Filosofía y Ciencia


El príncipe; Nicolás Maquiavelo


En aquella hora solemne de la resurrección del saber, entorpecida por el oscurantismo de la edad media, cuando el humanismo de Erasmo, de Moro, de Vives, prometía una convivencia universal de la más alta calidad política. Pero hubo; mas la espada y el mandole que durante todo el tumultuoso transcurso de los siglos medievales, a pesar de tantas querellas y violencias, no logro asfixiar nunca del todo los poderes del espíritu. Esto hizo posible que al termino del llamado cuattrocento y producirse el llamado Renacimiento, el pensamiento italiano recogiera la herencia de Dante, de Petrarca, de Pico de la Mirándola y tantos mas, a los cuales no tardaría en unir su nombre, Nicolás Maquiavelo.

Aquella extraña mezcla de meritos y felonías que caracterizaba buena parte del renacimiento debió verse agudizada por los hechos que sacudieron las almas, dando origen a la venida al mundo de seres igualmente extraordinarios, capaces de absorber y interpretar el espíritu de la época. Las circunstancias de no haberse podido lograr la unificación del país en un solo bloque de pueblos hermanos, motivo que las potencias mas o menos vecinas, ambicionasen cada cual una buena tajada para si.

Las fatídicas guerras de Italia, hicieron derramar mucha sangre inocente y ni hicieron mas que perjudicar abiertamente la poderosa economía de las ciudades -estados. De esta manera, existiendo en la península por lo menos tres grandes y poderosos estados, Roma, Venecia y Milán, que operando juntos y avenidos pudieron haber expulsado a los invasores de todas clases, no se produjo alianza. Sus rivalidades y particularismos, borraron toda posibilidad de la unificación Italiana.

Maquiavelo en su juventud, había presenciado el poder del dinero y la política. A la edad de nueve años, Maquiavelo asistió a la conjuración de los Pazzi contra Lorenzo de Medicis, llamado “el Magnifico” por su afición a las artes. A los veintinueve años de edad, Maquiavelo es nombrado secretario de la segunda cancillería de la republica de Florencia. En este cargo permanecerá hasta ser destituido de su puesto con el regreso de Medici en 1512. Es durante esta época cuando Maquiavelo lleva una vida diplomática bastante agitada y en donde aprenderá consecuentemente, en forma practica, las artimañas y argucias de la política. Maquiavelo se había casado con Marietta Ludovico Orsini. Una misión encomendada en 1502 le llevo a Roma y estuvo en contacto con el sanguinario Cesar Borgia hasta fines de enero de 1503. Maquiavelo veía en Cesar Borgia al hombre capas de unificar a Italia, al príncipe sin escrúpulos adornado con una fuerza (virtud) capaz de lograr todas sus ambiciones Y, sobre todo, al hombre que podría llevar a hacer de Italia una de las grandes potencias Europeas.

No ocurrió así. En 1512, Florencia fue tomada por asalto y entregada al saqueo. Todos los funcionarios de la Republica fueron destituidos de sus cargos y con ellos Maquiavelo dejo de su puesto, el cardenal Medicis era el nuevo gobernante.

A partir de ahora Maquiavelo es un hombre olvidado que apuesta nuevamente a llevar un cargo publico.

Maquiavelo ha perdido su puesto de hombre publico, pero ha conseguido ocio, tiempo para ponerse a pensar y a escribir. Retirado en su pequeña propiedad de san Casiano, a unas siete millas de Florencia, se siente pobre, menospreciado, vació y sin honores. “Como reacción se entregase a los placeres sensuales; se burlaba de todo y de todos; es decir, se refugiaba en su picante y mordiente capacidad satírica, para amortiguar los dolores de su humillación”. Escribió en esta crisis versos irónicos y planifico comedias indecentes, pero aliviado por la paz del retiro, comenzó muy pronto su trabajo de prosista en las paginas de ciencia política que le han inmortalizado.

Pero llegada la noche comienza la verdadera actividad intelectual de Maquiavelo. Nos dice en una de sus cartas; “Llegada la noche, vuelvo a casa y entro en mi cuarto de trabajo. A la puerta me despojo de las ropas rusticas, llenas de fango y de lodo; me pongo ropas limpias y de etiqueta, y así, decentemente vestido, penetro en las antiguas cortes de los hombres antiguos. Acogido por ellos con amor, me nutro con ese alimento, el único que me conviene y para el que he nacido.”

