Literatura
El árbol de la ciencia; Pío Baroja
EL ÁRBOL DE LA CIENCIA.
Introducción.
Baroja, en sus memorias, escribió: “El árbol de la ciencia” es, entre las novelas de carácter filosófico, la mejor que yo he escrito. Probablemente es el libro más acabado y completo de todos los míos”. La mayoría de la crítica coincide con esta opinión, y el mismo Azorín dice que “resume, mejor que ningún otro libro, el espíritu de Baroja”.
En “El árbol de la ciencia”, publicada en 1911 recurre Baroja a la novela para reconstruir su vida. Pío Baroja nos relata la vida de Andrés Hurtado, aunque es en realidad una autobiografía. En la novela aparecen los mismos personajes que en su propia vida, los mismos ambientes, etc...
Al escribir sus memorias y al contar sus estudios en Madrid, la muerte de su hermano o su estancia en Valencia, transcribe literalmente largos pasajes de “El árbol de la ciencia”.
Pero, además de esto, la obra es toda una radiografía de una sensibilidad y conflictos espirituales de la época.
Argumento.
“El árbol de la ciencia” responde a lo que la crítica alemana llama Bildungsroman, que es la novela de la formación de un personaje.
Pío Baroja nos relata la vida de un estudiante, Andrés Hurtado, un personaje perdido en un mundo absurdo, las actividades que realiza, su ideología... que, una vez acabada la carrera, se plantea qué hacer con su vida.
Toda la vida de Andrés está llena de breves momentos de ilusión, de acción, con su consecuente desilusión, el desengaño debido a las circunstancias familiares, a la sociedad que le rodea... todas las circunstancias que le rodean le son adversas. Es un muchacho reconcentrado y triste, que se siente solo, abandonado, con un vacío en el alma y que siente a la vez una sed de conocimiento y la necesidad de encontrar una orientación para su vida.
Andrés Hurtado ya se nos muestra desilusionado al principio de la novela, ante los profesores, el ambiente de la universidad, la carrera de medicina en España es una farsa, como él dice, la mala relación con su padre, etc... Sus estudios no colman su ansia de conocimiento y su contacto con los enfermos, el conocimiento de la miseria social del mundo de Lulú, su futura mujer, son otro motivo de depresión para Hurtado, a la vez que agudizan su exaltación humanitaria.
Andrés busca una explicación, una orientación y se refugia en la filosofía, leyendo a autores como Kant y Schopenhauer, los mismos que el propio Baroja leía. Para Andrés Schopenhauer era como un consejero, empieza a creer en su visión pesimista del mundo y se convence de su filosofía ,que está presente a lo largo de toda la novela.
Andrés va avanzando en su carrera y siguen sucediéndose la ilusión y la desilusión, el optimismo seguido del pesimismo. Piensa que el mundo le presenta la cara más fea y que ser inteligente constituye una desgracia en este mundo: la felicidad sólo puede venir de la inconsciencia y el conocimiento trae siempre dolor consigo, pensamientos que coinciden con la filosofía de Schopenhauer.
Andrés saca estas conclusiones del ambiente del hospital y del mundo de Lulú.
Hurtado acude a su tío Iturrioz (que representa al Baroja maduro, mientras que su sobrino representa al Baroja joven) para comentar con él el mundo conocido, ya que a sus amigos no les interesan sus comentarios, y mantienen una larga conversación. Andrés se da cuenta de que es una de las pocas personas con las que puede hablar sobre asuntos trascendentales.
Andrés, tras esta conversación, ante las dos alternativas que le ofrece su tío, se inclina por la ataraxia (la abstención y contemplación indiferente de todo).
Luisito, el hermano menor de Hurtado, enferma y han de trasladarse a un pueblecito en que creen que se curará. Andrés se siente en paz, aunque también siente una insociabilidad interna. No quiere salir a la calle ni conocer gente, contempla las estrellas, lo que le produce pensamientos perturbadores... Aunque tampoco este retiro le da la tranquilidad.
Andrés vuelve a Madrid y se encuentra mal debido a su padre, hubiera deseado viajar, marcharse de allí, no se adapta a las circunstancias.
