Literatura
El reino de este mundo; Alejo Carpentier
Narración histórica y narración literaria en
El reino de este mundo de Alejo Carpentier
Lectura sociocrítica
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN------------------------------------------------------------------------------------p. 1
AUTORÍA----------------------------------------------------------------------------------------------p. 3
I.1. Biografía
I.2. Bibliografía
II- PANORAMA SOCIO-HISTÓRICO DE LA REPÚBLICA DE HAITI ------------ p. 6
II.1. Situación geográfica y social
II.2. La primera república negra
II.3 Los principales actores de la historia haitiana
III- INTERACCIONES ENTRE LA REALIDAD HISTÓRICA Y LA NARRACIÓN LITERARIA----------------------------------------- p. 14
III.1. El entorno socio-histórico novelesco
III.2. Representación de los personajes
III.3. La revolución haitiana: ¿historia oficción?
CONCLUSIÓN--------------------------------------------------------------------------------------p. 23
BIBLIOGRAFÍA-------------------------------------------------------------------------------- p. 24
INTRODUCCIÓN
Para la mayoría de los escritores latinoamericanos, describir la realidad americana, ateniéndose a sus rasgos comunes y a sus particularidades históricas, ha sido siempre la razón de ser de sus creaciones literarias. De ahí, nació la novela histórica que, a sus principios, era una novela tradicional es decir que relataba la historia acatando las pautas del discurso historiográfico, guiada por una preocupación pedagógica. Por eso, la novela histórica tradicional se dedicó a retrazar las hazañas de las grandes civilización indígenas y de los episodios de la conquista española.
Pero, ocurrió que esta novela ya no correspondía ni al contexto socio-histórico latinoamericano en constante evolución ni a las aspiraciones de los autores de mediados del siglo XX. Es en este ámbito que aparecerá en la década de los años sesenta la nueva novela histórica, que se dará a conocer más tarde bajo el apelativo nombre del boom hispanoamericano, con la obra precursora de Alejo Carpentier, El reino de este mundo, publicada en 1949.
Con esta novela, Carpentier inicia también el concepto del “realismo mágico” partiendo de su voluntad de apartarse de las normas de la novela realista europea y de la convicción según la cual la realidad hispanoamericana era en sí misma maravillosa y baroca, lo que resumirá en estos términos:
“Yo soy incapaz de `inventar' una historia. Todo lo que escribo es `montaje' de cosas vividas, observadas, recordadas y agrupadas, luego en un cuerpo coherente.” Lo que Vargas Llosa calificará de “verdad muy mentirosa”.
Pues, fiel a estas convicciones, Carpentier propone en El reino de este mundo una relectura crítica de la historia de la revolución negra de Haiti mediante la desmistificación del registro historiográfico oficial, y una escritura astuciosa en la que el tiempo se convierte en una entidad inestable. Esta novela que se encuentra a horcajadas entre la novela tradicional y la nueva novela, marcará el punto de partida para la nueva generación de novelistas hispanoamericanos.
En estas líneas, proponemos hacer un estudio de las relaciones entre la narración histórica y la narración literaria en El reino de este mundo. En otros términos, nuestro trabajo consistirá en interpretar y explicar las correspondencias y las diferencias que existen entre el discurso historiográfico y la narración novelesca de Carpentier, en torno a la temática de la revolución negra de Haiti, según los postulados de la sociocrítica.
La sociocrítica es un método teórico que se apoya esencialmente en el análisis del texto literario como otra construcción de los mecanismos de la realidad social e ideológica de una sociedad determinada en contextos también determinados.
Señalamos que este trabajo, tiene como cometido el estudio de los rasgos característicos de la nueva novela histórica mediante el enfoque sociocrítico, teoría a la que nos estamos iniciando. Sin embargo y pese a todo el empeño que hemos puesto para llevarlo a cabo, se podrá notar en este trabajo algunas insuficiencias y lagunas debidas a nuestra falta de experiencia.
Para la progresión lógica de nuestro argumentario, lo hemos dividido en tres apartados: Presentamos primero la vida y la obra Carpentier, luego un panorama de la historia de Haiti, y por fin una lectura de la historia novelesca.
I. AUTORÍA
I.1. Biografía
Alejandro Carpentier nació en La Habana (Cuba), el 26 de abril de 1904, de la unión entre en arquitecto francés y una rusa de refinada educación. Estudió durante los primeros años en La Habana, luego se trasladó a París durante largo tiempo, lo que le permitirá proseguir estudios secundarios en el liceo Jeanson, en el que, también continua los estudios musicales iniciados por su madre. En 1921, ya de regreso en su país natal, comenzó a estudiar la arquitectura en la Universidad de La Habana. Un año después, abandona aquellos estudios y comienza a publicar sus primeros trabajos literarios.
Alejo Carpentier empezó a trabajar como periodista y a participar en movimientos políticos izquierdistas, por lo que será encarcelado por el régimen dictatorial de Machado, y a su salida viajó a Francia donde se interesa particularmente por la musicología. En 1939, vuelve a La Habana después de un extenso viaje por Europa y en los EE.UU. Enseña música en la Universidad de La Habana. En 1943, viaja a Haiti y visita los vestigios del antiguo reino de Henri Christophe como la ciudadela La Férrière y las ruinas del palacio de Sans Soucis. El año siguiente viaja a México antes de establecerse en Caracas, Venezuela, en 1945.
Con el derrumbe de la dictadura de Machado por la revolución castrista, regresa a Cuba en 1959. A partir de entonces, Carpentier se dedica a varios cargos políticos y diplomáticos, hasta su muerte en 1980 en París donde era embajador de Cuba.
