Literatura


Épica


EL HEROISMO ESPAÑOL Y GRIEGO

La épica es el origen, el inicio, la genealogía de toda la literatura, ya que la guerra el combate, el no-temor a la muerte, el heroísmo y el nacionalismo, son los primeros hechos que se dan en una nación, así pues forzosamente las primeras manifestaciones literarias de los sentimientos de un pueblo son épicas; por eso decimos que la épica siempre precede a la lírica, que cuenta las cosas desde la soledad, los sentimientos, la persona misma. Por otro lado, la poesía épica se caracteriza por la “majestuosidad de su tono y su estilo, que relata sucesos legendarios o históricos de importancia nacional o universal” 1. Por lo general se centra en la descripción y la vida de un individuo, lo que concede unidad a la composición; introduciendo frecuentemente en ella cuadros detallados de batallas y otras modalidades de combate físico. Otras características del género que podrían mencionar son la participación de un gran número de personajes y la abundancia de parlamentos en un lenguaje elevado y selecto.

La lectura del poema del Cid y de la Iliada, permite lúcidamente una inmersión en el corazón del mundo del heroísmo, mundo que actualmente es imposible ver en la realidad, de allí que para poder comprender estas obras cumbres que desarrollaron el género de la épica, es indispensable hacer una viaje en el tiempo, que permita en cierta forma ver en las imponentes y “gigantes” figuras de los antiguos héroes Griegos y Españoles el coraje y la voluntad que encarnan, y a la vez la concentración o expresión de la mentalidad, el carácter e ideales de todo un pueblo en un periodo significativo o crucial de su historia.

Las dos obras traspasan de una forma bella, poética y descriptiva algunos hechos legendarios que ocurrieron y luego pasaron a la historia, recalcando en la ética de cada uno de los personajes la valentía, la lucha, el heroísmo, el desafío y el anhelo de vencer a la muerte; yendo más allá de un simple suceso o hazaña para llegar a reflejar claramente con simbolismos y “pequeños detalles”2 todo un conjunto de pensamientos que construyen las bases de una nación. Estos libros están desbordados de descripciones sublimes en cada uno de los datos, narraciones y fragmentos, que golpean en cierta forma el sentimentalismo, con la forma en la que se cuenta sobre la amistad, la familia, el amor, la batalla y el vestido; haciendo bello todo cuanto sucede, aún a la muerte de los valientes. Cada línea, cada párrafo, cada canto ésta muy adornado con la presencia de pequeñas pinceladas artísticas, y aunque son textos muy antiguos y su lenguaje es muy puro, permite a la imaginación cuadros y escenas hermosísimas y muy agradables a la mente.

Se encuentra que Homero en su obra cuenta el último año del sitio de Troya, empezando con la cólera de Aquiles, “canta oh diosa la cólera del Pélida Aquiles”3 y terminando con la entrega del cuerpo de Héctor a su padre Príamo, “ Así celebraron las honras de Héctor, domador de caballos”3, todo entrecruzado con ficciones y alusiones a lo mítico que toman parte activa y física en los hechos, lo cual ciertamente en los Griegos es parte de la realidad latente, junto con el sentido de honor y el ideal de perfección importantísimos en ellos; mientras que en la épica Medieval Española, ya existe cierta noción de un Dios único y más espiritual al cual se encomiendan todas las proezas heroicas.

Por otro lado se destaca en el Cid campeador una percepción nacionalista de la honra, la dignidad y la distinción, que un hombre se esfuerza por lograr hasta

la muerte, por su pueblo, su Rey, su fe en Dios; heroísmo patriótico y no individual que batalla por territorios, poder o riquezas y ya no por los valores estéticos de la belleza, la imagen, el cuerpo, o el límite como en los Griegos (que para la época no tenían una separación entre cuerpo y alma, así que la apreciación de la belleza física pasa a ser típica del arte y la literatura griega, dándole así alta importancia al cuerpo y a la figura humana.) El héroe en el poema del Cid posee las cualidades del hombre de Castilla: audacia, lealtad, perseverancia, serenidad, paciencia estoica para sufrir y con el se “ pisa tierra firme y clara de humanidad, pues entre los poemas Españoles es el de mayor equilibrio y severidad...”4

Actualmente la muerte implica un cambio completo en el estado de un ser vivo y se ha considerado tradicionalmente en la cultura occidental como la separación del alma del cuerpo. En esta creencia, la esencia del ser humano es independiente de las propiedades físicas, permitiendo así la fe en una vida mejor después de ésta. La muerte en estos relatos, pasa a ser en cierta forma, una representación del reconocimiento al personaje que se convierte en un héroe, un protagonista y hasta en un semidiós, pues logra vencer a la muerte con valentía y reconocimiento, quedando en la memoria de las personas y traspasando todas las barreras que ésta impone.

Ahora bien, con todo lo anterior se afirma claramente que “El centro del libro es el personaje épico”2, pues es éste el alma de las aventuras y los sentimientos que giran alrededor del libro, destacándose notablemente el sentido del heroísmo y la personificación del perfil ideológico de los antiguos pueblos Griegos y Españoles. En éste caso Aquiles y Rodrigo Díaz, representan cada uno de los valores idealizados para estas poblaciones, por eso con ellos se gloría, se alegra, se exalta y se enaltece todo un conjunto de personas que van en pos de ellos.

Estas obras entonces nos dejan como herencia actualmente la novela, que es lo más cercano a la épica pues “como género es el resultado de la evolución que arranca en la epopeya y sigue en el romance”1, pero ya contado de una manera contemporánea, y más desde lo personal, los sentimientos y la soledad, basados en situaciones reales o ficticias.

1- Enciclopedia Encarta

2- Clase de Literatura

3- La Ilada

4- Pedro Henríquez Ureña




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Enviado por:El remitente no desea revelar su nombre
Idioma: castellano
País: Colombia

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