Literatura
Don Quijote de la Mancha; Miguel de Cervantes
Nárrese el argumento de los quince primeros capítulos.
A
lonso Quijana era un hidalgo que vivía en cierto pueblo manchego. Sucedió que de tanto leer libros de caballería (su afición principal) acabó por enloquecer y creerse uno de los héroes de sus tan admirados relatos. Decidió convertirse en caballero y después de hacerse con todos los elementos que se le suponen a un caballero (armas, caballo), se cambió el nombre, llamándose a partir de ese momento Don Quijote de la Mancha, y buscó una dama a la que dedicarle sus triunfos en batalla (una campesina de una villa cercana a la que denominó Dulcinea del Toboso). Con todo dispuesto, partió en busca de aventuras.
El mismo día de su salida llegó a una venta, que su locura le hizo confundir con un castillo. Ya alojado, pidió al ventero que le nombrase caballero (comprendió el anfitrión la falta de cordura de su inquilino y decidió seguirle la corriente y burlarse de él). Antes de que se celebrase la ceremonia que proclamaría a Don Quijote caballero, este debía hacer la vela de las armas: sacó al corral de la venta gran cantidad de armas, que colocó junto al pozo, y allí pasó largo tiempo, impasible, hasta que unos arrieros se acercaron al pozo, siendo esto tomado como una ofensa por parte de Alonso, que les atacó, respondiendo estos lanzándole piedras. Al darse cuenta el ventero de que podría tener complicaciones si Don Quijote pasaba mucho más tiempo en aquel lugar, decidió agilizar los trámites y nombrarle caballero a la mayor brevedad. Realizada la ceremonia, marchó el caballero a su pueblo otra vez para coger dinero y conseguir un escudero.
De camino se topó con un hombre que estaba azotando a un chico que resultó ser su criado. Don Quijote le mandó parar y le pidió explicaciones. Según el hombre, el criado le había perdido varias ovejas. El muchacho alegó que no recibía su sueldo desde hacía varios meses, entonces el caballero andante hizo jurar al pastor que pagaría a su criado y que no le maltrataría. Cuando se fue el hidalgo, el hombre siguió apaleando al chico. Más tarde se encontró nuestro héroe con unos mercaderes a los que pretendió hacer jurar que su amada Dulcinea era la más bella. Uno de ellos ofendió a Don Quijote y en respuesta este cargó contra él, teniendo la mala fortuna de que su caballo Rocinante tropezó y le hizo caer. Desde el suelo insultaba a sus enemigos. Por esto uno de los mercaderes le rompió la lanza y le golpeó con los pedazos.
Un rato después pasó por el lugar uno de los vecinos del caballero, que le llevó hasta su pueblo. Allí descanso varios días recuperándose. El cura y el barbero de la villa decidieron quemar los libros de caballería de Alonso por su propio bien. Cuando se recuperó le engañaron diciéndole que un mago los había robado.
Ya recuperado pusose Don Quijote a buscar escudero, y encontró a uno de nombre Sancho Panza, al que ofreció una ínsula si aceptaba en acompañarle en sus viajes.
Partieron caballero y escudero en busca de aventuras. Encontraron en su camino un grupo e molinos de viento, que tomó Don Quijote por gigantes, y atacó a uno, yendo al suelo al enredársele la lanza en un aspa. Se pusieron de nuevo en ruta, y no tardaron en encontrarse con nuevas aventuras: se toparon con un carruaje escoltado por varios hombres y encabezado por dos frailes. Interpretó la escena el caballero andante pensando que varios encantadores llevaban prisionera a una dama, y atacó inmediatamente a uno de los religiosos, haciendo al otro huir. Aprovechando la oportunidad, Sancho intentó robar al impávido monje, pero dos escoltas comenzaron a pegarle y la víctima aprovechó para huir. Don Quijote se dirigió a las ocupantes del carruaje, pero un acompañante, vizcaíno, molestó al caballero, que tomó la intromisión como un reto, así que le atacó. Se produjo un combate que se resolvió con la victoria del hidalgo.
