, la cual está conformada por políticos profesionales, ricos. Los pobres también son decentes.

El texto dice:

“De todos modos, el homenaje no podía reducirse al mundo decente, sino que debía permitir participación al pueblo, como réplica al calificativo de `apátrida' que habían dado a Patiño algunos intelectuales cochabambinos envidiosos.” (pág. 73)

Solo por una cuestión de imagen se le permitió a los “pobres” ingresar a la sepultura de Patiño, para que quienes tenían un juicio “equivocado” sobre su persona, lo reviertan.

Estados Unidos es el primer país que discrimina América Latina, esto se observa en el párrafo donde:

“...el aplastamiento de la Revolución Nacional abatida el año anterior por alborozados tumultos de la Democracia restaurada entre banderas norteamericanas...” (pág. 69) asesinaron al Presidente Villarroel. Estados Unidos, desea el no progreso de los americanos. Simón Patiño comparte la ideología de los “del Norte”

SOLEDAD - MUCHEDUMBRE

El cuento “Epílogo con el diablo”, presenta esta dicotomía desde el personaje Simón Patiño y el pueblo en general.

El empresario sólo en su sarcófago cubierto de lujo, maderas caras, piedras preciosas y plata. “En Oruro ya no quedaba nadie de los antiguos conocidos. Los sindicatos de obreros habían sido disueltos...” (pág. 71)

“Ningún cochabambino pudo conocer personalmente al prócer...” (pág. 71)

Patiño fue poderosa, emprendedor, pero no quiso tener la oportunidad de relacionarse con el pueblo, con sus trabajadores, con los paisanos del lugar. La riqueza lo aisló, lo alejó hacia otros rumbos, hacía “cuatro décadas” que no estaba en Quillacollo, en Bolivia.

Pero el momento de mayor soledad es cuando...

“Ya al atardecer, por el polvo del camino que filtraba un sol avergonzado, en carretas, camiones, caballos, burros o a pie los romeros tocando sus charangos y cantando canciones obscenas abandonaron el parque señorial, dejando a Simón Patiño solo, solitario en su envoltura faraónica.” (pág. 78)

Respecto de la muchedumbre que se presenta en el cuento tiene distintos sectores sociales bien definidos:

Un sector político conformado por “el cortejo del Presidente de la República, el gabinete ministerial, sociedades culturales, Partidos Liberal, Republicano Socialista, Socialista Unificado y del Partido de la Izquierda Revolucionaria.” (pág. 72) “...autoridades civiles y militares...” (pág. 71)

Un sector empresarial: “...sociedades anónimas, trusts, bancos, compañías, etc.

Un sector eclesiástico: “Los caballeros de la Cofradía del Santo sepulcro,...”, “el obispo”. (pág. 72)

El sector popular se divide en:

  • Opositores

“...unos universitarios antisociales lanzaron gritos de protesta y echaron volantes,...” (pág. 71)

“el pueblo...” , “...los villanos...” , “fornidos indígenas...” , “...la chusma pueblerina...”

Estos sectores populares, estaban en contra del “Rey”, por la forma de obrar en el país, ilegalmente, con sobornos de por medio, etc. Los reclamos son justos, el pueblo perdió “todo” a causa del accionar del empresario. Él solo logró beneficiarse y enriquecerse junto al poder político.

  • Adherentes

“...los herederos venidos desde París...” , “Antenor”... , “...caballeros y damas de sociedad”... “ilustres huéspedes...”

Estas personas que apoyaron al empresario lo hicieron solo por interés. Además estas “personalidades” pertenecen al mismo sector social que el fallecido.

Esta muchedumbre se la encuentra bien diferenciada:

El pueblo: “...florecía... el hermoso color del valle en la tez de las cholas de cabelleras trenzadas y sombreros blancos de copa alta, de los cholos en mangas de camisa, de los llocallas descalzos, los indios con abarcas, ponchos y gorros de lana polícroma con más los vecinos de las aldeas circundantes.” (pág. 76)

Este pueblo se presenta americano en todos sus sentidos, no solo por sus vestimentas, sino por el empeño que ponen en luchar por lo suyo, por lo que le corresponde.

