Historia
EL Tribunal de la Santa Inquisición
EL
TRIBUNAL
DE LA
SANTA INQUISICION.
Práctica 1. Noviembre 05.
Historia Moderna de España.
1-INTRODUCCIÓN.
“Me asomé por la ventana, el murmullo de la gente que caminaba por la callejuela, aquella procesión de gente atada con sogas, sucia y semidesnuda, casi exhausta por el sufrimiento ya acumulado después de tantos días, caminaba a paso lento entre un gentío que probablemente fuera importante. Llevaban una gran cantidad de amuletos y estandartes que yo no sabía que significaban, en realidad me daba igual, mi padre me prometió que me llevaría a ver el tribunal, ya que al parecer se iba a celebrar en la plaza del pueblo porque yo no se que reina se había casado y la ocasión lo merecía. Varías veces he preguntado por qué se hacía aquello, no entiendo por qué matan a algunos padres de mis amigos, yo creía que eran buenos, pero, supongo que me engañaban, eran malos y por eso se han merecido la muerte. Eran herejes…”.
Probablemente si le preguntaran a un niño de la época qué era para él la Inquisición, hubiera dicho que un sitio donde se matan a los malos, con una tranquilidad absoluta e incluso viéndolo como un juego (¡qué viene la feria!); en realidad, era así, era tan fuerte el valor simbólico del acto que la gente se quedaba anonadada ante tamaña representación de destrucción y sobre todo, representación del poder del Estado (realeza), de la Iglesia y de DIOS, creando en la gente ese sentimiento de debilidad, relegados a una vida de represión y servidumbre a dicho dios y a la corona si no querían que les pasara lo mismo; creándose un miedo terrible entre la población que probablemente, no dejara pensar ni si quiera en si estaba bien o mal, en mi opinión incluso por miedo a que alguien leyera los pensamientos (¿no había muchas acusaciones sin sentido?)
Si algo nos caracteriza a España es ese carácter de ser únicos y diferentes (Spain is diferent), pero también hay cosas de las que es mejor no alardear o, por lo menos, intentar edulcorarlas y no mostrarlas tal y como fueron; esto es lo que suele pasar con la Santa Inquisición, tribunal de matanza y brutalidad, más propio de ser voz de un demonio que de un dios, que se llevó a cabo de forma destacable durante la Edad Moderna.
En el próximo punto conoceremos que era esto del tribunal inquisitorial; hacia quienes iba destinado; quienes intervenían; cual era el beneficio y si este se daba, para quién lo era; y la evolución de la misma y como se concluye.
2- LA INQUISICION. Contexto histórico, problemática y evolución.
La situación social con la que nos vamos a encontrar a comienzos de la Edad Moderna es la siguiente: un sistema estamental en el que la confluencia de intereses se encuentra latente y en la que la nobleza junto con la corona y la iglesia juegan la baza favorable para el control y posesión del poder. Pero; ¿este poder está realmente fijado en unos pocos?; ¿es estable y nadie nuevo puede llegar a entrar, con la correspondiente merma de poder para los ya situados en esa cima privilegiada? En un primer momento podríamos decir que si, pero veremos que la situación no es esta.
Tras la expulsión judía de 1492 llevada a cabo por los Reyes Católicos, la situación social existente no era la misma, por un lado estarían aquellos cristianos viejos (los que siempre lo han sido) y por otro aquellos cristianos nuevos o conversos del judaísmo quienes fueron obligados a ello a cambio de mantenerse como y donde estaban (si no serían expulsados).
En el caso de los conversos, al igual que sucedía antes de la expulsión y conversión, las situaciones laborales de los judíos (y las de estos conversos posteriormente) serán aquellas en las que el carácter económico va a estar muy ligado; por un lado ocupaban profesiones liberales: abogados, médicos…, y por otro eran fuertes financieros (financiaron el primer viaje de Colon, de quien se llegó a decir que procedía de familia conversa), comerciantes especializados a gran escala… con lo que el capital monetario fluía con cierta constancia e importancia.
En cuanto a la esfera de poder también van a intervenir los conversos; serán parte de la nobleza de toga (aquella que ocupaba puestos de funcionariado y que no tenía porqué proceder necesariamente de la nobleza sino que también la componían miembros pertenecientes a la incipiente burguesía) y los ricos comerciantes convertidos ahora en grandes terratenientes. Sus actividades incluirán las de recaudador de impuestos y ejercer el control del poder en algunos municipios (destaca el caso de Cuenca a finales del XV donde los conversos ocupaban un 85% de los puestos de poder) e incluso fue también importante su presencia en la Corte de los Reyes Católicos. Deduciremos por lo tanto que dentro del estamento noble era bastante importante su presencia.
