Literatura


Dramatización y teatro infantil; Pilar Sánchez Santamarta


Dramatización

y teatro infantil

Pilar Sánchez Santamarta

CAPÍTULO 1: EL TEATRO Y EL NIÑO

  • ANTROPOLOGÍA DEL TEATRO: NECESIDAD DE RITUALIZACIÓN, INVESTIGACIÓN DE PAPELES Y ANHELO DE METAMORFOSIS.

  • Concepto: la palabra teatro tiene múltiples significaciones que lo explican desde diversas perspectivas; no existe definición en singular.

    Ejemplos: es la representación

    Es el arte dramático

    Es el lugar teatral

    La existencia del teatro se produce sólo cuando hay dos personas: el actor y el espectador.

    Origen: la tradición teatral es tan antigua como la humanidad y tiene un origen mágico-religioso.

    Diferencia entre rito y teatro:

    • Rito es comunicación no fingida

    • El teatro esta fundado no en la realidad sino en la figuración de dicha realidad o de sus formas rituales.

    En suma, el teatro es ceremonia y arte de la representación, ver y actuar, es la necesidad del hambre de mirarse a sí mismo representando papeles ajenos al propio.

    Todos tenemos una disposición natural para la imitación y la actividad dramática que se manifiesta por vez primera en el juego espontáneo de representación de roles. Todos somos actores, en el sentido de vivir el teatro como actividad de desarrollo, equilibrio personal y placer compartido.

  • FORMAS DE ACERCAMIENTO DEL NIÑO AL HACHO TEATRAL.

  • La aproximación del niño al fenómeno del teatro se produce:

  • en el juego espontaneo

  • El teatro surge de modo natural en su actividad lúdica. El niño es un actor nato, en su juego espontáneo hace una imitación de diferentes y variados personajes y vivie esta estimulación de modo natural y sincero. Los factores básicos de su afán imitatorio y de su espontaneidad expresiva son:

        • no tiene todavía un papel fijo en la vida

        • su afán por ensayar los roles de su entorno que le atraen

        • no tiene una personalidad formada

        • posee una capacidad de imitación natural

  • en una práctica organizada y con mayor reflexión y distancia por parte de los niños

  • Se pretende la educación expresiva, el impulso de creatividad y la formación integral.

    Es la denominada dramatización o fuego dramático en lo que lo importante es el proceso y la satisfacción de los participantes. Los medios que se utilizan son: la palabra, el cuerpo, los gestos... y los títeres sobre los que proyecta su personalidad y problemas. Las constantes de la dramatización son: el juego y la libre expresión.

    Es una práctica organizada en la escuela, y la finalidad es estimular la creación y favorecer el pleno desarrollo de la persona.

  • EL TEATRO INFANTIL

  • 3.1 justificación de la existencia de un teatro infantil

    Autores, profesores, padres tienen diferentes y encontradas posiciones y es costoso reflexionar sobre el teatro infantil, porque todavía no tiene una autonomía estética plena. Se utiliza con demasiada frecuencia sólo para alcanzar objetivos didácticos. Además se dice que el arte no tiene calificativos, no es infantil, ni adulto, ni popular. Desde este punto de vista sería un rudo y no artístico logro por su simplicidad y valores elementales. Lo mismo ocurre en la literatura infantil y frente a toda esta negatividad, crear para el público infantil supone reconocer su especificidad psicológica, cultural y económica, y son obras que los niños mismos han elegido.

    El razonamiento es análogo en el teatro infantil. El niño, actor o espectador, recoge el hecho teatral y lo llena de sus propias necesidades; interpreta o recibe el espectáculo teatral desde su contexto vital propio.

    V. EL JUEGO SIMBÓLICO DE REPRESENTACIÓN DE ROLES COMO JUEGO DRAMÁTICO ESPONTÁNEO

    V.1 Rasgos de esta forma primera de teatralidad

    El juego de roles es la forma elemental de teatralidad infantil. En cuanto a qué existe imitación, fingimiento y juego de inventar una realidad imaginaria para probar a ser otros.