Va a un pueblo burgalés a sustituir a un médico y consigue encontrar la paz. Durante este tiempo tiene lugar la muerte de Luisito, lo que perturba su paz interior y le lleva al escepticismo ante la ciencia y a las más negras ideas ante la vida. Se produce de nuevo el pesimismo que sigue al optimismo, tan presentes a lo largo de toda la novela.
Esto le arrastra de nuevo hacia sus inquisiciones filosóficas y acude a Iturrioz y mantiene una larga conversación con él, lo que constituye una especie de paréntesis en la novela y sirve como enlace de la primera parte, la formación de Andrés, que concluye, y de la segunda parte, la de su experiencia como médico, que comienza tras este paréntesis filosófico.
Con su filosofía a cuestas, Andrés va a Alcolea del Campo, pequeño pueblo manchego en que ejerce como médico titular. El pueblo le produce un profundo malestar físico y allí experimenta sufrimiento, alternando con aburrimiento. Señala lo absurdo de la relación de los vecinos entre sí, el estado de inercia y desconfianza del pueblo, denuncia la situación del la España rural, la envidia, la crueldad y el orgullo de la sociedad, el caciquismo, etc...
Decide retirarse y alcanza un estado de ataraxia que sólo queda perturbado por su última noche allí, cuando se encuentra abatido por su relación con la mujer de la casa y se convence de lo absurdo que es todo.
Viaja a Madrid ,donde están presentes los desastres producidos por la guerra contra los Estados Unidos, y deriva hacia un absoluto pesimismo político y adopta una postura pasiva en busca de una paz desencantada.
Tras esta desilusión se produce una nueva ilusión, un resquicio de esperanza: Andrés se casa con Lulú y con ella se retira de la sociedad. Se dedica al trabajo de la traducción y es más feliz que nunca.
Esta paz provisional vuelve a romperse por una nueva y definitiva desilusión cuando Lulú muere al dar a luz. Andrés sufre de nuevo las experiencias de la vida, lo que le lleva al suicidio.
Composición de la novela.
“El árbol de la Ciencia” es una novela de personaje en la que el personaje de Andrés Hurtado da unidad al relato, hilvanando multitud de elementos: personajes, ambientes, lugares.
Dada la libertad característica de la novela barojiana y a que el propio Baroja afirmó estar poco interesado por las teorías estéticas cabe preguntarse si en su novela se da la ausencia de plano o la despreocupación por el estilo y la composición. No es así en absoluto, sino que, premeditadamente o no, se da una composición simétrica, a pesar de las afirmación de Baroja de que escribe sus libros “sin plan”.
Atendiendo a la vida de Andrés Hurtado, distinguimos dos grandes bloques:
1. Su formación: sus estudios en Madrid, sus primeras experiencias, comienza a leer filosofía y se convence de las ideas de Schopenhauer, Andrés se muestra pesimista ante el mundo y la sociedad que va conociendo... formación como persona.
2. Su experiencia como médico: cuando ya ha terminado su formación, nuevas ilusiones y desilusiones, su estancia en Alcolea, experiencias en su trabajo y en el mundo, su matrimonio y efímera paz y felicidad y su muerte. Andrés busca una orientación para su vida.
En cuanto a la organización externa de la novela, que sería el índice de ésta, se divide el contenido en siete partes, cada una de ellas con un título muy significativo, que constan de un número desigual de capítulos cada una (habiendo 53 en total, cada uno con su título correspondiente también, y que son relativamente cortos, dado el gusto de Baroja por la frase corta y el párrafo breve para hacer la novela poco aburrida, como él decía).
Formación: Médico:
- 1. Primeras experiencias - 5. Primeras experiencias profesio-
universitarias. Paréntesis: nales y sociales.
- 2. Experiencia social: acude - 4.Inquisiciones. - 6. Experiencia social y profesional a Iturrioz para comentar el mundo de Andrés como médico en Alcolea.
de Lulú.
- 3. Imperturbabilidad, serenidad - 7. Breve paz y felicidad a causa de su
en el pueblo burgalés, que se matrimonio. Muerte de su hijo y de Lulú.
rompe por la muerte de Luisito. Culmen: suicidio de Andrés.
