Economía y Empresa


El mercado y la globalización; José Luis Sampedro


1º A.D.E

El mercado y la globalización

Jose Luis Sampedro nació en barcelona en 1917, la procedencia geográfica y cultural de su familia influyó en su obra de una forma muy importante, ya que su padre nació en Cuba,su madre en Argelia y sus abuelos en Lugano y Manila.Pasó su infancia en Tánger y en 1936 fue movilizado por el ejército republicano aunque más tarde se paso al otro bando.Sus primeras novelas fueron escritas al finalizar la guerra civil.En 1951 fue nombrado asesor del Ministro de Comercio es en éste periodo cuando comienza a escribir sus obras sobre economia; más tarde fue nombrado catedrático y creó junto con Aranguren y Tierno Galván el centro de estudios e investigaciones.Compaginó a lo largo de su vida la actividad docente con la de economista en el Banco Exterior.

El autor con un lenguaje sencillo y asequible para todo tipo de público intenta desmenuzar las tesis esgrimidas en el foro de Nueva York y en el de Porto Alegre en 2001 para arrojar luz sobre la globalización neoliberal más allá del punto de vista económico. El libro lo podriamos dividir en dos partes una primera que habla sobre el mercado y su evolución, y una segunda que va directo a la llamada globalización.

En la primera parte Sampedro define el mercado como “el lugar donde se concentra, por un lado, vendedores que ofrecen sus mercancías a cambio de dinero y, por otro, compradores que aportan su dinero para conseguir esas mercancías”.aunque a la definición le falta la cualidad esencial de todo mercado que es la voluntariedad de las acciones; no tanto que haya varios oferentes y varios demandantes con dinero sino que las relaciones se lleven a término sin coacción. Por lo tanto en un mercado es indispensable que exista una oferta, una demanda (que fijarian el precio) y que la relación entre ellos sea voluntaria.

Para ejemplificar la voluntariedad necesaria en el mercado pongamos como ejemplo una plaza pública de un país comunista donde los funcionarios gubernamentales se agrupan para entregar a los proletarios, a cambio de bonos estatales, las mercancías que previamente han convenido que debían ser entregadas. Nadie podría calificar esta situación de mercado, porque no se cumple el requisito esencial de la voluntariedad de la acciones. Sampedro omite esa cualidad de todo mercado. Y es que toda acción que se realice, por ser voluntaria, implicará para ambos actores una mejora en su bienestar y una satisfacción de sus necesidades que en mi opinión es imprescindible en un mercado.

El producto expuesto en el mercado no llega directamente al consumidor, ya que, la cadena distribuidora puede tener muchas variantes hasta llegar al consumo final.

La economía de mercado funciona poniendo toda clase de productos al servicio de quienes lo demandan. El mercado es indispensable ya que nadie produce todo lo que necesita, sino que se especializa en una actividad, y con ello gana dinero para comprar lo que otros producen. Esto produce la variación de las existencias y los precios.Tanto compradores como vendedores influyen sobre los precios, en su formación y en su variación. Los precios son producto del valor, y, dado que no existe una mente social que fije unos valores universales, la valoración sigue y seguirá siendo un proceso individual.

Por otro lado “poner toda clase de productos al alcance de quienes los solicitan” sólo se manifestaría en un “mercado de competencia perfecta”, donde “ningún participante puede influir individualmente sobre precios y cantidades y todos están plenamente informados”. Ese mercado “vendría a funcionar como una brújula indicadora de las inversiones más productivas”, de manera que “una mano invisible convertiría la acumulación de egoísmos individuales en el máximo altruismo colectivo”. Pero, como se apresta a señalar Sampedro, “desgraciadamente, la perfección de ese mercado teórico nunca se cumple”. Debido a que ésta brújula indicadora no existe se recurre al ingenio empresarial; el mercado ofrece indicios, como los beneficios o los diferenciales de precios entre los factores de producción y los esperados por los bienes de consumo, pero esos indicios deben ser continuamente descubiertos por el actor económico; he ahí la importancia coordinativa de la función empresarial, la única mano, bien visible, del capitalismo. Pero continuando con nuestro mercado perfecto el autor hace referencia al ajuste automático que se produce entre oferta y demanda, es decir, el precio se fija según la cantidad de oferta y demanda que exista en el mercado; si hay un exceso de oferta el precio bajará ya que el consumidor tiene muchas opciones de compra teniendo él el poder de comprar o no a una empresa mientras que si la oferta es pequeña es el oferente quien tiene el poder de fijar el precio ya que no existe el peligro de que su producto sea comprado a otro oferente.

