Literatura


El tragaluz; Antonio Buero Vallejo


En primer lugar vamos a comentar el genero dramático al que pertenece la obra “El tragaluz”.El carácter trágico contemporáneo de Buero Vallejo, tiene raíces muy consistentes en la clásica, además tiene características de la tragedia griega. El autor, sigue el modelo del Edipo Rey, de Sófocles que había sido también la base para muchos otros escritores. Aristóteles teorizó elementos principales de la tragedia griega de la que procede “El tragaluz”:

  • El Error: ( hamartía) errores protagonizados por los personajes. El escritor utiliza este elemento en el momento en el que Vicente sube al tren y se quedó con la comida de su hermana recién nacida quien murió al de unos días de hambre.

  • La lucha dialéctica: ( agón) enfrentamiento verbal entre los personajes que mediante la reconstrucción del pasado, quieren descubrir la verdad. En la obra se ve en el momento en el que toda la familia está en el salón de la casa discutiendo por la pérdida de la pequeña de esa familia la cual causó en el padre un trastorno psicológico.

  • El reconocimiento de culpa: (anagnórisis) cuando Vicente reconoce que no debió subirse al tren.

  • La justicia trágica: ( Némesis) castigo trágico que debe de sufrir el culpable para que se restaure el orden moral. Vicente ve como está su padre y recibe un leve rechazo de su propio hermano.

  • La purificación: ( catarsis) personajes y público escarmentados que extraen una lección moral. El libro nos da una moraleja, hay que saber lo que se hace viendo las posibles consecuencias de nuestro acto.

El carácter de la teoría estética de Buero Vallejo es abierto, la tragedia es esperanza y el destino no es algo ineludible. La tragedia no es pesimista, implica una afirmación de la superación del dolor, como también señala Valle- Inclán, y de sus causas que lo originan. El dolor puede ser originado por diferentes causas, no sólo por las injusticias sociales, también por el desamparo y la soledad ante el mundo.

Según el propio Buero Vallejo, “el escritor trágico lanza con sus obras una anhelante pregunta al mundo y espera en lo mas profundo de su corazón que la respuesta sea un sí lleno de luz”. Plantea una y otra vez el enigma del mundo y de su dolor, precisamente porque lo cree enigma y no amargo azar. Si sus convicciones religiosas, filosóficas o sociales son concretas y positivas, el enigma poseerá sus claves y de simple enigma pasará a ser misterio.

El Tragaluz, además de ser una obra histórica, es un experimento, un experimento teatral que envuelve a otro en el que unos hombres del futuro situados en el terreno de la ficción nos obligan a compartir con ellos un hecho básico. Así, estos hombres denominados “investigadores” nos presentan como contemporáneos suyos en un futuro siglo XXV o XXX. Estos investigadores que reciben el nombre de Él y Ella, investigan historias de un “pasado” muy lejano, en un remoto 1967 de la postguerra, dando un juego temporal en el que los personajes de la obra han desaparecido ya años atrás y “ahora” son sólo sombras recobradas desde el olvido. Por todo ello, El Tragaluz consigue instalar al espectador la temerosa posibilidad de ser también un pasado acudiendo al futuro presenciándose a sí mismo. Para Buero esto representa un “sobrecogimiento histórico”.

El autor pretende con los investigadores crear una unión entre público y la obra, es por eso por lo que al comienzo y al final de la obra alude al público con palabras como: < Bien venidos. Gracias por haber querido presenciar nuestro experimento> o bien < Si no os habéis sentido en algún instante verdaderos seres del siglo veinte, pero observados y juzgados por una especie de conciencia futuro; si no os habéis sentido en algún otro momento como seres de un futuro hecho ya presente que juzgan, con rigor y piedad, a gentes muy antiguas y acaso iguales a vosotros, el experimento ha fracasado>. Con certeza se puede decir que esto se dirige a los espectadores ficticios del siglo XXX, es decir, a nosotros.

