Salud


Drogas


INTRODUCCION

Las drogas

Toda civilización lleva consigo un cierto tipo de toxicomanías características de su propia forma de ser, y que responden a sus interrogaciones mas profundas.

La civilización occidental no escapa a este hecho. Pero quizás, actualmente, los problemas planteados por la droga y sus consumidores se sienten de una forma mas aguda en las sociedades industriales y sobre todo se refieren a un tipo de personas muy específicas: los jóvenes.

El interés tan angustiantemente actual que suscitan hoy las toxicomanías se debe sobre todo a la hasta cierto punto novedad de los productos que se consumen, la existencia del fenómeno en especial entre la juventud y las considerables dificultades que presenta su terapia.

Pero además, junto a estos factores y como telón de ellos, la gran interrogación, el porque de la droga, hay que buscarlas en la crisis de los valores que defienden las sociedades industriales actuales.

¿Por que se consume droga?

La irrupción de la droga masivamente en las sociedades industriales, es un fenómeno que se da tras la desaparición del movimiento hippy.

Las posibilidades de absorción que es capaz de poner en practica las sociedades de consumo, unidas al desencanto que la sociedad industrial provoca en algunos jóvenes, van a hacer posible que la juventud desprovista de los valores o finalidades que el hippy ponía en la droga queden en un segundo plano; pero no así el hecho comercial, tan explotado por los suministradores del producto, auténticos especuladores que se encargan de extender y hacer llegar a los jóvenes la droga.

Así pues, en la inmensa mayoría de drogadictos actuales no se da una filosofía base, que de alguna manera justifique o haga comprensible el hecho de la droga. Las causas pertenecen en muchos casos a una inquietud o descontento indefinido, cuyas razones profundas hay que buscar en la crisis industrial, y que reciben el necesario abono por parte de los comerciantes que utilizan la droga como un negocio más.

¿Qué lleva a los jóvenes hacia la droga?

Con independencia de factores sociales-facultad de obtención o consumo- y psicosociales-reconocimiento sociales, moda-, se han

Delimitado varias motivaciones psicológicas:

  • Necesidad de evasión de la realidad.

  • Huida del aburrimiento y las preocupaciones.

  • Calmante momentáneo del miedo o el dolor.

  • Experimentación de nuevos placeres.

  • Aumento de la sensibilidad.

  • Aumento de la capacidad del trabajo.

  • Nuevos métodos de análisis de la realidad.

  • Introspección o conocimiento de si mismo.

Es evidente que, por muy justificables que puedan ser las razones personales, el consumo de drogas conlleva peligros innegables en aquellos aspectos que escapan a la voluntad del consumidor: el hábito, la dependencia y la tolerancia se unen en la irrefrenable espiral que conduce a la anulación de la voluntad e incluso a la muerte.

Clasificación de las drogas

A la hora de clasificar las drogas, se observa que existen multitud de formas de hacerlo según nos fijemos en los efectos tóxicos, las reacciones que aparecen, el origen, la dependencia, etc.

Hay que tener en cuenta que, pese a las clasificaciones, en cualquier droga se pueden dar variaciones importantes de los factores que determinan la relación droga/toxicómano, lo que puede modificar considerablemente los efectos y afectar a los cuadros que se dan.

El criterio tan extendido que pretende distinguir entre drogas “blandas” y “duras” de una manera superficial, adjudicando a las últimas todos los efectos nocivos imaginables y eximiendo a las primeras de todos los efectos perjudiciales, peca de excesivamente simplista.

Por sus efectos

Basándonos en el efecto principal que toda droga provoca, y teniendo siempre en cuenta el aspecto de relación con la persona que lo toma, podemos distinguir:

  • Las que disminuyen y eventualmente suspenden las funciones de emotividad y percepción, liberando estados efectivos: opio, morfina, heroína, cocaína…

  • Las que producen ilusiones, alucinaciones o deformaciones de las sensaciones: cáñamo, peyolt, mescalina, LSD, y en menor grado marihuana, hachis…

  • Las que, tras una excitación cerebral, provocan una depresión de la excitabilidad que incluso puede llegar hasta su supresión temporal: alcohol, cloroformo, éter, gasolina…

  • Las que provocan sueño: medicamentos sedantes, barbitúricos…

  • Las que estimulan la conciencia siendo percibidas subjetivamente tal estimulación: café, te, tabaco, cacao, cola, anfetaminas…

Pueden ser mortales esencialmente la heroína intravenosa por sobredosis, pero también las anfetaminas intravenosas a dosis altas.

