Religión y Creencias
Diferentes formas de religiosidad
COLEGIO CIENCIAS Y LETRAS DE TEPIC
MONOGRAFIA
TRASCENDENCIA
TEPIC, NAY. DICIEMBRE 2006
COLEGIO CIENCIAS Y LETRAS DE TEPIC
MONOGRAFIA
TRASCENDENCIA
TEPIC, NAY. DICIEMBRE 2006
INDICE
INTRODUCCION……………………………………………………………………………………………………………… | 06 |
OBJETIVOS…………………………………………………………………………………………………………….......… |
07 |
ATEISMO…………………………………………………………………………………………………………………………. | 08 |
Lo que el ateísmo no es | |
Ateísmo fuerte y débil | |
Historia del ateísmo | |
3.3.1 Persecución | |
3.3.2 Renacimiento y actualidad | |
3.4 Bases del pensamiento ateo | |
3.4.1 Moralidad y filosofía | |
3.5 Estadísticas | |
3.6 Ateos célebres | |
3.6.1 Ateos reconocidos del pasado | |
4. AGNOSTISISMO………………………………………………………………………………………………………………. | 15 |
4.1 Variaciones y tipos de agnosticismo | |
4.2 Algunas opiniones filosóficas | |
4.2.1 Thomas Henry Huxley | |
4.2.2 Charles Darwin | |
4.2.3 Bertrand Russell | |
5. BUDISMO…………………………………………………………………………………………………………………………. | 19 |
5.1 Movimientos y escuelas | |
5.1.1 Vehículos | |
5.1.2 Escuelas filosóficas | |
5.1.3 Principales ramas del budismo | |
5.2 Escrituras sagradas o cánones | |
6. BRAHMA…………………………………………………………………………………………………………………………… | 23 |
7. SAN PABLO, APÓSTOL…………………………………………………………………………………………………….. | 24 |
8. CONFUCIO………………………………………………………………………………………………………………………… | 27 |
9. RELIGIONES DEL ORIENTE……………………………………………………………………………………………… | 29 |
9.1 Hinduismo | |
9.2 Judaísmo | |
9.3 Islamismo | |
9.4 Budismo | |
10. BIBLIOGRAFIA.…………………………………………………………………..………………………………….…….. | 35 |
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INTRODUCCION
Esta investigación ha sido realizada con el fin de conocer la pluralidad del mundo actual, y la gran variedad de culturas que predominan en la mente de los seres humanos que producen como consecuencia la creación de doctrinas o pensamientos teológicos que influyen en nuestra manera de ser, de pensar y de vivir, y la gran variedad de religiones que existen actualmente es debido a la diversidad de creencias que rigen ahora en el mundo.
Se exploraran doctrinas del medio oriente y occidente, analizando sus puntos de vista y conociendo un poco de su historia para así poder comprender en que se basan y como han perdurado a través de los años.
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OBJETIVOS
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Analizar como todo pensamiento profundo desemboca en la trascendencia
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Mostrar que el ser humano plantea inevitables preguntas ultimas en torno a lo que trasciende
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Examinar las relaciones fe-razón
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Analizar la religión que hay en las religiones
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Conocer mejor las grandes religiones
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ATEÍSMO
El ateísmo es la no creencia en divinidades. El término proviene del adjetivo griego (azeós) que significaba `sin dios' (o sea, carente de la creencia en Dios); siendo a la partícula negativa `no' o `sin' y zeós: `dios' (literalmente Zeus).
Lo que el ateísmo no es
El no creer en un Dios en particular pero creer en alguna fuerza mágica que une todo el universo, no es ateísmo.
Algunas religiones que niegan la existencia de Dios, como el budismo no son ateas ya que contienen en sus doctrinas algunos elementos sobrenaturales, como la creencia en la reencarnación.
El ateísmo no es una religión. El ateo, en general, ha pasado por un proceso de cuestionamiento, investigación y recopilación de respuestas, que lo llevan a afirmar que las entidades metafísicas o sobrenaturales no existen, y que las diversas manifestaciones «extrañas» del universo tienen una explicación racional (incluso si ésta aún no se ha encontrado).
Ateísmo fuerte y débil
El ateísmo débil o escéptico es una variedad de ateísmo en la que se afirma que la existencia de uno o más dioses es dudosa, improbable o insuficientemente demostrada. Esa vertiente corresponde a la ausencia de creencia en la existencia de divinidades y puede ser mejor comprendida cuando se la compara con el ateísmo fuerte. También se lo conoce como ateísmo negativo (en contraposición al positivo) o ateísmo implícito (en contraposición al explícito). Se llama ateo escéptico en el sentido de que, sin pruebas, no puede creer ni siquiera en el ateísmo fuerte.
Cuando los teístas afirman que Dios existe, el ateo escéptico no afirma lo contrario, pero se niega a adherir a la afirmación del teísta.
Algunos ateos escépticos no tienen una opinión del todo formada sobre el tema, ya sea por no haber pensado mucho al respecto, o porque los argumentos y pruebas presentados tanto a favor como en contra de la existencia de los dioses le parecen igualmente poco persuasivos.
También existe un tipo de ateo que no cree en Dios, pero no por una búsqueda racional de respuestas sino debido a problemas personales (que generaron la pérdida de su fe en Dios).
