Sociología y Trabajo Social


Drogas en la historia


Hablar y escribir sobre las drogas puede significar también hacerlo sobre la historia de la humanidad, porqué las drogas se utilizan desde que el hombre existe. Su consumo se relaciona con las costumbres de las diferentes culturas que ha habido en la historia. La verdad, es que la drogas han cambiado y los tiempos también, por lo tanto ha variado la manera de utilizarlas.

Las múltiples facetas de la incidencia negativa que tienen las drogodependencias en la sociedad, obligan a pensar en la forma a pensar en la forma eficaz de encarar el problema, cuya gravedad la afecta en todos sus niveles.

La aproximación histórica al fenómeno de la adicción a las drogas puede plantear dificultades, ya que, durante varios decenios, ha estado vigente el denominado “paradigma lewiniano”, basado en los conocimientos antropológicos de principios de siglo y que ha conservado su vigor en el campo de la farmacología y de la medicina. Nuevos corrientes antrológicas plantean un nuevo elemento, la “eficacia simbólica” de las distintas drogas para explicar el hecho de que se consuman sustancias psicoactivas en las más diversas culturas.

Por otra parte, la historia de las mentalidades y la delimitación del contexto histórico y social donde se produce o se desarrolla el consumo de drogas, unidos a las aportaciones de la sociología y la psicología social, pueden contribuir a establecer un marco adecuado para la comprensión del fenómeno multidimensional y multicausal de las drogodepencias.

Voy a explicar referencias históricas sobre las principales sustancias de abuso, la mera descripción de ellas, no es suficiente para el conocimiento integral de este fenómeno y son siempre necesarias aportaciones de otras disciplinas, como la antropología, sociología..de todas intentaré hablar detenidamente.

De un modo general describiré unos conceptos generales de estas:

š Alcohol:

Es apropiado comenzar por el alcohol, ya que es la primera sustancia, en cuanto a número de consumidores en España, capaz de producir tolerancia, dependencia y abstinencia.

El término alcohol procede del árabe “al-kuhl” (colirio), que hace referencia a todas las sustancias obtenidas por destilación.

Las bebidas que contienen alcohol han jugado un importante papel en muchas culturas, tanto en ceremonias sociales como religiosas, con la notable excepción de la cultura islámica. Por ello, el alcohol no se ha considerado tradicionalmente como una droga en nuestra cultura, ya que su consumo habitualmente formaba parte de costumbres socialmente admitidas y no suponía, salvo excepciones, riesgo de dependencia.

Se atribuye a la casualidad la obtención de las primeras bebidas alcohólicas, producidas de forma natural por fermentación de soluciones que contuvieran hidratos de carbono. Este fenómeno natural se pudo producir simultáneamente, de forma espontánea en zonas y culturas muy alejadas entre sí.

Se cita habitualmente a la miel como fuente que sirvió al hombre para la obtención de la primera bebida alcohólica: el hidromiel. Esta mezcla de agua y miel ha sido utilizada de forma generalizada por muchos pueblos que la llegaron a considerar como una bebida sagrada.

Otra bebida alcohólica, la cerveza, se conoce desde hace milenios. Su consumo se inició probablemente por los egipcios, sumerios y babilonios. Los griegos, que tuvieron conocimiento de ella por los egipcios, la extendieron por toda Europa mediterránea.

El vino, de gran importancia en las culturas mediterráneas, se conoce también desde hace varios milenios. Se admite actualmente que su origen pudo estar en el Cáucaso meridional (zona que corresponde hoy a Turquía, Armenia e Irán), región originaria de la Vitis vinífera. De allí, su consumo se extendió a Egipto, Creta y grecia, donde le consagraron una de sus divinidades: Dionisos, hijo de Zeus y Semele. El mito de Dionisos es expresión de la difusión y triunfo de la viña y del vino sobre otras bebidas alcohólicas como la cerveza.

Los griegos utilizaban el vino en diversas ceremonias religiosas y también en actos sociales como los symposia, etimológicamente “reunión de bebedores”, dedicados a la diversión y al intercambio de ideas.