Todos los elementos pretenden crear una síntesis entre la identificación emotiva y la de distanciamiento. A su vez, la perspectiva que incluyen los investigadores produce unos efectos psicológicos sobre el público, llamando su atención en una determinada dirección. Ésta pretende distanciar al espectador de los sucesos y hacerle reflexionar ya que los seres del futuro están capacitados para detener la marcha de la acción e interpretar lo que valoran lo más relevante e importante. Sin embargo el autor en ningún momento da su opinión ni encauza el relato para conseguir en el espectador unos determinados efectos. En este caso el espectador es quien valora lo ocurrido y da una determinada opinión según su punto de vista. Esto es conocido como “efecto de distanciamiento” y tiene como fin hacer pensar y recapacitar al espectador.

La historia que nos es contada es una unión entre acción, palabra y movimiento. Él y ella aluden a esta “historia” en citas como “La historia que hemos logrado rescatar del pasado”; “las historias de las más diversas épocas”; “la presente historia”; “La historia sucedió en Madrid”; “es la historia de unos pocos árboles”. Los investigadores hablan también de “la historia de esas catacumbas”, “La historia de aquella mujer que, sin decir palabra, ha cruzado algunas veces ante vosotros”. Por lo tanto, lo que aparece a lo largo de la obra, no es la realidad vivida en la que nosotros nos encontramos, ni siquiera una imagen de la misma directamente contemplada.

También es importante añadir que el papel de los investigadores no es sólo crear un efecto de distanciamiento, sino que son además los responsables del montaje teniendo como función la selección de acontecimientos mostrados; los cambios de lugar, con el paso de la oficina al café o al sótano; los saltos temporales, que anuncian con precisión: “la escena que vais a presenciar sucedió siete días después”; además de la elipsis narrativa que es la encargada de elidir lo que creen carente de interés denominado como “Minutos vacíos”. Para conseguir el objetivo de su experimento también explican los objetivos y resultados al público y comentan las incidencias de la acción, enlazan unas escenas con otras, reconstruyen diálogos y pensamientos y ponen en funcionamiento las computadoras.

Sus interrupciones van acompañadas de comentarios, opiniones y observaciones que se adelantan, suplantan o encauzan los nuestros y la iluminan o la condicionan, creando así una imagen de ella que será imposible distinguirla de la “historia original”. En conclusión, Él y Ella realizan el mismo papel que tendría un creador literario, un novelista o incluso un dramaturgo. Tampoco hay que olvidar la irrenunciable esperanza del hombre imperfecto en una sociedad utópica que significan Él y Ella. También ejercen otras funciones como fingir el concepto de tradicional “realismo” aún llevando la obra a los terrenos de la ciencia-ficción y a una profundidad temporal.

Nacido en la crisis del realismo, El Tragaluz, es un drama de construcción muy compleja donde la “invención” es lo paralelo a la realidad y unos investigadores nos proponen un mundo ficticio repleto de alusiones metaliterarias y referencias metateatrales junto con unos recursos capaces de transmitir lo que atraviesa por la mente de los personajes creando una suma de palabra, acción y subconsciente: <Estáis presenciando una experiencia de realidad total: sucesos y pensamientos en mezcla inseparable>. De todo lo arriba comentado se deduce que los investigadores tienen un papel fundamental en la obra ya que a través de ellos se transciende el realismo y son capaces de aclarar la estructura de la obra.

A lo largo de la obra se pueden diferenciar tres tiempos diferentes en los que se sitúa la acción. Uno de ellos es el tiempo principal que corresponde al espacio escénico del siglo XXX. La acción en este caso se desarrolla en el proscenio en manos de la pareja de investigadores que no dan ningún tipo de información temporal ni geográfica, además de no tener ningún tipo de decorado. Otro de los tiempos es el secundario que correspondería al espacio escénico del siglo XX. Estos representan interiores y exteriores de Madrid a mediados del siglo veinte y se representan en el escenario. Ofrecen un panorama metafórico de la vida en la España de la posguerra. Este está compuesto por el sótano, la oficina y la calle del cafetín. Por último aparece el tiempo mixto que corresponde a los siglos XX y XXX y esta situado en nuestro lugar, las butacas, es decir, el público. Ya que aunque nosotros seamos del siglo XX, los investigadores nos tratan como si fuésemos sus contemporáneos, en este caso, del siglo XXX.