Los años de formación, que habíamos señalado como el primero de los dos grandes bloques, están recogidos en las tres primeras partes de la novela y los de su experiencia como médico en las tres últimas.
Hay un intermedio reflexivo, la cuarta parte, Inquisiciones, que constituye un paréntesis filosófico, que, más que separar los dos bloques, los enlaza. Andrés Hurtado acude a su tío Iturrioz y mantiene una larga conversación con él. Consta de cinco capítulos y constituye el núcleo intelectual de la novela.
Encontramos una construcción simétrica, reforzada por una serie de correlaciones entre las distintas partes de la novela, así observamos un paralelismo entre primera y quinta parte (que constan de 1o y 11 capítulos respectivamente), entre segunda y sexta (9 capítulos ambas) y tercera y séptima (5 y 4), constando la cuarta parte, Inquisiciones, de 5 capítulos.
Esta construcción simétrica queda reforzada por el casi idéntico número de capítulos de que constan las partes entre las cuales se establecen correlaciones. Esta misma correspondencia, como hemos podido ver al dividir la novela en dos bloques mas un intermedio reflexivo, se da además en el contenido.
Personajes y caracterización.
En torno a Andrés Hurtado aparecen multitud de personajes, principales, secundarios y colectivos, caracterizados de diferente forma unos y otros y que, junto a los ambientes presentados también en la novela, ayudan a darnos una idea de la realidad y la vida española en el tránsito del siglo XIX al XX.
Podemos agrupar los personajes en:
- Andrés.
. Principales: - Lulú. . Secundarios: padre, amigos hermanos, personas que le rodean...
- Iturrioz.
. Personajes colectivos.
. PERSONAJES PRINCIPALES:
Su caracterización se configura paulatinamente. Baroja se inclina por la pintura progresiva, viva y rápida. Recurre, por ejemplo:
. A la contraposición del personaje o de sus ideas con las de otro personaje: Baroja comienza caracterizando a Andrés en el capítulo tercero en contraste con su familia. Habla de su padre, de su desacuerdo con él, del contraste de las ideas políticas de uno y de otro...
. Los personajes se caracterizan también progresivamente mediante su actuación y sus propias palabras. Los define poco a poco, en situación.
Andrés Hurtado.
Al final del primer capítulo ya comienza la caracterización de Hurtado, que irá completándose en los siguientes capítulos, hasta el final de la novela, ya que Andrés va evolucionando a lo largo de ésta y va adquiriendo espesor humano.
Se nos presenta como un joven humano, generoso, antiburgués, entusiasta de Espronceda, nos habla Baroja de sus gustos y sus opiniones en siguientes capítulos, comparándole, por ejemplo con Julio Aracil con quien Hurtado está muy en desacuerdo en cuanto a sus ideas.
Andrés Hurtado es un joven médico sin vocación, escéptico y con gran sentido crítico. Se nos muestra su pesimismo, por ejemplo, en su paso por el hospital de San Juan de Dios, su depresión y su melancolía, lo que le hace estar totalmente deacuerdo con la filosofía de Schopenhauer. Se nos muestra también esa ternura que siente por los seres más desvalidos y su exaltación humanitaria, también en el hospital, en su enfrentamiento por el médico a causa de lo ocurrido con la enferma y su gato.
Tenemos también datos de su ideología, por ejemplo, por la impresión que produce en Andrés Hurtado el meeting de anarquistas, haciendo Baroja una alusión a sus ideas políticas.
De aquí, de los contrastes de Hurtado con otros personajes, y de su actuación a lo largo de la novela, se desprende la personalidad de Andrés Hurtado, personaje principal y protagonista de “El árbol de la ciencia”: es un joven desconcertado, que no encuentra un sistema de ideas en que basar su vida, ni siquiera en la intelectualidad; constituye uno de los exponentes de los conflictos existenciales del intelectual del siglo XX; alternan en él la ilusión y la desilusión y su desengaño va aumentando a lo largo de la novela; es un personaje antisocial que siente desprecio por el rico y simpatía por el pobre, odia la sociedad, le hace daño, sentirse mal; no encuentra ya nada que le guste o le haga feliz.
