Psicología
El Perfume; Patrick Süskind
ANÁLISIS LITERARIO: “EL PERFUME” DE PATRICK SÜSKIND
Í N D I C E
I- INTRODUCCIÓN................................................................................... 1.
II- BIOGRAFÍA DEL AUTOR..................................................................... 2.
III- ANÁLISIS................................................................................................3.
a) TEXTO LITERARIO.................................................................................3.
b) MARCO HISTÓRICO..............................................................................10.
- Época.........................................................................................................10.
- Lugares Geográficos..................................................................................14.
IV- CONCLUSIÓN...................................................................................... 15.
V- BIBLIOGRAFÍA.........................................................................................16.
INTRODUCCIÓN
Para leer a cabalidad una obra literaria se requiere analizarla, lo cual significa penetrar en su universo y desmenuzarla cuidadosamente a fin de reconocer los diversos aspectos que la conforman.
Realizar un análisis literario no es tarea fácil. Es comúnmente atribuible a literatos o críticos, pero, dada la genialidad y rupturismo de la obra titulada “El perfume, nos parece oportuno realizar uno propio.
El Perfume de Patrick Süskind es un libro que narra la vida de Jean- Baptiste Grenouille, un niño repudiado desde pequeño, que carece de olor. Pero justamente gracias a esta situación pudo desarrollar un gran sentido del olfato. Después de pasar por distintas situaciones, logró comenzar a trabajar con un perfumista famoso en París, donde elaboró las más exquisitas fragancias. Vive aislado del mundo y al cabo de unos años vuelve a relacionarse con la gente. Se va a otra ciudad y comienza a “preparar” un gran perfume, uno propio, el que sería elaborado a costa del asesinato de veinticinco mujeres.
El análisis se referirá a la hipótesis de que en "El perfume", el protagonista Jean Baptiste Grenouille, tiene condicionado su sistema ético-moral por dos circunstancias físicas: la falta de olor humano y el desarrollado sentido del olfato. Este condicionamiento lleva a nuestro protagonista a tener una visión de mundo distinta al resto de la gente, o sea, todo lo que tenga que ver con conceptos de tipo abstracto, depende exclusivamente de la percepción del mundo a través del olfato. Por este motivo sus concepciones ético-morales son distintas del resto de las personas, lo que le trae como consecuencias el ser rechazado y proscrito (en lo que también influye su falta de olor humano), tener más independencia, que lo consideraran como un ser demoníaco y el no percato de su misma existencia.
La metodología de nuestra investigación fue analizar la obra “El Perfume” desde el punto de vista de la evolución del personaje principal, Jean- Baptiste Grenouille y recopilar las ideas que nos parecieron más relevantes de acuerdo a nuestro objetivo, para incorporarlas como citas textuales. Además, se extrajo información e imágenes desde las direcciones de Internet de los lugares geográficos, la época y el autor, para realizar un trabajo más completo.
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Patrick Süskind es un escritor alemán que nació el 26 de Marzo de 1949 en la localidad Alemana de Ansbach. Es hijo del escritor expresionista W. E. Süskind, desde 1968 a 1974 estudió Historia medieval y moderna en Munich y Aix-en-Provence (región muy cercana a Grasse y probablemente allí Sükind conoció todos los lugares que posteriormente describió). Sus obras giran en torno al aislamiento del individuo en la sociedad, y durante los años 80 colaboró en guiones televisivos. Su primera obra fue un monólogo teatral, El contrabajo(1984) que relata la difícil profesión de los músicos de orquesta. El protagonista es un contrabajista (El padre de Süskind fue contrabajista) y vive obsesionado por su instrumento y establece una relación de amor y odio. Trata de temas como: la soledad, la insatisfacción y la mediocridad.
El éxito llegó a Süskind con El Perfume(1985), que lo desveló como un gran narrador. Esta novela traducida a más de veinte idiomas, narra la vida de Jean-Baptiste Grenouille, un asesino de muchachas, que tiene un desarrollado sentido del olfato. Era rechazado por todo el mundo cuando era un recién nacido y tras buscarse la vida en distintos oficios, consigue entrar en el taller de un conocido perfumista (Baldini) donde elabora las más exquisitas fragancias de París, mientras en secreto, investiga cómo conseguir el perfume definitivo, para lo que no dudará en cometer las más horribles acciones.
Sus siguientes novelas son:
- La Paloma(1988) que trata de la historia de un sujeto (la historia transcurre en París) sólo que construye su mundo alrededor de una habitación de cuatro metros cuadrados, en donde guarda todo lo que para él tiene valor. De pronto entra una paloma en la habitación y por temor a esta paloma no puede entrar a la habitación y toda su vida cambia y se convierte en una pesadilla.
- La historia del señor Sommer(1991) es una narración para niños que entrega un mensaje de fondo. Relata la vida de un niño que tiene una vida normal (casa, familia, juegos) hasta que se aparece el señor Sommer y le cambia la vida por completo.
- Un combate(1996), que es un libro de relatos de distinta extensión, pero de la misma calidad literaria. Nos relata la historia de una pintora suicida, de una contienda de ajedrez en el jardín del Luxemburgo, del relato en primera persona de un orfebre dieciochesco en una atmósfera cercana a la de El perfume.
