Deporte, Educación Física, Juegos y Animación


Educacion moral y cívica en el deporte


ÍNDICE

Educación moral y cívica en el deporte Págs

Introducción 2

Democracia, comunicación, cultura popular y deporte 2

Deporte de producción de resultados 3

  • Comunidad y sociedad 3

  • Deporte y tradición 4

  • Riqueza y universalidad de los juegos populares 5

  • Sentido social del deporte 5

Deporte Salud 6

Deporte popular o una definición alternativa a la cultura 7

  • Pueblo y democracia 8

  • Paz y complejidad 10

Resumen 11

Bibliografía 12

Introducción a la ética deportiva

El deporte es una actividad sociocultural que permite el enriquecimiento del individuo en el seno de la sociedad y que potencia la amistad entre los pueblos, el intercambio entre las naciones y las regiones y, en suma, el conocimiento y la relación entre las personas. El deporte contribuye a mejorar la relación, el conocimiento y la expresión personal. Es un factor de integración social, fuente de disfrute, salud y bienestar. La realización de estos valores permite la participación en la sociedad desde unas pautas distintas de las que a menudo constituyen las actitudes sociales más convencionales. Estas pautas de participación y relación social deben contribuir al desarrollo de determinadas sensibilidades como la del respeto a las distintas nacionalidades y razas, al medio ambiente y a la calidad de vida como factores de convivencia social. La preservación de estos valores hace necesario que el deporte recupere algunos de sus elementos tradicionales y que, por tanto, el respeto a las reglas del juego, la lealtad, la ética y la deportividad sean elementos de vertebración de los participantes en el mismo. Para fomentar, impulsar y contribuir a la realización de estos fines y valores, el Consejo Superior de Deportes ha elaborado el presente Código Ético, inspirado en el Código de Ética del Consejo de Europa, a fin de conseguir que mediante su suscripción voluntaria y pública se establezcan nuevas pautas de conducta y comportamiento de los estamentos participantes en el mundo del deporte, ya sean entidades, clubes, asociaciones, deportistas, técnicos y dirigentes deportivos. El Código parte de la consideración de que el comportamiento ético es esencial tanto en la actividad como en la gestión deportiva. Dicho comportamiento permite encauzar la rivalidad y la controversia deportiva desde unas pautas diferentes y socialmente aceptables que puedan producir ejemplaridad frente a otras formas de relación social. El Código quiere ser un sólido marco ético para luchar contra algunas presiones e influencias de la sociedad moderna, que implican una amenaza para los principios tradicionales del deporte, inspirados en la nobleza y la deportividad.

Democracia, comunicación, cultura popular y deporte.

Con cierta frecuencia se manifiesta que el deporte es el fenómeno cultural más relevante de la sociedad contemporánea. Es sin, duda, un fenómeno complejo y apasionante.

¿Puede el deporte tener una íntima relación con las energías más saludables de la democracia? El deporte es maravilloso, pero no inocente. El deporte esta lleno de tensiones. Tensiones entre el pueblo y las elites dominantes, entre innovación y restauración, entre liberación y colonización. Cuando se pretende armonizar estas contradicciones, se ignoran aspectos relevantes y esenciales del deporte.

El deporte no es solamente una cultura o un movimiento, pero sí es numerosas culturas y movimientos. Dos modelos de deporte han sido usualmente mencionados: deporte de producción de resultados y deporte salud. ¿Y el deporte popular?


Deporte de producción de resultados

El ideario olímpico no fue nunca neutral. El amateurismo expresaba una concepción burguesa del espacio deportivo y como tal es una filosofía política. El término amateur desapareció de la Carta Olímpica en 1981.

La historia social del deporte ha expuesto como el espectáculo olímpico se expresa como una gigantesca máquina multinacional que coordina beneficios e inversiones, que refuerza desigualdades y silencia contradicciones.

El deporte es también consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas. Es el resultado de la disminución de la jornada laboral, de la urbanización y de la modernización de los transportes. El deporte mismo ha transformado el cuerpo en instrumento y lo integra dentro del complejo sistema de las fuerzas productivas.

