Literatura


Drácula; Francis Ford Cóppola


Drácula, de Bram Stoker

Director: Francis Ford Coppola

Año: 1992

Esta película se trata de una adaptación a la historia homónima de Bram Stoker, publicada en el año 1897. El Conde Drácula decide cambiar su residencia de su antiguo castillo en las tierras de Transilvania a la moderna ciudad de Londres, en Inglaterra. Para esto, viaja a su castillo el joven Jonathan Harker, quien lo ayuda a establecerse en ese país ayudándolo con su mudanza. Pero, todo se empieza a tornar extraño cuando el conde ve una foto de Mina, la prometida de Jonathan, de quien se enamora por el enorme parecido que tenía con Elisabeta, el amor del conde en sus años de humano, y por quien se transformó en un vampiro. Luego de muchos sucesos extraordinarios ocurridos durante la estadía en el castillo de Drácula, Jonathan empieza a perder la razón, y luego de que unas perturbadoras mujeres vampiros que vivían allí trataran de apoderarse de él bebiendo su sangre, Jonathan queda encerrado en el castillo, del cual logra escapar luego de unas semanas.

Mientras tanto, Drácula había logrado llegar a Londres, en particular al sector donde vivía Lucy, una amiga de Mina y con quien ella se estaba quedando mientras esperaba a que Jonathan volviera de su viaje. Ahí, Drácula se encuentra con Lucy, a quien una noche muerde en su cuello. Luego de eso, Lucy empieza a cambiar, y a perder fuerzas, junto con adquirir una gran palidez en su cara. John Seward, un doctor director de un manicomio y enamorado de Lucy, se alarma por la condición de la joven y le pide ayuda a su profesor, el respetado doctor Van Helsing. Desgraciadamente, Lucy muere, y Van Helsing, junto con el Dr. Seward, Quincey Morris y Arthur Holmwood, prometido de Lucy, entran a la tumba de la joven para salvar su alma, ya que según Van Helsing ella no estaba muerta, sino que se había convertido en un vampiro.

Pero, mientras esto sucedía, Drácula andaba libre por la calles de Londres, hasta que un día se encuentra con Mina, a quien empieza a seducir. La joven cae presa de sus encantos, y queda fascinada por este hombre misterioso que vienen de un país tan lejano para ella y que le cuenta historia extraordinarias. Pero Mina debe dejar sus encuentros con este “extraño” por una carta donde le dicen que su prometido Jonathan se encontraba en un Hospital en Budapest, y mientras iba en el barco a ese lugar, decide que debe olvidar a ese hombre, y que nadie se debe enterar de lo que sucedió entre ellos.

Luego de casarse con Jonathan, él y Mina se unen al grupo de Van Helsing y empiezan los planes para poder derrotar al conde. Pero Mina no puede dejar de pensar en ese hombre que la fascinó en tan poco tiempo. Y una noche, mientras ella estaba sola en su pieza, el conde se le aparece. En ese momento ella descubre que estaba enamorada de él y el conde la muerde, mientras que hace que ella beba de su sangre. Desde ese día Mina empieza a actuar de forma extraña, y los hombres deciden que deben seguir con su persecución contra Drácula en su tierra, Transilvania. Cuando llegan allá, se separan en distintos grupos. Mina y Van Helsing viajan en un carruaje hacia el castillo de Drácula, a donde Mina se muestra casi desesperada por llegar. Allí, Mina deja ya todos sus aires de inocencia, y se muestra como una mujer enamorada de Drácula, a quien trata de proteger de los demás hombres, que intentan asesinarlo. Tratando de proteger a este monstruo, se esconde con él en el castillo, donde por fin entiende que debe matarlo ella misma para que su alma por fin pueda descansar en paz. Y así, Mina le clava la estaca en su corazón y corta su cabeza, salvando su alma por fin, y poniéndole fin a su maldad.

Esta película, debido a su nombre “Drácula, de Bram Stoker”, podría hacer creer al espectador que se trata de una representación fiel del libro, lo que resulta ser un error. A pesar de que hay muchos elementos en la película que son iguales a cómo se presentan en el libro, una parte muy importante de la trama es totalmente distinta a como se muestra en la obra de Stoker. Este elemente es el hecho de que el conde se enamora, y ese es el motor que lo impulsa por casi toda la película.