Todas estas novelas no tuvieron el éxito de El Perfume. Actualmente, Patrick Süskind, vive una vida aislada al lado del lago Starnberger, en su ciudad natal a la edad de 54 años.
ANÁLISIS
TEXTO LITERARIO
El análisis se basará en la vida del personaje principal: Jean- Baptiste Grenouille, incluyendo los personajes que intervinieron en su vida y los hechos que ocurrieron en ella, que fueron modificándola.
Jean- Baptiste Grenouille nace el 17 de Julio de 1738 en París, un día de verano de gran calor en el Mercado de Les Halles. Era el quinto hijo y los otros anteriores no habían podido sobrevivir. Quizás, el autor con este hecho nos quiso transmitir que Grenouille tenía “algo” especial que sus otros hermanos no tenían y por eso pudo sobrevivir. La madre fue arrestada y el niño fue cuidado por varias nodrizas y todas ellas no lo querían cuidar porque decían que: mamaba mucha leche, que no poseía el olor de los niños normales y que era un ser demoníaco.
Jeanne Bussie, la nodriza del convento de Saint- Merri le dijo al padre Terrier: “ Mis hijos huelen como deben oler los seres humanos”1. Esta nodriza fue la primera que se dio cuenta de que Grenouille no era igual a los demás y que carecía de olor, lo que lo hacía pasar desapercibido ante la gente.
Luego, el padre Terrier se queda con Grenouille, meciéndolo. Grenouille era un bebé y tradicionalmente todos los bebés lo primero que hacen es abrir los ojos antes que nada. Pero Grenouille comenzó a abrir los orificios de su nariz, y olfateó. Comenzó a rastrear todo el cuerpo del prelado, sólo con su sentido del olfato. Terrier se percató de que lo estaban husmeando, eso le provocó asco; se imaginó que Grenouille era una araña y se quiso deshacer de este pequeño. El padre Terrier fue el primero que Genouille rastreó olfativamente todo su cuerpo, habilidad que desarrollaría más aún, a medida que iba creciendo.
Para Jean, los olores de los humanos son como sus almas, y gracias a esto puede llegar a conocer profundamente a una persona sin ni siquiera verlo, lo que para la mayoría de las personas es totalmente ilógico, pues lamentablemente vivimos en una sociedad en donde se le da más importancia a la imagen que al contenido, a la belleza física que a la espiritual.
Por el repudio que Grenouille había generado en el clérigo, éste envía a Grenouille al orfanato de madame Gaillard, una señora que estaba muerta por dentro: no tenía sentimientos hacia nadie, sólo cuidaba a sus niños sin darles afecto ni cariño, no tenía sentido del olfato producto de una golpiza en su infancia, era una señora fría y calculadora.
Desde el punto de vista olfativo podemos hacer una comparación entre Grenouille y madame Gaillard: eran polos opuestos, Grenouille tenía un sentido del olfato extraordinariamente desarrollado y madame Gaillard simplemente, no lo poseía.
Patrick Süskind, “El Perfume”
Podemos percatarnos de que la única forma que madame Gaillard no se diera cuenta que Grenouille difería olfativamente de los demás y por lo tanto lo cuidara de una buena forma, era no teniendo este sentido. Esto es justamente lo que el autor, a nuestro juicio, nos quiso transmitir, porque era la única forma que madame Gaillard y Grenouille pudieran convivir.
Además los niños con los cuales convivía Grenouille intentaron en reiteradas ocasiones de asesinarlo (otra situación más en que Grenouille es rechazado).
“En cambio, los otros niños intuyeron en seguida que Grenouille era distinto. El nuevo les infundió miedo desde el primer día; evitaron la caja donde estaba acostado y se acercaron mucho a sus compañeros de cama, como si hiciera más frío en la habitación (…). Un día los mayores se unieron para ahogarlo(…). Cuando creció un poco, abandonaron los intentos de asesinarlo. Se habían dado cuenta que era indestructible. (…). Le tenían miedo”
En esta parte del libro se le compara a Grenouille con una garrapata: “O como aquella garrapata del árbol, para la cual la vida es sólo una perpetua invernada. La pequeña y fea garrapata, que se empequeñece para pasar desapercibida, para que nadie la vea y la pise. La solitaria garrapata, que se encoge y se acurruca en el árbol, ciega, sorda y muda, y sólo husmea, husmea durante años (…). Pero la garrapata terca, obstinada y repugnante, permanece acurrucada, vive y espera (…). Igual que esta garrapata era el niño Grenouille. Vivía encerrado en sí mismo como una cápsula y esperaba mejores tiempos (…). Cualquier otra mujer habría echado de su casa a este niño monstruoso”
Los seres humanos siempre tienen un sistema ético-moral, que puede diferir del resto, pero siempre tienen uno. Un sistema ético-moral, consiste en un conjunto de convicciones que tiene un ser humano, o una sociedad, basada en valores que permiten desarrollar el bien común y la paz. Este sistema se desarrolla a través de lo que percibimos, por lo tanto si todos vemos el mundo de una manera distinta, en consecuencia es probable que tengamos sistemas diferentes. Sin embargo, el de la mayoría de las personas es similar.