I.2. Bibliografía
Novelista, poeta, ensayista, crítico, periodista y musicólogo de mucha fama que influyó notablemente el desarollo de la literatura latinoamericana, peculiarmente a través de su estilo de escritura que incorpora a la realidad todas las dimensiones de la imaginación, Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo francés.
Sin embargo, mantuvo siempre una posición crítica en cuanto a la poca refexiva aplicación de las teorías surrealistas por lo que añadió a toda su obra su concepto de realismo mágico, sea una forma de ver y de contar la realidad propiamente americana.
Entre su extensa obra, sólo hemos retenido las novelas más destacadas como:
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Ecué- Yamba O, 1933
Obra negrista escrita en la cárcel, en la que a través de las desventuras del protagonista Menegildo Cue, se retraza la dura realidad de la existencia cotidiana de los negros en El Caribe español.
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El reino de este mundo,
México, Ediapsa, 1949.
Obra escrita tras un viaje a Haiti y que se centra en la revolución haitiana y en la vida del tirano del siglo XIX Henri Christophe.
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Los pasos perdidos,
México, Ediapsa, 1953.
Esta novela está basada en la historia de un músico cubano que trata de definir la relación real entre España e Hispanoamérica siguiendo la conquista española. Esta obra es considerada como su obra maestra, en la que intenta llevar a cabo su idea de concebir una obra que llegue más allá de la narración, una obra que no sólo expresa su época sino también la interpreta.
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La guerra del tiempo,
México, Compañía General de Ediciones, 1958.
Esta obra se centra en la violencia y en la represión del gobierno cubano durante la década de 1950.
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El siglo de las luces,
México, Compañía General de Ediciones, 1962
Novela en la que narra la vida de tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución francesa. Esta novela según algunos críticos es más filosófica que histórica.
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El recurso del método,
México, Siglo XXI de Ediciones, 1974
Obra considerada como la historia de la destrucción del mundo, la caída del mito del hombre de orden.
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La consagración de la primavera,
México, Siglo XXI de Ediciones, 1978.
Novela que a continuación de la precedente relata la crónica del triunfo en Cuba de un nuevo mito que el autor trata de explicar desde su díficil postura de espectador.
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La novela latinoamericana en vísperas de un nuevo siglo y otros ensayos,
México, Siglo XXI de Ediciones, 1981.
Obra en la que se encuentra reunida gran parte de sus ensayos.
Merecen también cierta atención las obras siguientes:
El harpa y la sombra, 1979 y Concierto barroco, 1974, ambas publicadas en México por las ediciones Siglo XXI.
II. PANORAMA SOCIO-HISTÓRICO DE LA REPÚBLICA DE HAITI
II.1. Situación geográfica y social
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Presentación general
La República de Haiti es un Estado situado en las Antillas Mayores al este de la isla de Haiti, antigua Hispañola descubierta por Colón y que comparte con La República Dominicana su vecina de habla español, con una superficie de 27.750km² y una población estimada a 8.270.000 habitantes. También forman parte del territorio haitiano, los islotes de la Tortuga y de la Gonaive. La capital de la Haiti es Port-au-Prince y las pricipales lenguas habladas son el criollo y el francés.
Haiti es un país esencialmente montañoso con un clima tropical instable ya que la isla suele ser azotada por violentas ciclones marinos. El país vive de la producción de café, de la caña de azúcar, y del plátano principales fuentes de ingresos. El pueblo haitiano que es compuesto mayoritariamente de negros descendientes de los esclavos y de mulatos que han realizado un casi perfectao sincretismo entre la religión católica importada por los colonos y el vodú llevado por los esclavos.
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El marco socio-económico
Al nivel socio-económico, hay que retener que Haiti es un país es pobre, superpoblado no industrializado y endeudado, lo que ocasiona repetidas tensiones sociales.
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El marco socio-cultural: la importancia del vodú
En el marco socio-cultural señalamos que los haitianos son mayoritariamente católicos pero casi todos practican conjuntamente el vodú, una religión animista traída por los esclavos negros. Pues esta religión es tan fuertemente ensimismada en la cultura que alguien lo resumió así: “qui dit Haiti pense `Vaudoux', c'est un fait devant lequel on doit se contenter d'émettre une vaine protestation.” Según Suzanne Preston Blier, el término vodú apareció por primera vez en Europa en 1958 en la Doctrina Christiana que aludía a la visita de un rey de África del oeste al rey Felipe IV de España, el texto original era escrito en castellano y en ayizo, una lengua africana. En este texto confirmaba el origen del culto del vodú en estos términos:
“Among other thing, this work offers evidence that vodun's cultural origins lie in the language family of the ayizo to which near by from mahi, hueda, evhe, mina and gen also belong. Peoples speaking theses languages reside in the lower areas of the West African countries of Benin (Ex Dahomey) and Togo, region know early travellers in the area variously as the Guinea Coast, and the reaches of the Bright of Benin”
Aquí, se confirma el origen africano del vodú precisamente desde la costa occidental en la que se encuentran las actuales repúblicas beninesa y togolesa que en el siglo XVI formaban la Costa de los esclavos que fueron trasladados principalmente en el Caribe y en Brazil.
