Educación y Pedagogía


Enseñanza en el Oriente Próximo


LA EDUCACIÓN EN EL PRÓXIMO ORIENTE

Desde sus orígenes hasta el nacimiento de Cristo

Historia de la Educación;

ÍNDICE

Pág.

Introducción………………………….………………………………………………2

El Egipto Faraónico………………….………………………………………………3

El Pueblo Hebreo…………………………………………………………………….11

El Imperio Persa…………………….……………………………………………….16

INTRODUCCIÓN

Lo que me mueve a hacer este trabajo es, además de la ansiedad por saber y el placer del descubrimiento, el intentar dar un primer paso en la tarea de llenar el vacío curricular de la asignatura de Historia de la educación de la enseñanza de Pedagogía. Me explico, En el plan de estudios para nada se habla, -sí tímidamente de Egipto-, de las culturas orientales. Sólo se hace referencia a Oriente para hablar de descubrimientos geográficos, -descubrimiento a ojos occidentales, claro- o grandes proezas colonialistas que ya no enorgullecen a nadie.

Se puede argumentar que este vacío viene dado por el poco tiempo lectivo pero tiempo puede faltar para todo y, como siempre, es cuestión de prioridades. Parece ser que el mirar al otro para enriquecerse y abrir el ángulo de visión de las cosas no entra sino dentro de las prioridades de unos pocos abiertos de mente.

Dejando, pues, constancia de mi queja, queda por señalar que la pretensión de este trabajo no es más que la de apuntar unas ideas, a veces breves en su exposición, pero significativas y suficientes para constituir la base de una posterior más profunda investigación.

En estas páginas sólo se aborda el tema de la educación en una estrecha zona del oriente más cercano pues por razones de tiempo, y pese a haberse documentado sobre lo relacionado con el pensamiento pedagógico en lo extenso de todo el Extremo Oriente, no ha habido posibilidad de plasmar aquí esos datos. Quiera ser esto, entonces, un primer puñado de granos de arena.

Así pues, a continuación intentaré con toda humildad dar cuenta del fenómeno educativo en las antiguas culturas de Oriente Próximo. La educación como mera asimilación de los jóvenes del conocimiento de los mayores. Esta situación se da en todas las culturas por primitivas que sean. La religión, la política y los mitos nos pueden decir mucho sobre la educación de un pueblo. Quizás de un modo difuso pero también incuestionable.

EL EGIPTO FARAÓNICO

Introducción histórica

Los egipcios se consideraron siempre a sí mismos como un pueblo superior, aún siendo el pueblo autóctono resultado de cruzamientos, llamémoslos prehistóricos, del Valle del Nilo. Los egipcios creían que las divinidades habían aparecido antiguamente en ese territorio y que allí había combatido el dios Sol, cuyos descendientes ocupaban siempre el trono de Egipto. Como en el caso del Imperio Romano, el otorgar procedencia divina al emperador o en este caso faraón se conseguía una más fácil e incontestada sumisión de los súbditos.

Las dinastías tinitas (3300-2900 a. C.) marcan el origen histórico de la civilización egipcia. El Imperio Antiguo se sitúa entre el 2900 y el 2200 y tiene su capital en Menfis. A esta época corresponde la construcción de las pirámides de Gizeh. El Imperio Medio abarca desde el 2200 al 1600 y su capital es Tebas. Es una época de carácter feudal y es la época durante la que se dio la invasión y dominación de los hiksos. En el Imperio Nuevo, la etapa siguiente, del 1600 al 1090 es una época de notable esplendor e influencia de la cultura egipcia. Le sigue una etapa decadente (1092 al 332) en la que Egipto sufre la dominación extranjera de libios, etíopes, asirios y finalmente de los persas. Más tarde, del 332 al 20 a. C. será una etapa de esplendor cultural que se inicia bajo la dominación griega con Alejandro Magno, y se continúa con las dinastías macedónicas de los ptolomeos. Para entonces la ciudad de Alejandría es ya centro cultural del helenismo. Finalmente, en el 30 a. C. Egipto queda incorporado, como provincia, al Imperio Romano.

El conocimiento no científico egipcio

Aunque su influencia fue muy grande en culturas dedicadas al cultivo del conocimiento y la ciencia, como la griega, los egipcios, sin embargo nunca hicieron ciencia. Se conformaron con tener un conocimiento práctico e intuitivo, tanto a nivel de realidad humana como cósmica. Sus leyes o instrucciones laicas les procuraban ante todo un cuerpo doctrinal destinado fundamentar el buen funcionamiento de la sociedad. Así pues, ninguno de los grandes conocimientos descubiertos por los egipcios fueron tratados de forma científica puesto que no les movía ese afán. Estos conocimientos les venían por vía empírica pero no experimental. En los temas referentes a la creación del mundo divagan siempre entre ingeniosas explicaciones de rasgos más bien poéticos. A pesar de ello, muchas de las analogías en las que basaban sus creencias resultaron tener luego gran fundamento y veracidad.

La moral de Maât

Maât es la diosa que personifica el derecho. Representa la verdad y la justicia. el hombre egipcio juzga sus actos de acuerdo con un orden establecido que se considera fiel reflejo del orden cósmico. Como dice el principio hermético, "Como arriba es abajo", es decir, que el macrocosmos, lo que acontece en el cielo y el espacio exterior es el modelo del microcosmos, lo que acontece a los hombres en la tierra.