El prólogo. ¿Dónde escribió Cervantes el Quijote? ¿Se ampara en ello para captar la benevolencia del lector ante sus posibles defectos? Cervantes se burla de los autores que publicaban sus libros precedidos de elogios; ¿por qué? Finalidad de la novela. Consejos que le da su amigo para que la obra sea agradable.
S
egún muchos historiadores, es muy probable que Cervantes escribiera El Quijote en una prisión sevillana, en torno a 1597. Durante los años anteriores había trabajado como recaudador de contribuciones, y, envuelto en truculentos problemas a cerca de la rendición de cuentas, fue enviado a la carcel.
Si se ampara en el hecho de estar en la carcel. Lo cierto es que al comenzar el prólogo comenta que debido a las incomodidades de la cárcel, podría ser que su relato (la nombre como su “hijo”) tenga defectos y fallos.
Cervantes se burla de los autores que elogian su obra al comienzo por dos razones principales: 1) él no tuvo a nadie que escribiera para el, encontrandose resentido por esto. 2) esta razón es muy objetiva: Cervantes consideraba este tipo de escritos extremadamente recargados, pedantes y aduladores. Se debe señalar que el autor deseaba restar importancia a estos elogios, además de intentar concienciar de su simplicidad.
La principal finalidad de la novela es, tal y como declara el propio Cervantes, hacer una crítica al genero de libros de caballería, tan admirados en su época, que se veía repetitivos y faltos de originalidad. No es ningún secreto que junto con Amadís de Gaula, el Quijote es (aparte de la obra más impotante de la literatura española) el libro más famoso de caballería.
También deseaba su autor hacer una obra para todos los gustos y condiciones culturales (varios niveles de lectura).
Consejos de su amigo:
El primero es que ya que la misión del libro va a ser la de mostrar a la sociedad la inutilidad de los libros de caballería, no use un lenguaje complicado sino accesible para todos, y que sea conciso y claro a la hora de expresarse ("...No hay para que andéis mendigando sentencias de filósofos, consejos de la Divina Escritura, fábulas de poetas, oraciones de retóricos, milagros de santos, sino procurar que a la llana, con palabras significantes, honestas y bien colocadas, salga vuestra oración y período sonoro y festivo..."). otro consejo que le da es que intente "Derribar la máquina mal fundada destos caballerescos libros, aborrecidos de tantos y alabados de muchos más".
Capítulo I. Don Quijote; ¿quiénes viven con él? Su afición principal. ¿Por qué enloquece?
C
on el vivia su sobrina, cuya edad parece que no llegaba a los veinte años. Con ellos, allí residia una ama que se encargaba de todo lo referente a la casa: comida, limpieza, etc. A parte de ellas, con ellos vivia un mozo que realizaba algunas de las tareas del hogar, las más duras.
Su vida la compartía con sus preciados libros. Todos ellos giraban en torno a un único tema: la caballeria. Aventuras de nobles guerreros, protectores de deviles y desamparados, guardianes de su libertad y voluntad. Estos héroes, movidos por el amor a una dama, recorren el mundo en busca de aventuras con las que honrrar a su amada. Para ellos no existe otro modo de vida. No necesitan comer demasiado, ni tampoco dormir ni descansar a penas.
De estos libros leía a cientos. Su biblioteca crecía a un gran ritmo, llegando a vender parte de sus posesiones y tierras para comprar más y más libros. Y tan lejos llegó su pasión por este género de la época, que enloqueció y creyó que el podía ser caballero, poseer una amada y un fuerte corcel, y recorrer el mundo en busca de aventuras. Así, un buen día, comienza a imaginar y a formarse un mundo en el que el era un caballero.
Léase este pasaje:
“En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro (cerebro), de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.”
“Se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio”.
Mezcla la noche con lo claro, y el día con lo turbio. Hace alusión a que se enfrascaba tanto Alonso en sus lecturas que el tiempo para él era insignificante.
“del poco dormir y del mucho leer”
Contrasta, mediante "poco" y "mucho", dos conceptos que en un principio no tienen que ver, para mostrar claramente que las horas dedicadas a la lectura eran excesivas.