Por último, tampoco hay que olvidar que aún habiendo sido calificado por muchos como una obra de carácter pesimista por el hecho de ser responsables de cuanto hagamos teniendo la esperanza de una superación de tiempos venideros, puede tratarse de una obra de carácter optimista tomando en cuenta diferentes conceptos. Uno de ellos es el problematismo individual que encierra siempre la esperanza trágica que da un carácter optimista por el echo de dar una concepción dramática, ya que los investigadores provienen de un tiempo y lugar donde esos fallos ya han sido superados.

En conclusión, esta obra teatral de Antonio Buero Vallejo es una obra histórica donde desde un momento del futuro sin determinar, dos investigadores proponen al espectador un experimento que invita a volver a una época pasada (siglo XX) para estudiar el drama de una familia cuyos miembros sufrieron una guerra civil con sus secuelas. Así, se podría decir que a obra tiene una función esencial de conocer el pasado para asumirlo y superarlo, desechando odios, venciendo tendencias nocivas y extrayendo lecciones para caminar hacia el futuro. Por otra parte, el experimento esta compuesto por elementos de ciencia-ficción compuesto por detectores de hechos pretéritos y de “proyectores espaciales”. Así, el espectador asiste a un montaje de imágenes traídas del pasado y no solo las reales sino también los pensamientos e imaginaciones de algún personaje.

Mirando otros aspectos y características d la obra, en primer lugar, queremos hacer referencia a los efectos sonoros que pueden aparecer a lo largo de toda la obra de “El Tragaluz”. Para situarnos, es necesario recordar que unos investigadores del futuro han llegado y mediante un experimento han hecho una reconstrucción de diálogos para su publico también del futuro. A su vez, se les dará imágenes que no son reales, única y exclusivamente son pensamientos de las mentes trastornadas de los personajes de esta magnífica obra teatral de Buero Vallejo. Se podría llegar a afirmar que uno de los ruidos más característicos de la obra es el ruido del tren que es el encargado de traducir un recuerdo o una obsesión, esto es, un pensamiento. Gracias a este dato, sabemos que cada vez que se escucha el inconfundible ruido de esta máquina se debe a que El padre, Mario, Vicente o cualquiera de ellos está recordando un hecho. Es necesario destacar que al comienzo de la obra los investigadores admiten que el ruido del tren es el único que no existe y han incluido por cuenta propia:

(pág. 68) Él: Oiréis además, en algunos momentos, un ruido extraño. Es el único sonido que nos hemos permitido incluir por cuenta propia.

Ella: Es el ruido de aquella desaparecida forma de locomoción llamada ferrocarril. Lo utilizamos para expresar escondidas inquietudes que, a nuestro juicio, debían destacarse. Oiréis, pues, un tren; o sea un pensamiento.

Asimismo, se puede considerar que en esta obra del autor Buero Vallejo existen más efectos sonoros aparte de la del característico ferrocarril. Como se ha dicho anteriormente por los investigadores de un siglo futuro todos los diálogos han sido reconstruidos para enseñárselos a su público en un importante experimento. Por ello mismo, hemos creído conveniente decir que todas las conversaciones son efectos sonoros puesto que todos los diálogos han sido reconstruidos a partir del movimiento de labios de aquellos personajes de la segunda mitad del siglo XX.

