Historia
Ejército romano
Introducción
Los orígenes de Roma empiezan sobre el siglo VIII a.c. como la unión de las aldeas del Lacio para aguantar la presión etrusca. Roma se convertirá en uno de los mayores imperios a nivel militar y administrativo. Roma es la primera gran potencia militar fue la primera en tener un ejercito regular movilizado y remunerado. Llego a controlar casi todo el mundo que conocía. Nosotros hemos hecho el trabajo sobre una visión general del ejército romano durante la monarquía, la república y el imperio. Aunque en la vida cotidiana de Roma pueden destacar muchos aspectos nosotros nos hemos decantado por el ejercito, ya que la mayor parte de la población estaba ligada o había estado ligada al ejercito además era una de las formas para obtener la ciudadanía romana para los que no la tuvieran. Así q el ejército romano era un aspecto principal en la vida cotidiana de Roma tanto para los ricos pobres y los llamados bárbaros.
Intencionalidad del Trabajo
Con este trabajo hemos querido dar una visión general de la vida de un soldado, reseñando las unidades que existían, las diferencias entre oficiales y soldados, pero también cual era su vestimenta y sus armas de combate.
Lógicamente hemos tratado el reclutamiento, de donde venía, clase a la que pertenecían, como y porque se alistaban en el ejército.
Una vez dentro del ejército romano hemos valorado su trabajo cotidiano a parte de la guerra, la construcción.
Además reseñamos como aspecto importante la religiosidad que condicionaba su vida y por supuesto, que es lo que podían aspirar terminado su servicio de armas.
Concluimos con un relato de auxiliar íbero, que relata porque se alistó y su experiencia con el ejército romano.
La legión romana.
En obras maestras de diversos autores, como por ejemplo de Polibio, se describe al ejército romano, estos apuntes son los que tomaremos en cuenta para describir a este gran gigante imponente de la antigüedad. Esta estructuración fue realizada por Cayo Mario y no cambió en toda la época imperial.
El ejército romano se componía de legiones, agrupaciones que constaban de 4.200 hombres de infantería, 300 o 600 hombres de caballería, en algunos casos 500 o 1.000, todo dependía del capital proporcionado por el estado al cuestor, encargado de las relaciones económicas entre los Tribunos Militares y el capital disponible del gobierno romano. Además a este número se le sumaban los aliados o socci, que eran de un número casi igual que la legión. Además estaban los proletarios o auxilia, un número reducido de legionarios y de gente de otros pueblos destinada a poyar a la legión cuando la batalla era demasiado dura. Además el ejército romano empezó a contar con 55 catapultas para cada legión, sin contar las casas y los otros utensilios del campamento, para esto eran necesarios músicos, albañiles, carpinteros, esclavos, los cuales eran por lo menos unas 700 personas. De este modo una legión completa variaba su numero entre los 4.000 y 6.000 dependiendo su función, la cual a su vez dependía primordialmente del tipo de provincia y de que si era senatorial u imperial.
Por lo general los 4.500 hombres de la legión estaban divididos en cohortes, cada una comandada por un Tribuno Militia. De este modo en cada legión había entre tres o cuatro tribunos. Si bien recordamos, Polibio nos pone en el caso de que aproximadamente cada año se investía a dos legiones en roma. Esto era más de 18.000 hombres, si bien recordamos, Roma debió haber contado con un número superior a los 7.000.000 de habitantes al llegar a la época de Cayo Mario y unos 9.000.000 millones a la época de Julio Cesar. Durante Augusto y Tiberio debe haber habido unos 13.000.000 de personas en el imperio. Lo más probable es que por lo menos hayan llegado a haber en roma por lo menos un número de casi 20.000.000 habitantes, algunos incluso han llegado a estimar un periodo de sobrepoblación de más de 70.000.000 de habitantes. Esto indica un índice de natalidad alto, al igual que uno de mortalidad muy bajo, a excepción en las fronteras, que gozaban de inestabilidad, lo que implicaba la creación de nuevas legiones cada año. De este modo es como Polibio nos dice que cada año el ayuntamiento romano se debían inscribir todos los ciudadanos romanos para formar parte del ejército, algunos si eran necesarios, otros porque les gustaba la carrera, de este modo, haya sido cual haya sido la razón, es que roma organizaba más de 18.000 hombres al inicio de la republica y al final del imperio, ¾ de la población pertenecían o habían pertenecido a la clase equina.
De este modo Roma dividía a la legión en 4 cohortes de 1.000 cada una, a excepción de la primera, la cual poseía 1.200 hombres, es decir un manipulo más, esto se debe a la importancia que poseía el primer Tribuno, de este modo nos podemos percatar que la importancia de los Tribunos dependía de que cohorte tuvieran a su cargo. El Tribuno más conocido por tanto era el de la Primi Cohortis o Primera Cohorte. En los casos que la legión no fuese para alguna provincia fronteriza o para alguna guerra, como ya dijimos se dividía en 3 cohortes, cada una de 1.400 hombres, en este caso el número de legionarios no varía, pero aún continúa la preponderancia de la Primi Cohortis.
A su vez cada cohorte estaba dividida en centurias, las centurias eran unidades de 100 hombres, en cada cohorte por tanto había 10 centuriones, es decir, generalísimos de esos 100 hombres ya designados.
Según Polibio, cada hombre en roma debía servir en el ejército, los que tenían un ingreso de más de 500 dracmas debían de elegir entre 16 años en la infantería y 12 años en la escuela de turmas. Además cuando los cónsules o el emperador fijaba la investidura de una legión, era un hecho de celebración en roma, nunca se hacia en febrero, porque era tan solo el mes de la purificación, por lo general se hacia en la primavera europea, que corresponde a los meses de Abril y Mayo. De este modo los postulantes son dirigidos al capitolio donde oran a Júpiter para purificar sus almas.
Luego pasan a las puertas del Palatino, en el foro, donde el cónsul o el emperador proceden a la ceremonia de nombramiento de las nuevas legiones. De este modo, es como el grupo es dividido en 2 grandes masa de hombres, es decir dos legiones, luego es vuelto a dividir en las 4 o 3 cohortes cada una, correspondiente a cada legión. Ahora pondremos el ejemplo tomado por Polibio de cuando un cónsul esta invistiendo a dos legiones, una de tres tribunos y otra de cuatro tribunos.
De este modo es como empieza, toma a la primera legión, dividida entre 4 cohortes, y les asigna a dos veterano Tribuno Militia de confianza, luego asigna a los dos más prestigiosos de los nuevos soldados para que sean los otros dos Tribunos Militares. Luego toma a la otra legión dividida entre 3 cohortes e impone a sus 3 Tribunos Militares, veteranos de confianza del cónsul. Este acto, según Polibio, era común, el de consagrar a Marte y Júpiter dos legiones, una de 3 y otra 4 cuatro Tribunos. Sumado a los vuelcos de los prestigios y cercanía a los cónsules gobernantes. De este modo los Tribunos dan sus botos de confianza, luego proceden a escoger a sus respectivos centuriones, Polibio nos explica que primero el Tribuno escoge a la mitad de los centuriones.
El resto son electos entre los soldados. De este modo se prosigue a tomar el voto de confianza y de no matrimonio, entre otros, asegurando la confianza de los nuevos legionarios romanos. Luego de esta ceremonia se prosigue a la separación de las legiones y envío a sus respectivos lugares. Por lo general, cuando a las legiones se les asigna una misión de batalla y conquista, son puestas a cargo de algún legato -titulo de general en roma-, sea o no gobernante alguna tierra cercana al lugar del asedio o asalto. El legato era siempre de clase senatorial, de confianza del cónsul o el emperador, este no podía intervenir en las elecciones de los Tribunos, pero si podía elegir a su Prefectus Castrum, o prefecto de campamento.
