Psicología


Educación en la tercera edad


  • PRESENTACIÓN

La tercera edad es un período de tiempo que comienza cuando termina la actividad laboral y que corresponde aproximadamente desde los 60 ó 65 años en adelante. Ésta es una etapa fundamental en sí misma para despertar nuevas experiencias que antes no habían sido experimentadas.

Es una etapa que está asociada a diversas dificultades particulares, por ejemplo, ciertas enfermedades como son los problemas musculares, problemas de movilidad, demencias,… entre otros. Estos problemas pueden acarrear un deterioro físico y emocional que les perjudica gravemente en su salud y bienestar, por lo tanto a la hora de plantear y desarrollar este proyecto hemos tenido en cuenta todas las dificultades que van unidas a la expresión “Tercera Edad”.

Además de esto, un aspecto importante a destacar es la soledad provocada por el abandono familiar, los amigos, etc. puesto que dicho abandono les hacen sentirse como si fueran un “estorbo”. Es un malestar consigo mismo ya que se sienten incomprendidos y rechazados, por lo que vemos importante tener en cuenta este aspecto en la realización de nuestro proyecto.

Es a través de la educación para el envejecimiento donde se deben trazar las pautas que lleven a que la vejez sea asumida de manera distinta y dinámica. Los adultos mayores enseñan que, incluso cuando se pierden algunas cosas, como la juventud o la agilidad, se encuentran otros dones como el del autoconocimiento. Es tiempo de asumir las ganancias del conocimiento, la sabiduría, el humor, de celebración profunda, de la alegría del saber, de sentir orgullo y de un poder consciente; es tiempo de conocerse, de integrarse, es tiempo de reconocer que ser un adulto mayor es un honor.

Estos son los cauces por los que se orienta nuestro proyecto. Tiene un carácter socioeducativo, dirigido a las personas mayores que hemos nombrado con anterioridad y que cargan con todas estas características negativas; y en muchos casos hay personas que no se valen por sí mismas y es por eso que nuestra atención se centra especialmente en centros o residencias para este colectivo.

Ya que en este municipio se trata de un colectivo importante, nos hemos centrado en San Cristóbal de La Laguna. Algunas de las razones que nos han llevado a esta elección, aparte de la importancia del colectivo en él, es porque hemos notado que este municipio carece de centros específicos para ellos, aunque actualmente existan algunos centros más que hace dos años. Lo que realmente es importante es que en estos centros se carece de proyectos y actividades educativas destinados a las personas mayores, y por lo tanto desarrollaremos nuestro proyecto en función de esto.

En este sentido el informe del padrón de habitantes de este municipio (ver anexos) detalla que las personas a partir de 60 años suman un total de 24.744 en este último año de 2005. Por ello creemos que es un número elevado el cual demanda una atención especializada. Hay que tener en cuenta que en estos últimos años se han dado casos conocidos de personas mayores que por encontrarse en esta situación de soledad, han llegado incluso a abandonarse físicamente y en ocasiones han llegando a desarrollar el Síndrome de Diógenes. Durante el 2005 no ha sido raro escuchar en los telediarios el caso de alguna persona mayor que ha sido encontrada muerta en su casa, en la cual llevaba fallecida desde hacía tiempo, incluso llegando a varios meses.

Este proyecto está centrado en uno de los ámbitos de intervención de la pedagogía social, como es la Educación de Adultos. Con este proyecto pretendemos mejorar una orientación educativa hacia este colectivo que ahora posee de más tiempo disponible (debido a que no trabaja) y que puede aprender, por ejemplo el manejo de las nuevas tecnologías. Por otro lado también abarca el ámbito social ya que estas personas son muy importantes y pueden aportar mucho a las nuevas generaciones. Actualmente sufren exclusión social y abandono, no sólo por parte de la familia sino por parte de la sociedad que los abandona y no los tiene en cuenta, es decir, los excluyen de toda actividad desarrollada en dicha ciudad.

Una de las razones más importantes a la hora de elegir este proyecto es que pretendemos una mayor integración de este colectivo en la sociedad actual, es decir, evitar el aislamiento de las personas mayores impidiendo que desconecten del mundo exterior aislándose en sus casas. Para ello creemos que la educación es una parte fundamental para evitar la marginación social y por lo tanto, proponemos actividades de carácter lúdico, cultural, recreativo y actual que favorezcan esta integración social.

  • ÍNDICE O ESTRUCTURA DEL PROYECTO


PRESENTACIÓN 1

ÍNDICE O ESTRUCTURA DEL PROYECTO 3

1. FASE DE DIAGNÓSTICO 4

1.1 Delimitación del ámbito y área de acción 4

Personas de la Tercera Edad en situación de riesgo: 4

Educación y personas mayores: 10

La soledad: 12

Conclusión: 15

Fundamentación teórica: 17

Bibliografía consultada: 22

1.2 Contextualización 24

Sobre las residencias: 24

Algunos datos del Libro Blanco de la Dependencia: 25

1.3 DAFO: Análisis de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades del área de intervención socioeducativa. 26

Debilidades: 27

Amenazas: 27

Fortalezas: 28

Oportunidades: 28

2. FASE DE DISEÑO 30

2.1 Metas, objetivos generales y objetivos específicos 30

2.2 Metodología 33

Actividades a desarrollar: 35

Actividad 1 35

Actividad 2 37

Actividad 3 41

Actividad 4 42

Actividad 5 43

Actividad 6 45

2.3 Profesionales e Instituciones necesarios para la aplicación del Proyecto 47

2.4. Recursos imprescindibles 49

2.5. Temporalización del Proyecto 51

3. FASE DE EVALUACIÓN 52

3.1. Justificación teórico-práctica de la evaluación 52

3.2. Fases de la evaluación 54

3.3. Técnicas e instrumentos de la evaluación 56

3.4. Evaluadores 58

4. CONCLUSIÓN FINAL 59


  • 1. FASE DE DIAGNÓSTICO

    • 1.1 Delimitación del ámbito y área de acción

      • Personas de la Tercera Edad en situación de riesgo:

Desde hace unos años se ha producido un aumento significativo de la población perteneciente al sector de la Tercera Edad, o personas mayores, debido a diversos factores como el descenso de la natalidad, los avances en medicina, la mejora en las condiciones de vida, entre otros. De hecho, la llamada pirámide generacional se está invirtiendo, con lo cual este sector está adquiriendo un peso en la sociedad como nunca antes había tenido, lo que implica también una mayor presencia y presión por parte de sus necesidades y problemáticas, influyendo en muchos aspectos de la vida social, política, económica... Por ello en nuestro trabajo abordaremos a las personas de la Tercera Edad en situación de soledad y riesgo de exclusión social.

Pertenecen al sector de la Tercera Edad aquellas personas que están marcadas por una serie de factores que, según Gloria Pérez Serrano (2004, pp. 20), son: los componentes biológicos del individuo -relacionado con el desarrollo somático y fisiológico-; los componentes funcionales -en el que se tienen presentes las capacidades-; los agentes psicológicos -el sentido subjetivo de ser viejo-; y el componente social. Sin embargo, no pensemos que esta definición está definitivamente delimitada y conceptualizada, pues la diferente combinación de los anteriores factores, más otros que pueden aparecer, varían sustancialmente la visión que se puede tener sobre lo que es o debe ser una persona mayor. Así, por ejemplo, tenemos a personas de setenta años que tienen el “espíritu joven”, se embarcan en mil actividades y mantienen relaciones satisfactorias con el entorno, y también tenemos personas de cincuenta y cinco con multitud de achaques y una visión de su vida monótona y aislada, sin ganas de esforzarse por estar con los demás y limitando su vida a la historia de sus mil males. Sin embargo, de forma convencional, se habla de persona mayor como aquella que supera los sesenta y cinco años de edad, lo cual coincide con la edad habitual de jubilación. Como ya hemos apuntado, la población de la Tercera Edad ha aumentado significativamente, al punto de que en 1998 suponían ya el 16,31% de la población española (Requejo Osorio, 2003, pp. 272), y según las previsiones, para el año 2050 los españoles de más de 65 años serán el 31% de la población (Pérez Serrano, 2004, pp 80), lo que hace que su búsqueda de una mejor calidad de vida y la obligación del Estado de proporcionarla haya hecho que sus necesidades y problemas sean una variable importante a tener en cuenta en la organización de la vida de la sociedad. Es necesario que las personas vean cubiertas sus necesidades básicas y que puedan acceder a las necesidades superiores, entendiendo todas estas como las propuestas por Maslow en su pirámide. Las necesidades básicas son la educación, la alimentación, la sanidad, la vivienda, la protección y la seguridad, la integración social, mientras que las necesidades superiores implican el crecimiento personal, la autorrealización y los valores espirituales tales como la vida espiritual, la paz o el deseo de orden y justicia.

Ahora bien, si lo que se busca es una mayor calidad de vida para las personas, debemos saber cómo esas necesidades se pueden organizar para crear unos indicadores que la condicionen y nos ayuden a medirla, y que según el Instituto Nacional de Servicios Sociales (INSS) incluyen estas áreas fundamentales (Pérez Serrano, 2004, pp. 21):

Salud subjetiva.

Autonomía.

Actividad.

Satisfacción social.

Apoyo social.

Satisfacción de vida.

Nivel de renta.

Servicios sociales.

Recursos culturales.

Calidad de la vivienda.

Hemos estado haciendo referencia a que las personas buscan una mayor calidad de vida e incluso hemos dado indicadores para medirla, pero ¿Qué se entiende por calidad de vida? Según la OMS (Pérez Serrano, 2004, pp. 23) éste es un concepto multidisciplinar que incorpora tanto el bienestar físico como el psíquico y social. Es decir, una persona ha de contar con una buena salud corporal, con una mente sana y estable y con un bienestar social conseguido con una educación que contribuya a su crecimiento cultural en armonía con el desarrollo de la sociedad.

Estas tres formas de bienestar no se deben considerar en términos absolutos, sino relativos. Se puede objetar la idea de una persona disfrutando plenamente de un bienestar físico, psíquico y social pues puede ser irreal si no se tiene en cuenta que estas dimensiones del bienestar humano no son estáticas, sino que se hallan en permanente evolución. Las personas son entes activos, que no sólo se hallan influidas por su ambiente, sino que ellas mismas, de forma individual y colectiva, van configurando un ambiente propio, que a su vez les influye. De aquí la importancia de que la base de este proyecto sea la educación para la prevención y para la resolución del problema cuando ya se manifiesta. Sobre todo desde el punto de vista de la prevención, con el objetivo de eliminar aquellos elementos que impliquen un riesgo en la adopción de conductas que disminuyan la calidad de vida.

La realidad de las personas mayores nos muestra como no sólo ha aumentado significativamente su número, sino que una parte importante de esta población vive bajo condiciones de pobreza, enfermedad y aislamiento social, con lo cual podemos deducir que su calidad de vida es muy baja y será habitual encontrar conclusiones negativas a la hora de medir estas áreas fundamentales que señala el INSS.

Las personas pertenecientes a la Tercera Edad se considera que entran a formar parte de la población en situación de riesgo por diversas razones:

  • Los cambios producidos en la estructura familiar (Pérez Serrano, 2004, pp. 21): disminución del rol de la persona mayor, lo que lleva a que se sientan inútiles; independencia de los hijos con respecto a los padres; convivencia en domicilios diferentes; movilidad geográfica de las nuevas generaciones por el mercado laboral; desatención de los hijos de los problemas de los padres, lo que da lugar a situaciones de abandono y soledad...

  • Orientación de la atención del mayor hacia el sector público (Pérez Serrano, 2004, pp. 25): se presenta el mismo problema tanto en guarderías para los niños y niñas pequeños como en residencias y centros de día para gente mayor, el Estado no tiene las suficientes estructuras como para atender toda la demanda que está surgiendo de estos servicios, lo que puede provocar que muchas personas se vean sin la adecuada atención.

  • Los problemas de salud que conlleva la avanzada edad a la que se puede llegar actualmente: los casos de inmovilidad que les hace depender de otras personas o les impiden salir fuera de sus casas; el alzheimer y la demencia, que les aparta completamente de la realidad...

  • Vejez como sinónimo de incapacidad o limitación (Pérez Serrano, 2004, pp. 35): tradicionalmente se ha relacionado el hecho de ser viejo con el hecho de perder las facultades físicas y mentales, lo cual no es necesariamente así, aunque existan algunos casos en que sí lo sea. La mayor parte de la población mayor no se halla impedida, sólo tienen las normales reducciones de la capacidad funcional propia de cualquier organismo, lo cual no es limitación para llevar una vida plena.

  • Ciertas teorías de carácter sociológico: por ejemplo, la teoría de la desvinculación (García Martín, 2002) tiene como argumento central que la desvinculación o desconexión es un proceso inevitable que acompaña al envejecimiento, en el que gran parte de los lazos entre el individuo y la sociedad cambian cualitativamente, se alteran o llegan a romperse. En este sentido, éste sería el proceso normal que tiene lugar durante el envejecimiento y el proceso de retirada, desconexión o desvinculación tendrá un carácter bidireccional, es decir, tanto de la sociedad hacia el individuo como de éste hacia la primera. Si se aceptara sin más esta teoría, se vería como normal el apartar a las personas mayores de la vida social, cultural y comunitaria.

  • Poca estima a la experiencia y aportaciones de la persona mayor (Pérez Serrano, 2004, pp. 44): en los ámbitos sociales desarrollados, los cambios y la evolución se suceden con mucha celeridad gracias a los avances de la tecnología y la información, y en este contexto, la cultura tecnificada reside en las generaciones jóvenes, que son los que están formados en ella, despreciando por tanto lo que pueda aportar una persona mayor, dando por hecho muchas veces que esta experiencia está obsoleta.

  • El cambio de roles o la pérdida de algunos de ellos que conlleva la vejez (Pérez Serrano, 2004, pp. 48): este cambio o pérdida pueden afectar al desarrollo de la persona si no consigue adaptarse a los mismos y afrontarlos adecuadamente. Hay muchas personas mayores cuyos problemas comienzan porque no son capaces de adaptarse a su nueva situación de jubiladas.

  • Los numerosos mitos y estereotipos de carácter negativo implantados en la sociedad con respecto a las personas mayores (Pérez Serrano, 2004, pp. 60): muchas personas piensan que el hecho de llegar a la ancianidad implica convertirse en enfermos, inactivos, molestos, tristes, dependientes... se ve como una etapa de decadencia, lo cual no se corresponde con la realidad. Por poner un ejemplo, sólo el 10% de las personas mayores presentan dependencia, mucho menos de lo que es la creencia popular. Otro mito es el de la sexualidad, por el cual se cree que envejecer implica tener que renunciar a ella, lo cual también es falso pues la capacidad de amar, el interés sentimental por otras personas y las relaciones sexuales se mantienen a lo largo de toda la vida, aunque las manifestaciones sean diferentes Estos hechos llevan a que las personas rechacen a los mayores y a que rechacen la idea de ir convirtiéndose ellos mismos en mayores.

