Economía y Empresa


Empleo y juventud


Lugar que ocupa el trabajo en la vida de las personas jóvenes

1. El tiempo dedicado al trabajo

Los resultados obtenidos se refieren a la población juvenil con experiencia laboral. Se evalúa el tiempo ocupado por el trabajo actual, o en su defecto, por el ultimo que tuvieron. Los datos se expresan en horas y minutos semanales.

Existen muchas diferencias en la dedicación que les redama el trabajo a las personas jóvenes. Abundan los que le ponen pocas horas, y también los que hacen jornadas muy largas. Esa dispersión se ha ensanchado en la década de los noventa, ha ido predominando los empleos con duración prolongada (41 o más horas) como los de jornada completa (hasta 20 horas) .

A medida que van creciendo en años aumenta el tiempo medio destinado a trabajar, tanto los jóvenes como las jóvenes. Y en todas las edades ellos en su conjunto, laboran más horas que el conjunto de ellas. Como media los hombres jóvenes invierten en sus empleos cuatro horas y treinta y seis minutos más cada semana. A partir de los treinta años los varones dedican al trabajo cuarenta o más horas, como promedio y las mujeres entorno a las treinta y cinco horas.

El empleo puede ser: actividad exclusiva, tarea principal, o dedicación circunstancial. Las jóvenes y los jóvenes que tienen en el trabajo su ocupación exclusiva, suelen cumplir horarios completos o prolongados. Los que además estudian, en su mayoría dedican jornadas de duración medio o larga y quienes principalmente estudian igual y recurren al trabajo para conseguir ayudarse con algunos ingresos menos hacen generalmente sesiones cortas.

Actualmente esta mas generalizado el sobreempleo que el subempleo. Las subempleadas y los subempleados son quienes solo trabajan, y sin embargo tienen un trabajo de poca dedicación. Las sobreempleadas y los sobreempledos son quienes estudian, y sin embargo tienen trabajos de larga duración. Las y los estudiantes que trabajan tantas horas difícilmente podrán seguir con normalidad y rendimiento sus estudios. Esta difusión genera el fracaso escolar y encarece el sistema educativo. Las primeras experiencias laborables remuneradas se viven generalmente en tareas de poca dedicación. A partir del tercer empleo pagado, las trabajadoras y sobretodo los trabajadores jóvenes suelen asumir jornadas largas o muy largas.

2. La remuneración que tiene el trabajo de las personas jóvenes

2.1. Población joven que puede satisfacer sus necesidades, con lo que ganan con el trabajo

Se puede estimar la relación que existe entre los ingresos que se perciben en el trabajo y las necesidades de las personas jóvenes. Uno de cada cuatro trabajadores consiguen el dinero suficiente para independizarse. Pero existen grandes diferencias. A la gran variabilidad que existe en la cantidad de horas trabajadas, le corresponde una dispersión equivalente en la cuantía de los ingresos. El vínculo con el trabajo y la duración de la jornada laboral, son los criterios principales que explican la graduación tan amplia que existe en los salarios de la gente joven.

Esta distribución desigual también responde a otros factores, biográficos y estructurales, que se describen seguidamente:

Los factores que se asocian con la cuantía de los ingresos por el trabajo:

Se asocia con ingresos más bajos

Se asocia con ingresos más altos

Ser mujer; sobre todo si no se vive en pareja

Ser varón; sobre todo si se vive en pareja

Tener hasta 21 años

Tener 26 o más años

Que el principal sostenedor de la unidad familiar sea el padre, la madre u otro familiar.

Que lo sea él otro miembro de la pareja.

Ser quien aporte los mayores ingresos del hogar.

Pertenecer a una familia de clase alta o medio alta

Tener la economía parcial o completamente integrada con la familia de origen

Ser completamente independiente de la economía de la familia de origen.