Por otro lado nos vamos a encontrar el grupo de los cristianos viejos, es decir, aquellos cristiano “puros” en cuanto a linaje y sangre; estos cada vez eran más conscientes de que el número de conversos que ocupaban puestos o cargos políticos, en un abrir y cerrar de ojos iba en aumento (con el correspondiente poder-privilegio que ello conlleva), y también temían que fueran relegados por estos. La vieja oligarquía cristiana que controlaba los municipios chocaba con esta “nueva nobleza” la cual tenía la posibilidad de hacerse con el poder que ellos controlaban desde hacia ya tiempo, pero: ¿quiénes fueron los primeros en alertarse de esta situación?, sin ninguna duda fueron los propios nobles cristianos viejos los que comenzaron, quizá previendo lo que pudiera pasar antes de que sucediera; el problema surge cuando no quedan tan claros los motivos que se dan para llevar a cabo este odio antisemita. Ahora lo podemos tener relativamente claro, la mejor forma de quedarse libre de nobleza conversa era creando esa idea de limpieza de sangre (ensalzando el carácter cristiano) y el modo más sencillo es buscar alguna excusa para crear un odio antisemita en la sociedad.
Uno de los primeros mecanismos usados para desprestigiar a estos conversos se llevaba a cabo con las publicaciones de textos, en este ámbito destaca Alonso de Espina (quien probablemente fuera de linaje converso) el cual elaboró un tratado en el que daba una imagen bastante negativa de los judíos conversos tachándolos de traidores, infanticidas y envenenadores entre otros muchos “elogios”. Algunos piensan que pudo influir en la Inquisición Moderna este tratado pero en realidad esta siguió el modelo medieval francés.
En un primer momento la situación era de relativa calma aunque ese odio se respiraba en el aire; la calma cada ver se tornaría más tensa porque el número de conflictos entre cristianos viejos y conversos iba en crecimiento. Una de las primeras luchas destacables tubo lugar en Toledo, el motivo fue que se dictó en 1449 un texto de P. Sarmiento llamado Sentencia-Estatuto en el que se prohibía que ningún converso pudiera poseer la tierra o consiguiera ningún beneficio de ella en la ciudad de Toledo; a esto se unía también la no aceptación de testimonios conversos en tribunales si estos iban en contra de los cristianos viejos. Frente a estas acciones, en un principio aparecieron voces contrarias alegando que los conversos también eran cristianos (así lo hizo el papa Nicolás), pero la situación seguía empeorando, se agravó aún más cuando se promulgó un decreto por el cual se prohibían los gremios en la ciudad de Toledo ya que en estos gremios lo que se hacía era agruparse por un lado a los cristianos viejos y por otro los conversos, con lo que la convivencia era de todo menos pacífica (situación a la cual se quería llegar con dicha acción); esto no gustó y ayudó a crear aún más por parte de los cristianos viejos un sentimiento si cabe más férreo de antisemitismo en la sociedad toledana. Pero este no fue el problema definitivo; a finales del siglo XV, y ante una situación económica crítica, se van a dar una serie de levantamientos anticonversos a un nivel territorial más amplio: Toledo, Sevilla, Ciudad Real…; estos levantamientos trajeron consigo incluso asesinatos de conversos, sobretodo en Andalucía donde el número de conversos era mayor.
Como podemos ir observando, la población conversa se encontraba en una situación un poco desubicada prominente dicha, ya que por un lado estaban los cristianos viejos que los consideran judíos encubiertos (ahora analizaremos porqué llegan a esta conclusión y si realmente tenían pruebas de ello) y por otro estaban los propios judíos que no los consideraban de los suyos ya que la concepción que estos tenían era que los conversos eran cristianos y que incluso para los más fervientes de la fe judía eran vistos como unos cobardes e hipócritas; así, serán un grupo excluido de la sociedad, aunque ellos reivindiquen su carácter cristiano.
