Literatura
Don Quijote de la Mancha; Miguel de Cervantes
PRESENTACION DEL TEMA
En este trabajo de investigación sobre una de las obras mas destacadas de Miguel de Cervantes ¨Don Guijote de la Máncha¨ me propongo intentar dar respuestas a algunos de los interrogantes que se le pueden plantear a todos aquellos que leen este libro por primera vez; al tiempo que expreso aquí mi juicio personal, que puede tener algunos puntos de encuentro y otros de oposición, con la opinión que tienen algunos expertos acerca del mismo tema que aquí trato.
El tema por mi elegido e investigado es ¨La locura de Don Quijote¨ y para poder trabajar en él procure dar respuesta a preguntas tales como: ¿Está realmente loco Don Quijote? ¿Para quiénes está loco Don Quijote? ¿Quién es Don Quijote?.
Todas estas cuestiones, al momento sin respuesta, me acompañaron a lo largo de la lectura del material encontrado y analizado por mí y aquí en el presente trabajo expongo mis opiniones y la de otros autores, para poder emitir un juicio propio, al final del trabajo, que extraigo.
No quiero dejar de mencionar que en algunas oportunidades pedí la opinión la ayuda de algunas personas, como mi madre, que pudo aclararme muchas cosas y de esta manera poder ubicarme y encaminarme en la realización de este trabajo. El mismo adolece de los errores propios de una persona que realiza por primera vez un trabajo investigativo de este estilo. Agregando aquí también que la realización de éste, generó en mi un interés particular sobre la obra que me avocó a su realización con gran gusto y satisfacción.
Es mi deseo que a través del mismo se pueda expresar claramente la idea que quiero presentar:
¨....Y así, del poco dormir y del mucho leer se le seco el celebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella maquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leían, que para él no había otra historia mas cierta en el mundo...¨
Pregunta: ¿Estaba realmente loco?
Loco, según los diccionarios se le llama a la persona cuyas facultades mentales no son normales. ¨NORMAL¨ significa igual que todos los demás. ¿Quiere decir entonces que para que no se nos tome por loco debe ser como todo el mundo y actuar como lo hacen todos?
DATOS
El Quijote nos cuenta la historia de un apacible hidalgo manchego, que como todos los hidalgos lleva una vida aburrida y mediocre: conversa con el cura y el barbero del lugar; algunos días de la semana come platos elegidos, cuida de su hacienda, viven con él un ama de 40 años y una sobrina. Su nombre es Alonso Quijano.
Un día este hidalgo se da a la lectura de libros de caballerías se abisma en su lectura horas, días y semanas sin cansancio. Tanto interés les despierta en este libro que no se acuerda de comer, menos de dormir, menos todavía de que la compra de sus libros preciosos originaria la ruina de su hacienda. Lee, lee y no hace otra cosa. Ya no encuentra a gusto en hacer cosas que antes cuando era hidalgo, le producían diversión. Y por leer tanto y dormir tan poco, algunos dicen ¨que se volvió loco¨.
La ¨ Locura¨ de Don Quijote presenta distintas características a lo largo de la novela:
- En su primera salida, el protagonista sufre un desdoblamiento de personalidad que no volverá a producirse en el resto de la novela. Así, tras la paliza recibida en la aventura en la aventura de los mercaderes, Don Quijote cree ser valdovinos (héroe del romance), y más tarde el moro Abindarraez (personaje de la historia del abencerraje y la hermosa jarifa).
- Durante su segunda salida, Don Quijote adecua sistemáticamente la realidad a su mundo ilusorio. Así, ve las ventas como castillo, los rebaños como ejércitos y los molinos como gigantes.
- En la tercera salida, Don Quijote deja de engañarse a sí mismo; son ahora los demás quienes transmutan la realidad para burlarse de él.