Otros ateos escépticos, después de reflexionar sobre los argumentos y pruebas, pueden incluso encontrar improbable que existan divinidades, pero no están dispuestos a afirmar con certeza que no existen. Pueden encontrar que es imposible probar una negación, y que por lo tanto los adeptos del ateísmo fuerte no estarían libres de la carga de la prueba, o sea que deberían probar su punto de vista (tanto como lo deberían los teístas).
Los usuarios del término ateísmo escéptico generalmente utilizan una definición bastante amplia del ateísmo, algo como «ausencia de creencia en dioses»; eso incluiría en la definición una serie de visiones que pasan por la no creencia, la descreencia, la duda o la negación del teísmo.
Por otro lado, también es muy común una definición más restringida de conceptúa al ateísmo como la «negación de la existencia de dioses». Los que adoptan esa postura (ateísmo fuerte) prefieren denominar «agnósticos» o «escépticos» a los que no creen en el teísmo pero no lo niegan cabalmente.
Cualquier afirmación o idea, si no fuera bien fundamentada, podría ser considerada como «basada en la fe». Un ateo fuerte podría perfectamente afirmar que cree que los dioses no existen sin tener ningún argumento racional que fundamente tal afirmación. En ese sentido, el ateísmo fuerte no es del todo incompatible con la fe.
Algunos teístas van más lejos y argumentan que la práctica del ateísmo fuerte requiere naturalmente de fe, ya que los ateos fuertes tienen fe en la no existencia de Dios. Pero tal afirmación no podría ser aplicada a un ateo escéptico, ya que éste no afirma que las creencias teístas sean necesariamente falsas. El argumento estaría dirigido sólo a los ateos fuertes, que niegan activamente cualquier posibilidad de existencia de la divinidad.
Para muchos agnósticos y ateos escépticos, tanto el teísta como el ateo fuerte estarían basando sus afirmaciones en la fe, y no en el conocimiento.
Mientras tanto no debemos confundir ateísmo con escepticismo. Un escéptico, que duda y cuestiona la existencia de Dios, puede ser llevado racionalmente a encontrar más probable la existencia de Dios que su no existencia. Incluso algunas religiones denominadas como teístas tienen como base un escepticismo filosófico.
De la misma manera un ateo fuerte puede haber llegado a su posición atea, no por la duda o el cuestionamiento, sino por la creencia en el materialismo. Sería un ateo fuerte, pero no necesariamente un escéptico.
Los ateos suelen confiar en tesis racionalistas para negar lo que explican las religiones, pero otros ateos dicen que no hay que explicar nada: la carga de la prueba cae sobre quien afirma la existencia de algo.
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Ateísmo fuerte: la existencia de Dios es imposible; tengo la seguridad de que no existe.
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Ateísmo débil: no hay evidencia de la existencia de un Dios; incluso podría ser que existiera, pero me parece poco probable.
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Agnosticismo: la existencia de Dios no es relevante y/o es insondable; puedo optar por creer (o no) en Dios a través de la fe.
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Escepticismo: todo conocimento debe ser bien fundamentado y criterioso para poder diferenciarse de las meras opiniones.
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Deísmo: la razón es la vía capaz de mostrarnos a Dios creador; no acepto la idea de la revelación divina que está presente en las religiones organizadas.
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Panteísmo: Dios es la suma de todo lo que existe: la materia y la naturaleza son divinas. O bien sólo Dios es real: el mundo es sólo una emanación de la divinidad.
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Teísmo: creo en un Dios absoluto y trascendental que actúa en el mundo a través de su providencia y lo mantiene.
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Apuesta de Pascal: me conviene creer en Dios, porque si creo en Él y finalmente no existe, cuando yo muera no sucederá nada. En cambio si no creo en Dios y éste existe, cuando yo muera me enviará al infierno.
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Historia del ateísmo
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Persecución
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Renacimiento y actualidad
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Bases del pensamiento ateo
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Moralidad y filosofía
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Estadísticas
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Ateos célebres
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Ateos reconocidos del pasado
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Demócrito de Abdera (460-370 a.C., filósofo griego, discípulo de Leucipo.
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Charvaka, filósofo indio fundador de una escuela de filosofía abiertamente atea y empírica (que tuvo seguidores por lo menos hasta 1578).
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Denis Diderot (1713-1784), escritor y enciclopedista francés.
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Arthur Schopenhauer (1788-1860), filósofo alemán.
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Heinrich Heine (1797-1856), filósofo alemán.
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Auguste Comte (1798-1857), filósofo francés, fundador del positivismo
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Ludwig Feuerbach (1804-1872), filósofo alemán («la religión sólo se justifica si satisface una necesidad psicológica»)
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Mijaíl Bakunin (1814-1876), revolucionario y anarquista ruso.
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Karl Marx (1818-1863), filósofo alemán creador del socialismo científico.
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Friedrich Engels (1820-1895), filósofo alemán, compañero de Marx.
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Ernst Haeckel (1834-1919), filósofo y biólogo que popularizó en el darwinismo en Alemania.
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Ernst Mach (1838-1916), físico y filósofo checo-austriaco.
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Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo, poeta y filólogo alemán.
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John Dewey (1859-1952), filósofo, psicólogo y educador progresista estadounidense.
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Douglas Adams, filósofo.
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Sigmund Freud (1856-1939), creador del psicoanálisis.
