Lenguaje, Gramática y Filologías
El extraño caso del Doctor Jekyll y Mister Hyde; Robert Louis
FICHA DE LECTURA
1-FICHA DEL LIBRO
Autor: Robert Louis Stevenson
Titulo: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
Editorial: Santillana
Nº de páginas: 128
Lugar y fecha: Madrid 2004
2-RESUMEN
Esta historia empieza un atardecer, en uno de los muchos paseos que hacían el abogado Utterson y Mr. Enfield. Paseaban por un callejón de Londres, en el barrio del Soho, cuando un piso les llamó la atención. Éste, no tenía ventanas ni balcón alguno. Sólo se veía en él una puerta en el piso inferior. Mr. Enfield empezó a explicar un extraño acontecimiento que había ocurrido delante de ese piso. Explicó que un hombre y una niña se cruzaron de frente y el hombre empezó a pisotear a la niña y la había dejado allí tirada en el suelo. Entonces, Mr. Enfield corrió hasta atrapar al hombre y lo llevó junto a la niña. Allí ya había llegado un médico y toda la familia que obligaron al hombre a pagar 100 libras por los daños causados. Entonces, el hombre entró en ese piso, cogió el dinero y se lo dió a la familia.
Cuando su amigo terminó de contar la historia, Mr. Utterson se fue a su casa y, cuando llegó allí cogió el testamento de Mr. Jekyll y lo leyó. En él ponía que se lo dejaba todo a Mr. Hyde. Como Utterson no sabía quien era este Mr. Hyde, fue a casa de Lanyon a preguntárselo. Él posiblemente lo sabría ya que Jekyll y él se veían a menudo. Pero tampoco supo nada de ese Mr. Hyde. Esa noche no pudo dormir. Todo el rato veía a un hombre sin rostro pegar a una niña.
Desde aquella noche, Mr. Utterson pasaba muy a menudo por la calle de aquel piso. Quería ver al hombre al cual pertenecía ese piso. Pasó por allí muchas veces, hasta que un día, vió como un hombre bajito entraba en esa casa.
Utterson corrió hacia el hombre y le pidió si él era Mr. Hyde, y sí lo fue. Entonces, Mr. Utterson caminó hasta la casa de Jekyll. Le abrió su criado pero Jekyll no estaba. Así que Utterson se fue. Al cabo de unos días, Jekyll hizo una cena de amigos y Mr. Utterson fue invitado. Éste se quedó hasta que todos se fueron. Entonces, le contó a Jekyll todo lo de Mr. Hyde y le dijo también que dejárselo todo a él, era una locura. Pero a Mr. Jekyll le daba igual lo que dijese el abogado. Él tenía claras sus ideas y no quería volver a hablar del tema. Y así lo hicieron pero sólo durante un año, porque después de este tiempo, ocurrió una cosa horrible sobre Mr. Hyde. Éste, se había encontrado por la calle a un viejo y lo había golpeado hasta matarle. El viejo llevaba una carta para Mr. Utterson y la policía se la llevo hasta su casa. Utterson quiso ir a ver el cadáver para ver si lo reconocía. Fue al lugar del crimen y lo reconoció. Era Danvers Andrew, un cliente suyo. El único testigo dijo que el agresor era un hombre bajito y de aspecto malvado. Utterson pensó enseguida en Mr. Hyde. Él era el más sospechoso, así que Utterson llevó a la policía hasta su casa. Cuando llegaron allí, sólo encontraron a la portera que les dejó entrar sin problemas. Registraron la casa y solamente encontraron el bastón con el que Hyde había matado al hombre y algunas cosas más.
Aquel día, Utterson fue a casa de Jekyll y le contó lo ocurrido. Jekyll le dijo que estuviera tranquilo porque Hyde no volvería a aparecer. Le dijo que había recibido una carta suya que ponía que estuviese tranquilo que tenía unos métodos para escapar. También dijo que había sido entregada en mano y sin sello. Utterson se la guardó y al salir le preguntó al criado que cómo era la persona que le había entregado la carta y él le dijo que no había llegado nada fuera del correo. Mr. Utterson quedó muy intrigado con todo esto.