Poder pagar todos los gastos

Dedicarse a estudiar aunque se trabaje

Dedicarse a trabajar aunque se estudie

Tener un trabajo no cualificado

Tener un trabajo cualificado

Tener un trabajo ocasional, o de temporada

Tener un trabajo continuado

No tener contrato

Tener contrato

Trabajar un máximo de 36 semanas al año

Trabajar 37 o más semanas al año

2.2. Factores que discriminan la remuneración por el trabajo.

-La discriminación más fuerte corresponde en menor cuantía de ingresos laborales que perciben los jóvenes.

-La diferencia de ingresos entre quienes se dedican en exclusiva al trabajo y quienes lo tienen como actividad principal porque al tiempo estudian, es pequeña (representa unas 1000 Ptas. semanales), pero se cobra mucho menos cuando la principal tarea es el estudio.

-Hay asociación entre la pertenencia a una familia de status más alto y obtener ingresos laborales más elevados, pero en época juvenil, las diferencias de salarios entre jóvenes de clases distintas, no son tan amplias como llegaran a serlo cuando adultos.

-Trabajar con contrato les proporciona la capacidad económica plena a dos de cada siete trabajadoras o trabajadores jóvenes, y no tenerlo es en muy pocos casos compatibles con la autonomía económica.

-El empleo continuado, fijo o indefinido permite a dos de cada cinco jóvenes la autosuficiencia económica.

-Trabajar jornadas muy larga - de 41 o más horas - representa la posibilidad de conseguir autonomía económica, en uno de cada tres casos.

3.La valoración del trabajo.

Desde 1982 se dispone de información relativa a la “la cosa mas importante para que un trabajo sea bueno para ti”. Coinciden las sucesivas generaciones juveniles, en dar mayor importancia a la cuantía de los ingresos que proporcione el trabajo.

La muestra de jóvenes del “Informe de la juventud” ponen en primer plano “la seguridad en el empleo”, esto emerge en épocas de precariedad contractual, cuando la estabilidad laboral se convierte en lo mas importante, se sacrifican otros intereses, que son muy caros para la gente joven. Concretamente, tener un trabajo que dure pasa por delante de otro valor mas humano: “las buenas relaciones con los compañeros”. Y se antepone otro mas vocacional: “que la ocupación sea interesante, entretenida”

Esta generación de jóvenes parece abocada a tener como mas importante “lo que es mas necesario”: los salarios y la estabilidad.

La precariedad laboral tiene otro efecto perverso más: ahonda la separación entre el mundo laboral y el de las relaciones y el de las aficiones. Trabajan atendiendo solo a la necesidad y hacen de esta virtud, le da un valor muy instrumental al empleo y contribuyen a que el interés por las actividades “entretenidas” y los compañeros “apreciables”, salga del ámbito del trabajo hacia el tiempo libre.

Lo más general es valorar el empleo en base a criterios económicos, a medida que las personas jóvenes van cumpliendo años y adquiriendo mayor experiencia laboral.

Los intereses de los hombres jóvenes están volcados hacia labores que ofrezcan ingresos suficientes y estabilidad, algunas mujeres mas, prefieren ocupaciones donde se establezcan buenas relaciones con los compañeros.

Quienes trabajaron y dejaron de hacerlo se distinguen por su exigencia que se manifiesta por ocupaciones con buenos ingresos, estabilidad laboral y que les permita disponer de tiempo.

4. La satisfacción que proporciona el trabajo

La población activa española se muestra dividida, casi por mitades, entre quienes valoran es trabajo que realizan como “atractivo” y quienes no creen que tenga ese encanto. Si se le pregunta eso mismo a las trabajadoras y trabajadores jóvenes, se encuentran menos atraídos con el contenido de la actividad laboral. También son menos numerosas y numerosos quienes están satisfechos con su trabajo actual.

5. La calidad que tiene el trabajo en el que se ocupan las personas jóvenes

El ministerio de trabajo viene aplicando una batería de indicadores para evaluar “la calidad de vida en el desempeño laboral” (fuente: CDVT 2000), según estos baremos la calidad del trabajo es peor entre la juventud ocupada que entre la población adulta. Y tanto peor cuanto más jóvenes sean.

*Ver gráfica 1.