Desde un punto de vista económico, todo lo relacionado con las personas mayores está adquiriendo un peso tremendo, pues su aumento implica unos mayores gastos en los recursos del país para mantener a esta población pasiva. La relación población pasiva-trabajadores activos está disminuyendo, lo cual plantea el interrogante de si se conseguirá mantener a toda esta masa de jubilados tal y como se mantiene actualmente.

Todos los problemas que están surgiendo hace necesario que se crean y apliquen nuevas leyes y programas. Es imprescindible para el mundo político atender a esta creciente población de individuos votantes, pero no existe hoy día posiciones claras al respecto, y como indica Pérez Serrano (2004, pp. 31): “los propios científicos sociales, que deberían tener ideas claras al respecto, aún están debatiendo conceptos básicos sobre el papel de la ancianidad en la sociedad contemporánea”. Todo lo cual se traduce en que los recursos para este sector son escasos, pero los políticos intentan poner parches que haga que las personas mayores crean que se hace por cubrir sus necesidades cuando en realidad sólo se aplican soluciones transitorias.

En la evolución histórica de las políticas asistenciales y de las personas de la tercera edad de nuestro país, podemos hacernos una idea de cómo se llega hoy a la situación que viven las personas mayores, con sus logros y sus deficiencias.

La Constitución de 1978 consagra en su artículo I el Estado Social y Democrático de Derecho, lo cual representa el avance más importante en la consecución de los derechos sociales y el arrinconamiento definitivo en nuestro país del concepto tradicional de beneficencia pública, pues en los años del franquismo se optó por la irresponsabilidad pública hacia la problemática social, había una inexistencia de políticas de prevención en temas sociales , las entidades privadas y sobre todo las de tipo religioso eran las que se hacían cargo de los déficit sociales con escasos recursos y bajo la ideología de la beneficencia y la caridad. Los poderes públicos reciben así el mandato de garantizar la permanencia y adecuado funcionamiento de los sistemas tradicionales y universales de bienestar social (Educación, Sanidad y Servicios Sociales), además de atender a las necesidades particulares de determinados colectivos.

Los Servicios Sociales son definidos como un conjunto de prestaciones que se ofrece a la Comunidad con el objetivo de conseguir la prevención o eliminación de las causas que llevan a la marginación, o como dice la ley 9/1987, de 28 de abril, de Servicios Sociales en la Comunidad de Canarias, en su preámbulo, punto II: “el conjunto de aquellas acciones que desarrollen los distintos poderes públicos para el bienestar social de los ciudadanos en su dimensión individual y social (...) Objetivo prioritario del sistema de Servicios Sociales será la prevención y eliminación de los factores etiológicos que conducen a situaciones de marginación social.” y en relación a ello, en su artículo 9.2, la Constitución afirma que "Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social". Se impone así un modelo de carácter “institucional” que supone que corresponde al Estado, de forma prioritaria, la extensión y generalización del bienestar. Los Servicios Sociales se interesan en redefinirse en beneficio de todos con un carácter generalizador y universalizable eliminando el carácter asistencialista y marginal.

En estos momentos no hay ninguna ley estatal de Servicios Sociales. En la normativa vigente a este respecto se indica cómo los Servicios Sociales tienen un ámbito de actuación tanto de carácter general como específico al mismo tiempo, conectando con otros sectores: enseñanza, sanidad, vivienda, ingresos mínimos... La Constitución española atribuye la competencia exclusiva en materia de Asistencia, Bienestar y Servicios Sociales a las Comunidades Autónomas (art. 148.1.20), cuyos Estatutos de Autonomía constituyen el marco jurídico que garantiza los derechos de los ciudadanos en los diferentes ámbitos autonómicos. Teniendo como base estas premisas, cada Comunidad Autónoma ha ido desarrollando sus correspondientes Leyes de Servicios Sociales, en las que quedan definidos los principios, actuaciones y prestaciones. Todo ello ha ido promoviendo y configurando una red de equipamientos y servicios que son la base del Sistema Público de Servicios Sociales.

En esta distribución de competencias en el ámbito de las personas mayores, a nivel estatal se actúa desde el desarrollo del Plan Gerontológico Estatal, cubriendo:

  • Actuaciones desde el IMSERSO en diferentes materias como el Programa de Vacaciones y el Programa de Termalismo.

  • Los aspectos económicos, de protección social y de participación (Consejo Estatal de Personas Mayores).

  • Desde el ámbito autonómico se cubren:

  • Las ayudas económicas periódicas a instituciones sin ánimo de lucro para equipamiento, mantenimiento y actividades de Tercera Edad.

  • Las ayudas individuales para atención domiciliaria, habitabilidad y adaptación funcional del hogar, atención especializada, tratamiento continuado de podología, adquisición y renovación de prótesis, etc.

  • La gestión de Residencias propias y plazas concertadas

  • Los Hogares y Centros de Día (S.E.D.)

  • Ya en el ámbito local, lo que se cubren son:

  • Los programas de S.A.D., Teleasistencia, etc. (programas de Servicios Sociales Comunitarios y Especializados).

  • Los Centros de Convivencia para Personas Mayores.

Volviendo sobre el Plan Gerontológico Estatal 1992-1997, (Requejo Osorio, 2003, pp. 285-286), se han sacado numerosas conclusiones después de haberlo implementado durante esos años y haberlo sometido a una evaluación. En el ámbito de las Pensiones, quedaron pendientes el subir las pensiones más bajas y garantizar para el futuro su estabilidad. En el ámbito de la Salud y la Asistencia Sanitaria, se notan carencias en la disponibilidad de las prestaciones de rehabilitación y comienzan a verse problemas en la gratuidad de las prescripciones farmacéuticas. En el ámbito de los Servicios Sociales, no se llega a la cantidad de plazas residenciales que son necesarias, aunque ha sido importante el aumento del número de Hogares, Clubes e instituciones similares, pero su distribución no es la más adecuada. En el ámbito de la Participación, se han incrementado considerablemente las Asociaciones de personas mayores, y en 1994 se creó el “Consejo Estatal de las Personas Mayores”, pero todavía queda cierta inercia a depender más de los servicios que a ser sujetos activos en defensa de sus derechos. En el ámbito de Cultura y Tiempo Libre, ciertamente hay un mayor auge de iniciativas culturales y educativas, pero como se dice en el mismo Plan: “el ocio de nuestros mayores no se orienta hacia la realización de actividades con ese contenido, quizá como secuela de las reducidas posibilidades de enriquecimiento educativo y cultural de que gozaron las actuales personas mayores en su juventud”, y de hecho los grandes programas de ocio se relacionan con el Turismo y, en los últimos años, esta actividad se complementa con las ofertas de Termalismo.

Desde entonces y hasta ahora, en España, y como consecuencia de los traspasos de competencias a las Comunidades Autónomas, la mayor parte de ellas han elaborado sus propios Planes de Acción dirigidos a las personas mayores. Partiendo de esta realidad, se ha considerado oportuno elaborar el Plan de Acción para las Personas Mayores 2003-2007, en el que, como señala Pérez Serrano (2004, pp. 83-84), se pretende conjugar competencias autonómicas para el diseño de una política social, dirigida al colectivo de personas mayores, basada en estrategias de cooperación y de consenso. En lo que es competencia del Estado, adjudica a los Ministerios competentes la correspondiente responsabilidad. En lo que es competencia de las Comunidades Autónomas, y precisamente por esas competencias, el Plan no entra en la concreción de objetivos, medidas, ratios..., pero tiene en cuenta que la Administración General del Estado es también responsable de garantizar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos y la equidad interterritorial, por lo que considera irrenunciable una actuación marco de cooperación interadministrativa e interinstitucional. El Plan de Acción lo que pretende es articular la política social del Estado relativa a la población mayor con la de las Comunidades Autónomas y la de las Corporaciones Locales, en orden a elaborar y desarrollar un proyecto común de mejora de la calidad de vida de los mayores.

      • Educación y personas mayores:

Anteriormente, se ha hecho referencia a que es necesario que la base de este proyecto sea la educación para la prevención y para la resolución de problemas, pero desde la sociedad se mantiene la creencia de que las personas mayores no están ya en condiciones de aprender nada nuevo, que no vale la pena que se destinen recursos a que las personas de avanzada edad puedan acceder a la educación y al aprendizaje, como si aprender sólo sirviera para ayudarnos en el transcurrir de la vida, y por lo tanto, útil en edades jóvenes, y no fuera también una forma de satisfacción personal, de autorrealización y de crecimiento que nada tiene que ver con si lo que se aprende se puede aplicar durante los próximos veinte años. Es curioso como nadie pone en cuestión la atención sanitaria, la necesidad de recibir una retribución económica que les permita seguir llevando una vida digna al final de su vida laboral, e incluso cuando se habla de política social, se estructuran siempre servicios de atención primaria o de atención especializada para ellos, y sin embargo, el contexto educativo queda en penumbra, y generalmente es debido a lo ya expuesto sobre las capacidades de las personas mayores y a esa idea que todavía permanece en muchas personas de que educación es igual a escuela. Tal es así que durante mucho tiempo, en las distintas leyes educativas que ha tenido este país (LODE, LOGSE...), el grupo de personas pertenecientes a la Tercera Edad estuvo excluida de los apartados sobre la formación y la Educación de Adultos. Sólo en el anteproyecto de Ley Orgánica de Educación de 30 de marzo de 2005, cuyo capítulo VIII, en el Título I, trata la Educación de Personas Adultas, se hace referencia a este colectivo, artículo 63.3: “Responder adecuadamente a los desafíos que supone el envejecimiento progresivo de la población asegurando a las personas de mayor edad la oportunidad de incrementar y actualizar sus competencias”.

A pesar del retraso en el ámbito político para atender al aspecto educativo en la vida de las personas de la Tercera Edad, desde el campo científico y pedagógico se llevan a cabo estudios y se da educación de tipo no formal a este colectivo. De tal forma ha ido surgiendo lo que se da en llamar como Gerontología Educativa, que según Peterson (Requejo Osorio, 2003, pp. 268) es “el estudio y la práctica del empeño educativo por y sobre las personas mayores”, es, por tanto, un estudio educativo sobre la vejez y un área de intervención práctica. Los objetivos fundamentales de esta ciencia es la de prevenir el prematuro decaimiento, facilitar el desarrollo de roles significativos para las personas mayores, fomentar el desarrollo psicológico en orden a prolongar la salud, los años productivos y aumentar la calidad de vida de las personas mayores. En España se utiliza también el término Gerontagogía (Pérez Serrano, 2004, pp. 37) y que según Lemieux es: “una disciplina pedagógica que tiene por objeto el conjunto de métodos y de técnicas relacionadas y reagrupadas en un corpus de conocimiento orientados en función del desarrollo de los destinatarios mayores”. Es decir, es la orientación y la práctica en la educación de personas mayores, que tiene como base teórica la Gerontología Educativa. A la hora de su utilización, ambos términos se usan prácticamente para referirnos a la misma cosa.

Interesa el desarrollo educativo de estas personas (Requejo Osorio, 2003, pp. 252) porque el proceso de envejecimiento no es sólo un proceso demográfico o económico, sino también sociocultural. El proceso educativo no termina en la educación inicial de las primeras etapas de la vida, ni se puede limitar a una formación continua para el periodo laboral, sino que la educación es un proceso permanente donde la persona debe tener la oportunidad de seguir formándose e interesándose por aquellas cuestiones que afecten a su vida individual y colectiva.

Todos los estudios han dado como resultado toda una serie de conclusiones con respecto al campo educativo y las personas de la Tercera Edad (Pérez Serrano, 2004, pp. 71- 74). Uno de ellos es que la estrategia clave para conseguir un envejecimiento saludable es el fomento de la autonomía y la elección libre de aquellos aspectos que propicien el desarrollo personal, de acuerdo a sus intereses y capacidades, lo que lleva a defender las posibilidades del aprendizaje y del autoaprendizaje que existe en este período. “La persona que envejece más positivamente es aquella que permanece activa” (pp. 73).

Otro es que para trabajar con este colectivo se precisan profesionales bien formados en contenidos apropiados, así como el dominio de las nuevas tecnologías. de este modo, se propone de forma expresa que las universidades den la preparación y especialización de profesionales para la atención de los mayores.

Un tercero expone que la edad de este colectivo no es sinónimo de enfermedad y, por lo tanto, las actividades de formación no se deben limitar al campo sanitario, sino incluir actuaciones formativas a nivel político, económico, familiar, educativo y cultural.

Una última conclusión es la que expone cuáles son los principios fundamentales para trabajar con personas mayores en el campo educativo, y que son: el principio de actividad, el principio de independencia y el principio de participación.

  • Principio de actividad: este enfoque incide no en lo que la persona es, sino en lo que puede ser. Este planteamiento parte de la realidad de las dificultades del mayor y da un paso adelante hacia una labor de desarrollo. Se apoya en que toda actividad encierra vida, mientras que la pasividad conduce a la muerte.

  • Principio de independencia: uno de los fines más importantes a los que debe pretende llegar la educación de mayores es el de prepararles para que puedan mantener la máxima independencia posible.

  • Principio de participación: la persona es un ser social por definición y necesita vivir en una sociedad, por lo que los propósitos educativos no deben ser qué puede hacer la sociedad por las personas mayores, sino qué pueden hacer estas personas por la sociedad y por sí mismos a través de la participación activa.

      • La soledad:

Lo primero es establecer qué se entiende por soledad, aunque es ésta una condición psicológica difícil de definir, si bien, según Pérez Serrano (2004, pp. 233), se puede entender como “un estado mental en el que el sujeto se encuentra en desarraigo, sentimiento de pérdida, incomodidad, separación, aislamiento e, incluso, duelo”. Según Caballo (1993, pp. 322), hay aspectos comunes en la mayoría de los investigadores que estudian este tema, y son:

  • La soledad proviene de las deficiencias en las relaciones sociales de una persona.

  • La soledad es una experiencia subjetiva, por lo que no es sinónimo de aislamiento social objetivo.

  • La experiencia de la soledad es desagradable y penosa.

Mantener relaciones de amistad se considera un aspecto normal y deseable de la vida social. Sin embargo, tal como se muestra en varios estudios, como el de Lowenthal y cols (1075), Asher (1978) o Lopata (1979), (en Caballo, 1993, pp. 320-321), el hecho es que muchas personas viven sus vidas sin amigos. Estas personas viven en una cultura que valora la amistad, tal como es la cultura española, por lo que seguramente sufrirán algunos problemas sociales y psicológicos. Pero hay que tratar este tema con cuidado, pues no debemos establecer una relación directa entre la falta de amigos y la sensación de soledad, pues se dan los dos casos, el de las personas que no tienen amigos y se sienten solas y el de las personas que no tienen amigos y no se sienten solas.

