Esta película trata sobre una persona a la que llamaron Truman. Él fue niño no deseado que fue comprado por una multinacional, y realizaron con él un programa de televisión, en el cual Truman vivía en un gran plató construido formando una ciudad. Truman realiza allí su vida, en la cual él es un hombre normal, de clase media, con un trabajo, vive en la ciudad perfecta con una esposa, unos amigos y vecinos aparentemente normales. Lo que él no sabe es que todo el mundo que le rodea es falso, su familia, amigos y vecinos son actores contratados para hacer un papel y salir en la televisión, que la ciudad en la que vive es un gigantesco plató de televisión, que está rodeado por miles de cámaras que lo vigilan y que su vida es solo un engaño, una vida que es manejada por otros en la que todo lo que le sucede esta programado de antemano y sirve de espectáculo.
Christof es el director de este “really show” y el cual maneja la vida y los sentimientos de Truman, llegando hasta matar al “padre” de Truman para que este tuviese miedo al mar y no intentara marcharse del lugar, o haciendo que Truman se casase con alguien que no quería.
Meryl era la esposa de Truman, aunque su papel era un tanto falso y complaciente, ella hacía que Truman hiciese lo que ella quería (siempre ordenado por el director del programa).
En la película solo aparece un amigo de Truman, Marlon, que siempre aparece cuando Truman está confuso para volverlo a dirigir a su lugar en el show.
Truman en el desarrollo de la película, llega a un momento en el que cambia de actitud: de ser una persona normal a ser una persona recelosa, pendiente de lo que ocurre a su alrededor,…
Este cambio de actitud tuvo lugar al producirse ciertas situaciones que tenían lugar en su ciudad y que no eran normales: como la caída de de un foco en medio de la calle o tormentas que solo caían encima de él.
Pero lo que le hizo cambiar totalmente de actitud fue Silvia. Silvia fue una chica a la que Truman conoció y se enamoró de ella, y ella al saber la verdad sobre el show no estaba de acuerdo sobre lo que le hacían a Truman y quiso contárselo, pero el programa se la llevó antes. Truman seguía recordándola y él quería ir a Fitgi a por ella, pero el programa siempre que él hacía algo para irse se lo impedían, y Truman comenzó a sospechar sobre el mundo y las personas que le rodeaban.
Por lo que un día Truman consigue escaparse sin ser detectado, vence su miedo al mar y se marcha en un barco. El director hizo todo lo posible para que Truman no siguiera, hasta llegando incluso hasta casi ahogarlo, pero Truman prefería morir antes de desistir de su intento, hasta que chocó con la pared del plató. Y el director al ver que no tenía otra posibilidad le contó toda la verdad e intentó que volviera a la falsa, pero no lo consiguió.
Truman vivía encerrado en un mundo que él aceptaba tal y como se lo planteaban porque no había conocido otro; igual que en el mito de la Caverna donde las personas vivían encerradas en la cueva y solo veían unas sombras, las cuales eran todo su mundo. Así todo los actores que actuaban como figurantes alrededor del mundo de Truman (el autobús, el tráfico, los viandantes,…) son como las sombras que se reflejaban en la caverna formando un mundo que es real solo para Truman (el mundo de los sentidos). El otro mundo real al que Truman intenta llegar, constituye el mundo inteligible, que solo lo alcanza al final de la película usando la razón.
Con respecto al público se pueden apreciar dos tipos:
-El primer tipo es el que ve el show por pura diversión, no teniendo en cuenta o no considerando los trastornos que Truman puede llegar a tener por culpa de la situación en la que se encuentra, ni los daños morales que causan por el simple hecho de ver el programa, ayudando a que se siga emitiendo y sigan manejando una vida humana.
- El segundo tipo de público es el que aún viendo el programa o no, considera que es del todo inmoral, intentando sabotearlo o intentando entrar en él para sacar a Truman de su situación, o haciendo manifestaciones a las puertas del plató.
Yo considero que Truman es una marioneta, encerrada en una cárcel cuyos barrotes no se ven, pero los siente enérgicamente, hasta tal punto que prefiere morir antes de seguir encerrado en la misma.
Es tal el morbo que Truman aportaba al espectador que por cada acontecimiento era record de audiencia, pudiéndolo comparar en la actualidad con los programas del corazón, que siguen las vidas de los famosos, habiendo cada vez más programas televisivos y revistas de este tipo.