Una clase social alta: “... las damas de negros trajes blanqueados por el polvo...” (pág. 77)

DESIERTO - CIUDAD

Las distintas clases sociales, se entrecruzan, en un mismo paisaje, el desierto, las montañas, “...la pampa hacia el Norte, subió por la quebrada, en dos días alcanzó el altiplano, atravesó la frontera.” (pág. 70)

“El tren fúnebre descendió al valle y llegó a Cochabamba.” (pág. 71)

“Patiño hizo el mismo trayecto de sauces y álamos que recorrió cuarenta años antes, ascendiendo sobre baches en su carromato entre maizales y alfalfares a cuya vera aparecían chozas techadas de paja de las que salían campesinos a sumarse al cortejo.” (pág. 74)

Estas transcripciones reflejan el paisaje hostil y agreste por el que ha tenido que pasar Patiño para ir a su último domicilio: “el mausoleo del castillo que mandó construir al estilo del siglo XVIII francés en las faldas del Tunari.” (pág. 70)

El contraste se observa entre el paisaje regional y las grandes ciudades europeas y americanas donde él eligió vivir, donde los hoteles lujosos y pomposos desbordaban la imaginación del lugareño con el camino hacia su tumba, el que ha sido poco agradable, con caminos sinuosos, tal como ha sido su vida para con los bolivianos. El ocultar la verdad, el mostrarse como no se es, produce sentimientos encontrados en el pueblo como no quererlo hasta tal punto de destrozar los jardines de la mansión, demostrando el desprecio que sienten por él.

“Quedó en los jardines la muchedumbre de cholas, artesanos, labradores y los vecinos venidos de la ciudad... Se tendieron en el pasto,... echados entre margaritas y begonias,... improvisaron un mágico día de campo criollo en el coto del Rey, orinándose sobre las rosas de Francia y las violetas imperiales, vomitándose en la piscina.” (pág. 78)

El desprecio no solo es por el muerto, sino también por la dirigencia boliviana, el pueblo reacciona según como actúa el gobierno, el pueblo está asqueado de tanto tiempo perdido, de pocas soluciones, de lo nebuloso de los acuerdos entre países, de la oscuridad en las propuestas,... el pueblo desea un mejor futuro. Simón Patiño no se los dio. ¿Quién les dará una oportunidad?

En estas dicotomías se entrecruzan las distintas clases sociales las que comparten espacios comunes. Por ejemplo:

“La clase alta y los estratos aborígenes, la élite terrateniente y el campesinado sudaban por igual.” Sudaban el conde de Boudouray y la condesa española de postín abanicándose ofendida.” (pág. 76)

“El Presidente y sus ministros...” les correspondió”... la tarea de quebrarse la columna vertebral. Sudando como gañanes tuvieron que dejar el ataúd y ceder la faena a fornidos indígenas de la caballeriza que estimulándose con apóstrofes en quichua lo levantaron y acarrearon para subirlo e introducirlo al túmulo.” (pág. 75)

En ambos párrafos podemos ver que las personas son todas iguales, transpiran, sudan, igual el rico que el pobre, el de la ciudad y el que vive en un paraje,... pero todos se complementan, se necesitan, los indios pueden más, los ricos creen poder hacer las cosas solos, pero se equivocan.

El creador de la obra, supo interpretar a la sociedad boliviana en conflicto, en decadencia, no solo económica, sino también humana, puesto que “el gran señor” convirtió al país norteño en un infierno.

Patiño es recibido en la cripta por numerosas figuras, ellas son:

Los duendes, los “tíos” de las minas que venían también a rendir su homenaje. Abrieron la caja, cortaron fácilmente la cápsula metálica y levantaron a Patiño, obligándole a pasar más adentro, más adentro.” (pág. 79)

Los duendes representan a los mineros que han muerto en su lugar de trabajo por las injusticias del millonario. Éstos son los que se cobran venganza sugiriéndole a su patrón que “pase más adentro, más adentro,” hacia el fondo del infierno donde lo espera el diablo con su suntuoso traje y su sarcástica sonrisa.

Otras voces aparecen en el cuento además de la del autor y el lector, quien hace su propia lectura, quien depura el mensaje relacionándolo con la realidad del receptor, puesto que “no toda ficción es pura. Pero siempre es ficticio el acto de enunciación literaria, donde yo, aquí y ahora no corresponden a la identidad y entorno del que compone la obra.”

El narrador, le da pistas al lector para que pueda comprender algunos hechos importantes como por ejemplo: “Y embalsamado”. Esta oración aclara el párrafo anterior, el cual describe el cuerpo ya frío del millonario. Además no se embalsama a todas las personas, solo a aquellas que desean ser eternas, que se las recuerde por siempre y pueden pagar la “operación”. La /y/ sugiere el además de su muerte, no murió como todos, sino que permanecerá en la historia triste de todos los bolivianos.

