Literatura


El camino; Miguel Delibes


“EL CAMINO” de Miguel Delibes

Capítulo I: Daniel “el Mochuelo” ya había cumplido los once años y era la hora según su padre de ir a estudiar a la ciudad para progresar. Pero él no estaba de acuerdo con aquello porque pensaba que los que se iban a la ciudad como Ramón, el Boticario, eran unos débiles y él prefería ser un hombre fuerte y grande como Roque “el Moñigo” o Paco, el herrero, y siempre podría trabajar en la quesería con su padre y estar siempre en su pueblo del que estaba muy unido con sus amigos y demás. La última noche Daniel estaba muy triste y nervioso y por la rendija escuchaba la conversación de sus padres que decían que era por su bien y que lo hacían para que no fuera un fracaso como su padre, por el contrario la madre estaba algo preocupada ya que era su único hijo y lo iba a perder por unos años, y no podría tener otro ya no podían tener más hijos porque la madre tenía “el vientre seco”. Daniel no sabía que era eso del vientre seco y estaba muy intrigado en saber que era. No podía dormir y mientras oía los ruidos de sus padres recogiendo la cena empezó a recordar todo lo que le había pasado en el valle.

Capítulo II: Su mejor amigo era Roque “el Moñigo”, gracias a él sabía cosas interesantes como lo que era un aborto y esas cosas, y Daniel estaba fascinado ante la sabiduría de Roque. Al lado de Roque, Daniel se sentía protegido, ya que era muy fuerte y musculoso y le defendía de los demás. Y es que el Moñigo era uno de los chicos más fuertes del valle al igual que su padre, el Herrero, que a pesar de emborracharse muchas veces era buena persona. A su madre no le gustaba Roque porque decía que era un vago y un gamberro pero eso era mentira. Roque vivía con su padre y su hermana, la Sara que era la que llevaba la limpieza y el cuidado del Moñigo porque no tenía madre. Pero Sara era muy dura con Roque y muy antipática con todos. Su hermana le ponía castigos muy severos como encerrarlo durante un día en el granero. Pero roque era muy fuerte y nunca lloraba.

Capítulo III: Para Mochuelo, su valle, que bordeaba el pueblo, es algo genial. A él le encantaba sobre todo cuando pasaba el tren por la vía. A Daniel el mochuelo le encantaba quedarse a mirar las estrellas con el Moñigo y hacerle preguntas del universo y cosas así.

Capítulo IV: El padre de Daniel, el quesero, tenía pensado el nombre de su hijo mucho antes de que su hijo fuera una idea. Cuando el chico tenía 3 años le contó su padre por que le puso Daniel, por San Daniel, que era una persona que amansaba a las fieras con una simple mirada. Esto a Daniel le fascinaba. Con el paso del tiempo el padre se fue dando cuenta de que su hijo aprendía por su cuenta, por esa razón se alejó de su hijo dejando de darle explicaciones, aunque Daniel añoraba su compañía.

Capítulo V: Las personas más cotillas del pueblo eran las Guindillas (eran tres pero una murió), que tenían una tienda de comestibles. La mayor era muy cotilla y quería dominar a todo el pueblo, aunque no pecaba casi nunca e iba a ver siempre al cura. No tenía en la vida nada mas que su tienda y la compañía de su hermana porque todo el mundo la despreciaba aunque a Daniel le daba un poco de pena. Cuando montaron el banco en el pueblo pusieron de empleado a un buen mozo llamado Don Dimas; la Guindilla menor, Elena, se enamora de Dimas pero todo el mundo decía que era un aprovechado y un mal nacido. Pero a ella le daba igual así que los dos se fueron a la ciudad unas semanas después.