Conceptos sobre la diferencia entre comunidad y sociedad del sociólogo Ferdinand Tönnies nos ayudarán a comprender el fenómeno del deporte contemporáneo.


Comunidad y Sociedad

Una de las descripciones más trascendentales sobre la conformación de "las sociedades multitudinarias" puede hallarse en el texto de De Fleur y Ball-Rokeach que describe el fenómeno a partir de la obra del sociólogo alemán Ferdinand de Tönnies (Gemeinschaft und Gesellschaft, 1887). El estudioso alemán presenta dos tipos de contrastes de la organización social: una pre-industrial y otra que es fundamentalmente un producto de la industrialización.

En primer lugar se describe la Gemeinschaft, cuya traducción aproximada es "comunidad" y en el lado opuesto, la Gesellschaft o "sociedad".

"Una organización Gemeinschaft es aquella en la que las personas están fuertemente vinculadas entre sí, por la tradición, el parentesco, la amistad o algún otro factor socialmente cohesivo. Esta organización coloca al individuo dentro del alcance de sistemas muy fuertes de control social informal." (Tönnies, en De Fleur y Ball-Rockeach, 1993)

Esto simboliza de alguna manera el espíritu de las pequeñas aldeas donde impera un sentido de relación comunitario.

Pero es por impacto de la revolución tecnológica, cuyas consecuencias sobresalientes son la división y especialización del trabajo, que comienza a forjarse el paso de la sociedad agraria y el trabajo artesanal a una sociedad urbana e industrializada, la declinación de la Gemeinschaft:

"El antiguo lazo (...) aparece sustituido por relaciones de tipo contractual. En ciertas esferas del intercambio social, esa es casi la relación exclusiva que puede existir entre ambas partes, como es el caso de la compra o alquiler de una vivienda." (Tönnies, en De Fleur y Ball-Rockeach, 1993)

Aquí podemos encontrar el germen de la organización y el carácter de la sociedad multitudinaria o sociedad impersonal y anónima o Gesellschaft, magnífico mercado para el deporte espectáculo y los consumos culturales de nuestro siglo.

"La gesellschaft coloca al individuo dentro de un sistema social impersonal y anónimo. Es una situación en la que los individuos no son tratados o valorados por sus cualidades personales, sino que son apreciados por el grado en que pueden mantener su parte en las obligaciones contratadas. La Gessellschaft es un sistema de relaciones competitivas, donde los individuos procuran llevar al máximo lo que obtienen de los intercambios y llevar al mínimo lo que entregan, al tiempo que aprenden a desconfiar de los otros." (Tonnies, en De Fleur y Ball-Rockeach, 1993)

Desde la conformación de la sociedad de masas, hecho que permitió el incremento del espacio público al conjugarse con el ámbito del espacio público en el concepto moderno de igualdad, la participación de los hombres en ese territorio se produce de manera mediatizada y fragmentada.

Por ora parte, las instancias de mediación presentan el desarrollo de formas organizativas complejas que permiten la participación del hombre en el espacio público y contribuye al nacimiento de la opinión pública.

Es a partir de la masificación de la sociedad cuando ésta adquiere una entidad propia que la lleva a generar sus propios intereses que no siempre coinciden con los deseos y las esperanzas de los ciudadanos rasos.


Deporte y tradición

La perspectiva tradicional presenta al deporte, con sus múltiples y variadas expresiones como una de las actividades sociales con mayor arraigo y capacidad de convocatoria, como un elemento esencial del sistema educativo que contribuye al mantenimiento de la salud, de corrección de los desequilibrios sociales, y a mejorar la inserción social y fomentar la solidaridad. Este punto de vista, actúa como un determinante en la calidad de vida de los ciudadanos en la sociedad contemporánea.

Un concepto acorde con este enfoque, lo vemos en el "viejo continente". El Consejo de Europa a través de la Carta Europea del Deporte de 1992 define a la palabra deporte de la forma siguiente:

"Se entenderá por deporte todo tipo de actividades físicas que, mediante una participación organizada o de otra forma, tengan por finalidad: la expresión, la mejora de la condición psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o el logro de resultados en competiciones de todos los niveles."