Enumeraciones
“así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores y disparates imposibles”
Esta enumeración nos presenta los motivos por los cuales Quesada enloquece.
Explica las decisiones que adopta el hidalgo para convertirse en caballero andante.
Lo primero que hace es conseguir armas, usando las de sus bisabuelos, que tenía bien guardadas. Hecho esto prepara un caballo que, a pesar de su lamentable estado, el cree que es el mejor, tan bueno, o incluso más, que Babieca. Lo llama Rocinante. Después decide que ha de tener algún nombre distintivo, y elige el de “Don Quijote de la Mancha”. Como cree que ningún caballero lo es verdaderamente si no tiene una dama a quien dedicarle los triunfos como muestra de amor y pleitesia, escoge a una muchacha de un pueblo vecino a la que denomina Dulcinea del Toboso.
Capítulo II. Acontece en este capítulo su primera salida. -Se da cuenta de que le falta trámite importante: ¿cuál es? (1.1) -Observa lo que “nuestro flamante aventurero iba hablando consigo mismo”: ¿crees que su estilo es natural o sencillo? (1.2) Ten en cuenta que, en estos discursos de Don Quijote, Cervantes solía burlarse del etilo altisonante y seudopoético de los libres de caballerias. Señala rasgos de expresión que juzgues burlescos. (1.3) -Hay también arcaísmos (=palabras anticuadas) usados con la misma intención; señala alguno. (1.4) -El hidalgo llega ante el mesón: ¿con qué lo confunde? (1.5). Señala los efectos cómicos a que da lugar esa confusión hasta el final del capítulo (4.6).
El pequeño detalle que olvida antes de partir, es que no ha sido nombrado caballero, algo elemental.
Utiliza un lenguaje similar al de los libros de caballerías que había leído, es decir, anticuado y lleno de arcaísmos incluso para la época en que fue escrito el libro.
En este capítulo, el monólogo de Don Quijote es una excusa del autor para caricaturizar a los libros de caballerías. Desde la descripción del amanecer hasta la declaración de amor a Dulcinea, el lenguaje empleado es similar al de los citados libros.
Palabras como “habédes”, “fermosura”, “fecho”, “plégaos”, “membraros”, “afincamiento” o “cuitas” son arcaísmos.
Cree que es un castillo, en vez de una venta.
El capítulo esta saturado de distorsiones de la realidad producidas por el estado mental del protagonista, como que trate de doncellas a dos prostitutas que se quedan atonitas al comprobar la manera de expresión tan poco usual del protagonista. Después confunde a un porquero que tocó un cuerno para reunir la piara con un enano que anunciaba su visita. El ventero finalmente sigue el juego a Don Quijote, riéndose de él a placer.
Capítulo III. El ventero -dice Cervantes- “era un poco socarrón”. ¿Cómo manifiesta su socarronería? -La vela de armas: contraste.
E
n vez de intentar hacer entrar en razón al "caballero", le sigue la corriente, dando pie a que este desvaríe, hundiendose en su locura más y más.
Mientras Don Quijote cree que está velando solemnemente sus armas en el patio de un castillo, lo cierto es que se encuentra en una venta, en el corral, donde todos se burlan de él sin que se de cuenta.
Es, claramente, una crítica en forma de burla a las obras caballerescas, tan características de la época. Pero entre ello, se deja ver un gran humor.
Capítulo IV. “La del alba sería..”. Así comienza el capítulo. ¿Qué significa esa frase? (lee el final del capítulo anterior).- ¿Por qué decide el caballero volver a casa? - Pronto se le presenta la primera ocasión de ejercitar los deberes de la caballería que acaba de recibir: narra sucintamente ese primer suceso. -¿No crees que aquí siente ya el lector que se halla ante un relato más trascendente? Piensa en cómo reacciona un bellaco como Juan Haldudo ante la justicia que encarna el caballero. -Esa primera aventura, piensa Don Quijote, ha terminado victoriosamente para él; pero la siguiente va a mostrarle cúal es el premio que espera a quien se mueve sólo por el ideal; ¿cómo?
E
l fragmento “La del alba sería…” significa que era el amanecer.
