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Autor: Albert Camus

Editorial: Alianza

Colección: El libro de bolsillo

Edición: vigésimoctaba, 1999

Ha muerto la madre del Sr. Meursault en una residencia cerca de Argel. Durante su entierro no llora, no comenta nada, ni bueno ni malo. Al día siguiente o dos días después, se encuentra con una ex-compañera suya de trabajo, Marie con la que comienza a mantener relaciones.

El protagonista tiene un vecino, Raymond, éste mantenía relaciones con una mora y piensa que le estaba engañando así que le pega una paliza, el hermano de ella, busca a Raymond porque quiere vengar a su hermana.

Raymond invita a Meursault y Marie a pasar un fin de semana con unos amigos en una casa cerca de la playa. Meursault accede. Cuando van camino de la playa, se encuentran con los moros que quieren pegar a Raymond, se van a la playa y mientras pasean los ven. Meursault no se mete, pero le quita la pistola a Raymond. Tras la pelea van para casa y Meursault sale a pasear con la pistola en su posesión.

Va paseando hasta el lugar del incidente y allí se encuentra con el hermano de la amante de Raymond, éste saca una navaja y Meursault le dispara primero un tiro, y después otro.

Meursault va a la cárcel, mientras está en la celda, ve como el tiempo pasa, piensa para no morirse del asco, pero en ningún momento se arrepiente de lo que hizo con el moro.

En su juicio, ve como lo juzgan, pero... ¿lo juzgan por matar a esa persona o por no llorar en el entierro de su madre? No lo sabe, piensa que el juicio no va con él. Durante el juicio se presentan muchos testigos, el conserje del asilo miente al decir que fue Meursault quien le convidó a un cigarro, pero Meursault no dice nada, parece como si todo le diera igual. Entre los testigos pasan sus vecinos y ninguno de ellos dice nada en contra suya. Solo el conserje y el director del asilo.

El jurado declara a Meursault culpable y el juez lo condena a decapitación en una plaza pública en nombre del pueblo francés.

Mientras espera su muerte va a verlo un cura, para que se convierta y lave sus pecados, de esta manera conseguirá ser perdonado por Dios e ir al cielo a comenzar una nueva vida. Esto hace que Meursault se enfade y sienta que a pesar de todo ha sido feliz y se sentiría feliz si reviviera todo de nuevo.

“...me preguntó si la quería. Le respondí que eso no significaba nada.”

A Meursault no le importa nada o por lo menos eso he creído entender. Cuando Marie le pregunta si la quiere, cuando le pide matrimonio, él responde me da igual. No creo que una persona con algo de sentimientos pueda responder eso, Marie para él no significaba nada, era solo un objeto de deseo ya que cuando está en la cárcel se acuerda de ella cuando tiene deseo, mientras tanto no. Ella sin embargo si está enamorada, le escribe cartas, le va a ver, ¿pero él? En ningún momento la hecha de menos con el corazón o por lo menos eso da a entender.

Cuando va al entierro de su madre no llora, eso a lo mejor lo puedo entender porque lo puede estar pasando mal por dentro y no demostrarlo, pero en ningún momento después de la muerte siente tristeza o dolor y eso es lo que no entiendo, es su madre, la persona que le a dado la vida, que lo ha criado, alimentado etc. Aunque no tuviera mucha relación, una madre, es una madre. Su vecino Salamano quiere más a su perro, le trata a patadas, le dice de todo, pero cuando se le pierde lo pasa fatal, peor que Meursault cuando sabe que a muerto su madre.

“Le pegaba, pero tiernamente...”

Estas palabras son de Raymond antes de dar el palizón a su mujer. No sé como se le puede pegar a una persona tiernamente, encima si después llora. No me cabe como un hombre puede pegar a una mujer y como se dice en el libro, tiernamente. Además lo de escribirle una carta para que justo en el momento antes de terminar, escupirle y echarla me parece algo muy mezquino, también creo que Raymond en realidad la quería y le parecía mal que ella se marchara, algo le importaba esa mujer, y sino, ¿por qué la iba a hacer sufrir de ese modo? Creo que al hacer eso él cree que quedaría castigada y su orgullo, el de Raymond, curado.