En la soledad de la noche, Maquiavelo se instruye y combina su experiencia política con la sabiduría de los grandes hombres de la antigua Roma, y así nace El Príncipe. De esta creación a la que dedica las mejores horas de la noche, nos manifiesta: “examino lo que es un principado, cuantas especies hay, como se los adquiere, como se los conserva y como se los pierde. Y si jamás uno de mis trabajos ha gustado aseguro este os gustara. Debería de ser agradable a un príncipe, y sobre todo a un príncipe nuevo. Por eso lo he dedicado a la magnificencia de Giuliano” (este es Julián de Medicis a quien pensaba dedicar la obra; finalmente la dedicara a Lorenzo de Medicis, nieto de Lorenzo el Magnifico)

No quiero que se mire como presunción el que el un hombre de humilde cuna se atreva a examinar y criticar el gobierno de los príncipes. Porque así como aquellos que dibujan un paisaje se colocan en el llano para apreciar mejor los montes y los lugares altos, y para apreciar mejor los el llano escalan los montes, así para conocer bien la naturaleza de los pueblos hay que ser príncipe y para conocer la de los príncipes hay que pertenecer al pueblo.

“Ya que los que desean congraciarse con un príncipe suelen presentársele con aquello que reputan por más precioso entre lo que poseen, o con lo que juzgan mas a de agradarle; adornos dignos de su grandeza. Deseando, pues, presentarme ante Vuestra Magnificencia con algún testimonio de mi sometimiento, no he encontrado entre lo poco que poseo nada que me sea mas caro o que tanto estime como el conocimiento de las acciones de los hombres, adquirido gracias a una larga experiencia de las cosas modernas y a un incesante estudio de las antiguas”.

“Me consumo en la soledad y no puedo permanecer así mucho tiempo sin caer en la miseria y en la desesperación. Desearía, pues, que los Medicis consintieran en emplearme, aun que no fuese mas que en acarrear piedras. Si no consigo su benevolencia, yo solo tendré la culpa.”

Maquiavelo uno de los más grandes prosistas de Italia a pesar de ser contemporáneo de grandes figuras de la literatura Italiana como lo fueron; Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Tiziano y Cellini, no fue opacado por estos grandes hombres. Y en su tumba de la iglesia de Santa Croce, Junto a los restos de Galileo, Estas palabras nos hablan de su grandeza: Tanto nomini nullum par elogium (Ningun elogio podra expresar la grandeza de este hombre: Nicolás Maquiavelo).

Lorenzo de Medicis, duque de Urbano o Urbino, recibió en (1516) el manuscrito de El Príncipe; (De Principatibus). Pero no fue publicado sino hasta, cuatro años después de la muerte de Maquiavelo, es decir, hasta 1531. lo que propuso Maquiavelo con la pequeña obra era, como el mimo nos lo dice, “investigar lo que es un principado, de cuantas clases los hay, como se adquieren, como se los conserva y como se los pierden”. En definitiva, es la teoría de, como obtener el poder, defenderlo y mantenerlo.

Los principados pueden ser de tres clases: antiguos, nuevos y mixtos. Los antiguos son los hereditarios y son fáciles de conservar; por ello Maquiavelo se fijara en los nuevos. La dificultad esta en adquirir y conservar un principado nuevo. Hay unos estados nuevos que se anexionan a otros ya sea por las armas o por matrimonio; estos son los principados mixtos.

Para que un principado funcione, necesita de “buenas leyes y buenas armas”. No puede haber leyes donde falta la fuerza de las armas. Pero Maquiavelo no llama buenas armas a los condotieros, a los ejércitos de los mercenarios, por que son ambiciosos, volubles e indisciplinados. Para Maquiavelo las buenas tropas son formados por los hijos del pueblo, las tropas nacionales.

Maquiavelo investiga los nuevos principados, la manera de conseguirlos y la forma de mantenerlos y defenderlos contra el enemigo a internos y externos.

Los principados nuevos se pueden conseguir con la virtud o con la fuerza. La primera fortuna, la virtud, consiste en el coraje y la fuerza de las armas. Si un principado se adquiere por la fuerza, se debe estar convencido de que solo por la fuerza podrá mantenerse. La máxima que nos ofrece es”: Todos los profetas armados han vencido; desarmados se han arruinado”. Como los pueblos son inconstantes y volubles, hay que saber utilizar la fuerza para convencerlos.