Capítulo VI: Germán “el tiñoso” era un buen amigo pero no tenía tanta confianza en él como con el Moñigo. Era hijo de Andrés, “el hombre que de perfil no se le ve” (porque era muy delgado) El zapatero tenia muchos hijos pero solo tenia cinco en el pueblo. Germán entendía mucho sobre pájaros y siempre sabía donde había algunos para cazar. Aunque esta pasión le había costado muchas heridas y unas calvas en la cabeza, las aguantaba aunque fuera un poco debilucho y a ellos les servía de primer contacto en las peleas con los demás.

Capítulo VII: Los tres se llevaban muy bien, pero el jefe era Roque, porque entre ellos lo que importaba era el cuerpo y no la mente, pero el Moñigo nunca pegaba por pegar. Lo que más les gustaba era matar animales y bañarse en verano en la poza del Inglés. Un día estaban secándose después de un baño y Roque les explicó que era el parir, ya que era el que más sabía de “eso”.

Capítulo VIII: A los tres meses y cuatro días de irse, la Guindilla menor regresó al pueblo sin Dimas. Éste se había aprovechado de ella y le había robado el poco dinero que las Guindillas tenían. La Guindilla mayor la recibió con la condición de que vistiera de luto el resto de su vida y que no se asomara a la calle en cinco años.

Capítulo IX: Micaela era la carnicera del pueblo, tenía tres hijos, Gerardo, Cesar y Damián. Gerardo, que según su madre era el más tonto de los tres, entendía que era muy tímido y el menos inteligente de los tres hermanos. Un buen día Gerardo se fue a México. Se estuvo muchos años sin saber de él, pero después de mucho tiempo volvió como Gerardo "El Indiano". Era muy rico y tenía varios barcos y restaurantes de lujo. Cuando llegó su madre ya había muerto. En otra ocasión llegó al valle con su esposa e hija Mica a pasar una temporada. Cuando se fue se llevó a sus hermanos la ciudad donde les puso una industria de aparatos electrónicos. Su hija Mica regresaba por el valle cada vez que podía. El Mochuelo recordaba al "Indiano" por que en unión del Tiñoso y Roque iban a robarle manzanas a su huerto.

Capítulo X: Daniel detestaba no tener una cicatriz, porque según el Moñigo, cuando la tuviera sería un hombre. Mochuelo estaba un poco harto de Roque porque les obligaba a hacer cosas muy duras como permanecer dentro de un túnel mientras pasa el expreso o hacer flexiones. Y si no lo hacían les decía gallina y les pegaba algún capón. Menos mal que los días de lluvia se quedaban en casa hablando de cosas como a que saben las cicatrices, Moñigo decían que sabían saladas por el hierro y Tiñoso por el sudor. Empezaron a chupárselas y Mochuelo no sabía que decir puesto que no tenía ninguna, y al final acabaron discutiendo un poco como siempre.

Capítulo XI: Hace años Quino “el Manco” era un hombre feliz, se casó con Mariuca, que según todos estaba enferma. Hubo una mujer que lo amaba pero Quino no, era Josefa e intentó impedir por todos los medios que se casasen pero no pudo, y tal fue su tristeza que una tarde de lluvia se tiró desnuda sin que nadie pudiera hacer nada desde un puente hacia el Chorro. Quino vivió feliz con su mujer, pero cuando tuvo a su hija Mariuca-uca, su esposa murió en el parto y él tuvo que llevar solo el bar y cuidar a su hija.

Capítulo XII: El tío Aurelio vive en Extremadura. Daniel se comunicaba con su tío por carta. Una vez su tío le contó que le iba a mandar un Gran Duque, que su padre le explicó que era una especie de lechuza que servía para cazar milanos. Un día, después de que Daniel recibiera la lechuza, se fueron padre e hijo a cazar. Daniel se ponía muy nervioso al ver como los milanos se iban acercando a ellos mientras su padre les seguía con la mirilla del rifle. En el segundo ataque del trío de milanos a la lechuza el padre de Daniel disparó al más grande de los tres. Al no acertar volvió a disparar, pero el primer balín había alcanzado a Daniel de rebote y el chico estaba sangrando. Al ver que era de rebote su padre se despreocupó y fue con su hijo a por el milano. Daniel sin embargo se quedó preocupado pensando, que a pesar de la herida, no le quedaría cicatriz.