Teniendo en cuenta la subjetividad inherente a la sensación de soledad, no podemos sencillamente ver si una persona tiene amigos y relaciones favorables con otras personas para saber si sufre la soledad o no, aunque pueda ser una primera pista, entonces, ¿Cómo se puede reconocer a una persona que sufre de soledad? Según Gambrill (Caballo, 1993, pp. 322-323), hay algunas manifestaciones en las que podemos fijarnos para saberlo, y son:

Se implica en menos autorevelaciones, lo que a su vez da como resultado que los otros compartan menos con ellos.

  • Hacen menos preguntas personales, se refieren menos a otros y siguen menos los temas de conversación de los demás (estilo de interacción centrado en sí mismo y poco respondiente).

  • Son más pasivos.

  • Son menos asertivos.

  • Son menos reforzantes, agradan menos y confían menos en los demás.

  • Ofrecen menos señales sociales que indiquen agrado.

  • Responden más lentamente.

  • Hablan en exceso o demasiado poco.

  • Sonríen menos.

  • Inician menos conversaciones.

  • Ofrecen muchas conductas no afiliativas (mantienen la distancia hacia los demás, evitan el contacto ocular).

La soledad tiene sus consecuencias para las personas que pasan por ella, y son consecuencias a nivel cognitivo. Siguiendo con Gambrill (ídem), vamos a ver esas posibles consecuencias que tiene para la cognición:

  • Las personas solas culpan del fracaso a características personales estables en vez de a la falta de esfuerzo o al empleo de estrategias incorrectas y, por consiguiente, se desanima fácilmente.

  • Tienen una información incorrecta e inadecuada sobre las relaciones.

  • Son menos empáticos con las necesidades, intereses y sentimientos de los demás.

  • Tienen suposiciones irracionales.

  • Se recrean en sus fracasos.

  • Tienen una menor autoestima.

  • Se preocupan más con respecto a la evaluación negativa.

  • Son menos capaces de pensar en maneras de resolver problemas interpersonales.

  • Están menos dispuestos a compartir sus opiniones.

A nivel emocional, la soledad es vivida como una experiencia desagradable, lo que conlleva dosis de ansiedad e incluso hostilidad hacia los demás.

Los mismos sujetos que sufren la soledad son los que dicen qué factores creen que les lleva a esa falta de establecimiento de relaciones con otras personas, por lo que tendrán que tenerse en cuenta a la hora de querer trabajar con la gente que pasa por esta situación, y que según recogió Gambrill (ídem) son:

  • Falta de información sobre las relaciones sociales.

  • Falta de habilidad para relacionarse.

  • Falta de habilidades para cambiarse a sí mismo.

  • Temor a la evaluación negativa.

  • Creencias negativas o incorrectas.

  • Obstáculos ambientales.

Pero la soledad, con todas sus manifestaciones y consecuencias, no es una situación que se dé de la noche a la mañana, sino que se va fraguando con el paso del tiempo. Hay dos formas de entender estos antecedentes de la soledad, y son aquellos acontecimientos que aceleran el comienzo de la soledad y aquellos otros acontecimientos que predisponen a las personas a convertirse en personas solitarias y a que continúen siéndolo, según Peplau y Perlman (en Caballo, 1993, pp. 323).

Los acontecimientos precipitantes son del tipo relacionado con los cambios en las relaciones sociales logradas por una persona y del tipo relacionado con los cambios en las relaciones sociales deseadas o esperadas de una persona. Así, como causa acelerante de la soledad tenemos el fin de una relación emocional íntima, la viudedad, el divorcio, el fin de relaciones con personas con las que se suele estar acompañado, etc.

Los acontecimientos que predisponen son aquellos que incluyen la cantidad y calidad de las propias relaciones sociales, las características del individuo (personalidad, físico...) y características más generales de una determinada situación o cultura, y todos ellos suelen ser aspectos duraderos de la situación de la persona. Todo esto hace que la persona corra el riesgo de quedarse sola, aunque no es la causa inmediata de la misma. Así, como causa predisponiente de la soledad tenemos los cambios en la posición o estatus de la persona dentro de un grupo u organización; la pérdida del rol como consecuencia, por ejemplo, de la jubilación o del desempleo, o la adquisición de roles nuevos; la separación debida a los cambios de vivienda derivados de nuevos trabajos, de ir a la universidad o de ir a pasar largos periodos en alguna institución (prisión, hospital, residencia...); los límites que en las relaciones imponen las obligaciones y responsabilidades del trabajo, tales como continuos viajes, horas extras, los traslados... Aunque la causa más determinante de todas en la situación de soledad suele ser el nivel de relaciones sociales de una persona, pues según explican Peplau y Perlman (ídem), el patrón general de los datos sugiere que los contactos sociales de la gente solitaria son deficientes y, según continúan exponiendo estos dos investigadores, la soledad se ve afectada tanto por la existencia de las relaciones sociales, como por la frecuencia de la interacción social, como por la calidad de las relaciones y las necesidades que satisfacen. Se puede deducir de esto que lo más importante a tener en cuenta para evitar la soledad es la relación entre los niveles de contacto logrados con los niveles de contacto deseados o necesitados. Por ejemplo, una persona puede conocer a mucha gente pero no mantener una relación realmente plena ni satisfactoria con ninguna, y sin embargo puede haber personas que conozcan a cinco o seis personas, pero establecer relaciones realmente satisfactorias con éstas. Con lo cual, lo ideal es llegar a un equilibrio entre conocer gente y que te satisfaga la relación con esa gente.

En las personas mayores, según Pérez Serrano (2004, pp. 234-235), la soledad ha sido asociada a depresiones endógenas, al suicidio y a gran número de desórdenes psicosomáticos. Suelen rechazar nuevas relaciones y entregarse a la soledad, al aburrimiento e, incluso, a esperar la muerte.

De los dos tipos de soledad que propone Weiss (Pérez Serrano, 2004, pp. 235), la emocional y la social, es la social la que se da en mayor medida entre las personas mayores, Esta soledad se caracteriza por la no-pertenencia a un grupo o red social, existe una ausencia de pertenencia a la comunidad por falta de asociación a un grupo social cohesivo, que provoca aburrimiento y sentimientos de marginalidad.

      • Conclusión:

A tenor de todo lo visto hasta ahora, es importante insistir en la prevención y promoción de un envejecimiento satisfactorio para las personas mayores, en su participación real y efectiva en la configuración de programas y servicios a ellos dirigidos y en la toma de decisiones que les afecten, en la atención a la situación económica de los más dependientes, en el desarrollo de infraestructuras y es necesario realizar una política más activa y coordinada a la hora de su participación en las cuestiones que les preocupan y facilitar un mejor empleo del ocio y del tiempo libre.

Toda acción socioeducativa que se plantee en este proyecto ha de tener como finalidad la realización personal y la participación social de las personas, todo ello para seguir desarrollándose y seguir cultivándose, estar al tanto de los problemas del mundo actual, de los cambios tecnológicos, etc. olvidándose de los objetivos más generalizados en muchos proyectos de Educación de Adultos, por los que se busca la preparación para una actividad laboral o para reciclarse, aspectos que ya no interesan a las personas mayores.

      • Fundamentación teórica:

Según Requejo Osorio (2003, pp. 286) todos los grandes objetivos, planes y/o programas de actuación destinados al trabajo con personas mayores tienen en común tres grandes temas, y ello como consecuencia de las conclusiones que se extrajeron del Plan Gerontológico Estatal 1992-1997 y que anteriormente ya vimos. En primer lugar, el diagnóstico de la evolución de la población mayor, que en muchos casos incluye el estudio sobre la situación de su vida, su actividad, la participación y ocio, los recursos y la atención a los mayores. En segundo lugar, los objetivos y principios que se proponen en dicho plan. Por último, estrategias o planes de actuación en los diferentes campos promoviendo, en unos casos, modelos de atención y en otros hablando de estrategias de actuación: programas y proyectos.

En conclusión, y siguiendo lo dicho por este autor, los principales objetivos que estos planes de actuación se proponen discurren por cuatro diferentes preocupaciones a tenor de las indicaciones más generales que cada uno de ellos enumera de forma particular:

  • Participación, integración, presencia en el entorno y cohesión social respecto al colectivo de mayores.

  • Consideración positiva de esta etapa de la vida, de sus valores para afrontarla con un sentido positivo y de desarrollo a lo largo de la vida.

  • Especial ayuda (información, orientación, apoyo, etc.) a los mayores dependientes o incapacitados, asegurándoles los servicios necesarios.

  • Promoción del ocio y cultura que, si bien aparece de forma minoritaria en este apartado de objetivos, se asume como capítulo aparte en algunos planes.

Aparte de estos grandes objetivos que aparecen como filosofía de acción básica, los propios planes regionales coinciden en aspectos más puntuales: asegurar un adecuado nivel de calidad en centros y servicios sociales para mayores, atender particularmente a personas excluidas del mundo laboral, protección económica de los más necesitados, participación de los profesionales en la atención del anciano, etc.

Así, viendo estos objetivos y recordando lo expuesto en las conclusiones del Plan Gerontológico Estatal 1992-1997, todos los planes y programas gerontológicos detectan importantes problemas en cuanto al ocio y tiempo libre de las personas mayores. Aunque este proyecto está destinado a solventar un grave problema que sacude a una gran parte de la población mayor, como es la soledad, y que se puede enmarcar en los ámbitos de la Salud (puede derivar en depresiones y otros trastornos) y de los Servicios Sociales (la integración social como necesidad básica), se va a realizar a través de actuaciones educativas que, como necesidad básica, llenarán ese gran espacio de ocio y tiempo libre con el que cuenta este colectivo.

Como norma general, cualquier programa y proyecto que se pretenda realizar en el Estado español con respecto a las personas pertenecientes a la Tercera Edad, ha de basarse primeramente en lo estipulado en el Plan de Acción para las Personas Mayores 2003-2007. Este plan se estructura en base a cuatro grandes áreas, con una serie de objetivos para cada una de ellas.

La primera área es la de la Igualdad de Oportunidades, por la que se pretende cubrir las necesidades propias de la población mayor. En líneas generales, los objetivos y medidas son:

  • Mejorar la situación económica de las personas mayores.

  • Impulsar la atención a las personas mayores en el marco del Sistema Nacional de Salud.

  • Desarrollar un sistema integral de atención a la situación de dependencia.

  • Potenciar acciones y programas que promuevan un envejecimiento satisfactorio.

  • Promover la autonomía y la participación plena y activa de las personas mayores en la comunidad.

La segunda área es la Cooperación, pues el desarrollo del Plan se basa en estrategias de colaboración y de participación entre los distintos ministerios de la Administración General del Estado y las otras Administraciones, Autonómicas y Locales, así como diversas instituciones y el sector privado. Las líneas generales son:

  • Crear comisiones, grupos de trabajo y otros tipos de instrumentos estables y permanentes de cooperación interadministrativa y mejorar los ya existentes.

  • Impulsar la participación y cooperación del movimiento asociativo y las entidades que trabajan en el ámbito de los mayores.

  • Desarrollar mecanismos eficaces de colaboración internacional, a favor de los mayores españoles emigrantes o mayores procedentes de otros países, así como con países en desarrollo.

La tercera área es la Formación Especializada, en la cual se reclama la formación de los profesionales de los servicios sociales y de los sanitarios como una prioridad estratégica, para una correcta atención de los usuarios de los servicios. Sus líneas generales son:

  • Impulsar la formación de profesionales cualificados.

  • Desarrollar programas de acciones formativas dirigidas a la mejor capacitación de los cuidadores, especialmente a familiares con personas mayores a su cargo.

La cuarta área es la Información e Investigación, por la que se quiere lograr y ofrecer una información adecuada sobre las personas mayores, tanto a la sociedad en general como a las entidades públicas y privadas interesadas, así como impulsar la investigación gerontológica necesaria y el intercambio de experiencias a escala nacional e internacional. Sus líneas generales son:

  • Garantizar a los diferentes sectores de la sociedad el acceso a una información adecuada sobre las personas mayores, desde una perspectiva integral.

  • Garantizar a las entidades públicas y privadas interesadas, a través del Observatorio Permanente de Mayores, una información suficiente, validada y comparable sobre diversos aspectos relacionados la población mayor.

  • Impulsar la investigación gerontológica interdisciplinar y el intercambio de experiencias en esta materia, a escala nacional e internacional.

Una quinta área que consideramos muy importante, aunque no se señale en el Plan de Acción, es el Equipamiento Interterritorial, con el que se pretende evitar los posibles privilegios económicos o sociales de unas Comunidades Autónomas con respecto a otras, buscando garantizar la igualdad de las personas mayores en todas las Comunidades. Sus líneas generales son:

  • Garantizar la igualdad de trato a todas las personas mayores, independientemente de su lugar de residencia.

  • Garantizar en todo el Estado un nivel mínimo de calidad en los servicios y programas de Servicios Sociales.

  • Paliar las desigualdades territoriales mediante el fomento de un nivel de recursos suficiente, en materia de Servicios Sociales, en cooperación con las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales.

Por ello, en este proyecto procuramos garantizar la consecución de la Igualdad de Oportunidades potenciando acciones socioeducativas que promueven un envejecimiento satisfactorio para todas aquellas personas mayores que sufren o están en riesgo de sufrir una situación de soledad. Procuramos garantizar también la Información e Investigación con el objetivo de emitir un informe en el que se expongan las conclusiones que se deriven de la consecución y consecuente evaluación de este proyecto, con el fin de impulsar la investigación gerontológica e intercambiando nuestra experiencia con otros investigadores y profesionales, así como de la población en general a la que le interese este tema. Esto nos lleva a la Cooperación, pues las conclusiones de nuestro proyecto, junto con las de otros proyectos, dará como resultado que los grupos de trabajo, comisiones u otros instrumentos cuenten con material con el que mejorar su funcionamiento y el que puedan aprobar aquellas acciones que se prevea que puedan dar mejores resultados en base a las experiencias anteriores. También nos lleva al Equipamiento Interterritorial, pues este proyecto de puede trasladar a cualquier punto del Estado español para que cualquiera pueda beneficiarse de él, teniendo siempre en cuenta las debidas modificaciones ante las particularidades de cada Comunidad Autónoma. Además, en este proyecto se prevee la contratación de diferentes profesionales para atender las distintas actividades y acciones que se llevarán a cabo, pero siempre se contratará a aquellos que acrediten tener la preparación y formación adecuada para el puesto que se ofrece y la responsabilidad que conlleva atender a este colectivo.