    En la teatralidad incipiente, todos los participantes están dentro del mismo espacio de ficción. En la manifestación preteatral, el niño actor, finge y sitúa en una acción dramática otros papeles diferentas al suyo, experimentar su sentimiento y la vivencia de ser otro. Esto responde a la necesidad innata de metamorfosearse. El niño interpreta papeles tomados de su propia experiencia y en cu representación refleja la compresión que tiene de su entorno. Las imitaciones están basadas en roles sociales que adopta.

    El juego simbólico de representación de roles es el juego teatral elemental en el que se plasma la capacidad natural de imitación y dramatización del niño. Se inicia a los tres años y su apogeo se encuentra entre los 5 y los 6 años y deja de ser predominante a los 7 años.

    Comienza de manera individual pero busca el juego compartido. Al principio, con una formula casi ritual. Marca el inicio y reparte los papeles. A partir de aquí utiliza tiempos irreales.

    El juego de roles es un espejo de realidad por lo que se expresan gran variedad de temas según las condiciones económicas y sociales, la situación geográfica, las circunstancias afectivas, el grupo,… temas que se comunican unos con otros. El niño imita gestos, actitudes de aquellas personas con las que se identifica.

    Hay que distinguir:

    • La identificación personal, motivada por el amor y la admiración

    • La identificación posicional, motivada por la envidia o el temor.

    A partir de los 3 años y medio se ponen en marcha papeles bien precisados con estos juegos.

    • Papeles funcionales, con arreglo al plan de acción

    • Papeles de personajes que pueden ser: estereotipos o de ficción

    A los cuatro años demuestran conocimientos sobre: papeles, guión, referentes contextuales…

    V. 2 Funciones en el desarrollo infantil

    El juego simbólico es uno de los principales campos de operaciones en su recién adquirida capacidad simbólica.

    El juego de representación de roles eles la forma más elaborada del juego simbólico y domina la actividad lúdica entre los 4 y los 7 años.

    • Proceso cognitivo

    La interacción social entre los niños, potencia su desarrollo social y cognitivo.

    En la etapa del egocentrismo, el juego de roles supone una pantalla en la que se refleja y es una plataforma para disminuirlo, es un ejercicio de descentramiento permanente, es un trampolín para superar la acción sensomotriz. Se puede afirmar, que tiene un valor potencial para provocar estrategias de razonamiento y transferirlas y, por tanto, su carácter de instrumento cognitivo.

    • Competencia lingüística

    El juego simbólico constituye una actividad de enorme importancia en la adquisición de la competencia lingüística.

    El aprendizaje del lenguaje implica el aprendizaje de su uso. El juego de roles proporciona situaciones de aprendizaje y uso del lenguaje, por la interacción entre iguales. En este ambiente se siente seguro y libre, sin peligro de ser corregido.

    Desde los tres años intentan representar atributos de otras personas en el monólogo infantil entablan conversación con otros personajes fantásticos concentrando su atención en elementos recientemente adquiridos y experimentan con formas lingüísticas y su significado.

    En definitiva, el juego de roles supone la utilización amplia y novedosa de la capacidad lingüística y es plataforma para consolidar lo que sabe para aprender cosas nuevas. La comunicación oral se convierte en un importante factor en el éxito de la situación escenificada.

    • Medio de asimilación de la realidad conflictiva

    El juego simbólico es clave para poder distanciarse y verter simbólicamente efectos y rechazos.

    El juego dramático es un medio por el cual el niño elabora sus dificultades por sí mismo, de manera que puede enfrentarse al mundo con confianza.

    La habitual exageración de personajes no pretende meras imitaciones, sino representar el concepto mismo.