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Lenin (1870-1924), político ruso.
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AGNOSTICISMO
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Variaciones y tipos de agnosticismo
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Agnosticismo débil: se considera una opción personal. Es la persona que afirma que no tiene conocimiento o certeza sobre la realidad superior.
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Agnosticismo fuerte: es una afirmación categórica sobre el conocimiento de realidades superiores indicando que estas no son cognoscibles, y que los seres humanos no están equipados para descubrir la existencia de tales realidades o para probar su inexistencia.
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agnosticismo apático: conocido también como ignosticismo o apateísmo es la visión de que las realidades superiores, aún de existir, no cambian en nada a la condición humana y por lo tanto las religiones son irrelevantes o accesorias.
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Algunas opiniones filosóficas
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Thomas Henry Huxley
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Charles Darwin
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Bertrand Russell
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BUDISMO
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Movimientos y escuelas
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Vehículos
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Escuelas filosóficas
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La escuela Madhyamaka o "camino del medio" tiene su base en los desarrollos del filósofo y maestro indio Nagarjuna en el siglo II (d.C.). Postula la indagación de la verdad evitando los opuestos mediante el hallazgo de un camino medio.
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La escuela Yogacara o "sólo conciencia" surge por los desarrollos de los maestros y además hermanos, Asanga y Vashubandhu en el siglo IV (d.C.). Postula la identificación entre realidad y mente individual para evitar el dualismo.
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Principales ramas del budismo
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Escrituras sagradas o canones
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Vinaya : colección de textos concerniente a las reglas de conducta de laicos y monjes, con historias a propósito de cada norma y soluciones a los problemas explicadas por Buda.
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Sutra : Discursos atribuidos al Buda y a unos pocos de sus discípulos, con enseñanzas y prácticas. Los Sutras del budismo Theravada han intentado recoger la tradición oral presente en la India en los siglos siguientes al Nirvana de Buda. En el Mahayana, nuevos Sutras se iran añadiendo con el transcurrir del siglos en base a una consideración distinta sobre el Buda.
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Abhidharma : colección de textos que subrayan la filosofía subyacente en los Sutras. Es una parte analítica, muy densa y eminentemente filosófica.
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BRAHMA
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SAN PABLO, APÓSTOL
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CONFUCIO
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RELIGIONES DEL ORIENTE
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Hinduismo
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Judaísmo
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Islamismo
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Budismo
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BIBLIOGRAFIA
No ha existido ningún periodo cultural donde todas las personas compartieran su creencia en dioses o fuerzas sobrenaturales (su modelo del mundo). Las opiniones religiosas han tenido generalmente una posición fuerte en sus sociedades y sus oponentes no han tenido siempre la oportunidad de expresar sus puntos de vista en público. Por ello es raro encontrar puntos de vista ateos en la historia oficial.
En la antigua Grecia vivieron muchos filósofos ateos que no aprobaban la religión que dominaba su propia sociedad. La mayoría tenía un modelo materialista, según el cual todas las cosas en su origen son materiales, e incluso los fenómenos «espirituales» tienen base material, por lo que no es necesario ningún dios.
En el siglo V antes de nuestra era, el término «ateo» adquirió un significado adicional, expresando una falta total de relación con los dioses, esto es `negadora de los dioses, incrédula, irreligiosa, antirreligiosa, sacrílega', con una connotación más parecida a nuestro término actual `impío'. Un término menos peyorativo en esa época (que equivaldría a nuestro actual `ateo') era asebs.
Los primeros pensadores que negaron la existencia de los dioses («ateísmo teórico»), fueron algunos sofistas griegos, siendo el primero Protágoras (quien fue exiliado de Atenas por ateo), también Diágoras de Mileto y Crizias. Se puede hablar de «ateísmo práctico» en filósofos como Demócrito (460-370 a.C, que fue el primero en pensar que la realidad estaba compuesta por átomos y vacío) y conocidos materialistas como Epicuro (341-270 a.C.) y su seguidor romano Lucrecio (98-55 a.C), que aunque no negaban explícitamente la existencia de las divinidades, sostenían que no tendrían ninguna interacción con las actividades humanas.
Como sustantivo abstracto, existía también atheots (`ateísmo'). El escritor y político romano Cicerón (106-43 a.C) transcribió azeós al latín atheus. En las discusiones entre cristianos y «paganos» (desde el siglo II de nuestra era), cada grupo atribuía el término azéoi a su enemigo.
La Edad Media fue bastante negativa a las opiniones ateas, y la crítica a la religión dominante se castigaba duramente, muchas veces con la muerte. (Ver Santa Inquisición.) Por ello no se han documentado casos significativos de ateísmo en esa época.
En la Europa medieval e incluso hasta el siglo XVIII, el ateísmo fue considerado inmoral y generalmente criminal. Los ateos podían ser condenados a la hoguera especialmente en los países donde operaba la Inquisición católica.
Mientras que los protestantes y muchos otros sufrían discriminación y persecución por parte de la Iglesia Católica dominante, Juan Calvino (1509-1564, creador del calvinismo) estaba a favor de quemar a los ateos y herejes.
Los cazadores de brujas y la Inquisición estaban más que dispuestos a torturar y ejecutar a los que consideraban ateos o brujas... o no necesariamente.