Este cambio en la historia es propio de la estética postmodernista, en la cual se ve mucho la contradicción de los elementos. En este caso, la contradicción se aplica al tratar de humanizar al monstruo, en este caso, el vampiro se hace sentimental. A lo largo de los años se ha visto al vampiro como un ser lleno de maldad, que vive a costa de quitarle la vida a las demás personas. Son seres sin corazón, y su maldad es una maldad pura, sin razón para ello, su maldad es propia de los seres que son. Y Drácula no fue la excepción a esa regla. Según el libro, “(…)Él ha seguido el rastro del berserker(1) islandés, del huno, engendrado por el diablo, del eslavo, el sajón, a magiar ()(2), lo que nos hace ver que la maldad de Drácula viene en su sangre, siguiendo una tradición, como también se relata en la novela: “(…) Los Drácula eran una raza noble y grande, aunque de vez en cuando hubiera vástagos de los que sus coetáneos sospecharon que habían tenido pactos con el diablo. Aprendieron sus secretos en la Scholomance (3) entre las montañas que rodean el lago Hermanstadt, donde el diablo tiene un discípulo de cada diez habitantes. (…)” (4). Todo esto sólo nos demuestra que la maldad es una característica atávica de su ser, por lo tanto no puede resistirse a ella, está en su sangre, en su ser, no se puede resistir a su destino. Y tampoco lo intenta, ya que en su vida mortal fue famoso por ser un gran luchador y muy astuto, que se ganó su reputación en la lucha contra los turcos. Y esa maldad lo acompañó a su vida inmortal, creando un ser sin corazón y lleno de maldad: “(…) es un demonio de crueldad, y el corazón de él no existe (…)” (5). Es por todo esto que Drácula se mostró siempre como un ser malvado, como la reencarnación de la maldad, como un ser sin corazón incapaz de amar. Y esa idea se fue reforzando por los años, cuando empezaron a producirse muchas adaptaciones de esta obra, en donde en todas se veía el Drácula malvado propio del libro.

Pero este elemento tan fuerte de la personalidad de Drácula es justamente el que no está presente en la adaptación de Coppola, ya que en este Drácula es un ser malvado, pero que en el fondo tiene una razón por la cual es así, hay una razón por la cual él es un monstruo. Y esta razón radica en que el conde, el monstruo, el vampiro, estaba enamorado. Y este hecho no constituye algo menor en la historia, sino que es uno de los elementos más importantes de la película. Este cambio en la trama se ve desde el comienzo de la película, ya que la primera escena relata los comienzos de Drácula. Se lo

ve alistándose para la guerra contra los turcos, algo con lo que familiarizamos los espectadores debido a que asociamos a Drácula con Vlad el Empalador, el personaje histórico que lo reconocemos por la horrible y tortuosa forma que tenía para matar a sus enemigos turcos. Pero esta imagen de Drácula cambia a los pocos segundos, ya que aparece una mujer a rogarle a Drácula que no vaya a la batalla. Aquí el espectador se puede dar cuenta del gran amor que esta mujer tiene por Drácula. Luego, se ve que los enemigos de Drácula engañaron a la joven Elisabeta, la esposa de Drácula, diciéndole que él había muerto. Ella, después de recibir esta noticia, salta al precipicio, acabando así con su vida y Drácula, luego de volver de la batalla, recibe la noticia de la muerte de su amada. Pero lo que de verdad lo hizo enojar fue que el alma de ella no podría ir nunca al cielo. Eso lo puso furioso, y condenó a Dios y a su iglesia (por la que luchó por muchos años) y clavó su espada en la cruz, transformándolo en un ser inmortal que vive de la sangre. Luego de esto, la historia sigue bastante igual al libro, salvo por el hecho de que ahora los espectadores saben que Drácula no es malvado porque lo lleve en su ser, sino que es malvado por Dios, es un vampiro por el odio que le tiene a Dios que rechaza al alma de su Elisabeta amada.

Pero la historia del amor de Drácula no se queda ahí, sino que se hace patente en la trama cuando el conde ve la foto de la prometida de Harker, que era increíblemente parecida a su amor perdido. Y, desde este punto de la historia, el amor de Drácula por la ahora Mina se transforma en el motor de sus acciones, ella se convierte en la razón por la que el conde decide viajar a Londres. Se muestra que el conde la ve como su Elisabeta reencarnada en escenas como cuando muerde a Lucy por primera vez. Cuando Mina va a salvar a su amiga de ese horrible monstruo que está sobre ella, él desaparece al verla llegar, y luego de que ella ya se había ido, se ve a Drácula en su forma de lobo-humano llorando por ella y rogándole que no lo mire así, en esa forma. Pero la relación entre el conde y Mina se convierte un tema fundamental en la historia cuando se conocen en el centro de Londres. Luego de que él la sedujera para que la acompañara, se van a cenar juntos, donde el conde le cuenta sobre su vida y sus tierras, dejando a Mina totalmente fascinada. Esto también se torna en algo importante, ya que se ve que el conde no es el único interesado en la relación, sino que Mina esta empezando a albergar sentimientos por este extraño, aunque sólo lo haya conocido por unas pocas horas. Es como si ella lo conociera de antes. Y de esa forma, el corazón de Mina empieza a alejarse de su prometido y, luego marido, Jonathan, para acercarse más al de este hombre que la logró cautivar.