Respondiendo a las dudas antes planteadas del porqué de este afán cristiano de acusación hacia estos nuevos cristianos, probablemente (en mi opinión) siempre fue y estaba siendo por la necesidad (y deseo) de controlar y poseer el poder; se a considerado que probablemente desde las cúpulas más altas representantes de la fe cristiana en el territorio español de antaño, que serían los Reyes Católicos, se buscaba una unidad nacional y ese deseo de fortalecer el carácter de pertenencia a un lugar en el que todos los habitantes o componentes de ese grupo sean iguales y ensalcen ellos mismos ese carácter patriótico (en este caso) o endógeno de ese grupo como fuerte, unido y sin conflictos internos, como el mejor frente al resto de grupos o minorías; por ello, sobran los que no son así, en principio, según la imagen cristiana. Esto es lo que la mayoría predica, pero pienso que no sigue siendo nada más que una mera excusa para controlar el poder oligárquico y quitarse de en medio a aquellos que más poder socioeconómico tengan; pero en este sentido, el grupo al qué eliminar (converso) no gozaba de un momento precisamente de fortaleza; ellos eran pertenecientes a un grupo, los judíos, quienes siempre han tenido marcado ese estandarte de pueblo perseguido, y por otro lado, la situación del momento tras la expulsión de parte de los suyos y la conversión forzosa los convertía en un grupo fácil de destruir, pero no el sentido de que en un momento dado pudieran defenderse con “espadas y cañones”, sino que pertenecían a un grupo al cual se les podría acusar de muchas cosas facilmente y donde en este sentido, no podrían dejarles demostrarlo debido a elementos como posteriormente veremos, con mecanismos como la Inquisición y el reforzamiento y control cada vez más fuete de los cristianos viejos a través de dos grandes entes que volverán a cooperar juntos: Estado (corona) e Iglesia (papado).
Podemos tomar como fecha clave el año 1440, en este año los cristianos viejos llevaron a cabo una campaña de propaganda antisemita; en los años sucesivos se aprecia que se van a intentar buscar excusas, así como la mezcla con el desconocimiento de las costumbres en este caso judías, que no tiene porqué manchar negativamente el carácter cristiano y que iniciaron en cierto modo el conflicto religión-cultura, lo que nos puede hacer una idea del desconocimiento y falta de interés cristiano por conocerlo; ¿o sí se conocía? Es muy probable que sí, y más habiendo estado el territorio a esta cultura durante cientos de años, lo único es que era otra vía fácil de motivos para acusación.
Los criterios usados para condenar a un converso de judaizante era sobretodo el de blasfemar contra Cristo o la virgen (los cristianos viejos también solían hacerlo, pero en este caso se tenía en cuenta un grado -que habría que determinar quién lo prefijaba-de intensidad sentimental o de verdad con el que se pronunciaba; otros eran comer carne en Cuaresma (aunque en determinadas épocas, con una aportación económica - ¿dónde quedó el carácter de pobreza e igualitarismo hacia el prójimo del mensaje cristiano?- se podía comer carne; otro criterio muy destacable y muy usado será el de acusar de acciones judaizantes a través de mecanismos de “se dice…”, “se cuenta….”.
Otra de las causas unida a ese intento de monopolio cristiano del poder era que estos pretendían hacerse ricos con las expoliaciones que a los conversos condenados se les hacían.
Por ello, la gran mentira de la Inquisición (la cual ahora analizaremos) es usar testimonio que, aún siendo falsos y no demostrados ni demostrables, se tomaban por válidos, ya que, aunque los conversos alzaran voces en contra de dichos testimonios, tenían las de perder frente a la Corona y el Papado, con miras de fortalecer su propio y sucio interés por el poder y por seguir viviendo bien (a mi plin…). Sería como el refrán de “El fin justifica los medios”.
La Inquisición ya existía en la Edad Media y se encargaba de eliminar a aquellos considerados herejes que podrían atentar bajo el punto de vista cristiano; pero la Inquisición propiamente moderan podemos decir que va a nacer el día 27 de septiembre de 1448.
Hacia finales del XV, la Inquisición no estaba asentada de igual modo en Castilla que en Aragón; mientras que en Aragón su actividad era practicamente inactiva, en Castilla ya se usaba desde antes del reinado de Isabel y Fernando (la llamada Inquisición Medieval), pero estos la van a reformar de la mano de dos autoridades importantes en este ámbito como fueron González de Mendoza y Tomás de Torquemada; estos crearán un documento en el que se aseguraba que los conversos hacían ritos judíos de manera secreta por toda Castilla. Esto se reforzó cuando desde el papado se realizará una bula en la que se daba el consentimiento y la apertura de los actos inquisitorios.
La Corona fue uno de las principales impulsores, sobre todo Fernando el Católico; el motivo de este interés es sencillo, simplemente el rey quería consolidar su poder intentando tener paz con los nobles cristianos, y que mejor forma que luchar contra aquellos enemigos de dicha aristocracia; así se reforzaría por un lado y por otro, podría salir beneficiado por las confiscaciones.