En el Plan de Acción para las personas mayores 2003-2007 hay un apartado que trata sobre el “nivel de instrucción y actividades principales de los mayores”, en el cual se refleja que las preferencias de los mayores con respecto al tiempo libre indican que la mayoría opta por un ocio activo, pero hay una proporción importante (18,6%), que prefiere pasar su tiempo libre sin actividades programadas. Con respecto a la compañía en el tiempo de ocio, la opción mayoritaria es la familia (66,5%), seguida por los amigos (10,9%), mientras que la opción de pasar el tiempo libre en soledad aumenta con la edad, y es la preferida del 8,4% de los mayores. La opción de pasar el tiempo libre solo no es ningún problema mientras sea una opción libremente elegida, el problema sobreviene si ésta no es una opción, sino una obligación. No debemos olvidar que hay gente que, en base a la deseabilidad social y a la vergüenza, pueden contestar que prefieren hacer sus actividades solos cuando en realidad es que no les queda más remedio, y en este proyecto pretendemos que la opción de hacerlo en compañía pueda ser plausible para este colectivo.

No debemos olvidar que el periodo de desarrollo del Plan de Acción termina en el 2007, con lo cual nuestro proyecto entra en el último año de implantación de éste, pero mientras la Administración General del Estado no emita un nuevo Plan de Acción, este proyecto se regirá por el vigente Plan. En el caso de que se emita uno nuevo y el proyecto continúe, éste podrá ser modificado para adaptarse a la nueva normativa o recomendaciones que se hagan, pues no pretende ser éste un proyecto cerrado y rígido, sino flexible y adaptable, capaz de variar según las necesidades y problemas que vaya encontrando durante su desarrollo, así como durante y después de su evaluación, con vistas a seguir implantándolo buscando siempre la forma de hacerlo mejor.

Vamos a enmarcar este proyecto dentro del Programa de Dinamización e Intervención Social ANSINA. Éste es un programa de dinamización e intervención social que, desde una perspectiva global e integral, dirige sus actuaciones al colectivo de mayores, siendo sus ámbitos los clubes y asociaciones de mayores así como determinadas residencias geriátricas de la isla de Tenerife.
El Programa Insular Ansina se engloba dentro de la Unidad Orgánica de Intervención Social perteneciente al Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria del Excmo. Cabildo Insular de Tenerife. Con una larga trayectoria, que inicia su andadura en el año 1989, Ansina, sigue apostando por ofertar a las personas mayores alternativas que permitan cubrir el ocio y tiempo libre de forma positiva, activa y creativa.

Desde el Programa Ansina se ha comprobado que la práctica de actividades de ocio supone un mantenimiento de roles activos, un medio de gratificación personal, y un aspecto positivo para la propia salud psicofísica. Un "buen uso" del ocio, denominado ocio terapeútico tiene consecuencias positivas, pero el hecho mismo de tomar parte en actividades de ocio hace que la persona tenga una sensación más positiva de sí misma. La intervención en el ocio, que es el principio fundamental del Programa Ansina, pretende incrementar las oportunidades para que la persona mayor ponga en práctica diversas actividades. Así el ocio, es utilizado tanto para prevenir, como para ser en sí mismo un elemento que ayude a aumentar la autonomía y la competencia de la persona mayor en distintas áreas: funcional, cognitiva, psicoafectiva y social. De ahí que los proyectos que se establecen en el Programa Ansina, permitan dar respuesta a todas las áreas mencionadas interviniendo para la consecución del objetivo principal del Programa Ansina que es el de mejorar la calidad de vida de las personas mayores de la isla de Tenerife.

Por todo ello, nuestro proyecto se enmarca dentro de este programa, pues desde ambos se pretende mejorar la calidad de vida de este colectivo, aumentar su autonomía, su competencia, a través de actividades que se desarrollan durante su tiempo de ocio, con la aportación que hace nuestro proyecto al programa de trabajar para la prevención de la soledad.

      • Bibliografía consultada:

      • Anteproyecto de Ley Orgánica de Educación, 30 de marzo de 2005 en www.mec.es/files/Anteproyecto_Ley_Organica_Educacion.pdf

      • Caballo, V. E. y Buela, G. (1991): Técnicas diversas en terapia de conducta. En Caballo, V. E. (comp), (1991): “Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta”. Madrid. Siglo XXI.

      • Caballo, Vicente E. (1993): “Manual de evaluación y entrenamiento de las habilidades sociales”. Madrid. Siglo Veintiuno de España Editores S.A.

      • Constitución española de 1978, en http://www.congreso.es/funciones/constitucion/indice.htm

      • Fundación Académica Europea de Yuste (2004). En la página web: www.fundacionyuste.org/actividades/veractividad2004.asp

      • García Martín, Miguel Ángel (2002): La actividad y el ocio como fuente de bienestar durante el envejecimiento. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires. número 47. Abril de 2002. En la página web: http://www.efdeportes.com/efd47/bien1.htm

      • Ley 9/1987, de 28 de abril, de Servicios Sociales en la Comunidad de Canarias, en la página web: http://juridicas.com/base_datos/CCAA/ic-l9-1987.html

      • Nevo, D. (1997): “Evaluación basada en el centro”. Bilbao. Mensajero.

      • Pedagogía Social. Unidad didáctica. UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia).

      • Pérez Campanero, Mª Paz (1991): “Cómo detectar las necesidades de Intervención Socioeducativa”. Madrid. Narcea S.A.

      • Pérez Serrano, Gloria (2003): “Pedagogía Social - Educación Social. Construcción científica e intervención práctica”.Madrid. Narcea S.A.

      • Pérez Serrano, Gloria (coord) (2004): “Calidad de vida en personas mayores”. Madrid. Editorial Dykinson.

      • Plan de Acción para las personas mayores 2003-2007. En la página web: www.seg-social.es/imserso/mayores/planaccionppmm2003_2007.pdf

      • V Plan de Formación Superior en Servicios Sociales (2005). En la página web: www.infodisclm.com/novedades/2005/cursos/plan_ssociales05.htm

      • Programa de Dinamización e Intervención Social ANSINA . En la página web: http://www.iass.es/index.html?contenido/Intervencion/intervencion-programas_1.html~contenido

      • Requejo Osorio, Agustín (2003): “Educación permanente y educación de adultos”. Barcelona. Ariel Educación.

      • Rodrigo Díaz, Geraldine Oliveros y otros: Informe Soledad. En la página web: http://www.apsique.com/tiki-index.php?page=SociSoledad

      • Romans, M., Petrus, A. y Trilla, J. (2000): “De profesión, educador/a social”. Barcelona. Paidós.

      • http://www.todoancianos.com/aplicacion/home.asp

      • http://www. Seg-social.es/imserso/mayores/may_libroblanco.html

      • http://www.inforesidencias.com/noticias/index.asp

          • 1.2 Contextualización

        En España viven más de 7,2 millones de personas mayores, un 17% de la población; de éstas, el 65% son mujeres. La esperanza de vida al nacer en nuestro país se encuentra ya entre las más altas de la Unión Europea y de todo el Mundo, pues alcanza los 79 años (75,7 para los varones y 83,1 para las mujeres). Los octogenarios, además, son el colectivo que más ha crecido en la última década, un 53%, frente al 9,9% de crecimiento en el total de la población, incluida la inmigrante. A pesar de la importancia social de este colectivo, el Informe, fruto de la investigación del Observatorio de Personas Mayores del Imserso, señala que los niveles de cobertura de los servicios sociales dirigidos a ellos son todavía muy bajos. La tasa de cobertura del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) es sólo de 3%, la de Teleasistencia, del 2%, y sólo existe una plaza de centro de día por cada 200 mayores. Esto supone que sólo el 9% de las personas mayores en España dispone o podría disponer del apoyo de algún tipo de servicio social. Respecto a la evolución entre 1999 y 2004 del número de usuarios (plazas) y cobertura de estos servicios, se observa una evolución creciente, siendo el SAD el que registra un mayor incremento, con casi 1,5 puntos porcentuales. Las plazas permanecen casi constantes con un ligero incremento de 0,7 puntos. Por su parte, la cuantía del gasto en servicios sociales por persona de 65 y más años, oscila entre los 113,25 euros/año y 454,91 euros/año. Hay que decir que, por lo que se refiere al cuidado de los dependientes, las personas mayores consideran que las familias no deben asumir en exclusiva esta tarea. De hecho, la mayoría opina que la Administración debe ayudar a las familias en los cuidados.

            • Sobre las residencias:

        Una de las novedades del Informe 2004 es la inclusión de una encuesta sobre la percepción que sobre las residencias tienen las personas mayores que viven en ellas. Entre los motivos por los que accedieron a estos centros, los mayores citan, en primer lugar, la búsqueda de compañía (34,5%), seguida de los problemas de salud y familiares. Dos terceras partes de los residentes encuestados declara haber tomado la decisión de ingresar en el centro por sí mismos. El segundo agente principal en la toma de decisión es la familia. Entre las consecuencias positivas de vivir en una residencia los mayores destacan, por este orden, la comodidad, la tranquilidad, y la compañía de otras personas. En el otro lado de la balanza se sitúan los problemas de convivencia y la soledad. Sólo un 5% de los encuestados asegura no acostumbrarse a la vida en un centro asistencial. La encuesta señala que las relaciones personales entre los residentes suelen ser buenas, y que las redes familiares y de amistad de estos suelen estar bastante lejanas. En general, los mayores valoran positivamente los equipamientos de las residencias y su grado de adhesión a ellas es bastante alto. De hecho, el 56% de los consultados declara preferir vivir en uno de estos centros.

            • Algunos datos del Libro Blanco de la Dependencia:

        • 1.125.190 personas mayores y con discapacidades severas no pueden atender por sí mismas sus necesidades básicas de la vida diaria. De estas, 826.551 son mayores de 65 años.

        • Además, hay 1.657.400 españoles que necesitan algún tipo de ayuda para ciertas actividades de su vida diaria.

        • El 83% de los cuidadores son mujeres con una media de edad de 52 años.

        • Sólo el 6,5% de las familias que cuida a personas con dependencia cuenta con el apoyo de los servicios sociales.

        • Únicamente el 3% de las personas mayores de 65 años cuenta con un servicio de ayuda a domicilio y el 2,5% con teleasistencia.

        • Sólo el 0,46% por ciento de las personas con dependencia disfruta de una plaza en un centro de día.

        • Se calcula que la atención a la dependencia generará unos 300.000 puestos de trabajo.

        La pensión media en España es de 475€ al mes y el precio medio de una residencia privada es de 1400€ (un 20% más en las grandes ciudades). Estas cifras harían que para muchos fuese casi imposible acceder al servicio que pueden precisar. Los planes de pensiones que reciben un ventajoso trato fiscal sólo cubren a un 17% de personas entre 55 y 65 años.

          • 1.3 DAFO: Análisis de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades del área de intervención socioeducativa.

        Hemos considerado que sería importante ordenar todos los aspectos que hemos recogido en el DAFO. El orden que utilizamos para analizarlo no se corresponde con el aspecto de mayor relevancia, ni con el que goza de mayor importancia para nosotras. A continuación explicaremos cada apartado teniendo en cuenta que los aspectos analizados en cada uno de ellos se desarrollarán con mayor detenimiento a lo largo de este trabajo, y sobre todo en la explicación del tema que hemos escogido, que es la Soledad en la Tercera Edad. De este modo, presentamos nuestro análisis sobre las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que hemos apreciado en el centro que hemos visitado, llamado Hogar de las Hermanas del Santísimo Cristo de La Laguna.

            • Debilidades:

        Debido al abandono y a la falta de atención afectiva y emocional por parte de los familiares, algunas personas mayores se ven en situación de desamparo, llevándole ésta a la soledad. Esta situación también provoca la bajada de la autoestima debido a la inadaptación de su rol como persona mayor. Además, las enfermedades como la artrosis, artritis, diabetes, depresiones, demencias, etc., y los problemas de movilidad provocan el ingreso de estas personas mayores en los centros.

        En el centro visitado, “Hogar de las Hermanas del Santísimo Cristo de La Laguna”, las carencias educativas son importantes ya que no cuenta con recursos educativos como los libros, actividades, material tecnológico, etc., y la falta de información sobre posibles acciones de esta índole también está presente. Además, el centro no posee programas de ayuda que sean educativas como la realización de talleres y actividades. En este sentido es importante mencionar la inexistencia de personal educativo o social para la atención de estas personas mayores, lo cual es lógico puesto que como ya hemos comentado, no se realiza ningún tipo de actividad, taller o charla educativa.

        Por otro lado, apreciamos una clara diferenciación de géneros, ya que los hombres y las mujeres se encontraban separados en todo momento, incluso en la hora de las comidas, durante las cuales se dirigen a dos comedores diferentes, uno para los hombres y el otro para las mujeres. Además de esto, las habitaciones también están separadas, de forma que en un pasillo duermen los hombres y en el otro duermen las mujeres. Las salas en las que se puede ver la televisión o leer también están organizadas en esta forma. De este modo, el centro favorece la separación de géneros, promoviendo de algún modo ideologías que son perjudiciales para los seres humanos como es la lucha y la diferenciación de géneros, provocados fundamentalmente por ideas machistas.

            • Amenazas:

        La soledad provocada por situaciones de abandono es uno de los problemas sociales que más afecta a los mayores y contribuye a la posibilidad de desarrollar demencias y enfermedades depresivas. Los largos períodos de tiempo que están en los centros o residencias para personas de la tercera edad provocan que no tengan mucho contacto con los familiares lo que conlleva, a su vez, que se acentúen las enfermedades depresivas o demenciales, como es el caso del Alzheimer.

        Por otro lado, la falta de personal social o educativo es importante ya que debido a ello se acentúa el analfabetismo en estas personas. Además, la falta de libros u otros recursos educativos como las actividades y los talleres influyen en ello. La educación se convierte en un tema importante en este ámbito ya que con ella se pueden prevenir enfermedades, y en el caso de que ya existan, ayudar a que su desarrollo sea más lento y a que estas personas que las padecen puedan llevarlo de un modo positivo, dentro de la gravedad que tienen estas enfermedades.

        Por otro lado, debido a la demanda de personas mayores en estas situaciones de soledad o de abandono familiar, el centro no cuenta con muchas plazas de admisión, ya que son muchos los ancianos que se encuentran en éste.

            • Fortalezas:

        El hecho de que la persona mayor mantenga una comunicación fluida y afectiva con los trabajadores del centro, además de las buenas condiciones sanitarias y alimenticias, y la buena atención, ayudan a que su paso por el centro sea más cómodo, sintiendo la persona mayor un ambiente familiar.

        Por otro lado la colaboración de los hospitales y médicos externos al centro es muy importante, lo que contribuye a que la persona mayor se sienta segura y arropada por el centro en caso de alguna enfermedad que requiera ser atendida en hospitales o residencias sanitarias, como son los infartos.