Las tropas auxiliares.
Las tropas auxiliares jugaron un importante papel en las campañas romanas. Los auxiliares eran guerreros no romanos que combatían en las filas romanas en virtud de acuerdos o tratados. César utilizó tres tipos de auxiliares: los españoles, que formaban parte de su escolta personal, los galos, tanto como infantería como caballería y la temible caballería germana que reclutó en su primera campaña y mantuvo hasta el final.
Los auxiliares combatían con su propio equipo y a su peculiar manera, pero siempre al mando de oficiales romanos.
Estos guerreros españoles son los típicos guerreros celtíberos que combatieron a los romanos o junto a ellos. Los españoles combatieron a los cartagineses y a los romanos durante más de dos siglos. En medio de aquella lucha que parecía interminable tuvo lugar el episodio de Sertorio que impresionó mucho a César, tanto por las afinidades ideológicas que sentía con el general de Mario como por la utilización militar que dio a sus teorías. Como propretor en España, César combatió a los españoles e hizo amigos entre ellos como los Balbo. Cornelio Balbo fue la mano derecha de César en Roma, un gaditano descendiente de fenicios cuyo sobrino se convertiría en el primer cónsul de Roma de origen no romano. Y fue cónsul incluso antes de que la totalidad de España fuera pacificada. César tenía un excelente concepto del guerrero español. Tanto que quiso vincular al Senado de Roma con un juramento típico español: la fides que se consideraba sagrado e irrompible. La guardia personal de César se componía de guerreros españoles vinculados a él mediante la fides.
Entre los auxiliares españoles más famosos destacan los infantes iberos que sirvieron tanto con Aníbal como con Escipión o con César, los caballeros que formaron parte de su guardia personal y por supuesto los famosos honderos de las islas Baleares que tanto terror causaban a sus enemigos y que componían una de las más famosas unidades de élite de toda la Antigüedad.
Puesto que los romanos utilizaban preferentemente auxiliares del país en el que combatían, César utilizó auxiliares galos y germanos. Los auxiliares galos, generalmente fuerzas de caballería, servían como aliados. En los "Comentarios" César destaca la poca valía de estas tropas y su escasa fiabilidad, ya que en varias ocasiones se la jugaron huyendo del campo de batalla. En cuanto a los germanos, su más famosa aportación fue el contingente de caballería que César reclutó entre las tribus de la margen derecha del Rhin y que tan importante papel tuvieron en Alesia o Farsalia.
La caballería auxiliar romana incluía gran variedad de soldados a caballo tanto pesada como ligera, así como arqueros montados, que podían proceder de Siria y Gran Bretaña. La caballería ligera podían ser norteafricanos que cabalgaban sin riendas ni armadura, arrojando jabalinas ligeras, y la pesada, los acorazados jinetes sármatas (habitantes de la costa del Mar Negro), con pesadas armaduras tanto ellos como sus caballos. También procedían de Asturias (España), Frisia (Holanda), Galia (Francia) y Germania (Alemania).
Tipos de tropas auxiliares
Conttarii: Fueron creados bajo el mandato del emperador Trajano. Probablemente fue creada para hacer frente a la caballería de los pueblos Sármatas. Estos llevaban una lanza pesada (contus) que fue desarrollada por los Sármatas.
Cataphractii o Clibanarii: Estas dos palabras describen al mismo tipo de tropas o posiblemente dos tipos de caballería pesada. Completamente protegida de los pies a la cabeza, este tipo fue
desarrolla por las civilizaciones del este para hacer frente a las flechas. Estas tropas aparecieron en Roma probablemente bajo el gobierno de Adriano (117-138 d.C.).
Sagittarii: Estas arqueros a caballo fueron reclutados de Creta, Numidia (Argelia), y Tracia (Bulgaria y oeste de Turquía).
Caballería Ligera. Eran más móviles que los cataphractii y harían uso de lanzas, jabalinas y espadas.
Las vestimentas de los legionarios y de los oficiales.
El ejército romano fue prácticamente el primer estado antiguo en otorgar un tipo de uniforme generalizado para todos sus efectivos. El cual además desde Cayo Mario fue totalmente cotizado y pagado por el mismo estado romano. De este modo hasta los más pobres podían llegar a poseer una carrera militar y surgir, un claro ejemplo es el mismo emperador Dioclesiano, el cual era pastor y se volvió legionario y luego ascendió hasta legato y posteriormente hasta emperador, lo que demuestra que teniendo las puertas abiertas del ejercito se podía llegar a mucho en el mundo romano.
Pero a la vez que el estado romano costeaba lo que sus oficiales y legionarios necesitaban, nos damos cuenta de que no siempre fue un gasto fijo y parejo. De este modo podemos explicar que el ejército fue evolucionando a través de la historia romana, junto con sus propios uniformes. Bajo el reinado de Servio Tulio por primera vez se impone un tipo de uniforme general, compuesto por una cota de malla, un escudo redondo como el griego, además los romanos ocuparon la espada larga y pesada de los helénicos hasta el siglo III antes de Cristo aproximadamente. Hacia el siglo III también se difundió el uso de lanzas cortas, como la pilum, además del uso de corazas pesadas para los triatos y oficiales mayores, mientras que a los hastatos y principes de altos rangos y honores dentro de la legión se les fue otorgando una coraza ligera.
De este modo, un simple legionario menor, veltie o un hastato pobre, vestían un uniforme compuesto por una cota de malla, la cual se empezó a fabricar a base de hojas de acero hacia la época de Claudio I. La cota de mallas romanas iba desde los hombros hasta unos centímetros antes de las rodillas, además los legionarios ligeros, compuestos por velties y hastatos pobres como se dijo anteriormente portaban hombreras hechas de cotas de malla. Las insignias de premiaciones eran adheridas a la cota. Debajo de la cota de malla portaban una larga túnica roja, la cual se extendía hasta las rodillas, además ocupaban unos pantaloncillos de cuero que se extendían hasta las rodillas, muchas veces no se veían por efecto de la túnica roja. Además portaban un cinturón de cuero, del cual pende la espada corta, la cual se empezó a usar desde el siglo III y se generalizo con Cayo Mario, esta era la Gladius Hispanicus. Además en el cinturón portaban un pugio o puñal. Con el paso del tiempo, los legionarios ligeros empezaron a dejar de lado las cotas, hacia la época de trajano los legionarios romanos, pesados y ligeros y los oficiales portaban una coraza, con solo pequeñas diferencias, como que entre los legionarios pesados y ligeros, los primeros ocupaban hombreras y un tonelete de acero, mientras que los segundos de cota de malla. Además los centuriones ocuparon siempre un tonelete tan solo hecho de cuero. Los legionarios pesados portaban desde el siglo III una coraza sin hombreras ni tonelete, este último seguía siendo de cota de malla.
Además los legionarios ocupaban yelmos, compuestos tan solo por un morrión y una cimera, sin contar los cinchos del yelmo. El yelmo era generalmente de bronce y hacia la época de Trajano de acero también. También desde la antigüedad los romanos habían adornado los morriones con un penacho que estaba hecho de plumas de animales o de pelo de colas de caballos.
Los legionarios romanos, correspondientes a los hastatos, triatos, velties y príncipes, los cuales luchaban en las líneas de infantería pesada y ligera, no siempre portaban del mismo modo que en la batalla el uniforme. Cuando había un traslado de un lugar a otro para establecer una campaña un legionario romano vestía con su cota de mallas hasta las rodillas y con Trajano portaban su coraza sin hombreras ni tonel.