Pero ¿buscaba el egipcio una solución dualista, Râ y Seth, el bien y el mal, para justificar la libertad del hombre? Quizás de la firme creencia en la predestinación de los humanos se pueda extraer que no le son concedidos auténticos poderes de elección. Quizás el problema de bien y el mal quedara para los egipcios sólo a nivel de enfrentamiento entre divinidades.

El hedonismo egipcio

La educación para los egipcios consiste en enseñar a las gentes a ser felices en esta vida terrenal y en la ultratumba, en la vida después de muerto. La instrucción, pues, quiere conducir al pueblo a la felicidad. Este carácter eudemonista y pragmático llega al extremo de que la educación del hombre egipcio se convierte ocasiones en un saber hacer en la familia, en la vida social, en virtud, en sabiduría... en definitiva, una educación cortesana que, siglos después, será la del caballero feudal, la del cortesano renacentista o la del "gentleman" moderno.

Existen una serie de libros, de diferentes épocas, que constituían los parámetros bajo los cuales se debían regir los habitantes. Entre ellos destacan las Instrucciones de Ptah-hotep o libros de las "Sabidurías". Es un compendio de textos muy variado de carácter práctico en los que se habla de la vida familiar, de las relaciones con la mujer, de como tratar a los extranjeros, temas relacionados con la urbanidad. También se hablaba de formación política, acerca del ideal guerrero, la lealtad al rey, la protección a los débiles, el sentido de la justicia y de la honradez en la administración. También había aquí espacio para la moral y se aconsejaba sobre la responsabilidad de los propios actos, la buena administración de los negocios, la aversión a la avaricia o a la envidia de los demás. Se hacía mucho hincapié en el objetivo del éxito, una llamada "moral de triunfo"1.

Dentro del género literario sapiencial egipcio muchos son los textos que presentan esta actitud vital pragmática y hedonista. Ante la incertidumbre del más allá después de la muerte hace un planteamiento epicúreo muy similar al del carpe diem latino. Es decir, aprovechar los placeres y alegría de la vida mientras dure. dice El canto del arpista :

"¿Qué es de los dioses que antes existían? Reposan en las pirámides [...] que se nos diga su suerte, que se alegre nuestro corazón hasta que lleguemos al lugar donde se han ido [...] lo que es útil para ti es seguir tu corazón mientras estés con vida."2

Muchas expresiones de este corte recuerdan pasajes del Eclesiastés hebreo.

"Mientras uno vive hay esperanza, que mejor es perro vivo que león muerto. Los vivos saben que han de morir y el muerto nada sabe. Goza de la vida con tu amada compañera todos los días de la fugaz existencia que dios te da bajo el sol porque es tu parte entre los trabajos. "3

Pero en el Eclesiastés biblíco destaca la presencia de un Dios que castigaría un exceso de vida en el placer. En cambio, en El canto de la tumba del sacerdote Nofrihtpu se dice:

"¡Procúrate un día dichoso, oh sacerdote! [...] que haya cantos y música delante de ti, olvidando todos los males, no pienses sino en los placeres hasta que llegue el día en que será preciso abordar la tierra que ama el silencio"

Según estas Instrucciones la educación quiere hacer del educando un buen ciudadano, que vive feliz y honorable en el contexto sociopolítico, siguiendo el principio de Maât, justicia y verdad. Pero el ideal ético de Ptah-hotep está, quizás en exceso, ligado a la lealtad y a lo que de esta manera posee la moral de legalidad. Quiero decir que cuando llegaba la anarquía de poder por alguna causa, sea ésta la que fuere, al disolverse el régimen y caerse las leyes, el ideal moral se derrumbaba consecuentemente a su naturaleza. Entonces aparecían periodos de escepticismo la moral de triunfo de que hablaba antes, esa cultura casi del oportunismo y de busca del éxito derivaba en ideales más nobles.

Otras tendencias morales

En los Dichos de Sisobeck no importan tanto el éxito y el triunfo mundanos de que hablábamos como la buena voluntad. En estos dichos se valora positivamente el que el hombre actúe con intención recta hacia el bien, aunque no tenga éxito. En Sisobeck tiene auténtico sentido moral la renuncia al éxito y a los bienes materiales, la generosidad altruista, el sacrificio...

En las Instrucciones de Merikaré nace el sentido religioso en la moral y el ideal ético es consecuencia inmediata de la voluntad de Dios que rige el orden del mundo. Aún así, aparece el antiguo sentido pragmático que intenta hacer compatibles la esperanza y la fe en los dioses con la "practicidad" de la virtud moral. Vuelve la moral del triunfo, aunque ahora el triunfo del hombre justo sea ante la sociedad, el rey y la divinidad.

Finalmente, en el Libro de la sabiduría demótica se revela como una magnífica síntesis final de los intentos anteriores con cierta pretensión filosófica. Sus directrices marcaron las pautas, perennes, de la educación del pueblo egipcio en la Baja Época. Eran las siguientes: el orden cósmico está establecido por Dios (Thot); el espíritu (corazón) que vive oculto en el cuerpo ha de guardar la justicia, es decir, participar del orden del mundo; y que la violación del orden divino es inútil y hace culpable al que lo intenta.

