Literatura
Dormir al sol; Adolfo Bioy Casares
Dormir al sol
Adolfo Bioy Casares
Curso: 3º 2ª Ciencias Naturales
Datos del autor y obra.
Adolfo Bioy Casares (nació en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914 - murió en Buenos Aires el 8 de marzo de 1999) fue un escritor argentino. Fue el único hijo de Adolfo Bioy y Marta Casares. Nacido en el seno de una familia acomodada, esto le permitió dedicarse exclusivamente a la literatura y al mismo tiempo, apartarse del medio literario de su época. Escribió su primer relato, "Iris y Margarita", a los 11 años. Ingresó y dejó las carreras de Derecho, Filosofía y Letras, tras la decepción que le significó el ámbito universitario, se retiró a una estancia - posesión de su familia - donde, cuando no recibía visitas, se dedicaba casi exclusivamente a la lectura, entregando horas y horas del día a la literatura universal. Por esas épocas, entre los veinte y los treinta años, ya manejaba con fluidez el inglés, el francés (que hablaba desde los cuatro años), el alemán y, naturalmente, el español. En 1932, Victoria Ocampo le presenta a Jorge Luis Borges quien en adelante será su amigo y con quien escribirá en colaboración varios relatos policiales con el seudónimo de Honorio Bustos Domecq. En 1940, Bioy Casares se casa con la hermana de Victoria, Silvina Ocampo, también escritora.
Bioy Casares fue un escritor que cultivó un estilo depurado y clasicista. Propulsor del género fantástico y el rescate del relato por sobre lo descriptivo. Defensor del género policial por su interés en la trama en sí. Entre sus premios y distinciones destacan la membrecía a la Legión de Honor francesa en 1981, su nombramiento como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1986, el Premio Cervantes y el Premio Internacional Alfonso Reyes en 1990. Sus restos descansan en el Cementerio de La Recoleta.
Novelas
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La invención de Morel (1940)
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Plan de evasión (1945)
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El sueño de los héroes (1954)
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Diario de la guerra del cerdo (1969)
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Dormir al Sol (1973)
Nouvelle
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La aventura de un fotógrafo en La Plata (1985)
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Un campeón desparejo (1993)
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De un mundo a otro (1998)
Libros de cuentos
No reconocidos por el autor:
Bioy Casares en 1980 (Revista "Pájaro de fuego")
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Prólogo (1929)
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17 disparos contra lo por venir (1933)
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La estatua casera (1936)
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Luis Greve, muerto (1937)
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Las vísperas de Fausto (1949)
Oficializados por el autor
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Historia prodigiosa (1956)
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Guirnalda con amores (1959)
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El lado de la sombra (1962)
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El gran serafín (1967)
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El héroe de las mujeres (1978)
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Historias desaforadas (1986)
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La muñeca rusa (1990)
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Una magia modesta (1997)
Ensayos
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La otra aventura (1968)
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Memoria de la Pampa y los Gauchos (1970)
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Diccionario del argentino exquisito (1971), Diccionario de palabras que no debiéramos utilizar.
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De jardines ajenos: libro abierto (1997), recopilación de frases, poemas, y miscelánea diversa.
Memorias/Diarios
A lo largo de toda su vida, Bioy llevó a cabo un vastísimo diario del que han salido las siguientes publicaciones:
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Memorias (1994)
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Descanso de caminantes (2001)
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Borges (2006), libro póstumo, selección del diario del autor donde aparecen referencias a Jorge Luis Borges.
Cartas
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En viaje(1967) (1996), cartas para Silvina y Marta Ocampo
Obras en colaboración con otros autores
Adolfo Bioy Casares en 1968
con Jorge Luis Borges
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Seis problemas para don Isidro Parodi (1942)
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Dos fantasías memorables (1946)
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Un modelo para la muerte (1946)
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Cuentos breves y extraordinarios (1955)
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Libro del Cielo y del Infierno (1960)
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Crónicas de Bustos Domecq (1967)
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Nuevos cuentos de Bustos Domecq (1977)
Guiones de cine
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Los orilleros (1955)
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El paraíso de los creyentes (1955)- no filmada
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invasión (1969), dirección Hugo Santiago.
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Les autres (1971), dirección Hugo Santiago.
con Silvina Ocampo
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Los que aman, odian (1946)
con Silvina Ocampo y Jorge Luis Borges
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Antología de la Literatura Fantástica (1940)
Movimiento literario al que pertenece la obra. Género.