DESARROLLO
Miguel de Cervantes produce esta obra, de estructura barroca, con el propósito, ya declarado en el prologo, de acabar con las novelas de caballería. La critica de este tipo de novelas se hace mediante juicios dentro de la ficción y también a través de la ficción misma, como por ejemplo en la quema de los libros de caballería de Don Quijote. Se hace presente durante todo el proceso creativo del Quijote, el fin parodico. Según declaraciones propias del autor, el Quijote fue concebido como invectiva contra los libros de caballería y ese fue siempre su objetivo principal: Pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombre las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballería, que, por las de mi verdadero Don Quijote, van ya tropezando, y han de caer del todo, sin duda alguna (II, 24).
“Con ello Cervantes se inscribía en la corriente culta de protestas contra las novelas de caballería, con la diferencia de que su magistral parodia sí terminaría erradicándolos del panorama literario. Para lograrlo utiliza un diseño parodico genial, basado en la locura de su protagonista que a sido provocada por la lectura de los libros de caballería, precisamente el objeto de la parodia.
Así, en un principio, Don Quijote esta rematadamente loco: “Se le seco el celebro, de manera de que vino a perder el juicio” (I,1) si bien no se trata de una esquizofrenia en general, sino más bien de una monomanía tocante al mundo caballeresco “Tenia buen entendimiento y buen discurso en todas las cosas que trataba, le hubiese perdido tan rematadamente, en tratándole de su negra y pizmienta caballería” (I, 38), que deja espacio para la cordura: “No le sacaran del borrador de su locura cuantos médicos y bueno escribanos tiene el mundo: él es un entreverado loco, lleno de lucidos intervalos” (I, 18).
Cervantes se ha cuidado mucho, ilustrándose en los tratados médicos de la época, de matizar perfectamente la locura de Don Quijote, a fin de utilizarla como le interesa: como el recurso novelesco crucial de todo el libro.
El pobre hidalgo tiene su imaginación trastornada por la lectura de esos libros de caballería y comete dos errores garrafales: Cree en la verdad de cuanto disparate caballeresco ha leído y piensa que en su época puede resucitarse la caballería andante. Ello lo convierte antes que en caballero en todo un anacronismo andante, cuyo atuendo y figura no deja de ser objeto de burla: “Pusieronle el balandrán y en las espaldas, sin que lo viese, le cocieron un pargamino, donde le escribieron con letras grandes: este es Don Quijote de la Mancha” (II,62).
“Aunque Cervantes, por encima de las burlas, perfilo milimétricamente cada matiz de ese enloquecimiento, para explotarlo novelísticamente de forma magistral. No se trata de una situación estática sino de un proceso complicadísimo, que no deja entrañar un proyecto conciente de vida” (cita: www.yahoo.com.ar). Tramada casi racionalmente, la supuesta locura evoluciona en forma lógica:
1) Primera salida: Se desfigura la realidad.
2) Segunda salida: La realidad se acomoda al mundo caballeresco
Tercera salida: Se asuma un mundo encantado por los demás.
“Mas que de un caso de locura, parece tratarse de un procedimiento creativo tendiente a ilustrar literariamente el problema de la realidad y la ficción. De echo Cervantes plantea con exquisito cuidado cada uno de los acercamientos de Don Quijote a la realidad de Alonso Quijano, de modo que sus continuos equívocos no dependen necesariamente de la demencia (si en el caso de la primera venta o de los frailes benitos); Al contrario suelen caer frecuentemente dentro de la más prosaica verosimilitud: son las circunstancias ( el viento, cuando los molinos; el sol y la lluvia en el caso del yelmo; la falta de visibilidad y el estruendo, cuando los rebaños; la oscuridad y el ruido, si pensamos en los batanes), el contexto caballeresco, las malas mañas de los demás o el sueño son los que traicionan la percepción quijotesca de su entorno, espoleando sus delirios heroicos” (cita: www.alcala.com.ar) .
