Literatura


El burlador de Sevilla; Tirso de Molina


El burlador de Sevilla pertenece al movimiento del Barroco del siglo XVI Y XVII.

Personajes del Burlador de Sevilla.

Don Diego, viejo. Fabio, criado

Don Juan Tenorio, su hijo. Isabela, duquesa

Catalinón, lacayo. Tisbea, pescadora

El rey de Nápoles. Belisa, villana

El duque Octavio. Han rizo, pescador

Don pedro Tenorio. Coridón, pescador

El Marqués de la Mota. Galeno, labrador

Don Pedro Tenorio. Batricio, labrador

El Marqués de Ulloa. Ripio, criado

El rey de Castilla. Aminta, villana.

Doña Ana de Ulloa.

Como imagino al personaje.

Al personaje me lo imagino físicamente, bonitas facciones de la cara, un cuerpo bien estructurado, estatura un metro ochenta, rubio, ojos azules, piel blanca, barbita de galán, labio bien definido y muy varonil.

Psicológicamente. Una persona que nada mas juega con el corazón de las mujeres, despiadado, no le importa lo que los demás piensan, el solamente piensa en el y no le importan las mujeres. No le importo quitarle a un hombre su esposa recién casados.

Opinión de la obra.

Mi opinión de la obra al principio era que no me iba a gustar, en lo personal a mi no degustan las comedias, pero cuando lo empecé a leer, me pareció interesante y divertido pero algunas palabras no le entendía y un las conocía, pero al leerlo me fue pareciendo interesante. El final mas o menos me gusto me hubiera gustado que todas las mujeres que engaño lo hubieran linchado.

Conclusión.

Pienso que el Burlador de Sevilla hubiera recibido un castigo más fuerte como, lincharlo o que hubiera sufrido un engaño. El libro me gusto mucho y no me aburrió, pero pienso que en esos tiempos los hombre protegían más a sus mujeres y no cualquiera les podía quitar a su esposa y si lo hacia eso se pagaba con la muerte a los dos.

El Burlador De Sevilla.

Esta historia empieza hablando dos personas en un castillo, un hombre y una mujer cuyos nombres eran Juan Tenorio e Isabela, pero la duquesa Isabela pensaba que era el Duque Octavio, pero ella al darse cuenta que era otro hombre, ella le dijo que sino se retiraba en ese momento anunciaría que estaba con un extraño, entonces el rey llego y los vio y le pregunto a Juan Tenorio quien era y el le contesto un hombre y una mujer, pero apareció otro personaje Don Pedro, el rey y Don Pedro se disgustaron con Juan Tenorio, y porque estaba con la Duquesa, Don Pedro ya lo quería matar. Juan Tenorio se va del palacio. El Duque Octavio sale hablando con un criado Ripio, haciéndole diferentes pregunta entre una de ellas si él quiere a Isabela, él le contesta claro que si.