El vodú es una religión que no tiene ni una teología escrita en algun libro, y es profesada por los Hougans (sacerdotes) auxiliados los mambos (monjas) independientes, los unos de los otros, que comunican con los Loas (espíritus, dioses). Las ceremonias del vodú son abiertas al público, y en Haiti, el culto se hace en fon, lengua africana todavía hablada en Togo y en Benin y en criollo. Para el campesino haitiano mísero y desocupado de hoy como para el esclavo de antaño, el vodú representa un medio por el que vuelve a adquirir su dignidad y alguna importancia en la sociedad despiadada en la que vive.
Sin embargo, ocurre también que el vódu condicione tanto a sus creyentes que éstos viven con el temor de descontentar a los dioses eternos insatisfechos y a los hougans que no vacilen en transformar a los fieles en zombies, es decir en seres catalépticos que trabajarán para ellos en sus haciendas o en otros quehaceres.
Por fin, los negros haitianos mediante el vodú y el cristianismo han creado una rica cultura folklórica original, resultado del perfecto sincretismo socio-cultural entre los diferentes componientes de este pueblo.
II.2. La primera república negra
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Las causas del derrumbe de la colonización
Retrazar historia de la independencia de Haiti significa más bien adentrarse en el corazón del largo camino de la lucha emprendida por los Negros para afirmar su identidad, su personalidad, su valor y su orgullo de ser Negro y hombre frente a la supuesta superioridad de la raza blanca.
Antigua posesión española, la colonización francesa en Haiti se vuelve oficial en 1697 tras el tratado de Ryswick que dividía la isla en dos territorios distintos, con Francia al oeste y España al sur. Los franceses, mediante los numerosos esclavos que siguen importando de África a lo largo del siglo XVIII, desarrollan el sector agrícola realizando las mayores producciones de café y de caña de azúcar de las colonias francesas. Pues, el siglo XVIII en Haiti en ante todo un periodo de gran prosperidad.
A partir de mediados del siglo siguiente, las cosas se complican para los colonos franceses:
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Primero, el afán siempre creciente de beneficios les empujó a llevar mucho más esclavos sin darse cuenta de que esta población negra iba aumentando peligrosamente.
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Segundo, en esta población negra, había unos, los llamados Nègres à talents, que habían sido alfabetizados y otros como los mulatos, habían vivido y estudiado en la metrópoli y habían traido en la colonia las ideas abolicionistas defendidas por la Société des Amis des Noirs en la Francia revolucionaria.
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Tercero, dentro de la población esclava una proporción importante estaba constituida por africanos nacidos libres en su tierra natal.
Según Robert Cornevin, en 1781, la mitad de los 500.000 esclavos de la isla de Santo Domingo habían nacido en África, y algunos eran descendientes de poderosos reinos africanos como el Congo, el Dahomey o el Benin y entonces no aguantaban los malos tratos sufridos en las plantaciones.
Además los esclavos no eran del todo dóciles como lo hemos pensado, sino que solían practicar varias formas de resistencia frente a los amos, mediante dos medios esenciales en el caso de Haiti: el cimarronaje y la religión vodú.
El cimarronaje como lo explica Nicolás Ngou Nve, era un modo de resistencia de los esclavos que consistía en la huida hacia los montes y las selvas de acceso difícil de donde solían asaltar las haciendas de los blancos. Es esta palabra que los españoles utilizaban para designar los animales domesticados que de habían vueltos salvajes, que ha dado el francés Nègre-marrons.
Entre los 30.000 Blancos de Saint Domingue, 20% apenas habían nacido en la isla, así que no dominaban las realidades del territorio. Entre los numerosos esclavos y los escasos Blancos, un grupo intermedio compuesto de mulatos libres llamados “gens de couleurs” estimados a unos 30.000 personas poseían el cuarto de las tierras fértiles y superaban a los Blancos tanto por su riqueza como por su cultura, pero no tenían derechos políticos.
Así pues, en 1789, estaban reunidas las condiciones para el derrumbe de la colonización francesa en Haiti.
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Hacia la independencia
Tras la publicación de la Declaración de los Derechos del Hombre en agosto de 1789, el 18 de marzo de 1790, la Asemblea nacional francesa autoriza a los mulatos y a los negros libres a : “occuper n'importe quelle place dans l'administration pourvu qu'ils en soient capables,” , entonces, dos jóvenes mulatos Ogé y Chavannes reunen a unos 400 mulatos en la ciudad del Cabo, pero son desperdigados por el ejercito colonial, y los dos jóvenes fueron ahorcados. Pero, entonces, la situación socio-política general de la colonia ya había vuelto incontrolable para los colonos, y el camino hacia la revuelta estaba largamente abierto.
Para la mayoría de los estudiosos de la historia de Haiti, la lucha por la independecia empezó oficialmente en la noche del 14 de agosto de 1791 con una ceremonia de vodú organizada por un esclavo cimarrón llamado Boukman, “un puissant nègre au verbe magnétique” ante una asistencia compuesta de unos doscientos esclavos quienes hicieron un pacto de sangre inmolando un cerdo, para luchar de lo lindo contra sus opresores Blancos. Una semana más tarde, la sublevación estalla. Un mar de 50.000 esclavos armados de palos saquean las haciendas, queman las plantaciones, las fábricas azucareras, y matan a más de miles de Blancos hombres y mujeres.
Y como si fuera poco, la muerte de Luis XVII, en enero de 1793 es seguida inmediatamente por una contienda entre Francia e Inglatera, y luego con España en marzo del mismo año. Los españoles suministran a los negros en armas. Es en este clima que Francia debilitada en el Caribe concede la abolición de la esclavitud en sus colonias antillanas el 14 de febrero de 1794, correspondiendo al 16 pluvioso el año II del reino de Napoleón Bonaparte.