Cuando alguno de nuestros sentidos se altera, concebimos el mundo de un modo diferente. Esto es lo que precisamente ocurre con Grenouille, quien tiene un sentido del olfato bastante desarrollado. Para él, la percepción del mundo radica exclusivamente en los olores, y su sistema ético-moral se sustenta en este sentido.
Así, por el hecho de percibir el mundo a través de dicho sentido, tiene dificultad para comprender los conceptos abstractos como Dios, justicia, libertad, etc..., (por lo que su sistema es pobre) y al contrario comprende perfectamente lo material a través de su olor.
El olfato modifica al mundo que rodea al personaje, y lo hace variar, se vuelve opaco a las virtudes, las que al no poseer olor, no reconoce ni utiliza. Por ejemplo, al aborrecer el apestoso olor humano, escapa de él y deja descansar a su olfato a tal punto que huye de este olor desarrollando así su concepto de libertad. Este consistía en liberarse de oler humanos, dejar descansar a su olfato y desenvolver su mundo interior. Para cumplir este objetivo, Grenouille va a la región montañosa de Auvernia y vive en una cueva durante siete años, sin tener comunicación con nadie.
Por el contrario, para nosotros el concepto de libertad se refiere más a hechos rodeados por la opresión, aunque para el protagonista y para nosotros se entiende como liberarse de algo desagradable.
“Había dejado atrás la atmósfera de la gran urbe y a cada paso que le alejaba de ella el aire era más claro, puro y limpio (…).
Grenouille acogió esta sencillez como una liberación. Los apacibles aromas acariciaban su olfato. Por primera vez en su vida no tenía que estar preparado para captar con cada aliento uno nuevo, inesperado y hostil o perder uno agradable. Por primera vez podía respirar casi libremente, sin verse obligado a olfatear con cautela. (…).
Aparte, sin embargo, de esa limitación, que era innata en él, Grenouille se sentía mejor a medida que se alejaba de París, respiraba con más ligereza, caminaba con paso más rápido y adoptaba incluso de manera esporádica una posición erguida, de ahí que visto desde lejos casi parecía un aprendiz de artesano corriente, o sea, un hombre completamente normal. (…).
Lo que encontraba más liberador era la lejanía de los seres humanos. En París vivían hacinados más habitantes que en cualquier otra ciudad del mundo, unos seiscientos o setecientos mil. (…).
Siempre había creído que era del mundo en general de lo que tenía que apartarse, pero ahora veía que no se trataba del mundo, sino de los seres humanos. Al parecer, en el mundo, en el mundo sin hombres, la vida era soportable”
Para madame Gaillard, Grenouille era un vidente y como el convento de Saint- Merri suspendió sus pagos, envió a Grenouille donde Grimal, un curtidor de cueros que somete a Grenouille a diversos y duros trabajos.
Madame Gaillard trajo aquí a Grenouille porque sabía que moriría, pero esto no fue así, debido a todas las cualidades de Grenouille.
Cabe destacar que Grenouille era un ser independiente desde pequeño, y esto le ayudó a sobrevivir en cualquier situación o condición de vida, de hecho nunca dependió de nadie. Además él era un niño especial; perseverante; y trabajaba en todo lo que le dieran (hasta en las condiciones más precarias) sin dar ningún argumento. Incluso contrajo una enfermedad que comúnmente causaba la muerte, el ántrax, pero salvó milagrosamente, debido a que tenía una fortaleza superior a una persona común, porque ya anteriormente había sobrevivido en su nacimiento, no como sus otros hermanos.
1 Patrick Süskind, “El Perfume”, páginas 110 y 111
Giuseppe Baldini era un perfumista italiano que vive frustrado porque carece de imaginación para crear nuevas fragancias. Era viejo y rígido como una estatua, pequeño e inquieto, soberbio y a la vez inseguro y estricto. Era un hombre modelado a la antigua, es decir, la cuestión del honor es muy importante para él. Sentía una envidia tremenda porque siempre le superaban personas que eran inferiores a él. Se siente un hombre desgraciado. Hasta que llega Grenouille a trabajar con él y cambia toda su vida, crea nuevas fórmulas, con lo cual gana mucho dinero y fama. Pero un día Grenouille padece síntomas como fiebre, saturación de los poros de su piel y su cuerpo se cubrió de ampollas rojas y furúnculos. El estado de Grenouille era muy grave, estando de la muerte. Pero el destino le tenía deparado otro futuro, sobrevive nuevamente por sus fortalezas.
En el caso de Jean hay dos hechos de profunda importancia que lo cambian todo para él: el no tener olor y el tener un sentido del olfato bastante desarrollado. El hecho de no poseer olor, lo hace prácticamente inexistente para el resto del mundo, lo que desencadena en que tenga que pasar por circunstancias dificilísimas. Esto junto a su muy desarrollado sentido del olfato, lo obligan en un momento a buscar su olor.