Los romanos, por su parte, apreciaron también el vino y extendieron el cultivo de la vid y la producción del mismo por todo el Imperio, adquiriendo gran renombre los vinos de las Galias.

El vino se consumió también de forma pública y privada, con fines terapéuticos y lúdicos. Su producción llegó a tener una gran importancia económica.

Otras formas de consumo de etanol lo constituyen los más diversos tipos de bebidas fermentadas: vino de palma, apreciado en Egipto y Oriente Medio, hace milenios, y también conocido en la India con el nombre de toddy; el pulque, obtenido a partir de jugo fermentado de diversos tipos de cactus; la chicha, utilizada en las culturas amerindias y el kumiss, leche de yegua fermentada, consumido por los tártaros.

Las bebidas destiladas se conocen en Asia desde hace 3.000 años: En Europa, la destilación de hidromiel comenzó aproximadamente en el siglo v de nuestra era en Gran Bretaña, y la obtención de lo que hoy denominaríamos brandy (de brandywine, vino destilado) se introdujo en Italia, procedente del Lejano Oriente, hacia el año 1000. Hacia el año 1100, monjes irlandeses y escoceses obtendrían whisky, ellos lo llamaban agua de vida. Otras bebidas espirituosas tienen un origen monástico: el chartreu, producido por los cartujosd de la Grande Chartreuse, el kirsch, de los benedictinos de Fontgombault, y desgraciadamente un largo etc.

Por el contrario, otras bebidas espirituosas aromatizadas tienen origen posterior y más laico, como la ginebra, inicialmente utilizada como diurético y con otras propiedades medicinales. Fue producida originalmente por un médico holandés, en el siglo xvii, mediante maceración de bayas de enebro, que conferían al alcohol el característico gusto y aroma. También dentro de este tipo de bebidas espirituosas tuvo importancia la absenta, que contiene un 68% de etanol y está aromatizada con hierbas del Jura suizo como la Artemisa absintum. Fue consumida especialmente en el siglo xix en medios literarios y artísticos de París y otras capitales europeas. Por sus acciones convulsiva, alucinógena y tóxica del sistema nervioso central, debidas al aceite de esas plantas, fue prohibida en Suiza en 1908 y en Francia en 1915. Actualmente, se consume de forma prácticamente clandestina y muy minoritaria en diversos países, incluido España.

Se puede resumir lo que he expuesto, señalando que el consumo de etanol, en sus diversas formas, es universal desde hace milenios, con la excepción ya señalada del mundo islámico. Su consumo ha formado parte de la vida cotidiana y ha estado y está socialmente aceptado. En Europa, a lo largo del siglo xix, debido a los condicionamientos socioeconómicos y los cambios producidos por la Revolución Industrial, el consumo de alcohol fue elevado, comparado con épocas precedentes. Como ello afectaba de forma preferente a la clase trabajadora y suponía por tanto un peligro para la economía y la estructura sociopolítica, surge una corriente de opinión que considera el alcoholismo como enfermedad y comienza a prohibirse o restringirse su consumo, ciertamente, con poca eficacia. Finlandia, en 1907, introduce una prohibición parcial para la venta de bebidas destiladas, pero no la cerveza. Pocos años más tarde, una enmienda introducida en la Constitución de Estados Unidos pretendía la abstinencia nacional. En 1933 fue revocada.

š Tabaco:

Cuando los conquistadores españoles llegaron a la actual Cuba, en 1492, observaron que, tanto hombres como mujeres, inhalaban el humo formado por un rollo de hojas de planta. Estos rollos se llamaban en la lengua local “tabacos” y fueron los antecedentes de los modernos cigarros. La planta se denominaría más tarde Nicotiana tabacum.

Años más tarde, los exploradores españoles, británicos y franceses de la costa este de Norteamérica encontraron también a los indios fumando tabaco en pipa. La planta utilizada en esas regiones era la Nicotidiana rústica. Los indios de las regiones occidentales de Norteamérica utilizaban otras especies. El pueblo azteca llamaba al tabaco yetl y utilizaba para su confección N.rústica y N.tabacum, que se utilizaban bien frotados sobre la piel o mascados. El tabaco formaba parte de los rituales sociales y religiosos de los indios norteamericanos y mesoamericanos.