En algunas culturas, promocionar el ateísmo ha sido criminalizado, e incluso hoy en día muchos países europeos occidentales como Alemania y España tienen leyes que persiguen las blasfemias, aunque rara vez se llevan a la práctica. Muchos teístas consideran que los que no creen en un dios son inmorales, amorales o no aptos como dignos miembros de la sociedad.
Las escrituras de muchas religiones contienen denuncias contra los no creyentes, como ocurre en Segunda Epístola a los Tesalonicenses 1.6-9 (en el Nuevo Testamento de la Biblia).
El materialismo y la resistencia a la iglesia fue la marca del humanismo renacentista (1400-1500). La visión atea reaparece recién en algunos filósofos renacentistas, como Pietro Pomponazzi.
En el idioma inglés, el término ateísmo (atheism) fue el resultado de la adopción del francés athéisme en 1587 aproximadamente), la cual a su vez proviene de athée. Luego de la palabra ateísmo se crearon las palabras deísta (1621, en inglés) y teísta (1662, en inglés).
El ateísmo tuvo una relevante difusión durante la era de la Ilustración (1688-1789), con el barón Paul d'Holbach y Julien Offray de La Mettrie.
También es importante la figura de Jean Meslier, sacerdote católico de la parroquia de Etrèpigny (cerca de Mézières, Ardenne, Francia). Después de haber trabajado durante unos 40 años con diligencia e insospechable apariencia de fe, al morir en 1729 dejó dos sorprendentes cartas y una gran obra de cerca de 3500 páginas impresas con argumentos contra la existencia de Dios.
Los desarrollos de la física y de la matemática condujeron también a abrir un debate acerca del determinismo (Laplace, 1749-1827).
La situación empezó a liberalizarse recién el 1700. Entre otros, Denis Diderot observó que el mundo se podía explicar sin ninguna hipótesis divina.
En el siglo XIX la popularidad del ateísmo aumentó muchísimo debido a la ausencia de pena de muerte por ateísmo y también a los descubrimientos científicos de la biología (especialmente de la teoría de la evolución de Charles Darwin), de la antropología y de la idea de la posibilidad de dominar la naturaleza, que derivó de la revolución industrial.
El ateísmo fue desarrollado por filósofos de la izquierda hegeliana como Ludwig Feuerbach y se volvió el aspecto básico del materialismo dialéctico de los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels (quienes fundaron su opinión materialista en Demócrito y Epicuro), así como del positivismo de Auguste Comte y Félix Le Dantec.
Max Stirner (seudónimo de Johann Kaspar Schmidt, contemporáneo de Marx) publica en 1845 Lo único y su propiedad, obra que será idolatrada y odiada, en la cual con un ateísmo sin medias tintas critica a Feuerbach, Bauer y a los comunistas, hace tabla rasa de toda la filosofía precedente y de los fantasmas de la irracionalidad, propugnando un extremo individualismo y adoptando incluso el propio término egoísmo. Stirner fue a veces definido como profeta de los anarquistas, de los fascistas, de los libertarios. El mismo Friedrich Nietzsche estaba atraído a la obra de Stirner, tanto que temía ser acusado de plagio. También se recuerda el ateísmo de Arthur Schopenhauer (1788-1860), que algunos definen como «el ateísmo de la desesperación».
En el siglo XX, el ateísmo se volvió la posición ideológica más común entre científicos, racionalistas y humanistas.
Después las opiniones ateas han tenido el apoyo en filósofos y científicos. Famosos ateos del siglo XX fueron el novelista Albert Camús,la filósofa y novelista Ayn Rand el filósofo Jean-Paul Sartre y el matemático y filósofo Bertrand Russell.
El ateísmo es apoyado tanto por hechos comprobados científicamente como por las incongruencias de la fe religiosa. En su crítica a las creencias, los ateos por ejemplo señalan la antropomorfía de los dioses, es decir a sus características humanas, como ser la capacidad de pensar y comunicarse. También el hecho de que el hombre es el punto central de la creación divina, demuestra ser un signo del egocentrismo humano.
Un ateo no cree en fenómenos sobrenaturales y tampoco en ninguna fuerza inexplicable que gobierne el mundo. Dice que el mundo se puede explicar con ayuda de la investigación científica y el razonamiento lógico. La escasez en la capacidad de observación y de la inteligencia colocan límites al entendimiento de la realidad, pero eso no es ninguna prueba de que lo sobrenatural exista.
También dentro del ateísmo hay diferencias de opinión. Entre los principales sectores tenemos al ateísmo científico y al ateísmo filosófico. El primero se basa en el método científico. Muchos de los representantes del ateísmo-filosófico pueden llamarse agnósticos, ya que dicen que las personas no tienen ningún motivo para creer en dios, ya que no existe información válida que apoye ese pensamiento.
La naturaleza sociopolítica del ateísmo se refleja en la ideología marxista. Según esta, la religión es dañina, porque mantiene una imagen del mundo equivocada, y las estructuras sociales están construidas en esa imagen equivocada. Ateos que no pertenecen a ninguna de esas ideas representan el ateísmo personal (ateísmo psíquico) y se declaran neutrales a la creencia de dios, dicen que no es una necesidad para el desarrollo psíquico de las personas. Este ateísmo práctico es el que empieza a ser el más común en la cultura occidental.
