Geografía


Ecosistema y biodiversidad en Navalmoral de la Mata


Índice

  • Introducción

  • Ecosistema

  • Biodiversidad

  • Navalmoral de la Mata

  • Campo Arañuelo

  • Ecosistema y biodiversidad

  • Opinión personal

  • Bibliografía

  • Ecosistema y biodiversidad

    en la zona

    de Navalmoral

    1. Introducción

    1.1 Ecosistema

    Ecosistema, sistema dinámico relativamente autónomo formado por una comunidad natural y su medio ambiente físico. El concepto, que empezó a desarrollarse en las décadas de 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos —plantas, animales, bacterias, algas, protozoos y hongos, entre otros— que forman la comunidad y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.

    Hay muchas formas de clasificar ecosistemas, y el propio término se ha utilizado en contextos distintos. Pueden describirse como ecosistemas zonas tan reducidas como los charcos de marea de las rocas y tan extensas como un bosque completo. Pero, en general, no es posible determinar con exactitud dónde termina un ecosistema y empieza otro. La idea de ecosistemas claramente separables es, por tanto, artificiosa.

    1.2 Biodiversidad

    Biodiversidad, contracción de la expresión `diversidad biológica', expresa la variedad o diversidad del mundo biológico. En su sentido más amplio, biodiversidad es casi sinónimo de `vida sobre la Tierra`. El término se acuñó en 1985 y desde entonces se ha venido utilizando mucho, tanto en los medios de comunicación como en círculos científicos y de las administraciones públicas.

    Se ha hecho habitual, por funcionalidad, considerar tres niveles jerárquicos de biodiversidad: genes, especies y ecosistemas. Pero es importante ser consciente de que ésta no es sino una de las varias formas de evaluar la biodiversidad y que no hay una definición exacta del término ni, por tanto, acuerdo universal sobre el modo de medir la biodiversidad. El mundo biológico puede considerarse estructurado en una serie de niveles de organización de complejidad creciente; en un extremo se sitúan las moléculas más importantes para la vida y en el otro las comunidades de especies que viven dentro de los ecosistemas. Se encuentran manifestaciones de diversidad biológica a todos los niveles. Como la biodiversidad abarca una gama amplia de conceptos y puede considerarse a distintos niveles y escalas, no es posible reducirla a una medida única. En la práctica, la diversidad de especies es un aspecto central para evaluar la diversidad a los demás niveles y constituye el punto de referencia constante de todos los estudios de biodiversidad.

    1.3 Navalmoral de la Mata

    Navalmoral de la Mata, municipio español perteneciente a la provincia de Cáceres, en Extremadura. Está situado a 120 km al noreste de la capital, en la comarca del Campo Arañuelo, de la que es su centro comercial y administrativo. Su economía se centra en la agricultura (espárragos, frutales, forrajeras, olivos), ganadería vacuna e industria alimentaria (cárnicas, conservera). Entre sus monumentos se encuentran la iglesia de San Andrés (gótica-plateresca) y la biblioteca Concha. Población (según estimaciones para 1995), 16.325 habitantes.

    1.4 Campo Arañuelo

    Es una tierra de suaves ondulaciones -las más altas no pasan de 300 o, a lo sumo, 400 metros- que solamente se hacen abruptas en el Sur hacia Oropesa y Navalmoral.

    La Comarca, que va encerrada entre el Tiétar y el Tajo, es de forma triangular con más de 80 KM. en el eje Este-Oeste y 30 en la máxima separación entre ambos ríos que se ven alimentados por varios arroyos. En este estío quedan reducidos a una serie discontinua de charcas, foco de paludismo que a lo largo de los siglos y hasta hace poco, ha afectado a la vida de la comarca. El límite oriental, menos definido, se puede fijar en las estribaciones de la Sierra de San Vicente.

    El clima es continental, las lluvias más bien escasas e irregulares y el suelo no demasiado rico. Estos tres factores convierten al Campo Arañuelo en más tierra de pastos que de cultivos.

    2. Ecosistema y biodiversidad

    El Campo Arañuelo es una depresión que se extiende entre las estribaciones de los Montes de Toledo, al Sur y el imponente farallón de Gredos, al Norte, y aproximadamente entre Talavera y Almaráz. Forma una llanura suavemente inclinada hacia el Norte y el Oeste, apenas interrumpida por pequeños manaderos y arroyos que descargan en el Tiétar y sus afluentes de la margen izquierda como el Guadyerbas.

