Biología, Botánica, Genética y Zoología


El Cromosoma 5: Ambiente


ENSAYO SOBRE EL CROMOSOMA 5 :

“ AMBIENTE ”

“ LOS ERRORES, COMO LAS BRINZNAS DE PAJA, CORREN POR LA SUPERFICIE; QUIEN VAYA A BUSCAR PERLAS DEBE SUMERGIRSE EN LO MAS HONDO .”

El cromosoma 5 es conocido como el cromosoma del ambiente y se encuentra muy relacionado con enfermedades, como las alergias y el asma.

La genética es de una simplicidad sorprendente, ya que un gen no es más que una frase en prosa escrita en un lenguaje muy sencillo.

La genética mendeliana es tan apropiada para comprender la herencia en el mundo real como lo es la geometría euclidiana para comprender la forma de un roble.

El impacto de los genes sobre nuestras vidas es algo gradual, parcial, mezclado y resulta inútil pensar que los cuerpos son productos de genes sencillos y discretos, ya que tu apariencia no se ve afectada por un solo gen “ de la apariencia ”, sino por muchos y también por factores no genéticos, entre los que figuran el estilo y el libre albedrío.

Ahora adentrándonos en lo que es el tema central de éste ensayo podemos señalar que el cromosoma 5 es la morada de varios de los principales candidatos al título de “ gen del asma ”. Pero todos en ellos grita pleiotropía, que es un término técnico que alude múltiples de múltiples genes. Ha resultado imposible concretar el asma en los genes, pues se resiste a simplificarse de un modo desesperante, ya que casi todo el mundo lo tiene o tiene algún otro tipo de alergia en cierta etapa de su vida. Sin embargo, se puede respaldar casi cualquier teoría sobre cómo y por qué lo hacen de ése modo.

Podríamos decir que el asma, es la punta del iceberg de “ atopia ”. Muchos de los asmáticos son también alérgicos a algo. El asma, el eczema, la alergia y la anafilaxis forman parte del mismo síndrome, son causados por los mismos mastocitos, alertados y provocados por las mismas moléculas de inmunoglobulina E. Respecto de esto podemos decir que una de cada diez personas tiene alguna forma de alergia cuyas consecuencias en los distintos individuos van desde la leve molestia de un ataque de fiebre del heno al colapso repentino y fatal del todo el cuerpo motivado por la picadura de una abeja o por un cacahuete.

Casi todo lo que se quiera decir sobre el asma puede ponerse en tela de juicio, incluyendo aquella afirmación de que está empeorando. Esto se debe a varios estudios que se han realizado sobre el tema; uno de dichos estudios sostiene que la incidencia del asma ha crecido en un 60 por ciento en los últimos 10 años, otro estudio afirma con la misma seguridad que el aumento es aparente. Sin embargo, lo más probable es que el asma y la alergia estén empeorando y que la causa sea, la contaminación.

Pero, a qué clase de contaminación se refieren', sostienen que a mayoría de nosotros inhalamos mucho humo, menos del que habrían inhalado nuestros antepasados con sus fuegos de leña y sus chimeneas de mala calidad. Por lo tanto parece poco probable que el humo, de una forma general, pueda haber causado el aumento de los últimos tiempos. Algunas de las sustancias química sintéticas modernas pueden producir dramáticos y peligrosos ataques de asma, estas sustancias las respiramos, tales como, los isocianatos, el anhídrido trimetalico y el anhídrido ftálico, constituyen una nueva forma de contaminación y una causa posible de asma.

Sin embargo, hasta la fecha no hay ningún vínculo entre la exposición a niveles bajos de tales sustancias químicas y el asma.

El asma aparece en comunidades que nunca s tropiezan con ellas. El asma laboral pude provocarse en personas que trabajan, en profesiones de contenido tecnológico mucho más bajo y mucho más anticuadas, tales como mozos de cuadra, tostadores de café, peluqueros o esmeriladores.

El desencadenante más común del asma son los excrementos del ácaro del polvo, una criatura que gusta de nuestra afición a tener nuestra casa caliente y mal ventilada en invierno y hace de nuestras alfombras y ropa de cama su hogar.

La lista de detonantes del asma abarca todas las esferas: polen, plumas, mohos, alimentos, resfriados, tensión emocional, ejercicio vigoroso, aire frío, plásticos, vapores metálicos, madera, humo de cigarrillo, pintura, aspirina, pulverizadores, medicamentos para el corazón, e incluso, el sueño. Por ejemplo, el asma es en gran parte un problema urbano, como lo demuestra su repentina aparición en lugares que se vuelven urbanos por primera vez. Es cierto que los centros urbanos generalmente están más contaminados por los humos de los tubos de escape y el ozono, pero también están en cierto modo saneados.