Escrita a principios de la década de 1970, Dormir al Sol pertenece a un movimiento literario exclusivamente latinoamericano denominado `realismo fantástico' por incluir, en una obra realista, hechos y situaciones irreales e improbables. Se caracteriza principalmente por mostrar lo extraño como algo cotidiano o normal. Este movimiento es contemporáneo al Boom latinoamericano, corriente literaria por medio de la cual las obras principalmente sudamericanas llegaron a ser mundialmente reconocidas.
Este libro en particular conjuga características del realismo mágico con la ciencia ficción, dando lugar a un posible género que denominaríamos `realismo ficticio'.
¿Cuándo se publica la obra? ¿En qué se basó el autor para escribirla?
La obra fue publicada en 1973.
El autor dice de la novela en su prólogo: “El argumento proviene de distintas ideas y experiencias que he tenido a lo largo de la vida. Como a todos, muchas veces me angustió la imposibilidad de retener a la persona querida tal como la conocimos, para siempre. Hay un famoso tango que habla de los extraños cambios que traen los años… Posiblemente la escritura haya nacido de ese sentimiento de incertidumbre.”
Más allá de lo que deja en manifiesto el autor, teniendo en cuenta el contexto temporal y sociocultural de la obra, se podría decir que algunos revolucionarios avances científicos que marcaron la época, sumados a situaciones políticas y sociales que llevaban a la afirmación “nadie dice ser quien verdaderamente es” (las ambigüedades del gobierno norteamericano con Richard Nixon al poder; la posición británica, marcada por el denominado `Domingo Sangriento'; la situación argentina, con la vuelta de Perón al poder, esta vez mostrando su nueva faceta terrorista; etc.), fueron disparadores imaginativos que dieron como resultado esta obra.
Hechos principales.
El libro es narrado por Lucho Bordenave en primera persona, contándole a Félix Ramos, un amigo de la infancia (o no tan amigo) los extraños hechos que ocurrieron desde la aparición de un alemán domesticador de perros llamado Standle.
Lucho vive con su mujer, Diana, y Ceferina, una parienta llegada del norte que fue para él como una segunda madre. Cuando este personaje Standle va a cenar a casa de los Bordenave y pasa la noche entera hablando de perros, Diana se siente atraída por el tema y esa misma noche a la hora de dormir le afirma a Lucho que quiere tener un perro. Así, en los días sucesivos, pasa mucho tiempo en la escuela de entrenamiento canino intentando decidirse por un perro, pero sin lograrlo.
Por esta incapacidad de tomar una decisión y una notable falta de cordura, el profesor Standle propone a Lucho que interne a su mujer en una clínica psiquiátrica dirigida por Reger Samaniego, en la que él confía por ser amigo del doctor.
Al día siguiente, personal del Instituto Frenopático pasa por su casa a buscar a Diana para llevarla a la clínica y ella va sin aportar objeciones. Cuando Don Martín, padre de Diana, saca a relucir su malgenio frente a Lucho por la internación de su hija, Lucho decide ir a la escuela de perros para que le devuelvan a su mujer.
Ya en la escuela, Standle lo convence de que su mujer está bien donde está, y Lucho vuelve a su casa algo contrariado. Al llegar, se encuentra con que su cuñada, Adriana María, se había instalado en su casa con su hijo Martincito. Esta mujer estaba al parecer enamorada de él, o tal vez obsesionada, y durante toda su estadía insiste en intimar con él.
Por estos días Lucho hace su primer visita al Instituto Frenopático, con la esperanza de que le devuelvan a la señora, pero debe volver a su casa con las manos vacías. No sólo sus manos estaban vacías en ese momento, sino que sentía que le faltaba algo, por lo que con un pago que recibió por un trabajo grande, fue a comprarse un perro. Por esas vueltas del destino, o por la mala intención de Standle, Lucho volvió a su casa con una perra policía llamada Diana.
La presencia del animal, y sobretodo su nombre, dieron lugar a la idea de que Lucho intentaba reemplazar a su mujer. Esto fue un hecho clave que llevó a una pelea con Adriana María, quien no tardó en dejar la casa junto con Martincito. Por estos días la paranoia de Lucho aumentaba y hasta una noche creyó ver una persona espiándolo por la ventana de su taller de arreglo de relojes.
No mucho tiempo después de la mudanza de Adriana María, Lucho recibe un llamado del Instituto Frenopático, solicitando su presencia. Al llegar al lugar, y luego de una extensa charla con personal de la clínica, vuelve a ver a Diana, quien lo abraza felizmente. Al volver a casa, el cambio mental de su mujer era muy notable, y junto con ella llegaron algunos momentos de alegría.