Cambiando de tema, creemos que es necesario hablar sobre los pensamientos de Encarna que se vuelven realidad ya que el experimento no es cien por cien fiable y a veces puede mezclar la realidad con la ficción. Para situarse, es conveniente hacer saber que Encarna es una secretaria que trabaja con Vicente pero no es muy eficaz en su trabajo y seguramente sólo mantiene ese puesto gracias a que se acuesta con el jefe, esto es, con Vicente. Uno de sus mayores temores en esta vida es que la echen, que la despidan porque como no es buena en su trabajo nadie la contrataría y tendría que finalizar sus días ganando dinero como una vulgar prostituta. Cuando Encarna se abstrae comienza a pensar en la prostitución y este pensamiento se convierte en realidad por medio del experimento de los investigadores. Es posible ver en una acción simultanea, que luego explicaremos su significado, como aparece una prostituta mientras que Encarna está distraída pensando en ese futuro trágico que le puede esperar en caso de perder su empleo.

(pág. 73) Vicente: ...(Ella deja de mirarlo y se abstrae. El primer termino se iluminó poco a poco. Entre por la derecha una golfa, cruza y se acerca al velador del cafetín. Tiene el inequívoco aspecto de una prostituta barata y ronda ya los cuarenta años. Se sienta al velador, saca de su bolso una cajetilla y extrae un pitillo. Un camarero flaco y entrado en años aparece por el lateral izquierdo y, con un gesto cansado, deniega con la cabeza y con un dedo, indicando a la esquinera que se vaya...)

Una de las mayores y más importante características de esta obra es que realiza el famosísimo efecto de inmersión. Se puede llegar a afirmar que todo esto es gracias a los ya explicados efectos sonoros y a los trágicos pensamiento de Encarna que se vuelven realidad por medio del experimento. Gracias a este efecto de inmersión el público entiende mejor la obra teatral y se introduce plenamente en la historia que se está contando. Se puede decir que es para que el espectador entre de lleno en el personaje y tenga la oportunidad de juzgarlo. Por medio de este efecto todo el mundo que se acerca a ver “El Tragaluz” consigue un gran protagonismo durante toda la obra ya que no es únicamente un espectador que permanece sentado en su butaca sin hacer nada.

Por otra parte, es importante decir que en esta obra teatral de Buero Vallejo se pueden encontrar bastantes acciones simultáneas. Esta acción que aparece por primera vez en el teatro es la que se da en otro espacio escénico mientras que ciertos personajes mantienen una conversación. Se podría decir que el escenario múltiple ha sido una parte bastante importante para que se puedan llevar a cavo las acciones simultaneas del teatro.

(pág.88)Vicente: ¿Dónde la habéis puesto? La instalaron aquí...

(Encarna consulta la hora, saca un libro del bolso y se pone a leer.)

Mario: ¿Has visto como se ha irritado? Últimamente se irrita con frecuencia...

Vicente: ¿Sí?

A continuación, vamos a hablar de los escenarios que aparecen en la obra. Para comenzar, es necesario decir que el espacio escénico de esta obra teatral es múltiple. Hay que reconocer que Buero Vallejo ya había utilizado la forma abierta de escenario simultaneo en 1.958 en su obra “Un soñador para un pueblo” aunque no lo retoma hasta escribir “El Tragaluz”. El escenario múltiple supone la fragmentación del espacio único tradicional en espacios escénicos diversos. Con este se puede llegar a lograr que se condense la acción y se eviten los cambios de decorados y el uso del telón. No sólo eso, también permite cambios de lugar y tiempo, además de la representación simultánea de hechos que pueden estar ocurriendo en el mismo momento pero en distintos lugares.

En caso de querer ser más concretos en el teatro de Buero Vallejo únicamente se baja el telón dos veces gracias al escenario múltiple y ocurren bastantes acciones simultaneas. Los espacios escénicos son el sótano, la oficina y la calle del cafetín y el muro. Por otra parte, los investigadores del futuro aparecen fuera de la línea en la que reposa el telón para hacer sus ya conocidos comentarios donde no existe decorado alguno. Todos estos lugares se puede decir que representan interiores y exteriores del Madrid de la segunda mitad del siglo XX. Estos ofrecen un panorama metafórico del asfixiante universo constituido por una parte de la España de la posguerra.

