• Catastrofismo: Los fenómenos geológicos, como la formación de montañas o la presencia en ellas de fósiles marinos, se explicaban desde un punto de vista catastrofista.

Las transformaciones de la superficie terrestre eran consecuencia de grandes catástrofes que ocurren de forma casi instantánea, como terremotos, erupciones volcánicas o inundaciones.

• Gradualismo: En 1778, J. Hutton desarrolla la hipótesis gradualista y afirma que la labor de la naturaleza es uniforme y constante a lo largo del tiempo y que los grandes cambios en la superficie terrestre no son más que la suma de pequeños cambios durante largos períodos de tiempo. Introduce la escala de tiempo geológico, tiempo en millones de años.

• Expansión oceánica: Harry Hess, en 1960, y Robert Dietz, en 1961, sugirieron que el suelo oceánico se expande desde el eje de la dorsal, por donde surgen rocas magmáticas y se forma nueva corteza oceánica que se desplaza en sentidos opuestos a ambos lados de la dorsal oceánica.

En 1963, Vine y Matthews identificaron líneas de magnetismo de distinta polaridad a ambos lados de la dorsal, lo que probaba que el campo magnético terrestre sufre inversiones, y al mismo tiempo demostraba la expansión oceánica. La simetría en las inversiones a ambos lados de la dorsal se debe a la creación de los fondos oceánicos en las mismas y su desplazamiento se produce por empuje de nuevos magmas a ambos lados del eje.

• Tectónica de placas: Es una teoría movilista nacida en 1967, que afirma que la parte rígida superficial de la Tierra, la litosfera, está dividida en fragmentos o placas de gran extensión y profundidad variable (entre 50 y 150 Km.) que se desplazan sobre la astenosfera y que interaccionan en sus bordes.

Formando parte de algunas placas se encuentran los continentes, que se desplazan junto a la placa que los soporta. Las placas se renuevan a lo largo de las dorsales oceánicas, donde se crea litosfera oceánica a partir de material fundido procedente del manto, tal como proponía la teoría de la expansión oceánica, y se destruye litosfera oceánica en otras zonas, donde se integra de nuevo el manto. A estas zonas se las llama de subducción.

Coinciden las corrientes descendentes de las dos células convectivas: la litosfera se hunde fundiéndose con la astenosfera. Una placa se desliza por debajo de la otra, lo que se conoce como subducción. La dirección de ambas placas es convergente y se destruye la litosfera antigua. El resultado es la formación de una fosa oceánica.
Cuando se produce la subducción de una placa por debajo de la otra, a parte de la fosa, se produce la fusión de parte de la litosfera, lo que origina un arco de islas volcánicas.

Es un punto o zona de alta actividad dentro de un área mayor de baja actividad.

La teoría de la tectónica de placas estudia y explica de manera global fenómenos geológicos que antes se estudiaban por separado: vulcanismo, terremotos, plegamientos, orogénesis, etc. Las zonas activas de la Tierra se corresponden con los límites de la placa, aunque también existe actividad en zonas de intraplaca.

• La existencia de una gran cordillera submarina denominada dorsal.

• Las rocas del centro del océano eran más jóvenes que las más cercanas a los continentes.

• Los focos de los terremotos se localizaban en el centro de la dorsal.

• La dorsal Atlántica no era única, sino que representaba una pequeña parte de las dorsales submarinas que recorren los océanos con una longitud de más de 60.000 Km.

Las líneas de magnetismo de distinta polaridad se deben al campo magnético terrestre.

Las bandas cambian su polaridad debido a las inversiones que sufre el campo magnético terrestre.