En estas guerras entre potencias imperialistas, se destaca Toussaint Louverture, militar Negro de gran fama quien participa victoriosamente a todas las batallas, hasta convertirse en 1800-1801, en maestro absoluto de Santo Domingo, mediante una constitución muy discutida que le otorgaba el título de Gobernador vitalicio de la isla.
Ante tal situación, Napoleón enviará el general Leclerc, marido de su hermana Pauline Bonaparte, con un ejército para derrocar a Toussaint Louverture. La represión es tan sangrienta que otros oficiales negros del ejército colonial como Petion, Clervaux, Petit Noel Prieur, Henri Christophe van a unirse contra los colonos. Cuando muere Leclerc, es sustituido por el general Donatien Rochambeau, hombre despiadado que tortura a los Negros capturados, hasta importar desde Cuba a centenares de mastines, perros domados para cazar a los cimarrones.
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La independencia, los primeros pasos
Pero Rochambeau será derrotado a su vez por las tropas de los insurrectos capitaneadas por Dessalines quien proclama oficialmente la independencia de la primera república negra del mundo el 1º de enero de 1804. Desgraciadamente, al proclamarse emperador de Haiti bajo el nombre de Jacques I por Cornejo Breille su arzobispo, será derrocado por Henri Christophe quien a su vez será derrocado por Petion, por tener las mismas pretenciones imperialistas que había reprochado a su predecesor.
Pero, Henri Christophe, no acceptó esta situación, con sus seguidores, se retiró en su baluarte al Norte del país para formar su imperio que gobernará dictatorialmente, sometiendo su pueblo a duros trabajos para construire la Ciudadela la Férrière o su palacio de Sans Soucis. Mientras que en el Sur, Petion es el presidente de una república democrática. El país será reunificado tras una guerra Norte/Sur que perdurará unos diez años.
II.3. Los principales actores de la historia haitiana
La temática central desarrolada en El reino de este mundo es la revolución negra de Haiti, y la particularidad de esta obra es la presencia de muchos personajes históricos.
Aquí, proponemos una breve biografía de los principales actores de la historia de la revolución haitiana que también aparecen en la novela de Carpentier para facilitar la comparación entre las representaciones del discurso historiográfico y la de la ficción narrativa.
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Toussaint Louverture (1743-1803)
Antiguo esclavo Negro, hijo de un rey africano según ciertas fuentes, general y político, que combatió primero en el ejército colonial español, antes de alistarse al ejército francés tras la abolición de la esclavitud en 1794. Único amo de la isla en 1801, proclamó su voluntad de formar la primera república negra, pero capituló ante el general Leclerc. Será capturado por traición y desterrado en Francia por el barco Le Héros, donde morirá abandonado en una prisión del Fort de Joux. Es considerado por los historiadores como el precursor de la emacipación de los Negros.
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Henri Christophe (1767-1820)
Esclavo Negro liberto, compañero de Toussaint, organizará la división del país en dos Estados, y se convertirá en emperador de Haiti del Norte, bajo el nombre de Henri I, de 1811 hasta su muerte. Será reconocido como el primer dictador del país.
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Jean Jacques Dessalines (1758-1806)
Esclavo Negro de Saint Domingue, lugarteniente de los dos primeros, tomará el relevo de la lucha a la muerte de Toussaint-Louverture, rechazando al general Rochambeau y las tropas francesas definitivamente de la isla. Proclamará la independencia oficial de Haiti, antes de autoproclamarse a su vez emperador , por lo que será matado por Henri Christophe y Petion.
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Anne Alexandre Sabès, Petion (1758-1818)
Mulato, hijo de un rico colono y de una mulata, oficial del ejército francés antes de pasar al ejército haitiano de los insurrectos. Por no aceptar la autoridad de Toussaint quien no quería a los mulatos, tuvo que refugiarse en Francia, de donde volvió con el general Leclerc. Tras la detención de Toussaint, se unió con los demás líderes independentistas, de los que se deshizo progresivamente para proclamar la república de Haiti en 1807.
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Boukman
De él, sólo se sabe que fue un cimarrón jamaicano que organizó la sublevación de 1791, que marcará los inicios de la insurrección de los esclavos rebeldes.
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François Makandal
Tenemos que confesar que las informaciones que hemos descubierto a cerca de este personaje nos han dejado estupefacto ya que, después de haber leido la novela de Carpentier, estabamos convencido de que se trataba tal vez del único personaje ficticio de El reino de este mundo . Sydney Mintz y Michel Rolph Trouillot quienes proponen la siguiente biografía de Makandal:
“he is thought to have a Guinea origin- some claim of the muslin faith. It is said that he was enslaved at the age of 12. On reaching in Saint Domingue, he was sold to a plantation owner in the north named Lenormand de Mezy. Years later Mackandal escape and become runaway and the leader of maroon-band”
Aquí estos investigadores afirman que Makandal era un esclavo Guineo capturado a los doce años y comprado en el norte de Haiti por un tal Lenormand de Mezy de cuya plantación acabará por escaparse para convertirse en el cimarrón más peligroso del país. Richard Cornevin completa su biografía en estos términos:
« Macandal comptait des agents dans tous les points de la colonie et projetait de tuer tous les Blancs. Fait prisonnier lors d'une calenda (tam-tam d'esclaves) et condamné á être brûlé vif par arrêt du Conseil du Cap le 10 janvier 1758. son souvenir demeure au point que les poisons et les empoisonnements ont été appelés depuis `macandals' »
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Petit Noel Prieur
Esclavo Negro, quien según Cornevin, dirigía una banda de rebeldes a la que se juntaron Dessalines y Christophe. Desgraciadamente, no hemos podido encontrar más informaciones.