Finalmente, se ve como Mina cae en los hechizos del conde, como si estuviera destinada a amarlo, como si ella fuera de verdad la reencarnación de Elisabeta, hasta el punto en que decide enfrentarse a su marido para protegerlo. Al final, Mina se enamora del conde, y este amor es el que logra salvar el alma del conde, poniéndole fin a su venganza contra Dios y la maldita inmortalidad. Esa es la mayor contradicción de la película, y lo que hace distinta esta versión de la obra a todas las otras hechas antes, y del mismo libro: que la venganza por amor le dio al conde la inmortalidad, y este mismo amor fue el que lo salvó.

Pero, este giro en la trama de la historia no es lo único distintivo que tiene la película a la obra de Bram Stoker. Dentro de las otras diferencias es el erotismo que tiene esta película. En sí, la historia presenta cierto grado de erotismo. Basta confirmarlo con el encuentro de Jonathan con las tres mujeres vampiros en el castillo de Drácula: “(…) Había algo en ellas que me inquietó, un deseo vehemente y al mismo tiempo un miedo mortal. Mi corazón se inflamó con un deseo malvado y ardiente de que me besaran con aquellos labios rojos. (…) La muchacha rubia se puso de rodillas y se inclinó sobre mí, relamiéndose. Había en ella una voluptuosidad deliberada que resultaba excitante y repulsiva a la vez (…)” (6). Pero, en la película, este elemento es mucho más exacerbado. Esta misma escena llega a ser mucho más erótica en la película que en el libro, exagerándola. Son muchos los otros ejemplos como éste en donde se les da un carácter erótico-sexual a algunas partes que el libro no poseía. Uno de ellos es cuando el conde, en su forma de lobo-vampiro, posee a Lucy mientras le muerde su cuello. En la película la escena es totalmente explicita, pero en el libro no lo es. Pero hay un elemento en el libro que toma casi el mismo carácter erótico que toma en la película, que es el de la transformación de los personajes femeninos en vampiros. Esto se muestra como una especie de despertar sexual de las mujeres, pero aún así el carácter sexual en esto es mucho más fuerte en la película.

Otro punto de comparación entre la película de Coppola y la obra de Stoker son los personajes. Al leer la novela, uno se da cuenta inmediatamente de la sencillez y casi inocencia con la que piensan todos los personajes. Pero, en la película, entre todos los cambios en la personalidad de los personajes, son cinco los que muestran cambios más perceptibles para la gente que leyó el libro y ve esta película. Primero, el personaje del doctor Seward. En el libro, él, junto a Van Helsing, son la parte racional del grupo que se quiere enfrentar contra Drácula. Se ve como un hombre inteligente, pero a la vez muy preocupado por sus pacientes. En la película, en cambio, se ve casi como un loco más por el hecho de trabajar en un manicomio, y como un hombre extraño que no es capaz de olvidar a Lucy, que rechazó casarse con él. Otro personaje distinto es el doctor Van Helsing. En el libro, él llega como alguien sabio, como la única salvación que todos tienen para descubrir qué es lo que padece Lucy y para ayudarlos en su lucha contra Drácula. Pero también se ve como una persona amable, que logra ser bondadoso cuando está con las mujeres. Pero en la película, es como un loco, obsesionado con acabar con Drácula. Es una persona agresiva y poco gentil, que hace que el espectador llegue a olvidar que se trata de un doctor mundialmente reconocido. También está el cambio con el personaje de Mina. Mientras que Mina en el libro es totalmente inocente y dulce, además de ser fiel a su prometido y luego esposo Jonathan. Pero, debido al cambio de la historia, la Mina de la película, aunque sigue siendo una mujer dulce, duda de su amor por Jonathan o por el conde, lo que supone un gran cambio en la personalidad de este personaje.