        Así mismo, la visita de personas voluntarias es relevante porque ofrecen acompañamiento. Además este voluntariado ofrece ropa y en ocasiones realiza compras para llevarlas al centro.

        Las ayudas económicas que ofrecen el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna han servido para que este centro realice reformas en sus instalaciones para proporcionar una mayor comodidad a las personas mayores.

        Por otro lado, el centro cuenta con un servicio de peluquería y otro de barbería, y también dispone de salas para tomar el té o café, esta sala además de tener máquinas de café, agua, etc. tiene mesas y sillas.

        En cuanto a aspectos educativos el centro no cuenta con ninguno, es por ello que está señalado en las debilidades que analizamos anteriormente.

            • Oportunidades:

        El centro ofrece ayudas sanitarias, además de buenas condiciones de higiene y alimentación. También acompañamiento para los mayores de forma que se sientan “como en casa”.

        Finalmente, ofrecen un horario amplio de visitas para las familias con el fin de que puedan estar el mayor tiempo posible con las personas mayores que se encuentran en el centro.

        • 2. FASE DE DISEÑO

          • 2.1 Metas, objetivos generales y objetivos específicos

        La jubilación es considerada en el mundo occidental, como la finalización de la actividad laboral y profesional, ésta produce un cambio primordial en la vida de las personas. El aumento de personas mayores no se debe solamente a causas demográficas, como pueden ser la prolongación de la vida, sino a que cada vez se entra más temprano en un periodo de inactividad laboral.

        La preparación para la jubilación asusta a dicha población, porque pasa de un día para otro, de una vida dedicada al trabajo a una vida vacía de contenido.

        En la sociedad urbana e industrializada, donde prima la productividad y la eficacia, las personas jubiladas se sienten marginadas por la discriminación de sus ingresos económicos y aislados del mundo del trabajo hacia el cual enfocaron sus esfuerzos y dedicaron gran parte de su vida.

        Esta situación refuerza la necesidad de solidaridad y de compromiso internacional, es en estos momentos donde nosotras vemos una oportunidad de ayudar a estas personas para que se sientan útiles en nuestra sociedad, haciéndoles ver que todavía son importantes y que pueden aprender nuevas cosas, visitar nuevos paisajes….

        Sin embargo, en las áreas rurales podemos observar que las personas mayores están insertas en la comunidad, puesto que permanecen vinculadas a sus familias, éstas conservan y transmiten costumbres y tradiciones populares a las nuevas generaciones, también de igual forma transmiten conocimiento útiles agrícolas y ganaderas, la jubilación no es en general traumática porque ellos se sienten útiles para la comunidad y personalmente gozan de autoridad y prestigio. Es por todo esto por lo que nosotras preferimos centrarnos, como ya hemos dicho con anterioridad, en los mayores que viven en las grandes ciudades.

        Teniendo en cuenta todos los datos que hemos obtenido durante la investigación y preparación de este proyecto, a continuación desarrollaremos lo que nosotras consideramos nuestro objetivo general.

        Con nuestro proyecto socioeducativo, referente a la tercera edad, pretendemos por un lado entender la situación en la que se encuentran las personas mayores, que actualmente están muy olvidadas tanto desde el ámbito de la familia como desde el de la sociedad. Estas personas se encuentran desamparadas y en situaciones precarias, demandando ayudas y atención especializada en el campo educativo, es a partir de aquí donde estaría nuestra intervención. Es decir, queremos sensibilizar a la sociedad, para que vean que estas personas tienen los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, y mejorar la percepción y las actitudes que se suelen tener respecto a ellos.

        Por otro lado, estas personas deberían tener la posibilidad de poder desarrollar alguna actividad a tiempo parcial, ésta es una forma para hacerles sentir valiosos a “nuestros mayores.”

        Asimismo, no podemos olvidarnos de los objetivos específicos, que son tan importantes como los generales:

      • Respetar la autonomía de las personas mayores, para que decidan y opten libremente por lo que les conviene, ante diferentes alternativas que se les presentan en esta etapa de su vida.

      • Conocer cuál es la situación actual de la población mayor de 60 años, desde el punto de vista de la soledad (vivir solos en un piso), si padecen alguna enfermedad determinada y si tienen conocimiento de ella, abandono por parte de las familias en residencias u hogares...

      • Hacerles entender que su situación es un reto a superar, desde un punto de vista positivo.

      • Favorecer la integración social por parte de los poderes públicos cuando la familia no puede o no quiere hacerse cargo de ellos.

      • Apoyar la creación de centros de día, residencias o asociaciones desarrollando actividades de ocio propias para la tercera edad y donde también puedan recordar y valorar las historias y vivencias de dichas personas.

      • Organizar excursiones de carácter local, y viajes de carácter interinsular, transmitiéndoles información sobre la cultura tradicional de cada lugar a visitar. Aprovechar para ello los periodos vacacionales.

      • Impulsar formas de ayuda y compensación a quienes dediquen su tiempo al cuidado y atención de personas mayores.

      • Evitar el aislamiento de las personas mayores, impidiendo que desconecten del mundo exterior. Detener el aislamiento en sus casas, proporcionando oportunidades para relacionarse con personas en su misma situación.

      • Crear un entorno agradable, acogedor, que haga ver a estas personas que su integración en los centros, especificados anteriormente, siempre les ayudará de forma positiva.

      • Trabajar con ellos en actividades de entretenimiento, tanto actividades lúdicas, culturales, recreativas, educativas y actuales, como pueden ser el mundo de la informática e Internet. Ésta es una forma de integración, la cual pretende entender que a través de las relaciones con las nuevas tecnologías se puede llegar a la normalización, evitando la exclusión de estos.

      • Analizar cómo es la situación en la que se encuentran estas personas y valorar ciertas propuestas de mejora para la actuación conjunta de este campo.

      • Intensificar la cooperación entre los distintos agentes, como pueden ser los gobiernos, los cabildos, los ayuntamientos…

      • En definitiva, hay que tratar que las personas mayores, como todos los ciudadanos o grupos sociales, tengan la oportunidad de participar política y socialmente tanto de forma individual, como asociativa. Esta participación es un derecho y un deber de carácter individual y personal. Por lo tanto, existe la necesidad por parte de todos los agentes implicados (los afectados, centros de día, residencias, asociaciones, gobiernos, cabildos, ayuntamientos, etc.) de contribuir a la no exclusión de todas aquellas personas que de una manera u otra están implicadas en el transcurso de su reintegración en la sociedad actual.

          • 2.2 Metodología

        Como hemos ido señalando durante el desarrollo de este proyecto, cuando las personas cumplen determinadas edades se les considera un “estorbo” por parte de las “nuevas” generaciones, y la sociedad en general. En muchos casos, estas personas demandan un trato especializado puesto que se ven olvidados, llegando incluso a abandonarse ellos mismos. Llegan a padecer trastornos como el Síndrome de “Diógenes” (que es cuando no prestan atención a su aseo personal y acumulan de forma enfermiza desechos y objetos inservibles en su casa). También hemos visto que las personas mayores cada vez son más, puesto que han aumentado los años de vida, representando un alto porcentaje de la población (17%), y lo más preocupante es que 1 de cada cuatro vive solo (estos son datos del año 2002, facilitados por el Instituto Nacional de Servicios Sociales).

        Consideramos que es importante prestar atención a estas personas, haciéndoles comprender que porque hayan llegado a cierta edad no se les termina la vida, todo lo contrario, es ahora cuando pueden aprovechar todo el tiempo del que disponen para hacer cosas que antes ni siquiera se imaginaban que podrían realizar (por ejemplo, el uso y manejo de Internet). Una de las cosas que creemos que es más difícil de aceptar para estas personas es el abandono por parte de las familias (aislamiento, soledad...) por lo tanto es conveniente que a la hora de desarrollar las actividades, se realicen algunas de carácter grupal, para que puedan conocer gente que vive en situaciones similares o iguales.

        También debemos tener en cuenta que hay personas que tienen enfermedades típicas de esta edad, como pueden ser: déficit visual, auditivo, demencia, diabetes…por lo que sería importante desarrollar actividades en las que se tenga en cuenta dichas enfermedades.

        Llegado el momento de desarrollar las actividades en sí, adoptaremos criterios metodológicos que tengan en cuenta la especial situación en las que se encuentran estas personas (que como hemos visto son varias, y en muchos casos hay personas que tienen más de un problema) por lo que los criterios que utilizaremos son: globalizadores, personalizados, significativos, motivadores, socializadores, flexibles.

        Además el desarrollo de las actividades de las nuevas tecnologías puede llegar a ser un agente motivador de primer orden.

        Por otra parte, no podemos olvidar la aportación de la animación sociocultural en la formación de las personas mayores, entendiendo por ésta la forma más conocida de animación, y se pretende por medio de ella que las personas participen de forma voluntaria en su propio desarrollo cultural y social ampliando a su vez su sentido comunitario.

        Las diversas técnicas de animación apropiadas para las personas mayores son las que puedan ampliar su espacio vital, su autonomía, su participación social, para favorecer su incorporación a la comunidad como parte positiva y valiosa de la misma. Los tres objetivos fundamentales de esta técnica son:

        • Recreativos y lúdicos

        • Culturales

        • Comunitarios

        Los tres objetivos, ya señalados, deben comprender actividades culturales sociales y lúdicas:

      • Actividades artísticas: organizar una coral, audiciones de música, escuela de baile, recitales de poesía, sesiones de teatro, cine, aprender a tocar un instrumento musical, modelado, pintura, trabajo en madera…

      • Artesanía: montar talleres de cesterías, cerámica, bordados, flores de papel o tela, juguetes de trapo, trabajos de ganchillo, maquetismo, belenes, trenes eléctricos…

      • Actividades deportivas: juegos y competiciones de bolos, petanca, billar, mini golf, gimnasia…

      • Juegos de mesa: domino, cartas, parchís, ajedrez, damas, dados…

      • Actividades turísticas: excursiones, visitas a diferentes, pueblos- islas, fabricas, granjas, periódicos, actos folclóricos (romerías), encuentros gastronómicos.

      • Actividades productivas: pequeños negocios, pesca, cría de cochinos- cabras- ovejas, jardinería y flores, huertas.

      • Actividades culturales: conferencias, mesas redondas, exposiciones, museos, asistencia a espectáculos, teatros, visitas a casas emblemáticas conociendo su historia.

      • Actividades interactivas: navegar por la Web, chatear, contactar con otras personas. Aprendiendo el manejo de este, para bajarse películas, documentales y música.

      • Sala de lectura, donde las actividades que se desarrollen serán individual o en grupo. El uso de la biblioteca puede crear un gran número de actividades literarias.

      • Los principios metodológicos básicos a la hora de llevar a cabo las actividades en los programas de animación siguen los siguientes pasos:

        • Investigar la realidad donde se desea actuar.

        • Establecer determinados objetivos.

        • Programar las actividades adecuadas.

        • Realizar dichos programas.

        • Evaluar cuanto se ha hecho.

        De cualquier forma está claro que los programas deben concretarse en tiempo y espacio, por eso es necesario interpretar la realidad concreta siguiendo indicadores sociales adecuados.

            • Actividades a desarrollar:

        • Fisioterapia.

        • Habilidades sociales

        • Memoria y estimulación intelectual.

        • Acompañamiento social.

        • Orientación.

        • Relajación

              • Actividad 1

        Nombre de la actividad: “Podemos hacerlo todo”

        Objetivos específicos:

        • Conseguir una buena calidad de vida física y psíquica de los ancianos.

        • Favorecer los movimientos de las articulaciones más patológicas de la 3ª edad.

        • Provocar sensación de bienestar entre el grupo.

        • Favorecer las relaciones interpersonales.

        Metodología:

        Antes de llevar a cabo esta actividad se valorará al grupo que va a participar en la misma por si tuviesen algún tipo de lesión que pueda verse empeorada o incapacitada a la hora de realizar los ejercicios.

        Después de las mediciones y toma de datos se procede a hacer la actividad.

        Dicha actividad consistirá en la realización de una tabla de ejercicios a razón de 10 repeticiones por cada uno. Se harán un día una serie de ejercicios y al siguiente día que toque esta actividad, se hará la otra serie para ir alternando la tabla. Se podrán hacer modificaciones de las tablas adaptándolas a personas con alguna lesión o dificultad particular, así como introducir variaciones y ejercicios nuevos que hagan las sesiones más dinámicas y entretenidas.

        La tabla de los ejercicios de sedestación es la siguiente:

        • Flexión y extensión de cuello.

        • Flexión lateral de cuello a ambos lados.

        • Rotación de cuello a ambos lados.

        • Elevación de hombros con los brazos colgando.

        • Antepulsión de hombros.

        • Retropulsión de hombros.

        • Brazos colgando, tocar el suelo, o intentarlo, por los lados.

        • Una mano en la nuca y otra en la espalda, Se intercambian las posiciones de las manos, una sube y otra baja.

        • Mismo movimiento, con los brazos estirados, uno hacia arriba y otro hacia abajo.

        • Manos entrecruzadas, elevación de brazos dando la vuelta a las palmas y estirando los codos.

        • Manos en la nuca, llevar codos hacia atrás y relajar.

        • Manos en la nuca, flexiones laterales de tronco.

        • Manos en la nuca, rotaciones de tronco.

        • Brazos colgando, elevación de brazos hasta ponerlos en cruz.

        • Mismo movimiento que el anterior, elevando los brazos hasta la vertical.

        • Elevación de los brazos, por el frente con los codos estirados, hasta la altura de los ojos.

        • Elevación de los brazos, por el frente con los codos estirados, hasta la vertical.

        • Flexión-extensión de codos.

        • Brazos en cruz, flexión-extensión de codos.

        • Brazos colgando, extensión de muñecas.

        • Brazos colgando, manos abiertas, cerrar puño y extender.

        • Brazos en cruz, mismo movimiento que el anterior.

        • Elevación de rodillas, alternando.

        • Pies juntos, elevación de ambas rodillas a la vez.

        • Extensión de rodillas, alternando.

        • Pies juntos, extensión de rodillas a la vez.

        • Punteras con los pies juntos.

        • Talones con los pies juntos.

        La tabla de ejercicios en bipedestación es la siguiente:

        Estos ejercicios se hacen en bipedestación, cada anciano detrás de su silla y agarrados al respaldo para mayor seguridad.

        • Brazos elevados, tocar el asiento por delante del respaldo.

        • Brazos a lo largo del cuerpo, tocar lateralmente las rodillas.

        • Mismo movimiento que el anterior, elevando al mismo tiempo el brazo contrario por encima de la cabeza.

        • Palmadas por encima de la cabeza, todos a la vez, que suene como una solo palmada.

        • Brazos en cruz, palmadas por delante de la cara sonando como una sola palmada.

        • Agarrados al respaldo, elevar primero una rodilla y después la otra.

        • Flexión de rodillas, alternando.