Teniendo en cuenta que el mercado perfecto no existe no es coherente que se califique al mercado real de imperfecto, ya que la perfección no existe ni puede ser conseguida. El autor hace referencia a la coacción en la libertad del consumidor que se produce en el mercado a través de horribles técnicas de marketing y buscando el beneficio empresaril en vez de satisfacer al consumidor;los problemas que encuentro en ésta idea es que la definición que tiene el autor de libertad no nos la expresa y una confusión entre libertad y poder adquisitivo; ¿Una persona es tanto más libre cuanto más pueda comprar?¿Las personas pueden quedar supeditadas a un régimen de esclavitud, pero en tanto en cuanto conserven cierto dinero en su propiedad son libres?Desde mi forma de verlo,una persona es libre en tanto en cuanto el rumbo de su acción no se ve perturbado por otra. El pobre es, sin lugar a dudas, una persona libre mientras que sus acciones no se vean alteradas por otras personas;es libre ya que tiene capacidad para elegir los medios para satisfacer sus fines; medios que probablemente pasarán por la búsqueda de un puesto de trabajo, nadie le obliga a elegir unos o otros medios sino que algunos quedan a su alcance y otros no debido a su poder adquisitivo no a una restricción en su libertad.

Dada la información incompleta del mercado, debe existir una especie de coordinación entre los deseos de las personas y la satisfacción de los mismos, a la persona le resulta inabarcable complacer todas y cada una de sus necesidades por sus propios medios; así, tiene que recurrir a que otras personas intuyan sus necesidades y busquen los instrumentos para darles respuesta: la función empresarial.El mecanismo es tan sumamente complejo que los más hábiles serán los que mejor satisfagan las necesidades de las personas y, por tanto, los que obtengan mayores beneficios. No son los fuertes, sino los hábiles, quienes desean una mayor libertad. Sin función empresarial las necesidades se satisfacen al arbitrio, sin rumbo ni razón produciendose un desajuste.

Sampedro nos dice que “En los países con sistemas económicos fuertemente planificados era frecuente la formación de largas colas de compradores para conseguir algunos productos (…) En los países occidentales también existen esas colas, sólo que resultan invisibles, las integran los compradores atraídos por la oferta, pero que ni siquiera se acercan a la tienda porque no tienen dinero suficiente para adquirir los artículos que desean”. La intención de ésta afirmación no es otra que la de equiparar la catástrofe económica del comunismo con la del capitalismo, pero el principio más básico en la ecónomia es que en el mercado no se trata de repartir la riqueza inmutable, sino de incrementarla y el comunismo era y seguirá siendo incapaz de crear riqueza ya que, el comunismo generaba cientos de miles de productos; la inmensa mayoría de ellos sin utilidad alguna. despilfarraba los recursos escasos(le faltaba la función empresarial que observara la demanda y produjese según ésta).

El progreso económico deriva, en consecuencia, de la reducción permanente de las situaciones de escasez; todo lo contrario a lo que tendían las economías planificadas.

Refiriendose a la competencia monopolística el autor nos argumenta “En tales casos el comprador carece de libertad: si desea la mercancía ha de someterse al precio y condiciones que se le impongan”. Pero en esta afirmación yo encuentro una clara contradicción ya que si el individuo adquiere un bien o servicio será porque la satisfacción que deriva de la transacción supera el coste de oportunidad de la misma. No se impone nada al consumidor, éste sigue actuando conforme a su escala de preferencias. Si los precios son desmesurados o predatorios, el monopolio simplemente desaparecerá por falta de demanda. Sampedro asegura que “los poderosos directivos y sus grandes empresas avanzan en la vida pateando triunfantes por encima de los pueblos”. ¿Cómo puede triunfar una empresa sin satisfacer a las personas? Una acumulación de beneficios no señala más que una previa acumulación de necesidades satisfechas. Ninguna empresa puede avanzar pisoteando a los pueblos, sino sirviéndolos. El autor ejemplifica su afirmación comparandolo con la guerra “Los beneficios del complejo industrial-militar crecen con las guerras, siempre dolorosas para los pueblos” pero el complejo industrial-militar como cualquier empresa, proporciona aquellos bienes que le son demandados, en estes caso por parte del estado; y al contrario de lo que él afirma no pisotea a los pueblos, robándoles fiscalmente su dinero y demandando aquellos bienes, no deseados por los individuos,sino que pretende satisfacer en un determinado momento una necesidad (claro que ésta necesidad no es plato de buen gusto para nadie). Continuando con el ejemplo que propone el autor podriamos demostrar cómo el estado es totalmente incapaz de satisfacer las necesidades de los individuos descartando entonces, la economía planificada cómo modo de satisfacer las necesidades de los individuos y la necesidad de un mercado.