El uso del tabaco se extendió por Europa: penetró en Sevilla y, en sus comienzos, era consumido por marineros y exploradores y, posteriormente, por mercaderes y misioneros. El uso del tabaco por parte de los religiosos se extendió de tal forma que, en 1590, su consumo fue prohibido bajo pena de excomunión.

Los españoles establecieron plantaciones en las colonias de las actuales santo Domingo (1531) y Cuba (1580). También los marinos y mercaderes portugueses establecieron cultivos de tabaco para su propio uso y, al mismo tiempo, para su comercio. A lo largo de los puertos de sus rutas marítimas, las poblaciones locales adquirieron la costumbre de fumar.

En Francia, el tabaco fue introducido por Jean Nicot, embajador en Portugal, que, en 1550, lo envió como regalo en forma de rapé a la reina Regenta, Catalina de Medicis, para el alivio de sus cefaleas. El rapé era originalmente de Florida y probablemente estaba hecho a partir de N. Rústica.

Los marineros británicos introdujeron el tabaco en Gran Bretaña en el sigloxvi. Sir Walter Raleigh fue quien popularizó la costumbre de fumar tabaco en pipa en la Corte de Isabel I. Aunque por aquellos años fumar era costumbre admitida, el sucesor de Isabel, Jacobo I, prohibió su uso.

En 1753, Linneo denominó el género Nicotiana y en 1828 se aisló el primer alcaloide, la nicotina.

La forma habitual de consumo del tabaco era la pipa o en cigarros. Cigarro deriva del maya siyar y hace referencia al rollo de hojas. El término comienza a utilizarse en 1610. En el siglo xvi, el uso de cigarros en Europa como forma de consumo, estuvo limitado a España, Portugal y sus áreas de influencia. En Gran Bretaña sólo comenzaron a consumirse cigarros a partir del establecimiento de las colonias americanas.

El cigarrillo también se comenzó a utilizar en España y Portugal. Su uso se extendió por todo el Mediterráneo Oriental, constituyendo la principal alternativa al uso de tabaco fumado en pipa en el Imperio Otomano. Desde aquí, se extendió a Rusia y al Imperio Austro-Húngaro. Los cigarrillos, con el nombre francés cigarettes, fueron introducidos en París y en Londres por los soldados franceses y británicos que regresaban a sus países tras la Guerra de la Independencia española y la Guerra Crimea. Los cigarrillos con filtro son una invención de los años cincuenta del siglo XX.

El tabaco también se ha consumido fumando pipa, desde las culturas precolombinas hasta Europa, en forma de rapé, especialmente en la Corte francesa desde el siglo XVII hasta la Revolución, y mascado, más en América que en Europa, donde no tuvo mucha aceptación, quedando relegado a los marineros y otros grupos minoritarios.

A partir de 1950, la evidencia epidemiológica de los efectos nocivos del tabaco ( especialmente fumar cigarrillos) determinó que muchos países limitaran la publicidad del tabaco (Italia,1962; Reino Unido, 1965; EE UU, 1971; Australia, 1976..).

š Cannabis:

La planta Cannabis sativa es probablemente nativa de Asia Central. Se ha cultivado en muchas regiones para la producción de fibra, aceites y otros usos, incluido el medicinal y como droga de abuso.

En Norteamérica, comenzó a cultivarse durante la época colonial británica para utilizar sus fibras en la elaboración de sogas y otros aparejos marinos y también para la preparación de papel de calidad.

Se ha utilizado como droga de abuso bajo los nombres de marihuana o marijuana en Estados Unidos de Norteamérica (compuesto de flores, hojas y tallos pequeños), bhang, ganja y charas en la India y hashish en el Magreb. Hashish es una palabra árabe que significa “hierba seca”. La más explícita referencia a la preparación de cannabis es hashish-el-keif (de keif, placer, bienestar). De aquí también el nombre que recibe en algunos países norteafricanos: kif. El hashish corresponde a la preparación india charas, el exudado resinoso recolectado de las flores y las hojas de la planta.