Mr. Utterson hizo venir a Mr. Guest, que sabia de letras y ortografía. Le enseñó la carta de Mr. Hyde y entonces Guest cogió una de Mr. Jekyll y las comparó. Las letras eran muy parecidas. Sólo se diferenciaban en la inclinación de la letra. Entonces Mr. Utterson quedó aún más intrigado con todo ese misterio. Todo eran preguntas sin ninguna respuesta.
Pasaron los días y en éstos Utterson fue a cenar a casa de Lanyon. Estaba pálido y más delgado que de costumbre. Hablaron un rato y después de la cena Lanyon le dió un sobre con una carta. Éste ponía: “No deberá abrirse hasta la muerte o desaparición del doctor Henry Jekyll”. Utterson no entendía nada.
Uno de los domingos siguientes, Utterson daba uno de sus paseos con Mr. Enfield, cuando pasaron por delante de la casa de Mr. Jekyll. Éste estaba mirando por una ventana. Utterson y Enfield le saludaron y le invitaron a que fuese a dar un paseo con ellos y les dijo que no, que podían hablar desde la ventana. Pero en el momento que se lo decía, su rostro cambió descaradamente. Tenía tal expresión de terror y desesperación que a los caballeros se les congeló la sangre. Inmediatamente Jekyll cerró la ventana y Utterson y Enfield se fueron callados y asustados por lo que acababa de ocurrir.
En una de las siguientes noches, el criado fue a visitar a Mr. Utterson. Le dijo que en su casa pasaban cosas raras, muy raras. Su amo no salía desde hacía un tiempo de su despacho y que su voz no era la de siempre. Ahora tenía una voz áspera. Utterson y el criado hablaron durante un buen rato hasta llegar a una posible conclusión: alguien había asesinado al doctor Jekyll. Y según el criado ese alguien podría ser nada más y nada menos que Mr. Hyde. Utterson decidió acompañar al criado hasta la casa de Jekyll para ver la situación. Una vez allí, tiraron la puerta del despacho del doctor Jekyll, y allí estaba, Edward Hyde, en medio de la habitación. Se había suicidado posiblemente después de haber asesinado al doctor Jekyll. Utterson y Poole registraron la casa por todos los lados esperando encontrar el cadáver de Jekyll, pero no lo encontraron. Lo único que hallaron fué una carta de Jekyll dirigida a Mr. Utterson. En ésta ponía que antes de leerla tenía que leer la carta que Lanyon le debía haber entregado hacía un tiempo. Utterson le dijo al criado que se iba a su casa y que, tras haber leído las cartas con más tranquilidad, volvería para llamar a la policía.
Utterson se fué a su casa y al llegar allí, cogió rápidamente la carta de Lanyon y la leyó. En ésta había una cosa muy rara. Jekyll le pedía a Lanyon que, con un herrero, fuesen a su casa. Forzaran la puerta de su despacho y luego, en el armario de cristal tenía que coger el cajón. Entonces tenía que llevárselo a su casa, y esperar a que un hombre viniese a la media noche de parte de él y tenía que entregarle el cajón.
Después de leer esta carta, Lanyon, hizo lo que él decía. Recogió el cajón, se lo llevó a su casa y entonces pasó una cosa horrible. Ese hombre que había venido de parte de Jekyll, cogió el cajón, y de éste un bote pequeño con una sustancia. Se la bebió y se convirtió en el doctor Jekyll. Milagrosamente fue cambiando de cara y de cuerpo, se hizo más alto y delgado y allí dónde hacía unos momentos había estado un hombre bajo y con cara de malvado, apareció el doctor Jekyll de carne y hueso.
Utterson no se lo podía creer y no entendía nada. Entonces empezó a leer la carta de Jekyll.