Decirde volver a casa porque, como le ha aconsejado el “ventero”, necesita llevar consigo dinero. También vuelve para buscar un escudero.
Se encontró Don Quijote a un hombre que tenía a su joven criado atado a un árbol, para azotarle. Como buen caballero, Alonso intervino para esclarecer el porqué de la paliza. Resultó que el joven había perdido varias ovejas de su señor, y este en su defensa alegó que le debía el sueldo de varios meses. Tuvo el pastor que jurar que pagaría al chico lo debido y que no le haría daño, después de lo cual marchó Don Quijote. Al perderlo de vista, el hombre volvió a atar al muchacho y le dio una paliza de muerte.
Al volver a casa se encuentra con unos mercaderes, e intenta que juren que Dulcinea es la emperatriz más bella. Uno de ellos ofende con sus palabras a Don Quijote, y este carga contra él, con tan mala fortuna que su rocín tropieza y cae, dejando inmóvil al caballero. Desde el suelo injuria a los mercaderes, acercándose uno de ellos al protagonista y propinándole una paliza.
Capítulo V. Presenta un punto máximo en la locura de don Quijote. En ese capítulo es especialmente fuerte la influencia de Entremés de los romances. ¿Qué personajes intervienen y cómo se comportan?
E
n este capítulo intervienen Pedro Alonso, el ama de Don Quijote, su sobrina, el cura Pero Pérez y el barbero Maese Nicolás. Los personajes, alarmados por el grado de locura a que ha llegado Alonso Quijada, deciden quemar sus libros de caballerías. Para que el “caballero” no se de cuenta de ello, le tapian la entrada a su biblioteca y le hacen creer que había sido un espiritu. El cree que ha sido un antíguo enemigo suyo, que en realidad es un ser de sus novles.
Capítulo VII. En el capítulo VI ha comenzado la invención propieamente cervantina: el cura, el barbero, el ama y la sobrina queman los libros que han enloquecido al hidalgo. En este capítulo VII se narra la segunda salida. ¿Qué le urge a hacerla? ¿Cómo caracteriza Cervantes a Sancho Panza? ¿Qué le mueve a servir a don Quijote?
E
l pensamiento de que el mundo necesita caballeros andantes, que den seguridad a los más deviles.
El caballero califica a Sancho como un un labrador pobre y no muy listo (de poca sal en la mollera).
Las promesas de que le convertirá en un hombre poderoso al hacerle gobernador de una ínsula.
Capítulo VII. Es uno de los más famosos. No hacía mucho que los molinos de viento, construidos a imitación de los que funcionaban en Holanda, se habían instalado en tierras manchegas. Don Quijote, tal vez no muy habituado a ellos, los cunfunde con gigantes. Señalese el contraste de características entre don Quijote y su escudero. -Pero en el episodio de los frailes de San Benito, Sancho, movido de la codicia, se olvida de su sentído común: ¿cómo lo paga? -Por primera vez, en la pelea con el vizcaíno, Cervantes (como solían hacer los autores de libros de caballerias) finge que se está limitanto a transcribir lo que el autor anterior e imaginario había escrito; él es sólo el “segundo autor”. En el capítulo IX dice que halló en Toledo unos papeles viejos, escritos en árabe por un tal Cide Hamete Benengeli, que narran la historia de don Quijote. Cervantes -asegura- los jizo traducir, y pudo continuar contándonos las aventuras del hidalgo. Por lo pronto, el episodio del vizcaíno termina favorablemente para don Quijote: lo descalabra de un golpe, y las señoras le prometen que lo harán ir al Toboso, a rendir pleitesía a Dulcinea.
D
on Quijote cree que los molinos son gigantes, mientras que Sancho le advierte que no son más que molinos. El caballero hace caso omiso a su escudero y arremete contra uno, cayendo al suelo. Para no tener que admitir la realidad le dice a su acompañante que el sabio Frestón (quien supuestamente había robado sus libros) convirtió a los gigantes en los molinos que ve ahora.
Sancho representa la visión práctica y realista de la vida en contra de la visión idealista de su señor.