Sin embargo que la carta la escriba Meursault me parece algo extraño, ya que ni le va, ni le viene. Pero la verdad es que me parece penoso que le ayude a redactar la carta. Meursault es un personaje algo extraño, no veo bien que una persona pueda degradarse de tal modo.

A su llegada a la cárcel sólo añora el tabaco y una mujer, cualquiera, para tener relaciones. Cree que una persona que haya vivido un día puede pasar su vida en la cárcel, sólo con los recuerdos podría vivir. Creo que no es cierto, ya que la estancia en la cárcel no puede ser muy agradable, todo el mundo quiere salir, él sin embargo tenía un asombroso aguante y con repasar su casa y leer el articulo, algo macabro, de la madre que mata a su hijo por envidia, sin saber que era él, tenía suficiente.

Durante su estancia en la prisión apenas se siente triste porque debe morir, sabe que ha hecho mal, sabe que va a morir pero muestra una frialdad que me ha dejado asombrada. En pocos momentos piensa en la muerte, disfruta con su soledad, con sus pensamientos.

En ningún momento se pone a reflexionar en el hecho de que ha matado a un ser humano. Me parece asombroso que una persona no tenga remordimientos de ese tipo puesto que, las personas que matan a gente es porque tienen algún trastorno mental porque acabar con la vida de otro... creo que nadie tiene el poder para decidir si alguien debe vivir o morir, ni siquiera el Estado. Lo que hace Meursault está muy mal, lo condeno, pero nunca a pena de muerte.

En la cárcel antes de morir, intentan que Meursault vea al cura. Meursault no quiere verlo, parece que es su último deseo pero aun así no se lo conceden, Meursault no tiene ninguna intención de ver al cura. Mi pregunta es: ¿Por qué la religión cristiana pretende ser la dominante en todos los lugares? En los sitios públicos, cárceles, hospitales, psiquiátricos..., hay un representante de la religión cristiana. En estos lugares hay capillas cristianas pero no hay musulmanas, judías o budistas.

Según mi opinión, aunque haya libertad de creer en una religión o de no creer en ninguna, nuestra vida cotidiana nos hace que le demos mayor importancia a la cristiana. Esto no me parece bien porque si tenemos libertad de religión, que haya verdadera libertad de religión, que no impongan ninguna.

“Todo el mundo sabe que la vida no vale la pena ser vivida.”

Cuando llegas al final del libro y lees esto, ya sabes porque Meursault es como es, si le da igual vivir que no, ¿qué se puede esperar de él? Si a un individuo le da lo mismo vivir, porqué no le va a dar igual la muerte de su madre, la muerte del moro, los sentimientos de Marie etc.

Creo que pase lo que pase en la vida, nunca hay que perder las ganas de vivir, no estoy de acuerdo con las palabras de Meursault cuando dice era yo el que moría, ahora o dentro de veinte años, es cierto que la persona que muere es la misma, pero no las experiencias vividas, los recuerdos o las personas. Nunca es bueno pensar que da igual morir porque esto te llevará a amargarte y a amargar a los de tu entorno.

Cuando piensa que puede ser indultado dice que se encendía en mis ojos una insensata alegría no entiendo porque insensata, creo que es normal que una persona tenga esperanzas en su situación, por todo esto y algo más, he llegado a odiar un poco a Meursault, no me gusta en absoluto su manera de ser con el mismo y con los demás.

Este libro no me ha gustado excesivamente puesto que es una historia algo triste, a Meursault lo veo como persona algo miserable por sus actos, su manera de pensar etc. A lo mejor es por su condición social y es la sociedad la que le degrada pero a Meursault lo detesto en cierta manera.

El libro es un poco triste, no hay mucha acción, no hay pasajes en los que digas no puedo dejar de leer, como son los pensamientos de Meursault, luego también hace que el libro sea algo monótono, no hay cambios bruscos y es todo algo continuo.

Sobre Meursault debo decir que no me gusta su manera de ser, tan frío y pasota. No le importa hacer daño, no le importa nada, ni su propia vida, gente como Meursault es difícil de encontrar puesto que a la inmensa mayoría le importa alguien o algo.