Cada específico lugar tiene algo simbólico y por ello creemos que es necesario estudiar los de mayor importancia. En lo que se refiere al sótano sería necesario decir para comenzar que es el lugar donde residen El padre, La madre y Mario. Este representa a los vencidos, las víctimas, los contrarios al régimen dictatorial, los que “no tomaron el tren” y continúan esperando la llegada de un mundo mejor y más justo. Se puede decir que también representa al mundo de las sombras y al conocimiento imperfecto. Es asimismo el “pozo”, una especie de infierno en el que se hunde cada vez más el contemplativo Mario. Sin embargo, para Vicente es un mundo completamente distinto, para este chico es la luz y la verdad y por ello acude al sótano cada vez con más frecuencia, en busca de un castigo que lo redima. Es necesario mencionar que el sótano es el lugar en el cual se encuentra el famoso tragaluz, más concretamente en la cuarta pared, esto es, el sitio donde se encuentra el público. Este sólo es perceptible cuando su sombra se proyecta en el foro y es un elemento simbólico que relaciona a los de dentro con el mundo exterior. Por medio de este se proyectan todas las obsesiones de los personajes de esta obra, los hermanos rivalizan, Mario imagina y urde poéticas fantasías, Vicente cree escuchar a Beltrán y a una pareja con problemas similares a los suyos con Encarna, El padre confunde tren y tragaluz...

Por lo que respecta a la oficina lo primero que hay que hacer saber es que se encuentra elevada sobre el resto de los espacios escénicos. Este es el lugar de Vicente, el símbolo de los vencedores, de los que “cogieron el tren”, de los adictos al régimen, de los verdugos, de los activos, de los que tienen acceso al conocimiento. Y gracias a todo esto es a su vez un lugar de injusticias, de explotación y de abusos y por ello ese es el lugar donde trabaja Encarna y se destruye el futuro de Beltrán con una simple llamada telefónica.

Siguiendo con los espacios escénicos es necesario tratar el simbolismo de la “calle del calcetín”. Este es el lugar en el cual aparece en principio la Esquinera y donde se encuentra cada hermano con Encarna, la secretaria. Cerca de ella esta el muro que evoca le miseria de la prostitución, el pensamiento más temido de esta joven.

En esta clase de escenarios múltiples la incidencia de los recursos lumínicos es decisiva puesto que marcan el paso de un escenario a otro. Gracias a ello creemos que es importante destacar que no es necesario el uso del telón para poder pasar de una escena a otro. Asimismo, el funcionamiento de varios espacios escénicos también ha sido posible gracias a la luminotecnia. En el caso concreto de esta obra de Buero Vallejo sería de gran importancia destacar que incluso son posibles los cambios de tiempo por medio de el simple efecto de las luces.

Cambiando radicalmente de tema, queremos darle importancia al simple hecho de “tomar el tren” el cual tanto se ha mencionado durante todo el teatro. Buero Vallejo se limitó a describir el caso concreto de unas personas “que no pudieron tomar el tren” al lado de otras que sí lo tomaron, como es el caso de Vicente. Por una parte este tema lo trata en un sentido bastante figurado que es el “coger el tren de la vida”, seguir actuando y viviendo y no quedarse en la cuneta sin acceso a la vida y a los hechos. Vicente, el hermano mayor, logró coger el tren en todos los sentidos, cuando era joven consiguió escaparse de la miseria subiéndose a un tren al que ni siquiera su familia tubo acceso y gracias a ello fue alguien en este mundo y salió adelante a pesar de que su familia tuviera que pagar las consecuencias, como la muerte de la hermana más joven.

Siguiendo con los simbolismos, por lo que respecta a El padre, es necesario decir que este hombre un poco trastornado psicológicamente representa a un dios o mejor dicho a Dios. Durante todo “El Tragaluz” se pueden leer ciertos comentarios sobre el padre como que se cree Dios y al final de la obra podemos comprobar que juzga a su propio hijo y lo mata como castigo a todos los pecados cometidos ya que este nunca le perdona que tomara el tren y que por culpa de ello muriera su hija menor llamada Elvirita.

(pág. 85)Vicente: Se cree Dios...

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Enviado por:Trinity
Idioma: castellano
País: España

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