En la actualidad, se ha englobado bajo el concepto de deporte a una diversidad de actividades físicas y de recreo que, junto a las de competición, conforman el complejo, profundo y denso "sistema deportivo contemporáneo".

Se ha afirmado que en nuestros días el deporte tiene dos dimensiones: hacer deporte o ver deporte. Dentro de la primera categoría podemos diferenciar tres grandes objetivos:

  • Deporte con objetivo de práctica, de mejora de salud, de recreación, de juego, de ejercicio físico, de moverse, de cobertura de ocio, de aprovechar para estar con los amigos, de turismo activo, de mantenerse en forma, de mejora de la condición física, de esparcimiento, etc.

  • Deporte de rendimiento: es el deporte entendido como superación de marcas, de récords, de resultados, y agonístico. Selecciona a personas con cualidades específicas, según la modalidad. Juan de la Cruz Vázquez Pérez en "Presente y Futuro de Deporte en Andalucía" (Boletín de Información 38 Deporte Andaluz) habla de dos modalidades de esta forma de deporte: a) De iniciación al rendimiento: deporte de base y b) De consecución del rendimiento: deporte de alto rendimiento.

  • Deporte con objetivos de rendimiento que por su impacto visual, su atractivo, su marketing atrae a las personas. Es el deporte espectáculo.


Riqueza y Universalidad de los Juegos Populares

Todos los juegos populares revelan gran riqueza y diferenciación del mundo de los juegos y diferenciación del mundo de los juegos y los deportes. En esa riqueza, podemos apreciar una causa común: la dimensión popular. La gente practica distintos deportes que contribuyen esencialmente a la cultura social.

La sociedad moderna ha desarrollado grandes y poderosas organizaciones deportivas. Ellas buscaron definir y administrar los problemas y cuestiones relacionadas al deporte.


El sentido social del deporte

La perspectiva dominante del deporte se centra sobre los resultados. El deporte representa, como algunos dicen, el esfuerzo del ser humano por alcanzar siempre los mejores resultados. El conocido (citius, altius, fortius) más fuerte, más alto y más lejos expresa uno de los ideales del Movimiento Olímpico. Con frecuencia se dice que los seres humanos han tratado de ser dioses, superhombres y héroes y de emular sus propios récords. El elemento fundamental de esta concepción del deporte son los resultados producidos en competiciones a niveles jerárquicos, resultados que son comparados y cuantificados, por lo que se requiere de un entrenamiento tecnológico y racional. Una organización central debe administrar el sistema por medios de arbitraje, estandarización y control. La especialización progresiva conduce a tener disciplinas cada vez más diferenciadas. Esta idea del deporte divide a los participantes en ganadores y perdedores.

El deportista de competición es un nuevo trabajador que vende a un gerente o un patrón su fuerza de trabajo capaz de producir un espectáculo que atrae a multitudes. El valor de cambio de su fuerza de trabajo regulado por las leyes de oferta y demanda del mercado, está determinado por el tiempo de trabajo necesario para su fabricación. La institución deportiva contemporánea también está inserta dentro de los engranajes del sistema capitalista.

La producción de resultados deportivos superlativos es, sin duda, maravillosa y puede ser fascinante, pero no constituye el núcleo central de lo que podríamos denominar como deporte popular. La samba o la capoeira de los suburbios brasileños, no son esencialmente la "prestación deportiva" de tipo olímpico.

La hegemonía de la orientación hacia la prestación en el deporte ha producido al mismo tiempo la crisis del mismo. El dóping no es solo un error marginal en el sistema sino una consecuencia lógica de la organización del deporte según la filosofía de la producción de resultados. El dóping por cualquier medio es la prolongación racional de la subordinación del ser humano a sus mismas prestaciones.