Entre otras muchas, hay también la Instrucción de Amen-em-opet. Está referido principalmente al concepto de justicia. La fecha de redacción es incierta pero parece proceder de Tebas y presenta notables similitudes con el libro hebreo de los Proverbios. Sobre estos parecidos con las escrituras bíblicas se hablará más adelante en el capítulo dedicado a el pueblo hebreo.

La figura y la función del educador

Como suele ocurrir en las antiguas culturas, también el en antiguo Egipto la figura del gobernante asume y comparte la función educadora. La figura del educador se diversifica y se materializa en las figuras del faraón, el visir, el sacerdote y el escriba. Aparte estaban los padres que también desempeñaban una función importante.

El Sacerdote

El sacerdote es, junto con el escriba y el visir, otro de los puntales de la organización políticosocial y religiosa del pueblo egipcio. Es a la vez depositario, con el escriba, del saber y encargado de la educación de la juventud. Aunque la función sacerdotal no era hereditaria, de hecho pasaba de padres a hijos. Así los sacerdotes llegaron a construir una clase que con el paso del tiempo se fue haciendo más rica, influyente y poderosa. Las ofrendas de los fieles les proveían de lo necesario para su sustento, su hogar lo tenían en el mismo templo y las rentas de las tierras les proporcionaban grandes ingresos. También estaban exentos de impuestos y de realizar el servicio militar o cualquier otro trabajo obligatorio.

El escriba

Losas antiguas representan al escriba como el que censa, calcula, examina los impuestos, redacta los contratos y estamentos, predice el valor de las cosechas y calcula los ingresos futuros del gobierno.

La preparación cultural científica y técnica que posee le permite participar del poder y del prestigio y ocupar una apetecible posición social. En numerosas tablillas escolares se encontraron frases que exhortaban a los escolares por parte de los padres a elegir la profesión de escriba. Así, el ser escriba no era hereditario y privilegio de unos pocos sino que se podía estudiar para ello como el que ahora lo hace para ingeniero.

En la literatura sapiencial bíblica, que presenta muchas semejanzas con la egipcia encontramos textos que destacan la contraposición entre la figura del escriba, el "intelectual" o "sabio" de la época, y la del artesano. En el Eclesiástico se dice que "La sabiduría del escriba crece con el bienestar, y quien se da poco a los negocios se hará sabio. ¿Cómo podrá hacerse sabio quien gobierna el arado y se gloria de blandir la lanza?" 4

La mujer egipcia

En cuanto a la figura y la posición de la mujer, parece que ningún pueblo, antiguo o moderno, le ha otorgado una situación legal tan elevada como la que tenía entre los habitantes del Valle del Nilo. Herodoto nos cuenta que "en Egipto son las mujeres las que venden y negocian públicamente y los hombres hilan y cosen." Parece que los viajeros griegos que visitaban Egipto se quedaban atónitos cuando veían la gran presencia pública de la mujer y su libertad de movimientos.

En los monumentos conservados se representa a la mujer comiendo y bebiendo en público, circulando por las calles y hasta negociando con total libertad. Parece que en las relaciones amorosas era ella la que pedía citas al varón o le proponía directamente en matrimonio.

Se aconseja a los niños que nunca olviden a su madre por todo lo que ha hecho y hace ella por ellos. En el ámbito familiar la mujer era la dueña de la casa y todas las propiedades se transmitían por vía femenina.

La posición de las féminas, sin embargo, se fue debilitando con el paso del tiempo y como consecuencia de la influencia de los pueblos que fueron dominando Egipto. La libertad de divorcio que tenía antes la mujer se convirtió, bajo la influencia griega, en un privilegio exclusivo del marido.

Métodos y recursos didácticos

El proceso de enseñanza se iniciaba con el aprendizaje de la lectura y la escritura, proseguía con la gramática y el estudio de los clásicos y culminaba con el estudio de un conjunto de disciplinas más especializadas como leyes, reglamentos y enseñanzas técnicas.

El aprendizaje estaba basado en la memorización durante los primeros años y luego se empezaba a copiar manuscritos. Primero sobre trozos de piedra, luego, cuando ya se poseía más destreza, sobre pergamino o papiro. Eso sí, cuando se cometía un error, éste se pagaba con castigo físico. "El joven tiene la espalda y atiende cuando le golpean, pues los oídos de los jóvenes está colocados en la espalda." -La relación entre los azotes en la espalda y el buen oído de los alumnos aparece en todos los manuales y otros libros sobre Egipto.-

La escritura jeroglífica

Los egipcios tuvieron en alta estima la escritura. La descubrieron por sí mismos y la practicaron desde el 4º milenio antes de Cristo. el punto de partida es el jeroglífico figurativo. Mediante la pictografía se representa un objeto dibujándolo. el dibujo de un brazo representaba un brazo, etc. Cuando se trata de representar ideas o conceptos se recurre al dibujo de algo que sugiera la idea abstracta a la que quiere referirse, es decir, a la ideografía. Se dibujaba una avispa para significar la idea de realeza. Y en el caso de las ideas de difícil representación, se expresaban dibujando objetos cuya pronunciación era parecida al vocablo que se quería representar, es decir, por homofonía. Por ejemplo, el dibujo de un laúd significaba no sólo eso, sino también la idea de bondad pues la pronunciación -nefer y nofer respectivamente- era parecida.