Pero hay que tener en cuenta de que en un principio no se pensaba que llegara a ser tan extremo el poder y duración del tribunal; en su inicio solo se centro en el territorio andaluz y principalmente en los focos de Sevilla y Córdoba; el primer acto se llevará a cabo el 6 de febrero del 1481; en este, las víctimas fueron pocas pero ya comenzó a darse un miedo colectivo entre los conversos andaluces y muchos se marcharon de esta zona a otros lugares peninsulares mayoritariamente.
En pocos años el número de tribunales aumenta y se extienden hacia el norte castellano, hacia 1492 ya existían unos ocho tribunales. Estos tribunales poseían un consejo que los reforzaba creado en 1480 en las Cortes de Toledo y ejercido desde el 1488, este será conocido como la Suprema, tribunal individual destinado solo para la Inquisición y con un nivel de importancia que lo situaba a la altura del poder de la Corona y la Iglesia. Al poco tiempo de su creación ya empezaron a darse las primeras quejas del clero castellano criticando los abusos cometidos pero estas fueron acalladas por el papa Sixto IV, quien dio cara blanca para que se fuera llevando a cabo la labor inquisitorial. Con el tiempo, dicho papa se quejará en un momento dado cuando observe que en el tribunal aragonés empiece a tener menos poder la iglesia frente a la corona, entonces buscará como excusa el echo de que cada vez la Inquisición estaba actuando teniendo en cuenta más el interés económico frente a la fe (yo me preguntó: ¿en algún momento no fue así?; ¿no lo sabría el papado desde el principio?…Conclusión: siempre y solo una excusa por seguir comiendo del delicioso plato del poder).
Este problema con el papado no duró mucho porque se fijó que la Inquisición actuaría junto con funcionarios episcopales por un lado y por otro, el Papa relegará en Fernando las funciones inquisitorias (aunque siempre estará al tanto de todas las disposiciones). Entre el Rey y el Papa se nombrará al único inquisidor para Castilla, Aragón y Cataluña quien será Torquemada; en un principio no fue fácil fijar uno solo para los tres ámbitos territoriales de actuación y tendrán lugar disturbios que finalmente se apaciguarán.
Hasta aquí, los conversos van a intentar luchar por sobrevivir y entre ellos (apoyados por algunos cristiano viejos también) fluirá la idea de matar al inquisidor; dicho y hecho, mataron al inquisidor Pedro Arbues en Zaragoza; acto que provocó un odió general anticonversos en Aragón que antes no existía con lo que se intensificarán las luchas contra los conversos, imponiéndosen los inquisidores. Así, se comenzó por eliminar a los miembros principales de las familias más altas de los conversos, hecho que marcó a los conversos quienes entrar en un memento calmado de oposición que durará unos cien años.
Una de las consecuencias de esto fue económica, ya que como ya mencionamos, un alto porcentaje de estos conversos eran grandes comerciantes y fuertes financieros, esto repercutirá negativamente, incluso más que en la expulsión de los judíos del 1492; el por qué fue el no sentirse tanto el cambio en ese momento fue por el oro y la plata que se empezaba a traer desde las Indias; tiempo después (justo en este momento inquisitorial) es cuando la economía y el movimiento monetario bajará frente a lo que se pretendía que pasará, el que se harían mucho más ricos a través de las confiscaciones y del control cristiano; probablemente fuera porque estos no sabían controlar el capital o porque no tenían una mentalidad tan constante o trabajadora como la de los conversos a los que destrozaron.
Tras los Reyes Católicos, el reinado pasó a manos de su hija Juana la Loca, pero destacaremos a partir de Carlos V, nieto e hijo de los susodichos.
En tiempos de Carlos V la Inquisición era un tribunal para combatir la herejía también, pero además era un institución administrativa y un elemento aculturador de la reforma; en ella se unían fuertemente los poderes eclesiásticos y nacionales. La gran diferencia de esta Inquisición frente a la anterior de sus abuelos va a ser que ahora aparecerán más enemigos a ojos de la Iglesia y de la Corona. En Europa se están empezando a dar una serie de cambios de índole político-religiosa agrupadas en torno al movimiento denominado protestantismo, nacido a partir de Martín Lutero (aunque luego vendrán muchos movimientos que tomarán ésta base). Ahora estos protestantes serán un nuevo enemigo a eliminar ya que sus nuevas ideas arremetían fuertemente con el papado, y la monarquía debía apoyarlos debido a su carácter cristiano histórico.
