Psicología


El pandeterminismo en la vida cotidiana


Pandeterminismo en la vida cotidiana

La problemática a tratar en este trabajo, es acerca de la difundida existencia de la corriente pandeterminista en la vida de los jóvenes. Es muy común encontrarse hoy en día con el hecho de que las personas, y sobre todo los jóvenes, no quieren comprometerse con nada; desdeñan su capacidad para asumir una postura ante las diversas situaciones y se limitan a existir. Es en otras palabras, el “niahísmo” juvenil, que abandona la responsabilidad en 4 palabras: “No - estoy - ni - ahí”.

En la vida cotidiana nos salen al encuentro muchos temas que nos ponen en la obligación de tomar una postura, porque nos atañen a cada uno en particular y a la vez son trascendentes para la vida de la sociedad. Son estos temas conflictivos los que dejan traslucir el modo imperante de enfrentar las situaciones en cada época.

Hoy en día los jóvenes explícita o tácitamente demuestran, por lo general, que no tienen interés por tomar partido y jugársela por algo; sino más bien, prefieren no perturbarse ni pelear por nada, y “dejar que las cosas sean”. Así, muchos eventos importantes van pasando por el lado de la vida de las personas y se pierden en el anonimato; porque nadie los elaboró y los puso al servicio de su responsabilidad.

El hecho de no tomar partido se debe a veces al temor de sobresalir y ser distinto y único, o también a la falta de creencias y convicciones profundas, que sustenten el modo particular de enfrentar la vida y sirvan de elementos básicos para la reflexión. Ambas cosas reflejan el creciente nihilismo y ausencia de un sentido trascendental por el cual valga la pena vivir.

Este hecho afecta también al estilo de vida de los jóvenes, que está marcado por el conformismo, la falta de ideales y metas, la mediocridad en la acción, la esclavitud de la moda y la compulsión a sobresalir de forma desordenada, disruptiva y sin sentido.

Concretamente esto se manifiesta tanto en el aspecto cultural como en el social y religioso. En el plano cultural, un claro ejemplo es la falta de interés del hombre por aprender sobre temas “inútiles” y densos. Hoy lo útil es lo valorado y lo que sirve, el conocimiento práctico es el que predomina. En lo social, hay una falta de compromiso, hoy día anda o se sale, pero no se pololea. Lo mismo ocurre con el matrimonio, ya no se lucha como antes, actualmente ante el primer problema se desecha.

En el plano religioso hoy día está en boga tomarse la religión de una forma personal: “soy religioso a mi manera”, así se evita el compromiso con las tradiciones que cada religión propone.

Análisis

“Pandeterminismo” fue el nombre que le dio Viktor Frankl en la década del `50 a la apatía de la gente en general. Se refiere a la sensación de estar totalmente determinado (pan = todo, total) por las situaciones externas; y por lo tanto no vale la pena tomar las riendas de la propia vida, sino que más bien conviene dejar que esta fluya con su fuerza determinante. Frankl (1996), lo conceptualiza sosteniendo que “éste es el punto de vista de un hombre que desdeñe su capacidad para asumir una postura ante las situaciones, cualesquiera que éstas sean” (p. 125).

El autor plantea que este fenómeno es de la época actual y hace una comparación entre el hombre de hoy y el de antaño “a diferencia de los hombres del pasado, el hombre actual ya no tiene tradiciones que le digan lo que debe ser. Entonces, ignorando lo que tiene que hacer e ignorando lo que debe ser, parece que muchas veces ya no sabe tampoco lo que quiere en el fondo. Y entonces sólo quiere lo que los demás hacen (conformismo) o bien, sólo hacer lo que los otros quieren, lo que quieren de él (totalitarismo)” (ibid,1990,p.11).