Portaban debajo de su cota o peto la misma túnica roja con los pantaloncillos de cuero. Portaban colgando al pecho el yelmo, llevaban en su brazo el escudo, recubierto de su funda de cuero; en sus manos izquierdas portaban dos lanzas, las pilum, esta podía ser corta o larga. Si era corta era para las primeras divisiones de infantería ligera, esta servia para lanzarla y se desarmaba al clavarse en la tierra, de este modo quedaba inutilizada por si el enemigo deseaba utilizarla.
La pilum corta es de origen semnita. Mientras que la pilum larga es la típica lanza larga la cual ocupan los legionarios pesados, es semejante a una pica como las de Alejandro Magno, por esto probablemente sea de origen griego la pilum larga. Además de portar estas jabalinas, portaban un largo palo en la mano derecha para sujetar distintas cosas, la tienda de campaña y las estacas, etc.
Además portaban una mochila en sus hombros en la cual iban distintas cosas como implementos para trabajar los campos, herramientas de construcción, juegos como dados, elementos para cocinar, alimento para 5 días y los triatos debían encargarse de los suministros aparte que necesitasen los otros legionarios; también portaban un segnum, que era una túnica de lana impermeabilizada; cambio de ropa; repuestos para las sandalias, las cuales poseían clavos de acero en las plantillas; entre otras cosas. Todo esto pesaba aproximadamente 30 kilos.
Los centuriones, que dejaban de ser clasificados como triatos, hastatos, velties o príncipes, eran los oficiales a cargo de 100 hombres, estos eran jerarquizados a medida de su antigüedad, de este modo el centurión más importante era el de la primera centuria de la Cohorte I y el menos importante era, poniéndolo hacia la época de Augusto y Tiberio, donde en muchos casos las cohortes eran compuestas por 600 legionarios a veces, distinguimos al centurión menos importante como el cual comandaba el III Manipulum o la VI Centuria, ambas de la X cohorte. En muchos casos los puestos de centurión, los cuales eran más de 70 escalafones, dependían de su antigüedad, de este modo el último centurión debía de esperar a que muriera un centurión más alto o este se jubilara como veterano militar.
De este modo el centurión era un cargo muy utilizado, si recordamos en la época de Cesar era mucho más corta la carrera del centurión, por la minoría de los escalafones -casi 50-, pero hacia la época de Claudio ya eran más de 70 los centuriones que servían en una legión.
De este modo, tomando como ejemplo las organizaciones desde Augusto, donde las cohortes eran generalmente de 600 hombres, destacamos a 6 centuriones, cada uno contaba con suboficiales a su servicio, estos eran escogidos por él, mientras que 3 centuriones eran electos por los Tribunos y los otros 3 por un sufragio de la centuria. De este modo el centurión como ya dijimos escogía a sus suboficiales los cuales no tenían ninguna ropa en especial, el primer suboficial era el optio, brazo derecho del centurión. Los siguientes eran un portaestandarte o signifer, el cual defendía las insignias de la centuria, y un cornicem, el cual era un suboficial para transmitir las órdenes.
El Primus Pilus era el nombre dado al centurión más importante y con más meritos, antiguamente también era el más antiguo, por lo tanto este centurión era el primero de la I cohorte. Cuando la legión tenía como misión una campaña y se había establecido un castro o una fortaleza, el procónsul o el propretor -si eran más de una legión en campaña- o el legato -si era una legión en campaña- establecían a un prefecto que se encargase de todo el campamento, de este modo el con más méritos de los Primus Pilus era escogido como Prefectus Castrum, que significaba prefecto del campamento.
La vestimenta de los centuriones era muy semejante a la de los legionarios, se diferenciaban por detalles como llevaba la espada al lado izquierdo, mientras que los legionarios comunes la portaban en la derecha. Su distintivo más común era que su cimera era de forma transversal, distinta a todas las otras de tanto los legatos como de los legionarios y tribunos. Además el centurión portaba insignias en forma de círculo dependiendo del número de centuria que comande. Por último en algunos casos el centurión portaba espinilleras de metal, que lo recubrían desde la rodilla hasta los tobillos.
Hacia la época de Tiberio el uniforme de los centuriones y de los suboficiales de este fue reformado, instituyéndose una nueva coraza llamada "Lorica Segmentata", un tipo de coraza que recubría hombros y pecho, fue usada posteriormente por los altos oficiales, y a la época de Trajano la lorica segmentata fue de uso común en toda la legión. Este tipo de coraza no sería desechada nunca más y seria de uso común y muy conocida para los conocedores de roma, tan difundida fue esta coraza que muchos piensan que fue utilizada a lo largo de toda la historia de roma. Además hacia la época imperial se generalizo que los centuriones utilizasen una túnica hecha de color blanco, pero también fue muy común la de color rojo, tanto que no se pudo desechar.
El pteriges era una camisa formada por una serie de tiras de cuero que recubrían las caderas y los hombros, las puntas eran de color plateado para los tribunos. Por lo general el pteriges actuaba también de tonelete y era igual al que portaban los centuriones, con la diferencia es que el del centurión era de color café y en las puntas portaba unos hilos de distintas clases de animales. En el caso del tribuno como ya dijimos las puntas eran como botones de plata y el pteriges era de color blanco. Además ocupaban un pantaloncillo de tela de color blanco que llegaba hasta más debajo de las rodillas.
No ocupaban canilleras como los centuriones, pero si las típicas sandalias para la guerra, a veces cuando los tribunos iban con misiones comerciales o diplomáticas en vez de llevar las pesadas sandalias de guerra portaban las sandalias negras que ocupaban los senadores. Ocupaban obviamente la gladius hispanicus y el puñal. Su yelmo era como el del tipo helénico, con un penacho grande y largo de manera longitudinal.
Como de costumbre, como no portaban la cota de malla como los legionarios hasta Trajano o como los centuriones hasta Tiberio, portaban una coraza, pero no la ideada por Tiberio, la llamada Lorica Segmenta, en este caso los tribunos ocupaban una coraza anatómica, de una sola pieza que era muy unida al cuerpo. Esto les facilitaba el poder montar a caballo y movilizarse muy rápido para poder dar las ordenes, lo cual al mismo tiempo no se dejaba de lado la típica elegancia y cultura greco-romana. También utilizaban una cinta llamado "Ritual", esta era de color blanco y atravesaba todo el abdomen.
Era común entre los altos oficiales como los tribunos, legatos, procónsules, cónsules, propretores, dux, pretores, procuradores, entre otros. Lo único que diferenciaba cada lazo era el color, el cual tan solo era blanco para los tribunos como se menciono anteriormente. Por último el uniforme del tribuno portaba una larga capa de color blanco probablemente, la túnica era llamada Palludamentum, este manto no se ocupo entre los emperadores hasta la época de Vespasiano o Trajano probablemente. Además como era de costumbre los soldados romanos, tanto legionarios como los más altos oficiales portaban el pelo corto y en muchos casos era común que no llevasen barba, a menos que fuesen un emperador o algún oficial ya veterano. Además la moda de la barba se dejo de ocupar desde los años de Escipión el africano, donde se difundió entre los romanos las tradiciones griegas de no llevar barba. La barba se volvió a ocupar hacia el gobierno del emperador Adriano.
Otro de los grandes oficiales superiores era el legato, el cual comandaba toda una legión, en muchos casos cuando se mandaba a más de una legión a campaña y no se les designaba a algún oficial superior al mando general de las legiones, uno de ellos era dejado al mando. Por lo general los mismos legatos eran también procónsules, propretores y dux, lo que favoreció mucho el caso nombrado anteriormente.
Las vestimentas del legato eran las mismas que las del tribuno, solo que con algunos meros detalles de diferencia. El pteriges era igual que el del tribuno, una camisa echa de tiras de cuero blanco que protegía los hombros y caderas, la única diferencia era que las puntas del pteriges del legato eran de oro.