Se consideran capaces de producir “farmacopsicosis”, es decir, trastornos en las funciones mentales, el LSD y los demás alucinógenos, y las anfetaminas. A nivel de dependencia (incapacidad de prescindir de la droga), las mas rápidas en producirlas son los derivados del opio (heroína, morfina…).

Drogas “blandas” y drogas “duras”

Para el toxicómano la clasificación se limita a las drogas que hacen “planear” y las que hacen “viajar”. “Planear” proporciona un estado de bienestar sin perder la noción de realidad. “Viajar” es estar en otra parte; la sensación es tan real como si estuviese en otro planeta. A las primeras pertenecen la marihuana el hachís y el opio. A las segundas la morfina, la heroína, la cocaína, el LSD, la mescalina y las anfetaminas. Vulgarmente se considera que las blandas hacen “planear” y las duras “viajar”.

Factores individuales

Entre los factores que determinan modificaciones diferentes del estado de conciencia según los individuos tenemos:

  • El estado psicológico del sujeto en el momento de tomar la droga. Esto incluye desde factores de personalidad hasta expectativas, estado emocional, entorno donde se toma… Los factores psicosociológicos son muy influyentes sobre todo en las drogas alucinógenas (LSD, mescalina).

  • La administración (aspirada, pinchada intramuscular, subcutánea o intravenosa, tragada…). Los efectos más rápidos son por inyección intravenosa.

  • La acción y disolución de la droga por el organismo.

  • La dosis influye poderosamente en la reacción, pero es de muy difícil valoración el peligro q conlleva. El riesgo de sobredosis esta muy influido por la pureza de la droga en la mezcla con la que se toma y por los efectos reforzantes que muchas veces se producen al utilizar el toxicómano productos simultáneos, que a veces refuerzan sus efectos produciendo consecuencias fatales.

La relación droga/toxicómano.

Tras este pequeño análisis de las drogas, vamos a intentar ahora tratar la relación droga/toxicómano.

Por toxicomanía podríamos entender un estado de intoxicación crónica o periódica, producido por el consumo repetido de una droga. Son características de este estado:

  • Un deseo invencible de continuar tomando la droga y de obtenerla por todos los medios (lo q lleva a delinquir si es preciso)

  • La aparición de tolerancia, o sea tendencia a aumentar las dosis para obtener el mismo efecto.

  • La dependencia física y psicológica del producto, lo q lleva a la aparición del síndrome de abstinencia si falta la droga, produciendo síntomas tanto físicos como psíquicos.

  • Efectos perjudiciales para el individuo y para la sociedad.

Frente a la toxicomanía, la habitación consistiría en un estado resultante del consumo de una droga cuyas características serian:

  • deseo de tomar la droga por el placer que produce.

  • No aumento de la dosis.

  • Cierta dependencia psicológica pero no física; lo q hace que no haya síndrome de abstinencia si se suprime la droga.

  • Efectos perjudiciales para el individuo pero no para la sociedad.

A las toxicomanías, según estas características, corresponden las producidas por la morfina, la heroína, los barbitúricos, el alcohol…

A la habituación, la cocaína, la marihuana, el hachis, el tabaco…

El LSD y las anfetaminas corresponden a un grupo que producen dependencia psíquica solamente, pero que además presenta tolerancia (aumento de dosis).

¿Mi hijo se droga?

Esta es una pregunta que los padres se formulan con frecuencia pero que no tienen una respuesta fácil. Indudablemente, a aquellos que conozcan bien a su hijo, estén al corriente de sus inquietudes, problemas y aficiones, conozcan a sus amigos… les será más fácil advertir si el muchacho o muchacha consumen algún tipo de droga.

Determinados comportamientos o signos físicos pueden ser indicativos:

  • Descuido en el vestir y en el aseo personal.

  • Cambios bruscos de humor, irritabilidad, ansiedad, insomnio.