Momentos de alegría que duran hasta que Lucho comienza a extrañar la antigua Diana y a preguntarse si en el Frenopático no se la habrían cambiado en lugar de curarla.
Estas cavilaciones aumentaron y se intensificaron a medida que se acercaba la navidad. La noche anterior a la víspera de navidad Diana insiste en que Lucho tome un somnífero y por curioso él simuló tomarlo para saber qué se traía ella entre manos. Esa noche, Diana se levantó y revisó entre sus cosas hasta encontrar su árbol genealógico que Adriana María había dejado en la habitación. Lo inspecciona un tiempo y luego vuelve a acostarse.
Al otro día, y por dudas que le habían traído la extraña actitud de su mujer, fue al Instituto a preguntar por detalles del tratamiento para saber por qué su mujer estaba tan cambiada. Sin dudarlo mucho, el doctor Samaniego lo duerme con una inyección y lo interna.
Dentro de la clínica comienza a escribir el relato de todo lo sucedido, y con una enfermera de cómplice, planeó su escape del lugar. En la clínica notó cosas extrañas como la presencia de perros en el patio del lugar, un insólito tratamiento a base de vitaminas, esta enfermera que por alguna razón estaba de su lado e insistía en que se escapara…
El relato se interrumpe el día en que Lucho va a escaparse, recorriendo un peligroso camino por la cornisa del edificio, hasta llegar al quirófano, cambiarse con ropa que la enfermera le dejaría allí y salir. Una anotación anuncia “Aquí retomo el Informe para Félix Ramos”. Esta nueva parte del relato cuenta cómo concluyó su escape, y detalla especialmente todo lo que vio en el laboratorio minutos antes de salir.
En una camilla había un bulto del tamaño de un chico cubierto por una sábana blanca. El doctor Samaniego y su ayudante, Campolongo, llegaron unos instantes después llevando otra camilla en la que yacía boca abajo una joven que ya había visto en una de las ventanas de la clínica. Esta joven no estaba cubierta, estaba muy pálida, como muerta pero aun viva porque de un agujero en la nuca todavía manaba sangre.
Al pasar por al lado de la camilla con el bulto del tamaño de un chico, en el momento en que no había moros en la costa y tenía la vía libre para escapar, Lucho, víctima de la curiosidad, levantó la sábana y se encontró con uno de los perros que había visto en la semana en el patio. El perro lo mordió y él se fue.
Al llegar a su casa la encuentra vacía, y tras vertiginosos sucesos, termina en la clínica una vez más. Allí le cuentan todo sobre los tratamientos que se llevaban a cabo en el lugar: los perros del lugar servían de portadores de almas (al parecer se encontraría en la glándula pineal del cerebro), que eran extraídas de los enfermos para que se tranquilizaran en otro cuerpo mientras que el verdadero era mantenido a bajas temperaturas el tiempo necesario para la cura. A Diana le practicaron esta operación, pero su alma en el cuerpo de un perro se escapó y los médicos decidieron usar su cuerpo sano para colocar un alma sana que antes formaba parte de un cuerpo enfermo. Así, una joven que vivía cerca de Plaza Italia era quien habitaba el cuerpo de Diana, y era la que lo miraba a Lucho desde sus ojos. Cuando lograron encontrar a perro-Diana colocaron su alma en el cuerpo de la mujer que habían estado operando la noche que Lucho escapó de la clínica.
Tras la eterna confesión, Lucho desespera y, una vez más, el doctor Samaniego le da un pinchazo y vuelve a encontrarse en la habitación en la que ya había estado encerrado. Lo último que escribe Lucho en su informe es que tal vez no fuera tarde para devolver cada alma al cuerpo al que pertenece, o al menos la de su señora.
Pero sí era tarde y el libro concluye con un agregado de Félix Ramos, diciendo haber recibido el informe por medio de un perro que, lógicamente, llevaba el alma de Lucho. Su cuerpo, que había vuelto a su casa, portaba el alma de alguien más. Ceferina, al darse cuenta, muere en medio de la calle. También nos enteramos que Diana, en el cuerpo de la otra chica, volvió a su casa gritando que la persona en su cuerpo era una impostora, pero enseguida fue devuelta al Instituto Frenopático.
Félix Ramos, quien nunca afirma creer en la historia (más bien da a entender que no cree ni una palabra), decide que es todo muy confuso y resuelve olvidarlo por un tiempo.