El yelmo, las armas, el calzado, el peto anatómico, el pelo y la barba, todas eran iguales. La túnica que portaban bajo la armadura era plenamente de color blanco y sus pantaloncillos también, no como los de los tribunos que tenían una línea de color púrpura en las puntas.
El lazo ritual era de color rojo con hilo de oro en las puntas y la palludamentum era de color rojo. Además los oficiales al mando del grupo de legiones en campaña no portaban nada que los diferenciase, a veces tan solo portaban la palludamentum algo más oscura, como púrpura o escarlata, como lo menciona Cesar en la batalla de Alesia. Como comentario general de los altos oficiales podemos decir que todos vestían similarmente, tantos tribunos como procónsules, dux, legatos, entre otros, y su indumentaria no sufrió variaciones notables en ninguna época de la historia romana.
Armas del ejército romano.
A lo largo de la historia de roma, llevó mucho pero valió la pena, es de este modo como podemos nombrar las siguientes armas:
• La Gladius Hispanicus: Significa "espada española"; fue en la segunda guerra púnica cuando desde los Alpes, Aníbal llegó con un ejército cargado de infantes ibéricos, con los cuales flagelaron a toda Italia en 4 batallas principales, además casi arribaron a las puertas de roma. La gladius hispanicus es una adaptación de la falcata, nombre dado a esta espada por hispanos y cartagineses. La adaptación romana consistía en una espada corta de 50 cm. de largo por 7 cm. de ancho, hecha de hierro y posteriormente de acero, cuando los romanos aprendieron el sistema de fundición del material nombrado en un principio. La espada española estaba constituida de dos filos y una gran y aguda punta, preferiblemente la espada hispana de los romanos era buena para el ataque cuerpo a cuerpo y las estocadas. La filosa punta evitaba el tener que dar el movimiento en alto que permitía dar estocadas, ya que al alzar la punta se dejaba libre el antebrazo y el pecho ante cualquier ataque de una espada de corte. Con la punta de la gladius hispanicus era posible dar estocadas directamente, también eran posibles dar tajos a poca distancia, aprovechando el doble corte. Anterior a la gladius hispanicus se utilizaba la Hoplita Griega, espada algo ovalada y con un mango muy adherido al hilo de la espada. Buena para dar cortes en una sola dirección, pero ineficaz por su único filo y su incapacidad para dar estoques. Por ello se adopto una espada pesada y larga, de esta viene el termino espada, ya que los romanos la llamaban Spatha. En las guerras púnicas como ya dijimos se inicio la producción y enseñanza de los legionarios con las espadas españolas. Hacia le época de Cayo Mario la espada se habría generalizado en todo el ejército romano, tan solo entre los auxiliares se seguía utilizando la Spatha. Además de la espada española, también se ocupaba un puñal, de origen español también, era de 24 cm. de largo con 6 cm. de ancho.
• La Pilum y la Hastata o Pilum pesada: Una de las más formidables armas jamás usadas por la infantería. Constaba de un asta de madera de aproximadamente 1.2 m. de longitud con un taco de madera de forma cónica en el que se insertaba una vara de hierro de unos 60 cm. con punta troncocónica. El pilum lo arrojaba el legionario a la carrera a unos 20 m. del enemigo. Cayo Mario, el creador de las nuevas legiones, cambió uno de los dos remaches de sujeción de la vara de hierro por un taco de madera que se partía al impactar con el escudo enemigo, con lo que el pilum, al impactar, se doblaba como una bisagra haciendo que el escudo que había perforado fuese imposible de manejar y además no podía volver a ser utilizado por el enemigo para arrojárselo a los romanos. Sin embargo, César observó que los tacos de madera de algunos pila no se partían en el choque, con lo que el enemigo podía volver a lanzárselos a los legionarios. César, siempre atento a este tipo de cuestiones, ideó un refinamiento diabólico: destempló parcialmente el hierro de la vara con lo que ésta al impactar se deformaba impidiendo su uso posterior. De esta manera, una lluvia de pila bien lanzada era mortal, ya que descomponía las líneas enemigas segundos antes de recibir la carga de los legionarios espada en mano. Una vez recuperados, los pila eran fácilmente reparados por los armeros romanos. Cada legionario llevaba dos pila: uno ligero (pilum) y otro pesado (hastata). Sus inventores fueron, muy probablemente, los samnitas.
• Scutum: En un principio, el escudo romano fue una replica del de la falange política de Grecia, pesado y redondo. Luego de las guerras samnitas, se adopto su modelo de escudo, junto con algunas perfecciones, es así como nació el Scutum romanum. El cual era un gran escudo de 1.30 m. de altura, ovalado y curvado hacia dentro, proporcionando así una protección óptima al infante que lo portaba. Tenía un asa central protegida en el lado exterior por una pieza de madera. El escudo, formidablemente diseñado y elaborado para ofrecer a su portador una protección óptima, estaba formado por 3 capas de listones de madera contrapeados para aumentar su resistencia que eran pegados con cola, además estaba forrado con una capa de fieltro de lana virgen sobre la que se pintaban motivos de adorno como alas de águila y con un reborde completo metálico de bronce. La pieza que protegía el asa era recubierta por un umbo (palabra romana) o cazoleta de hierro. Esta pieza que se encontraba en el centro exterior del escudo romano no fue adoptada hasta las campañas de Julio Cesar en las Galias, ya que los aborígenes de estas tierras la ocupaban, uno de los fines de la cazoleta era el evitar grandes impactos de flechas.
El Reclutamiento. El inicio de la vida castrense.
El ejército romano solía nutrirse con voluntarios en sus filas sino se completaban los reemplazos se recurría a la leva. Las necesidades de una legión para cubrir sus bajas (muertes, jubilados o los que abandonaban) se estiman en unos 240 hombres por año. Lo cierto que es una cantidad bastante baja.
Por lo tanto, G. Formi, calculó que para un año, Roma con todas sus legiones, unidades auxiliares y guarniciones necesitaba 18.000 hombres para cubrir sus bajas.
Si el cupo no se completaba o era un caso de emergencia (guerra, disturbios…) se recurría a una leva (dilectos en latín) y se confiaba al gobernador provincial y en caso de muy urgente necesidad se recurrían a los propios militares, legionarios y centuriones realizaban estas levas.
Una vez reclutado, el legionario debía pasar una prueba de ingreso o “probatio” diferente según el rango. Los legionarios debían de superar unas pruebas físicas y médicas (como no tener defectos físicos y medir más de metro sesenta y cinco) y era muy importante el latín, debían saber leerlo y escribirlo. El latín era importante puesto que las legiones actuaban como elemento de romanización donde actuaban pero es que también deberían saber que se les ordenaba por parte de sus oficiales que hablaban en latín.
La moralidad también afectaba las posibilidades de ingreso, así aquellos que tuviera delitos de sangre o de cometer adulterio no podían ingresar, como tampoco los hijos de tratantes de esclavos.
Su estatus social condicionaba que rango iban a desempeñar:
-
Personas libres: Tropas Auxiliares
-
Ciudadanos romanos: Legionarios.
-
Clases altas: Centurión.
Solo en caso de necesidad los esclavos y libertos luchaban, pero siempre en unidades de iguales y nunca mezclados con legionarios o auxiliares.
Una vez superada la prueba de ingreso el soldado, recibía el título de “miles” y los era para toda la vida hasta su muerte (podía perderse por deshonra)
Entonces el soldado, era marcado mediante tatuajes, chapas identificativas o incluso quemarles en el brazo el símbolo de las legiones. El soldado juraba por los dioses y el emperador
Aquellos que querían entrar en las legiones en rangos elevados solían buscar recomendaciones de gobernadores e incluso del propio emperador para avanzar en el cursus honorum.
El reclutamiento de los oficiales y suboficiales.