El paro y la búsqueda de trabajo

1.El paro juvenil y la búsqueda de empleo.

Entre la gente joven se encuentra el mayor número de personas activas y que producen las tasas mas altas de desempleo, esto se debe a la incidencia del paro en los jóvenes y a que es en la juventud cuando se produce la demanda del primer empleo.

Las causas más evidentes de la reducción del paro juvenil y los factores de los que depende son:

Es muy sensible a las coyunturas económicas, por lo que sube cuando se entra en las fases de crisis y disminuye cuando se entra en una etapa de expansión.

Su composición es muy estable, esto se debe a que dentro de la población activa hay mas paradas que parados, más casadas que solteras y más jóvenes con formación Superior que con Estudios Primarios. Esto quiere decir que las personas que se ofertan en el paro joven corresponden a un grupo con más posibilidades de ser empleado.

*Ver gráfica 2.

Podemos clasificar a los jóvenes parados según la edad, sexo, formación

Los más afectados por el paro juvenil y la reducción del paro juvenil suelen comprenderse entre 16 y 29 años de edad.

El paro esta más acentuado en los jóvenes de entre 16 y 19 años, entre 20 y 24 es la posición media y entre 25 y 29 son los menos parados.

Según el sexo hay mas mujeres que hombres en paro, en la fase de expansión económica de “INJUVE 2000” ha mejorado el paro juvenil, la reducción de parados se ha producido en todas las edades, pero la mejora ha sido más favorecedora para los hombres que para las mujeres a pesar de que ellas partían de una situación peor.

El paro afecta menos a quienes tienen estudios primarios, que los que tienen estudios secundarios o superiores y eso se debe a que los que menos estudios tienen son los primeros que se iniciaron en el mundo laboral.

Hay menos jóvenes que buscan su primer empleo o que quieren cambiar de trabajo,

En 1999 en comparación con 1995 se ha reducido el número de demandantes y sobre todo entre los varones, es decir, hay mas mujeres que hombres buscando trabajo.

*Ver gráfica 3

Sigue habiendo mucha gente en busca de su primer empleo, pero hay una parte de la población activa juvenil que quiere un acomodo definitivo, nos referimos a los que van dejando los estudios que suelen estar comprendidos entre 16 y 19 años.

Es muy difícil colocarlos por que hay un “cuello de botella”, es decir, muchos jóvenes a la espera de un trabajo y el mercado laboral lo va asimilando con lentitud. Este cuello alcanza hasta los que ya tienen 24 años y a un número elevado de estudiantes de 25 y más años parados.

Las circunstancias que llevan a buscar un trabajo a las personas jóvenes se pueden clasificar según los siguientes factores estructurales,

Demandas que se relacionan con el cambio de ocupaciones propio de las edades juveniles:

  • La juventud cuando deja de estudiar y carece de un trabajo estable es demandante de empleo.

  • Los estudiantes suelen conseguir empleos circunstanciales por eso son numerosos quienes tuvieron experiencia laboral y ahora se encuentran sin trabajo.

  • Cuando el trabajo es una ayuda mientras se estudia, existe poca implicación en la tarea. Esas ocupaciones suelen ser de poca calidad y por eso suelen ser muy poco duraderos.

  • Las personas jóvenes en paro que no cobran subsidio están más motivadas a buscar empleo que las que si lo cobran.

Demandas que tienen que ver con circunstancias familiares y biográficas:

  • Buscan trabajo jóvenes que tienen al padre en paro o jubilado, o si se depende de una madre que vive de la pensión de viudedad.

  • Las ganas de emanciparse llevan a la búsqueda de trabajo para no depender de otras personas.

  • Cuando se crea un hogar con una persona que se queda en paro.

  • Hay muchas mujeres que siempre se han dedicado al hogar y ahora les interesa conseguir un empleo. Se inscribirán en el paro para incorporarse a la vida activa. También se inscriben mujeres trabajadoras que desean encontrar un trabajo de horario más compatible con el de sus hijos o maridos.

