Historia
Doctrina Truman
El 12 de marzo de 1947, el presidente Harry Truman se presento ante una sesión conjunto del congreso para pronunciar uno de los discursos más importantes de la historia norteamericana. Después de trazar la situación de Grecia, pronunció lo que luego se conocería con el nombre de la “Doctrina Truman”, que lanza definitivamente a Estados Unidos a un enfrentamiento total con la Unión Soviética, es decir, a la Guerra Fría. Estados Unidos dijo, “Que sólo podía sobrevivir en un mundo en el cual floreciera la libertad”.
El presidente le pidió al congreso le destinara U$ 400 millones a la ayuda económica y el aprovisionamiento militar de Grecia y Turquía y que autorizara el envío de personal norteamericano para ayudar a la reconstrucción y para suministrarle a sus ejércitos un entrenamiento y una instrucción adecuada. Así, Estados Unidos comenzó con la política de la contención que se concentraba en su naturaleza universal e implicaba un llamamiento a una nueva cruzada anticomunista.
Una serie de antecedentes constituyen lo que es la Doctrina como:
El primero de estos antecedentes es, sin duda, el estado de desorganización, económica y política, en que quedó Europa después de la guerra, y los consiguientes temores, vueltos otra vez al tapete de la actualidad internacional, de su conversión al comunismo. En las primeras elecciones que se celebraban después de la guerra, los partidos comunistas aumentan considerablemente su caudal político, aun más allá de los limites de la clase obrera lo que hace extraordinariamente precaria su permanencia en el bloque occidental. A partir de entonces, la tarea principal no pareció ya preservar la naciente democracia italiana contra el fascismo, sino evitar el auge del comunismo.
Los países de Europa occidental, en tanto, demasiados afectados y desorientados por las consecuencias de la guerra, no marchaban en la reconstrucción con la velocidad requerida y deseada por los norteamericanos, mientras los triunfos políticos de los comunistas se sucedían en Europa. Un negro pesimismo sé hacia sentir entre varios políticos de Estados Unidos, pareciera que la guerra hubiera sido solamente un paréntesis, un terrible paréntesis, en la situación europea.
A estos temores se viene agregar un segundo elemento de tanto peso como el primero: La posibilidad de una nueva crisis lo que en ese momento neurálgico podría tener funestas consecuencia para Norteamérica, es decir, al disminuir el poder de compra de unos de sus grandes mercados, Estados Unidos se encontraba con el grave problema de llegar a una crisis de sobreproducción al no poder colocar sus excedentes. De ahí la necesidad de arbitrar los medios para financiar sus exportaciones, lo que intento hacer, y logro, a través del plan Marshall.
Si a todos estos factores le agregamos la actitud rusa en Europa oriental y que en Estados Unidos fue interpretada como una prueba de las intenciones agresivas de Stalin, y las divergencias que se venían produciendo en Grecia, Turquía, Persia e Irán, zonas en las cuales los norteamericanos tenían grandes inversiones en los yacimientos petrolíferos y en las que Stalin trataba de capitalizar el descontento hacia las potencias occidentales, tendremos una idea más o menos clara del marco politico-social al cual debieron enfrentarse los dirigentes norteamericanos de la época en cuestión.
El enfoque norteamericano de estos vitales problemas se basó en dos suposiciones:
a.- El comunismo Internacional, fiel a su política revolucionaria, intentaría expandirse en tantos puntos como se lo permitiera la fuerza de la oposición norteamericana; y b.- Para evitar una crisis era necesario proveer a la crisis económica de Europa, lo que a su vez servirían de barrera de contención para el hipotético movimiento expansivo ruso.
Como paliativo al primer supuesto se formula por parte del presidente Harry Truman, en sesión conjunta del congreso la llamada “Doctrina Truman” y como paliativo a la segunda situación, se elaboro el “Plan Marshall”.
Principales Puntos de la “Doctrina Truman”
Primero. El esfuerzo expansionista soviético le dejaba pocas opciones a Estados Unidos al margen de adoptar una política tendiente a contrarrestarla. Finalizada la guerra, sin duda hubiera preferido mucho más concentrarse en sus asuntos internos, según lo demostraba claramente la masiva desmovilización posterior a la guerra. Los norteamericanos estaban a punto a liberar sus exigencias reprimidas y pospuestas de bienes de consumo, en la medida de que la industria norteamericana pasaba de la producción propia de los tiempos de guerra a la propia de tiempos de paz. Al no depender de las exportaciones para el crecimiento económico, Estados Unidos no necesitaba de amplios mercados extranjeros; el mercado interno bastaba y en una década Estados Unidos se convirtió en la “sociedad de la abundancia”. El paso del aislacionismo al internacionalismo era producto de la distribución bipolar del poder, en la cual una ventaja de poder o de seguridad de uno tiende a interpretarse como una perdida de poder o seguridad del otro. En la medida de que una parte empuja, el oponente retrocede.
Segundo, el anticomunismo no era el ingrediente principal de la política norteamericana durante la segunda guerra mundial e inmediatamente después de ella. Durante la guerra, Estados Unidos había intentado superar las sospechas del Kremlin respecto de occidente para sentar las bases de la armonía y de la paz de posguerra. Al final de la guerra, la principal preocupación de los encargados de trazar la política norteamericana no era eliminar el auto proclamado comunismo, sino impedir una vuelta completa a la posición histórica de aislacionismo.
Sólo un año y medio después del fin de la segunda guerra mundial se anuncio la Doctrina Truman. La contención se lanzó después que fracasaron múltiples intentos de conciliar diferencias con Moscú y después de constantes presiones, denuncias y difamaciones soviéticas. El comportamiento y las palabras hostiles de los soviéticos, fueron las razones del gradual paso de la política y la opinión pública norteamericanas de la amistad a la enemistad. La política norteamericana no fue producto de una ideología anticomunista virulenta y preexistente; más bien, surgió de la misma preocupación por prevenir que una nación importante alcanzara el dominio de Europa que, en dos ocasiones durante el siglo XX, había llevado a Estados Unidos a la guerra. No era en, lo fundamental, un tema ideológico. En las dos guerras mundiales, el enemigo era Alemania, en la Guerra Fría, el adversario era la Rusia soviética, un régimen radical de izquierda. El accionar norteamericano, sin embargo, siguió siendo el mismo, al margen de la naturaleza ideológica del oponente.
Tercero, el papel del anticomunismo en la política norteamericana consistía, esencialmente, en movilizar el apoyo del Congreso y del público a favor de la política, una vez que ya se había decidido acerca de ella. Una nación que históricamente había condenado la política de la fuerza como inmoral, y como una corrupción del ideal democrático, necesitaba una base moral para su nueva utilización del poder. Truman era consciente del deseo norteamericano de replegarse en el aislacionismo después de la guerra y no estaba seguro de que el público norteamericano estuviera listo para comprometerse en un conflicto potencial. Reconoció la necesidad de “venderle” al público nuevo papel de Estados Unidos en la política exterior, exagerando la amenaza con la que se enfrentaba la nación.
Cuarto, a pesar del universalismo de la Doctrina Truman, su aplicación estaba pensada para ser específica y limitada, no global. Los encargados de trazar la política norteamericana sabían perfectamente bien que Estados Unidos, si bien era una gran potencia, no era omnipotente; en consecuencia, las prioridades nacionales tenían que plantearse cuidadosamente. La contención sólo se implementaría donde pareciera que el estado soviético estaba tendiendo su poder. A pesar de los propósitos democráticos planteados por la Doctrina Truman, su primera aplicación es sobre Grecia y Turquía, ninguna de las cuales era democrática. Su ubicación estratégica se consideraba más importante que su naturaleza interna.
El quinto punto, y quizás el más importante, es la naturaleza contrastante de la expansión norteamericana y la soviética. La unión Soviética, que ya había anexado los estados bálticos, les imponía regímenes comunistas a sus vecinos y apostaba fuerzas en ellos para asegurarse la lealtad de tales estados. Por oposición, Irán, Turquía y Grecia solicitaban la ayuda norteamericana porque temían la presión y la intimidación soviéticas. La expansión soviética significaba la pérdida de su independencia; la expansión norteamericana la garantizaba.
Principales Consecuencias
La Doctrina Truman marca definitivamente las diferencias ideológicas, políticas, sociales y económicas, existente entre las dos principales potencias vencedoras de la segunda guerra mundial, las que se denominaron superpotencias mundiales.
El discurso proclamado por Truman, puso en conocimiento mundial el rechazo norteamericano hacia la política expansionista de Stalin. Lo que hizo a los Estado Unidos a tomar cartas en la situación mundial, considerándose el único capacitado para ayudar a los países afectados tanto por la guerra como por la política soviética. Esta situación provocó un cambio en la política exterior norteamericana, el dejar de lado su papel aislacionista por uno intervencionista.
Al inicio de esta política, denominada de contención, no fue muy valorada por los países europeos, al considerarla poco efectiva. Esta visión cambia con la participación de Estados Unidos en la defensa de Corea del Sur, ante la invasión realizada por Corea del Norte, ayudada por la Unión Soviética. Con esto, la política exterior, tomo un carácter anticomunista y globalizador.
Con el pasar de los años esta política de contención se hizo efectiva en países que se veían afectados por el expansionismo ruso como fue Corea, Vietnam, entre otros.
Otra importante consecuencia, fue que la posición soviética tendió hacerse más rígida, y esta reacción fue visible en dos concreciones: La creación del Cominform y especialmente en la excomunión del régimen yugoeslavo.
Como último, la Doctrina Truman, en su lucha entre el mundo libre y el comunismo y la misión universal de Estados Unidos, cumplió bien con su propósito. En 1950, después de la primera prueba atómica soviética de 1949, años antes de lo que se había esperado, el Consejo de Seguridad Nacional, emitió un informe pintando el carácter generalizado de la amenaza soviética y la posibilidad para 1954 de un ataque atómico soviético contra Estados Unidos. El informe estaba pensado para despertar a los burócratas de la política exterior y alertarlos respecto de la necesidad de un rearme militar tendiente a bloquear los designios soviéticos. Hasta que la guerra de Vietnam, socavó este consenso anticomunista, le sirvió los objetivos de quienes trazaban las políticas; la política de la contención recibió un amplio apoyo público y por parte del congreso, tanto de los demócratas como de los republicanos.
Como complemento a la doctrina se elaboro el “Plan Marshall”, política más localizada de la doctrina y posiblemente la más importante cualitativa y cuantitativamente. Consistía, en esencia, en el otorgamiento de préstamos y ayuda técnica para la reconstrucción de las zonas industriales, lo que elevaría el nivel de vida de esos pueblos, a la vez que permitía salvar con decoro el peligro de una crisis económica en los Estados Unidos, al otorgar los medios para que Europa pagara sus importaciones provenientes de los Estados Unidos. Ello servia también, de muro de contención a un posible intento de socialización del continente europeo.
Intenciones del “Plan Marshall”
Las razones que llevaron a Estados Unidos a tomar esta postura intervencionista fueron varias y pueden tener distintos matices.
Por una parte, el General Marshall explicaba en su discurso sus intenciones de apoyo al desarrollo de la economía y de defensa de la democracia en los países afectados por la devastación de la guerra. Reconoce que este interés en apoyar la reconstrucción de Europa es, en parte, para evitar que una nueva crisis en el concierto internacional afectara otra vez a Estados Unidos, siendo ya conocedores de lo peligroso que esto podría ser para su economía. También hace hincapié en su lucha contra el hambre y la pobreza y en que su propósito no es, ni mucho menos, sacar provecho de tan desastrosa situación.