Los Primpilos son los oficiales del ejército romano, y una de las más altas dignidades del ejército que fueron ocupadas hasta el siglo II d.C. por ciudadanos italianos, sin embargo a partir de ese momento comienzan a penetrar notablemente provinciales cuyas familias ocupaban laborales municipales. Si bien en el siglo III d.C., los italianos son una minoría.
El reclutamiento de los Centuriones (suboficial) no difiere en gran medida del anterior y la evolución es la misma, a finales del III d.C. la presencia de italianos es minoritaria. Destaca que a este rango podían llegar muchos legionarios por su buen hacer, valentía o influencia.
Sus orígenes son complicados de determinar y la única forma es con los gentilicios y los cognomia. Con lo que podemos determinar que los Centuriones proceden de familias de clase media, que muchas veces accedían sin ser tropa, otros tantos eran hijos de legionarios jubilados y unos pocos pertenecían al ordo ecuestre.
Los Primpilos proceden de familias enriquecidas, que ejercen tareas municipales, clases medias de provincias profundamente romanizadas como era la Bética y unos pocos proceden del ordo ecuestre.
El reclutamiento de legionarios.
Hacia el siglo I d.C. los alistamientos voluntarios en algunas provincias pasan por problemas y casi no son capaces de mantener las legiones allí asentadas.
Si bien en la provincias occidentales del imperio donde predominaba el latín los italianos ocupan las procedencias de los legionarios. Aunque debemos mencionar que los procedentes del Lacio, Etruria y Umbría preferían ingresar en la Guardia Pretoriana y en la Cohortes Urbanas, debido a su mayor sueldo.
A partir del siglo II d.C. la presencia de no-italianos comienza a ser muy notable siendo en el III la predominancia de los provinciales. Estos legionarios eran de la Galia Narbonense, la Bética, África y Macedonia, las provincias más romanizadas.
En la parte oriental del imperio, donde dominaba el griego, la procedencia es muy difusa ya que las fuentes hablan de orientales y en otros se dice q nacieron “ex castris”, lo que significa que nacieron en un campamento militar y que se supone que serán hijos de legionarios.
En los siglos II y III d.C. aparecen por todo el imperio legionarios “ex castris” a lo que muchos aducen otra razón. Para ser legionario había que ser ciudadano pero se necesitaban muchos hombres, así solucionaban los problemas de los orígenes de los reclutas. Otros autores citan que ambas pueden ser ciertas.
En el siglo III d.C. se presencia una masiva llegada de legionarios ilirios y tracios, además de hijos de legionarios africanos. Se instaura un sistema de servicio casi obligatorio por el cual, los jóvenes de las zonas amenazadas defenderán su provincia.
En el siglo III d.C. se toma gran atención de los auxiliares y se les mejora las condiciones de vida, aunque poco nos dicen las fuentes, lo que si sabemos que los sirios, gálatas o capadocios completan estas unidades, hasta el IV d.C no podrán acceder a las legiones.
Aspectos sociales.
El derecho: Solo los ciudadanos romanos podían ser legionarios y para estar en las auxiliares se debe ser libre. Por tanto, cuando las necesidades obligaban a realizar levas con lo que había, los esclavos eran liberados y convertidos en ciudadanos romanos.
El medio de origen: Los legionarios no procedían de clases notables municipales pero tampoco se puede decir que fueran de las clases marginales ciudadanas. Su orígenes son las clases bajas trabajadoras o las rurales que seguramente viviesen cerca de alguna fortificación lo que les motivó a entrar en la Legión.
El reclutamiento de Auxiliares.
La procedencia de estos nos ha llegado gracias a sus inscripciones funerarias, documentos militares o las “listas” de soldados de las unidades. Estas unidades se componían de los elementos más pobres de la sociedad pero también de los pueblos menos romanizados.
Pero existe un elemento que nos da mayor seguridad, el propio nombre de la unidad auxiliar, que indica de donde procede, por ejemplo, el “ala I Thracum” como su nombre indica procede de Tracia.
Aunque muchas veces se cubrían las bajas con reclutas de las provincias de donde actuaban los auxiliares, pero el núcleo era el que determinaba el nombre.
La mayor parte de las unidades de auxiliares fueron europeas occidentales y representaban más de la mitad de las unidades, mientras que Asia aportó un 15% o África con sólo un 6,5% y el resto que falta son de origen occidental.
Dentro de las unidades auxiliares occidentales se llevan la palma los germanos, galos e hispanos de la Tarraconense.
Hacia el siglo II d.C. aparecen las denominadas unidades auxiliares de élite, formados por aquellos soldados de pueblos con una especialidad muy determinada, como los caballeros germanos o hispanos, los arqueros partos, la infantería ligera nubia…
El aspecto social.
Estatuto jurídico: Están formadas por desplazados de pueblos llamados bárbaros por los romanos, pero hay alguna excepción. Estas excepciones las conocemos por el nombre la unidad, ya que se les denomina “de ciudadanos romanos”. Ciertamente es un término complicado, ya que los auxiliares en activo tenían los mismos derechos y deberes que los legionarios, puede que sean grupos de voluntarios o desplazados romanos.
Estos auxiliares recibían es estatuto romano cuando entraban o bien cuando se licenciaban, por lo que los auxiliares era una forma de alcanzar la ciudadanía romana muy habitual entre los pueblos conquistados.
El reclutamiento de las cohortes pretorianas.
Constituían la flor y la nata del ejército y por tanto, sus requisitos eran más elevados y el mayor era ser italiano y es más, en tiempos de emperador Tiberio, ser de Etruria, Umbría o Lacio. Ya con el emperador Claudio acceden aquellos de la Galia Cisalpina. Septimio Severo castigó a los pretorianos y disolvió todas las cohortes, formando unas nuevas a base de ilirios.
Sus orígenes sociales nos son desconocidos, algunos autores apuntan a que procedían de familias notables, otros afirman que son de procedencia humilde y otros defienden que la mayoría habían servido antes como legionarios y que destacaron en su empeño, y se les recompensó con el ingreso en esta selecta unidad.
El reclutamiento de las cohortes urbanas.
Estas se encontraban en las ciudades italianas, y sus miembros eran casi en su totalidad italianos mientras que unos pocos eran provinciales. Conocemos que existían cohortes en Cartago y en Lyon y en estas la situación se invierte.
Se podría decir que la mitad son originarios de la provincia en cuestión y la otra mitad italianos o descendientes de italianos.
La arquitectura en la vida del legionario romano.
La legión romana era mucho más que hombres que luchaban, en tiempos de paz construían calzadas, canales, fortificaciones e incluso acueductos, mientras que durantes sus campañas (de primavera a otoño) construían campamentos y fuertes.
Las legiones eran acompañadas de ingenieros y arquitectos pero a cada soldado se le exigía unos conocimientos mínimos de arquitectura como de construcción.
Los soldados en campaña, realizaban largas caminatas de hasta 38 Km. diarios, lo que implicaba una velocidad enorme. Cuando estaba a punto de atardecer los legionarios realizaban un campamento fortificado con una empalizada. Mientras unos construían, con todo el equipo encima menos su mochila, otros se encargaban de defenderles ante un posible ataque. El hecho de construir con armadura y armas era para estar siempre listos para un posible ataque. Los lugares elegidos eran cerca de algún vado, la falda de una montaña o un puerto.
Si bien, cuando los soldados iban a pasar una larga estancia en la zona construían un fuerte, de tamaño variable según el número de soldados, y eran muy comunes en los limes del imperio.
Los campamentos eran construidos en madera y turba, mientras que los fuertes eran en piedra.
Lo primero de todo, era buscar el lugar apropiado, para que los legionarios tuvieran cubiertas sus necesidades diarias, manantiales y fuentes, un río cercano para usarlo de desagüe y si era en campo abierto mejor, puesto que favorecía las tareas cotidianas de vigilia.