Su fuerza de voluntad y muestras de acción o intervención son cada vez más escasas y van sustituyéndose por la ataraxia, el escepticismo, su apatía y abulia sin remedio.
Cuando Andrés se hace médico de gente pobre su cólera e irritación van creciendo cada vez más, hasta el punto de que ya tampoco siente esa ternura por los seres desvalidos del principio de la novela. Tan solo puede sentir disgusto, molestia y desilusión.
Encuentra un oasis de tranquilidad al casarse con Lulú. Está encantado con su mujer, su familia y su casa y consigue un trabajo como traductor, que también le hace feliz. A pesar de esto, Andrés tenía una premonición, presentía que tras esa nueva ilusión vendría de nuevo la desilusión, el dolor... Sentía que en su vida había una ventana abierta a un abismo y temía que este volviera a abrirse ante sus pies.
Cuando Lulú y el niño mueren, Andrés pierde su confianza en la ciencia, al no poder la medicina salvar a su esposa, y tan sólo le queda la compasión de los demás. Andrés, incapaz de seguir soportando la experiencias de la vida, se suicida.
¿Fue acaso la vida de Andrés Hurtado una vida vacía? Cabe preguntarse tras este último capítulo.
Lulú.
Lulú, como personaje principal, es caracterizada paulatinamente, al igual que Hurtado o Iturrioz. Parece, en un principio, que no va a tener tanta importancia como cobra al final.
Lulú es la esposa de Hurtado y es un personaje inventado, un ingrediente novelesco, uno de esos espléndidos tipos de mujeres frecuentes en Baroja..
Baroja dedica dos capítulos a este personaje:
. Lulú: Se nos presenta como un producto marchito por el trabajo, la miseria y la inteligencia, se da una descripción física de ella y se la presenta en contraste con su hermana Niní. Antipática y graciosa, con sonrisa de malicia, “decía horrores”, lúcida y mordaz...
. Más de Lulú: Habla de su carácter, es un personaje con un fondo muy humano y muy noble, tolerante, desenfadada, franca, no aceptaba derechos ni prácticas sociales...
Lulú siente, al igual que Andrés (y Baroja también), esa ternura por los seres desvalidos, es sincera, tiene el afán de analizarlo todo... En los rasgos de Lulú podemos ver proyectado el talante de Baroja, que incluso dedica un capítulo a este personaje en sus memorias.
Es un personaje insignificante en principio, que cobra un desarrollo autónomo y progresivamente se hace más importante en la novela hasta convertirse en un personaje principal..
Iturrioz.
Se nos presenta por primera vez en la segunda parte de la novela en el capítulo llamado La crueldad universal y comienza ahí su caracterización, que continúa a lo largo de las apariciones de este personaje en la novela.
Es un filósofo escéptico, pero más realista que Andrés, que representa al Baroja Maduro. Baroja se sirve de él para todas las discusiones políticas y para exponer las preocupaciones de la época.
En la cuarta parte de la novela Andrés e Iturrioz mantienen una larga conversación en que se caracteriza a este último mediante la exposición de sus ideas o mediante la contraposición de sus ideas y las de su sobrino.
. PERSONAJES SECUNDARIOS:
Baroja caracteriza a estos personajes con trazos rápidos, aunque también se detiene en ellos. Se trazan estos personajes más o menos rápido, según la incidencia o repercusión que tengan en los personajes principales. Los trazos son más rápidos cuanto más episódico es el personaje.
Su figura, por lo general, se nos da hecha de una vez por todas. Se trata de bocetos vigorosos, muchas veces cargados de una gran ironía y sentido satírico y otras veces llenos de ternura o de compasión.
Entre estos personajes podemos citar :
. Luisito, el hermano de Andrés. Caracterizado con mucha ternura.
. Su padre, de cuya caracterización se sirve para caracterizar también a Andrés en la primera parte de la novela, dadas las diferencias entre ellos. Despótico, arbitrario...
. Amigos de Andrés como Aracil (cínico, vividor y sin escrúpulos) y Montaner, a los que también caracteriza con respecto a Andrés.