Finalmente, los dos personajes que muestran los mayores cambios son Lucy y el mismo Drácula. Lucy, que en el libro se ve como la joven más dulce y tierna de todas, que con sus encantos logra ganarse el corazón de todos los hombres, haciendo que ellos estén dispuestos a casarse con ella y dar su vida por ella, aparece en la película como una joven extremadamente sensual, perdiendo toda la inocencia propia de su personalidad del libro. Esto tal vez responde al hecho de que en la época en que esta película fue filmada no se podía concebir que una joven fuera tan deseada sin que en su personalidad hubiera cierta seducción, no como era en el 1897, año en que la novela fue publicada. Pero, sin duda el cambio más grande entre los personajes fue el de Drácula, que pasó de ser un ser puramente malvado en alguien que, bajo toda esa maldad, tenía un corazón que estaba empezando a amar otra vez. Como ya lo mencioné antes, esto responde a la estética postmodernista donde se ubica esta película, donde se busca la humanización del monstruo, el darle una razón a toda su maldad y revestirlo con las características y sentimientos humanos que no fueron contemplados por el libro.

Fuera de toda esta comparación, la película se considera muy bien hecha. Empezando porque se muestra a Drácula desde un principio como un personaje extraño y lleno de secretos y enigmas, como si no perteneciera a este mundo, creando tensión hacia su persona automáticamente. También se destaca mucho la estética utilizada en esta película, propia de la época en que fue hecha. Hay mucha preocupación por la ambientación, desde los paisajes hasta el vestuario. También se juega mucho con los colores, en especial con el rojo. Se utiliza el rojo como el color que identifica al Conde, ya que sus ropas son rojas, los cielos de Transilvania, su tierra, son rojos, y cada escena que tiene algo que ver con él, se llena de una especie de aura roja. Es como que el rojo nos avisa que se trata de una escena de tensión o misterio, en donde Drácula va a estar presente. Pero el rojo no es el único elemente que ayuda a crear tensión. También está todo el juego que el director hace con las sombras, haciendo los ambientes más terroríficos, por ejemplo, cuando el conde entra a la pieza de Jonathan cuando éste está como huésped en su castillo. Lo que hace que esta escena sea tan terrorífica no es sólo el hecho de que Drácula se encuentra en ella, sino que todo el juego que se hace con las luces, como si la pieza estuviera iluminada por muchas velas, haciendo más pronunciadas las sombras hechas por el conde, provocándole más temor en esa escena a los espectadores. Otro elemento que hace que la película cree aún más suspenso es la superposición de imágenes en los momentos de clímax. Al hacer eso, se ven tantas escenas al mismo tiempo, tantas cosas que pasan desde distintos puntos de vista que no se puede evitar que la gente se ponga más tensa que si fuese una escena sola. Finalmente, uno de los elementos que hacen que aumente el clímax en cada escena, y que prepara al espectador para este, es la música utilizada, compuesta por Wojciech Kilar. Ésta, a medida que aumenta la tensión de la escena, aumenta de volumen, creando un nudo en el pecho de los espectadores, e imposibilitándolos apartar los ojos de la escena en esos momentos tan importantes.

En general, esta película es considerada por muchos una de las mejores adaptaciones a la novela de Bram Stoker que se hayan hecho, y con esto una de las mejores películas de los años 90, haciéndola acreedora a tres premios Oscar. A pesar del gran giro que toma la trama cuando Drácula se enamora, algo que va completamente contrario con la trama del libro, la adaptación es bastante fiel a muchos de los elementos del libro, por ejemplo el modo de narrar los acontecimientos, que se muestra en algunas escenas cuando se escucha la voz en off de los personajes, narrando lo que les pasa y sus sentimientos en sus diarios y en distintas cartas, al igual que como está hecho en el libro. Este fue un total acierto en esta versión, ya que hizo aún más creíble el que Mina se hubiese enamorado de Drácula, ya que se crearon escenas donde ella escribe en su diario sus sentimientos hacia el conde, como si así estuviera escrito en la novela. Esto, junto con todos los elementos que ayudan a aumentar la tensión y el miedo en las escenas críticas, convierten a este film en una buena adaptación del libro; haciéndola una película muy bien hecha que logra mantener la atención de cada uno de sus espectadores desde el inicio hasta el final.

(1)Guerrero de la mitología noruega capaz de adoptar a voluntad las formas de oso o lobo. Normalmente aparecen como seres humanos y no son más fuertes que los hombres corrientes, pero en la batalla sólo son humanos sus ojos.

(2) Bram Stoker: Drácula. Anaya. Pág. 241.

(3) “Escuela que supuestamente existe en el corazón de las montañas, y en la que el mismo diablo en persona enseña los secretos de la naturaleza, el lenguaje de los animales y todos los hechizos de la magia.” Emily Gerard: La tierra más allá del bosque.

(4) Bram Stoker: Drácula. Anaya. Pág. 243.

(5) Bram Stoker: Drácula. Anaya. Pág. 238.

(6) Bram Stoker: Drácula. Anaya. Pág. 46.




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Enviado por:Maritza
Idioma: castellano
País: Chile

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