Otra teoría sostiene que la gente que se lava como los niños o encuentra menos lodo en su vida cotidiana tiene más probabilidades de volverse asmático: el problema es esa higiene , no su falta.

Los niños con hermanos mayores tienen menos probabilidades de tener asma, quizás porque sus hermanos traen la suciedad a la casa.

La teoría es que la suciedad contiene bacterias, sobre todo micro bacterias, que estimulan una parte del sistema inmunológico en tanto que la vacunación rutinaria estimula una parte de dicho sistema. Puesto que normalmente estas dos partes del sistema inmunológico, las células Th1 y las Th2, se inhiben mutuamente, al niño moderno, saneado, desinfectado y vacunado se le transfiere un sistema Th2 hiperactivo, y este sistema Th2 está diseñado especialmente para limpiar la pared intestinal de parásitos con una liberación masiva de histamina. De ahí la fiebre del heno, el asma y el eczema.

Nuestro sistema inmunológico está establecido de tal manera que “ espera ” que las micro bacterias del suelo lo eduquen durante la primera infancia; si no lo hacen, el resultado es un sistema desequilibrado propenso a la alergia.

Esto supone que la estimulación de las células th1 con una inoculación de micro bacterias las puede capacitar para suprimir los efectos asmáticos de sus colegas Th2.

Otra teoría sostiene que el asma es la frustración desatada del elemento del sistema inmunológico que combate las lombrices. En la edad de Piedra rural, o la Edad Media, el sistema inmunoglobulinas E estaba ocupado defendiéndose contra las lombrices intestinales, tenias solitarias, anquilostomas y trematodos. No tenía tiempo para dedicarse a los ácaros del polvo y el pelo de gatos. Actualmente está menos atareado y anda metido n líos. Esta teoría se basa en un supuesto ligeramente dudoso sobre cómo funciona el sistema inmunológico, pero cuenta con un gran apoyo. No hay dosis de fiebre del heno que una tenia solitaria no pueda curar.

Otra teoría sostiene que la relación con la urbanización es una relación con la prosperidad. Por ejemplo; la gente rica se queda dentro, calienta sus casas y duerme sobre almohadas de plumas infestadas de ácaros.

Otra teoría se basa en el hecho indudable de que los contactos ocasionales con virus benignos, como un simple catarro, son cada vez más comunes en sociedades con transporte rápido y educación obligatoria.

Más de doscientos tipos de virus diferentes pueden causar lo que colectivamente se conoce como catarro. Existe una clara relación entre las infecciones infantiles con virus benignos, tales como el virus sincitial respiratorio, y la susceptibilidad al asma.

La última teoría en boga es que una infección bacteriana, que causa una uretritis inespecífica en las mujeres y que está aumentando más o menos al mismo ritmo que el asma, puede fortalecer el sistema inmunológico de tal forma que posteriormente responda agresivamente a los alergenos.

Otra teoría, que resulta ser la favorita del autor del texto objetivo de éste ensayo, es la hipótesis de la higiene. Lo único que no se puede discutir es que el asma va en aumento porque los “genes del asma” van en aumento. Los genes no han cambiado tan deprisa.

El asma es una constricción de las vías aéreas provocadas por las histaminas que , a su vez, son liberadas por los mastocitos, cuya transformación viene desencadenada por sus proteínas de inmunoglobulina E, cuya activación está causada por la llegada de la misma molécula a la cual han sido sensibilizadas.

Las múltiples causas son obra del diseño de la inmunoglobulina E, una proteína especialmente diseñada para presentarse en muchas formas que pueden adaptarse a casi cualquier molécula externa o alergeno. Aunque los ácaros del polvo pueden provocar el asma en una persona y los granos de café en otra, el mecanismo que subyace sigue siendo el mismo: la activación del sistema de inmunoglobulina E.

Donde hay cadenas sencillas de sucesos bioquímicos, hay genes. Cada proteína de la cadena está fabricada por un gen o en el caso de la inmunoglobulina E , por dos. Algunas personas nacen con, o desarrollan, una sensibilidad inmunológica al pelo, presumiblemente porque sus genes son sutilmente diferentes de los de otras personas gracias a determinadas mutaciones.