¿Cómo construían un campamento y esquema?
En primer lugar se buscaba el lugar idóneo, un centurión experto en topografía trazaba el rectángulo perfecto en el terreno que habría de contener el campamento ayudado por un instrumento topográfico llamado groma y marcaba con lanzas la posición de las tres avenidas principales del campamento.
Una parte del ejército se colocaba en línea de batalla frente a la zona por la que podría aparecer el enemigo mientras la otra mitad de los legionarios cavaban un foso de 4 metros de ancho y tres de profundidad con forma de V, la tierra extraída del foso era apilada formando un terraplén.
A medida que eran levantadas las defensas, las unidades iban entrando en el campamento y montando las tiendas ordenadamente, cada tienda se montaba siempre en el mismo lugar.
Cada ocho legionarios tenían una tienda de cuatro plazas, puesto que los otro cuatro harían la guardia.
El campamento tenía forma rectangular, con cuatro puertas. El campamento estaba cruzado por cuatro grandes avenidas llamadas Via Praetoria, Via Principalis y Via Quintana y Via Decumana.
El grueso de las tropas se acantonaba de la Via Principales, en el cruce entre las vías Praetoria y Principalis se alzaba el Praetorium o Pretorio, que era el puesto de mando del campamento y constaba de un espacio cuadrado vallado en cuyo centro se hallaba la tienda del legado al mando de la legión.
Cuando el legado estaba allí, en un mástil ondeaba un estandarte de color escarlata para que todos lo supieran. Frente al Pretorio, y a lo largo de la Vía Principalis, se alzaban las tiendas de los seis tribunos, a la derecha del Pretorio la del Praefectus Castrorum, jefe de la legión en ausencia del legado.
A ambos lados del Pretorio había dos grandes espacios, el Foro y el Cuestorio donde tenían lugar las asambleas de tropas para asuntos tales como la distribución de la paga, arengas, etc.
En los campamentos estables existían barracones pero también graneros, talleres de todo tipo desde cerámica o tejas. Salas para guardar los equipos. También existía un templo, donde se encontraban los estandartes de la legión.
Las posesiones privadas de los legionarios eran guardadas junto a su colchón de paja.
Otras obras arquitectónicas.
Las calzadas romanas fueron construidas por y para el ejército romano, ya que les permitían moverse por todo el imperio rápidamente hacia donde existiese el problema. Durante el tiempo de paz se dedicaban a construirlas para asentar su poder en la zona. Pero no solo eso, construían acueductos y dépositos de agua para las ciudades y aunque no era una grata tarea, los más eficaces eran recompensados por su buen trabajo.
LA RELIGIOSIDAD EN EL EJÉRCITO ROMANO
El ejército romano se proclamaba el pueblo más piadoso del mundo.
Ellos no separaban la guerra de la religión y precisamente es así como justificaban la guerra.
Los legionarios hacían donaciones para comprar estatuillas o altares para los dioses. La religiosidad la percibían como una obligación colectiva y no como algo individual.
Cada unidad tenía una estructura clerical muy jerarquizada en las que se incluía un sacrificador, un arúspice...De entre todos los soldados de la legión, el primpilo tenía un papel importante ya que era el encargado de guardar los estandartes, que para los hombres eran sagrados y también se encargaba de grabar las dedicatorias oficiales. Eran los comandantes quienes más aparecían en las inscripciones sobre todo en el comienzo del Imperio.
Se tiene que tener en cuenta que la mayor parte de las celebraciones religiosas del ejército romano se hacían en el campamento de la legión. Es realmente como una pequeña ciudad que intenta asumir todos los aspectos religiosos como los sacrificios o las ofrendas.
Cada campamento tenía una capilla en la que se guardaban al Águila y las demás insignias militares y religiosas. El altar se erigía cerca del pretorio, donde se realizaban los sacrificios en los días de culto, en hay donde también se honraba al emperador y la familia.
En cada campamento estaban también las edículas, en donde se guardaban las imágenes de los dioses como Júpiter, Marte, Victoria, Fortuna...incluso Disciplina militaris sin la que ningún ejército podía funcionar.
Se percibía lo divino como algo abstracto (numina) y a través de un panteón antropomórfico. Se aseguraban de dirigirse a todos los dioses importantes para estar seguros de tener la máxima protección, los más comunes eran los compasivos, buenos, hospitalarios...
Para los romanos sus fronteras geográficas (limes) estaban protegidas por los dioses y había multitud de altares o templos, así que cuando los bárbaros de Germania o Britania cruzaban las fronteras los romanos lo tomaban como una blasfemia y una provocación a la ira de los dioses.
Los dioses más comunes eran Venus, Marte y Victoria y multitud de dioses autóctonos de los territorios en donde estaba la legión (como dioses de un río o una montaña) eran adorados como si fueran propios. También de adoraba a dioses de otras partes del imperio como el caso de Mitra, un culto que generalmente seguían los oficiales de la legión.
El dios más importante, por supuesto era Júpiter, y cada año el día 3 de Enero, la legión celebraba un desfile en su honor en la que se enterraba el antiguo altar, y en su lugar se colocaba uno nuevo.
Aparte de la adoración de los dioses, los romanos creían que cuando un grupo de personas convive y trabajan juntas se crea una especie de espíritu que les une llamado genio, y que está representado por el estandarte (Aquila) del águila imperial.
Por eso si se perdía o caía en manos del enemigo, la legión perdía también sus lazos de unión y su reputación por eso se licenciaba a las tropas o se las mandaba a otra legión porque la suya había muerto.
No había nada más deshonroso en el ejército que perder el estandarte de la legión.
Al igual que el resto de la población tenían un calendario festivo, como por ejemplo el Dura-Eutropos. Este calendario viene impuesto por el poder central, lo que suponía un mecanismo de control y de sometimiento por parte del emperador de todos los soldados.
RITUALES
Dentro de los rituales más comunes del ejército romano estaban los cívicos y los guerreros:
CÍVICOS
Eran todo ofrendas colectivas a cargo de unidades enteras del ejército y consistían en un altar o estatuas para los templos del dios escogido.
Los oficiales del ejército eran los que oficiaban, en nombre de todos los legionarios.
GUERREROS
Ya existían desde la época republicana y llegaron a ser de los más comunes que realizaban las legiones romanas.
Era como un contrato que cada legionario hacía con sus generales y en el que los dioses eran testigos de todo. Era un juramento-sacramento llamado en latín sacramentum.
Toda esta ceremonia acabo perdiendo la religiosidad que la empapaba y finalmente se le llamó iusiurandum.
Otro ritual muy común era la de purificar al ejército antes de una batalla (el llamado lustratio) o las armas y las trompetas (tubilustrium).Al final de un conflicto también había que dar gracias a los dioses.
Una practica muy curiosa dentro del ejército romano era la de sacrificar un caballo en Octubre, ha este ritual se le llamaba el equus october y se creía que traía buena suerte para los combates futuros.
No se podía empezar la guerra o presentar batalla en un día nefasto y sin poseer el beneplácito de los dioses. Se leían las entrañas de los animales para saber si ese día era propicio o no.
La denotio era una práctica en la que si la guerra iba mal, el general del ejército romano tenía que sacrificarse en mitad del ejército enemigo para satisfacer a los dioses. Más adelante en el Imperio se mandaba a soldados rasos a sacrificarse.
Una vez ganada la batalla ofrecían a los dioses, en mitad del campo de batalla, un maniquí vestido de legionario y con multitud de armas recogidas al enemigo. Se rompían las lanzas enemigas como símbolo de que ya nunca más podrán ser utilizadas contra Roma.