Esta frase evoca varios fenómenos, tales como la falta de participación de los jóvenes en la política. Hoy no hay tanta militancia en los partidos políticos y hay muy pocos jóvenes inscritos en los registros electorales, quizás debido a que no han definido todavía su postura frente al tema, o bien porque lo que se les propone no les llena, ya que están en busca, probablemente, de algo perfecto. Esto también se manifiesta en las relaciones sociales. Antes éstas estaban marcadas por la tradición, por las costumbres, era todo más convencional, siguiendo un marco de comportamiento: las parejas se conocían, se comprometían, se casaban y luego iban a vivir juntos; hoy estos factores no siguen necesariamente el mismo orden. Actualmente existe una marcada falta de compromiso con respecto a este tema, se anda, se sale, se vive juntos para probar, quizás por un temor a tomar responsabilidades, a hacerse cargo de las propias acciones. El tipo de relación actual da pie para evadir la responsabilidad, lo cual está íntimamente ligado a la libertad de los individuos “la libertad no es más que el aspecto negativo de cualquier fenómeno, cuyo aspecto positivo es la responsabilidad” (Frankl, 1996, p.126). El ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a otras; pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser- dentro de los límites dentro de los límites de sus facultades- lo tiene que hacer por sí mismo (ibid.,p.128), es decir, tiene la capacidad de autodeterminarse. Es importante aclarar que el autor no niega la multitud de condicinamientos biológicos, sociológicos y psicológicos que nos afectan, y que sin duda nos restringen. El hombre no está libre de condicionamientos, pero sí es libre de elegir la actitud que toma frente a todos estos condicionamientos (capacidad del espíritu para hacer resistencia) (Frankl,1966). Y es esto último lo que el Pandeterminismo pasa por alto.

En nuestra opinión, la libertad es la capacidad de decidir voluntariamente lo mejor para la vida de uno, aunque esto en ocasiones signifique ir en contra de lo establecido. Cada decisión trae consigo una o varias consecuencias y el aceptarlas y hacerlas propias es la responsabilidad, “ser responsable significa ser selectivo, ir eligiendo” (Frankl, 1996,p. 32). Para esto es necesario tener un sentido en la vida, que nos guíe en cada decisión que tomemos. Frankl sostiene que la voluntad de sentido es el esfuerzo por el mejor cumplimiento posible del sentido de su existencia, es decir, el esfuerzo por ser libre. Esta opción por ser consecuente con el sentido de la propia vida muchas veces implica renunciar al placer inmediato, e incluso puede llevar al sufrimiento, que a la larga conduce a un bien mayor, que es la vida llena de sentido.

La sociedad actual, es alienante de la búsqueda de sentido. Al valorarse sólo la utilidad, la eficiencia, la productividad, el hombre no tiene tiempo para detenerse y reflexionar, a la hora de tomar decisiones, si la opción elegida es la mejor para él, si es consecuente con el sentido que se ha propuesto cumplir a lo largo de su vida. De aquí la apatía, el no estar ni ahí: el perder el norte, el objetivo y simplemente actuar casi por inercia, hace que todo dé lo mismo, permite creer que las decisiones tomadas en cada momento no son determinantes de nuestra vida, por la sencilla razón de que no sabemos qué es lo que queremos y esperamos de ella. Lo anterior hace que esta sociedad esté marcada por una falta de sentido, por un vacío existencial, el cual tiene varias causas. La primera, la falta de sentido, esto es, no tener un sentido por el qué vivir; una segunda, la frustración de este sentido (frustración existencial), y la tercera, lo que Frankl llama “neurosis noógena”, la cual , a diferencia de las tradicionales, se produce por conflictos de conciencia, por contradicciones de valores y por una frustración existencial (Frankl,1990).