Instituciones educativas

La familia

La educación comenzaba en el seno de la familia con la iniciación del niño en las costumbres familiares, sociales y ético-religiosas. También era iniciado en alguna profesión que no requiriese altos niveles de calidad y especialización la de labrador y la de artesano.

La enseñanza escolar

La instrucción propiamente dicha, especialmente en la lectura y la escritura, se impartía en la escuela en dos niveles: elemental y superior. La escuela, llamada casa de instrucción, solía estar instalada en alguna de las dependencias del Templo o Palacio Real.

La escuela elemental comprendía el aprendizaje de la escritura, de las matemáticas y de algunos himnos sagrados. La escritura jeroglífica era considerada palabra de Thot. La hierática era la usada por los sacerdotes y la demótica, derivada de la anterior, era la que usaba el pueblo. Los egipcios fueron grandes maestros en el cálculo de magnitudes y en su aplicación en la arquitectura y en la agrimensura. No eran matemáticos teóricos pero tenían un gran sentido práctico. Parece que a esta enseñanzas tenían un cierto aire misterioso, simbólico y sagrado y su saber estuvo siempre revestido de un considerable secreto. compartido tan solo por sacerdotes y escribas.

En la escuela superior se educaba a los escribas en sus dos variantes. Los del ejército y los reales. Podía aspirar a esta formación cualquier ciudadano, al menos teóricamente. Y merecía la pena esforzarse pues el escriba gozaba de gran prestigio en la sociedad egipcia.

EL PUEBLO HEBREO

Introducción histórica

La historia del pueblo elegido se remonta a la vocación o llamamiento de Abraham. El "padre de los creyentes" fue conmucha probabilidad contemporáneo de Hanmurabi, al que se tiende a situar entre 1728 y 1686. Por la vía de la arqueología se puede asegurar la existencia de un reino floreciente llamado Israel en los siglos IX y VIII antes de Cristo en la región central de Palestina y otro al Sur de Israel llamado Judá cuya florecencia se sitúa en en VII a. C. Sin embargo, la denominación de Israel aparece ya en la estela de Meren-ptah, sucesor de Ramsés II en el XIII a. C. que menciona una victoria sobre "Israel".

¿Moisés faraón de Egipto?

No es poca la literatura que hay al respecto de los orígenes egipcios de la familia de los hebreos bíblicos. El mismo Freud escribió sobre el tema basándose en hechos históricos que serían demasiado extensos de relatar aquí. Parece que durante el mismo período histórico coincidieron Akhenatón y Moisés. Akhenatón fue el gran faraón revolucionario que intentó implantar el monoteísmo en el Imperio Egipcio. Se ha especulado con que Moisés pudiera ser un ministro o visir suyo si no la misma persona que después del fracaso de su revolución monoteísta en Egipto decidiera emprender la huida a través del desierto con sus fieles.1 Sirva este apunte para subrayar lo coincidente de los textos bíblicos con los egipcios.

Concepción antropológica

Se parte de la base de que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios y de que con la libertad nace el pecado. Los judíos no distinguieron entre cuerpo y alma, para ellos, carne -del hebreo bâsâr-, agrupaba esos dos términos. La dualidad humana para ellos fue carne y espíritu, términos referidos respectivamente al hombre de naturaleza frágil y al hombre de Dios.

El hombre bíblico se halla frente a Dios que le dice algo. Además no esta solo. Adán no es nombre de un sujeto singular sino de la especie humana y se encuentra como otros semejantes a él, con la mujer, con la familia, etc. También el hombre es señor y protagonista del mundo y de la historia pero no dueño. La tierra en donde habita es para él y debe dominar. El hebreo se considera el pueblo elegido y su religión es de corte universalista, su afán es el de tener a su Dios y religión por el de todos los hombres.

El hombre, pues, es un ser libre, capaz del bien y del mal, liberado del destino. No es un Prometeo encadenado aunque en su libertad tenga una radical dependencia de lo que Dios quiere para él.

El contenido de la educación

Uno de los objetivos de la educación hebrea es la santidad. Llegar a ser santo. Es decir, pasar del ser carnal al ser espiritual.

El contenido de esta educación, aún cuando se recogía por escrito, se consideraba como fe de los padres. Era un conocimiento revelado por Dios pero transmitido por los padres de generación en generación. La virtud, a diferencia de otras culturas, consistía en no llevar a cabo ninguna acción ni tener ningún pensamiento contrario a las leyes instituidas desde el principio.

La figura del educador

La figura del educador humano, porque el otro es el divino, se materializaba en el padre, la madre, el sacerdote, el profeta y en el escriba o rabbi. Aún así, es siempre Dios quien educa al pueblo a través de estas figuras.