Tradicionalmente, aunque sin rigor histórico, se afirma que el hombre se hashish deriva de la secta de los hasihishin, los seguidores de Hasn ibn al-Sabbah, un caudillo de una secta islámica de Persia durante el siglo XI. Los hashishin mataban en defensa de los ideales de la secta. Los cruzados decían que los hashishin comían hasishish para perpetrar sus homicidios. Esta leyenda no figura en las fuentes históricas islámicas.

Las preparaciones de cannabis han tenido una larga historia de uso terapéutico en China y Oriente Medio. Existen referencias documentadas desde el siglo II a C.

La cannabis se introdujo en la medicina occidental a mediados del siglo XIX tras la publicación de los estudios efectuados por el médico irlandés O'Shaughnessy. Este autor trabajó en la India y conoció el uso del cannabis en el tratamiento de la epilepsia, reumatismo, tétanos y rabia. Por su parte, estableció que cannabis también tenía actividad anticonvulsionante, analgésica y relajante muscular.

El uso terapéutico de cannabis en la India también se relacionaba con las prácticas de la religión hindú. El bhang se utilizaba en ceremonias festivas dedicadas al dios Shiva, para alcanzar un estado de trance místico.

En los países islámicos de Oriente Medio y del Norte de África, el uso de cannabis ha sufrido más censuras religiosas que el alcohol, aunque es utilizado extensamente por la población.

En Europa, la cannabis fue introducida por los soldados de Napoleón tras la campaña de Egipto. A mediados del siglo XIX, un grupo de escritores franceses (Balzac, Baudelaire, Dumas y Gautier) adoptaron su uso y se autodenominaron Le Club des Hashishins. Sin embargo, el uso social del cannabis en Europa occidental permaneció en un nivel bajo hasta los últimos años sesenta.

En otros países, como los del Caribe y del sur de África, el consumo de preparados de cannabis se ha confinado a grupos humanos socialmente desfavorecidos. En Estados Unidos comenzó a utilizarse marihuana en los comienzos del siglo XX, produjo un cambio en el patrón de uso durante la etapa de la prohibición de alcohol y se extendió, especialmente entre los jóvenes a principios de los sesenta, asociado a los movimientos contraculturales.

Como medicamento, la cannabis ha figurado en las farmacopeas de diversos países hasta mediados de los años sesenta.

Las restricciones legales al tráfico y consumo de cannabis en sus diferentes formas comenzaron con las disposiciones de Napoleón durante la ocupación de Egipto. En 1925 se estableció el primer control internacional de cannabis durante la Convención Internacional de la Liga de Naciones sobre el Opio, principalmente a instancias de los Gobiernos de Sudáfrica y Egipto, que señalaron el deterioro físico y psíquico en los consumidores crónicos de cannabis en sus respectivos países.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el control del tráfico de drogas fue coordinado por la Comisión sobre Drogas Narcóticas de las Naciones Unidas y, en 1961, tras trece años de discusiones, se añadió cannabis a la lista de drogas psicotrópicas. Diez años más tarde, se introdujo el TCH, principio activo del cannabis, en la Convención Internacional sobre Sustancias Psicotrópicas.

š Opio, morfina, Heroína:

El opio, jugo resinoso obtenido de Papaver somniferum, es originario de Asia Menor. Se conoce en esta región desde hace unos 5.000 años. El opio se consumía generalmente por la ingestión, mezclado con alimentos y bebidas. Su consumo fumado no comenzó hasta el siglo XV en China, coincidiendo con la introducción y generalización del consumo del tabaco.