“El sentido de la vida difiere de un hombre a otro, de un día para otro, de una hora a otra hora. Así pues, lo que importa no es el sentido de la vida en términos generales, sino el significado concreto de la vida de cada individuo en un momento dado” (Frankl, 1996,p. 107). Podemos descubrir este sentido de la vida de tres modos distintos: realizando una acción; teniendo algún principio; y por el sufrimiento. “El sentido no puede darse, sino que debe descubrirse” (frankl, 1990,p.29), “el sentido debe descubrirse, pero no puede inventarse” (ibid.,p.30), puesto que de inventar un sentido, este sería subjetivo, un mero sentimiento de sentido para escapar del sentimiento de vacuidad (ibid), también el sentido debe y puede encontrarse en la conciencia, ésta es un órgano de sentido, es la capacidad de encontrar el sentido único y oculto que hay en cada situación (ibid.). Es fundamental, en relación a la búsqueda del sentido, el carácter individual que éste tiene y por tanto, cada persona debe encontrarlo por sí misma.

Frankl propone una nueva forma de terapia, un método menos retrospectivo y menos introspectivo que el Psicoanálisis, mira más bien al futuro, la logoterapia. Al aplicarla el paciente ha de enfrentarse con el sentido de su propia vida, para, a continuación, rectificar la orientación de su conducta en tal sentido. La logoterapia se centra en el significado de la existencia humana así como en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre. De acuerdo con ella, la primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrarle un sentido a la propia vida, por eso yo hablo de voluntad de sentido en contraste con la voluntad de placer (Freud) y en contraste con la voluntad de poder (Adler) (Frankl,1996).

La logoterapia tiene distintas técnicas, una de ellas la “intención paradójica” que, creemos, podría ser efectiva en la problemática que estamos tratando, el Pandeterminismo. Por ejemplo, en el plano político, a nadie se le ha olvidado toda la propaganda que se hizo para motivar a los jóvenes para que se inscribieran en los registros electorales con motivo de la elección parlamenteria y el fracaso que ésta tuvo. A lo mejor, probar con la “intención paradójica” sería una buena posibilidad, es decir, en vez de decirle a los jóvenes que su voto es necesario y valioso, y casi rogarles para que se inscriban, decirles todo lo contrario. Por ejemplo, que los jóvenes de hoy son unos apáticos, que en esta sociedad no son importantes ni representativos, que su opinión no importa y que por tanto, su voto, lejos de ser determinante para los resultados electorales, será intrascendente. Así, se podría utilizar en las distintas áreas en que el pandeterminismo y la apatía están presentes.

Conceptos

  • Pandeterminismo: el punto de vista de un hombre que desdeña su capacidad para asumir una postura ante las situaciones, cualesquiera que éstas sean.

  • Vacío existencial: sentimiento de vacuidad que surge por la falta de sentido en la propia vida.

  • Voluntad de sentido: la lucha del hombre por encontrarle un sentido a la propia vida.

  • Neurosis noógena: tipo de neurosis propuesta por Frankl que surge debido a conflictos de conciencia, por contradicciones de valores y por una frustración existencial.

  • Libertad: capacidad inherente al ser humano de autodeterminarse, de elegir la actitud personal ante un conjunto de circunstancias.

  • Logoterapia: psicoterapia creada por Frankl que tiene como objetivo ayudar al paciente a encontrar el significado de su existencia, el sentido de su vida.

  • Intención paradójica: técnica psicoterapéutica de la logoterapia que consiste en proponerle al paciente desear e intentar justamente aquello a lo que tanto teme.

  • Referencias

    Frankl, V. (1950/1990). Psicoanálisis y existencialismo (4ª Reimpresión).

    México, D. F: Fondo de Cultura Económica, S.A.

    Frankl, V. (1987). El hombre doliente . Barcelona: Herder.

    Frankl,V. (1990) Ante el vacío existencial (6ª Ed.). Barcelona: Litografía rosés

    S.A.

    Frankl, V. (1996). El hombre en busca de sentido (18ª Ed.). Barcelona: Herder.

    Pontificia Universidad Católica de Chile

    Facultad de Ciencias Sociales

    Escuela de Psicología

    Teoría Humanista Existencial

    El pandeterminismo en

    la vida cotidiana




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    Enviado por:Cecilia Donoso
    Idioma: castellano
    País: Argentina

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