Capítulo XIII: Después de robar las manzanas, Daniel comprendió que la voluntad humana no es capaz de controlar lo que quieras sino lo que esta a tu alcance. Un día los tres amigos estaban al lado de un árbol hablando y surgió el tema de la Mica. Roque y Germán la apreciaban también pero de una forma distinta a la de Daniel. Él la quería no solo por su físico y entonces se enfado mucho cuando Moñigo dijo que si muriera ella olería mal igual que todo el mundo y también que su cutis estaba tan limpio y claro porque se echaba potingues raros y lavativas. Un día fue a llevarle un queso a Mica y se vistió con su traje nuevo y se arregló mucho. Salió luego muy contento y se encontró a Uca-uca, que tenía algunos celillos de Mica, porque ella estaba enamorada de Daniel. Daniel pasaba de ella y le dijo que le dejara en paz y que era muy fea, y entonces Uca-uca se echó a llorar.

Capítulo XIV: Hubo un día que el Tiñoso le quitó una lupa a su padre y entonces la usaron solo para quemar hierbajos y esas cosas, pero fueron a más cuando le hicieron una quemadura al gato de la Guindilla mayor, el gato soltó un chillido de dolor y la Guindilla salió corriendo pero los tres ya estaban lejos. Otro día por una apuesta con el Moñigo, el tren se llevó sus pantalones y calzoncillos y tuvieron que llegar a sus casas medio desnudos. Se enteró el maestro y el día siguiente los castigo severamente, y es que los mayores siempre la pagan con los chicos.

Capítulo XV: Los tres amigos pensaron que sería buena idea que su maestro se casara con la Sara para que los dos, al estar enamorados, dejaran de castigar, así que Roque escribió una carta diciendo que la Sara la esperaba en la puerta de su casa y el maestro al día siguiente fue allí y como Sara siempre estaba por las en la puerta el maestro empezó a decirle cosas bonitas y la Sara al final no se resistió y aceptó la propuesta de casarse, así que a partir de ese momento, al Moñigo ya no lo castigaba nadie, pero si al Mochuelo, que si lo hubiera sabido no hubiera pensado esa idea.

Capítulo XVI: Don José, el cura estaba cada vez más harto de que los domingos casi todo el mundo fuera a los prados con su pareja a hacer cosas inmorales, pero él no podía hacer nada y le daba pena aquel pueblo, que en el fondo era bueno. Así que hizo una comisión con las Lepóridas y la Guindilla mayor y decidieron montar un cine en la parcela de Pancho, el Sindiós, y allí proyectaban películas de la Biblia y Jesús. Tuvieron éxito al principio, pero al final la gente también hacia allí sus cosas con su pareja, y decidieron poner luces para que no pasara nada. Pero cada vez quedaban menos películas “santas”porque no permitían películas con pecados, así que la gente volvió a los prados y la Guindilla mayor muy escandalizada decidió ir al campo con una linterna para sorprender a las parejas, pero a los tres días de que la Guindilla les molestase decidieron desnudarla y dejarla atada en el puente para airarla, pero apareció Quino, el manco, y la salvó defendiéndola de los demás, y la Guindilla agradecida le besó en el muñón, y se fue, reprochándose por haber pecado.