“Estaba acostumbrado desde la adolescencia a que las personas que pasaban por su lado no se fijaran en él, no por desprecio, sino porque no se percataban de su existencia (…). Sólo cuando chocaba directamente con alguien, en una calle atestada o de repente, en una esquina, se producía un breve momento de percepción; y el otro solía sobresaltarse, horrorizado, mirando con fijeza a Grenouille durante unos segundos, como si viera un ser que en realidad no podía existir, un ser que, aun estando indudablemente allí, en cierto modo no estaba presente (…)”1.
Al principio Jean odia a los seres humanos, pasa por un momento en que quiere oler como ellos, quiere ser aceptado, amado y siente la necesidad de esconder su debilidad.
“Las esencias disponibles de neroli, eucalipto y hojas de ciprés sólo tenían la misión de ocultar el autentico perfume cuyo la elaboración se había propuesto: el olor del ser humano. Quería, aunque de momento se tratara de un mal sucedáneo, apropiarse el olor de los hombres, que él mismo no poseía”2.
El concepto de felicidad de Jean (de acuerdo a su sistema ético-moral), también se relaciona con los olores, porque los que le parecen agradables, especialmente de bellas mujeres, le producen una sensación de bienestar. Generalmente los seres humanos buscan la felicidad, y Grenouille no se quedaba atrás.
1 Patrick Süskind, “El Perfume”, página 145
2 Patrick Süskind, “El Perfume”, páginas 142
“Volvió a cerrar los ojos. Las fragancias del jardín le rodearon (…). Y la más valiosa, la que él buscaba, figuraba entre ellas. Grenouille se acaloró de gozo y sintió a la vez el frío del temor. La sangre le subió a la cabeza como a un niño sorprendido en plena travesura, luego le bajó hasta el centro del cuerpo y después le volvió a subir y bajar de nuevo, sin que él pudiera evitarlo. El ataque del aroma había sido demasiado súbito (…). El hecho de volver a encontrar esta fragancia en el mundo le hizo derramar lágrimas de beatitud…y la posibilidad de que no fuera cierto le dio un susto de muerte.
“(…)Grenouille salió para ver cómo seguían las cosas en el jardín de detrás de la muralla, en el otro extremo de la ciudad. Esta vez ya iba preparado para la fragancia, sabía con bastante exactitud lo que le esperaba… y a pesar de ello, cuando la olfateó…, los latidos de su corazón se aceleraron y notó que la sangre le bullía de felicidad en las venas: ella continuaba allí, la planta de belleza incomparable había sobrevivido indemne al invierno, ¡estaba llena de savia, crecía, se expandía, lucía la más espléndidas inflorescencias! (…)”1.
El perfume que hacía sólo un año se derramaba en sutiles gotas y salpicaduras era ahora un fragante río ligeramente pastoso que refulgía con mil colores y aun así los unía sin desperdiciarlos. Y este río, como comprobó Grenouille lleno de dicha, se alimentaba de un manantial cada vez más rico.
Corrió a lo largo de la muralla hasta el lugar conocido tras el que se encontraba el jardín (…). No se sentía embriagado o aturdido como la primera vez que había olfateado, sino lleno de la dicha del amante que escucha u observa desde lejos a su amada y sabe que la llevará consigo al hogar dentro de un año. Verdaderamente, Grenouille, la garrapata solitaria, el monstruo, el inhumano Grenouille, que nunca había sentido amor y nunca podría inspirarlo, aquel día de marzo, ante la muralla de Grasse, amó y fue invadido por la bienaventuranza de su amor”2.
Para alcanzarla (la felicidad), necesitaba retener su olor propio, quería oler como los demás, ser aceptado y amado. La única manera de conseguir su objetivo era quitándole el olor a otras personas. Pero ¿cómo logra esto?. Lo hace matando jóvenes mujeres de exquisito olor, para luego absorberlo y hacerlo suyo.
Es en este momento cuando entra a jugar el concepto de bien y mal. Para él este concepto, radica en el olfato, por lo tanto el asesinar a alguien, no está dentro de sus convicciones como maldad, como causar daño, sino que los olores malos corresponden a situaciones o cosas malas y tristes. Para ser feliz Jean debe conseguir lo que quiere, y en este caso para lograrlo debe matar, pero este concepto no se encuentra dentro de su clasificación olfatoria, así que simplemente pasa por sobre él.
Por este motivo en un determinado momento de la historia, decide eliminar los malos recuerdos, borrarlos de su memoria o esconderlos y estos corresponden precisamente a los malos olores.
1 Patrick Süskind, “El Perfume”, páginas 161
2 Patrick Süskind, “El Perfume”, páginas 179 y 180
“Escenario de este desenfreno era su imperio interior, donde había enterrado desde su nacimiento los contornos de todos los olores olfateados durante su vida. Para animarse, conjuraba primero los más antiguos y remotos: al vaho húmedo y hostil del dormitorio de madame Gaillard;…el hedor a cadáveres del Cimetière des Innocents; el tufo de asesina de su madre. Y se revolcaba en la repugnancia y el odio y sus cabellos se erizaban de un horror voluptuoso.