La segunda forma de adquirir un principado es por la fortuna, es decir, con fuerzas ajenas que ayudan a conseguirlo.

Este es el caso de Cesar Borgia, que llega a príncipe por la fortuna de su padre, el papa Alejandro VI, y que utiliza la fuerza para eliminar a adversarios y la astucia para conseguir alianzas, de esta manera se afianza el poder.

Se puede llegar al poder de un principado por medio de crueldades. Las crueldades son de dos tipos: las bien practicadas y las mal practicadas. (Obviamente, en este contexto de Maquiavelo mal o bien no tiene sentido moral, sino de eficacia, de utilidad pragmática.) Buenas crueldades son aquellas que emplea el príncipe al comienzo de su ejercicio y que son necesarias para consolidar su gobierno. Estas crueldades según Maquiavelo, deben realizarse con prontitud y celeridad, sin postergarlas pues de su eficacia dependerá de la rapidez para eliminar enemigos.

Malas crueldades son aquellas que no se practican al inicio del gobierno y que se alargan, creando malestar ciudadano, inseguridad y miedo. Igualmente, al no realizarlas con eficacia se pude permitir que la conspiración prospere y se pierda el poder. Maquiavalo, en su historia de Florencia había dicho: Acerca de los hombres poderosos, o no hay que tocarlos o cuando se les toca hay que matarlos”. En definitiva, la utilidad de la crueldad descansa en la rapidez para eliminar contrincantes poderosos y en la eficacia de la crueldad para mantenerse en el poder con medidas certeras.

Maquiavelo estudia el poder adquirido por un medio distinto a los anteriores: el favor de los ciudadanos. Este favor puede ser o de los grandes o del pueblo. Es preferible que sea del pueblo que de los poderosos, por que de entre los poderosos tiene muchos iguales. “Debe, pues, aquel que llega a príncipe por el favor popular conservarlo amigo, lo cual le es fácil, pues el pueblo pide de el no ser oprimido”. También, estudia la forma de impedir que al príncipe le sea arrebatado el principado por los enemigos externos. : para evitar a estos enemigos, lo deseable seria fortificar bien el principado y poseer la fuerza de hombres armados y dinero.

Existen unos principados especiales, estos son los principados eclesiásticos. Aunque estos también se consiguen por fortuna o por virtud, pero, “es Dios quien los mantiene”

Los soldados pueden ser de tres tipos: mercenarios, auxiliares y nacionales. Maquiavelo da una gran importancia a la milicia nacional, porque solamente los hijos de la patria serán capaces de defenderla.

Como debe ser un príncipe: Dos temores debe tener un príncipe; Temor por los enemigos internos y temor por los vecinos. Un príncipe debería reunir todas las buenas cualidades, pero esto no es posible; por tanto debe aprender a ser bueno y a no serlo, según las circunstancias, pero siempre aprenderá a serlo ( en apariencia). Maquiavelo parte de la condición humana, es ingrata, inconstante, disimulada, cobarde... por tanto, es mejor que el príncipe sea temido que amado. Son dos principalmente, las cualidades que reunirá el príncipe ejemplar: apariencia y producir temor. Aparentando ser lo que no es, debería mostrarse como bueno siendo astuto, sagas, hipócrita, engañoso, traidor, ingenioso y practico. Para ser temido debe ser fuerte y poseer la fuerza de la milicia. Ante sus súbditos aparecerá como piadoso, leal, humano, integro y religioso. Lo que más debe evitar el príncipe es el odio de su pueblo; por ello debe respetar la propiedad privada y no agraviar a las mujeres. El arma del disimulo la resume así Maquiavelo: “Todo el mundo ve lo que pareseis, pocos conocen a fondo lo que sois, y este pequeño numero no se atrevera a levantarse contra la mayoria, sostenida, ademas, por la majestad del poder soberano.”

Todos los medios son buenos si el fin es bueno. Lo importante son los resultados, cualquiera que sean las armas.”Que el príncipe piense en conservar su vida y su estado; si lo consigue, todos los medios empleados seran jusgados honorables y alabados por todo el mundo; el vulgo es seducido siempre por la apariencia y por los acontecimientos.”

La gloria del nuevo príncipe radicara en la doble gloria de haber fundado un estado nuevo y de haberlo mantenido y defendido con “buenas leyes, buenas armas, buenos aliados y buenos ejemplos.”




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Enviado por:Salazar Estrada Victor Jaime
Idioma: castellano
País: México

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