Capítulo XVII: Daniel empezó a odiar realmente a la Guindilla cuando le eligió a él para cantar el día de la Virgen la oración en la iglesia, porque entonces los rechazados por ser voces impuras, por envidia le llamaban niño marica, y entre ellos estaba el Moñigo, que olvidaba la amistad en estos casos. Llegó el día y Daniel tuvo que cantar pero cuando termino se fue enfadado sobre todo al descubrir que la Mica tenía novio, entonces salió corriendo. Se plantó frente a la cucaña y entonces, lleno de ira, empezó a escalar para demostrar a todos que no era un marica, que era un hombre valiente y viril. Al final consiguió llegar a la cima, cogió la moneda de veinticinco duros de premio por llegar arriba y se dejo caer como los bomberos. Entonces vio que todo el mundo estaba allí: su madre, Mica... y todos le felicitaron, y Uca-uca le abrazó.

Capítulo XVIII: Cuando Quino, el manco, salvó a la Guindilla mayor, ésta se empezó a enamorar de él. Sin embargo Quino ya llevaba tiempo fijándose en Lola. Quino empezó a ponerle una flor a Lola cada mañana. La guindilla se enamoró locamente y empezaron a salir, y al final decidieron casarse. La Guindilla menor se enfadó con su hermana por lo que iba a hacer. Mientras, Daniel iba hablando cada vez más con Uca-uca y se iba dando cuenta de tenían bastantes cosas en común. Desde entonces empezaron a ser muy amigos. A falta de unos tres meses de la marcha de Daniel a la ciudad, tuvo lugar la boda de Lola y Quino. Uca-Uca no apareció durante toda la fiesta. En la noche de bodas el novio dejó a la Guindilla mayor para ir a buscar a su hija, que estaba en el valle. Todos los hombres del pueblo ayudaron y a la madrugada aparecieron los hombres con la niña. Todos fueron a la casa de los recién casados para ver a Uca-uca. Pero la Guindilla mayor ya estaba esperando en la puerta de la casa para abofetear a la muchacha. Al ver Quino el maltrato de Lola a la niña se disgustó mucho.

Capítulo XIX: Un día el Tiñoso estaba paseando con el Moñigo y el Mochuelo, y de pronto vieron una culebra de agua en la orilla. Entonces el Tiñoso muy valiente se subió a unas rocas para tirarle una piedra, pero entonces se resbaló y al caer se desnucó y cayo al rió. Roque y Daniel no sabían que hacer y después de sacarlo del agua lo llevaron a su casa y llegó el médico, pero en unas ocho horas murió. El Mochuelo y el Moñigo encargaron una lápida que pusiera “Tiñoso, tus amigos Mochuelo y Moñigo no te olvidan”. Al día siguiente lo enterraron en el pequeño cementerio de la iglesia y el Mochuelo cazó con el tirachinas un tordo y cuando llegó lo metió disimuladamente en la tumba. Cuando se dio cuenta la gente pensó que era un milagro y llamaron al cura. Éste dedujo que había sido Daniel, pero no dijo nada porque Daniel estaba asustado.

Capítulo XX: Enterraron al Tiñoso y cuando el cura pasó el cestillo del dinero, Daniel echó sus cinco duros que tanto le había costado conseguirlos. Al salir Uca-uca le estaba esperando y se fueron de la mano.

Capítulo XXI: Ya estaba amaneciendo y todavía el Mochuelo no podía dormirse, estaba muy nervioso. Ahora Daniel se sentiría mas solo que nunca, pero se aguantó porque ese era su camino. Después apareció Uca-uca por la ventana para despedirse de él. Se despidió de él y Daniel le confesó sus sentimientos, metiéndose rápido para que no lo viera llorar.

Protagonista: Daniel “el Mochuelo”: era un niño de once años que quería mucho a su pueblo y le preocupaba que se tuviera que ir para progresar a la ciudad, porque pensaba que su camino estaba allí en el pueblo, y no en la ciudad. Era amigo de sus amigos y nunca dejaba tirado a nadie, obedecía casi siempre y le encantaba la caza, estar con su padre y jugar con sus amigos. Estaba enamorado de Mica y al final también de Mariuca-uca. Odiaba a la Guindilla y a su maestro.




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Enviado por:Mariano From Pobo
Idioma: castellano
País: España

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