Cuando el jefe del ejército mataba al general enemigo sus armas eran ofrecidas a Júpiter pero si era un soldado o en oficial menor quien le derrotaba se ofrecían a Marte o a Quirino.
CULTO IMPERIAL
Fue uno de los más importantes del Imperio Romano, todos los emperadores se guardaban que sus tropas rezaran por su salud sobre todo a Júpiter para mantener al soberano en el trono.
En el centro de tosos los campamentos había un busto del emperador pero solo se honraba al genio y al numer o a los llamados divi que eran la divinización de los emperadores que habían muerto o a los domus, la familia del emperador, sin olvidar a los dioses Augustos.
El juramento que le hacían las tropas era muy similar al que se hacía a los generales. Todo ello tenía un gran significado y su finalidad era la de crear una gran lealtad al emperador y a Roma.
Había que renovar el juramento cada año aunque fuera el mismo emperador. A veces había revueltas militares cuando una legión no apoyaba al emperador y tenía que jurarle fidelidad.
CULTO A LOS MUERTOS
Cuando algún legionario moría se construían sepulturas coronadas por un monumento funerario o cenotafios, si no encontraban el cadáver. Para quienes morían en el lecho se les reservaba una ceremonia civil.
Los centuriones, oficiales superiores y legionarios muy ricos se hacían mausoleos.
Se agrupaban las tumbas en grandes necrópolis alineadas a lo largo de las salidas del campamento. En algunas de las lápidas se han encontrado la vida del militar allí enterrado, enseñando muchas cosas de la vida de los legionarios.
En todas las legiones había un club funerario que se encargaba de que los muertos tuvieran un entierro digno ya que si no se hacía, el espíritu del legionario vagaba por el campamento, cubierto de sangre y gimiendo. Los romanos creían que estos espíritus tenían muy mal genio y procuraban enterrar bien a los soldados.
Como anécdota, los romanos creían que los espíritus vestían de azul o gris y eso les hizo huir de una batalla en Britania en el año 43 d.C. cuando el ejército enemigo se presentó vestido de azul a la batalla.
CULTO A LOS DIOSES GUERREROS
Los dioses guerreros más importantes eran Marte, Hércules, Minerva y los Dióscuros. Se creía que era gracias a estos dioses por lo que Roma ganaba las guerras. Pero no solo eso era también un combate entre los dioses para demostrar quién de ellos era más fuerte. Si Roma perdía una batalla adoptaba ese dios indígena que parecía más fuerte que los suyos.
Marte era uno de los dioses más populares. Su símbolo era el lobo, un animal feroz y guerrero. Lo adoraban casi todos los mandos y los soldados rasos y es uno de los primeros dioses de las historia de Roma y uno de los más importantes.
Hércules o Heracles pasa a Roma por influencia de las colonias griegas de la Magna Grecia y a parte de la guerra protegía las cosechas, los baños y fuentes termales y curaba enfermedades, también vela por la familia y el patrimonio.
Fue muy popular en todo el Imperio pero sobre todo en África y en la Península Ibérica. Se le veía como la superación y el valor por lo que los soldados romanos le tenían en muy alta estima.
El culto a Minerva no aparece en los calendarios, se asocia con Atenea Niké griega, como divinidad política pero a la vez guerrera.
Por último los Dióscuros, como Castor o Pólux y suelen representarse en monedas, montados a caballo o de pie pero junto a los caballos por lo que gozaron de gran aceptación entre las unidades de caballería romana.
A parte de estos cuatro hay una serie de dioses menores que cambian a lo largo de la República y del Imperio.
OTROS DIOSES ROMANOS
No se puede olvidar a otros dioses, estos ya abstractos, como Virtus que aparece un muchas inscripciones y que se le honraba cuando se ganaba la batalla.
O Honos al que se le erigen templos o a Victoria uno de los más importantes cultos del ejército romano y sobre todo de los emperadores que velaban porque no les abandonase nunca, para ello se rodeaban de imágenes de oro que simbolizan al dios.
Un culto muy importante también era el de Fortuna.
LA ESTRUCTURA CLERICAL EN LOS CAMPAMENTOS ROMANOS
Un elemento muy importante de la estructura clerical eran los feciales, un grupo de veinte sacerdotes que interferían para intentar solucionar los conflictos bélicos sin necesidad de declarar una guerra.
Eran estos quienes se entrevistaban con los enemigos para intentar solucionar los problemas sin derramar sangre.Aunque eran también los feciales quienes declaraban la guerra en caso de que las negociaciones no llegaran a buen fin.
El líder de los feciales se llamaba pater patratus y se distinguía del resto por tener un cetro que simboliza el poder de Júpiter.
Otros personajes del campamento eran los arúspices y augures que interpretaban los presagios, si eran favorables o no a la hora de emprender una batalla. Son los sacerdotes más antiguos de Roma y a la vez los intermediarios entre los dioses y el hombre, solo ellos pueden interpretar las señales divinas que les mandan los dioses.
Dentro del campamento hay celebraciones de gran significado:
Por un lado es la presentación de ofrendas y por otro la remarcación de la sacralidad del campamento y finalmente se hacía una celebración para conmemorar la fundación de la legión adorando a los estandartes o insignias del cuerpo.
FUERA DEL EJÉRCITO ROMANO
Los legionarios tenían que cumplir un servicio militar de unos veinticinco años aproximadamente, y al retirarse recibían un lote de tierras cultivables y una suma de dinero.
Muchas veces no se podía licenciar a los soldados porque la tesorería no tenía suficientes fondos como para pagar a los soldados. Esto podía llegar a provocar revueltas y motines.
A veces se fundaba una nueva ciudad con los soldados veteranos y sus familias, estas ciudades se las llamaba colonias y tenían un régimen especial. Había bastantes repartidas por todo el Imperio.
Se juntaba a muchos veteranos para que el gobierno pudiera contar unas tropas muy leales en sitios dispersos del imperio y ayudarles contra las revueltas de los pueblos indígenas.
Los auxiliares del ejército romano eran un caso especial, al no ser ciudadanos romanos no tenían los mismos derechos que los legionarios pero a la salida del ejército recibían la ciudadanía.
- Servían durante muchos más años que un legionario.
- Cobraban mucho menos.
- Se les enviaba primero a la batalla.
Pero todo lo compensaba con recibir la ciudadanía romana y con una suma de dinero más modesta que la de los legionarios pero aún así igual de importante.
Los centuriones y oficiales de la legión tenían un futuro más prometedor, ya que la suma de dinero que les dan para retirarse era muy superior a la de cualquier otro y como en activo también cobraban más se pueden dedicar a ahorrar para el futuro.
Podían llegar a ser magistrados en alguna urbe del Imperio o grandes comerciantes o agricultores que arriendan sus tierras.
Un Prefecto de campo después de servir a Roma durante treinta o cuarenta años, si no se retiraba podría tener la suerte de liderar una legión incluso dos, en alguna provincia no muy conflictiva y seguramente tranquila.
Los Tribunos ecuestres, tenían muchas posibilidades de gobernar una provincia del Imperio tras solo tres años de servicio militar como tribuno.
También podían hacerse cargo de la policía imperial o de encargarse del abastecimiento de cereal para Roma.Muchos terminaban siendo recaudadores de impuestos imperiales.
El Tribuno acabara su vida trabajando para el gobierno en las leyes o las finanzas o como gobernador de alguna provincia.
Un legado tenía un gran futuro como político, una vez abandone su cargo militar podría llegar a ser
Cónsul o general de un gran ejército o si la suerte le sonriera mucho podría llegar a ser emperador de Roma.
La licencia en el ejército se podía darse de manera muy diferente, era el general de la legión quién daba la licencia a quién la solicitase.
- Si un hombre no la merecía se le licenciaba deshonrosamente (ignominiosa) en el ejército, lo que le suponía una carga para toda su vida.