El padre instruía a los hijos en la catequesis elemental, en las costumbres y en la conducta moral. En los Proverbios se dice:

"Quien da la paz a la vara odia a su hijo; el que lo ama, por el contrario, se apresura a corregirlo [...] No ahorres a tu hijo la corrección; porque lo golpees no morirá, antes hiriéndole con la vara librarás su alma del infierno."2

Y en el Eclesiástico:

"Mima al hijo y te aterrará; diviértete con él y te dará pesares. No rías con él, no le des libertad en su juventud y no seas indulgente con sus faltas [...] muélele los riñones mientras es muchacho no sea que se subleve contra ti y te desobedezca."3

La educación de la hijas era competencia de la madre, quién le enseña todo lo necesario para el oficio de esposa y señora de la casa. El papel de la mujer es secundario comparado con el del padre y aunque es una cuestión discutida, parece que la mujer estaba dispensada del estudio de la Ley.

No en vano se lee en el Eclesiástico que " Don del señor es mujer callada y no hay cosa que valga lo que un alma bien educada. [...] Yugo de bueyes sacudido es una mujer mala; tocarla es como quien coge un escorpión."4

Los sacerdotes, además de las funciones específicas propias del sacrificio y del culto, tenían también, junto con los ancianos, la responsabilidad de instruir al pueblo sobre los preceptos de la Ley.

La figura del escriba apareció como conservador de la escrituras. Él se encarga de enseñarlas y explicarlas al pueblo. Se constituyeron conductores del pueblo y este era su oficio. La mayoría de ellos eran de la secta de los fariseos, por tradición grandes observadores de la Ley y de un nacionalismo extremo. Igualmente que en el pueblo egipcio, la posición de escriba era privilegiada y gozaba de un enorme prestigio social.5

Las instituciones educativas

Además de la familia, las otras dos instituciones educativas importantes en Israel son la sinagoga y la escuela.

En el VI a. C. más de cincuenta mil judíos fueron deportados a Babilonia por Nabucodonosor y durante los cincuenta años que duró exilio se operó en el Pueblo de Israel un profundo cambio espiritual. La dura experiencia del destierro hizo revivir en él las predicaciones antes desoídas de los profetas. Por otra parte, esa misma experiencia propició a los deportados la oportunidad de establecer contacto con la floreciente cultura profana babilónica. Como consecuencia comienzan a dar más importancia a las letras y a la educación escolar.

La sinagoga y la escuela

Aunque no se ha precisado el momento de nacimiento de la sinagoga, consta su existencia a finales del VI, tras la vuelta del destierro. Es la primera, la más amplia y la más poderosa de las instituciones educativas posteriores al exilio. También la primera que ofreció un estudio sistemático de la Ley a personas de los dos sexos. En ella tienen su origen la escuela de escribas y la Escuela Elemental. Más tarde, en el nacimiento y la primera expansión del cristianismo fue la sinagoga uno de los pilares de difusión de la doctrina cristiana.

Igualmente que ocurre con la sinagoga, la aparición de la escuela no está datada hasta después del exilio. Parece que hasta esa fecha, como se ha relatado antes, la educación era casi exclusivamente familiar.

Niveles de enseñanza

Por textos extrabíblicos se ha deducido que llegaron a haber tres niveles de enseñanza:

Un nivel de enseñanza superior, destinado a la formación de los futuros rabinos o maestros de la Ley. Un nivel de enseñanza media a modo de la actual secundaria que se llevaba a cabo entre los 16 y 17 años. Y una enseñanza elemental a partir de los 6 o 7 años. Esta última, la escuela elemental, parece que fue la última en aparecer. Se tiene constancia de que no fue hasta el 64 después de C. cuando se crearon, con carácter obligatorio, escuelas para niños de 6 a 7 años en todas las ciudades de Palestina. Cada ciudad debía tener como mínimo una escuela elemental y se instauraron leyes que regulaban el número de escuelas, maestros y ayudantes que tenían que haber en relación a los alumnos en edad escolar.

A la escuela elemental le correspondía la lectura de la Toráh; a la escuela media, la de la mishná; y a la escuela superior,el midrash. La lectura y estudio de la Toráh comenzaba con el Levítico pero en la práctica el objetivo era el aprendizaje de la lectura y la escritura. Se basaba también en la repetitiva memorización de los pasajes esenciales de la Ley. De ahí que el cultivo de la memoria tenga tan gran importancia en la pedagogía hebrea.

Cuando se aprendía el alfabeto y la lectura si se quería continuar con los estudios se debía buscar un maestro de prestigio que iniciara en las disciplinas fundamentales de la Toráh. "El mejor elogio que se podía hacer a un discípulo era compararlo con una cisterna impermeable que no deja escapar ni una gota de agua".6

EL IMPERIO PERSA

Introducción histórica

El pueblo persa se fue instalando durante el segundo milenio a. C. en la parte occidental de la meseta de Irán pero fue a partir de mediados del s.VI a. C. cuando el rey Ciro conquista Sardes y las ciudades griegas de la costa que los persas se revelan como la gran potencia que pronto llegarían a ser. Rápidamente se expanden hacia el Occidente, primero Libia y luego Babilonia; durante el mismo siglo se hacen con Egipto y Cirene y poco más tarde algunas islas del mar Egeo y de Tracia. Hacia Oriente acabaron de someter toda la meseta iraniana hasta el Turquestán y el Indo. se acababa de formar el imperio más extenso del Oriente antiguo. Los persas heredaron la cultura, o al menos la ideología de los grandes pueblos vencidos y de modo muy particular las concepciones políticas de Babilonia y Asur. Persia acariciaba entonces el sueño de un imperio universal.