Esto se demuestra por el hecho de que el asma tiende a ser cosa de familia, vale decir, un hecho. En algunos lugares, por azares de la historia, las mutaciones del asma son extraordinariamente frecuentes. Si es posible, y se logra encontrar esos genes mutantes, se habrá descubierto la causa primera del mecanismo que sirve de base para el asma, y con él toda clase de posibilidades de cura para el mismo. Aunque la higiene o los ácaros del polvo pueden explicar por qué el asma está aumentando en promedio, sólo las diferencias en los genes pueden explicar por qué una persona de una familia tiene asma y otra no.

En el caso de la alcaptonuria es bastante obvio que una versión del gen en normal y la otra “ anormal ”. En el caso del asma, no es en modo alguno tan evidente ya que los que tenían un sistema sensible de inmunoglobulinas E eran probablemente más resistentes a las plagas de lombrices que los que no lo tenían.

Cookson y sus colaboradores encontraron finalmente su gen y señalaron una mutación específica que los asmáticos de su muestra tenían con más frecuencia que otros. Esto era algo parecido a un gen del asma. Sin embargo, sólo justificaba el 15 por ciento de la explicación del asma y resultó muy difícil reproducir el resultado en otros individuos, un rasgo desesperante de la búsqueda del gen del asma que se ha repetido con una frecuencia penosa.

En 1994, un rival de Cookson, David Marsh, sugirió la existencia de un fuerte vínculo entre el asma y el gen de la interleucina 4, situado en el cromosoma 5, que se basaba en un estudio de 11 familias. Sin embargo, esto también resultó difícil de reproducir.

Ya en 1997, un grupo de finlandeses excluyó completamente una relación entre el asma y el mismo gen. Ese mismo año, un estudio americano realizado con una población de razas mezcladas concluyó que once regiones cromosómicas podía estar ligadas a la susceptibilidad al asma, de las cuales diez eran únicas a un solo grupo racial o étnico, esto quiere decir, el gen que define principalmente la susceptibilidad al asma en los negros no es el mismo gen que lo hace en los blancos y es también diferente del que la define en los hispanos. Las diferencias de género resultan ser tan acusadas como las diferencias raciales.

Por regla general, parece que los hombres tienen un primer brote de alergias y que se curan con la edad, mientras que las mujeres desarrollan alergias cuando tienen entre 25 y 30 años y ya no se curan, aunque obviamente las reglas tienen excepciones.

Esto puede explicar algo que es peculiar con respecto a la herencia del asma; parece que a menudo las personas lo heredan de madres alérgicas, pero raramente de sus padres. Esto significa que el padre tuvo asma en su pasada juventud y que en gran parte está olvidada.

El problema es que, hay muchas formas de altera la sensibilidad del cuerpo a los desencadenantes del asma, a lo largo de toda la cadena de reacciones que dan lugar a los síntomas, que todos los tipos de genes pueden ser “ genes del asma”, aunque ni uno sólo de ellos puede explicar mas que ciertos casos.

Más tarde ha aparecido una diferencia ortográfica prometedora entre algunos asmáticos nocturnos agudos y algunos asmáticos no nocturnos: la letra número 46 era G en lugar de A, pero el resultado de esto no era ni mucho menos concluyente. De acuerdo con esto, el 80 por ciento de los asmáticos nocturnos tenían una G y también el 50 por ciento de los no nocturnos.

Por ello, los científicos sugirieron que ésta diferencia era suficiente para evitar el decaimiento del sistema alérgico que normalmente se produce por la noche.

Sin embargo, los asmáticos nocturnos constituyen una pequeña minoría.

Esa diferencia ortográfica señalada anteriormente ha sido ligada, desde entonces, a un problema asmático distinto : la resistencia a los medicamentos contra el asma. Los que tiene la letra G en la misma posición 46 del mismo gen en las dos copias del cromosoma 5 tienen más probabilidades de descubrir que sus medicamentos contra el asma, como el formoterol, de a poco van perdiendo efectividad a lo largo de un período de semanas o meses que aquellos que tienen la letra A en ambas copias. Con esto se termina de confundir aún más toda la situación.

Para concluir este ensayo sobre el cromosoma 5 y la relación que éste guarda con los problemas alérgicos y el asma, podemos decir que el cambio de A por G en la posición 46 del gen ADRB2 tiene algo que ver con a susceptibilidad al asma, pero, no es correcto llamarlo “ gen del asma ”, ni tampoco para explicar por qué el asma ataca a algunas personas y a otras no.




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Enviado por:Alejandra Poo Cortés
Idioma: castellano
País: Chile

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