Sampedro nos brinda la idea de que el mercado se autorregula y no tiene la necesidad de responder ante nada ni nadie, pero en la realidad, las empresas producen para los consumidores, su producción debe ajustarse el control de la cuenta de pérdidas y ganancias permite conocer si se está dando respuesta a las más elevadas necesidades o si se despilfarran recursos con otros usos prioritarios en el segundo caso sería un juez quien decidiese la cesación de la actividad.

El interés de las empresas privadas y públicas no es el mismo aunque coinciden en parte. Las empresas buscan las mayores ganancias posibles, mientras que el interés común es otro, en el que a veces hay que sacrificar el beneficio económico. El mercado establece precios y condiciones

mirando solo por el fin económico y no por fines sociales, cuya defensa requiere medidas correctoras hacia las empresas que en la realidad vienen dadas por parte de el estado.

Para hablar de la evolución del mercado partimos de la base de que el mercado viene siendo indispensable desde la antigüedad, en la que se comenzo comerciando a trueque,y se llegó hasta la moneda, el dinero, que se convirtió las en algo mucho más útil y cómodo facilitando las operaciones de cambio. Además debemos tener en cuenta que la economía a nivel estatal, nacional, está condicionada por dos factores, el tecnológico (nueva economía), y el industrial; mientras que en un entorno internacional la economia está condicionada por las posibilidades instantáneas de comunicaciones y transferencias económicas; y la amplia liberalización de las empresas privadas.

El poder económico empresarial común e internacional es la denominada globalización, y aqui nos da pie el autor para comenzar con la “segunda parte” o sgundo tema del que trata el libro, la Globalización.

Como resumen podriamos concluir que en su primera parte hace un análisis, intentando explicar cómo funciona el mercado llamado “libre” con la ley de la oferta y la demanda, y afirma que no se busca la verdadera necesidad del comprador, sino hacerle caer en el simple hecho de gastar y consumir, para que las multinacionales se llenen sus bolsillos. Ataca también a los sistemas políticos de los llamados grandes, por no regular el mercado con unas normas que impidan el monopolio en muchos productos y servicios.

La Globalización es el nombre que se le da a la más moderna, avanzada y amplia forma del mercado mundial. Sampedro analiza la globalización como un mercado mundial y tiene un concepto del mismo construido sobre la base de que el mercado nacional no ésta regulado y solamente se basa en el beneficio de las empresas,ahora serán multinacionales, “El objetivo de los operadores no es tanto incrementar la producción de bienes para elevar el nivel de vida colectivo, como multiplicar sus beneficios aprovechando diferencias en los tipos de cambio”; respecto a la inflación, en mi opinión y la del propio autor en otro de sus libros, es una necesidad para mantener el beneficio, por lo tanto si esa necesidad ésta ahi y forma parte de la economía ¿por que no vana poder las empresas beneficiarse de ella?

También se afirma en el libro “Mientras en la democracia cada persona encarna un voto, en el liberalismo económico el voto corresponde a cada unidad monetaria y no a cada ciudadano. La globalización es totalmente antidemocrática”. Desde mi punto de vista, una persona es una persona, y no un voto. El papel del individuo es más relevante que el de depositar su opinión en una urna. El individuo es la suma de sus capacidades, de sus preferencias, de sus emociones.. La comparación de que cada unidad monetaria corresponde a un voto deberiamos situarla en el mercado real, donde las transacciones son totalmente voluntarias y es imposible e impensable la imposición violenta, el mercado es un ámbito libre donde las personas son personas y las unidades monetarias son unidades monetarias.