Otra de las expresiones del emisor: “Hechos no palabras.” Esta expresión condensa la necesidad que tiene el pueblo de Bolivia de que se solucionen los conflictos que destruyen paulatinamente la sociedad, la producción, la educación, la industria, etc. Además se lo puede considerar como una ironía, puesto que Patiño había mandado matar al Presidente Villarroel, no le convenía en el poder.

El comentario del señor Patiño a tal acto de purificación consistió en ordenar desde Buenos Aires a su banco en La Paz que obsequiara un millón de pesos (20.000 dólares) al heroico pueblo que de ese modo le dasagraviara.” (pág. 69)

Otras de las voces es la del personaje principal en boca del narrador:

“Por fin se terminó el ajetreo” se diría éste. (pág. 79) Se percibe cansancio en la voz del “gran Rey” En su vida ha sido presionado, aún cuando él presionaba, ha sido competitiva olvidándose de los que menos tienen, los mineros, fue solitaria... todo le produjo cansancio y llegó el fin de una vida, comenzará otra no tan “agradable” como la vida que tuvo en la tierra. Allí le espera el diablo, una conversación mano a mano entre el Rey rojo y el Rey del estaño.

Los aborígenes son los que trasladan el cajón. Éstos murmuran:

“¿Imaraycu ajina llasa cay cojuró?

Esta voz es significativa porque los nativos son las personas que merecen todo tipo de respuestas de parte de los blancos, ya que éstos le han quitado las tierras, las oportunidades de progreso, y de mantener su cultura. Esta aculturación se observa cuando Antenor no comprende lo dicho por los indios. La situación comunicativa no es favorable porque ninguno de los dos interlocutores utiliza el mismo código. Los quichuas desean mantener su lengua, sus costumbres, su VIDA... Los blancos no les dan la oportunidad, solo les conviene como animales de carga, para realizar trabajos pesados, como sirvientes, donde la humillación se percibe en el aire.

“Uno de los indios acosado por las moscas murmuró.” (pág. 75)

El término acosado, en realidad no se refiere a las moscas, sino al hombre blanco, se sienten presionados y “agachan la espalda” y obedecen.

Ya en el final del relato, el diablo le dice a Simón Patiño:

“Seguirás ganando.” (pág. 79)

El Rey del estaño aún en el infierno, continuará haciendo de las suyas, ya que estará guiado y protegido por el diablo.

Este final de novela resume la situación de Bolivia en los años '40 respecto de la producción minera. Los teje y maneje de los poderosos siempre han perjudicado al hombre humilde, al ser que sueña con darle un techo a su familia, brindando calor y amor a los suyos.

“La obra es trascendente... porque su condición de producto ideológico sólo se explica como hecho comunicativo lanzado a circular entre los seres humanos, signo a través del cual... las clases sociales combaten signo que entonces “refleja y refracta” que ha sido producido en una comunidad determinada histórica y geográficamente que es leído cada vez en realidades igualmente determinadas...” (Sic)

CONCLUSIÓN

Luego de haber realizado este trabajo de análisis literario, se puede decir que la literatura permite al lector amplias lecturas y con una gran diversidad semántica. El mensaje que deja el texto literario está relacionado con el “hombre social”, el cual modificará su conducta en el medio donde se desenvuelve. “El peso social del tema del hablante es enorme,” y el autor se hace responsable de esa misión: dar a conocer su pueblo, su situación. Él se compromete con la historia de cada uno de sus compatriotas a que el silencio no los conduzca hacia el olvido eterno de quienes no quieren recordar.

El tema de “Epílogo con el diablo” es eminentemente social. Refleja la problemática de todo un pueblo, sumido en la desesperación, causada por el gobierno de turno. Un ejemplo de la clase gobernante de Bolivia se puede observar en el texto:

“Chocó el sarcófago y se le desprendió un manubrio de plata que el ministro de Hacienda se agachó a recoger, por acción refleja.” (pág. 75)

Es clara la ambición y la habilidad para robar que tiene el político. Ni en ese lugar, supuestamente sagrado, cuidaba la forma y dejaba su oficio más servil, robar.

La problemática social está explicada por las múltiples voces que aparecen en el texto. Cada una desde su lugar defiende e ironiza al magnate. Éste vende el país a los norteamericanos y luego le envuelven el cofre con la bandera boliviana. Toda una ironía.