La orientación hacia las prestaciones extremas en el deporte internacional con su "configuración" de ganadores y perdedores se muestra como un fenómeno colonial relacionado con un cierto tipo de sociedad occidental industrial-capitalista y su expansión mundial. Otra de las caras del deporte de producción de resultados es el denominado Deporte para Todos ("sport for all"), a menudo organizado y comercializado como un proyecto social. A pesar de que se dice que el deporte para todos busca responder a las demandas poblacionales teniendo en cuenta sus posibilidades y preferencias, que apunta a la formación física y a la sociabilidad, que facilita el acceso sin limitación excesiva, que utiliza reglas flexibles, que aumenta el sentido de participación activa, que propicia grandes eventos de concurrencia masiva, que diversifica el espectro de las prácticas deportivas e intensifica el desarrollo cualitativo y cuantitativo del deporte, es solo otra cara del deporte de producción de resultados.


Deporte Salud

El segundo modelo es el deporte salud. Advertimos hoy muchos intentos de redefinir el deporte como un método de preparación física y para la salud individual. ¿Por qué practicar deportes? ¿Porque hace la vida más larga?

La definición del deporte como actividad física deja de lado oposiciones y contradicciones. Observamos como con gran despliegue de relaciones públicas y promoción política se lanzan programas para promover la educación física, el ejercicio, el entrenamiento y el "bienestar". El deporte no solo es una estrategia de salud sino que debería serlo.

El sistema deportivo imperante ha descubierto que el principio de los resultados no describe que es esencial para que la gente practique deporte. El deporte de producción está en crisis debido a los escándalos de dóping y a la corrupción creciente en el mercado de comercialización. La comercialización y la atención de exclusiva de los medios de comunicación (sobre todo la televisión) hacia este cara del deporte han contribuido, aún más, a su hegemonía.

Deporte salud no es deporte de producción de resultados, pero es un tipo de reproducción. Es la dualidad DPR-DS (Deporte de Producción de Resultados y Deporte Salud).

Es cierto que la actividad física repercute positivamente en la vida del individuo y que el aumento del estrés ecológico en nuestros ambientes industriales e incluso rurales dan cada vez mayor importancia a este aspecto. Naturalmente, todos queremos mejorar nuestra salud y nuestra apariencia. Y, sin duda, el deporte también sirve a los propósitos de prevención y rehabilitación.

El deporte popular o una definición alternativa a la cultura

El deporte popular crea un ambiente de bienestar colectivo, un espíritu de comunidad que va en contra de la alienación. La dimensión de la "salud" del deporte popular está más bien en relación con los aspectos "desconocidos y mágicos" de la medicina popular. Esto sin duda, es muy diferente al concepto de la salud de la medicina científica occidental, de la fisiología de laboratorio y del deporte de forma física puramente individual. El concepto de "salud popular" se refiere a la "calidad social".

Como bien señalara Huizinga "los juegos son el instinto vital de la cultura humana". Los juegos y los deportes populares son como el baile y la música contribuciones activas a la cultura.

La cultura o ("lucha de culturas"), desde una concepción dinámica de la misma, es también una definición socio-alternativa de la salud. Los juegos, los festivales y los deportes han estado íntimamente unidos entre sí, hasta que el proceso de alienación industrial destruyera esta relación.

Podemos definir al deporte como cultura central y núcleo del lado festivo de la vida y entender el concepto de fiesta como esencia del deporte y el deporte como elemento central de la festividad. Los elementos que conforman el contexto cultural del deporte popular son la danza y la música. En el baile los movimientos son sincronizados, formando una "conexión social, corporal y erótica". La danza fue eliminada del deporte de producción por exigencia de la especialización. Tampoco hay fiesta sin el ritmo y las melodías de una "comunidad". El deporte de la sociedad industrial apartó la música y lo empobreció progresivamente.

La fiesta es una manifestación de identidad y ello expresa a la vez un cambio de identidad. La festividad y el deporte popular brinda la oportunidad de "ser otro". La gente celebra en las fiestas que la vida tiene sentido reuniéndose en torno a una causa común que tiene significado y es relevante para la "comunidad".

La fiesta rompe el estrés de la vida cotidiana y crea un ritmo de repetición en cuanto parte de ésta tiene un significado ritual. La festividad mezcla las diferentes actividades fundiéndolas en un total siempre nuevo, en un "nuevo acontecimiento".