Alarmado por el rápido desarrollo del hábito de fumar tabaco y opio, el Emperador chino prohibió en 1729 estas prácticas, y también la importanción de ambas sustancias, aunque estas medidas fueron ineficaces y el consumo continuó. Se reiteró la prohibición en 1796, pero el comercio siguió creciendo. En 1839 los chinos destruyeron cargamentos de opio, hecho que dio lugar a una intervención militar británica y a la llamada “Primera Guerra del Opio”, que finalizó en 1842 con el tratado de nanking, nediante el cual la Gran Bretaña obtuvo Hong Kong y cinco pertos chinos (Amoy, Cantón, Foochow, Ningpo y Shangay) que se abrieron al comercio del opio con mercaderes extranjeros.

Los conflictos relacionados con el opio continuaron y originaron la Segunda Guerra del Opio, que terminó en 1858 por el Tratado de Tientsin. Este acontecimiento permitió la legalización de las importaciones de opio a China.

A finales del siglo XIX, los chinos fueron forzados por Gobiernos extranjeros a realizar más concesiones territoriales y comerciales. Después de 1900, las autoridades chinas realizaron grandes esfuerzos para reorganizar el país y se estableció una campaña para erradicar el opio. Desde 1912 se declaró ilegal la importación, producción y uso no médico del opio.

El floreciente mercado del opio favoreció que penetrara y se generalizara en Europa, especialmente en la Gran Bretaña del siglo XIX, en los preparativos farmacológicos que eran consumidos por la clase trabajadora, ya que rara vez tenía acceso a los cuidados médicos por problemas económicos. Ello permitió que el uso del opio se encontrara muy extendido entre las capas populares, bien en forma de píldoras de opio bruto o, sobre todo, como láudano, un preparado a base de opio puro, agua destilada y alcohol. Ambas preparaciones podían adquirirse libremente, incluso en tiendas de comestibles. La tradición del empleo médico o curativo del opio favoreció un posterior uso como medio lúdico o estimulante. Muchos escritores británicos de la época, como Byron,Shelley, Keats, Scott o Quincey, lo consumían.

La morfina se descubrió a principios del siglo XIX. Un químico francés llamado Derosne produjo una sal que estaba compuesta de varias sustancias, entre las que se encontraba la morfina. En 1804, Seguin describió el aislamiento del principio activo del oipo, que no llegó a publicar hasta 1814. Por su parte, el alemán Sertürmer aisló una sustancia, a partir de la sal de Derosne, que denominó morphium, y publicó sus hallazgos entre 1805 y 1816. A partir de entonces, la morfina fue recomendada para los mismos casos que el opio. Su empleo se vio favorecido por la invención de la jeringa hipodérmica. En Gran Bretaña su uso se generalizó por la influencia del cirujano Charles Hunter.

La guerra civil norteamericana jugó un importante papel en kla historia de la adicción a opiáceos en ese país. Como respuesta a las demandas de la sanidad militar, la industria farmacéutica produjo grandes cantidades de morfina. La morfina se administratba por vía parenteral mediante la jeringa hipodérmica. Muchos soldados recibieron morfina y jeringuillas para su autoadministración. Esto determinó la aparición de adicción a morfina en muchos soldados. Esta dependencia se la denominó la enfermedad del soldado y enfermedad del ejército. Pero hasta 1875 se le denominaría “adicción a la morfina”.

Hasta 1925, la heroína fue el principal narcótico en el mercado de drogas ilícitas. Entre los años cincuenta y sesenta de nuestro siglo, la cultura de las drogas surgió en EE UU y otros países y se generalizó el consumo el consumo de opiáceos, fundamentalmente heroína. La adicción a la morfina se deba sobre todo entre profesionales sanitarios y en el ambiente del espectáculo.

La Convención Internacional sobre el Opio, celebrada en La Haya,1912, recomendó controles sobre la regulación de las manufacturaciones locales. También propuso la limitación de la distribución de opiáceos para fines y científicos.

Tras la Segunda Guerra Mundial, La Convención de La Haya fue ratificada por el Comité sobre Opio y Drogas Peligrosas, de la Liga de Naciones, estableció una comisión sobre Drogas Narcóticas que recomendó en 1953 limitar también el cultivo de P.Somniferum.




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Enviado por:Sandra
Idioma: castellano
País: España

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