. Villasús: autor dramático que se nos presenta en Las moscas, inspirado en el escritor Alejandro Sawa (que sirvió a Valle Inclán como modelo para el Max Estrella de Luces de Bohemia), y que aparece de nuevo en el capítulo La muerte de Villasús.
. Manolo el Chafandín: un chulapo yerno de la señora Venancia, que vivía a costa de ella y que pertenece al “mundo de Lulú”.
En ocasiones, el detenerse en un personaje no se justifica por necesidades del argumento central, sino por esa tendencia de Baroja a “entretenerse en el camino”.
.OTROS PERSONAJES:
Por último hay una amplísima galería de personajes rápidamente trazados q son personajes colectivos y que constituyen el ambiente, el telón de fondo de la novela: los profesores, las gentes del pueblo, los alumnos de la universidad...
Ambientes y temas.
- EL TEMA DE ESPAÑA.
Los ambientes y personajes que aparecen en la novela, nos presentan la realidad española de la época como un panorama desolador, como una sociedad y un país que se descomponen.
España sirve de marco en el que se desenvuelve la vida de Andrés Hurtado y a la vez es uno de los temas de la novela.
Baroja denuncia las anomalías, los absurdos de esa España. Refleja Baroja esta realidad española basándose en dos núcleos:
- La España urbana:
La España urbana está representada por la ciudad de Madrid. Baroja traza una despiadada radiografía de :
. La vida política: la irresponsabilidad de los políticos ,que engañan al pueblo.
. Las clases sociales: la miseria social, que se representa en el ambiente sórdido de las casas de la vecindad y en el ambiente de la prostitución...
. El ambiente cultural: denunciando la pobreza cultural ,representada, por ej. en la ineptitud de los profesores, que son la mayoría unos farsantes.
. Denuncia la indiferencia del pueblo: reina un absurdo optimismo ante la guerra. A los españoles, en general, no les preocupa ni la pérdida de las colonias, ni la guerra... La gente no se preocupa por lo que sucede en su país.
. En sus conversaciones con Iturrioz, denuncia el atraso de España con respecto a la ciencia y a la cultura, los profesores son unos farsantes, en España no hay medios para que pueda progresar la ciencia... no hay más que chulos y señoritos juerguistas y los periódicos no hablan más que de toreros y políticos..
- La España rural:
La realidad rural no es menos penosa que la urbana. Está representada por Alcolea del Campo. Lo que caracteriza la vida de Alcolea, aspectos denunciados por Baroja, es:
. Una moral católica puritana, estrecha, llena de prejuicios.
. Caciquismo.
. Rapacidad, egoísmo, ineptitud, insolidaridad, envidia de la sociedad.
. Iniquidad social: ante la que Andrés siente una cólera impotente.
. Espectáculo deprimente que ofrecen las clases altas y las bajas.
. Miseria social, pobreza cultural, etc...
. Pasividad ante las injusticias.
Andrés compara Alcolea con un gran cementerio. Allí se siente cada vez más relegado al papel de espectador, lúcido pero escéptico, de aquel absurdo panorama social y ve cada vez menos posibilidades de acción y su instinto antisocial se va acentuando.
Andrés abandona su rebeldía social y esto le conduce al escepticismo, ya que no había o no parecía haber soluciones para aquella desastrosa realidad española, se incrementa su inacción y llega a un estado de ataraxia.
- EL EXISTENCIALISMO (Inquisiciones).
Junto al alcance social de la novela, se encierra también una significación existencial.
La vida de Andrés es la historia de una inadaptación. Andrés Hurtado es testimonio de ese malestar y ese pesimismo vital tan extendidos entre los intelectuales de la época.
El problema social queda subordinado al individual. Andrés no busca una solución a sus problemas, sino una respuesta a su dilema interno, busca una verdad práctica y espiritual al mismo tiempo, una orientación, la comprensión de la naturaleza humana. Trata de encontrar un asidero intelectual en la filosofía ante esta búsqueda. Andrés se pregunta con angustia “qué hacer, qué dirección dar a la vida”. Encuentra esta comprensión de la naturaleza humana en la filosofía de Schopenhauer, por el que se inclina cada vez más, determinando la presencia de éste la estructura de la novela, que es casi una proyección de su filosofía.