Demandas que proceden de la insatisfacción con el trabajo:

  • Se suele dar esta insatisfacción cuando el trabajo es temporal o cuando se trata de trabajo a tiempo parcial. En este ultimo caso suele suceder que se terminen los estudios y se quiera pasar a un trabajo fijo de tiempo completo.

  • También es muy importante el factor salario, hay más motivos para cambiar de empleo cuanto más bajo es el salario.

  • Los jóvenes tienden amoverse de trabajo debido a la mala calidad de sus primeros empleos.

Podemos enumerar unos factores que llevan a la búsqueda del primer trabajo, de un trabajo estable o de otro trabajo;

En cuanto a la inexperiencia laboral, llevan a la búsqueda el hecho de no haber trabajado nunca, no haber trabajado más de un año o tener que compatibilizar trabajo y estudios y/o estar en practicas de formación.

Relativos a la falta de ocupación, sobre todo cuando se está entre los 20 y 25 años, cuando se concluyen los estudios, el caso de personas que ni estudian ni trabajan y haber trabajado y ahora estar sin trabajo.

Cuando se tiene un escaso porvenir en el trabajo actual, trabajos de menos de 36 horas semanales y repetir trabajos que duran menos de seis meses.

Factores que tienen que ver con las necesidades familiares, cuando el cabeza de familia tiene un trabajo inestable, esta en paro, jubilado o dependiendo de una pensión de viudedad.

Relacionados con la autonomía y emancipación económica, depender económicamente de otra persona o tener niveles de ingresos que no les permitan ser autosuficientes económicamente.

2.El tiempo que lleva salir del paro

El tiempo medio de espera hasta encontrar el primer empleo o cambiar de trabajo suele ser de ocho a nueve meses, esa espera es más larga cuantos más años tenga la persona joven, y más larga si se trata de una mujer.

*Ver gráfica 4.

3.Causas del riesgo de quedarse sin el trabajo actual en el plazo de un año:

Ocupaciones eventuales, sin embargo en el grupo que carece de contratos fijos son minoría los que temen quedarse sin su actual empleo debido a que la mayoría de ellos sabe que van a ser renovados.

Carecer de contrato, aunque tampoco los sin contrato temen perder su trabajo.

Estar casado, esta causa si da más temor a los empleados, de ahí el retraso en contraer matrimonio hoy en día.

4.El interés que despierta el alistamiento en el Ejército Profesional:

Estudiamos la época de transición entre el Ejército de reemplazo y el profesional. Hay poca gente joven, tanto varones como mujeres, dispuesta a participar en la oferta de puestos que han abierto las Fuerzas Armadas.

Presentamos una gráfica que distingue entre hombres y mujeres de entre 15 y 29 años la posibilidad de hacerse soldado profesional.

*Ver gráfica 5.

Los motivos de interés suelen ser;

Que en el Ejército Profesional se ofrecen un trabajo y un sueldo seguros.

Los más jóvenes que se interesan suelan ser por motivos vocacionales, y con más frecuencia si la familia de origen pertenece a las viejas clases medias.

Motivaciones de principios, la posibilidad de garantizar la paz y de hacer el bien, suelen ser características de las clases sociales menos favorecidas.

El estímulo de la aventura, suele ser el motivo que menos interese.

*Ver gráfica 6.

Existen fuertes asociaciones entre la intención de integrarse al Ejército Profesional y algunas actitudes;

Hay más interesados cuando se poseen niveles más elementales de enseñanza reglada y se procede de los status socioeconómicos más humildes.

Existen más jóvenes creyentes atraídos por la profesión de soldado que los que no lo son.

También es importante la comunidad en la que se resida, hay menos interesados en el País Vasco y en Cataluña, esto no se debe a motivaciones políticas sino laborales.

El desinterés por ser profesional en los Ejércitos no significa una mala evaluación de las Fuerzas Armadas. Lo que ahora aprecia la juventud en las Fuerzas Armadas suele ser la dimensión humanitaria que puedan desempeñar los Ejércitos en misiones de pacificación, de interposición o de ayuda a damnificados.

La experiencia laboral remunerada

1.La relación de la juventud con las actividades económicas.

1º/ Los y las jóvenes constituyen el 29% de las personas activas;

Dos de cada cinco personas activas son jóvenes .

2º/ Son jóvenes el 44,6 % de quienes están en paro o buscan un primer empleo .

Como se sabe , la categoría “activos” incluye a quienes tienen ocupación y a quienes están parados . En el conjunto total de la población ocupada , los y las jóvenes tienen una representación que equivale a la que proporcionalmente les corresponde .Pero en cambio , en el colectivo de quienes están en el paro , la juventud esta muy sobrerrepresentada. Aproximadamente una de cada dos personas paradas o en busca del primer empleo son jóvenes. Esa descompensación se explica porque en las edades juveniles existe el mayor contingente de personas que quieren salir de la inactividad para incorporarse a la vida laboral . Demanda que generan por una parte quienes desean un trabajo compatible con los estudios ; y por otra quienes buscan su primer empleo .

En el resto de la población activa el trasiego laboral tiene el sentido opuesto : hay más gente ocupada que pasa , de grado o por fuerza , a la inactividad . Sobretodo debido a las jubilaciones .

Estos déficits en las oportunidades de emplearse perjudican aún más a las chicas jóvenes . Porque el paro femenino tiene una incidencia que dobla al masculino . Un buen número de mujeres jóvenes que aparecen contadas en las estadísticas como “activas” , nunca han estado empleadas .Su itinerario ha sido pasar directamente de la condición de “estudiantes” , a la de “paradas” .

3º/ Los y las jóvenes integran el 21% de las personas inactivas .

La rúbrica “inactivas” recoge en las estadísticas del INE , principalmente , a estudiantes y a quienes se ocupan sólo en las labores del hogar :

· Como es obvio , la gran mayoría de los y las estudiantes son jóvenes. Son inactivos e inactivas , porque estudian , y no porque sean jóvenes .

· En cambio , la juventud sólo aporta a la inactividad el 5% del total de amos y amas de casa . En esa cantidad , casi la totalidad son chicas .

2. La experiencia laboral remunerada.

A la muestra de jóvenes de “INJUVE 2000” se las reiteró la siguiente pregunta ;”si ahora o antes , están o estuvieron alguna vez trabajando en alguna actividad remunerada “.En el momento de la aplicación de la encuesta , había aumentado el número que tenía o tuvo algún empleo pagado . en “INJUVE 1996” eran el 65%. En “INJUVE 2000” llegan a ser el 72% de la población juvenil . Ese incremento de quienes conocen el paso por una ocupación , favorece a todas las edades. Deriva de tres evoluciones del empleo que son favorables para la juventud :

A) Se ha logrado que más personas jóvenes estén participando en una experiencia laboral.

b) Se ha reducido la cantidad de quienes trabajaron antes y ya han dejado de hacerlo.

c) Ha descendido el número de quienes nunca habían trabajado . Es la consecuencia de que ahora se tenga la primera experiencia con el trabajo remunerado , a edades más tempranas .

3. La disminución del autoempleo y del trabajo en el negocio familiar.

· Sólo un 8% de quienes están activos son sus propios empleadores . Esta cifra de autoempleados es la mitad de la que había 10 años antes.

· El trabajo por cuenta propia generalmente se inicia cuando se han cumplido al menos 25 años . Es algo más viable para los y las jóvenes cuyas familias pertenecen a las clases más altas .

· La incorporación al negocio de la familia es otra opción igualmente minoritaria . Está al alcance del 8% de los activos . Facilita el inicio laboral de los y las más jóvenes . Hasta los 17 años uno de cada 5 activas y de cada 5 activos , tienen empleo con su familia

Esta forma de proporcionar un trabajo a hijos e hijas , se utiliza más entre las familias pertenecientes a las viejas clases medias .

4. La estabilidad en el empleo .

4.1 - A lo largo de la juventud es habitual haber pasado por varios empleos.

La rotación laboral , es una característica distintiva de la población juvenil . Se ha ido instaurando en los últimos 15 años y es previsible que siga vigente por dos razones :

1º) La gente joven se muestra interesada en tener un trabajo de quita y pon , en edades más tempranas que hace cuatro años .

2º) La duración media de los contratos cada vez es más corta . Esta dentro de la lógica , que sea mayor el número total de los empleos que se tienen a lo largo de la juventud.

Otras circunstancias estructurales también afectan a la inestabilidad laboral . Son más móviles los y las jóvenes que vienen de los status de obreros no cualificados y de viejas clases medias . Y hay mayor peregrinaje laboral entre los varones que entre las mujeres .

4.2 - La duracion del trabajo.

- Entre la juventud asalariada predominan quienes tienen trabajos temporales .

Una de cada tres personas con experiencia laboral sólo ha tenido empleos que le han durado menos de un año . Y los trabajos que ocupan menos de seis meses son más numerosos que cualesquiera otros . La temporalidad de tantos trabajos juveniles no significa necesariamente una desventaja . Porque hay muchos y muchas jóvenes - y cada vez en mayor número - que quieren esta clase de empleos. Les convienen mientras que están estudiando ; o cuando necesitan tiempo para atender a sus parejas e hijos .

Los trabajos temporales pierden atractivo cuando la persona joven concluye su etapa de formación y necesita dar el paso de la ocupación circunstancial , a otra exclusiva .Sobre todo a partir del momento en el que desean tener su propia familia .

Los trabajos estables que se les ofrece a la juventud , han aumentado en todos los segmentos de edades . Sobre todo para quienes tienen de 20 a 24 años. Pero el crecimiento ha sido insuficiente en el grupo que ha cumplido 25 o más años . Precisamente el que más lo necesita . En estas edades tienen que conformarse con un trabajo temporal el 44% de los asalariados y el 47% de las asalariadas . Lo cual significa que , entre los 25 y 29 años sólo uno o una de cada cuatro jóvenes tienen contrato permanente .

5. Están aumentando los trabajadores con contrato.

Tres de cada cuatro jóvenes que trabajan están contratados o contratadas . Se ha recuperado la misma proporción que existía a principios de los noventa . Esta mejoría significa que ahora , el 46% de la totalidad de la gente joven , tiene la experiencia de haber firmado al menos un contrato laboral .

* Cuanto más joven sea la persona más probabilidades hay de que trabaje sin contrato .

* Sigue sucediendo que las mujeres consiguen menos contratos que los varones . Aunque la diferencia se vaya atenuando . En 1995 la proporción de mujeres contratadas , con respecto a los hombres , era el 77% . En 1999 ha subido al 81%.

* El mayor número de irregularidades contractuales aparecen en las poblaciones que superan el millón de habitantes .

6. Vinculación con el trabajo y la estabilidad laboral de la gente joven que tiene entre 25 y 29 años.

Las personas jóvenes que se van aproximando a la condición adulta , constituyen la mayoría de quienes están emancipadas o desean estarlo . En los últimos cuatro años les ha mejorado la situación laboral . Por más que continúen siendo muy elevadas las bolsas de quienes no consiguen trabajo o trabajan en precario.

7. Distribución de la juventud ocupada entre los sectores económicos.

La mayoría de la población ocupada tiene su trabajo en el sector servicios . Lo mismo sucede entre la gente joven : pero un número relativamente más numeroso está empleado en la construcción y en la industria . La dureza del trabajo afecta a la estabilidad de los empleos : incluso anima a algunas jóvenes a cambiar el trabajo fuera de casa por las labores del hogar :

* Abundan los chicos jóvenes ocupados en oficios penosos o de riesgo , y que quieren dejar el empleo , cuando van cumpliendo años . Por ejemplo entre los obreros de la construcción . En el caso de las chicas , esa misma tendencia a salirse del trabajo cuando se van haciendo más mayores se observa en las que trabajan en actividades tediosas y de bajos salarios . Así sucede entre las obreras de la industria .

* La población juvenil que trabaja en la agricultura , no es suficiente para mantener las cifras de ocupadas y sobre todo de ocupados , que se dedican a las labores agrícolas y ganaderas . En el campo pueden estar localizados algunos de los llamados “yacimientos de empleo “

*Ver gráficas 7 y 8.

Los tránsitos entre los estudios, trabajos y las tareas domésticas

1.Las ocupaciones de la población jóven.

El conjunto de la población juvenil española se encuentra repartida casi por la mitad, entre quienes estudian (aunque trabajen y quienes trabajan (aunque estudien. No obstante, las variaciones que aparecen en esta distribución son muy grandes, cuando se diferencian las ocupaciones según los cambios que se producen durante la juventud, desde los 15 hasta los 29 años. Las principales distinciones en lo que la gente joven hace, se explican en razón de la edad, del estado y del sexo; de la posición socioeconómica de la familia y del lugar en el que se resida.

2.Edades en las que se producen tránsitos de unas a otras ocupaciones

La transformación del conjunto de la gente joven sigue la siguiente secuencia:

La dedicación exclusiva al estudio es la pauta más generalizada, hasta un poco antes de los 19 años.

Entre el estudio como actividad exclusiva y el trabajo como única ocupación, se interpone otra etapa, durante la cual se compatibilizan ambas tareas. Esta situación abarca a muchas generaciones de jóvenes; principalmente desde los 19 a los 22 años y medio donde alcanza su mayor representación.

La dedicación exclusiva al trabajo comienza a ser frecuente cuando las personas jóvenes se aproximan a los 21 años (39 % de la población joven)

Durante la Enseñanza Secundaria la dedicación en exclusiva al estudio es predominante (79%). Después de acabada ésta, es cuando suele plantearse la opción entre continuar avanzando en los estudios o dedicarse al trabajo como una actividad exclusiva o compartida con el estudio.

Existe mucha interdependencia entre la coyuntura laboral y la demanda educativa. En épocas de desempleo juvenil, los estudiantes de dedicación exclusiva llegan a ser uno de dada tres. Y descienden a uno de cada cuatro, cuando mejoran las oportunidades de emplearse. De forma correlativa, el interés por seguir estudiando se generaliza en los periodos de recesión económica. Actualmente han mejorado las posibilidades laborales para la juventud están bajando las proporciones de quienes continúan estudiando hasta edades elevadas(10%).

3.Funciones que cumple el compatibilizar los estudios con los trabajos.

Fundamentalmente supone una adaptación a las coyunturas socioeconómicas de las familias. Trabajo y estudios han dejado de ser necesariamente dos opciones alternativas. La posibilidad de compaginar el estudio con el trabajo tiene relevancia porque les ofrece mayores niveles de autonomía y también porque refuerza la autoestima de quienes dependen para casi todo de sus familias.

Quienes trabajan mientras estudian además de aliviar la carga económica de sus familias, reducen los gastos públicos:

Permite a una parte de la juventud universitaria, mantenerse durante varios años en una dependencia atenuada de sus familias. En los hogares más modestos puede ser la diferencia entre que los hijos o hijas de familia sigan estudiando o tengan que ponerse a trabajar. Mientras que las familias de clase media-alta y alta, el dinero que ganan aporta medios para completarla formación. De hecho, compatibilizan estudio con trabajo, un numero mayor de jóvenes que pertenecen a los status más altos (20% frente al 12% de las otras clases)

Por otra parte, los empleos que ayudan a mantenerse a los estudiantes, economizan los recursos que se requerirían para dotar de becas a tantos jóvenes cuyas circunstancias impedirían pasar de la Enseñanza Media.

Hay una población tan numerosa de jóvenes que compatibilizan estudios y trabajos. Y sin embargo, no es seguro que ese montaje sea una buena inversión. Tener que trabajar para estudiar, cuando supone una necesidad, se cobra costos existenciales que recaen sobre las propias personas jóvenes. Pero también las familias y la colectividad pagan un precio.