El ateísmo no prescribe ningún código ético concreto: se limita a ser la no creencia en dioses. Muchos ateos, sin embargo, están involucrados en escuelas de pensamiento como el humanismo secular, el universismo, el racionalismo y la filosofía objetivista.
Ser ateo no es ser inmoral. Para un ateo la moralidad no se basa en preceptos axiomáticos, de revelación divina. Se basa en la búsqueda del bienestar humano, como individuo y como sociedad, y en la racionalidad adquirida sólo a través del conocimiento.
La mayoría de las religiones incluyen un código ético (por ejemplo, los Diez Mandamientos) y enseñan que la moral proviene en última instancia de sus dioses. Muchos seguidores, por tanto, creen que el no creer como lo hacen ellos implica no tener moral; o incluso si creen en unos dioses que les protegen, en su caso, que los no creyentes estarán desprotegidos y a merced de la influencia corrompedora de los agentes del mal como Satán.
Casi todos los ateos niegan categóricamente la acusación de que son amorales: sostienen que seguir la moral de su propia conciencia es en la práctica más moral que lo que ha ocurrido históricamente como resultado del seguimiento de dictámenes religiosos. Existen numerosos ejemplos de códigos éticos ateos, como el código ético del humanismo secular. Muchas ONGs son ampliamente consideradas morales, aunque no sean religiosas, como Oxfam y Médicos Sin Fronteras.
Los ateos (y también algunos teístas) consideran que la moral no requiere una religión.
En 1914, James H. Leuba publicó que el 58% de 1000 científicos estadounidenses expresaron «escepticismo o duda en la existencia de Dios». El estudio se repitió en 1996, y produjo un porcentaje similar de 61 % (en cambio entre los científicos de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. ese número es de 93 %, según la revista Nature, n.º 386, pág. 435-436).
Según el Britannica Book of Year, en 1994 en el mundo había 1154 millones de ateos y agnósticos. La World Christian Encyclopedia anunció que en el año 2000 había 262 millones de ateos y 1071 millones de agnósticos. Según la obra de J. Baubérot (dir.), Religion et laïcité dans l'Europe ('religión y lacismo en Europa') un cuarto de la población europea sería «no religiosa». El 5% de los europeos serían ateos convencidos.
Una encuesta (publicada en diciembre de 2004) en 21 países sobre un universo de 21.000 personas ofrece que un 25 % de los europeos del oeste se dicen ateos contra un 12 % en los países de Europa central y oriental. Otras encuestas arrojan el resultado de que el 49% de que son ateos los checos y el 41% de los habitantes de Países Bajos.
El agnosticismo (del griego a = no y gnosis = conocimiento) es una postura religiosa de acuerdo a la cual la existencia o no de un dios o una mitología de deidades, es desconocida y por lo mismo irrelevante.
EL PROFESOR T. H. HUXLEY introdujo la palabra agnóstico en 1869 en el círculo de la ahora inexistente Sociedad Metafísica. Escribiendo un tiempo más tarde, dijo: <<Cuando llegué a la madurez intelectual y comencé a preguntarme a mí mismo si yo era ateo, o teísta, panteísta, materialista, idealista, cristiano, o librepensador, encontré que cuanto más aprendía y reflexionaba, tanto menos seguro me sentía sobre la respuesta, hasta que por fin llegué a la conclusión de que no tenía nada que ver con ninguna de estas denominaciones, excepto con la última. La mayoría de esta buena gente... estaban bien seguros de que habían experimentado una cierta "gnosis", y que habían, de una manera más o menos satisfactoria, solucionado el problema de la existencia; en cambio, yo estaba bien seguro de que no había alcanzado esto, y tenía una convicción bastante intensa de que el problema era irresoluble. ... La mayoría de mis colegas en la Sociedad Metafísica eran -istas de uno u otro tipo... por lo cual medité e inventé lo que concebí como el título apropiado de agnóstico. Me vino a la mente como algo sugerentemente antitético de los "gnósticos" de la historia de la iglesia, que profesaban conocer tanto sobre las mismas cosas que yo ignoraba; y aproveché la primera ocasión para exponerlo a nuestra Sociedad. Y para gran satisfacción mía, el término fue aceptado.>>
Él definió a un agnóstico como alguien que niega tanto el ateísmo como el teísmo, y cree que la cuestión de si existe un poder superior es indeterminable e irresoluble. Otra forma de decirlo es que un agnóstico es alguien que cree que no sabemos ni podemos saber con certeza si Dios existe.
Sin embargo desde entonces el término agnóstico ha sido también usado para describir a aquellos que no creen que la cuestión sea intrínsecamente incognoscible, sino que creen que la evidencia a favor o en contra de Dios es no concluyente, y por lo tanto están indecisos sobre el tema.
En general los agnósticos consideran que las religiones, si bien no son una parte esencial de la condición humana, sí lo es de la cultura y de la historia humana.
Quienes profesan agnosticismo no son necesariamente antirreligiosos, siendo respetuosos de todas las creencias que proceden de una reflexión individual y honesta, y no de un interés egoísta, de la desesperación o de la presión del entorno. El agnóstico entiende la fe sólo como una opción personal de cada individuo, que él no comparte.