Entonces, de repente, el odio brotaba en él con violencia de orgasmo, estallando como una tormenta contra aquellos olores que habían osado ofender su ilustre nariz (…). Tan justa era su cólera y tan grande su venganza (…). Era demasiado agradable…, este acto violento de exterminación de todos los olores repugnantes era realmente demasiado agradable (…)1.
Jean posee una gran inteligencia, pero su carencia de olor, lo que para él viene a ser prácticamente el alma, lo hacen ser distinto, lo hacen buscar un olor, como ya hemos dicho. Su concepto de amor también es distinto al nuestro. Para nosotros, el amor es un sentimiento hermoso, que se suele desarrollar por otra persona (amigo (a), "pololo" (a), padres, etc...), o por algún animal, mascota. En cambio, en un ser que carece de conceptos abstractos bien desarrollados como Jean, el amor, indudablemente condicionado por el olfato, es desarrollado por el olor. A él no le gustan las víctimas a las que asesina, no las quiere, no siente amor por ellas, sólo "siente amor" por el olor que expelen, por lo agradable de éste.
“Bien es verdad que no amaba a una persona, ni siquiera a la muchacha de la casa de detrás de la muralla. Amaba la fragancia. Sólo a ella y nada más y únicamente como su futura y propia fragancia. Vendría a apoderarse de ella dentro de un año, lo juraba por su vida.
Cuando yacía en su cabaña por la noche, evocó de nuevo el recuerdo de la fragancia y se sumergió en ella para acariciarla y dejarse acariciar por ella de un modo tan íntimo, tan soñador, como si ya la poseyera realmente, y amó a su fragancia, su propia fragancia, y a sí mismo en ella durante una hora exquisita y embriagadora”2.
Por el hecho de ser un ente proscrito, Jean desarrolla en él un sentimiento de odio a los seres humanos. Al principio quería ser como los demás y cuando logra crear su ansiado perfume, se percata que había en él no un sentimiento de amor, sino que de odio a los demás.
Ahora, lo que más le gustaría sería eliminar de la faz de la tierra a estos hombres estúpidos, apestosos y erotizados (…). Y deseó que se dieran cuenta de lo mucho que los odiaba y que le odiaran a su vez para corresponder a este único sentimiento que él había experimentado en su vida y decidieran eliminarlo, como había sido su intención hasta ahora mismo (…). Quería, por una vez, por una sola vez, ser reconocido en su verdadera existencia y recibir de otro hombre una respuesta a su único sentimiento verdadero, el odio”3.
1 Patrick Süskind, “El Perfume”, páginas 119 y 120
2 Patrick Süskind, “El Perfume”, página 180
3 Patrick Süskind, “El Perfume”, página 226
Según el sistema ético-moral de Grenouille, él no tenía al amor como uno de sus valores. Por lo tanto, nunca había hecho un acto de amor, ni nadie había hecho un acto de amor por él, excepto cuando es devorado por una pandilla en el Cementerio de los Inocentes.
“En el primer momento retrocedieron con profundo respeto y pura estupefacción, pero intuyendo al mismo tiempo que su retirada era más bien una postura para coger impulso, que su respeto se convertía en deseo y su asombro, en entusiasmo. Se sintieron atraídos hacia aquel ángel humano del cual brotaba un remolino furioso, un reflejo avasallador contra el que nadie podía resistirse, sobretodo porque no quería hacerlo, ya que el reflujo arrastraba a la voluntad misma, succionándola en su dirección: hacia él.
Habían formado un círculo a su alrededor, unas veinte o treinta personas, y ahora este círculo se fue cerrando. Pronto no cupieron todos en él y empezaron a apretar, a empujar, a apiñarse; todos querían estar cerca del centro.
Y de improviso desapareció en ello la última inhibición y el círculo se deshizo. Se abalanzaron sobre el ángel, cayeron encima de él, lo derribaron. Todos querían tocarlo, todos querían tener algo de él, una plumita, un ala, una chispa de su fuego maravilloso. Le rasgaron las ropas, le arrancaron cabellos, la piel del cuerpo, lo desplumaron, clavaron sus garras y dientes en su carne, cayeron sobre él como hienas.
Pero el cuerpo de un hombre es resistente y no se deja despedazar con tanta facilidad; incluso los cabellos necesitan hacer los mayores esfuerzos. Y por eso no tardaron en centellar los puñales, que se clavaron y rasgaron, mientras hachas y machetes caían con un silbido sobre las articulaciones, haciendo crujir los huesos. En un tiempo muy breve, el ángel quedo partido en treinta pedazos y cada miembro de la chusma se apoderó de un trozo, se apartó, e impulsado por una avidez voluptuosa, lo devoró. Media hora más tarde, hasta la última fibra de Jean-Baptiste Grenouille había desaparecido de la faz de la tierra.
Cuando los caníbales se encontraron de nuevo junto al fuego después de esta comida, ninguno pronunció una palabra.
Cuando por fin se atrevieron, con disimulo al principio y después con total franqueza, tuvieron que sonreír. Estaban extraordinariamente orgullosos. Por primera vez habían hecho algo por amor”1.