También aparecen en la obra los siguientes personalidades, de los que no hemos querido dar más informaciones porque no representaban gran interés para nuestro estudio.Trátase de: El general Charles Victor Emmanuel Leclerc (1772-1802), el general Donatien Rochambeau, Marie Paulette, llamada Pauline Bonaparte (1780-1825), hermana de Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses y Lenormand de Mezy, un terrateniente esclavagista adinerado.
III. LA HISTORIA ANOVELADA: INTERACCIONES ENTRE LA REALIDAD HISTÓRICA Y LA NARRACIÓN LITERARIA
III.1. El entorno socio-histórico novelesco
En este apartado nos interesamos por el estudio del entorno socio-histórico en en que evoluciona la trama histórica en la novela de Carpentier. Por eso, analizaremos la situación espacio temporal del texto de Carpentier para sacar las correspondencias que existen entre el socio-texto, es decir la sociedad del texto y la sociedad de referencia que es, en nuestro caso, la sociedad haitiana de finales del siglo XIX a la primera mitad del siglo XX.
Ateniéndonos a la teoría sociocrítica, nos apoyaremos esncialmente en el análisis de la sociedad textual para destacar cómo en El reino de este mundo Carpentier reproduce los espacios sociales haitianos.
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Situación espacial
En El reino de este mundo, se narran los acontecimientos que acaecieron algunos tiempos antes y después de la revolución negra de Haiti, y la mayoría de dichos acontecimientos tienen lugar en la isla de Haiti entonces colonia francesa.
En esta obra, se encuentran amplios elementos que permiten situar al lector en el universo haitiano de aquel entonces. Los principales lugares representados son la ciudad del Cabo Francés, descrito al principio de la obra, desde su puerto lleno de mundo, de Blancos, de Negros, mulatos y animales que van y vienen en un ambiente de mercado como Ti Noel y su amo Monsieur Lenormand de Mezy:
“entre los veinte garañones traídos al Cabo Francés por el capitán del barco que andaba de media madrina con un criado normando...”
De Port-au-Prince, otro lugar importante tenemos la descripción geográfica de la llanura del norte en la que se construyó el la famosa Ciudadela La Férrière y el palacio de Sans-Souci durante el reino de Henri Christophe:
“en la cima del Gorro del Obispo, hincada de andamios, se alzaba aquella segunda montaña-montaña sobre montaña- que era la Ciudadela La Férrière.”
Nótese aquí la astuciosa mezcla de metáfora y oximorón es esta frase para poner de manifiesto a la vez la inmensidad de la Ciudadela y su importancia en el nuevo aspecto de la geografía de la ciuddad de Port-au-Prince.
La trama histórica de la novela ocurre también en la isla de la Tortuga en la que se refugia Paulina Bonaparte tras la muerte de su marido (p. 86). Esta misma trama nos lleva hasta fuera de las fronteras haitianas como en la colonia vecina de Cuba precisamente en la ciudad de Santiago de Cuba en la que se encuentran Ti Noel y su amo Lenormand de Mezy cuando el general Rochambeau importó centenares de perros para cazar a los esclavos cimarrones. Se nos presenta esta ciudad a través de sus barrios, sus tabernas siempre llenas de mundo vestido de moda y su puerto:
“La noche de su llegada a Santiago de Cuba, Monsieur Lenormand de Mezy se fue directamente al tivoli, el teatro de guano construido recientemente por los primeros refugiados franceses...”
El último espacio representado en la novela de Carpentier es la ciudad italiana de Roma en la que acaban refugiarse la mujer y las hijas del rey Christophe, y el lacayo Solimán:
“...desde la salida de Port-au-Prince, propiciada por comerciantes ingleses, antiguos proveedores de la familia real, las princesas conocían por primera vez en Europa, un verano que les supiera a verano. Roma vivía de puertas abiertas bajo un sol que rebrillaba por todos los mármoles...”
Aparentemente, las largas páginas consagradas al exilio romano de la reina María Luisia, de las princesas Atenais y Amatista, y las extravagancias del lacayo ante un retrato en el mármol de Paulina Bonaparte, no tienen nada que ver con la historia de la revolución negra de Haiti, si adoptamos un punto de vista histórico. Pero al considerar sólo el aspecto ficticio de la narración literaria, interesándonos sólo al texto, nos damos cuenta de que los papeles desempeñados por dichos personajes se integran perfectamente en la trama histórica de la novela.
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Situación temporal
Acabamos de ver que la trama histórica de El reino de este mundo tenía como espacio referencial la isla de Haiti. Ahora vamos a ver si la situación temporal del texto se relaciona con la realidad histórica.
Lo que primero da una idea del tiempo en la novela de Carpentier es la profusión de personajes históricos que actuan a lo largo de la novela, como el rey Henri Christophe, el General Lelerc, Rochambeau, Paulina Bonaparte... Sin embargo, estos elementos sólo pueden orientar a quien conoce esta parte de la historia de Haiti, para los demás, hay que buscar por otra parte.
Si la falta de fechas precisas complica la posibilidad de tener indicios temporales también precisos, la lectura atenta de la novela procura por si misma la cronología necesaria a la comprensíon de la historia novelesca aunque desconozcamos la Historia. El hilo conductor de los indicios temporales, el autor les ofrece mediante su protagonista Ti Noel y mediante la propia organización formal de la novela, lo que Genette ha llamado el paratexto, es decir la organización externa y formal del texto. En el caso preciso de la novela de Carpentier, aludimos a la división de la obra en capítulos que ofrecen cada uno una cronología discreta.