El agnóstico suele separar las posturas religiosas entre "conocer" y "creer". De esta forma una persona religiosa se distingue de un ateo por el hecho de que el religioso "cree" y el ateo "no cree". El agnóstico se separa de estas posturas indicando que unos y otros (religiosos y ateos) afirman un nivel de conocimiento sobre la realidad superior que el agnóstico no comparte.
Muchas personas afirman que no se puede hacer esta separación: que la afirmación "creo en Dios" implica "conozco que Dios existe".
Algunas variantes del agnosticismo incluyen:
Entre los más famosos agnósticos (en el sentido original) se encuentran Thomas Henry Huxley, Charles Darwin y Bertrand Russell. A partir de los trabajos de David Hume, especialmente Dialogues Concerning Natural Religion (Diálogos con respecto a la religión natural), se piensa que él era agnóstico, aunque es un tema que sigue en debate.
La posición agnóstica se vuelve permanente en varios filósofos post-kantianos, que mantienen que la razón que pretende hablar de lo incondicionado cae en contradicción, tanto para demostrar la existencia como para negarla.
Las posturas agnósticas son tan antiguas como el escepticismo filosófico, pero el término «agnosticismo» fue acuñado por el biólogo Thomas Henry Huxley (padre del conocido novelista inglés Aldous Huxley) en una reunión de la Sociedad Metafísica en 1869. En ella definió a los agnósticos como a las personas que niegan tanto el ateísmo como el teísmo y que aseguran que no es posible hallar respuesta a la duda metafísica de la existencia de un poder superior o Dios. En una carta a un amigo escribe:
Yo no afirmo ni niego la inmortalidad del hombre. No veo razón para creer en ella pero tampoco tengo ningún medio para desaprobarla. No tengo objeciones a priori a esa doctrina. Nadie que tenga que lidiar día a día con la naturaleza puede meterse en el brete de las dificultades a priori. Dame alguna evidencia que justifique mi creencia en cualquier cosa y yo creeré. ¿Y cómo no habría de creer? No sería más maravilloso que la conservación de la energía o la indestructibilidad de la materia. [...]
No tiene sentido que me hables de analogías y probabilidades. Yo sé a qué me refiero cuando digo que creo en la ley de los cuadrados inversos, y no basaré mi vida y mis esperanzas en alguna convicción más débil.
(Huxley, en carta a Charles Kingsley del 23 de septiembre de 1860)
Desde entonces el término 'agnóstico' también ha sido usado para designar aquella persona que, aunque no considera que sea incognoscible la existencia de Dios, cree que las evidencias a favor y en contra de la existencia de una deidad no resultan concluyentes, por lo que se muestra indecisa sobre el tema.
Por naturaleza tengo la antipatía más grande posible contra el ateísmo. Y sin embargo sé que yo —a pesar de mí mismo— soy exactamente lo que un cristiano llamaría un ateo. No puedo ver ni una sombra de evidencia acerca de que lo desconocido que se esconde tras los fenómenos del universo tenga algo que ver con nuestra relación con un Padre que nos ama y nos cuida, como dicen los cristianos. Así que con respecto a los demás dogmas cristianos —como la inmortalidad del alma y el castigo y recompensa futuros— qué voy a objetar yo —que me siento compelido a creer en la inmortalidad de lo que llamamos materia y energía y a creer en un inconfundible estado actual de castigos y recompensas por nuestras acciones— qué voy a objetar contra esas doctrinas. Dame una pizca de evidencia y estoy listo para saltar a tu lado.
(Huxley, en carta a Charles Kingsley del 6 de mayo de 1863)
Se considera que el agnosticismo de Huxley es una consecuencia natural de las condiciones intelectuales y filosóficas de 1860, en que la intolerancia religiosa estaba tratando de impedir los descubrimientos científicos que parecían chocar contra una lectura literal de la Biblia (en especial del libro del Génesis) y otras doctrinas cristianas establecidas. Sin embargo el agnosticismo no se debe confundir con el deísmo, el panteísmo u otras formas científicas positivistas de teísmo.
En temas intelectuales, sigue tu razón tanto como puedas, sin tener ningún otro tipo de consideración. Y negativamente: en temas intelectuales, no pretendas que es cierta ninguna conclusión que no haya sido demostrada o sea demostrable.
(Huxley, Agnosticismo, 1889)
Es importante no confundir agnóstico (que niega la demostración racional de la existencia de Dios, puesto que es un acto de fe o una opción personal) con deísta, que opina que la existencia de Dios es demostrable desde la razón.
En 1879, cuando Darwin estaba escribiendo su autobiografía, le llegó una carta preguntándole si él creía en el dios Yahvé, y si el teísmo y la evolución eran compatibles. Él replicó que un hombre puede ser un ardiente teísta y un evolucionista», citando como ejemplos a Charles Kingsley y Asa Gray; con respecto a él, dijo que «nunca había sido ateo en el sentido de negar la existencia de un Dios». Agregó: «Creo que en general (y más cuanto más viejo me hago) aunque no siempre, creo que “agnóstico” sería una descripción correcta de mi pensamiento».
El jueves 28 de septiembre de 1881 Darwin recibió la visita de dos conocidos ateos, el Dr. Ludwig Büchner y Edward Aveling (quien más tarde sería pareja de Eleanor Marx). Estaba presente el hijo de Darwin Frank, y la esposa de Darwin Emma había invitado a su viejo amigo el reverendo Brodie Innes.