    Los juegos de guerra les sirve para descargar su agresividad de manera simbólica. Expresan el conflicto entre el bien y el mal, y representan la lucha entre los deseos antisociales y la rectitud. Afrontan sus problemas, limpian sus emociones y les lleva al control del yo.

    Estos juegos son en excelente medio para conocer al niño y sus dificultades.

    Sobresalen ocho temas:

    • imitación de los adultos,

    • intensificación del rol desempeñado en la vida real,

    • expresión de necesidades apremiantes,

    • reflejo de las relaciones hogareñas y las experiencias de vida,

    • vía de salida para impulsos prohibidos,

    • inversión de roles desempeñados habitualmente,

    • reflejar el crecimiento,

    • experimentar con soluciones.

    El origen del psicodrama es el juego dramático espontáneo. El juego de roles es un retrato psicológico del niño que se sirve de él como un medio que le facilita la asimilación de una realidad difícil y como un instrumento auxiliar para aprender a enfrentarse a ella.

    • Aprendizaje moral y socialización.

    La manera más común y natural que tienen los niños de relacionarse es el juego. La expresión dramática es una dura prueba que aumenta el sentido de la cooperación: para jugar se ve obligado a tener que compartir los objetos.

    La experiencia social en el grupo de niños marca el desarrollo moral infantil. Los niños establecen la alternancia de sumisión y mando con un pacto previo en muchos juegos sociodramáticos. El conformismo ciego a las leyes de los adultos se vuelve gradualmente convenio entre iguales al comprender y reconocer el sentido de las reglas y el valor de la cooperación. En el juego, comprueban por sí mismos la necesidad de acuerdos. En el paso de la moral heterónoma a la moral autónoma el papel primordial pertenece a los iguales. El niño se somete a las reglas porque son reglas de autolimitación y autodeterminación.

    El juego simbólico de roles es una actividad en la cual los niños intercambian pareceres y coordinan mínimamente, sus opiniones con las de sus compañeros de juego. Esto obliga al niño a salir por un momento del egocentrismo y a pensar desde perspectivas ajenas.

    El paso de la heteronomía a la autonomía se produce con conatos de reciprocidad y la mínima cooperación que se practican en este juego, así como la información y la perspectiva nuevas , aportan al niño la conquista de logros que luego van a reflejarse en su conducta y en su moralidad. Por medio del juego, las normas de comportamiento existentes entre los adultos van interiorizándose hasta llegar a ser incorporadas a la moral del propio niño.

    • Afirmación de la identidad y del estereotipo sexual

    El juego de roles constituye un espacio de afirmación de la identidad sexual y de asimilación de los comportamientos masculinos y femeninos.

    Los niños expresan con fuerza su identidad sexual y el concepto que poseen de lo masculino y lo femenino. Una vulneración de esta regla se considera como una broma y se utiliza para fastidiar al compañero.

    Tras investigaciones, se ha llegado a res conclusiones:

    • las niñas realizan más juego simbólico que los varones

    • las niñas juegan mucho más a familia o colegio y los niños más a personajes ficticios o pretéritos.

    • La práctica dominante de juegos activos y violentos de los niños o pasivos y sedentarios de las niñas está relacionada con los modelos de identificación propios de cada sexo.

    Lo importante para ellos es su necesidad de afirmación sexual y de ahí la identificación con el modelo masculino o femenino, el estereotipo sexual imperante socialmente. La influencia de los padres, los compañeros, la televisión, la escuela,… constituyen elementos que refuerzan enormemente los esquemas tradicionales.

    La fuerza socializadora que unas niños ejercen sobre otros y su consiguiente influencia ideológica se manifiesta con especial intensidad en el juego de roles. Terminarán por imponerse los cambios sustanciales que se refieren a los roles sexuales de la sociedad y se verán reflejados en el espontáneo juego dramático infantil.




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    Enviado por:Pilar Sanchez Santamarta
    Idioma: castellano
    País: España

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