“Evocando la imagen de Don Quijote que todos conocemos, la que lo presenta luchando con enorme arrojo pero absolutamente en vano, unos treinta o cuarenta molinos que deberían ser gigantes, pero insisten, con obstinación en ser nada más que molinos. ¿Deberían en verdad ser gigantes? ¿No basta con que sean nada mas que molinos? ¿Es algo tan fuera de la duda que la empresa caballeresca de Don Quijote exige solo gigantes, castillos, doncellas, y que excluye, por necesidad, a los molinos, a las ventas, o a las mozas del partido” (cita: www.aache.com.ar)
Las respuestas a estas preguntas podemos encontrarlas algunas
Observaciones la novela bizantina.
Según cita Bakhtime: “ Los distintos géneros narrativos de la antigüedad y de la modernidad temprana (los relatos autobiográficos, la novela bizantina, la pastoril, la picaresca, los libros de caballería) son sistemas cerrados de relaciones de espacio y tiempo. Todas esas formas novelísticas, ese sistema determina la naturaleza de los protagonistas, el tipo de acciones y acontecimientos, la selección de lugares donde se despliega la acción y la estructura misma de la acontecer”
La casualidad es la fuerza absoluta que organiza y controla al mundo de la novela bizantina y el de los libros de caballerías. En ambos mundos los acontecimientos son fortuitos e inesperados; lo que ocurre siempre ocurre “de pronto”, o “ de repente”, “o justo en ese momento” (Bakthine, 92).
Como el mundo de relato de aventuras, el mundo que Don Quijote parece imaginar, al menos al principio, como contexto natural de su empresa un mundo de encuentros casuales, de hechos que ocurren “de repente”, un mundo abstracto e intemporal. Y como los héroes de caballerías, Don Quijote espera lo inesperado, que debe ser, como aseguran sus libros, maravillosa ocasión para probarse y ejercitar su valor. El tema es que, a diferencia del relato de aventuras, la novela de Cervantes lo pone a Don Quijote en su tierra natal, en el contexto de los lugares conocidos y de la acontecer de todos los días.
“Entre otros aportes mas el Quijote ofrece un modelo de aspiración a un ideal ético y estético de vida. Se hace caballero andante para defender la justicia en el mundo y desde el principio aspira a ser personaje literario. En suma quiere hacer el bien, vivir la vida como una obra de arte. Se propone acometer “todo aquello que pueda ser perfecto y famoso a un andante caballero[..] de todo ello se desprende que el Quijote es una magna síntesis de vida y literatura, de vida vivida y vida soñada. Según cita de Edward C. Riley: “... una genial integración de realismo y fantasía...”
“Muchos componentes del quijote obedecen a su condición de novela concebida como un juego literario, la que abarca también la misma locura del protagonista. La locura era un motivo frecuente en la literatura del renacimiento, como prueban las obras de Ariosto y de Erasmo de Rótterdam”. (cita: www.yahoo.com.ar)
El Quijote es una novela de múltiples perspectivas. Cervantes observa el mundo por él creado desde los puntos de vista de los personajes y del lector en igual medida que desde el punto de vista del autor. Lo que desde un punto de vista es ficción, es desde otro, hecho histórico o vida. Cervantes finge mediante la invención del cronista Benengelige, que su ficción es histórica. En esta historia se insertan ficciones de varias clases. Cuento e historias, son tan solo las partes mas claramente literarias de su novela, la cual constituye un inmenso espectro en el que se incluyen alucinaciones, sueños, leyendas, engaños y equivocaciones. La presencia en el libro de quiméricas figuras caballerescas produce el efecto de que Don Quijote y Sancho, y el mundo físico en que ambos se mueven, parezcan, comprado con ellas, mas reales.
Si el lector adopta el punto de vista de cualquier compañero de viaje del Caballero y del Escudero que no este loco, puede ver el problema de la unidad del Quijote desde otro ángulo. [...]