  • Apatía, descenso en el rendimiento escolar o laboral, perdida de interés por los estudios o el trabajo.

  • Dificultad de levantarse por la mañana.

  • Cambio del grupo de amigos y lugares en recreo.

  • Ojos enrojecidos, lagrimeos, dilatación de las pupilas; frecuente uso de gafas obscuras.

  • Trastornos digestivos: nauseas, estreñimiento.

  • Embriaguez.

  • Huellas de pinchazos y hematomas. La existencia de abscesos y ulceras.

  • Aumento de la petición de dinero.

  • Desaparición de objetos de valor de la casa o de la escuela.

Tipos de droga:

El crack

Hacia 1986 en Estados unidos apareció una nueva droga, el crack, cuyo usos se extendió rápidamente, logrando desde entonces miles de adictos y cobrándose gran numero de victimas mortales. En Europa los primeros casos de consumo registrados datan de 1988.

¿Que es el crack?

El crack es una nueva forma de preparación de la cocaína, mezclada con agua, amoniaco y bicarbonato sádico, que aglutina formando unas pequeñas bolitas de calor blanquecino que crepitan al arder, de ahí su nombre.

A diferencia de la cocaína, el crack no de inhala, sino que se fuma, bien mezclado con tabaco o marihuana, bien en pequeñas pipas, generalmente de cristal, que permiten aprovechar mejor el producto.

¿Que efectos produce?

Los efectos del crack son inmediatos (se inician al cabo de unos pocos segundos, y duran de 10 a 15 minutos) y considerablemente mas intensos que los de la cocaína esnifada, debido a que la droga, al absorberse por vía broncopulmonar, sin pasar por los filtros de la mucosa nasal, se absorben muy rápidamente, alcanzando directamente el cerebro. Produce una poderosa acción estimulante, acompañada de euforia y excitación intensas, seguidas de una fuerte depresión al disminuir sus efectos. En palabras de un experto en toxicomanías:”el consumidor de crack esta despierto, sobreexcitado y necesita mas dosis; no se para en nada, carese de sensación de peligro y siente que puede hacerlo todo. Por ello es violento y, además, al producirse los bajones, pasa de la euforia absoluta y delirios de grandeza a la paranoia depresiva y autodestructiva; lo mismo puede querer destruir lo que le rodea que destruirse a si mismo”.

Esta nueva droga es tanto más peligrosa por que es barata y fácil de obtener, ya que de una pequeña cantidad de cocaína se puede sacar varias bolitas de crack y, por otra parte, no necesita inyectarse, por lo que no existe el miedo al Sida, siendo esta una de las razones de su aceptación en ee.uu..

La toxicidad del crack es muy elevada y crea adicción rápidamente; entre otros efectos patológicos, derivados en gran parte de su intensa acción hipertensiva, puede ocasionar infarto de miocardio, hemorragia cerebral, fallo cardiorrespiratorio, depresión y psicosis paranoide.

Éxtasis

El éxtasis o MDMA(metilenodioximetanfetamina, un derivado de la ya conocida anfetamina) es una droga relativamente nueva en nuestro entorno social. Como otras muchas drogas de laboratorio, proviene de los EE.UU., donde su uso alcanzo cierto auge hace algunos años, aunque ahora ha pasado de moda.

El éxtasis llego envuelto en una aureola de misticismo: sensación de paz, de bienestar, aumento de la autoconfianza, caída de las inhibiciones y aumento de la potencia sexual eran algunas de las virtudes que se atribuian a esta substancia, presentada en forma de capsulas o pequeñas píldoras. Además, se decía que carecía de efectos secundarios desagradables.

Lo cierto es que tales efectos benéficos son puramente subjetivos y totalmente pasajeros. Una vez la droga deja de actuar, se recrudecen los síntomas que se suponían que eliminaba: estados depresivos y trastornos del sueño, entre otros.

El consumo ocasional a pequeñas dosis no produce efectos físicos importantes, aunque conlleva graves riesgos para la integridad de la persona a causa del estado de alteración en que se sume su conciencia. Las dosis elevadas, administradas reiteradamente, parecen producir un cuadro similar al de la esquizofrenia.




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Enviado por:Daniel Di Fulvio
Idioma: castellano
País: Argentina

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