Entonces entra Don Pedro con guardia a aprender a Octavio, por un engaño que a Isabela la habían encontrado con otro hombre, pero el no creía en ese engaño. Un lacayo llamado Catalinon encuentra a Juan Tenorio en el mar casi muerto lo lleva con una amiga llamada Tisbea, donde ella lo cura, pero Tenorio, aprovecha y seduce a Tisbea y la enamora y cae en su trampa una mujer más. Juan Tenorio y Tisbea platican el diciéndole que nunca la engañara y nunca la dejara sola que lo jura ante los ojo de dios y ella le cree. Platican el rey Don Diego de Juan Tenorio, queriéndole el rey desterrarlo de Sevilla, el duque Octavio llega en su caballo y platica con el rey diciéndole todo el sufrimiento por la duquesa Isabela. Platican Juan Tenorio y el Marques de la Mota, cuando platicaban llega doña Ana su prima del Marques de la Mota, Juan tenorio le dice que es hermosa, pero el Marques le dice que es casada. El marques entra a una casa y Juan Tenorio se queda afuera esperando, pero en una reja una mujer le habla y le da una carta que se la de al Marques, saliendo el marques este se la entrega y le dice que era una mujer desconocida. Juan Tenorio se encuentra a Ana y se hace pasar por el marques, pero ella no le cree y grita, sale Don Gonzalo con una espada desvainada, y lo reto a duelo, pero llega Catalinón y le ayuda a Juan Tenorio y matan a Don Gonzalo y huyen los dos. Juan Tenorio conoce a Batricio un labrador, éste se casara con una mujer llamada Aminta, pero a Don Juan le encanta su esposa y hace todo lo posible para que dársela, con engaños y el pobre labrador no la pudo defender, Aminta callo en los engaños de Juan Tenorio, una más. Isabela y Tisbea se encuentran las dos con un gran enojo por Juan Tenorio. Sale Juan Tenorio y Catalinón platicando los dos, diciéndole a Juan Tenorio que las cosas se están poniendo muy feas, llegan a una posada donde comen los dos, pero entonces escuchan que tocan la puerta, Catalinón sale a abrir, pero le entierran una espada, Juan Tenorio corre a ayudarlo, pero se da cuenta que es Don Gonzalo. Sale i le enfrenta pero este le dice que los espera a los dos en su capilla, el sabe pero los no semejan de mirar, Juan Tenorio se que da con mucho temor sabe que se acerca su fin. Los dos llegan a la iglesia, entran por una puerta abierta y se encuentran a Don Gonzalo, los invita a cenar y corresponden estos, pero les sirve platillos, desconocidos, como uñas de persona, alacranes y víboras. Juan Tenorio cae envenenado y al poco tiempo muere, llegan todos lo personajes de esta comedia y ven el cuerpo, de Juan Tenorio muerto, todos se alegran de esta muerte y dicen que se ha ido el mal, todos se encuentran muy felices. El duque Octavio se casa con Isabela, el Marques de la Mota con su prima. Juan Tenorio es enterrado en San francisco en Madrid.

TIRSO DE MOLINA
(1584 - 1648)

Tirso de Molina, cuyo nombre real era Gabriel Téllez, nació en Madrid. Según algunos, fue hijo (ilegítimo) del duque de Osuna. De joven ingresó en la Orden de la Merced y pronto fue trasladado a América. Pero duró muy poco tiempo ahí, puesto que, después de dos años, lo vemos en Toledo, en donde vivió la mayor parte de su vida.

Al nombrar a Tirso de Molina de inmediato nos viene a la mente lo del drama del Siglo de Oro español. Para ello no tenemos más que mencionar dos de sus dramas muy reconocidos en el mundo de las letras: El Burlador de Sevilla y El condenado por desconfiado.

En un momento dado, Tirso fue criticado por sus hermanos de hábito, porque algunos de sus dramas trataban temas demasiado "humanos". Más tarde, en el Consejo de Castilla, se le prohibió escribir totalmente, por las mismas razones. Pero dicen los críticos que, a pesar de ello, continuó sigilosamente escribiendo.

Una de las características que distingue a Tirso del resto de sus colegas es, a pesar de ser fraile, el estudio psicológico que hace de la mujer. En general, cuando aparecen mujeres, que es muy común, el dramaturgo las perfila con mucha exactitud. Por otra parte, parece que no tiene inconveniente en vestirlas, a veces, con atavíos masculinos.

No solamente en sus dramas encontramos las magníficas cualidades literarias de este gran escritor, sino también en su poesía. Sus características principales podrían resumirse brevemente diciendo que Tirso es siempre muy mesurado, profundo en sus conceptos, con frecuencia tiende al humor sutil, pero siempre agradable y nunca hiriente.

Su poesía, incluso, casi siempre aparece formando parte de sus obra de teatro. Practicó y escribió en todas, o casi todas, las formas poéticas de su tiempo, tanto populares, o de "arte menor", como las más complejas, representativas del "arte mayor". Tiene varios "Certámenes" poéticos, mayormente de contenido religioso, pero llenos de humor y fina ironía.




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Enviado por:Extilox
Idioma: castellano
País: México

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