Hay razones artísticas que justifican los caprichosos artificios del Quijote, que dan a la novela una notable apariencia de profundidad, y dan solidez y vivacidad a las figuras de Don Quijote y Sancho y hacen que éstos parezcan existir con independencia del libro escrito sobre ellos. A veces ayudan a lograr este efecto los comentarios de otros personajes. Cardeña reconoce que la locura de Don Quijote es tan rara y nunca vista que duda que alguien pudiera ser capaz de inventarla (I, 30). Sansón Carrasco que le Sancho de carne y hueso es incluso mas divertido de lo que él había sospechado al leer la primera parte (II, 7) [...]
La confusión del Caballero entre ficción y realidad es un caso extremo, pero el autor demuestra claramente que en parte esta justificada. No solo son imposible de determinar los limites entre el imaginario y lo real sino también los limites entre el arte y la vida. (cita: Edwar C. Riley )
CONCLUSIÓN:
Ya desde un principio, Don Quijote actúa como un paranoico enloquecido por los libros de caballerías. Algunos lo consideran un loco rematado, otros creen que es un loco “entreverado”, con intervalos de lucidez. En general se admite que Don Quijote actúa como loco en lo concerniente a la caballería andante y razona con sano juicio en lo demás. Podríamos interpretar la locura de Don Quijote como un juego en la ficción siguiendo algunas reglas que él siempre respeta. Entrega su vida a un ideal y se estrella contra la realidad por que los demás no cumplen las reglas del juego. Don Quijote finge estar loco y desde jugar a caballero andante. Para esto lee libros de caballerías, transforma la realidad y la acomoda a su ficción caballeresca, imaginando castillos donde hay ventas, ve gigantes en molinos de viento, etc. Y cuando se produce el descalabro también lo explica según sus códigos: “Los malos encantadores le han escamoteado la realidad, envidiosos de su gloria.”.
Alonso Quijano, el día que decidió cambiarse el nombre, también decidió cambiar de modo de vida, de vestimenta, de forma de pensar, de trabajo y lo más importante de forma de ver las cosas, sus ojos ya no ven lo mismo que veían antes.
Le gustaría tanto que el mundo fuera tal como lo describe en los libros, que quiere cambiarlo y pretende hacerlo solo. Esta obsesión o ilusión es lo que mantiene vivo a Don Quijote y también, pienso yo, lo que lo mata. No sé si estaba loco o no, pero seguramente él veía las cosas de forma distinta al resto de la gente. Entonces ¿Por qué es de locos decir lo que uno ve?. Lo dieron por loco cuando dejo de hacer lo que hace todo el mundo, por ser distinto.
La locura, entendida como ilusión o pasión, es muy necesaria, y la vida sin ella no tendría sentido. Esta es la principal característica de la vida de Don Quijote, él siempre esta ilusionado con algo con sus aventuras, con su amada dama y con su sueño de cambiar al mundo.
La colusión final sería que Alonso Quijano esta loco por la lectura de libros de caballerías, Don Quijote es distinto al resto de los seres humanos, y sin embargo, ambos viven dentro del mismo cuerpo. La locura como obsesión no nos beneficia en esta vida, pero la locura o ilusión por alguna cosa, es necesaria y beneficiosa puesto que creo que, lo principal en esta vida es soñar con algo.
BIBLIOGRAFÍA
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Miguel de Cervantes Saavedra. “Don Quijote de la Mancha”.
-
Edward C. Riley. “Literatura y vida en el Quijote”.
-
Edward C. Riley. “Cervantes: Teoría literaria”.
-
Michael M. Bakhtine, “The Dialogic Imagination: Four Essays.
INDICE
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Presentación del tema..............................................................Pág. 1
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Datos........................................................................................Pág. 2
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Desarrollo................................................................................Pág. 3
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Colusión...................................................................................Pág. 7
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Bibliografía..............................................................................Pág. 8
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