+Pero en el episodio de los frailes de San Benito, Sancho, movido de la codicia, se le olvida su sentido común. ¿Cómo lo paga?
Sancho, después de intentar robar los ropajes al monje que había vencido Don Quijote, recibe una paliza de los mozos de los frailes.
Capítulo XV. Desgraciada aventura con los yangües. Hidalgo y escudero salen quebrantados. Cervantes los pone en esta situación para que, en la segunta parte del capítulo, ambos expongan sus respectivos temples anímicos, que se descubren mejor en la adversidad. ¿Cómo es don Quijote? ¿Cómo es Sancho?
D
on Quijote se mueve impulsado por, no por sus ideales, si no por los de los protagonistas de sus libros de caballeria.
Resúmase brevemente el argumento de los capítulos XV-XXVL. Puede resumirse mucho el de los capítulos XXIII-XXVI; basta con señalar que don Quijote, en ellos, se retira en Sierra Morena a hacer penitencia por el amor de Dulcinea, mientras Sancho parte hacia El Toboso para entregar a la dama una carte del enamorado caballero.
D
espués del episodio de los yangüeses, Don Quijote es atendido de sus heridas por una familia de campesinos.
Su locura, al igual que en el caso de los molinos de viento, le juega malas pasadas, y confunde dos rebaños de cabras con sendos ejércitos, "luchando" contra ellos.
Don Quijote se retira a Sierra Morena para hacer penitencia por el amor de Dulcinea, mientras Sancho se dirige a El Toboso para entregar una carta de su señor a su amada, pero no llegará, ya que por el camino se cruzará con el cura y el barbero, y le pedirán que los conduzca hasta donde se encuentra Alonso Quijada.
Capítulos XVI y XVII. No tiene un contenido precisamente “ejemplar”, pero son muy importantes por cuanto en ellos se manifiesta la actitud de Don Quijote ante el amor. Su alucinación es tal que convertirá a la feisima Maritornes en una bellisima dama. El vigor de Cervantes se expresa aquí por vía caricaturesca y deformante. ¿Por qué carga tanto las tintas en la fealdad?
P
ara darle un mayor toque de humor a la escena y al capítulo en general.
Las frases que denotan mayor contenido irónico son: “Verdad es que la gallardía del cuerpo suplía las demás faltas: no tenía siete palmos de los pies a la cabeza, y las espaldad, que algún tanto le cargaban, la hacían mirar al suelo más de lo que ella quisiera” y “...ancha de cara, llena de cogote, de nariz roma...”.
Tras leer estos capítulos, llego a la conclusión de que Don Quijote es fiel a las formas y a los modos del amor cortes que se representa en los libros que tantas veces ha leído.
Capítulo XVIII. Hágase ver su paralelismo funcional con el capítulo VIII.
E
n los dos capítulos Don Quijote interpreta a su manera la realidad, confundiendo en el primer caso molinos con gigantes y en el segundo rebaños con ejércitos. Después Sancho le comunica su equivocación pero el caballero le ignora sus advertencias y se lanza al ataque contra el "enemigo", acabando mal parado.
Capítulo XX. Si en el capítulo XV veíamos el comportamiento de don Quijote y Sancho ante la desgracia común, aquí los enfrenta Cervantes con el riesgo, para ir perfeccionando el retrato de sus caracteres. Expóngase los argumentos de uno y otro ante el pelígro. Y cómo fracasa una vez más el hereoísmo de don Quijote.
D
e noche llegan a un prado Don Quijote y Sancho, y oyen allí golpes producidos por metal. El caballero se dispone a comprobar que es el estruendo pero su escudero, movido por el miedo, no permite que su señor se arriesgue, así que pasan la noche en vela, vigilando. Cuando por fin se hizo de día descubrieron que el ruido procedía de inofensivos mazos de batán.
Como en anteriores capítulos, el arrojo y la enferma mente del hidalgo le juegan malas pasadas, dando a entender que en el mundo actual (el actual de Cervantes) la figura del caballero no tenía sentido.