1 Patrick Süskind, “El Perfume”, páginas 179 y 180
ANÁLISIS
MARCO HISTÓRICO: Época
La época en que se enmarca la novela es la Revolución Francesa. Este acontecimiento político, que ocurrió en Francia en 1789 y afectó al mundo entero, es acaso el más apasionado intento que lleva a cabo la Historia para crear, en breve tiempo y por medio de leyes, un nuevo orden en la existencia humana.
Muchas veces se desvió de su objetivo y manchó sus manos con la sangre de inocentes. Sin embargo, es innegable que su legado es perdurable y se proyecta hasta el día de hoy, ya que este hecho marca el final de la Edad Moderna y el principio de la Epoca Contemporánea.
Aunque las causas que generaron la Revolución fueron diversas y complejas, éstas son algunas de las más influyentes: la incapacidad de las clases gobernantes —nobleza, clero y burguesía— para hacer frente a los problemas de Estado, la indecisión de la monarquía, los excesivos impuestos que recaían sobre el campesinado, el empobrecimiento y endeudamiento de los trabajadores, lo insostenible de la situación, la miseria que azotaba al país, la agitación intelectual alentada por el Siglo de las Luces y el ejemplo de la guerra de la Independencia estadounidense.
La revolución ocurrió bajo el poder del rey Luis XVI, él era un hombre débil, de escasa inteligencia e incapaz de cumplir con las obligaciones de la monarquía, y por último permitió que su esposa ejerciera sobre él una excesiva influencia.
Durante su reinado, Luis XVI redujo impuestos y modificó el sistema financiero y judicial gracias a la ayuda de políticos competentes. No obstante, la nobleza (que tenía mucho poder) y la corte le impidieron llevar a cabo reformas más amplias.
En 1786 la deuda pública contraída se hizo insostenible. El pueblo francés estaba indignado por la carga impositiva a la que se le sometía para sostener el despilfarro cortesano.
El 14 de julio de 1789 el pueblo parisino asaltó La Bastilla y retuvo a la familia real en el palacio de las Tullerías, este día el pueblo se revolucionó y marcó un hito para la ciudad de las luces, y desde ese entonces se celebra el "Día Nacional de Francia".
Los monarcas, junto con sus hijos, intentaron huir a Austria en junio de 1790, pero fueron capturados y enviados a París.
En 1792 la Convención Nacional y la asamblea de diputados francesa, juzgaron al Rey acusándole del cargo de traición y lo condenó a muerte después de una votación que aprobó dicha medida por un solo voto de diferencia. Luis XVI fue guillotinado el 21 de enero de 1793 en la plaza de la Revolución (en la actualidad, Plaza de la Concordia) de París.
La Revolución Francesa significó el tránsito de la sociedad estamental, heredera del feudalismo, a la sociedad capitalista, basada en una economía de mercado. La burguesía, consciente de su papel preponderante en la vida económica, desplazó del poder a la aristocracia y a la monarquía absoluta. Los revolucionarios franceses no sólo crearon un nuevo modelo de sociedad y estado, sino que difundieron un nuevo modo de pensar por la mayor parte del mundo.
Sociedad Francesa en el siglo XVIII:
La sociedad francesa respondía en 1789, al menos desde el punto de vista jurídico, a la estructura tradicional del Antiguo Régimen, en el sentido de que era una sociedad esencialmente aristocrática en la que el privilegio del nacimiento y la propiedad agrícola constituían su fundamento.
En la cúspide de la pirámide social se hallaba la nobleza. Su número podría calcularse en esta época en unos 350.000 individuos, es decir, aproximadamente el 2% del total de la población francesa. Todos los nobles poseían privilegios honoríficos, económicos y fiscales, y en su conjunto poseían la quinta parte de las tierras del reino. Ahora bien, la nobleza no constituía un orden social homogéneo ya que existían notables diferencias entre los distintos grupos que la integraban. Los nobles, no pagaban impuestos y ocupaban los principales cargos públicos.
Entre ellos, destacaba la nobleza de Corte, alrededor de 4.000 personas que vivían en Versalles junto al rey y disfrutaban de un tren de vida y de un lujo que no siempre respondía a su verdadera situación económica. La nobleza provinciana era distinta, pues solía vivir entre sus campesinos y los derechos feudales que recibían de éstos eran su principal sostén. La nobleza de Corte, influenciada por las ideas de la Ilustración, era la principal beneficiaria de los abusos de la Monarquía y sin embargo criticaba al sistema sin darse cuenta que cualquier cambio redundaría en su propio perjuicio. Por su parte, la nobleza provinciana era completamente reaccionaria, pero se oponía al absolutismo.
El orden social más antiguamente constituido era el clero. Su número ascendía a unas 120.000 personas, es decir, aproximadamente el 1% de la población. Su base económica residía en la percepción del diezmo y en sus propiedades rurales y urbanas. En total, se estima que la Iglesia poseía un 10% del total de las tierras en Francia.
El "alto clero", compuesto por los obispos, arzobispos, canónigos y otras dignidades, se reclutaba exclusivamente entre la nobleza y su forma de vida no tenía nada que envidiarle a ésta. También, por su mentalidad, estaban estrechamente unidos al sistema social del Antiguo Régimen. Además, estaban exentos de pagar impuestos.