Explicaba que desde muy joven había pensado que el bien y el mal de las personas se podían separar y tras hacer muchos experimentos, consiguió hacer la fórmula para separar la parte maligna de la parte buena de una persona. Así que decidió probarla. Se la tomó y todo él cambió. Ahora era bajito y muy malvado. Salió a la calle y se encontró a una niña a la cual pegó. Entonces decidió no volver a ser Mr. Hyde. Pero a la mañana siguiente se despertó siendo Mr. Hyde, cuándo se había acostado siendo el doctor Jekyll. Esto le preocupó, y para remediarlo tuvo que tomar una especie de droga. Cada vez, la personalidad maligna de Jekyll se fué haciendo más fuerte, hasta que llegó a matar a una persona. Pero la cosa no iba bien. La droga para poder ser el doctor Jekyll, ya no funcionaba tan bien como al principio. Ahora tenía que tomársela cada seis horas o se convertiría en Mr. Hyde. Poco a poco esa droga se acababa y Mr. Hyde ya no podía convertirse en el doctor Jekyll. Entonces tomó la decisión de suicidarse, la única solución que encontró posible. De esta manera termina la vida de Mr. Hyde y de Henry Jekyll.
3-GENERO(descripción, narración, dialogo)
NARRACIÓN: (la mayoria del libro)
“en la esquina de las dos calles, de un modo muy natural...”
DESCRIPCIÓN:
“fornido, bien formado, sin arrugas en la cara...”
DIALOGO:
“-Así podré reconocerle si llega el caso. Quizás resulte...”
4-PERSONAJES
Protagonistas: ¿Cómo están descritos? En general todos son de una alta clase social y están la mayoría involucrados en algún asunto.
Secundarios... Son conocidos de los protagonistas y emplean un papel de gente humilde.
El papel dentro de la obra..
Principales:
Henry Jekyll: Es doctor en Medicina, doctor en Leyes y miembro de la Real Academia, es muy amigo del abogado Utterson y de Lanyon. Cree que mediante un experimento puede separar el bien y el mal de las personas y realmente sí que puede. Es inteligente, culto, rico y muy educado y respetuoso con la gente.
Es alto y delgado y tiene unos 50 años.
Edward Hyde: es la parte o personalidad maligna del doctor Jekyll. Es muy violento, tanto, que hasta puede llegar a matar.
Es bajito, viste con mucha sencillez y produce una sensación de angustia al pasar por su lado.
Gabriel John Utterson: Es abogado y es muy amigo del doctor Jekyll y de Lanyon.
Es alto y tiene muchas arrugas en la cara. Habla de una manera muy culta. Es respetuoso con todos y es también muy educado. Le gusta mucho el teatro aunque no se permite ir a ninguna actuación desde hace veinte años.
Tiene unos 50 años.
Hastie Lanyon: es médico y es amigo del abogado Utterson y del doctor Jekyll. Es muy educado y buena persona.
Secundarios:
Poole: es el criado del doctor Jekyll desde hace veinte años. Es muy educado y se preocupa por su amo.
Richard Enfield: es el primo de Mr. Utterson. Acompaña a éste en sus paseos por la ciudad.
5-LUGAR
Lugar geografico: Londres.
Ambiente social: clase alta, y la gente ricachona con mayordomo.
6-TIEMPO
Tiempo cronológico: siglo XIX se sobreentiende.
Tiempo de la acción: unos años.
7-NARRADOR
Narrador: 3 persona
OPINIÓN PERSONAL
Podríamos decir que este libro no me ha gustado mucho. Para empezar, es difícil de entender y el vocabulario que usan los personajes también lo es. También me ha parecido en ocasiones aburrido y que no es muy entretenido.
A parte de todo esto, encuentro que el libro esta muy bien escrito y que tiene algunas partes intrigantes. También encuentro que con este libro he aprendido mucho vocabulario y sé cosas que antes o no entendía o sencillamente no utilizaba nunca. Esto me gusta porque a veces me salen expresiones que suenan muy bien.
Otra cosa es el tema del que habla: el bien y el mal, encuentro que es original y diferente y que también es un poco como es realmente en las personas. Todas tenemos una parte mala y una parte buena aunque no tan exagerada como en el libro. Y no necesitamos la ayuda de un experimento para ser la parte mala de nuestra persona...
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Enviado por: | XAraaceelii |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |