Maestro, Especialidad de Educación Infantil
Educación sexual
TEMA 10
LA EDUCACIÓN SEXUAL EN LA ETAPA INFANTIL. DESCUBRIMIENTO E IDENTIFICACIÓN CON EL PROPIO SEXO. LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ROLES MASCULINO Y FEMENINO.
ESQUEMA RESUMEN
INTRODUCCIÓN.
LA EDUCACIÓN SEXUAL EN LA ETAPA INFANTIL.
Conceptualización de la Educación Sexual.
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Información biológica.
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Formación integral de la persona.
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Formación de actitudes positivas.
Quién, cuándo y dónde la Educación Sexual.
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Padres.
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Educadores.
Formación de criterios y actitudes básicas. Los educadores/as deben:
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Aceptar su yo personal.
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Sexualidad, como parte integrante su hermano.
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Su objetivo en la transmisión de información.
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Tenga criterios comprensivos y abiertos sobre sexualidad.
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Actitudes positivas sobre sexualidad.
Conductas sexuales infantiles.
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Autoestimulación sexual.
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Juegos sexuales.
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Contacto corporal.
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Exhibicionismo.
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Observar las relaciones sexuales adultas.
DESCUBRIMIENTO E IDENTIFICACIÓN CON EL PROPIO SEXO.
Descubrimiento con el sexo individual.
Identificación con su propio sexo.
LA CONSTRUCCIÓN DE ROLES MASCULINOS Y FEMENINOS.
Tipificación sexual (J. PALACIOS).
Teoría cognitiva.
Mecanismos de la identidad sexual (KOHBERG).
BIBLIOGRAFÍA.
INTRODUCCIÓN.
El hombre es un ser sexuado desde el comienzo de su vida; la sexualidad expresa el modo de vivir y manifestarse del hombre. La sexualidad y el sexo abarcan toda la vida, la configuran.
Se nace con un sexo biológico determinado, pero el psicológico y social ha de ser conquistado, formarse poco a poco. Una de las conquistas que ha de realizar el niño/a del periodo evolutivo que nos ocupa, es la de su yo sexuado. El niño/a ha de conocer, asumir y valorar su propio yo diferenciado como niño o niña, ha de saberse dentro de su sexo y asumir su propia condición sexuada sin prejuicios ni estereotipos. Debemos, como adultos, ayudarle a que integre la sexualidad en su personalidad, a que no la sienta como algo añadido, a que no perciba las diferencias como superioridad o inferioridad de los sexos, sino como valoración de los mismos y complementariedad de las diferencias.
La importancia educativa es tal, que la reforma educativa le presta una atención especial. El desarrollo curricular de infantil pone de relieve la necesidad de que la educación sexual esté presente en la etapa de infantil. Esta se incluye en los temas trasversales y será atendida tanto en su vertiente de salud como en la de igualdad de oportunidades.
LA EDUCACIÓN SEXUAL EN LA ETAPA INFANTIL.
CONCEPTUALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN SEXUAL.
La educación sexual, integrada en la formación total del sujeto, trata de impartir una información científica, progresiva y adecuada de lo que es la sexualidad humana, tanto en su vertiente biológica como en la afectivo-social. Debe perseguir la realización de una sexualidad plena y madura que permita al individuo una comunicación equilibrada con el otro sexo, dentro de un contexto de afectividad y responsabilidad humana. De ella se derivan fundamentalmente, tres aspectos.
Información fisiológica o biológica: sobre cuestiones técnicas de la función sexual y del aparato sexual femenino y masculino, que sean veraces y empleen un vocabulario adecuado y sin connotaciones negativas.
Formación integral de la persona: integración de la sexualidad como aspecto de la afectividad de la persona y parte de la educación global. El sexo condiciona muchas veces el comportamiento y, en definitiva, la personalidad del individuo. Esto no ha de ser un handicap sino una aceptación real y potenciadora de la conducta personal.
Formación de actitudes positivas: la vivencia de la sexualidad como un valor humano a cultivar en las relaciones interpersonales. Creación de comportamientos de respeto, que sean además responsables.
La intervención educativa parte de 3 ámbitos:
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De las preguntas que los niños/as realizan espontáneamente.
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Del programa educativo como parte de la educación global y sistemática.
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Del modelo de comportamiento y actitud que padres y educadores reflejan u ofrecen a los niños/as.
QUIÉN, CUÁNDO Y DÓNDE LA EDUCACIÓN SEXUAL.
La educación sexual es responsabilidad de todos los que están en contacto con el niño/a. Padres y educadores con su actitud y relación están trasmitiendo pautas sexuales, consciente o inconscientemente. Se debe proporcionar al niño/a la información sana y veraz que su curiosidad vaya demandando, y al ritmo de sus necesidades.
Los padres ocupan, tanto de un modo inmediato como a largo plazo, un papel importante en el desarrollo psico-sexual del niño. Las actitudes sexuales paternas influyen en la sexualidad primaria del niño/a, de forma tal, que los sentimientos que éste adquiere acerca de su propio cuerpo, suponen una fuente de placer, y consigue una autoimagen a través de la cual, deduce que es agradable y puede ser amado por otros.
Esto es la base de lo que va a ser la sexualidad adulta. Durante los primeros años, el niño/a obtiene sus mayores satisfacciones sexuales gracias al cuerpo materno: primero chupando, luego cuando la madre lo abraza, lo mece, lo acaricia, lo lava y lo cuida. La ternura del tacto materno es para el niño/a una confianza fundamental en el mundo.
Los profesores/as de la etapa de educación infantil, además de cuidar sus actitudes, deben programar aspectos de educación sexual, dentro de la metodología globalizada que incorpora todos los temas de interés para el niño/a y para su formación integral.
Si la sexualidad está presente desde el nacimiento, la educación sexual aparecerá desde ese momento en base a las actitudes de cariño y aceptación. La educación sexual atenderá a las necesidades de los alumnos/as, y por tanto irá variando ( la información a proporcionar y metodología) a lo largo de los cursos escolares.
Hay que tener en cuenta que todos los ámbitos que rodean al niño/a, familia, escuela, grupo de amigos, medios de comunicación, realizan educación sexual, ya que a través de ellos el niño/a adquiere información y pautas de conducta.
FORMACIÓN DE CRITERIOS Y ACTITUDES BÁSICAS.
Ya hemos hablado de que la educación sexual entre otras, pretende la formación de actitudes positivas frente al sexo y la sexualidad, y asimismo ha de pretender que el niño/a pueda tener la base suficiente apoyada en la información objetiva y técnica para formarse criterios sobre aspectos particulares de la sexualidad.
Requisito para ello es en primer lugar que el educador/a (bien sean padres o profesores/as):
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Acepte su yo sexual; el adulto que rechaza su sexualidad no podrá ser modelo de identidad sexual, ni transmitir actitudes positivas.
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Conciba la sexualidad como una parte integrante del ser humano.
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Sea objetivo en la transmisión de la información.
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Se haya formado criterios comprensivos y abiertos sobre la sexualidad humana.
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Tenga actitudes positivas sobre la sexualidad.
Los puntos señalados nos ayudarán en Educación Infantil a que el profesor con su comportamiento y actitud frente al tema promueva actitudes positivas de: aceptación de su yo sexual, actitud sana y espontánea, actitud de respeto, responsabilidad, comprensión,... en los niños/as; y con la información que les proporciones, ayudarles a que se formen un juicio personal, dependiente de sus valores, sobre ciertas manifestaciones dela sexualidad.
CONDUCTAS SEXUALES INFANTILES.
Autoestimulación sexual. Durante los primeros años el niño/a explora todo lo que a su alcance está y especialmente su cuerpo. Los órganos sexuales no escapan de su curiosidad. A diferencia de otras zonas y por su sensibilidad experimenta cierto placer que le hace fijar durante más tiempo dicha actividad.
Es una acción natural e inofensiva por lo que no se debe prestar mayor atención; si no se le hacen indicaciones en el intento de corregir esa práctica, lo más probable es que su curiosidad pronto se derive hacia otra cosa. Si por el contrario le reprendemos fijará su atención e incluso llegará a asociar estas acciones que le dicen malas, con la maldad de los órganos sexuales.
En niños/as que la practican durante un tiempo bastante prolongado, sus causas las podríamos resumir en: falta de ocupación; frustración de su afectividad por parte de los padres; retraso psicomotor y se le exigen cosas que es incapaz de hacer; enfermedad y separación de la familia; mala adaptación a su cuerpo sexuado.
Juegos sexuales. Suelen producirse a partir de los 4 años y es un juego bastante frecuente en forma simbólica (médicos, padre-madre,...). Pretende examinar los cuerpos de los otros y las diferencias respecto al suyo. Una vez conseguido su fin finalizará el juego, por ello la actitud del educador ha de ser de indiferencia o promoviendo otras actividades con las que el niño/a pueda conocer los cuerpo de los demás.
Contacto corporal. El niño/a necesita de contacto y apoyo afectivo mediante conductas tiernas y cariñosas. Deben vivir las relaciones de contacto con naturalidad.
Exhibicionismo. Conducta frecuente en los niños/as de educación infantil, es otro de los medios de que se sirve para mostrar sus “atributos”, debido, muchas veces, a la sobre valoración del sexo del niño/a por sus padres. Tampoco tiene trascendencia ante actitudes adultas indiferentes, pues son de interés momentáneo.
Observar las relaciones sexuales adultas. Deberá adoptarse una actitud comprensiva, tolerante y benevolente, haciéndole ver que son conductas íntimas de los padres y que deben respetarse al igual que se respetan sus actividades y juegos. Es necesario asimismo hacerle comprender que es una manifestación sana y deseable.
DESCUBRIMIENTO E IDENTIFICACIÓN CON EL PROPIO SEXO.
DESCUBRIMIENTO DEL SEXO INDIVIDUAL.
El descubrimiento del sexo individual tiene dos facetas:
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El reconocimiento de sus órganos sexuales y la comprensión de que son diferentes de los del otro sexo.
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La identificación con el modelo de su propio sexo.
Hacia el tercer año de vida el niño/a descubre, siempre que tenga ocasión de observarlas, las diferencias anatómicas de los sexos. Anteriormente ya había explorado sus órganos sexuales, más como objeto personal que como carácter propio de su sexo. Un año antes (2 años) ya sabía si era niño o niña, pero dicho conocimiento era más social que anatómico, es decir, se basaba en el vestido, el pelo, la posición de hacer pis,...
Para el niño/a es fundamental el momento ñeque percibe la existencia de una diferencia sexual. Antes de esto, el niño pasa por la fase de separación-individualización de la madre. El niño/a se va a reconocer como individuo antes que reconocerse como sexo.
Cuando ya se ha establecido el sentimiento de individualidad, el niño/a debe reconocer su pertenencia a un sexo.
Hasta los 3 años el niño/a se relaciona e identifica sobre todo con la madre, sintiéndola más en su dimensión afectiva, que como persona de sexo femenino. Mediante sus observaciones el niño/a toma plena conciencia de que existe una madre de sexo femenino y un padre de sexo masculino.
Hacia los 4 años el niño/a expresa una gran curiosidad por el sexo. Busca la causa de las diferencias de estructura física, pero todavía no comprende la significación profunda de los sexos.
A los 5-6 años está familiarizado con las diferencias de los sexos, pero está poco interesado por ellas. A esta edad el niño/a realiza menos juegos sexuales y exhibicionistas y se muestra desnudo con menos frecuencia.
Ya hacia los 6 años el niño/a va siendo consciente de las diferencias sexuales y comienza a interesarse por estas diferencias. Empieza a hacer preguntas a las que hay que responder de una manera clara e informativa, sin demasiados detalles que no pueden comprender.
Tanto los niños como las niñas realizan investigaciones recíprocas que les proporcionan respuestas precisas a los problemas de las diferencias sexuales.
IDENTIFICACIÓN DE SU PROPIO SEXO.
Una vez que el niño/a ha descubierto su propio sexo, intentará por esa forma discriminativa de su pensamiento, ver las semejanzas y diferencias que existen entre él y los que son como él.
Mediante la imitación, el niño/a asume el tipo de conducta que la cultura le asigna a su sexo.
El padre y la madre adquieren una importancia distinta para sus hijos, según sean éstos varones o hembras. Tanto unos como otros quieren mucho a sus padres y tienen necesidad de ellos, pero los varones comienzan a comprender que son del mismo sexo que el padre y las niñas toman conciencia de que ellas son como su madre.
Los modelos de comportamiento de padre y madre serán decisivos en esta identificación. La separación voluntaria entre sexos es un paso más en reconocer sus propias diferencias y amoldarse a un modelo que le brinde seguridad y aceptación.
Estas diferencias no han de llevar connotaciones de valía de uno sobre otro sexo, sino la importancia que ambos tienen en el desarrollo personal.
LA CONSTRUCCIÓN DE ROLES MASCULINOS Y FEMENINOS.
Este proceso, denominado “Tipificación sexual” y que se refiere al conocimiento de las funciones que la sociedad asigna a cada uno de los sexos, se produce de forma paralela a la identidad sexual.
JESÚS PALACIOS y VICTORIA HIDALGO indican lo siguiente acerca de este proceso: “La tipificación sexual consiste en el proceso a través del cual niños y niñas adquieren pautas de conducta que la sociedad considera típicas de uno y otro sexo”.
Cada sociedad y cada momento histórico tiene unas expectativas y unos roles asignados a uno y otro sexo. Tales expectativas y roles son bastante difusos y pluriformes: profesiones ligadas al sexo, comportamientos ligados al sexo, y toda una gama de conductas tipificadas como masculinas y femeninas. Algunos de estos estereotipos son evidentes y conocidos, mientras que en otros casos son más sutiles. Al menos por lo que en las sociedades occidentales se refiere, los estereotipos ligados al sexo no dejan de debilitarse, dando paso a situaciones y relaciones cada vez más igualitarias. Es éste un aspecto, en el que la educación juega un gran papel, tanto en le sentido de estimular el sexismo, como en el sentido de estimular el igualitarismo entre los sexos.
Para la teoría cognitiva sobre la diferenciación sexual, los niños y las niñas se comportan de una manera sexualmente estereotipada, en parte porque ello les ayuda a tener más clara su identidad en este aspecto, fortaleciendo así sus esquemas cognitivos relativos a la identidad sexual. Cuando estos esquemas están ya bien elaborados, es menos interesante y necesario servirse de ellos como la base de diferenciación y aparece una mayor flexibilidad.
Pero hay sin duda otras muchas razones por las que los niños/as se comportan de manera diferente según su sexo. La presión ambiental y la educación juegan un papel clave, como ya hemos indicado. El hecho de que en épocas anteriores de la historia de nuestra sociedad las cosas relativas a la diferenciación sexual hayan sido muy diferentes a como lo son ahora, y el hecho de que en otras culturas las cosas sean también muy diferentes, muestra que la presión sociocultural es fundamenta..
Menos claro está el papel de los rasgos biológicos ligados al sexo, pues incluso si hubiera algún determinante de diferencias ligados a componentes hormonales, como a veces se ha indicado, de hecho estos rasgos biológicos no se manifiestan en estado puro, sino mediatizados por la educación. En todo caso, lo que parece razonable es postular que, como toda conducta compleja, la diferenciación ligada al sexo está multideterminada y que parece fuera de duda que en su forma de manifestarse hay una clara determinación sociocultural. Ello no niega la posibilidad de influencia de tipo biológico, sino que más bien tiende a relativizar su importancia.
El psicólogo L. KOHBERG, investigador del desarrollo de la adquisición de la identidad en la infancia, explica cómo en este sentido, los niños y las niñas observan activa e inteligentemente el entorno con el fin de orientarse en la búsqueda de su identidad. Para él los mecanismos de la identidad son:
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La tendencia a responder a intereses y actividades nuevas.
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Una valoración egocéntrica del sujeto que lleva a cada niño/a a pensar que su sexo es el mejor.
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Tendencia a que los valores de prestigio, aptitud o bondad estén asociados con los estereotipos sexuales.
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Tendencia a considerar una conformidad básica con el propio papel como algo moral, acorde con un orden socio-moral general.
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Es la identificación. Tendencia a imitar a las personas a las que se le valora por su prestigio y aptitudes; y a las que se percibe como parecidas a uno mismo.
BIBLIOGRAFÍA.
DECRETO 107/92 de 9 de Junio por el que se establece el currículum de la Ed. Infantil para Andalucía.
DISEÑOS CURRICULARES BÁSICOS.
PALACIOS, J., y otros, “Desarrollo psicológico y educación: I Psicología evolutiva”. 1990.
TEMAS TRANSVERSALES. MEC 1992.
PLANTEAMIENTO DIDÁCTICO
“¿Quién soy yo?” “¿Cómo soy”
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RELACIÓN DEL TEMA CON EL CURRÍCULUM
En el Decreto 107/92, ámbito de Identidad y Autonomía Personal, en el bloque del cuerpo y el movimiento, dice: “A través de esos primeros vínculos (sociales) y cuidando de su calidad, se podrá ayudar a los niños/as a ir vivenciando los sentimientos de seguridad y confianza que necesitan para interiorizar una imagen positiva y estable de sí mismos, a reconocer y aceptar las propias características y a asumir su identidad sexual y los rasgos físicos que comporta”.
“Ir formándose una imagen positiva de sí mismo y construir su propia identidad a través del conocimiento y la valoración de las características personales y de las propias posibilidades y límites”.
Dado que es a partir de los 3 años cuando el niño empieza a cuestionarse la relación entre la pertenencia a uno u otro grupo sexual, y que la escuela debe ayudar al niño en esta identificación, propongo cómo trataría la educación sexual en mi clase a través de una programación que girará en torno al centro de interés global ¿Quién soy yo?”.
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GRUPO DE ALUMNOS A LOS QUE VA DIRIGIDO EL PLANTEAMIENTO
Son 20 niños/as de 3 años. Forman parte de un colegio de dos líneas, 6 aulas de Infantil y 12 de Primaria, dos por nivel. La escuela está situada en un barrio periférico con nivel económico, socio-cultural y educativo medio.
En el colegio hay especialistas de música, inglés, religión, audición y lenguaje, Educación Física y Educación Especial. En mi clase entra una hora a la semana la especialista de música.
Con respecto al desarrollo evolutivo presentan las siguientes características:
Desarrollo psicomotor
El niño de 3 años muestra una mejora considerable en la coordinación de sus movimientos, en especial del salto y la carrera. De manera progresiva en sus desplazamientos aparece el galope y el salto sobre un solo pie. Entre los 3 y 4 años perfecciona la imagen global de su cuerpo y progresivamente añade nuevos elementos segmentarios a este esquema corporal ya formado.
Desarrollo cognitivo
El pensamiento del niño de 3 años se desarrolla en relación directa con el egocentrismo emocional. Después de la aparición de la función simbólica (2-3 años) y del consecuente juego simbólico el niño/a sigue mostrando dificultad para diferenciar la realidad de la fantasía.
El desarrollo lógico-matemático parte del centraje y la irreversibilidad.
Desarrollo del lenguaje
Partiendo de un lenguaje telegráfico, con el que el niño formula pequeñas frases, progresivamente madura y crece hacia el lenguaje socializado.
De los 3 a los 4 años, utiliza y reconoce un vocabulario formado por entre 900 y 1200 palabras. En su vocabulario habitual predominan los nombres y los pronombres personales, yo, tu y él/ella, utilizándolos de forma correcta. Emplea también los plurales y los tiempos verbales referidos al pasado.
Desarrollo personal-social
El niño de 3 años pasa por una etapa egocéntrica en la que todo gira a su alrededor. Simultáneamente empieza a tomar conciencia del propio yo y de su aceptación y estima.
El reconocimiento de su individualidad viene determinado por los adultos, hasta ahora sólo con sus familiares (padre-madre) y a partir de ahora también con la maestra/o.
Considera las acciones como buenas o malas según sean indicadas por los adultos. Tiende a evitar que su conducta sea rechazada y a esperar premios adoptando los comportamientos que gustan a las personas que sean significativos para ellos.
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ÁMBITOS DE ACTUACIÓN EDUCATIVA EN QUE VA A CONSISTIR MI ACCIÓN
Objetivos didácticos
Conocer y distinguir con naturalidad el propio sexo y sus características anatómicas más importantes. Las diferencias anatómicas fisiológicas que se dan entre los sexos.
Crear y desarrollar actitudes positivas hacia el propio sexo, el otro sexo, las relaciones interpersonales entre niños/as y entre niños/as y adultos.
Identificar correctamente todas las partes del cuerpo humano incluidas el ano, pene, vulva, pechos, testículos.
Contenidos
Conceptos
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Diferencias entre niño y niña, principalmente los caracteres sexuales primarios: órganos genitales masculino y femenino; cómo son, porque son así, distinto modo de orinar entre niño y niña.
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Síntesis de los rasgos del esquema corporal diferenciado: ¿Cómo soy yo?, ¿En me qué distingo de los otros?, ¿Cómo me relaciono con ellos?.
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Sensaciones y percepciones del propio cuerpo (frío, sed, vista, olfato,....).
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Procedimientos
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Descubrimiento del propio cuerpo: manipulación de imágenes, muñecos, personas.
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Exploración de los mismos.
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Expresión de dichos descubrimientos por diversas técnicas y lenguajes: oral, plástica, musical,...
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Aptitudes
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Formación de una imagen positiva de sí mismo.
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Valoración positiva y equilibrada del otro sexo.
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Relación afectiva interpersonal real.
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Globalizadas: partiremos de los intereses de los niños/as, como en este caso partimos del interés de los niños/as por conocer las diferencias de sexo.
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Significativas: partiremos de los conocimientos previos de los niños/as, utilizando las iniciativas de ellos y proponiendo actividades motivadoras que les permitan relacionar los conocimientos nuevos con los que ya tienen.
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Activas: propondremos experiencias variadas que permitan al niño/a aplicar y construir sus propios esquemas.
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Lúdicas: ya que el juego favorece la elaboración y desarrollo de las estructuras mentales.
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Favorecer al máximo la autonomía del niño.
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Favorecer la comunicación de los niños.
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Tener actitudes positivas sobre la sexualidad.
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Ser transmisora de una información sana y veraz que el niño por su curiosidad vaya demandando al ritmo de sus necesidades.
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De observación, análisis y diferenciación.
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De expresión verbal, plástica y dinámica.
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Afectivas y de relación.
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Conversación en asamblea, y contar el cuento de los “tres ositos”, o cualquier otro que haga referencia a la familia, y sus preguntas posteriores, así como la realización de juegos simbólicos sobre la familia, hemos de observar las respuestas y reacciones de los niños/as, para que, a partir de ellas extraigamos lo que conocen, las ideas previas.
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Explicaciones adecuadas por mi parte sobre las preguntas de los niños/as o bien sobre el conocimiento que vamos a trabajar.
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Hacer dibujos sobre el cuerpo humano (dibújate tu) en grupo e individuales, el niño/a de tres años aún no dibuja la figura humana claramente, pero si le preguntamos, él nos dirá qué ha dibujado y dónde está cada cosa.
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Hacer juegos con objetos que relacionan las partes del cuerpo humano (rompecabezas, encajables).
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Juegos sensoriales de dónde tienes..., y para qué sirve..., juegos de denominación, localización y descubrimiento de la funcionalidad de las diversa partes del cuerpo.
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Señalar en láminas las partes del cuerpo incluidas las genitales.
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Aprender a vivenciar canciones sobre las partes del cuerpo:”tengo una cabeza, la vamos a estudiar, arriba está muy dura, abajo blanda está; delante ves los ojos, la nuca por detrás, si miras a los lados las orejas verás”. Pimpon....
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Dibujar la silueta de un niño/a a tamaño real, en un papel continuo. Observar colectivamente la silueta y completar lo que falta, nombrando todas sus partes. Pintar el dibujo con ceras o pegando papeles, recortar la silueta y pegarla en la pared de clase. Después hacer otra silueta del sexo contrario y pegarla en la pared de la clase.
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Juego: lo que haga el Rey. El juego consiste en imitar el movimiento que hace un alumno que representa al Rey. Tocar la parte del cuerpo que nombra. Al principio yo misma haré de Rey.
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El juego del espejo:
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Pedir a los niños que se dirijan de uno en uno al espejo y que se miren en él. Ir nombrando en alto las partes del cuerpo que se ven reflejadas y su utilidad a la vez que se van moviendo.
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Colocarse por parejas delante de un espejo para que, al mirarse, se describan y digan en alto las diferencias físicas que existen entre ellos.
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Pedir a cada niño/a que traiga una foto suya de cuando era pequeño; mirarse al espejo y decir las diferencias que hay entre el “yo” de la foto y el “yo” del espejo.
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Mirarse al espejo y nombrar las partes del cuerpo que son grandes, que son pequeñas, que hay una, que hay dos.
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Vestirse y desvestirse distintas partes del cuerpo frente al espejo.
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Colocarse por parejas, uno frente a otro, de manera que uno va realizando acciones mientras su pareja hace de espejo copiándolas, haciendo dos turnos de manera que los dos representen el papel de espejo.