Hombres y mujeres, niños y adultos, jóvenes y viejos, participantes y espectadores forman en conjunto el deporte popular. La fiesta es una expresión de identidad y a la vez un cambio de identidad. Es una actividad deportiva de diálogo, de comunicación. El evento es único y es el momento. Es el aquí y el ahora.


Pueblo y democracia


El deporte popular expresa también que es lo popular. El concepto de democracia se dirige en dos direcciones diferentes según se contemple el pueblo (abajo-demos) o el poder (arriba-kratia).

Desde arriba la democracia puede ser analizada como un sistema de gobierno, analizando la constitución del estado, la conocida contradicción griega entre monarquía, democracia y oligarquía y arribando a cuestiones más modernas de democracia directa o democracia representativa, democracia presidencial o democracia parlamentaria, democracia pluralista de las minorías o gobierno jacobino de las mayorías, etc.

Si partimos desde abajo, desde el pueblo, la discusión se centrará en la sociedad civil como requisito para la formación del Estado. El debate será iniciado por los procesos preestatales ya sean éstos las raíces revolucionarias en la sociedad civil moderna y la cultura popular como estadios prepolíticos de la automovilización de un pueblo o los procesos de autoorganización en sociedades de clan.

La importancia de conocer qué es el pueblo, se hace visible al considerar el derecho a los pueblos a su autodeterminación en relación con la democracia. Los sociólogos han descubierto una contradicción esencial entre el pueblo de la democracia y el pueblo étnico.

El pueblo étnico se ha presentado como un término en el que se incluye al pueblo de la democracia, y al derecho de los pueblos a la autodeterminación que podría desde esta perspectiva aparecer como hasta antidemocrático.

El pueblo étnico constituye el sujeto de la acción colectiva del derecho a la autodeterminación. Para describir a los movimientos sociales que reivindican la autodeterminación y que incluyen tanto elementos populares, étnicos como democráticos se ha usado la palabra "demóticos" (Anthony K Smith). La cuestión ethnos-demos tiene su origen en la agudización creciente de los conflictos étnicos, que pudieron observarse en la última década, en distintos lugares del mundo y también en Latinoamérica con sus desequilibrios raciales.

Norbert Lechner afirma que la política democrática se caracteriza por la secularización de la política y una concepción de ésta en términos realistas como "el arte de lo posible".

"En la construcción de un sistema político democrático sobresalen (...) dos tendencias. Observamos, en primer lugar una fuerte revalorización de la secularización. Por oposición al mesianismo introducido por la perspectiva revolucionaria de los 60 y exacerbado por el autoritarismo, la secularización tiene hoy una connotación exclusivamente positiva... Para la consolidación democrática aparece imperioso desvincular la legitimidad de la verdad y restablecer el ámbito de la política como espacio de negociación. Para instaurar un clima de transacción sería indispensable aliviar a la política de los compromisos ético-religiosos, origen de la anterior intransigencia, y de expectativas desmesuradas. (...) En la misma dirección apunta la segunda tendencia: el llamado al realismo. Reaccionando contra una posición principista contra una visión heroica de la vida y un enfoque mesiánico del futuro, se replantea la política como "arte de lo posible".

Los debates actuales sobre la democracia en América Latina han estado determinados por las experiencias autoritarias, en particular en las de los países del cono sur. Estas traumáticas experiencias han producido una profunda reflexión crítica sobre los aspectos procedimentales de la democracia representativa.

La relación entre la sociedad civil, el estado y el mercado está cambiando sustancialmente. Difícilmente pueda hablarse de democracia sin tener en claro primero quién es el pueblo en el contexto de la democracia.

En las sociedades del mundo desarrollado el espíritu de los festivales populares expresa la voluntad local de autogestión como reacción contra la alienación de la vida cotidiana que se ha producido contra la institucionalización del bienestar (por parte del estado) y de la comercialización capitalista (por parte del mercado).

¿Qué expresan los festivales populares de América Latina? Hablan de su determinación a no perder su identidad y de su capacidad de "resistencia" frente a las débiles democracias instauradas en la región. ¿Democracias formales?