- También podía pedirla por enfermedad o por una herida, también los que fueran poco útiles, (se llamaba causaría) y estaba tan mal vista como la anterior.
- Por último, la más común de todas era la honrosa, se suponía que habías servido bien a Roma y como recompensa recibías un lote de tierra (missio agraria) y una suma de dinero (missio nummaria) y serias ciudadano romano con plenos derechos.
Si tu general te considera valido te entregaba la tabula honestae missionis u otro tipo de diploma militar formado por dos tablillas de bronce unidas por un hilo y con el sello de siete testigos:
- Primero aparecía una mención del emperador.
- Lista de las unidades que abarca el diploma.
- Localización geográfica (si eran auxiliares)
- Nombre del comandante.
- Afirmación de los méritos realizados.
- Naturaleza de los beneficios concedidos.
- Fecha.
- Nombre de los beneficiarios.
- Lugar de exposición pública del original.
- Lista de testigos.
Todas las tablillas que se han encontrado tenían esta forma.
En Roma existía un registro de todos los licenciamientos honrosos (en el Capitolio) y los soldados podían pedir una copia si así lo deseaban.
Las tablillas se dividían en el Capitolio, como por ejemplo a la izquierda del altar de la gens Iulia. Se podían separar las hojas que estaban divididas en lugares.
Con el tiempo se empezaron a guardar también en el templo de Augusto y Minerva.
Para pagar las jubilaciones de los soldados se estableció el erario militar en época de Augusto.
Consistía en un fondo de pensiones que no iban acumulando los soldados sino que procedía de:
- Vicesima hereditatium .Un impuesto del cinco por ciento sobre las herencias de los ciudadanos.
- Centesima rerum venalium. Un uno por ciento del precio de venta todas las mercancías.
RUTINA DIARIA
Tras los cuatro meses de instrucción, los hombres se han convertido en soldados.
Siguen teniendo un entrenamiento duro, con marchas y ejercicios físicos pero la gran mayoría dispone ya de algo de tiempo libre.
Al amanecer se presentaban ante el centurión para que les asignase las tareas del día que consistían generalmente en guardias o trabajos de limpieza.
Otros trabajos que llevaban a cabo eran las de patrullar los caminos o funciones de policía o uno muy importante como era la construcción de las calzadas que comunican todo el imperio.
Aquellos legionarios que sabían un oficio (como por ejemplo herrería, carpintería, enfermero...) no tenían que realizar otra tarea, que generalmente eran más desagradables.
Los soldados tenían prohibido casarse antes de terminar el servicio militar pero esto no impedía que los legionarios mantuvieran relaciones o incluso que tuvieran hijos que no podían reconocer hasta haber terminado. De hecho se anulaban los matrimonios en cuanto entrabas en el ejército.
Fue el emperador Séptimo Severo (193-211 d.C.) quién por fin dio permiso a los militares para que vieran a sus esposas y pudieran vivir con ellas y no tener que abandonarlas cada noche para volver al campamento.
Por otro lado los legionarios tenían otras ventajas como una gran paga y uno de los mejores servicios médicos de la antigüedad, incluso muchos de ellos aprendían un oficio y solían recibir recompensas si actuaban con valor en el campo de batalla o cuando se licenciaban.
La comida tenía un elemento básico: el trigo, que se preparaba en tortas o panes. El resto de la alimentación dependía en gran medida de la situación de la legión y de los frutos de la tierra en donde servían, por ejemplo en Hispania, las legiones tuvieron una alimentación a base de caza y huertos (como curiosidad fueron los legionarios quienes inventaron el gazpacho).Si tenias suerte y te destinaban a una zona rica comerías bien.
Los legionarios romanos podían presumir de tener uno de los mejores servicios médicos que se han creado, los legionarios eran muy valiosos para Roma y no se podían sacrificar así como así. La medicina romana era heredera de la tradición griega y sus avances no se mejoraron hasta después de la Edad Media.
En cada campamento había un edificio, el valentudinarium en donde los médicos trataban las dolencias y las heridas, usaban unos instrumentos bastante similares a los actuales.
Tras una jornada de entrenamientos duros, los militares se daban un baño, cenaban y después tenían algo de tiempo libre para jugar a los dados o escribir cartas a sus familiares.
Relato de un auxiliar al servicio de Roma.
“Soy un pobre kelatzara, estoy cansado de trabajar y de pasar hambre. Apenas tengo ganado y la cosecha de este año ha sido muy mala. Mi familia, si no hago algo, este invierno pasará mucha necesidad.
Aber y yo hemos convencido a tres miembros más de nuestro clan. Nos vamos de Kelatza. Nos alistaremos en las tropas auxiliares íberas, que luchan junto a los romanos, nos darán una moneda de oro a cada uno, así nuestras familias podrán comprar para pasar el invierno. Nos han asegurado que veremos mundo, y que conseguiremos en poco tiempo una fortuna, del reparto del botín de los pueblos conquistados.
El entrenamiento de un soldado es muy duro, apenas si tienes tiempo para nada: guardias, marchas, hacer calzadas, ejercicios de lucha, trabajos de todo tipo..., pero al menos, la comida es muy buena.
La tribu íbera de los belos, según Roma, ha roto el pacto de no fortalecer las murallas de su ciudad, por lo que Roma lo ha considerado un acto de guerra y los ha atacado. Muchos guerreros belos se han refugiado en la ciudad de Numancia.
Aquí estamos nosotros, frente a Numancia, tropas íberas luchando junto a los romanos, contra otros guerreros íberos; pero nosotros hemos dado palabra a los romanos de apoyarles, y la palabra es sagrada, además, si conquistamos Numancia conseguiremos un buen botín, que al fin y al cabo es para lo que hemos venido.
Numancia se resiste, sus guerreros nos han hecho frente en formación de triángulo, pero nosotros tenemos 23 elefantes, sonunas bestias enormes que al verlas los numantinos han corrido a refugiarse en su ciudad. Nuestro general ha decidido atacar y cuando estábamos a punto de asaltar la ciudad, han dado con una piedra en la cabeza de un elefante, y éste enfurecido se ha vuelto contra nuestras propias tropas, desbaratando todo nuestro ataque y matando a muchos soldados romanos y a los auxiliares íberos, entre ellos a mi amigo Aber: Ha sido un auténtico desastre, pues los numantinos han aprovechado el desconcierto saliendo de su ciudad y matando a cuantos encontraban a su paso. Después de este descalabro nuestro general ha decidido sitiar la ciudad de Numancia, nos hemos atrincherado y hecho empalizadas esperando rendir la ciudad por falta de víveres, pues el invierno está cerca.
Hace un frío tremendo, tengo hambre y el sayo apenas si me calienta, estamos cayendo uno tras otro. Las guardias para impedir que salgan los numantinos son fatales; muchos de los centinelas aparecen por las mañanas muertos del frío que hace, si no levantamos el sitio moriremos todos.
De Numancia ha salido una delegación para pedir la paz, y Roma ha enviado a Marcelo para negociarla.
El senado romano ha aprobado la oferta de paz, pero algunos senadores han llamado traidor a Marcelo porque muchos soldados romanos han muerto para nada. Vuelvo a Kelatza tan pobre como salí, sin ningún botín, con una herida en el brazo que me lo ha dejado medio inútil, cansado de luchar, pero con una gran diferencia, salimos cinco kelatzaris y vuelvo solo, triste, derrotado. Ya nada será igual en el clan. Kelatza está un poco más sola sin nosotros.
Cuánto os echo de menos.
Bibliografía.
J. Wilkes, Ejército Romano. Editorial Akal
Yann Bohec, El ejército romano. Editorial Ariel
www.mural.uv.es/roaljo/religion.htm
www.historialago.com
www.artehistoria.com
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