        • Elevar piernas con la rodilla estirada una por cada lado de la silla.

        • Extensión de caderas alternando.

        • Abducción de caderas, alternando.

        • Punteras, elevando el cuerpo.

        • Talones.

        • Agarrados al respaldo, agacharse y levantarse.

        Posteriormente a la tabla de ejercicios, se hace juego con pelota blanda con los ancianos sentados en corro primero uno por uno y después lanzando aleatoriamente, el anciano debe recoger la pelota con sus manos y lanzarla de nuevo. Se termina la sesión haciendo que jueguen entre ellos durante 5 minutos. Todos los ejercicios son ejecutados frente al grupo para que en caso de duda el ejercicio se haga por imitación.

        Edad:

        Más de 60 años.

        Tiempo estimado:

        1 hora cada sesión o tabla de actividades, con lo que sería una hora al día de ejercicios.

        Materiales:

        • pelotas

        • sillas

        Recursos humanos:

        • Fisioterapeuta

              • Actividad 2

        Nombre de la actividad: “Habilidades Sociales”

        Se han dado numerosas definiciones sobre qué es una conducta socialmente habilidosa, pero nos vamos a quedar con la de Caballo (1991), que dice: “La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas”.(pp. 6)

        El argumento para justificar la presencia de este tipo de actividad es que la gente con pocas habilidades sociales, o con inhibición a la hora de actuar con ellas, tienen menos relaciones sociales satisfactorias, lo cual puede estar asociada con la soledad.

        Dada la diversidad de factores que pueden precipitar y perpetuar la soledad, no es posible encontrar una única acción, actividad o intervención que lo solucione todo, sino que pueden ser útiles muchas estrategias mientras se empleen adecuadamente. Para que las actividades sean efectivas, éstas deben amoldarse a los problemas específicos de la persona solitaria, por ejemplo, una viuda reciente puede ser que lo que necesite sea apoyo social temporal. Para ayudar a las personas solitarias las intervenciones también necesitan considerar las propias explicaciones de la persona solitaria sobre las causas de su angustia. Además, los esfuerzos por reducir la soledad no se pueden limitar a la actuación con las personas, sino que se deben considerar factores culturales y sociales que fomentan la soledad, campo de trabajo éste para las instituciones sociales.

        Para comprender qué habilidades sociales se pueden trabajar en las actividades, vamos a realizar una breve explicación de las mismas, obtenidas del informe de Rodrigo Díaz, Geraldine Oliveros y otros:

        • La autorrevelación es la habilidad social de revelar los pensamientos y sentimientos propios a los otros, es una habilidad básica para desarrollar y mantener relaciones sociales normales y su falta se asocia a variadas formas de desajuste social.

        • La personalidad relacionada con la timidez o la pasividad pues, en definitiva, cuando las personas poseen una deficiente habilidad para relacionarse con otras personas es un factor que aumenta considerablemente la probabilidad de estar solo, ya que las interacciones son menos entusiastas, con menos simpatía y con una evidente focalización en si mismo.

        • La negativa generalizada parece ser una predisposición característica de la soledad ya que se descubrió que la gente sola expresa una mayor negatividad hacia otros, quizás los sentimientos de soledad son una manifestación de una tendencia general a percibir situaciones de una manera negativa.

        • La atención personal, definida como preguntas o comentarios acerca del compañero; esta habilidad social logró relacionarse causalmente con la soledad a través de la experimentación en estudiantes de educación superior, puesto que su elevación logró disminuir significativamente la percepción de soledad. La explicación se basa en que la atención personal aumenta la atracción interpersonal y el contacto social. Esta influencia se restringe a relaciones incipientes, pero se postula que esta presente en la soledad crónica.

        Objetivos específicos:

        • Desarrollar las habilidades necesarias por medio de la presentación de modelos, de la práctica y de la retroalimentación.

        • Desarrollar aquellas habilidades sociales cuya falta se ha correlacionado con la soledad: la pasividad, la falta de asertividad, la timidez, la sociabilidad inhibida, la menor autorevelación y la falta de reciprocidad en esta (Jones et al, 1982, en Rodrigo Díaz y otros).

        • Proporcionar información sobre la expresión de las habilidades y su empleo en diferentes contextos.

        • Moldear los pensamientos disfuncionales produciendo una reestructuración cognitiva.

        • Disminuir la preocupación sobre la evaluación negativa por medio de experiencias exitosas en contextos de la vida real.

        • Alentar el uso de las habilidades dando tareas a realizar, usando incentivos y señales.

        • Alentar la identificación de las oportunidades disponibles.

        • Crear nuevos contextos para conocer gente.

        • Alentar el empleo de patrones de actuación realistas, lo que puede requerir el identificar y desafiar las suposiciones poco realistas.

        Metodología:

        Las habilidades sociales, como cualquier otra competencia humana, pueden mejorarse a través de un aprendizaje adecuado.

        El formato básico para el entrenamiento en habilidades sociales que proponemos incluye identificar primero, con la ayuda del alumnado que está en nuestra aula, las áreas específicas en las que tienen dificultades. Lo mejor es que obtengamos varios ejemplos específicos de las situaciones problemáticas en términos de lo que sucede realmente en ellas. La entrevista, el autorregistro, el empleo de situaciones análogas, entre otros, constituyen herramientas útiles para ello.

        Una vez identificadas esas áreas específicas problemáticas, el paso siguiente consiste es analizar porqué esas personas no se comportan de forma socialmente adecuada. Algunas pueden ser los déficits en habilidades, la ansiedad, las discriminaciones erróneas, etc. pero sobre todo nos sirven de pista las habilidades sociales que incluimos en los objetivos específicos como correlacionados con la soledad: la pasividad, la falta de asertividad, la timidez, la sociabilidad inhibida, la menor autorrevelación.

        Antes de empezar con el aprendizaje en habilidades sociales en sí, sería interesante informar a las personas sobre la naturaleza de esas actividades, sobre los objetivos que se quieren alcanzar y sobre lo que se espera que hagan ellos en las actividades. Además, es importante fomentar la motivación hacia las actividades, hay que poner énfasis en inducir una actitud positiva hacia ellas antes de empezar porque son actividades que requieren una gran cantidad de participación activa por parte del alumnado.

        Una vez llevados a cabo estos pasos, pasamos al entrenamiento en sí. Apuntar que sería conveniente que el profesor o profesora aprendiera las técnicas de relajación que se dan a estas personas mayores en las otras actividades de este proyecto, pues en ocasiones podrá ser necesario que el alumno se relaje antes de abordar determinadas situaciones problemáticas, lo cual reducirá su ansiedad y favorecerá la actuación socialmente adecuada y la adquisición de nuevas habilidades.

        En una primera etapa, se construirá un sistema de creencias que mantenga el respeto por los propios derechos personales y por los derechos de los demás. Hacer consciente a las personas de cuáles son estos y de que los demás también los tienen, por lo que entre las personas nos tenemos que tratar mutuamente como iguales.

        Una segunda etapa consiste en que el alumnado entienda y distinga entre respuestas asertivas, no asertivas y agresivas. Se pueden planificar una serie de ejercicios estructurados para que las personas mayores de nuestra aula participen activamente en el aprendizaje de las diferencias de estas formas de comportamiento. A los alumnos ha de quedarles claro que el comportamiento asertivo es, generalmente, el más adecuado y reforzante.

        Una tercera etapa sería la reestructuración cognitiva de los modos de pensar incorrectos de los sujetos socialmente inadecuados. Como la conducta socialmente habilidosa es situacionalmente específica, esta etapa debe trabajarse con situaciones-problema específicos para cada alumno. Hay que ayudar al alumnado a darse cuenta y a reconocer que lo que dicen de sí mismos puede influir en sus sentimientos y en su conducta, por lo que se utilizarán diversos ejercicios para facilitar que el alumnado descubran las relaciones entre sus cogniciones, sus sentimientos y sus conductas. Entre los ejercicios pueden estar el autoanálisis racional o las imágenes racional-emotivas, cuya explicación se puede encontrar en Caballo y Buela (1991).

        La cuarta etapa se corresponde con el ensayo conductual de las respuestas socialmente adecuadas en situaciones determinadas. Con todas las etapas anteriores, deberían conseguirse bastantes ensayos satisfactorios de las conductas que causan problemas. El empleo de la relajación si se está nervioso, la aceptación de un conjunto de derechos humanos básicos, la diferenciación entre estilos de respuesta adecuados y no adecuados y la reestructuración cognitiva de los pensamientos incorrectos nos sirven para facilitar el ensayo conductual apropiado y, sobre todo, la generalización del mismo a la vida real. Algunos procedimientos que se pueden emplear aquí son: el ensayo de conducta, el modelado, las instrucciones, la retroalimentación/reforzamiento y las tareas para casa. Estos procedimientos se llevarán a cabo planteando situaciones-problema específicas en las que intervengan clases de personas específicas y representando una determinada clase de conducta, la cual tiene que descomponerse en elementos sencillos que puedan ser evaluados con base a su adecuación y frecuencia. Algunos de esos elementos sencillos pueden ser el contacto ocular, el volumen de la voz, la postura. las autorrevelaciones, las verbalizaciones positivas, la toma o cesión de la palabra, el saber escuchar, la percepción de la situación, las expectativas...

        Edad:

        Este entrenamiento podría aplicarse a cualquier edad, pero lo vamos a acotar para el colectivo de personas mayores, aquellas de más de 60 años.

        Tiempo Estimado:

        La actividad se realizará en el plazo de un año, con dos horas de asistencia semanal.

        Las acciones previas, las que investigan al grupo y sus problemas, se harán en un plazo de dos semanas.

        La primera etapa ocupará dos semanas.

        La segunda etapa ocupará tres meses.

        La tercera etapa ocupará cuatro meses.

        La cuarta etapa ocupará cuatro meses.

        Materiales:

        • Un salón de tamaño medio-grande, que permita el movimiento de las personas que estén ensayando conductas.

        • Pizarra.

        • Folios.

        • Fotocopiadora.

        • Grabadora de voz y cintas.

        • Cuadernos y bolígrafos para el alumnado.

        Recursos Humanos:

        • Un psicólogo social.

        • Un educador social.

              • Actividad 3

        Nombre de la actividad: “Estimulación intelectual, prevención de demencias. Taller de música” .

        Objetivos específicos:

        • Estimular la atención y el lenguaje.

        • Proporcionar técnicas de memorización.

        • Prevenir trastornos mentales como las demencias.

        Metodología:

        Esta actividad se desarrollará en un aula especializada para la realización de actividades y talleres, que se encontrará en el centro o residencia de mayores.

        El profesor o la profesora destinada a la realización de la actividad explicará en qué consiste y cuales son los objetivos que se pretenden conseguir. Además, estará al servicio de ayuda y consulta de los usuarios.

        La actividad que proponemos es de carácter lúdico, recreativo y asociativo, así como de ejercitación cognitiva. De este modo se realizará un talle de música en el que se tomará contacto con diferentes instrumentos musicales de forma que aprendan a usarlos, además de conocer un poco de su historia. En este taller se incluirán canciones populares que nos servirían para la realización de distintas actividades de este taller como es el canto.

        Edad:

        Más de 60 años.

        Tiempo estimado:

        60 minutos cada clase. Tres veces por semana.

        Materiales:

        • Instrumentos musicales

        • Transparencias

        • Radiocasete

        • CD de música.

        Recursos humanos:

        • Un profesor o una profesora de música, con conocimientos en demencias y técnicas para su prevención.

              • Actividad 4

        Nombre de la actividad: “Acompañamiento social”

        Principalmente nos vamos a centrar en realizar actividades de acompañamiento en el centro, puesto que creemos que si las personas mayores salen de su casa, sus capacidades y destrezas estarán mas activas. Por otro lado el acompañamiento o servicio a domicilio, es una actividad que debe ser proporcionada por los Ayuntamientos, Comunidades Autónomas… para aquellas personas que no puedan asistir al centro por motivos de salud.

        Esta es una actividad fundamental puesto que lo que queremos es evitar el aislamiento de las personas mayores, queremos crear un entorno familiar donde se sientan a gusto, de modo que les proporcionamos actividades que les ayuden a aumentar su autoestima. Realizaremos actividades tranquilas, puesto que cuando se llega a determinadas edades las capacidades empiezan a disminuir, con éstas pretendemos la total integración de las personas mayores, independientemente de su historial médico y personal.

        Esta es una actividad necesaria, puesto que, por una parte les ayuda a superar las barreras contra la exclusión social, y por otro lado les hace sentirse bien consigo mismo, ayudándoles a comprender y aceptar la nueva situación en la que se encuentran.

        Es decir, este es un servicio ofertado para todas aquellas personas que tengan la posibilidad de asistir a nuestro centro.

        Objetivos específicos:

        • Acompañar al mayor en la realización de sus actividades diarias.

        • Fomentar la participación y cooperación en grupo.

        • Evitar el aislamiento.

        • Ofrecer atención personalizada hacia este colectivo.

        Metodología:

        • Hablar sobre los problemas actuales, recordando viejas anecdotas.

        • Hablar de la política actual, de los cambios y sus consecuencias ( ejemplo; el aumento de las pensiones).

        • Asistir a charlas, conferencias, y usos de las nuevas tecnologías…

        • Poner en común los pensamientos, mediante poemas o cualquier otro medio.

        • Concursos de cocina.

        • Concursos de bordados.

        • Si existieran personas en nuestro grupo que no supieran escribir o leer, proporcionarles los conocimientos básicos y necesarios.

        Edad:

        Mayores de 60 años.

        Tiempo estimado:

        El tiempo estimado para la actividad, viene programado por un horario predefinido por el resto de las actividades que se llevan a cabo en el centro. El acompañamiento social es una actividad que se realizará diariamente de 12:00 a 13:00 horas.

        Recursos humanos:

        • Asistente Social

        • Voluntarios

        Las personas que dedican su tiempo a ayudar a los mayores (voluntarios) deben asistir a algunas charlas para orientarles en la situación con la que se van a enfrentar. Además estas personas deben poseer unas características específicas, como puede ser tener respeto por las personas mayores, tener paciencia, entereza…

              • Actividad 5

        Nombre de la actividad: Hábitos Saludables.

        Objetivos específicos:

        Para el taller de hábitos saludables destinados a la tercera edad son los siguientes:

        • Conocer diferentes aspectos en lo referido a la buena alimentación, centrándose en la dieta mediterránea para que se orienten.

        • Participar en el taller de los mismos compañeros en una actividad lúdica y en el cuidado y respeto del medio natural en relación a la actividad física (ejercicio).

        Metodología:

        Esta actividad se llevará a cabo en el aula destinada al uso de los aparatos para los propios ejercicios que se encuentran en el centro, que se pretenden llevar en estas personas mayores, que es a quienes va destinado el taller. El profesor que lleva a cabo la actividad de “hábitos saludables”. Les explicará la forma de comer bien y sobre todo sano, además de añadir en el taller una serie de ejercicios de relajación.