Pues, la obra, empieza con la presentación de Ti Noel de niño con su amo, o haciendo preguntas a Makandal en la hacienda del amo en la que es esclavo, sin necesidad de fechar esta época, deducimos que nos encontramos todavía antes de la abolición de la esclavitud en la isla (cap. I). Luego, tras la descripción de las actuaciones de Makandal quien logró escaparse de la plantación de Monsieur Lenormand de Mezy y envenenar a los Blancos, nos encontramos con Ti Noel veinte años más tarde, como lo ilustra esta cita:
“Sobre todo habían transcurrido veinte años. Ti Noel tenía dos hijos de una de las cocineras. La hacienda es más floreciente que nunca.”
Las actuaciones venidoras de Boukman, (II, 2), la muerte del general Leclerc, la llegada de los perros cubanos (VI,1 p.79), nos sitúan durante los trágicos y heróicos acontecimientos de la revuelta de los esclavos insurrectos en los que participa Ti Noel.
Luego la alusión al triunfo de Dessalines (III,1, p.97), el coronamiento y la caída de Henri Christophe más tarde, permite comprender que se ha acabado la esclavitud, que el país se ha convertido en un imperio. La novela acaba con Ti Noel agotado por los trabajos forzosos y por la edad ya avanzada, perdido en sus sueños, recuerda el pasado, sentado solito en la casa de su antiguo amo.
Además la organización formal del texto propone también una orientación cronológica comprensible. Pues, tenemos la novela dividida en cuarta partes:
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La primera parte se ubicará hacia los años 1750 aproximadamente.
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La segunda parte corresponde a la Revolución Francesa hasta 1820
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La tercera parte nos sitúa entre 1804 y 1820, periodo del reino de Henri Christophe y del exilio de su familia y de la desaparición de Ti Noel, por tal vez no haber podido hacerse una plaza en el reino de este mundo haitiano de aquel entonces.
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La cuarta parte que situaremos hacia los años 1830-1900 alude a la estancia romana de la familia real y las andanzas inaceertadas del lacayo Solmán.
III.2. Representación de los personajes
Lo que salta a la vista de un lector conocedor de la historia de la revolución negra de Haiti a la primera lectura de El reino de este mundo es la presencia de muchos, tal vez demasiados personajes históricos ficcionalizados, y lo que sorprende a la segunda lectura, es cuando aquel lector se da cuenta de que Alejo Carpentier ha olvidado o ignorado en su relato los personajes cumbres de la historia de Haiti.
Olvido, ignorancia o más bien elección voluntaria, es de notar por lo tanto que la novela de Carpentier gira en torno a unos personajes menospreciados por el discurso histórico oficial como Ti Noel, Makandal, Boukman, Paulina Bonaparte o Henri Christophe, y deja por un lado a Toussaint-Louverture, el padre de la revolución negra, a Dessalines, el padre de la independencia, los dos son apenas mencionados. Pues, es a este nivel que aparece ya la primera marca de la ficción, por una orientación que calificaremos de subjetiva del discurso histórico, por parte del novelista.
Para el autor, los tumultuosos amoríos de Paulina con Solimán son más importantes que las hazañas militares del general Leclerc.
Según ciertos críticos, los diferentes personajes de una novela desempeñan principalmente cuatro funciones:
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Ser un mero elemento decorativo
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Ser un agente de la acción,
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Ser el portavoz de las ideas y de las experiencias del autor,
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Ser entes independientes con vida propia que se le escapan de las manos del autor.
Así pues, ateniéndonos a la lógica del texto, proponemos a continuación un retrato de los personajes básicos de la novela y los papeles que desempeñan en la obra.
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Ti Noel:
Es sin lugar a dudas el protagonista de la novela, el principal agente de la acción, ya que es a través de sus venturas y desventuras que se describen las duras realidades de la sociedad haitiana pre y post revolucionaria. Ti Noel es primero este joven esclavo sumiso a su amo, fascinado por las historias extraordinarias de la lejana África materializada por Makandal, luego participa en la insurrección liberadora del país, sufre el martirio de la dictadura de Henri Christophe, y acaba su vida en el anonimato de la antigua hacienda de su amo.
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Mackandal
Es el personaje más misterioso de la obra de Carpentier. Llamado el manco, porque pirdió su mano izquierda trabajando en un ingenio azucarero durante las faenas agrícolas, se dedica al ganado, enseña la cultura africana a Ti Noel, antes de escaparse de la plantación de Monsieur Lenormand de Mezy. Cimarrón, hechicero, maestro del vodú, será al origen del envenenamiento que asoló a los Blancos del Cabo, por lo que morirá ahorcado. Tras su muerte, Mackandal se convertirá en héroe mitológico que seguirá apareciendo a sus seguidores metamorfoseado a su antojo en ave o cualquier otro animal. Metamórfosis a las que Carpentier ha consagrado un capítulo entero (I, 6, pp.41-44), en el que la narración literaria se vale del mito para superar la narración histórica.
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Boukman
Negro jamaicano cimarrón, también conocedor del vodú y líder de la insurreción que dirijió la ceremonia del Bois Caiman de la que partió la primera revuelta organizada por los esclavos quienes firmaron un pacto de sangre con los dioses del vodú para conseguir su libertad. A él también, Carpentier le dedica un capítulo entero basado en el mito, (II, 2 pp. 60-63).