Unificados el Oriente Próximo y el Oriente Medio, la tarea que habría de emprender más tarde Alejandro para llegar a representar la primera dominación occidental sobre Oriente se vió harto facilitada. Y es que, en palabras de Galino, "Persia no perteneció nunca al Oriente clásico"1 . A continuación fundamentaré esta afirmación exponiendo el origen ario, al igual que el del pueblo hindú, de los persas.

Según Amiano Marcelino 2 los persas eran :

"...casi todos esbeltos, de color oscuro, con cejas que se juntan sobre la frente, de barba cuidada y largos cabellos. Ellos tenían el derecho de disponer de la vida de los esclavos y de las gentes humildes. Éstas no se atrevían a abrir la boca en presencia de sus señores. Los grandes repartían su tiempo entre el ejercicio de las armas, la guerra, la caza y el amor."

Con los persas nos hallamos ante un pueblo fuertemente influido por la irradiación de las viejas civilizaciones mesopotámicas que, aunque ya a la baja, no por ello dejaban de ofrecer conocimientos de gran valor. La inmensa monarquía persa reposó siempre en la fidelidad de los nobles y estuvo encuadrada en una sociedad repartida en castas de vocación profesional; también creyó en los mismos mitos conocidos desde las estepas del sur de Europa hasta el mismo centro de Asia. Y estos tres rasgos, indicadores de otras tantas tendencias pedagógicas, sitúan sin demasiado esfuerzo a los persas dentro de la estirpe aria. En una inscripción se contiene: "Yo Jerjes, gran rey, rey de reyes, rey de los países de populosas razas, [...], persa, hijo de un persa, ario de raza aria."3 .

La fidelidad exigida a los nobles hace que uno de los valores más importantes del ideal de educación persa sea la sinceridad. La partición de la sociedad en castas implica unua restricción de la educación y en el caso de los persas ésta estaba reservada a la nobleza.

La educación familiar

La sociedad tenía a la familia y la propiedad sus pilares fundamentales. Los primeros años de la vida estaban regulados por la madre y solo a partir de los siete años salía el niño del ambiente femenino. Antes de los cinco años el niño no comparecía ante su padre, según Herodoto 4 , para evitar que éste se afligiera en caso de que el hijo muriera en el curso de su primera educación. Se practicaba la poligamia y aunque esto disminuía el papel de la mujer en la familia parece que ésta no se veía tan relegada como en otras zonas de Oriente. Aún así la mujer debía obediencia absoluta al marido y el adulterio se pagaba con la muerte. Era recomendación unánimemente aceptada casarse joven. más o menos a los quince años. Como los egipcios, los persas fomentaban el matrimonio entre los parientes más próximos, lo que en otras civilizaciones consideraron siempre un incesto.

La educación de la mujer entre los persas estaba orientada a servir a los hombres. "...entre nosotros los persas, es costumbre, después que servimos un gran banquete, que entren y se sienten con nosotros las concubinas y las esposas legítimas."5

La educación militar

Si creemos a Herodoto 6 , la primera educación dada a los niños -desde los cinco hasta los veinte años- era montar a caballo, servirse del arco y decir la verdad. Sabemos que los nobles se dedicaban con pasión a la caza y al polo (la etimología nos lleva a algunas regiones de la India en las que designan así la pelota). También jugaban al ajedrez, juego que había sido importado de la India. La educación en las armas era muy importante y duraba hasta los veinte años según Jenofonte 7 . Ésta estaba destinada no solo al príncipe sino también a los nobles. El resto de la educación estaba a cargo de los magos (moghan). Ellos eran los responsables de enseñar a leer, escribir y contar. En cambio, la práctica del deporte y de los ejercicios físicos era tarea de los antiguos militares.

La educación militar era especialmente dura y severa para el rey pues él debía sobresalir en todo para ser así ejemplo de todos los guerreros. El fruto más logrado de la tradición militar persa fueron los "diez mil inmortales". Se preparaba a los soldados para sobrevivir en las condiciones más duras y comer cualquier cosa por desconocida que fuera. Jenofonte nos habla así en La expedición de los diez mil8: "...los soldados comieron por primera vez grumos de palmera y la mayoría admiraron su forma y agradable sabor, pero también les producía mucho dolor de cabeza".

La escritura

Aunque los persas no se hayan distinguido por su afán científico y aunque la masa del pueblo permaneciera al margen de toda preocupación cultural, los magos o sabios, los teólogos y filósofos que constituían la casta sacerdotal eran los encargados de enseñar a los jóvenes la lectura, la escritura y el cálculo. Hasta finales del s.VI no se adoptó la escritura cuneiforme y ésta se empleaba junto con la de los reinos vencidos, -Susa y Akkadia- en las escrituras oficiales. Así, se conservaron preciosos textos trilingües que nos han permitido descifrar esas lenguas. La escritura cuneiforme persa, como las europeas se dirigían de izquierda a derecha y como todas las cuneiformes tenía su raíz en la inventada por los sumerios en la Baja Mesopotamia. Su silabario comprende cuarenta y dos signos y, si se exceptúa el signo separador, que está formado por un clavo oblicuo, su sistema se reduce al empleo de tres clavos: el horizontal, el vertical y el abierto, combinados de distintas maneras sin pasar de seis para un mismo signo.