    La llanura se abre al Oeste sin barreras topográficas y por una penillanura dominada por el Tajo, se continúa en Portugal. Su baja altitud 250-400 m y el abrigo de los vientos de Norte y Noroeste hace su clima caluroso en verano con un acusado periodo de sequía estival, características ambas profundamente mediterráneas.

    La vegetación actual está dominada por dehesas, que han ido cediendo superficie ante el cultivo extensivo de cereales y, recientemente, ante el desarrollo de los planes de regadío de Valdecañas alimentados por el Tajo, o los de Rosarito, por el Tiétar.

    Pese a la transformación, el Campo Arañuelo alberga un rico ecosistema mediterráneo con extenso arbolado. Las dehesas cambian de composición con el gradiente altitudinal tan marcado al Norte. Presentan en la base el piso más térmico con encinares, alcornocales en ambientes más frescos que, al elevarse en la falda de Gredos, son sustituidos por quejigares y finalmente robledales.

    Es interesante observar que la secuencia se invierte en otras zonas del Campo Arañuelo: atravesándolo desde Navalmoral de la Mata hasta el Río Tiétar, las encinas se sitúan en la parte más elevada, y descendiendo hacia el río, la vegetación de la llanura repite la secuencia de altitud en la falda Norte. La causa es la inversión térmica invernal cuando se producen embolsamientos de aire frío que permanecen estancados de modo estable.

    Donde la intervención humana lo ha permitido, encontramos manchas de vegetación conservada con ejemplares excepcionales. Hay manchas rodales de brezal con grandes madroños o piruétanos como el cerro de Búcher, junto al Tiétar, que llega a formar masas impenetrables. Se encuentran ejemplares de encina y alcornoque con troncos de más de un metro de diámetro; robles, fresnos, olmos y alisos de veinte o más metros de altura.

    Toda esta vegetación de porte excepcional, con una diversidad y riqueza que se han perdido en la mayor parte de nuestros paisajes, persiste en el Campo Arañuelo. Ya no es predominante, pero atravesando las dehesas, en lugares más quebrados, en las líneas de agua y afloramientos o simplemente donde la propiedad ha respetado la vegetación para favorecer la abundante caza mayor, se descubre el esplendor del ecosistema mediterráneo. Recorrer en verano su interior fresco cubierto por un enorme dosel verde, oír el trinar cientos de pájaros, sentir cerca la presencia de la caza mayor nos evoca el estado de los paisajes peninsulares antes de su degradación.

    La fauna está casi completa. De los grandes vertebrados solamente faltan el oso y el lobo. Ciervo, corzo, jabalí, gato montés, lince que tenia aquí una de sus áreas mejores hasta hace pocos años. Águila real, imperial, culebrera. Muchas rapaces importantes de nuestra fauna: halcón peregrino, elanio azul. Búho real, cárabo. Cigüeña negra. Milanos, alimoche, buitre negro y leonado que anidan al abrigo de escarpas y quebradas.

    Al haber ahuecado el bosque original para dehesas, se perdió el arbolado de gran porte, pero se desarrolló un excelente pasto seminatural. La diversidad es tan elevada que en un metro cuadrado pueden encontrarse cincuenta especies diferentes y hasta diez mil pies de plantas de pastizal. Es difícil encontrar en el mundo una vegetación tan rica en especies como los pastos de dehesa en Extremadura, Toledo, Alentexo y regiones adyacentes del Oeste peninsular. Dominan las gramíneas y leguminosas y entre estas los tréboles y en menor medida mielgas y carretones. En el Campo Arañuelo hay unas veinticinco especies de trébol; una cifra difícil de superar por cualquier ecosistema de superficie comparable.

    Los pastizales son muy productivos en primavera pero efímeros. Brotan con la otoñada; los fríos invernales los mantienen con poco crecimiento; en febrero, con el alargamiento de los días, se acelera la producción que alcanza su máximo con la llegada de la primavera. En Mayo, se desata la floración y poco después de San Isidro (el 15), fructifica el pasto e inicia su regresión, que se completa en Junio. El estío de Julio y Agosto sólo encuentra verdor en los manaderos, prados juncales y líneas de agua. Son los agostaderos que permitían al ganado estante salvar la crisis estival. El pasto está ahora como “banco de semillas” del suelo esperando al frescor y la lluvia de septiembre para reiniciar su ciclo.

    La dehesa es muy rica en fauna. Algunas de nuestras rapaces emblemáticas, como el águila imperial, encuentra aquí el campo más adecuado para cazar conejos en los que son especialistas. La cigüeña negra o las grullas, que emigran en invierno, o la cigüeña blanca, que lo hace en primavera, explotan la productividad de las dehesas en invertebrados y pequeños vertebrados: renacuajos de anfibios (sapos, ranas, tritones, salamandras, gallipatos).