La crítica literaria formalista se complementa con la semiótica porque a partir de lo lingüístico se aborda lo social, se analiza al hombre en su medio. Forma y contenido interactúan para darle un sentido al texto, y como dice Mijail Bajtín: “El sentido es libertad y la interpretación es el ejercicio de ésta...”

BIBLIOGRAFÍA

  • A.A.V.V. Breve antología de cuentos 4. Latinoamérica y España. Ed. Sudamericana. Buenos Aires. 1993.

  • BAJTIN, Mijail, “Lo humano y lo interhumano.”

  • BAJTIN, Mijail, Teoría de la novela. “El hablante en la novela”, Cap. IV.

  • DRUCAROFF, Elsa, Un teórico de la literatura, Mijail Bajtin.

  • REYES, Graciela, Polifonía Textual. La citación en el relato literario. Cap. 2. “La polifonía de la narración.” Ed. Gredos, Madrid, 1984.

  • SHKLOVSKI, Víctor, El arte como artificio.

  • TINIÁNOV, J. y JAKOBSON, R., Problemas de los estudios literarios y lingüísticos.

  • TODOROV, Tzvetan, Crítica de la crítica, Cap. I, “El lenguaje poético”, Ed. Piados, Barcelona, 1991.

  • TROTSKY, Cap. V. “La escuela formalista y el marxismo.”

INDICE

CONCEPTO PÁGINA

Introducción 2

Céspedes, Augusto 2

Cuento: “Epílogo con el diablo” 3

PRIMERA PARTE:

El formalismo ruso 4

Análisis del texto según los formalistas rusos 5

SEGUNDA PARTE:

Análisis semiótico 12

Antítesis:

* Pobreza - riqueza 15

* Soledad - muchedumbre 19

*Desierto - ciudad 21

CONCLUSIÓN 26

BIBLIOGRAFÍA 27

ANEXO:

Cuento: “Epílogo con el diablo”.

Céspedes, Augusto, Metal del diablo. Narradores de América, 1976, Ed. El Mangrullo, Bs. As.

A.A.V.V., Breve antología de cuentos 4, Latinoamérica y España, 1993, Ed. Sudamericana, Bs. As.

Tzvetan, Todorov, Crítica de la crítica, “El lenguaje poético”, Paidos, Barcelona, 1991 (pág. 30)

Trotsky, La escuela formalista de poesía y el Marxismo. “La escuela formalista de poesía y el marxismo”. Moscú, 1922, (pág. 113)

Ibidem, (pág. 114)

Shklovski, Víctor, “El arte como aritificio”. (pág. 60)

Ibidem, (pág. 55)

Tiniánov, J., Jakobson, R. Problemas de los estudios literarios y lingüísticos. Cap. O. Brik, “Ritmo y sintaxis”, 1920 - 1927.

Op. Cit. Tzvetan. (pág. 26)

Op. Cit., Trotsky, (pág. 119)

Bajtín, Mijai. “Lo humano y lo interhumano”. (pág. 73)

Ibidem, (pág. 72)

Drucaroff, Elsa, “Un teórico de la literatura”. (pág. 61)

Ibidem, (pág. 76)

Reyes, Graciela, Polifonía Textual. La citación en el relato literario. Cap. 2. “La polifonía de la narración”, Gredos, Madrid, 1984. (pág. 155)

Malos actos: con estos términos me refiero a las distintas “ayudas” que le dio a los políticos bolivianos en las campañas políticas. Su doble personalidad hizo que no pudiera sostener su imagen y por ello huye.

Op. Cit. Reyes, Graciela, (pág. 154)

Nota: El País, de Cochabamba, publicó el 5 de enero de 1947 la noticia de que el candidato ganador a la Presidencia de la República, Enrique Hertzog, recibió de Patiño la donación de cinco millones de Bs. Para su campaña electoral. (pág. 80)

Bajtín, Mijail, Teoría de la novela. Cap. IV, “El hablante en la novela”. (pág. 150)

Nota: International Tin Inc. Consolidated: empresas “Patiño Mines Consolidated”, internacionalizada en 1924 para evitar el pago de impuestos.

Llocalla: literalmente, “montado” o “animal para montar” En el texto, los que cargan con el cajón en sus espaldas.

Nota: Villarroel: Presidente de Bolivia en 1943. Intentó reducir el poder de los consorcios mineros y fue muerto en 1946.

Nota: “¿Por qué pesa así este cojudo?

Op. Cit. Drucaroff, Elsa. (pág. 68)

Op. Cit. Bajtin, Mijail. (pág. 154)

Bajtin, Mijail, “Lo humano y lo interhumano”, (pág. 86)

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