Por el contrario, el "bajo clero" procedía de las capas inferiores de la sociedad y su penuria económica era también comparable a la de los seglares de su mismo estrato social. A finales del siglo XVIII este sector del clero atravesaba por una grave crisis a causa de su decadencia moral y de la relajación de su disciplina, y era muy criticado por las abundantes riquezas que administraba.
La población francesa no integrada ni en la nobleza ni en el orden eclesiástico formaba parte del Tercer Estado. Era el grupo social más heterogéneo de todos y representaba la inmensa mayoría de la nación, es decir, más de 24.000.000 de personas a finales del Antiguo Régimen. Comprendía a las clases populares campesinas y urbanas, a la pequeña y mediana burguesía, compuestas por los artesanos y comerciantes, así como a muchos de los profesionales liberales: abogados, notarios, médicos, profesores.
Lo que unía a los diversos elementos del Tercer Estado era la oposición a los privilegiados y la reivindicación de la igualdad civil. La diversidad de condiciones en que se desenvolvía este grupo social les impedía llegar a alcanzar un verdadero sentimiento de clase. Sus condiciones de vida eran difíciles y constituían un verdadero termómetro por su sensibilidad ante cualquier crisis de subsistencia o ante la alteración del nivel de los precios. Debían pagar los impuestos al estado, el diezmo a la iglesia y los derechos feudales al señor.
Su situación se agravó especialmente en el siglo XVIII a causa del crecimiento de la población y el aumento de los precios. Los campesinos constituían en Francia más de las tres cuartas partes de la población total del reino. Al ser un país esencialmente rural, la producción agrícola dominaba la vida económica, de ahí la importancia de la cuestión campesina en el proceso de la Revolución.
Los campesinos constituían una población de carácter conservador, apegada a las tradiciones y a las creencias religiosas, así como a las costumbres ancestrales que habían ido transmitiéndose de generación en generación. La condición del campesino era muy variable y dependía de la situación jurídica en la que se encontraba y de su relación con la tierra que cultivaba. Los campesinos poseían sólo pequeñas parcelas. En cuanto a la situación jurídica, había siervos y había campesinos libres.
Sobre los primeros pesaba un decreto, que les obligaba a estar sujetos al señor y a pagarle derechos importantes. Entre los campesinos libres había propietarios de pequeñas explotaciones familiares, dueños de la tierra y del producto de la tierra que cultivaban y por lo tanto susceptibles de afrontar sin dificultad las alzas de precios de los productos e incluso de beneficiarse de ellas.
Existían también los arrendatarios, que eran dueños del producto que cultivaban, pero no de la tierra. Tenían que pagar el arriendo y además los impuestos civiles y eclesiásticos. Sus estrecheces económicas les llevaba a veces a complementar sus ingresos con un trabajo salarial que realizaban en su propia casa o en el pueblo vecino.
Por último, había una legión de jornaleros y braceros agrícolas, que constituían un verdadero proletariado agrícola.
Así pues, en estos años finales del siglo XVIII la sociedad caminaba hacia una nueva estructura, aunque se hallaba constreñida en las formas del Antiguo Régimen: la burguesía poseía las riquezas, pero era la nobleza la que detentaba los privilegios; el campesinado era el grupo más numeroso de la sociedad, pero era el que, en su mayor parte, vivía en las peores condiciones de pobreza; el alto clero era poderoso y la Iglesia poseía una gran cantidad de tierras, pero muchos eclesiásticos se desenvolvían con dificultades.
Estos contrastes provocaban grandes tensiones y elevaban la temperatura social a un grado que hacía prever el estallido.
En el terreno de la religión, el siglo XVIII se nos muestra, una vez más, como una época compleja, como un período de transición entre las formas tradicionales de pensamiento y vivencia religiosa y un nuevo mundo emergente más secularizado, antidogmático, fruto del triunfo de la revolución científica, que obliga a un cambio cualitativo de gran importancia a la hora de pensar en Dios y en el Universo.
Por ello, junto al ataque de los filósofos a las Iglesias establecidas, origen de una corriente anticlerical de gran éxito en el futuro, nos encontramos movimientos en el seno de esas mismas Iglesias, sobre todo la protestante, que ansían tanto renovar la vivencia de la fe como ser la respuesta a las ideas racionalistas apelando a la sensibilidad y el sentimiento.
Tampoco las diatribas en nombre de la razón conseguirán atenuar la fe ni terminar con las devociones populares, de forma que las prácticas religiosas siguen marcando la vida de la mayor parte de las poblaciones. No puede olvidarse que el siglo XVIII fue también época de peregrinaciones, el momento en que Bach crea sus misas y Haëndel sus oratorios.
Se mantiene, asimismo, el papel de la religión como medio de cohesión social dentro de los Estados, de ahí que los gobernantes, muchos de ellos piadosos, fomenten y practiquen la observancia. Ahora bien, el poder que ello supone para las Iglesias, en especial la católica, va a ser cuestionado en su legalidad y atacado a lo largo del siglo por la política de los gobernantes dirigida a poner al clero bajo su control y a su servicio.