Darwin explicó sagazmente que «[El reverendo] y yo hemos sido medio amigos por treinta años. Nunca hemos estado de acuerdo en ningún tema: más bien nos miramos y cada uno piensa que el otro debe de estar muy enfermo». En la charla después de la cena, Darwin les preguntó a sus invitados: «¿Por qué se hacen llamar ateos?», explicando que él prefería la palabra agnóstico. Aveling replicó que «un agnóstico no era sino un ateo elástico, y un ateo no era sino un agnóstico agresivo». Darwin respondió: «¿Y por qué tienen que ser tan agresivos?», preguntándose qué iban a ganar imponiendo esas nuevas ideas en la gente, cuando la libertad de pensamiento estaba «más que bien» para las personas educadas, pero si la gente ordinaria «estaría madura para ello». Aveling respondió que si «las revolucionarias verdades de la selección natural y sexual hubieran sido confinadas sólo para las pocas personas sensatas» y él «hubiera demorado la publicación del Origen de las especies, ¿dónde estaría el mundo en este momento?. Seguramente su propio ilustrativo ejemplo había alentado a los librepensadores a «proclamar la verdad desde los techos de las casas». Darwin en ese momento aceptó que «el cristianismo no está apoyado en evidencias», pero que él no estaba dispuesto a forzar esa idea en nadie, ya que de hecho «yo no abandoné el cristianismo hasta que tuve cuarenta años de edad».
El panfleto de Bertrand Russell Por qué no soy cristiano, basado en una conferencia que dio en 1927, se considera un manifiesto clásico de la creencia agnóstica. El ensayo presenta brevemente las objeciones de Russell a algunos de los argumentos sobre la existencia de Dios y luego presenta una discusión acerca de sus objeciones morales a las enseñanzas cristianas. Luego le pide a sus lectores que se paren «sobre sus dos pies y dirijan una mirada cruda y directa al mundo [...] con una actitud sin miedo y una inteligencia libre».
En el otro panfleto posterior de Russell ¿Soy ateo o agnóstico? (subtitulado «Un pedido de tolerancia ante los nuevos dogmas»), él confirma que es un agnóstico en el sentido filosófico de que él no puede creer la verdad de la existencia o no existencia de Dios. Sin embargo en el mismo ensayo admite que la manera más clara de presentarse ante una audiencia no filosófica sería como ateo
El Budismo es una religión y una filosofía que se basa en las enseñanzas de Siddharta Gautama, conocido como el Buda. Nacido entre los años 563 y 483 antes de nuestra era, el príncipe Siddharta (también conocido como Shakyamuni). Tras haber llevado una vida llena de lujos y placeres, privado del contacto con las cosas tristes de la vida, se encontró en tres paseos sucesivos por los límites de los jardines reales, con escenas por él desconocidas hasta entonces, las que repercutieron profundamente en su interior: un anciano, un enfermo débil y delgado y un muerto llevado por sus parientes. Sabiendo que su linaje no lo aislaba de esos infortunios vejez, enfermedad, y muerte), se dio cuenta de la inutilidad de gastar la vida en lujos y placeres y deseó encontrar un medio para liberarse de tales tribulaciones, tanto por él como por su familia y por el pueblo al que algún día se suponía él llegaría a gobernar. La imagen de un asceta -quien llevando una vida de renuncia a las cosas materiales y dominando sus pasiones, vaga en búsqueda de la verdad- le sirvió de inspiración; y así abandonó sus riquezas y su futuro trono y partió en busca del remedio para la enfermedad, la vejez y la muerte.
Durante seis años aprendió las enseñanzas de los grandes maestros espirituales de la época y siguió prácticas extremas de automortificación. Al darse cuenta de que eso no lo llevaba a encontrar las respuestas ni a liberarse del sufrimiento, abandonó las prácticas extremas, y sentado bajo una higuera oriental, meditó hasta lograr la suprema sabiduría trascendente, viendo pasar ante sí las imágenes de sus anteriores existencias, a los seres cometiendo actos y recibiendo los efectos de sus acciones; naciendo, creciendo, envejeciendo y muriendo una y otra vez en las distintas vías de existencia, arrastrados por la fuerza de sus actos, sus deseos, su ignorancia, sus pasiones. Contando con treinta y cinco años de edad, tras un esfuerzo intelectual intenso y doloroso, se convirtió en un Buda, es decir, en un Despierto, un Iluminado.
Movido por su compasión y viendo que aunque era difícil comprender la verdad que acababa de descubrir, había algunos seres cuyos ojos estaban cubiertos solamente por un suave velo de ignorancia, decidió permanecer en el mundo para tratar de ayudar a que los seres despierten y salgan del samsara (rueda de nacimientos y muertes sucesivas).
Durante los siguientes cuarenta y cinco años difundió sus enseñanzas, exponiendo las leyes que descubrió, adecuando sus palabras según su auditorio, dejando un excelente ejemplo y una gran guía para la humanidad, lo que sirvió de base para lo que hoy conocemos con el nombre de Budismo (Buddhadharma: la enseñanza de Buda).
El Budismo es una religión si consideramos que es una solución espiritual al sufrimiento humano, pero no es una religión tal como la podemos entender en occidente desde una perspectiva teísta, pues no habla de un dios como última explicación de la realidad en el que creer. Por este motivo, también ha sido considerado a menudo una filosofía de vida, aunque vaya más allá de la mera intelectualidad al aportar una soteriología liberadora y trascendente.