Dos razones principales que animaron y llevaron a Estados Unidos a comenzar el Plan Marshall fueron:
a.- Evitar que la economía mundial se derrumbara: De sobras eran conocidas las posibles consecuencias que podría tener una nueva crisis de orden mundial. Para ello, puso a disposición de los gobiernos europeos el Plan Marshall. Desde luego, las ayudas no fueron proporcionales, ya que por ejemplo, el Reino Unido recibió unos 7.500 millones de dólares entre donaciones y préstamos, frente a los 5.000 de Francia o los 1.500 de Yugoslavia. No parece que el Reino Unido necesitara tan elevadas cifras, siendo que apenas fueron bombardeadas sus cuidadse, mientras Bélgica e Italia estuvieron en el corazón de la batalla y, aparentemente, esto conlleva a un mayor gasto para llevar a cabo su reconstrucción.
b.- Evitar la expansión comunista por Europa: Como un episodio de la “guerra fría” entre Estados Unidos y la Unión Soviética, las tensiones en Centro- Europa suponían una amenaza para la democracia, el liberalismo y el capitalismo. Estados Unidos temía que la expansión soviética se ampliara más allá de lo acordado en las conferencias. La situación europea no era favorable y su inestabilidad podría haber sido propicia para levantamientos populares de carácter socialista y, por qué no, para una Revolución similar a la rusa. La Unión Soviética no vio con buenos ojos la intervención norteamericana en Europa.
Consecuencias del “Plan Marshall”
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Reconstrucción europea: A pesar de lo complicado que era comenzar de nuevo y crear una sociedad moderna a partir de un montón de ruinas y de una población desolada por la guerra, Europa se ha convertido en una potencia muy importante de nuevo. Para mantener este crecimiento, y aumentarlo, se creo la Unión Europea (U.E) que propone la unión económica, social y política a medio-largo plazo, para hacer frente dc forma más segura al poder que Estados Unidos mantiene en todos los ámbitos.
La Europa de ahora no tiene nada que ver con la de la posguerra. Europa se ha modernizado y ha alcanzado un nivel de vida impresionante si la comparamos con hace 50 años. Estas mejoras han sido gracias a la ayuda norteamericana.
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Hegemonía de Estados Unidos y dependencia del resto del mundo: La influencia de Norteamérica se puede notar en cualquier ámbito. En el plano cultural, el inglés se declara como segundo idioma por excelencia entre la población de habla no inglesa. Nuestra vida social también ha cambiado. Y no olvidemos el campo de las tecnologías, donde inventos y empresas norteamericanas copan el mercado.
Harry S. Truman
Político norteamericano, trigésimo tercer presidente de Estados Unidos entre los periodos 1945- 1949 y 1949- 1953.
Truman nació en Lamar (Missouri) el 8 de mayo de 1884. Luchó durante la primera guerra mundial en Francia. En 1922 participó en la política local como miembro del partido demócrata y fue nombrado juez del condado de Jackson. Consiguió llegar a senador en 1934, cargo que desde el que apoyo firmemente la aplicación del New Deal, el presidente Roosvelt para el cargo de vicepresidente en 1944.
Tras la muerte de Roosvelt, Truman lo sucedió. Iniciador de la política internacional para contener al comunismo que dio origen a la Guerra Fría. Una de sus primeras decisiones fue ordenar el lanzamiento de bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.
Truman no tuvo dificultad en continuar la estrategia de cooperación con la Unión Soviética durante la segunda Guerra Mundial, pero no estuvo dispuesto a permitir que Stalin creara un área de influencia soviética en la Europa del Este, por lo que a comienzos de 1947 planteó una nueva política exterior. Recibió el nombre de “Política de Contención” y tuvo por objetivo bloquear la expansión del comunismo en cualquier parte del mundo. El “Plan Marshall” y la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), fueron las más sobresalientes manifestaciones de esa política, que llevo a Estados Unidos a desempeñar un papel de líder mundial.
Su gobierno creó el Consejo Nacional de Seguridad y la Central Intelligence Agency (CIA), órgano independiente del departamento de estado y del congreso.
Truman fue un presidente muy criticado durante su gestión, especialmente cuando se le comparaba con Franklin D, Roosevelt y los logros obtenidos por este durantes los 12 años que estuvo en la Casa Blanca. Las criticas contra Truman se centraron en su conducción de la política exterior en la falta de decisión y liderazgo. Sin embargo, el presidente dio eficientes pruebas de hábil político, hombre de decisiones que para muchos fue un mandatario muy simpático, honesto, abierto y muy peleador.
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