    Zorro, lince, gineta, gato montés, tejón. Visones escapados de cautividad se han extendido por las estribaciones Norte de nuestra zona y su efecto se hace sentir en el tramo alto del Tiétar.

    El sobrepastoreo, o el abandono de la dehesa y el cultivo favorecen la instalación de matorral, Lavanda y cantueso, romero, tomillo, y sobre todo, jara. La jara pringosa (C. Ladanifer) es predominante, pero no única: Cistus Salviaefolius, C. Crispus, C. Monspeliensis, C. Populifolius están presentes en el matorral secundario a la intervención humana, con su carácter pionero y a veces pirófito.

    Hay otro matorral más exigente, de carácter estable, protector del suelo y que, como el bosque, representa un grado de mayor desarrollo y conservación del ecosistema: son los “montes nobles” o “matorral de mancha” que forman refugios casi impenetrables: lugares de sesteo, parideras de la caza mayor: lentiscos, olivillas, piruétanos; madroños o espinos ofrecen frutos comestibles a los mamíferos y aves que actúan como sus vectores contribuyendo, con sus heces, a la dispersión de las semillas.

    Estas especies y los brezales con helechales espesos forman la vegetación estructurada de matorral maduro sensible al incendio y a la intervención humana que completaba el bosque mediterráneo original.

    El Campo Arañuelo presenta un rasgo geológico interesante: son abundantes las surgencias o manaderos por buena parte de su superficie. Los arroyos realmente conectan surgencias más que canalizar aguas de superficie. Por eso están interrumpidos a veces por enormes pozas que mantienen agua de forma permanente.

    La vegetación encuentra en las surgencias unas condiciones ideales al crecimiento estival con suministro asegurado de agua y elevada radiación y temperatura. En invierno, sin embargo, se enfrentan al encharcamiento del suelo. Las especies freatofitas se adaptan a las condiciones descritas y por eso abundan en la región: los fresnos y los álamos; tarajes y mimbreras; caña, carrizo, enea de los bordes de agua; los fresnos y los prados juncales; adelfas y tamujo en los álveos de los ríos donde soportan la crecida.

    Los ríos (Tiétar, Navalcán) son abundantes en peces como boga, barbo, carpa y recientemente introducido pez gato. Especies de gran interés científico son el gobio, cachuelo, colmillejo y pardilla. En los medios acuáticos encontramos otros vertebrados como galápago y culebra de agua o aves como el martín pescador, acuáticas como anátidas, gaviotas o la importante colonia de cormoranes asentada en el embalse de Arrocampo. Y un mamífero prodigiosamente ágil y activo, juguetón y curioso: la nutria que persiste aún como un regalo vivo en tramos del Tiétar y sus afluentes.

    3. Opinión personal

    Parece que la denominación “Campo Arañuelo” procede de una plaga catastrófica de arañuelo que destruyó el olivar que antes ocupaba esta zona.

    Ahora es otra plaga, el hombre, el que destruye poco a poco la Comarca mientras va construyendo embalses, saltos de aguas, carreteras, transforma pueblos como Navalmoral en auténticos núcleos de tiendas, de consumismo, de desprecio por una zona como es el campo. Incluso construye una central nuclear a las orillas de la arteria principal de la Comarca, el río tajo.

    El Campo Arañuelo, un pequeño refugio de la naturaleza en el que se cobijan pueblos que mantienen costumbres, gentes y culturas, pero que poco a poco desaparecen ante el coloso de la de la explotación económica.

    Quizá sea imprescindible el desarrollo agrícola en la región, la extensión de los regadíos, la construcción de nuevos embalses. Pero terminarán con uno de los conjuntos naturales más valiosos y armónicos con los que contamos en el centro de la Península.

    En primavera, cuando ha habido lluvia, el Campo Arañuelo ofrece un paisaje esplendoroso. Es oportunidad que vale la pena aprovechar. Quién sabe cuantas primaveras más, podremos disfrutar de este prodigio natural.

    4. Bibliografía

    -“Comarcas naturales de la provincia de Cáceres”, de Santos Sánchez González.

    -“Tierras Moralas”, de Víctor. Gutiérrez. Salmador.

    -“Guía turística de España”, de Michelín

    -“Almaráz y el Campo arañuelo”, de C.N.A

    -“El embalse de Arrocampo”, de C.N.A

    -Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. © 1993-2001 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.




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    Enviado por:Kerigma1989
    Idioma: castellano
    País: España

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