La democracia no puede reducirse a unas meras reglas de representación, ni a una supraestructura de instituciones públicas. En la práctica tiene sus bases en las relaciones sociales. Un indicador del potencial democrático de los pueblos lo constituye la magnitud y el contenido de los deportes populares.

A pesar de sus contradicciones internas, la sociedad civil y la popular con sus aspectos de participación física, festividad y comunidad constituyen singularmente una fuente inagotable para "beber" la verdadera democracia.


Paz y complejidad


La paz es difícil de obtener y preservar. El deporte debería ser considerado como una herramienta eficaz de pacificación. No desde arriba como a menudo las poderosas y burocráticas organizaciones del deporte de producción de resultados realizan, creando disciplinas, adaptando y ajustando a la gente a la estructura vigente de poder, sino desde abajo.

La vida popular y la paz interior de toda sociedad suponen aceptar las diferencias y los conflictos. Una sociedad "desarrollada" debería tener el derecho a elegir su propio camino. Un aspecto a considerar en el deporte y la cultura es la expresión del derecho a ser diferente.

A la luz de los enfrentamientos sangrientos, de las guerras, las masacres y los campos de concentración que han reaparecido tristemente, convendría realizar una mirada escrutadora sobre este aspecto del deporte popular. Una rápida visión nos muestra que distintos intelectuales niegan que la identidad de un pueblo exista verdaderamente.

De todos modos el concepto de "cultura popular" es una construcción teórica. ¿De cuántas culturas podríamos hablar? De la cultura industrializada de masas, y de la cultura de elite. ¿Existe la cultura popular?

La uniformidad no puede existir como garantía de paz mundial. Hoy observamos como las grandes organizaciones administradoras del deporte contemporáneo de producción de resultados nos dicen que el deporte mundial es solo uno. La paz necesita de pluralidad de culturas.

La alternativa de uniformidad mundial o masacres no puede ser aceptada. Las recientes matanzas étnicas han sido resultado de la adopción del sistema de la uniformidad, del único sistema y han negado a los pueblos sus identidades culturales y las ha reemplazado por imágenes uniformes de un ser humano abstracto.

El derecho a la diferencia es una perspectiva que ofrece una alternativa a la paz, y hacia un nuevo internacionalismo.

Es cierto que podemos jugar juntos. El deporte popular y el juego nunca han reconocido fronteras. Bajo las nuevas circunstancias de mundialización, de globalización, renace un nuevo nivel de no determinismo, de búsqueda de la identidad y de unión y comunión con nuestras diferencias, con los que no hace distintos.

La elaboración de una "cultura de paz", abierta y democrática es un nuevo desafío entendiendo una nueva comprensión de lo qué es cultura. La cultura tiene raíces en la misma existencia física del ser humano. La cultura es la manera en que vivimos nuestra vida. Es vivir con el otro. Es convivir con nuestros conflictos y aceptar las diferencias. La cultura es vivir en comunidad.

Resumen: El deporte y la cultura popular constituyen un elemento de vital importancia para la comprensión de lo que es el pueblo. La democracia no puede reducirse a un conjunto de reglas de representación, ni a una superestructura de instituciones públicas, pero tiene su base en el ejercicio de las relaciones sociales. El deporte que una comunidad practica, con sus fiestas y sus reuniones, es un indicador del potencial democrático. La vida de toda asociación está amenazada por el inmovilismo y puede por un lado, convertirse en una institución burocrática y por otro lado se siente atraída por el deporte de mercado con sus parámetros de competición, producción de resultados, patrocinio, inversión de dinero y dóping. El deporte popular es un elemento esencial de la vida democrática. La cultura y el deporte pueden expresar también el "derecho a ser diferentes". La vida cotidiana y la paz interior de toda sociedad suponen aceptar las diferencias y convivir con los conflictos. Es aprender a vivir con el otro. El derecho a la diferencia, a la diversidad, a la complejidad es un camino alternativo al crecimiento de la democracia y a la paz

Bibliografía:

  • Internet

  • www.csd.mec.es/infgeneral/etica/eticaint.htm

1




Descargar
Enviado por:Denia
Idioma: castellano
País: España

Te va a interesar