Capítulo XXIL. De ese fracaso se ha resarcido el hidalgo en el capítulo XXI, arrebatandole la bacía (= basija que se aprecaba al cuello de la persona a quien se afeitaba, para mojar la brocha y limpiar la navaja), creyendo que es el yelmo de Mambrino. Sancho le ha pedido que no busquen más aventuras peligrosas, y que se pongan al servicio de algún emperador. Pero don Quijote quiere lograr antes la fama, para lo cual le resulta imprescindible proseguir su esfuerzo solitario. Este capítulo XXII es famoso: el caballero da la libertad a unos galeotes, que lo apedrean luego. Leelo con atención y contesta:
+ Fíjate en Ginés de Pasamonte: “él mesmo ha escrito su historia”. ¿No han hecho eso mismo otros delincuentes literarios? Ginés recuerda a uno; ¿te acuerdas de alguno más?
Hay otros delincuentes literarios como Lázaro de Tormes.
+Cervantes gustaba de redondear sus relatos, de darles un final absoluto y de escribir en tercera persona. ¿Puede verse en las respuestas de Ginés, alguna reticencia cervantina frente al género picaresco?
Si, en la frase “Es tan bueno, que mal año para Lazarillo de Tormes y para todos cuantos de aquel género se han escrito o escribieren”.
¿Es Don Quijote un campeón de la libertad? ¿Se trata de una “locura” más? Discútase esta cuestión.
Don Quijote desea la libertad a todo el mundo, lo cual es una manera noble de pensar pero a la vez inocente (prueba de ello es que libera a los galeotes), por tanto, más que un campeón de la libertad es un idealista que no sabe como ha de llevar sus ideas a cabo. Se demuestra que es otra locura por la irresponsabilidad que demuestra al soltar a los presos.
Antes de separarse, el caballero da a su escudero unos consejos para el buen gobierno (42-43.) Observa que estos consejos se distribuyen por su contenido en dos series. Muchos de ellos proceden del acerbo doctrinal tradicional y otros están basados en el sentido común. Fíjate que Don Quijote no se conduce como un loco, como sino un hombre sabio y prudente.
Los principales consejos son:
1-“...has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada...”
2-“...has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que pueda imaginarse...”
3-“...si tomas por medio la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen los príncipes y señores; porque la sangre hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola, lo que la sangre no vale...”
4-“...no te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres las más veces serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito y aún de tu hacienda...”
A lo largo de la narración hemos ido viendo el enriquecimiento del carácter de Sancho, pero es en la ínsula, cuando lo vemos actuar solo, sin la sombra protectora de su señor, donde el personaje alcanza toda su dimensión humana. Su sentido común, tan característico, le va a hacer desempeñar un papel airoso que es la admiración de sus burladores (45-47-49-51 y 53.) Y, cuando desengañado deja el gobierno, acabamos de convencernos de su talla moral.
-Explica el comportamiento de Sancho en la ínsula y opina sobre las razones que le hicieron dimitir.
Sancho se comportó en la ínsula según los consejos ofrecidos por su señor, y resolvió los casos que se le presentaron con diligencia, ingenio y sabiduría. Dimitió porque no estaba acostumbrado al lujo con el que era tratado, y mucho menos a que su médico no le dejara comer como él quisiera.
Resume los casos que se le presentan.
1º- Un hombre quiere que un sastre le haga caperuzas con un trozo de tela, pero sin que este se quede con nada de tela. El sastre realiza las caperuzas, resultando ser diminutas. Sancho no dio la razón a ninguno, ya que los dos tenían algo de culpa (el cliente por desconfiado y el sastre por haber obrado de mala fe).
2ª- Un anciano presta dinero a otro, pero la deuda no es saldada. El hombre que se negaba a devolver lo debido, llevaba escondidos en su cayado los 10 escudos por los que se inició la disputa.
3ª- Una mujer acusa a un hombre de violación, y este alega en su defensa que era una ramera y que le había pagado. Se descubrió que la denunciante había mentido al ser esta más fuerte que el hombre (y por tanto poder resistirse a un intento de violación).
Descargar
Enviado por: | Alfonso Moure |
Idioma: | castellano |
País: | España |