        Este taller puede desarrollar distintas actividades, un ejemplo consiste en repartir a los mayores, una hoja con el triángulo de la alimentación, y explicarles la importancia que tiene si se lleva a cabo. Es muy importante que los mayores respeten un horario de comidas y la cantidad de ingesta de alimentos y líquidos, debido a la progresiva falta de sensación de hambre y sed que acontece con la vejez.

        Se les va explicando, paso a paso, cuánta cantidad de lácteos se puede tomar sin abusar de ellos, o por ejemplo, se les dice que tienen que comer dos piezas de frutas mínimas diariamente, etc.

        A continuación, para que sea más ameno, se les pone en una mesa en forma de juego un puzzle de piezas medianas, y se les va diciendo por orden que vayan colocando las piezas, que las mismas consisten en el triángulo de la alimentación y que con la explicación que se les dio anteriormente, que digan porque lo colocaron de esa manera.

        Y por último, se les pone una toalla debajo de ellos y se les ayuda a sentarlos, y se les va diciendo que la respiración es muy importante, por ello tienen que hacerlo de la manera correcta, que es tomando aire por la nariz, soltándolo por la boca y mientras se hace esto levantan los brazos y los bajan a medida que vayan realizando el ejercicio.

        También se les dice que pongan la mente en blanco, y que no piensen en nada, añadiendo el profesor música de fondo, para completar los ejercicios de relajación.

        Así mismo, se incluirán ejercicios de Qi Gong y Tai Chi, adaptados para la práctica de las personas mayores, orientados a relajar la mente y a mejorar el estado general de su cuerpo.

        Finalmente terminan la tabla de ejercicios de relajación que les preparó el profesor y siguen con la normalidad, que llevan a cabo en el centro.

        Edad:

        A partir de 60 años en adelante.

        Tiempo estimado:

        60 minutos cada día, dos veces por semana (Martes y Jueves de 10 a 11 de la mañana). Las actividades están previstas para un año.

        Materiales:

        • Los folios con el triángulo de la alimentación.

        • La tabla de ejercicios.

        • Los puzzles.

        • Las toallas para la realización de los mismos ejercicios.

        • Aquellos que con las nuevas actividades puedan considerarse.

        Recursos humanos:

        • Profesor de Tai Chi

        • Monitor con conocimientos en hábitos saludables y técnicas para prevenir una posible desnutrición en las personas mayores.

              • Actividad 6

        Nombre de la actividad: “Relajación mental”

        Objetivos específicos:

        • Disminuir el grado de ansiedad.

        • Enseñar a relajarse.

        Metodología:

        Existen diferentes técnicas de relajación que se pueden desarrollar. Primero habrá que estudiar las particularidades de las personas que van a participar en la actividad para luego pasar a desarrollar las más adecuadas. Un ejemplo de las técnicas que se pueden usar es enseñar una relajación progresiva empleando ejercicios de tensión y relajando una serie de músculos para conseguir la relajación completa del individuo. Cada grupo de músculos se tensa (durante unos 10 segundos) y luego se relaja. Se vuelve a tensar otra vez y vuelve a relajarse, induciendo a partir de ese momento sensaciones de relajación cada vez más intensas.

        Edad:

        A partir de los 60 años de edad

        Tiempo estimado:

        60 minutos, dos veces por semana

        Materiales:

        • Sillas

        • Velas

        • Radio cassete

        • Música relajante

        Recursos humanos:

        • Profesor de Tai Chi o de Yoga.

          • 2.3 Profesionales e Instituciones necesarios para la aplicación del Proyecto

        Para llevar a cabo este proyecto, es necesario un determinado número de profesionales y así mismo la ayuda de determinadas instituciones para que dicho proyecto pueda llegar a su fin.

        Cuando observamos bien a los mayores, nos asombramos de todas las acciones que desarrollan o pueden desarrollar en la comunidad. Si hacemos referencia a la salud y el bienestar integral como un propósito a conseguir con el proyecto, debemos tener presente, entre otros, los siguientes objetivos:

        • Implicar a la tercera edad como protagonistas en pro de su bienestar.

        • Posibilitar elementos de acción y de estímulo personal para consolidar el bienestar físico, psíquico y social.

        • Informar y formar.

        • Potenciar la confianza, la seguridad en uno mismo.

        • Incentivar la autoformación y superación para posibilitar su participación social.

        Para llevar a cabo estos objetivos o propósitos es necesario que el proyecto precise de un personal que responda a estas demandas.

        A nivel cognoscitivo se ha demostrado que la pérdida global de la memoria, por ejemplo, no es mucho mayor que en otras edades y que las disminuciones de la memoria inmediata pueden compensarse con mejoras en la memoria remota por medio de ejercicios y técnicas. La inteligencia no sólo no disminuye, sino que puede aumentar si se proporcionan oportunidades para ejercitarla, siempre que se haga un esfuerzo y se sea constante. Para realizar esta actividad de ejercitación y estimulación de la memoria vamos a necesitar un pedagogo y un psicólogo social que son los que van a organizar las diferentes actividades a realizar y los que decidirán los recursos humanos y materiales que necesiten (profesor de música para el taller de música…)

        Asimismo, es cada vez mayor el número de personas mayores que regresan a la vida sedentaria una vez pasan a la 3ª edad, se hace cada vez más necesario la realización de actividades para evitar ciertas enfermedades (osteoporosis, etc.) y riesgos que impiden una buena calidad de vida de los ancianos. Para realizar estas actividades necesitaremos un fisioterapeuta.

        Para realizar la actividad de habilidades sociales, donde los mayores sean capaces de ejecutar una conducta de intercambio de uno con los demás y de los demás para con uno, con resultados favorables, precisaremos del psicólogo social y del educador social.

        Por otra parte, para la actividad de relajación, necesitaremos de un monitor de Tai Chi o de Yoga, para llevar a cabo diferentes sesiones de la misma, incluso sería interesante poder contar con un monitor de cada disciplina para que las actividades de relajación fueran más dinámicas y, por tanto, más entretenidas.

        Las personas que se encuentran en la tercera edad también sufren de desinformación y desorientación acerca de actividades, recursos, legislación, etc. por lo que nosotros ofrecemos también un servicio de orientación que estará conducido por un trabajador social, que a su vez se encargará de precisar los recursos humanos y materiales que se necesiten para el desarrollo de las actividades (experto en conocimientos de hábitos saludables, monitor de Tai Chi…).

        Por último, otro servicio que ofrecería nuestro proyecto sería el de acompañamiento, debido principalmente a la sensación de soledad que sufren muchos mayores y también como opción para ayudarles, acompañarles u orientarles en otras actividades de la vida diaria como salir a hacer alguna comprar. Para ello se precisará de voluntarios/as y de un asistente social que conduzca la actividad.

        También para hacer posible un proyecto de estas características donde se requiere de tanto personal y recursos, se hace necesaria y obligatoria la colaboración de diferentes instituciones. En este caso estaremos en colaboración con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de La Laguna, el Instituto Social de Atención Social y Sociosanitaria y los servicios propios del centro en cuestión.

        • 2.4. Recursos imprescindibles

        Los recursos y materiales tienen como función prioritaria la de servir de ayuda para la adquisición de conocimientos, habilidades y destrezas, y en este caso concreto, para la realización de nuestro proyecto.

        En lo que a recursos materiales se refiere, tendremos a nuestra disposición los pocos recursos audiovisuales de los que dispone el centro (TV, video, cassette, material informático). También aprovecharemos los materiales que estén a nuestro alcance como pueden ser: sillas, mesas, etc. Aparte de todo lo que podamos aprovechar, habrá otros recursos que también necesitaremos, como son:

        • Material escolar: papel, lápiz, bolígrafo, pegamento, tijeras, etc.

        • Colchonetas.

        • Pelotas.

        • Instrumentos musicales.

        • Juegos y juguetes.

        • Etc.

        Respecto a los recursos humanos, es importante que haya un equipo de trabajo, si puede ser multidisciplinar, y en el que se dé un equilibrio entre personas con mayor y menor experiencia, y cualificación profesional relacionada con la intervención, que haya una buena coordinación entre todos y que la toma de decisiones sea conjunta.

        Los profesionales que vamos a necesitar para llevar a cabo el proyecto, y que estarán durante todo el proceso serán los siguientes:

        • Pedagogo Social.

        • Asistente Social.

        • Voluntarios.

        • Fisioterapeuta.

        • Monitor de Tai Chi y de Yoga.

        • Trabajador Social.

        • Psicólogo Social.

        Aparte de estos profesionales, se recurrirá a otros en actividades específicas como son los talleres de música, de orientación, etc.

        Respecto a los recursos económicos, consideramos que es imprescindible disponer de financiación para asegurar la intervención, pero que esto por sí solo no garantiza una buena intervención: no por tener más dinero, se mejora la intervención. Recurriremos a ONGs y a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de La Laguna como fuentes de financiación del proyecto para que éste pueda ser realizable.

          • 2.5. Temporalización del Proyecto

        El tiempo estimado para llevar a cabo el proyecto será de un año en el cual dividiremos las actividades de lunes a viernes como queda señalado en el cuadro siguiente:

        Al mismo tiempo que se hacen todas estas actividades, en las horas que quedan libres o en los horas donde no haya actividades, los mayores seguirán con el ritmo habitual del Centro y realizando las actividades de costumbre.

        En el caso de que surja algún problema debido a la distribución del horario o por otras circunstancias, el horario semanal podrá ser modificado en función del planning general del Centro.

        Asimismo, se tendrá en cuenta los días festivos, las fiestas populares y los períodos de vacaciones a la hora de realizar las actividades. En estos casos, las actividades no se realizarán siguiendo el horario habitual sino que será adaptado a las celebraciones. También se aplicarán modificaciones en los casos de salidas o excursiones fuera del centro.

        • 3. FASE DE EVALUACIÓN

          • 3.1. Justificación teórico-práctica de la evaluación

        La evaluación de todo proyecto es un proceso profesional e indispensable para cualquiera de las acciones emprendidas por las organizaciones o instituciones que trabajan en el campo de lo social. La evaluación, desde el punto de vista de un proyecto, consiste en: “Análisis de costo - beneficio. Es el instrumento para la asignación de recursos dentro de los campos prioritarios previamente definidos por la autoridad económica”, o también se puede definir como: “Conjunto de técnicas desarrolladas con el fin de estimar el rango de rentabilidad de un proyecto.” Aquí se le está dando a la evaluación una perspectiva de rendición de cuentas y justificación de la financiación. Pero nosotras no nos queremos limitar a este aspecto, así que vamos a entender la evaluación como “toma de decisiones, mejora, profesionalización” (Nevo, 1997).

        Hacia los años 50 resurge la idea de evaluación de programas, motivada por la necesidad de evaluar proyectos curriculares de distintas áreas, pero es en la década de los 60 donde los programas alcanzan una proyección social ya que se amplia el concepto de evaluación de programas más allá de la faceta estrictamente académica o escolar.

        Sin embargo, es en la década de los 90 donde la evaluación se reconoce de gran interés a nivel científico, político y social, debido a que se consolida el interés político por actividades evaluativas en ámbitos y contextos distintos.

        Asimismo, la evaluación entendida como instrumento de mejora del objeto evaluado se pone a prueba ante los profesionales que desarrollan en la práctica los programas, no sobrevalorando la búsqueda de resultados a costa de los procesos y las condiciones de las que se parten (entorno, cultura, organización del centro, etc.,), sino reflejando la totalidad de los problemas de desarrollo del programa, etc.,

        Tenemos que resaltar que la finalidad de la evaluación es acreditar y certificar, es decir, dar fe de lo evaluado, no limitándose a esto sino de manera que se pueda mejorar o cambiar según lo crea conveniente el evaluador. Siguiendo esta línea, el programa evaluado podrá ser modificado o ampliado, según se crea conveniente, con el fin de mejorar la calidad del mismo y efectuar una adecuada valoración y evaluación. Asimismo, el criterio de evaluación a utilizar será el éxito en la realización de los objetivos fijados previamente, así como la comprobación de que los objetivos evaluados responden a las necesidades identificadas en el programa, todo ello orientado a la toma de decisiones que redunden en la mejora.

        Por último, destacamos que los resultados a largo plazo son tan significativos como los planificados a corto plazo, es decir, los resultados imprevistos son tan importantes como los resultados previstos en el programa. Del mismo modo, el proyecto tiene unos contenidos específicos y unos destinatarios prioritarios, donde el evaluador es un instrumento para recoger información, es decir, se hace “eco” de las diferentes perspectivas. El proyecto va dirigido a unos usuarios y en él se deben incluir aspectos que interesen a dichos usuarios, a los cuáles se les informa de lo que está pasando, es decir, se les consulta porque son fuente de información.

        Concluimos con la necesidad de que la evaluación tenga en cuenta el contexto completo y las influencias externas, para responder a las necesidades de dicho contexto donde se desarrollan los objetivos de evaluación, así como el análisis del programa basado en su desarrollo práctico, la búsqueda de la objetividad y datos cuantificables y cualificables, siendo la finalidad acreditar y certificar lo evaluado, así como formular juicios de valor y tomar decisiones para mejorar o modificar según se crea conveniente.

          • 3.2. Fases de la evaluación

        Tal y como se planteó en el marco teórico y, partiendo de que una de las finalidades de la evaluación es comprobar si el programa que queremos investigar es viable o necesita alguna mejora o cambio, hemos optado por llevar a cabo una evaluación inicial para hacer un diagnóstico de necesidades reales del colectivo de la Tercera Edad.

        En vista de las características del proyecto a evaluar, nos vamos a centrar en una evaluación de tipo formativo, es decir, a lo largo de todo el proceso de desarrollo del proyecto, y ello porque debemos tener en cuenta la complejidad del mismo y, además, participan muchos profesionales con lo que se da una gran interdisciplinariedad.

        Otra razón por la que elegimos este tipo de evaluación es porque no sólo nos interesa conocer los datos que se obtengan, para lo cual es suficiente con la evaluación sumativa, sino que pretendemos evaluar mientras se desarrolla el proyecto con la finalidad de mejorar aquellos aspectos que requieran una modificación tanto a corto como a largo plazo.

        Finalmente, y para desarrollar un completo proceso de evaluación, no debemos olvidar un aspecto que consideramos fundamental, y por el cual tendremos en cuenta tanto los acontecimientos como los resultados imprevistos que se den durante la ejecución del proyecto; y que nosotras y los restantes evaluadores, como instrumentos de recogida de información, haremos constar en el mismo.

        Cuando ya estén recogidos todos los datos, pasaremos a llevar a cabo un análisis e interpretación de los mismos. En este análisis no sólo se explicará que es lo que se ha encontrado, se emitirán pre-juicios de valor sobre el mismo y también se hará el esfuerzo de proponer alternativas de mejora para el futuro del proyecto según los datos.

