Filosofía y Ciencia
El mundo de Sofía; Jostein Gaarder
El mundo de Sofía
Un día, al volver del Instituto Sofía comenzará a recibir unas extrañas tarjetas de felicitación y un correo, seguidos por varias páginas mecanografiadas sobre filosofía, dirigido a otra persona, una tal Hilde ,una chica a la que no conoce, que curiosamente es una joven como ella, de su misma edad y cuyo padre también está ausente.
A partir de ahí, Sofía lee la historia de la filosofía y luego, influida por ella, usa los argumentos para discutir con su madre. Sofía se embarca en el estudio de la filosofía con Alberto Knox, un misterioso hombre de mediana edad, y descubre que ella no es más que la heroína imaginaria de una novela (llamada el mundo de Sofía) sobre la historia de la filosofía y cuyo estudio la hará penetrar en los secretos que envuelven a la hija del escritor.
El curso de Filosofía empieza con un ejemplo: todo es un misterio para nosotros que a la vez somos parte del enigma como si fuéramos un bicho que vive en la piel del conejo blanco que saca el prestidigitador del sombrero en medio de un circo, y el filósofo es el que intenta encaramarse en el pelo donde le ha tocado vivir para intentar ver.
Alberto resulta ser un tutor muy entretenido. No se limita a contarle a Sofía acerca de las ideas de tal o cual pensador. Le cuenta la historia de la filosofía desde la antigüedad hasta hoy. En la primera lección, Alberto explica el suicidio de Sócrates desde la antigua Grecia.
Después, el curso de Filosofía comienza por los filósofos griegos 600 años antes de Cristo, la discusión de los mitos y la búsqueda de las “leyes de la Naturaleza”. Los filósofos se fiaron de la razón y expusieron sus ideas: los presocráticos sobre la naturaleza, Platón sobre las ideas eternas y sobre el Estado, Aristóteles sobre las distintas ciencias, la lógica y la ética.
En la etapa siguiente, que abarca desde el s. IV a.C. hasta el principio de la Edad Media, aparecen varios movimientos los cínicos, y los estoicos como Séneca.
Viene ahora un capítulo dedicado a las corrientes filosóficas que tanto han influido en la moral de los siglos posteriores. quiero sacar algo de cada una:
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Los cínicos: (Diógenes) dicen que el mundo material no es importante y que no debemos confiar nuestra alegría ni nuestra felicidad a cosas inconstantes, fortuitas y vulnerables como las que hay en el mundo. Dicen que no hay que preocuparse por el sufrimiento ni la muerte, tampoco por el de los demás.
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Los estoicos: (Zenón de Elea, Séneca, Cicerón) creen que existe una ética universal por encima de las modas y de las diferencias geográficas, al igual que Sócrates. La naturaleza no está separada en materia y espíritu, sino compuesta de un solo elemento. Todos los procesos naturales siguen leyes inquebrantables, por tanto solo nos queda aceptarlos, de nada vale la queja.
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Los epicúreos: reflexionan sobre como se debe vivir. Abogan por el placer y la huida del dolor. Epicuro entendía que a veces un placer inmediato puede traer malas consecuencias a largo plazo, lo llama efectos secundarios. Entre los que llama placeres están además de los sensuales la amistad o el arte.
El libro sigue sigue avanzando con el misterio que para Sofía supone el personaje del filósofo anónimo, y para descubrirlo sale de acampada con su amiga Jorunn y entran en una cabaña donde ven un espejo y postales dirigidas a Hilde.
Lo suiguiente es el cristianismo, que influyó en toda la Edad Media.
En el cristianismo hay dos tipos de filosofía, la tradición griega, latina y la semita. La tradición griega es visual, adoradora de imágenes. La semita oral y con una tradición de prohibición de imágenes que llega al Islam.
En este momento la persona que le escribe sobre Filosofía aparece y va a verla, es Alberto Knag, y a partir de aquí los dos hablan de la Edad Media, San Agustín, Tomás de Aquino, etc. que fueron los filósofos de la iglesia.
San Agustín piensa que Dios creó el mundo de la nada. Ésta es una idea bíblica. Los griegos tendían a pensar que el mundo había existido siempre. Pero él opinaba que antes de crear Dios el mundo, las "ideas existían" en los pensamientos de dios. Incorporó de esta manera las ideas platónicas en Dios, salvando así el pensamiento platónico de las ideas eternas
La idea de San Agustín es que ningún ser humano se merece la salvación de Dios. Y sin embargo Dios ha elegido a algunos que se salvarán de la perdición. Para Él, por lo tanto no existe ningún secreto sobre quién se salva y quién se pierde, ya que está decidido de antemano. Somos arcilla en la mano de Dios. Dependemos totalmente de su misericordia.
San Agustín fue el primer filósofo, que introdujo la Historia en su filosofía. No hay mucho platonismo en San Agustín. La idea es que Dios necesita la Historia para realizar su "Ciudad de Dios". La Historia es necesaria para educar a los hombres y destruir el mal.
En el Renacimiento, la ciencia se enfrentó con la iglesia: Giorcheno Bruno, Galileo, Copérnico… Igual, por ejemplo, que luego Newton o Darwin.
Para hablar del renacimiento, Alberto se disfraza con un traje de época, para hablar de la edad media se disfraza de fraile. Para explicar el paso del tiempo hace una comparación con un reloj, las horas equivalen a los siglos.
Descartes en el s. XVII volvió a empezar la Filosofía por su cuenta.
En el s. XVIII lo que predominó fue el empirismo: “adquirimos nuestras experiencias mediante los sentidos”, y ésa es la fuente del conocimiento humano (Locke, Hume).
Hume responde a Descartes que sus ideas son compuestas, es decir, que une conceptos y hace castillos en el aire. Esta no es una idea simple, que recibimos de los sentidos. Hume era agnóstico y descarta así la idea de Dios:
Decía que la idea de yo no es innata, el yo es una sucesión de impresiones como una película que une fotogramas y da una idea de sucesión. Cita al budismo que afirma la misma conclusión como dogma. Recuerdo que Borges en su libro sobre el budismo cita a Hume.
Un milagro es, según Hume, una ruptura con las leyes de la naturaleza. Pero no tiene sentido decir que hemos percibido las leyes de la naturaleza. Percibimos que una piedra cae al suelo cuando la soltamos, y si no hubiera caído, nos habría extrañado.
Pone un ejemplo muy simpático de lo que son las leyes. Dice que si un niño de dos años y un adulto ven una piedra que no cae, sino que queda flotando en el aire el adulto se sorprendería más. Luego lo que llamamos leyes es la costumbre de ver un fenómeno repetirse muchas veces. Ser empirista supone no creer que las leyes existen en sí, estar dispuesto a admitir que la realidad puede sorprendernos.
A Espinosa le responde Hume que la moral no es una cuestión de razón sino de sentimientos.
Actuar responsablemente no equivale a agudizar la razón, sino a agudizar los sentimientos que uno tiene hacia los demás. "No va en contra de la razón el preferir la destrucción del mundo entero a tener un rasguño en un dedo", dijo Hume.
Hume está cercano al psicoanálisis en su concepción del mundo como hechos de los que no debemos sacar conclusiones, y en su énfasis en la sensibilidad como modelo ético.
Hegel crea el último sistema teórico. Es el último filósofo que quiere explicar el mundo.
Se refiere a la flor con la cual has soñado.
Por si de verdad hay un escritor que e inventa la historia sobre el padre de Hilde en el Líbano, de la misma manera que él se ha inventado nuestra historia...
De nuevo me remite a Borges. El tema aparece en un cuento de ficciones que se llama "Las ruinas circulares". ¿Es una preocupación general de todos los filósofos, la del sueño que se anuda? Son, sin duda preocupaciones tan ajenas a los problemas cotidianos...
Hegel plantea la idea de que las ideas son históricas, son ciertas en una época pero falsas en otra. Esta visión parece la de un sofista. Aplicada al mundo parece ridícula, pero aplicada a la moral parece una excusa para justificar los errores.
Existen dos visiones del mundo, la unitaria (Spinoza, Hegel) y la atómica (Leibniz, Kierkegaard).
Kierkegaard dice que hay una evolución en el hombre desde la actitud estética, luego a la ética y finalmente llega a la religiosa. Yo siempre he pensado que la evolución era a la inversa.
Marx y Kierkegaard escucharon las clases de Schelling. Kierkegaard hizo una tesis sobre Sócrates, y Marx sobre Demócrito y Epícuro.
Por "esencia" entendemos aquello de lo que algo consta, es decir la naturaleza de una cosa. pero, según Sartre, el hombre no tiene una naturaleza innata. Por tanto el hombre tiene que crearse a sí mismo. Tiene que crear su propia naturaleza o "esencia" porque esto no es algo que venga dado de antemano.
A Través de toda la historia de la filosofía, los filósofos han intentado da una respuesta a qué es el hombre, o qué es la naturaleza humana. Pero Sartre pensaba que el hombre no tiene una tal "naturaleza" eterna en que refugiarse. Por eso tampoco sirve preguntar por el "sentido" de la vida en general. Estamos, en otras palabras, condenados a improvisar. Somos como actores que entran en el escenario sin tener ningún papel estudiado de antemano, ningún cuaderno con el argumento, ningún apuntador que nos pueda susurrar al oído lo que debemos hacer. Tenemos que elegir por nuestra cuenta como queremos vivir
No existen valores o normas eternas por las que nos podamos regir. Precisamente por eso resultan tan importantes las elecciones que hacemos. Porque somos completamente responsables de todos nuestros actores. Sartre destaca precisamente que el hombre jamás debe eludir la responsabilidad de sus propios actos. POr eso tampoco podemos librarnos de nuestra responsabilidad amparándonos en que "tenemos que ir al trabajo", o que "tenemos que" dejarnos dirigir por ciertas normas burguesas sobre como debemos vivir. la persona que, de esta forma, va entrando en la masa anónima, se convierte en un hombre impersonal de esa masa. Él o ella se ha refugiado en la mentira de la vida. Porque la libertad humana nos exige poner algo de nosotros mismos, existir "auténticamente”
Seguimos con Sartre:
Si estás enamorada y estás esperando que tu amante te llame por teléfono, entonces "oyes" tal vez toda la noche que no llama. Captas precisamente el hecho de que no llama. Si vas a esperarlo al tren, y sale un montón de gente al andén sin que tú veas a tu amado, entonces no ves a todos esos otros. No hacen más que estorbar, no significan nada para ti. Incluso puede ser que te resulten directamente repugnantes, pues ocupan mucho espacio. Lo único que captas es que él no está allí.
Dedica el capítulo también a Simone de Beauvoir y a su libro, El segundo sexo.
Se refería a la mujer. En nuestra cultura se la ha convertido en "el segundo sexo". Sólo el hombre aparece como sujeto, y la mujer se convierte en un objeto del hombre. De esta manera, se le quita la responsabilidad de su propia vida.
Ella tiene que reconquistar esta responsabilidad. tiene que recuperarse a sí misma y no sólo atar su identidad al hombre. Porque no es sólo el hombre el que reprime a la mujer.
Al no responsabilizarse de su propia vida, la mujer se reprime por si misma.
Se puede decir entonces que la acción de la novela transcurre en dos vertientes distintas: por un lado, la acción de lo que le ocurre a la protagonista; por otro, la historia que nos cuenta el profesor de Filosofía, que es la parte dedicada al aprendizaje. Un aprendizaje entretenido y que, además, se ve motivado por el misterio que provoca saber que después de aprender cosas nuevas sobre algo provechoso como es la Filosofía, poco a poco se nos irá desvelando el misterio que rodea a la acción de lo que pueda ocurrirle a Sofía, la niña protagonista. Aunque yo me atrevería a decir que el verdadero protagonista de “El mundo de Sofía” es el lector del libro. Él es quien aprende, él es quien disfruta y él es quien desvela la intriga de la historia.
En esta novela se nos marca el proceso de una chica que va asumiendo su identidad al descubrir la capacidad humana de hacerse preguntas sobre sí misma y sobre todo lo que le rodea. De ahí su interés por la Filosofía.
A lo largo de la novela, Sofía irá desarrollando su identidad a medida que va ampliando su pensamiento a través de las enseñanzas de su profesor filósofo: porque la Verdad es mucho más interesante y más compleja de lo que podría haber imaginado en un principio.
La trama en la que Sofía vive sus misteriosas aventuras mantiene en vilo al lector hasta el final. La ficción va de la mano del misterio: todo ocurre a partir de situaciones fantásticas que comienzan a pasar en la vida de una niña de 14 años. Y de pronto, existen dos niveles de la realidad: uno donde se mueve el lector y otro donde habitan los espíritus. A lo largo del libro se va quedando un sabor racionalista en los labios del lector.
Pero me ha sorprendido que Gaarder, que con su libro pretendía hacer una obra didáctica para enseñar Filosofía, haya mezclado la Historia de la Filosofía con una historia imposible, de lo desconocido… Debe ser para atraer más la curiosidad de los jóvenes, no lo sé; en cualquier caso la mezcla no está mal hecha para mi gusto.
En “El mundo de Sofía” la magia se desliza por entre las diferentes concepciones del mundo de los grandes filósofos y cuando el lector está metido plenamente en el cuerpo de la obra, llega un momento en que no sabe ni dónde está parado, pero ese tipo de desconcierto es el que conduce al asombro, tan necesario para filosofar.
Me ha gustado mucho la obra. Llegué con mucho interés al final, al día del decimoquinto cumpleaños de Hilde, y el regalo prometido que era un libro, el libro que tenía en mis manos, “El mundo de Sofía”, un regalo con el que se puede crecer. A partir de ese momento era Hilde quien leía el libro de Filosofía.
Pienso que es una experiencia gratificante leer una novela de aventuras para aprender una materia que con tan mala pinta aparece muchas veces como es la Filosofía. Siempre me ha gustado mucho la literatura, y me parece una gran idea utilizarla para aprender diversas materias. Creo que se debería dar más importancia y tiempo a leer libros como éste y menos a aprender de memoria los temas
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Enviado por: | Guillermo Vázquez Laguna |
Idioma: | castellano |
País: | España |