Desde las primeras páginas podemos observar que toda ilusión acaba en decepción.
Todo esfuerzo de Andrés acaba en frustración y no hay esperanza en el porvenir, ya desde el principio define la vida como “una cosa fea, turbia, dolorosa e indomable”.
Las circunstancias derrotan pronto a Andrés, que se inclina a creer firmemente en la filosofía pesimista de Schopenhauer, viendo el dolor de los enfermos, la crueldad de la gente del hospital...
En la novela están presentes las ideas de Schopenhauer: El conocimiento aumenta el dolor: La felicidad sólo puede venir de la inconsciencia y el ser inteligente constituye una desgracia en este mundo. Pone como ejemplo a Lamela, que es feliz, en contraposición con Andrés, que es desdichado.
En este proceso evolutivo de Andrés alternan la ilusión y el desengaño, de tal forma que Andrés se va aislando poco a poco de la sociedad a causa de un exceso de sensibilidad, que choca con el ambiente que le rodea y le condena a un profundo sufrimiento.
De la contemplación de su propio dolor pasa a la contemplación del dolor del mundo que le rodea.
Tras contemplar el dolor en el mundo de Lulú, va a comentarlo con su tío Iturrioz y se convence de la “crueldad universal”.
Todo este dolor despierta la compasión en Andrés, aunque se da cuenta de que “la piedad no aparecía en el mundo” y sus ojos sólo ven miseria y males y la maquinaria social aparece como una bestia cruel.
En La crueldad universal el filósofo Iturrioz define la vida como “una lucha constante, una cacería cruel en que nos vamos devorando los unos a los otros”. El individuo sólo se preocupa de su bienestar y los únicos fines que le estimulan son los egoístas.
Andrés, que está desorientado y ha ido perdiendo su vigor juvenil, opta por la abstención, la ataraxia y trata de encontrar la paz en la contemplación del paisaje del pueblo valenciano
Contempla la vida como un espectador piadoso y compasivo y ve cómo “los hombres inconscientes son actores que representan un papel que ni siquiera comprenden”. Hurtado, retirado del mundo de la voluntad (en Aburrimiento), nos hace recordar de nuevo a Schopenhauer, que dice que la vida oscila entre el dolor y el aburrimiento.
“El árbol de la ciencia” es una reflexión, una meditación crítica, un análisis sobre la experiencia de vivir.
INQUISICONES
Para algunos críticos, esta es la parte que delata el concepto de Baroja de la filosofía de Schopenhauer, que se pone en boca de Iturrioz y de Andrés.
La muerte de su hermano despierta en Andrés una vez más la conciencia del dolor, lo que le lleva de nuevo a sus inquisiciones filosóficas. La preocupación principal de Andrés es la de encontrar un plan filosófico que le explique el mundo y la vida.
Habla con Iturrioz sobre esto y le dice que ha encontrado ese plan en la filosofía de Schopenhauer. A lo largo de toda esta cuarta parte (Inquisiciones) se plantea un largo razonamiento filosófico sobre la realidad y el conocimiento, que se desencadena a partir de la pregunta ¿Qué piensas hacer? que Iturrioz hace a su sobrino.
Se nos ofrece una radiografía de las ideas de Andrés Hurtado, a las que llega de una forma deductiva a partir del conocimiento y del sentimiento. Se presentan las ideas de Andrés (las del Baroja joven), enfrentadas a las de su tío (Baroja maduro), o ,a veces, completándose y desarrollándose, llegando a una conclusión.
Iturrioz es escéptico en cuanto a la idea de encontrar el plan filosófico que busca su sobrino. No aparece una solución para ese conjunto de misterios y exigencias de la vida, ya que el misterio del universo y de la vida es incognoscible.
El diálogo se concentra en un tema capital: la vida. Para hablar sobre este tema se basan en un pasaje bíblico: hacen referencia al Génesis. Esto sirve para explicarnos el título de la novela (cuando hablan del árbol de la ciencia y del árbol de la vida).