También se usaban la escritura cuneiforme babilónica y la asiria pero eran igualmente incómodas para el uso diario, pues necesitaban emplear arcilla. Para el uso corriente los persas hicieron como sus antecesores los asirios, emplearon el arameo. Esta lengua, muy extendida en el Próximo Oriente desde el VIII a. C. podría considerarse como lengua internacional. Era una escritura derivada de la fenicia.

Las religiones mazdeistas y Zaratustra

La gran creación de este pueblo, muy poco dado a cultivarse en las letras ni en las reflexiones trascendentales, consiste en su religión concebida por Zaratustra. Así pues, lo más conseguido de la educación persa consiste en el mensaje de este gran reformador. El único documento religioso conservado de aquella época, y por cierto el más antiguo, es el Avesta, el Código sacerdotal de la Reforma de Zaratustra, pero no nos ha quedado más que unas partes. Se especula con su origen sobre el XIII a. C. y aunque los iranistas actuales estan de acuerdo en que no todo el Avesta era obra de Zaratustra y que su parte estaba montada sobre otra anterior en el tiempo. Los griegos lo helenizaron llamándole Zoroastro y la tradición persa le supone en vida hacia el VII o VI a. C. Sea como fuere y aún siendo casi imposible reconstruir la biografía de este poeta, filósofo y profeta vamos a ceñirnos a el contenido de su reforma.

Su religión, el mazdeísmo, podría resumirse en varios apartados. Empezaremos por su combate en favor de un dios único, Ahura-Mazdah (señor sabio), procedente de la época indo-iraniana con el nombre de Baruna. Y es que toda esta religión y las doctrinas de Zaratustra no se podrían explicar sin atender a los mitos indo-iranianos, constitutivos del fondo de su desarrollo. Su decidido monoteísmo le hace adoptar actitudes muy agresivas contra las demás divinidades y acaba conviertiéndolas en "entidades" manejadas todas por el mismo Ahura-Mazdah. El nombre Mazdah procede en todas sus formas de la raíz Man, "pensar". Hay indicios que apuntan hacia un dios antropomórfico pues se habla en los textos de su mano y de su lengua pero quizá muy en sentido figurado. En todo caso, su antropomorfismo sería parecido al de los dioses homéricos. Los antiguos iranios no representaban nunca a sus dioses así que este es un dios sin rostro y sin estatuas.

En la religion de Zaratustra no tienen cabida los sacrificios humanos y no se encuentran los ritos expiatorios propios de las religiones orientales. Constituye un paso muy importante hacia una religión más espiritualizada y pura que sus coetáneas.

Otro rasgo distintivo del pensamiento zoroástrico es su dualismo. El hombre puede elegir libremente entre la vida, el bien, la luz o abandonándose a la no-vida, el mal, las tinieblas. Es uno de los rasgos de la educación del Avesta más marcados, el empujar al hombre a decidir, a hacer su elección definitiva. Pedagógicamente hablando Zaratustra destaca frente a las antiguas imposiciones del destino la responsabilidad de una elección libre a la que todo hombre queda comprometido. Hay que ir abriéndose camino entre la lucha constante entre el bien y el mal.

Su principio era “hay que hacer vivir al buey, fuente de vida”9 . Con esto hacia referencia tanto al aspecto religioso, contra los antiguos sacerdotes sacrificadores, y en el económico, pues siendo una comunidad sedentaria no se prestaba demasiada atención a la agricultura, que tenía que ser su principal fuente riqueza.

Por lo que atañe a la moral, Zaratustra propugnaba que el hombre tiene que pensar siempre y antes que nada en términos de verdad y justicia. Esta escrito en el Avesta "buenos pensamientos, buenas palabras, buenas acciones"10 . El ideal humano de estas escrituras incluye la franqueza, la fidelidad, el amor al trabajo, la justicia, la pureza, la piedad, la caridad, la benevolencia y el respeto a los superiores. Condena, en cambio, la impureza, el robo, la hipocresía, el orgullo, la envidia, las querellas, la maledicencia y la calumnia. Los antiguos historiadores Jenofonte y Herodoto coincidieron en destacar la franqueza como valor más alto del mazdeísmo y la mentira como lo más execrable. Parece pués, que entre aquellos hombres no había palabra vanamente empleada y que un apretón de manos era garantía total de cumplimiento de una promesa 11 .

En relación con otras civilizaciones... contactos, semejanzas y diferencias remarcables

Según Herodoto12:

"De todos los hombres los persas son los que más adoptaron las costumbres extranjeras. [...] Llevan el traje medo, [...] para la guerra el peto egipcio y de los griegos aprendieron a tener amores con muchachos. Cada cual toma muchas esposas legítimas y muchas más concubinas."

Egipto y Babilonia

Antes he dicho que los iranios no solían representar a sus dioses aunque parece que en algún bajorelieve de la época aparece Ahura-Mazdah con un busto del rey y montado sobre un disco alado de evidente importación egipcia.