También los ilustrados se dieron cuenta de la utilidad de este poder y algunos de ellos llegaron a defender un sistema religioso a dos niveles: uno, racional y puro para la elite; otro, sentimental para regular las mentes y los corazones de la gente.
El culto revolucionario al Ser Supremo plasmaría estas ideas. En suma, fuente de poder o vivencia personal, racional o revelada, la religión jugó un papel importante en el mundo europeo del siglo XVIII.
ANÁLISIS
MARCO HISTÓRICO: Lugares geográficos
Los lugares geográficos de una narración están ligados al ambiente en que se desenvuelven los personajes. En la obra “El Perfume”, todos los lugares geográficos están ubicados en Francia.
A continuación detallaremos los más importantes y la relación de éstos con la actualidad.
Nos parece preciso comenzar con el Mercado De Les Halles, el lugar donde Grenouille nació. El Mercado De Les Halles fue construido en el siglo XIII por Jacques de St Georges. En 1971 fue demolido para construir por debajo una vía subterránea. Más tarde, fue reconstruido y hoy es un mercado de mucha concurrencia.
El Pont Au Change es uno de los varios “ponts” que tiene París. Los Ponts son las estructuras que unen la isla de la cuidad (Ilé de la Cité), con ésta última. Pasan sobre el río Sena. El Pont Au Change está ubicado al costado del Palacio de Justicia de París. El Pont Neuf es el siguiente “pont” y está del otro lado del palacio de la Justicia. Y el Pont Royal es el que está detrás del Museo de Louvre.
El siguiente lugar importante es Auvernia y el Plomb Du Cantal. Auvernia es una región de Francia. Dentro de esta región se encuentran distintos departamentos y entre ellos está “Cantal”. El departamento de Cantal es una zona montañosa y turística y entre sus volcanes se encuentra el Plomb Du Cantal. En este volcán hay “cuevas” donde uno se puede meter tal como lo hizo Grenouille (ver imagen en anexo).
El Hotel Dieu era el lugar donde madame Gaillard no quería morir, más no fue así y tuvo que morir en una fosa común. El hotel Dieu existe hoy en día pero no hemos podido encontrar información acerca de este hotel.
El siguiente lugar donde va Grenouille después de ir a Montpellier, es Montpellier. Languedoc Roussillon es una región de Francia, dentro de esta región está el departamento de Hérault y la capital de este departamento es Montpellier.
Luego, Grenouille se dirige a Grasse. Paca es una región de Francia, dentro de esta región se encuentra el departamento de alpes maritimes y dentro de este departamento se encuentra la localidad de Grasse. Esta ciudad es hoy en día reconocida en Francia por sus perfumes y centro de atención turística.
“Rue” significa en francés calle y las más algunas que figuran en la obra son: Rue de la Llouvre (Calle del Louvre), Rue Droite y Rue Saint- Honoré, Rue des Marais, Rue Saint- Denis, etc.
Más tarde Grenouille se dirige a La Napuole, siguiendo a su fragancia deseada. La Napoule se encuentra cerca de Grasse (ver diagrama en el anexo de cómo sigue Grenouille a Laure y su familia).
El último y final destino de Grenouille es el cementerio de los Inocentes, que como bien narraba el libro, ha estado por varios siglos y le hediondez que allí había, era insoportable. Este cementerio tiene fosos desde 5 a 15 metros de profundidad.
CONCLUSIÓN
Se puede concluir que en la obra "El perfume", la carencia de olor humano y el olfato extremadamente desarrollado de Jean Baptiste Grenouille, condicionan su visión de mundo, y por lo tanto condicionan también su sistema ético-moral. Esto se prueba con las circunstancias demostradas anteriormente con el apoyo de citas textuales.
También se puede concluir que algunos lugares que figuran en la obra existen en la actualidad, por lo tanto, la historia podría haber sido verdadera.
Además, se puede decir que la obra tiene justo la época correcta, ya que Grenouille no se podría haber desenvuelto de la misma forma en otra sociedad o época.
Antes que nada yo veo a jean baptiste como bin laden,por jean badtiste tuvo en verdad poder y pudo con tan solo ir al poder mayor de ese tiempo que era la iglesia dominar al mundo entero.nosotros los creyentes todavía esperamos a un mesias y que la biblia nos dice que vendrá no hay fecha pero vendrá imaginate que pasaría si esta persona llegara a los mandos mas grandes de los poderes militares y oredenar una destrucción del mundo sabiendo que varios países pueden destruir la tierra estoy haciendo la comapracion con los terroristas de esta epoco.
BIBLOGRAFÍA
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- http://www.artehistoria.com/historia/contextos/2443.htm
- http://www.universidadabierta.edu.mx/Biblio/R/Ramos%20Jorge-Revolucion%20francesa.htm
- http://icarito.tercera.cl/enc_virtual/archivo/web/seman63/temadest1a.html
- http://www.vi-e.cl/internas/aprende/lo_mejor/revolucion_francesa.htm
Anexo:
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Enviado por: | Lore Cervantes Rojas |
Idioma: | castellano |
País: | México |