El mantenimiento de tanta gente estudiante por el mercado del trabajo esporádico puede que sea más costoso que financiar, mediante becas el tiempo que un estudiante necesita para completar los cursos, un estudiante que sólo tenga que pensar en los libros.

Dedicarse a un trabajo mientras se estudia, es el principal motivo por el que en las Universidades, se prolongan tanto los años de estudio. Y la razón fundamental por la que existen tantos alumnos y alumnas que empiezan y no acaban sus carreras. En la Enseñanza Superior, las matrículas están descompensadas a favor de algunas carreras, que pueden aprobarse dedicándoles un menor tiempo y estudiando cuando se puede.

4.Las ocupaciones de las personas jóvenes reproducen, en una medida importante, la estratificación social.

El status socioeconómico continúa ejerciendo una influencia determinante. Se reproducen más estudiantes en las familias que gozan de mayor capacidad económica y mejor formación se encarrilan hacia el trabajo y el desempleo, a la mayoría de los hijos y de las hijas de obreros y pequeños comerciantes.

5.Las ocupaciones de las mujeres siguen estando mas afectadas por el estado civil que las de los varones.

Las jóvenes solteras han conseguido la equiparación con los jóvenes solteros en las oportunidades educativas, pero no en las laborales.

Las chicas solteras se han incorporado masivamente a los centros laborales; y sobre todo a las aulas. Hay más estudiantes de dedicación exclusiva, que entre los solteros(34% hombres frente a 44% de mujeres). Por primera vez en la historia de este País se ha descompensado la balanza a favor de las mujeres; si se considera más favorable dedicarse al sólo al estudio que solo al trabajo.

La existencia de un mayor número de chicas solteras dedicadas en exclusiva al mundo del estudio tiene que ver con las mayores dificultades que siguen teniendo las jóvenes para conseguir un trabajo.

La ocupación de las jóvenes solteras en el estudio o en el trabajo, supone la disminución correlativa en el número de quienes tienen como exclusiva ocupación las tareas domésticas.Hay muchas más chicas que chicos jóvenes, que simultanean los estudios o los trabajos con las labores del hogar.

A las jóvenes casadas, todavía les falta conseguir la equiparación con sus parejas en el plano laboral y doméstico.

Tanto a los varones como a las mujeres, cuando se les abre la convivencia en pareja, se les suele cerrar la etapa de la vida dedicada a la formación reglada. La posibilidad de continuar estudiando solo se plantea con alguna frecuencia en el caso de que el otro miembro de la pareja trabaje, y aporte suficientes ingresos(4%).

La mayoría de las mujeres y de los hombres que son pareja, ya formaban parte de la población activa; o se integran casi al mismo tiempo en el universo doméstico y en el mundo laboral. Aunque entre ellas la decisión de ser activas signifique frecuentemente, y en realidad, pasar a la condición de ser “inscritas en el paro”(14%).

6.Matrimonio y dedicación a las labores del hogar, se asocian; unión libre y dedicación fuera del hogar, se asocian.

La proporción de casadas que se ocupan exclusivamente de las tareas del hogar no ha cesado de disminuir. En la muestra correspondiente a “INJUVE 2000”, es de un 31 %.

Existe una relación entre optar por el matrimonio o por la pareja de hecho y las ocupaciones que tienen las mujeres. Son muy escasas las mujeres que no están casadas y que se dediquen solamente a las tareas del hogar. La gran mayoría trabaja o simultanea trabajo y estudio.

7.El tamaño de la población en la que se vive sigue afectando a las oportunidades de las personas jóvenes.

Cuanto más grande sea el municipio de residencia, mayor número de estudiantes de dedicación exclusiva se encuentran. Y correlativamente, son en su proporción, más numerosos los trabajadores o las trabajadoras en exclusiva, cuanto más pequeño sea el núcleo donde residan.

El paro juvenil crece a medida que se reduce el tamaño del municipio. Otro tanto sucede con el número de mujeres jóvenes que se dedican a sus labores.




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Enviado por:Jaime Berástegui
Idioma: castellano
País: España

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