Por otra parte, el amor a la justicia no es exclusivo de los persas,pues la teoría política de Egipto y Babilonia exigía también al soberano una adhesión ejemplar a la justicia. Pero los persas formularon este principio con extraordinaria nitidez: "He amado la justicia y odiado la mentira"13.

Grecia

Aunque la civilización persa y la griega de la época clásica estuvieron enfrentadas por motivos políticos, eso no quita que hubieran contactos entre los dos pueblos. Desde el s. IV anterior a nuestra era se han encontrado muy numerosos escritos, ya en forma de grafitos, inscripciones lapidarias o en pergaminos, escritos griegos en el mismo Irak. Estos contactos se iniciaron en épocas anteriores a las conquistas de Alejandro y es evidente que en tiempos de este todavía aumentaron. La obra de Herodoto es testimonio de lujo de estos intercambios y Jenofonte en su Cyropedia atestigua una profunda admiración con la que idealiza las instituciones persas. En torno a Platón aparecieron en sus últimos años varios discípulos iranianos. Parece que el autor de La República conoció el dualismo del Zoroastro y no sin fundamento- y cito textualmente a Galino- "...puede considerarse como un precedente del famoso dualismo metafísico de Platón"14 , habiendo textos procedentes de la escuela de Platón, si no suyos, como el Primer Alcibiades. Pero si las incursiones del helenismo son innegables en la parte occidental del Asia Menor, en general puede decirse que el núcleo central de la cultura iraniana permaneció refractario. Persas y griegos representan dos concepciones totalmente distintas del mundo, ya sea antes o después de Alejandro.

Cristianismo

La magnitud del mensaje de Zaratustra era tanta como dirigida a todo aquél que se pusiera del lado del bien. Pero su espíritu mantiene muchas discrepancias con el cristianismo.

El Zoroastro no predica el perdón de los pecados, las injurias o los malos actos, enseña que es tan importante ser bueno con quien hace el bien como malo con quien hace el mal.

Tampoco parece tener en cuenta el problema que atormentaba a Job, el del sufrimiento del justo. Para Zaratustra la justicia conducía a la felicidad, el dolor, pues, no ocupa en su sistema la función que tiene en el cristianismo.

Europa occidental, época contemporánea

Si el nombre de Zaratustra suena a nuestros oídos, es gracias a Nietzsche. El pensador alemán cogió a Zaratustra, en sus palabras, "el creador de ese fatal error que es la moral"15 , y le dio la vuelta para exponer el pensamiento del primer inmoralista de la historia como el mismo se proclama. Nietzsche ve a Zaratustra como el primer descubridor de la lucha del bien y el mal y del auténtico engranaje de las cosas. La doctrina del Zoroastro presenta la sinceridad como una virtud superior y la pone en frente de la cobardía del idealismo que se engaña a sí mismo. Zaratustra es, en palabras del alemán, "...más valiente que todos los pensadores reunidos porqué dice la verdad: saber manejar bien el arco, he aquí la virtud persa."16 . Por supuesto que en tiempos del Zaratustra original no se llegaba a dar tantas vueltas a su idea y no es este el lugar para hablar más extensamente sobre la visión Nietzscheana del dualismo zoroástrico.

Cabe apuntar, también, la condena del hombre a ser libre antes mencionada de la doctrina zoroástrica que hace pensar en J.P. Sartre. Si bien, claro está, esta misma idea luego Sartre la lleva hacia un pesimismo existencialista mientras que Zaratustra transmite quizá un mensaje más puramente de responsabilidad cívica que tiene que llevar a los hombres a mantenerse en el lado bueno del camino.

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1 Capitán Díaz, A. Historia del pensamiento pedagógico en Europa. pp. 34

2 Redondo y Laspalas. Historia de la educación. “La educación en el antiguo Egipto”

3 Eclesiastés. 9, 3-10

4 Eclesiástico. 38, 24

1 Ver, entre otros, Osmat, A. Moisés, faraón de Egipto.

2 Proverbios. 23,13 / 13,24

3 Eclesiástico. 30, 9-12

4 Ibidem. 26, 7-15

5 Eclesiastés. 9, 3-10. Ver nota 4 del capítulo “Egipto faraónico”

6 Redondo y Laspalas. Ob. Cit “La educación en el antiguo pueblo hebreo”

1 Galino. Historia de la educación. pp. 77

2 Amiano Marcelino. Rerum gestarum, XXIII, 6

3 Galino. Ob. Cit. pp. 78

4 Herodoto. Los nueve libros de la historia. I, 136

5 Ibidem. V, 18

6 Ibidem. V, 18

7 Jenofonte. Cyropedia. I, 2, 9

8 Jenofonte. La expedición de los diez mil. pp. 110

9 Galino. Ob. cit. pp. 85

10 Vispered, 20,1; Yasna, 7, 16

11 Galino. Ob. cit. pp. 86

12 Herodoto. Ob. cit. V, 135

13 Galino. Ob. cit. pp. 86

14 Ibidem. pp. 81

15 Nietzsche, F. Ecce homo

16 Ibidem.

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Enviado por:Pedagogo En Busca Del Sentido
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