La vida está regida por la voluntad y la inteligencia. El instinto vital da un sentido optimista a la vida, siendo la ciencia la única construcción capaz de vencer las supercherías que el ciego instinto vital ha inventado. Andrés considera que la ciencia es la única esperanza del hombre e Iturrioz duda que pueda llegarse a una construcción mejor (debido al egoísmo del hombre, que es lo que hace a la sociedad ser como es), con lo que Andrés está en desacuerdo.
Podemos observar dentro de esta cuarta parte también, una construcción simétrica, siendo el capítulo central y más importante el que da nombre a la novela: “El árbol de la ciencia (y el árbol de la vida)”, como si hubiera una obsesiva preocupación por la organización interna de la novela.
A pesar de ser una parte tan distinta (se detiene el tiempo narrativo, se limita a un diálogo, desaparecen los personajes secundarios y hay un carácter exclusivamente discursivo) no significa una ruptura total del desarrollo de la novela ni supone una salida de tono.
En la despedida Andrés le dice a su tío que si no encuentra nada que hacer, se marchará e Iturrioz le dice que le mantenga al corriente y le advierte que le ve “mal armado para esa prueba”.
Tras esta cuarta parte parece que pasa de la contemplación a la experiencia, aunque no llega a abandonar su actitud inquisitiva.
En Alcolea se refuerza su pesimismo y ve cómo su odio crece hasta tal punto que decide apartarse de todo y practica la segunda vía propuesta por Iturrioz: la ataraxia. Ya no experimenta cólera, se siente divinizado y pierde su espíritu agresivo. Prácticamente todo le es indiferente.
Hurtado permite que un impulso sexual perturbe su ataraxia y paz interior y mantiene una relación con la mujer de la casa. Precisamente dice Schopenhauer que los impulsos sexuales son una de las cosas que pueden acabar con ese estado de serenidad y paz interior.
Tras su vuelta a Madrid, contrae matrimonio. Es feliz y parece que ha solucionado su problema de qué actitud había de tomar ante la vida. Andrés se limita a un círculo pequeño, a su mundo, apartado de la sociedad y todo aquello que le producía dolor, y es sumamente feliz.
Todo esto se ve amenazado por los pensamientos, pesimismo e inquietudes de Andrés, que se figura que en su vida hay “una ventana abierta a un abismo”, lo que hace seguir presente esa amenaza pretendida por el pesimismo de Hurtado.
Al final esa amenaza se hace realidad. Cuando Lulú se pone enferma y va atener un hijo, a pesar de que Andrés considera que no debe tener descendencia, esa ventana se abre de par en par y se precipitan los acontecimientos: mueren el niño y Lulú y Andrés se suicida.
La muerte de Andrés representa para unos el desenlace más trágico del conflicto entre vida y conocimiento. Para otros, la muerte de Lulú le saca de su paz y serenidad y él, incapaz de soportar de nuevo la imposición de la voluntad de vivir, se suicida.
La muerte de Andrés cierra la novela y obliga al lector a preguntarse qué quieren decir las últimas palabras de ésta, pronunciadas por el médico: “Había en él algo de precursor”. En estas palabras se encierra una cierta ambigüedad. Para unos críticos esto abre la obra hacia una cierta esperanza: su vida no fue en vano y tal vez algún día la vida pueda comprenderse gracias al conocimiento.
Iturrioz había dicho: pero ¿dónde están esos precursores?
¿Será acaso Andrés Hurtado uno de ellos?
Autobiografismo: Baroja en “El árbol de la ciencia”.
En sus Memorias, Baroja explica que en Andrés Hurtado puso sus preocupaciones de médico y de aficionado a la filosofía y que en su novela hay una alusión a tiempos pasados. En ella aparecen los compañeros, algunas muchachas conocidas...
Representa Baroja un mundo y un ambiente que le son muy familiares: su vida de estudiante, sus primeras experiencias como médico, sus propias inquietudes filosóficas... transformadas literariamente dan lugar a “El árbol de la ciencia”.