El siguiente punto que trata el autor es el de los opositores a la globalización los llamados alegrenses “un conjunto heterogéneo que abarca desde las más radicales posiciones antisistema hasta las más pacíficamente solidarias contra la injusticia y la pobreza”, el problema con el que se encuentra éste grupo, son los prejuicios que se tienen sobre él, “El primero es el de cargarles a todos con la culpa de violencias registradas que -aparte de que serían reacción explicable a la opresión cotidiana de los abusos- sólo son imputables a mínimos grupos (…) El segundo es el de la negación de ideas sólidas, frente al pensamiento liberal o único”.El movimiento antiglobalización, tal y como afirma el autor, va mucho más allá que los circunstanciales destrozos o prostestas originados en algunas ciudades, existe una teoría y unos ideales en el movimiento antiglobalización.

Me ha llamado la atención la afirmación “Si toda esa teoría social disidente de la oficial y sus publicaciones son poco conocidas es porque el poder económico dominante y los autores a su servicio condicionan con aplastante superioridad los medios de comunicación social hasta el punto de ahogar las voces oponentes con sus técnicas manipuladoras de la información y desinformación”; en mi opinión, vivimos en una sociedad en la que son respetadas y aceptadas todas las opiniones, y si no lo fuera como afirma el autor él no podría haber publicado su libro, ni tampoco se podrían manifestar cómo lo hacen en nuestra universidad muchos alumnos, ni habría debates en la televisión sobre economía..todo estaría controlado por un super poderoso que no querria que se hablaran de ciertos temas, pero yo creo que hoy en dia y en nuestra sociedad tal persona no existe, ni se le permitirá que exista.

Estoy de acuerdo con Sampedro en que es necesaria “una autoridad supranacional con jurisdicción planetaria y capacidad ejecutiva” ya que al igual que dentro de unas leyes nacionales se autorregula el mercado nacional, el internacional debería atenerse a ciertas medidas sin que éstas limitarán su libertad para regularse pero que por ejemplo, todas las fábricas, se encuentren en el país que se encuentren, respeten los derechos humanos; la legislación mundial debería refular que se respete el libre comercio; es necesario que se fijen unos salarios mínimos y que no se pague con cuencos de arroz como se hace hoy en dia en algunos países tercermundistas por trabajar; es humano imponer una ley mundial que prohiba la explotación de menores y que regule los horarios de trabajo,y sanciones millonarias que lleven a la quiebra a las empresas que no las cumplan.

Al término globalización se le da un carácter muy moderno y actual, pero lo cierto es que, ya en la antigüedad existía una globalización en la que el más fuerte decidía sobre el más débil, antiguamente eran los imperios lo que imponian leyes sobre todos sus territorios, hoy en día no es así, no se imponen los más fuertes sobre los demás de forma violenta, sino que se pueden imponer de otras formas, ahora no se llevan las guerras, ahora no se llega hasta la destrucción total de un país sino que se le ataca de manera financiera, hoy en día se hace más daño con el dinero que con las armas.

A la globalización la denominan la mejor forma de mercado actual, debido a la tremenda facilidad de comunicación que hay en el mundo, y al imparable avance de la tecnología; pero en verdad el único avance real y comprobado es el uso de Internet, y a lo que nadie encuentra una explicación, es a que el 80 % de la riqueza mundial, este sólo compartida por el 20% de la población.

Sampedro termina afirmando que otro mundo es posible, pero que a su vez otro mundo es seguro, ésto quiere decir que es es posible cambiar la forma de llevar el mundo, es decir, cambiar que exista un mundo subdesarrollado y otro desarrollado, que con un poco de inversión por parte de todos los países podriamos hacer otro mundo, pero esto depende de que alguien con poder lo proponga y obligue a hacerlo, y la probabilidad de que pase eso, es sólo posible; mientras que el avance de la ciencia, de la tecnologia, de la vida en general es algo incontrolable y que nos empuja a otro mundo, que no sabemos a donde nos llevará, pero la probabilidad de que surja otro mundo diferetene y que no podamos hacer nada es cien por cien seguro. El autor con éste libro pretende, desde mi punto de vista, que cambiemos nuestra forma de pensar, que luchemos por ése mundo posible y que no nos conformemos con el que seguro que va a venir, pero hoy por hoy cada individuo se preocupa por él mismo, no le importa la sociedad en la que vive sino trepar y llegar a ser el mejor, la gente hoy en dia en su propia vida no se conforma con lo que tiene sino que quiere más, pero no piensa así para el resto de la sociedad ni del mundo.




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País: España

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