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Paulina Bonaparte
Paulina anonimada por la historia oficial revive como nunca. Sus actuaciones erótico-amorosas con Solimán el lacayo son mejor descritas que las actividades militares de su afamado esposo (II, 6-7), el autor la sigue hasta su estancia romana, muchos años tras la revolución, a través de las locuras de Solimán (IV,1, pp.142-143).
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Henri Christophe
Es el único superviviente de la revolución que participa en la novela como actante y actor, es decir que no es un mero elemento para la orientación histórica como ocurre por ejemplo con Toussaint-Louverture, Rochambeau o Dessalines. Su evolución de esclavo cocinero (II,1, p. 56) durante la colonización a monarca totalitario de Haiti (III, 1-2-3) tras la independencia se acaba con su derrocamiento (III, 6-7).
En suma, en El reino de este mundo, Alejo Carpentier nos ofrece una lectura de la sociedad haitiana de siglo XIX, desde la perspectiva de unos actores de esta historia quienes por razones desconocidas son ocultados por los historiadores.
Así que la narración literaria, es decir la ficción traza su propio camino independientemente de la historia para describir la realidad socio-histórica, pero mediante instrumentos puramente literarios como la transformación del tiempo histórico en tiempo mítico mucho más manejable y la ficcionalisación de personajes históricos apartados por la historiografía oficial, lo que ofrece al novelista unas posibilidades inalcanzables por la narración histórica demasiado normalizada.
En esta obra, los protagonistas de ficción se diferencian de sus figuras históricas por el carácter entre realista y mítico de sus actuaciones. Por ejemplo, el Makandal histórico es un rebelde hechicero que murió quemado, mientras que el Makandal de El reino de este mundo, es un poderoso maestro del vodú que se disluyó en la naturaleza antes de que pudieran matarlo. Es este mismo Makandal quien, con un poder sobrenatural, sigue apareciendo a sus partidarios, bajo diversas formas, más poderoso como nunca. Un segundo ejemplo sería el del General Leclerc. Para la historia, trátase de un general afamado por sus hazañas al servicio de Napoleón, mientras que en la novela no es más que un marido impotente incapaz de satisfacer los deseos de su mujer irresistiblemente atraída por su lacayo negro
III.3. La revolución haitiana: ¿historia o ficción?
En la segunda parte de esta ponencia, ya hemos puesto de manifiesto la lectura histórica de la independencia de Haiti. Ahora, vamos a ver cómo la narración literaria expone esta misma temática.
Cuando se publica El reino de este mundo en 1949 el mundo sale apenas de la Segunda Guerra Mundial para entrar en la Guerra Fría en un clima de conyuntura económica general. ¿Pues qué relaciones puede tener la obra de Carpentier con estos acontecimientos?
No mucha cosa tal vez, pero si recordamos que dicho periodo corresponde también con el proceso de independencia de los países del Tercer mundo de Asia como la India de Gandhi que acababa de deshacerse del imperialismo británico dos años atrás, aquellos acontecimientos adquieren entonces otra importancia.
Sin querer apartarnos del texto, señalamos sin embargo que la publicación de la obra de Carpentier no es ajena a este contexto social internacional. La profusión de personajes históricos reales y la exactitud de los indicios espacio-temporales a lo largo de la novela son tan sorprendentes que suscitan los siguientes interrogantes: ¿es una novela histórica o una historia anovelada El reino de este mundo?, ¿cómo reconocer la narración literaria, es decir la ficción dentro de tanta Historia?
Algunos críticos ya se han encargado de definir lo que es ficción y lo que es historia. En la obra de Carpentier, salta a la vista que la línea general de la novela es histórica, en el sentido científico de la palabra, y el novelista lo reconoce en estos términos:
“Porque es menester advertir que el relato que va a leerse ha sido establecido sobre una documentación extremadamente rigurosa que no solamente respeta la verdad histórica de los acontecimientos, los nombres de los personajes-incluso secundarios-, de lugares y hasta las calles, sino que oculta, su aparente intemporalidad, una minuciosa cotejo de fechas y de cronologías.”
Pero, si el autor trata de la historia de la revolución negra de Haiti, no lo hace por lo tanto con el papel de un historiador, sino el del novelista que es. Lo que diferencia la narración literaria de la histórica en la obra de Carpentier, es primero el hecho de que ésta concentre su trama en los personajes segundarios, o ocultados por la historiografía como Makandal, Boukman, Ti Noel, o Paulina Bonaparte en vez de de Toussaint-Louverture o Dessalines.
Luego, la obra ofrece una visión de la sociedad haitiana en la que se evidencia lo místico y lo mágico lo que corresponde más bien a la visión que tenían los esclavos llevados de Afríca para los que la vida real era el resultado de la unión entre lo visible y lo invisible ilustrado a través de las metamorfosis de Makandal:
“Todos sabían que la iguana verde, la mariposa nocturna, el perro desconocido, el alcatraz inverosímil no eran sino simples disfraces. Dotado del poder de transformarse en animal de pezuña, en ave, pez o insecto, Makandal visitaba continuamente las haciendas de la Llanura para vigilar a sus fieles y saber si todavía confiaban en su regreso.”
En El reino de este mundo, lo religioso, mediante el vodú elemento social fundamental, cobra mayor importancia que los aspectos políticos o económicos, como lo podemos notar a través de la descripción de la cosmogonía del vodú que está invocando Boukman el hougan:
“Ogún de los hierros, Ogún el guerrero, Ogún de las fraguas, Ogún mariscal, Ogún de las lanzas, Ogún-Chango...”