        Por último, todo el proceso evaluativo llevado a cabo se recogerá en un informe, que se pasará a todos los agentes implicados en el proyecto, procurando adaptar su lenguaje a las distintas personas participantes. Este informe dará pie a que los agentes tomen, de forma colectiva, las decisiones oportunas con respecto al proyecto. Entre otras cuestiones se decidirá si el proyecto seguirá o no (proyección al futuro), si es así se decidirán las propuestas de mejora que se llevarán a cabo, también se decidirá cómo se hará para difundir los resultados al resto de la comunidad pues la información recogida puede ser interesante a la hora de planificar nuevos proyectos, y seguirán con todas aquellas decisiones que consideren oportunas.

        Todo este proceso se repetirá de nuevo, pues si el proyecto se implementa de nuevo, la evaluación volverá a llevarse a cabo para seguir mejorándolo. Así, debemos entender la evaluación como un proceso cíclico y no lineal.

        En definitiva, lo que se pretende con la evaluación es, según el objetivo general y los objetivos específicos:

        Objetivo general:

        Analizar los logros, resultados e impacto del proyecto para la toma de decisiones que lleve a su mejora y, si es posible, a su proyección al futuro.

        Objetivos específicos:

        • Observar el impacto en las personas mayores, los voluntarios, los educadores, los demás participantes en el proyecto, el centro y la comunidad.

        • Analizar los procesos grupales de los mayores.

        • Describir el proceso de implementación del proyecto en el centro.

        • Revisar el proyecto con relación al contenido, los métodos, la didáctica y la demanda de las personas mayores.

        • Analizar los problemas y limitaciones de la implementación del proyecto.

        • Otros objetivos que especifiquen los agentes implicados.

        Estos objetivos no son cerrados, pues se da margen para que los evaluadores puedan aportar aquellos que consideren importantes según se vaya desarrollando el proyecto.

          • 3.3. Técnicas e instrumentos de la evaluación

        En el terreno de los métodos y técnicas de evaluación existe en la actualidad una proliferación de alternativas y una falta de acuerdo sobre su validez y pertinencia. Las cuestiones fundamentales relativas al objeto a evaluar, la finalidad y el destinatario de la evaluación, son claves que deben sustentar cualquier decisión en este campo.

        A la hora de elegir los métodos que usaremos en el proceso evaluativo debemos tener en cuenta ciertos aspectos, que son:

        • Usar diversidad de métodos de exploración.

        • Usar métodos sensibles a la complejidad de los fenómenos evaluados.

        • Usar métodos adaptados a las situaciones que se exploran.

        • Usarlos de manera intensiva.

        • Someter los datos a la interpretación y al análisis.

        • Discutir los datos de forma abierta y colegiada.

        • Poner por escrito la reflexión.

        Los instrumentos de recogida de datos se construirán adaptándose a este proyecto y a sus características, así como a las características de los implicados y del contexto en el que se desarrolla. Para su construcción vamos a contar con expertos evaluadores.

        Contando con las modificaciones que pueden llevar a cabo los expertos, vamos nosotras a proponer una serie de instrumentos y técnicas, de carácter general, que se pueden usar para llevar a cabo la recogida de información.

        En la evaluación inicial para hacer el diagnóstico de necesidades reales del colectivo usaremos la herramienta del DAFO, de la cual obtendremos abundante información. También podemos pasar un cuestionario o realizar entrevistas semiestructuradas que compararemos con las necesidades expresadas en el DAFO.

        A través de la observación sistemática, aplicada en distintos momentos de la implementación del proyecto, podemos ir observando cómo se modifican las actitudes de las personas mayores, cómo van evolucionando las relaciones entre ellos y con el resto del personal del proyecto y del centro y cómo van resolviendo las dificultades con las que se encuentran.

        Las entrevistas con las personas mayores, tanto individual como grupalmente, es un instrumento de gran utilidad, sobre todo en este tipo de proyectos en los que predomina el trabajo práctico. También es interesante entrevistar al personal del centro, pues pueden dar información sobre los cambios que hayan podido notar en las personas que están recibiendo las actividades.

        Las personas que aplican el proyecto podrían ir escribiendo un diario. El uso del diario se centra en técnicas de observación y registro de los acontecimientos, se trata de plasmar la experiencia personal de cada uno de ellos, durante determinados periodos de tiempo y/o actividades. También pueden escribir un diario las personas mayores objeto del proyecto, pues pueden registrar sus impresiones sobre su propio progreso y opinar sobre el proceso que están llevando a cabo, lo que les gusta y .lo que no, lo que más les ha servido, lo que menos, dudas...

        No debemos olvidar que algunas de estas personas tienen serias dificultades a la hora de escribir y leer, así que con éstas priorizaremos aquellos instrumentos que no necesiten de la escritura, como las entrevistas o el diario, pues pueden hacerlo grabando su voz. En caso de tener que pasarles instrumentos escritos, las personas que recogen la información pueden ayudarles leyéndoles las cuestiones y escribiendo o grabando las respuestas que dan.

          • 3.4. Evaluadores

        En cuanto a los recursos humanos requeridos para llevar a cabo este proyecto de evaluación será necesaria la presencia de los evaluadores externos, así como las personas implicadas en el proyecto, que se constituirán como evaluadores internos.

        Los evaluadores externos son observadores críticos y expertos en evaluación que aportarán sus conocimientos a los evaluadores internos. Los evaluadores externos se encargarán, como expertos que son, de planificar el diseño de la evaluación y de construir los instrumentos más adecuados para la recogida de datos.

        Los evaluadores internos son los que sugieren los criterios de evaluación y los que van a llevar a la práctica el proceso evaluativo, siempre contando con la ayuda de los evaluadores externos.

        Asimismo, los evaluadores externos aportan un punto de vista más objetivo que es posible que necesiten los evaluadores internos, los cuales están mucho más implicados profesional y emocionalmente con el proyecto. A su vez, los evaluadores internos ayudan a que la evaluación sea percibida como menos amenazadora y pueden recoger datos con más facilidad, pues no son personas ajenas, sino que son miembros participantes del proyecto, lo que crea una actitud más positiva hacia la evaluación y hacia la recogida de información.

        • 4. CONCLUSIÓN FINAL

        Uno de los aspectos importantes que hemos conseguido es una mayor sensibilización, concienciación y compromiso hacia el ámbito de Educación de Adultos, en el área de orientación socioeducativa, que principalmente lo que pretende es orientar educativamente a los sujetos, en este caso al colectivo de la Tercera Edad. Nos hemos dado cuenta a lo largo de la investigación que algunas de las necesidades de las personas mayores están cubiertas, por ejemplo dentro del sistema sanitario, en particular en el Departamento de Geriatría de toda España. Pero por otro lado, debemos resaltar que en Canarias y en concreto en Tenerife (La Laguna), la existencia de plazas es mínima en los Centros de Día y en los Centros Geriátricos.

        Los mayores necesitan obtener una mayor confianza en sí mismos, también una capacidad de controlar su propio futuro y mejorar su posición en la sociedad en general. Esto, junto con todo lo que hemos ido exponiendo a lo largo de la investigación llevada a cabo para este proyecto, ha hecho que nos demos cuenta de que los mayores están cada vez más marginados en la sociedad.

        Existen varios aspectos de la marginación de la Tercera Edad en todas las sociedades, como son: la incapacidad y enfermedad que se asocia a la vejez; cambios en la estructura familiar; cambios en el propio rol de ser una persona activa y con ciertas responsabilidades a disponer de mucho tiempo libre, con inadaptación a ese nuevo rol o disminución en su participación social como consecuencia del nuevo rol; independencia de los hijos con respecto de los padres; desatención de los hijos con problemas de los padres lo que da lugar a situaciones de abandono y soledad; y otros que ya señalamos anteriormente. Después de llevar a cabo nuestra investigación y de la realización de las visitas a los centros, podemos concluir que todos estos factores negativos efectivamente se dan en la realidad.

        Pasividad, inflexibilidad y hostilidad al cambio son características que típicamente se atribuyen a los mayores. Tienden a ser vistos como destinatarios pasivos de la asistencia social, con sólo una corta esperanza de vida. De ahí la casi total ausencia de referencias al papel de la Tercera Edad en la bibliografía sobre desarrollo. Pero debemos tener en cuenta que después de la jubilación, la media de vida son al menos otros veinte años, con lo cual a este colectivo todavía le queda mucho tiempo para aportar su experiencia y su sabiduría a la sociedad.

        Hemos visto que las personas mayores son particularmente vulnerables a la marginación y al aislamiento social, no sólo por las características inherentes a los procesos de cambio, sino principalmente a causa de las desigualdades estructurales que las personas que se encuentran en esta etapa pretenden transformar. En vista de la vulnerabilidad de este colectivo hemos realizado una serie de actividades para dar respuesta a las necesidades básicas de estos, con la finalidad de promover la participación de este grupo especialmente desfavorecido.

        Con el tiempo, este proyecto está diseñado para ajustarse a nuevas estrategias de desarrollo que tengan en cuenta el creciente número de personas mayores y todas aquellas variables que les puedan afectar y que surjan en la sociedad, es decir nuevas problemáticas que anteriormente no se hayan tenido en cuenta en el proyecto, nuevas necesidades del colectivo, etc. Sin embargo, probablemente no será fácil romper las barreras de los prejuicios que actúan en contra de los derechos de la Tercera Edad.

        También es un proyecto que no quiere limitarse a beneficiar a un único municipio, el de San Cristóbal de La Laguna, sino que, con el tiempo, pueda ser implantado en otros municipios de la isla e, incluso, a nivel de la Comunidad Autónoma y del Estado, todo ello adaptando las intervenciones y las actividades a los nuevos contextos. No cabe duda de que esta primera experiencia en La Laguna podrá dar “rodaje” y experiencia a un proyecto de este tipo que redundará en una mejor implementación posterior a una mayor escala autonómica y estatal.

        Con vistas al futuro pensamos que sería interesante, en próximas implementaciones de este proyecto, poder contar con actividades pensadas para hacer con la familia. Para ello primero tenemos que investigar hasta qué punto sería posible llevarlo a cabo, pues muchas familias no quieren o no pueden comprometerse con una responsabilidad de este tipo. Una solución al respecto sería hacer acciones puntuales, aprovechando fiestas como la Navidad, aunque lo ideal sería poder hacer actividades a lo largo de un periodo de tiempo.

        También sería interesante desarrollar un proyecto que lleve a cabo actividades que prevengan y traten la soledad, pero cuya implantación sería con personas mayores que viven solas en sus casas.

        A lo largo de la elaboración de este trabajo hemos adquirido una gran variedad de conocimientos, muchos de ellos anteriormente desconocidos por nosotras, como es el caso de la situación de soledad en la que se encuentran la mayoría de las personas mayores.

        Hemos tenido inconvenientes a la hora de la realización del proyecto, referido a la atención que nos han mostrado los centros, dado que algunos de ellos nos han cerrado las puertas en cuanto a proporcionarnos información, mostrarnos las instalaciones y el funcionamiento de los mismos. En este sentido por parte de Asuntos Sociales del Municipio de La Laguna, no hemos obtenido respuesta alguna a lo que le planteamos desde un principio, dado que tras concertar varias charlas (4-5) no existió por parte del personal de Asuntos Sociales, muestra alguna de querer ayudarnos ni con documentación ni con entrevistas, sabiendo que lo requeríamos para el propio proyecto en el que estábamos trabajando.

        Debido a estos inconvenientes, tuvimos que recurrir a otros centros; geriátrico y de día, donde la atención que nos mostraron fue óptima y positiva en cuanto a documentación, las instalaciones y estructura, e incluso dejaron apartado su trabajo en el centro para atendernos a través de una entrevista. Especificar que en estos centros (Centro de Día para Mayores Isidro Rodríguez Castro, y el Hogar del Santísimo Cristo de La Laguna) fue grata la visita y cubrió los objetivos que íbamos buscando para la realización del proyecto.

        Para concluir, nosotras creemos que la gente no está muy concienciada con los problemas de la sociedad en general y, principalmente, con los de este colectivo Existe una doble moral en la sociedad porque cuando se habla del tema todo el mundo dice querer ayudar y a la hora de la verdad nadie presta ayuda. ésta es una razón por la que no hay suficiente cantidad de voluntariado y dichos centros necesitan y demandan es este tipo de ayuda.

        62

        1

        Debilidades:

        -soledad provocada por el abandono familiar.

        -abandono familiar.

        -carencias afectivas y emocionales por parte de los familiares.

        -desamparo familiar provocado por el abandono.

        -enfermedades: depresivas, demencias, musculares, etc.

        -problemas de movilidad.

        -separación de los hombres y las mujeres en todos los servicios de los que dispone el centro (comedor, salas de televisión, dormitorios, etc.).

        -la baja autoestima de las personas mayores debido a la inadaptación de su rol como persona mayor.

        -falta de información sobre las enfermedades que padecen.

        -la falta de información sobre actividades educativas o talleres de este tipo.

        -falta de recursos educativos como material tecnológico, libros, actividades, etc.

        -falta de talleres y actividades de carácter educativo.

        -falta de personal social o educativo en el centro.

        Amenazas:

        -posibilidad de demencias.

        -enfermedades depresivas.

        -analfabetismo.

        -pocas plazas de admisión.

        -soledad debido al abandono familiar.

        Fortalezas:

        -ayudas económicas del Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna.

        -ayudas voluntarias de médicos y hospitales.

        -ayudas voluntarias de los ciudadanos.

        -comunicación fluida y afectiva entre los trabajadores y la persona mayor.

        -buen estado del centro.

        -buena atención sanitaria y alimenticia.

        -reformas del centro para una mayor comodidad.

        -servicio de peluquería y barbería.

        -salas de cafetería.

        -salas de lectura.

        Oportunidades:

        - ayuda sanitaria.

        -buenas condiciones de higiene y alimentación.

        -acompañamiento.

        -horario amplio de visitas para los familiares.

        LUNES

        MARTES

        MIÉRCOLES

        JUEVES

        VIERNES

        9:00 10:00

        Fisioterapia

        Fisioterapia

        10:00

        11:00

        Habilidades sociales

        Orientación

        Relajación (taichi)

        Habilidades sociales

        Orientación

        Relajación (taichi)

        12:00 13:00

        Acompaña-

        miento

        Acompaña-

        miento

        Acompaña-

        miento

        Acompaña-

        miento

        Acompaña-

        miento

        13:00

        Comedor

        Comedor

        Comedor

        Comedor

        Comedor

        17:00

        18:00

        Relajación mental

        Memoria y estimulación intelectual

        Relajación mental

        Memoria y estimulación intelectual

        Memoria y estimulación intelectual




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