Es innegable el carácter autobiográfico de esta novela. Baroja estudió medicina, la ejerció, como médico titular, en un pueblo guipuzcoano(el equivalente de la Alcolea de Hurtado) y tuvo también sus diferencias con el otro médico del pueblo; Luisito está entrelazado con la imagen del hermano mayor de Baroja; se pueden reconocer a algunos personajes como sus amigos, o el misterioso hermano Juan; el ambiente que rodea a Baroja es el mismo que el de Andrés; Baroja tuvo como profesor a Letamendi, al igual que Hurtado; los libros que leen son los mismos; Sienten la misma simpatía por la mujer de la casa, Andrés en Alcolea y Baroja en Cestona...
Es tan estrecho el contacto entre el mundo de Baroja y el de Andrés Hurtado, que Baroja transcribe literalmente fragmentos de la novela en sus Memorias.
La crítica ha sido unánime en los puntos de contacto entre el protagonista de la novela y Baroja, aunque algunos, como Ortega, amplían el carácter identificativo a toda una generación: Hurtado no sólo representa a Baroja, sino también a todo el grupo de escritores que comienza a publicar hacia 1898.
Estilo.
- Prosa característica de Baroja: párrafo breve, sencillez, claridad, exactitud, búsqueda de la economía expresiva, lo que da lugar a capítulos cortos.
- Es, ante todo, una novela de personaje, que narra la vida de un protagonista de forma lineal, a veces fragmentaria. A veces se interrumpe la narración al intercalar Baroja descripciones de ambientes o personajes... debido a su tendencia a “entretenerse por el camino”.
- Hay narración, descripción y diálogo.
DIÁLOGO:
Hay distintos tipos de diálogo, coincidiendo la forma de expresarse cada uno de los personajes con su posición, su formación, su cultura. Cada uno utiliza el lenguaje que le corresponde en cuanto al estrato social al que pertenece, lo que hace que los diálogos rebosen naturalidad expresiva.
Utiliza vulgarismos y términos coloquiales.
DESCRIPCIÓN:
- Paisajes.
. Para las descripciones, generalmente breves, Baroja recurre a distintos recursos, paralelos a los que se utilizaban en la pintura de la época (la impresionista) : efectos de luz, colores, temporalización (situar el paisaje descrito en un momento concreto del día) Ej: descripción del cerro rojo: lo sitúa en un momento del día, una época, luz, color.
. Muestra Baroja inclinación por la descripción perspectivista: contempla el paisaje desde un punto determinado, generalmente por encima de lo descrito (Ej: cerro sobre Alcolea, Andrés contempla lo que se ve desde su ventana).
- Austeridad de recursos: se usan, a veces, de una forma tan sencilla que parecen no existir (estructuras bimembres...)
- Personajes:
. Las descripciones llegan al lector a través de la perspectiva del personaje: atienden al efecto que lo descrito causa al protagonista. Se produce una proyección de la valoración de Andrés.
Parece que se suplanta la realidad por la valoración ética o la impresión u opinión de Baroja y el protagonista: se trata de la técnica del Improperio.
. La construcción enumerativa es la base de muchas de las descripciones de personajes, en las que Baroja nos muestra la valoración ética, casi siempre negativa, que hace Andrés del personaje descrito.
. Estos adjetivos también se agrupan en construcciones binarias.
. Preferencia por el adjetivo de desdén, ya que muchos adjetivos utilizados en la novela significan rechazo (caído, miserable, absurdo...). El resultado de esto es provocar en el lector la constante impresión del mundo y la vida como algo deprimente y así justificar el pesimismo del protagonista.
-Se describen también ambientes.
Un rasgo llamativo del estilo de Baroja es la ironía, el humor sarcástico. Por ej. al hablar de las bromas que se gastaban los estudiantes o simplemente con pinceladas sarcásticas a lo largo de la novela (“la simpatía y respeto que había en España por lo inútil...”).
Conclusión.
“El árbol de la ciencia” es una novela sumamente representativa de la época y ha sido considerada “la novela más típica de la generación del 98.
Es indiscutible que esta novela es una buena muestra de cómo Baroja y sus coetáneos anticiparon buen número de los temas de las corrientes existenciales contemporáneas, además de ser la novela más representativa de las barojianas.
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Enviado por: | Paula |
Idioma: | castellano |
País: | España |