Caracterización de personajes principales.
Lucio “Lucho” Bordenave: un hombre al parecer atractivo, supersticioso, algo ingenuo, buenazo y agradable. Trabaja de relojero, oficio que aprendió por vocación pero al que se dedicó luego de haber sido despedido de un banco en la que trabajaba. Se especializa en relojes de péndulo y recibe trabajo de muchos lugares de Capital. Sufre mucho de cuestiones filosóficas y del amor, preguntándose a cada momento si no será egoísta y superficial. No es muy lúcido aunque a veces tiene salidas inteligentes.
Diana (cuerpo y alma): mujer de contextura amplia, piel rosada, pelo rubio, manos finas y lindos ojos. De carácter difícil, cavilosa, desconfiada, muy severa cuando se enoja, de mal genio. Sufre por no tener hijos y esto sirve de excusa para varios de sus verdaderos problemas mentales. Tal vez por eso se siente atraída por los animales. A pesar de que no trabaja y en el pasaje alegan que sea holgazana y paseandera, es buena cocinera. Lucho dice de Diana: “¿Qué es Diana para mi? ¿su alma? ¿su cuerpo? Yo quiero sus ojos, su cara, sus manos, el olor de sus manos y de su pelo. Yo no creo que otra mujer con esa belleza de ojos ande por el mundo. No me canso de admirarlos. Me futuro amaneceres como grutas de agua ay me hago la ilusión de que voy a descubrir en su profundidad la verdadera alma de Diana. Un alma maravillosa, como los ojos”
Ceferina: parienta de Lucho por parte de madre que “bajó de las provincias” en tiempos de sus padres. Físicamente se la describe como “aindiada, anciana, huesuda y alta”. Cuando la madre de Lucho faltó, ella ya no se apartó de ellos y fue ama, niñera y el verdadero pilar de la casa. Mandona, orgullosa, celosa, tal vez malintencionada, chusma, aunque sabia y viva. Nota todo lo que ocurre a su alrededor y es buena interpretando situaciones. Lucho dice de ella: “En el barrio la apodan el Cacique. Lo que no saben es que esta señora, para no ser menos que muchos que la desprecian, leyó todos los libros del quiosco del Parque Saavedra y casi todos los de la escuelita Basilio del Parque Chas, que le queda más cerca.”
Profesor Standle: da lecciones en la escuela de perros. Lucho lo describe como “un gigantón de gabardina, rubio, derecho como palo de escoba, medio cuadrado en razón de espaldas anchas, de cara afeitada, de ojos chicos, grises, que no parpadean aunque el prójimo se retuerza y clame” Es uno de los personajes más misteriosos y desagradables.
Adriana María: cuñada de Lucho, es físicamente igual a su hermana pero en morena. Mujer arpía y egoísta. No parece querer a su hermana y está enamorada (u obsesionada) de su cuñado. De humor cambiante, escandalosa y pendenciera, representa gran parte del lado oscuro de la obra.
Reger Samaniego: Alto, flaco y de nariz afilada, con rasgos semejantes a los de un lobo. Es el director del Instituto Frenopático. Testarudo y perseverante, de pensamiento abstracto. Tiene actitudes sospechosas y costumbres poco agradables, como tomarse la cara entre las manos mostrando preocupación.
Lugar y tiempo en que se desarrolla
La historia se desarrolla en un pasaje de Capital Federal. Es un lugar en el que todos se conocen y al que Ceferina se refiere como “un barrio dentro del barrio”. Además del pasaje, también hay dos lugares muy importantes, los cuales se encuentran muy cerca, y son el Instituto Frenopático (en la calle Baigorria) y la Escuela Canina. Podría decirse que todo se encuentra relativamente cerca, ya que no toma mucho tiempo a los protagonistas llegar de un lugar a otro.
No se especifica el año en el que transcurren los hechos, pero por las costumbres y el lenguaje (más allá del momento en que fue escrita la obra), podría deducirse que se trata de alrededores de la década de 1960. Algunas fechas que se destacan son el 5 de Septiembre, día en el que Diana vuelve a su casa, Navidad y Año Nuevo.
Temas y subtemas que analiza la obra
La obra trata varios temas simultáneamente. Los principales serían: la locura y el amor, pero también se perciben temas como la incertidumbre y la obsesión. Como subtema podemos encontrar la superficialidad y la negación.
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Enviado por: | Catalina |
Idioma: | castellano |
País: | Argentina |