La Iglesia ante tales cambios en Europa, va a responder con la llamada Contrarreforma Católica, pero realmente estamos en un momento un tanto extraño porque incluso van a darse épocas en las que el clero español estuvo más ligado al Estado que al papado (¿será por el juego de intereses? Probablemente si, lo hemos ido viendo a lo largo de la historia); aparecerán otros movimientos también como los Alumbrados o los Erasmistas (estos últimos apostarán por una religión más originaria en sus dogmas cristianos, muy deteriorados y olvidados en esta época. Incluso llegarán a tener poder) quienes también serán perseguidos; entonces: ¿la Inquisición no era un mecanismo para luchar contra los conversos judaizantes?; al parecer si; ahora el problema es que ya no existen sus “conversos judaizantes” y tienen que buscar enemigos para que la Inquisición siga teniendo un sentido y función, por este motivo se sigue usando, ¿dónde está la fe?; ahora eso ya no es una excusa ya que la Inquisición tiene un carácter preeminentemente político y la Iglesia que la apoya ideológicamente deja mucho que desear.
Con el reinado de Felipe II (hijo del anterior), la Inquisición se fortalecerá religiosamente, un poco respondiendo a esa nueva reforma católica; las novedades que van a darse en la sociedad es que la Iglesia llevará a cabo un mayor disciplinamiento (con lo que aumentará la represión marcando el como no se deben hacer las cosas), y también una mayor confesionalización, fijando la frontera entre la Europa cristiana y la no cristiana (protestantes del Norte Europeo). ¿Por qué se hizo esto? Lo que se pretendía era conseguir un grupo mas homogéneo y por lo tanto, más controlables al marcar unas pautas de comportamiento intentando inculcar en la población el miedo a “desviarse” si quieren conseguir la salvación.
Felipe II fue un férreo defensor de la Iglesia y por ello se caracterizará por la lucha contra los herejes. Destacará ahora la Inquisición de Fernando de Valdés, Inquisición que será ayudada por el Estado ya que por si sola no puede llevar a cabo algunos juicios o acusaciones ya que no son meramente religiosas.
Entraríamos en una dinámica negativa de este tribunal porque por un lado empieza a disminuir el dinero que la Iglesia dará al rey y este se empieza a cansar de estos mecanismos inquisitoriales, a lo largo del reinado de Felipe II, la Inquisición es débil y mucho menos restrictiva, el por qué es muy simple, los converso ya no existían y ya no tenía sentido algo que se había creado para dicho motivo.
3-CONCLUSION:
“El interés mueve el mundo…” se suele decir, y de la misma pasta está hecho el engranaje con el que se mueve dicha Inquisición. Una Inquisición salvaje, sin motivos para llevar a cabo tan cruento acto de vejación; pero, parémonos a pensar…¿en aquella época no se vería igual que ahora?.
Una época en la que la muerte está a la orden del día, donde el hijo de la vecina a muerto de tifus; la panadera a muerto dando a luz; el mendigo de la esquina parece que ya no se le ve; al marido de la Angustias lo han quemado en la hoguera… La población ya está practicamente acostumbrada a ello, siempre duele pero el tiempo todo lo cura, claro, aunque también nadie quiere morir.
Simplemente nos hemos topado con uno de los mayores mecanismos de represión y control de la Iglesia, como siempre asomando el hocico de soberbia de una cara llena de avaricia que solo se alimenta del guloso poder y dinero; apoyado por otro poder, la corona y la nobleza cristiana vieja lujuriosa y perezosa, a las cuales también les gusta lo mismo; ambos descargando sus iras ante aquellos; son a los que la envidia de que siguieran ascendiendo les corrompía y hacia los que, probablemente (tampoco les dejaron) les hubieran quitado parte del poder; usando la mentira como arma, la ley como veneno y la voz como plomazo y terminando por el tribunal actuando de San Pedro decidiendo quién muere (infierno) o quién va al cielo (vive).
Nadie tiene la potestad de dar o quitar vida a una vida ya nacida. La Inquisición lo vio fácil, usando el miedo y mostrando lo fácil que era separar la vida de la muerte, la eliminación de aquellos que algún día pudieran romper con ese oligopolio cada vez más deteriorado no era tan complicado; y la población, ante tales “actos teatrales”, preferiría seguir siendo espectadora antes que protagonista.
Descargar
Enviado por: | Juan Bautista Porras Martinez |
Idioma: | castellano |
País: | España |