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Sonidos del cuerpo:
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Agruparse por parejas y tumbarse en la alfombra. Descubrir y escuchar el corazón del compañero. Intentar reproducirlo con la voz. A continuación cada uno intentará encontrar el pulso de sus propios latidos. Realizar las siguientes preguntas: “¿Cómo será nuestro corazón?, ¿y el de nuestro compañero?, ¿Por qué tenemos corazón ahí dentro?”. Aclarar las posibles dudas.
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Escuchar otros sonidos que produce nuestro cuerpo: “¿Cómo respira el compañero?, ¿Cómo suenan las tripas?,¿Cómo suena la voz di la escuchamos desde la espalda?,....” para ello tenemos que estar muy callados y muy pegados a nuestro compañero. Hacerles vivenciar estas situaciones de silencio que nos permiten descubrir “sonidos secretos”.
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Experimentamos cómo podemos expresar aprecio a los otros por medio del cuerpo: damos besos, abrazos,... Inventamos formas divertidas de darnos besos.
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Abrazos bajo el paracaídas: los niños/as cogen una tela redonda grande (previamente preparada) y a una señal todos levantan los brazos para “inflar” el paracaídas. Entonces “la profe” dice una característica física (rubio, moreno, ojos azules, marrones,...) y todos los que la tengan corren al centro a abrazarse un instante bajo la tela (paracaídas) volviendo a su sitio en el borde antes de que se desinfle por completo. Se sigue hasta que se dice algo común a todos, tiene dos piernas, tiene dos ojos... y se dan un gran abrazo sobre el paracaídas.
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Organizar la clase por rincones, en los que indicaremos actividades que den la oportunidad de vivir los dos roles: femenino y masculino a partir de la simbolización. Ejemplo: de la casa, de la tienda, de la carretera,...
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EVALUACIÓN
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ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD
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Niños con deficiencias auditivas: hay que establecer un constante contacto visual con ellos, de manera que no se sientan abandonados ni solos. La comunicación oral debe darse marcando muy bien el punto de articulación sin un tono de voz en exceso fuerte y ayudándonos con gestos corporales y mímicos.
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Niños con deficiencias visuales: necesitan actividades de estimulación auditiva. Pero teniendo en cuenta que la audición (dotada de gran sensibilidad) es su principal vía de aprendizaje, conviene controlar el exceso de ruidos y sonidos dentro del aula, ya que éstos, mezclándose con los del exterior pueden aumentar el nerviosismo del alumno.
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Niños con deficiencias motoras: acomodar la organización del espacio a sus posibilidades motrices y de desplazamiento. Sobre todo vigilar los materiales de psicomotricidad situados de manera que posibiliten la experimentación y de desequilibrios; es positivo que lo experimenten, pero siempre con un adulto al lado que lo coja de la cintura o de la mano.
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Niños con deficiencias mentales: observando diariamente cuales son las limitaciones más evidentes y frecuentes, se ofrecerán siempre aquellos juguetes o materiales con que el niño muestra estar más cómodo y satisfecho de sus propias producciones. Se les hablará despacio, con frases cortas anticipándoles con tiempo todo aquello que se va a hacer.
Metodología
Las pautas metodológicas generales que imperaran en todas las actividades de los niños serán:
Con respecto a mi actitud, será:
Actividades
Las actividades serán:
Ejemplos:
¿Qué evaluaremos?, evaluaremos tanto el proceso del niño/a como muestra propia actuación.
Evaluación inicial: al principio de curso, y/o de cada unidad, mediante la observación, haremos un sondeo en forma de ideas previas sobre el conocimiento del niño/a al respecto, en este caso sobre las diferentes partes de su cuerpo, y las diferencias con los demás. Todo ello lo tendremos en cuenta para saber la situación de partida.
Evaluación formativa y continua: es la que realizaremos a lo largo de todo el curso, utilizando la observación, nos indicará el avance de cada niño/a con respecto a su situación inicial, así como los bloqueos y dificultades que pueda tener.
Evaluación final: en la que veremos si se han conseguido los objetivos propuestos o en qué grado los ha conseguido.
Lógicamente en la clase podemos tener niños con deficiencias que necesiten una adaptación especial, un trato diferente, una acomodación del espacio,... Para ellos tendremos muy en cuenta las características y los síntomas más frecuentes de los diferentes trastornos posibles, como pueden ser:
Oposiciones al Cuerpo Temario E. Infantil de Maestros Tema 10
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Enviado por: | Gabriel Fernández Olmo |
Idioma: | castellano |
País: | España |