Literatura


Don Juan Tenorio; José Zorrilla


Don Juan Tenorio y Don Luís Mejía tenían una apuesta de ver quién era el más cruel de los dos durante un año.

Tenorio ganó a Mejía y Don Juan reta a su contrincante a enamorar a la prometida de éste en 6 días.

El padre de Don Juan estaba en la escena con un antifaz, al descubrirse, Don Diego se avergüenza de su hijo.

Don Gonzalo, que también estaba en la escena, le dice a Don Juan que no se acerque a su hija Doña Inés.

Tenorio, sin hacer caso, se apuesta a Doña Ana y Doña Inés contra Mejía a ganar o morir.

Entra un alguacil en el bar en el que estaban y se lleva a Don Juan y a Don Luís, ya que ambos habían dicho a sus pajes que delataran al otro.

A Don Luís le paga la fianza su primo y va a avisar a Doña Ana de las intenciones de Don Juan.

También sueltan a Don Juan y éste se dirige a casa de Doña Ana.

Éste soborna a Lucía, que su señora es Doña Ana, para que le dé la llave de la casa.

Don Juan le dio una carta a Brígida para que la leyera Doña Inés.

Mientras leen la carta Don Juan aparece en el convento de Sevilla en el que estaban y Doña Inés se desmaya, éste aprovecha para llevársela.

Don Gonzalo va en busca de la abadesa para avisarla de que Don Juan está en el convento pero cuando van a buscarlos es demasiado tarde.

Don Juan y Brígida llevan a Doña Inés a una casa de Don Juan Tenorio y la mienten diciéndole que tuvieron un incendio en el convento, que éste la salvó

Y que no pueden volver porque está muy lejos y el río Guadalquivir lo impide.

Doña Inés, primero se resistía, pero terminó locamente enamorada de Don Juan.

De repente, aparece Don Luís, que le quiere quitar la vida al Tenorio.

Y seguidamente Don Gonzalo, que aun teniendo una conversación con Don Juan,

éste último termina matando de un pistoletazo al padre de Doña Inés.

Luís Mejía aparece en la escena y también muere por una estocada de su rival.

Llegan los alguaciles a por Don Juan y éste escapa.

Doña Inés reconoce que el cadáver es de su padre, pero no quiere que maten a su amado.

Don Juan Tenorio al volver a España, tras mucho tiempo, se encontró con el palacio convertido en un panteón.

El escultor de aquel panteón le fue explicando quien era quien, pero Don Juan ya lo sabía de sobra.

El Tenorio se sorprende al saber que Doña Inés también murió de dolor por su culpa.

Él queda sólo hablándole a la escultura de su amada y aparece su espíritu.

Le dice que Dios la dejó permiso para esperarle en espíritu y así avisarle de que debe limpiar sus malas acciones.

Don Juan cree que está delirando, llegan Centellas y Avellaneda y los invita a cenar a su casa, y a Don Gonzalo también, para demostrar su valentía.

Al estar cenando tocaron al timbre muchas veces y cada vez más cerca (pero Don Juan se hacía el loco).

Aparece la estatua de Don Gonzalo atravesando la pared y le dice a Don Juan que mañana debe morir.

Éste desaparece, llega la sombra de Doña Inés y le dice que haga caso a su padre.

Avellaneda y Centellas al despertar creen que han sido envenenados por Don Juan. Y Centellas reta a una lucha a Don Juan.

De repente Don Juan sigue en la misma escena pero horrorizada.

Don Gonzalo le prepara un horrible festín con fuego, ceniza y un reloj de arena. Significan la ira, la juventud y poder, y el tiempo de vida que le queda.

Don Juan reconoce que sus crímenes no tienen perdón y Don Gonzalo le dice que Centellas le está matando en ese mismo momento en la puerta de su casa.

Para no ir al infierno recurre a las plegarias, aparece Doña Inés y le salva,

mueren juntos los dos y van al cielo.




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Idioma: castellano
País: España

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