Tal vez movido por una tendencia romántica, Alejo Carpentier menosprecia los intereses militares franceses defendidos por le general Leclerc para describir las fantasmos eróticos de su mujer Paulina con el negro Solimán el masagista:
“Cuando se hacía bañar por él, Paulina sentía un plácer maligno en rozar, dentro del agua de la piscina, los duros flancos de aquel servidor a quien sabía eternamente atormentado por el deseo, y que miraba de soslayo, con una falsa mansedumbre de perro muy ardido por la tralla”
En resumidas cuentas, entre otras cosas, en El reino de este mundo, el novelista cubano ha realzado lo que la historía consideró como subalterno o sin interés. Mediante la ficción literaria, Carpentier ha transformado a unos esclavos Negros anonimados en sujetos históricos quienes protagonizan ellos mismos su propia historia.
Por fin, a través de las descripciones de los sentimientos más ocultos de sus personajes ficcionalizados, el autor permite al lector hacer un viaje virtual unas centurias atrás para vivir con toda su sensibilidad emocional lo que vivieron los Negros haitianos, no desde la perspectiva de los que han sido elevados en el panteón de la historia, sino en la de los de abajo como Makandal, Boukman, y Ti Noel, que sufrieron la esclavitud, lucharon por su libertad, pero murieron olvidados por todos, hasta que se le ocurrió a la pluma de un novelista resucitarles, re-escribiendo su historia.
CONCLUSIÓN
Al llegar al final de nuestro argumentario, es de retener que este trabajo tenía el cometido de destacar las interacciones entre la narración histórica y la narración literaria en El reino de este mundo de Alejo Carpentier para ver cómo esta novela se diferenciaba de un manual de historia.
Por eso, hemos presentado brevemente la vida y la obra del autor, luego nos hemos interesado por la historia de Haiti mediante una radiografía no exhaustiva que nos permitió situar el contexto histórico de los acontecimientos narrados en la novela, antes de interesarnos por fin a la lectura de la historia anovelada. Nuestro estudio se apoyaba en un enfoque sociocrítico que hemos completado con algunos elementos sacados de la sociología de la literatura.
Por lo esencial retendremos que, El reino de este mundo, si es claro que retrata la historia de la revolución negra de Haiti, acatando escrupulosamente los nombres de los personajes reales quienes hicieron esta historia y los lugares exactos en los que transcurrieron los acontecimientos, sin embargo, esta novela es una obra de ficción.
Es una obra de ficción porque ofrece otra visión de la historia , crea sus propios héroes a partir de los actores ignorados por el discurso histórico oficial, y evidencia lo real maravilloso a través de la descripción de los elementos románticos y mítico-religiosos tan evidentes en la sociedad haitiana.
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VARGAS LLOSA, Mario: “¿Lo real maravilloso o artimañas literarias”, in Letras libres, nº 13, enero del 2000, encontrado en www.sololiteratura.com.
Lo esencial de esta biografía se encuentra en internet en el sitio <http: rehue.csocials.uchile.cl>
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PRESTON BLIER, Suzanne, “Vodun: West African Roots of vodou”, in COSENTINO, Donald J., Sacred arts of Haitian vodou, Los Angeles, UCLA Fowler Museum of Cultural history, 1995, p. 61 (La traducción es nuestra).
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CORNEVIN Robert, Haïti, París, Presse Universitaire de France, (Col. Que sais-je?), 1982, p. 38.
Id., p. 38-39..
NGOU NVE, Nicolas, « L'engagement espagnol contre les nègres-marrons du Mexique au XVIIème siècle », in Kilombo, revista anual del CERAFIA, Libreville, EDICERA, 2004, pp. 79-80.
BITTER, Maurice, op.cit. p.52
BITTER, Maurice, op.cit. p, p. 37.
BEKALE, Hans Denis, La ficción narrativa y el discurso histórico en Los poderes de la tempestad y la fiesta del Chivo, informe de “Licence”, sous la direction de AVOME MBA Gisèle, Libreville, UOB/ FLSH/ DEILA, septiembre de 2004, p. 24.
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Dictionnaire encyclopédique d'histoire, París, Bordas, 1986, p.3619.
Cf., CORNEVIN Robert, op. Cit., p. 37, y BITTER, Maurice, op.cit. p. 52.
Sydney Mintz y Michel Rolph Trouillot, op. cit., p. 125.
CORNEVIN Robert, Op. cit., p. 37
ID., p. 53.
CARPENTIER, Alejo, El reino de este mundo, Madrid, Alianza Editorial, (Col. Biblioteca Carpentier), 2004, p. 19.
CARPENTIER, Alejo, op. cit., p.105
ID. p. 74.
IBID. p.137.
GENETTE, Gérard, Seuils, París Ed. Seuils, 1987. Citado por KWEVI-KAYISSA Clotilde-Chantal in
Le paratexte et le socio-discursif, vers une lecture sociocritique de Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, tesis de doctorado bajo la direcció de Edmond CROS, Universidad Paul Valery, Montpellier,1997.
CARPENTIER, Alejo, op. cit., p. 57.
Angelo Marchese y Joaquín Forradellas, Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, p. 316-317, citado por Hans Denis Bekale, op.,cit. p. 24
CARPENTIER, Alejo, op. cit., prólogo, p. 14.
Id. p.43.
CARPENTIER, Alejo, op. cit., prólogo, p. 62
CARPENTIER Alejo, op. cit., p.84
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Enviado por: | Hans Denis Bekale |
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