Buddha es una palabra de los antiguos idiomas indio pali y sánscrito, que quiere decir "alguien que ha despertado". En el budismo no sólo se usa para referirse al personaje histórico, sino también a cualquier otra persona que haya logrado lo mismo que él logró. A menudo, a esta condición despierta en un ser también se le llama "iluminación". Buda no afirmó de sí mismo que fuera un Mesías enviado por una divinidad, sino un hombre, un maestro para guiar a aquellos que quisieran llegar al mismo punto al que Él llegó.
El budismo es un conjunto de enseñanzas de carácter pragmático y experiencial, destinadas a erradicar el sufrimiento humano; sufrimiento entendido primariamente como ansiedad existencial (sánscrito: dukkha) y por derivación como cualquier otra forma de sufrimiento. El objetivo es alcanzar una paz y felicidad no condicionadas por la experiencia común de los fenómenos de la realidad. Esta situación de común ignorancia (avidya), es por tanto lo que el seguidor del camino budista pretenderá erradicar siguiendo la doctrina y prácticas dejadas por el Buda.
El budismo se difunde gradualmente desde la India natal a través del Asia central, llegando en los inicios de nuestra era a China, Japón y la mayoría de países del sudeste asiático. A lo largo de la historia de la expansión budista por Asia surgieron nuevos desarrollos doctrinales y prácticos. También el encuentro con nuevas culturas dio luz a diferentes movimientos y escuelas.
El conjunto de enseñanzas y prácticas que componen ese camino se las conoce como Dharma, que significa "ley, doctrina o verdad". Es importante notar que el budismo no es una religión dogmática. El mismo buda aconsejó comprobar por la propia experiencia la validez de su enseñanza.
La enseñanza budista se transmitió principalmente de manera oral. Ésta, junto a numerosos escritos dispersos, fue compilada alrededor del año 100 a.C. en lo que se conoce como Canon Pali. Más o menos al mismo tiempo, un nuevo movimiento que será conocido posteriormente como Mahayana empezaba a surgir. A aquel cuerpo doctrinal ceñido a lo ya compilado en el Canon Pali, se lo conoce como Budismo Theravada, incorrectamente llamado Hinayana ("Vehículo menor").
Theravada (linaje de los antiguos) y Mahayana (gran vehículo) son por lo tanto, los dos movimientos del budismo. Desde la perspectiva del budismo Mahayana se habla también de vehículos, si bien esto no tiene que ver con estos dos tipos de budismo desarrollados en la historia, si no con dos aspiraciones distintas en la practica. En el budismo Mahayana se afirma una aspiración a un despertar universal, y en este tipo de budismo, a aquella aspiración hacia la liberación individual es llamada Hinayana (pequeño vehículo). El budismo Theravada fija sus principios en lo recogido antes de la aparición del Mahayana y esta distinción no existe.
El budismo Theravada está presente en India, Sri Lanka, Tailandia y otros países del sudeste asiático. El Mahayana florecería en el siglo I en China, el III y IV en Japón y Corea, el siglo VII pasaría a Tibet y más tarde a Mongolia.
Alrededor del siglo VII d.C., el tantrismo hindú entraría en China y Tibet. Esta fusión crearía el llamado budismo tántrico o Vajrayana. Sus seguidores se refieren a él como un tercer vehículo o movimiento, si bien de manera estricta se consideran los dos movimientos principales ya mencionados. En el budismo es bastante común que cada tradición escuela se vea ella misma como la más efectiva sobre el resto, aunque de manera general la comunidad budista es bastante armoniosa.
En el budismo Theravada existe una variedad de enfoques que intentan afinar el sentido del Abhidarma, la parte filosófica del Canon Pali. No obstante, es en el Mahayana en donde las diferencias filosóficas entre posturas distintas son más notables.
Estas diferencias surgen a partir de dos escuelas de pensamiento distintas gestadas en los primeros siglos del Mahayana. Influyen en la mayoría de tradiciones y escuelas de este tipo de budismo. Las dos escuelas son la Madhyamaka y la Yogacara.
Hinayana: o Pequeño vehículo. También llamado Budismo del Sur. Vehículo donde se procura ante todo la salvación personal. Su ideal es el del Arahat.
Los Arahats son aquellos que se liberan por medio de las Cuatro Nobles Verdades.
Su Iluminación no es total ni completa y tampoco pueden transmitir la Iluminación a otros seres como lo hacen los Bodhisattvas.
El término Hinayana es considerado por muchos inadecuado, debido a que es considerado despectivo, por lo cual muchos se refieren a éste como Theravada (doctrina de los antiguos). En realidad es una de unas 18 escuelas que se habrían desarrollado del Sangha original y que se mantiene viva en la actualidad. Según sus adherentes, el Theravada representa la doctrina pura original.
Mahayana: Gran vehículo. También llamado Budismo del Norte. Vehículo de salvación universal. Su ideal es el del Bodhisattva. Bodhi significa "despertar (o iluminación)" y sattva significa "Ser".
Un Bodhisattva es un ser Iluminado entre los seres vivientes y también aquél que ayuda a los otros a lograr la Iluminación. Practica las seis perfecciones (seis paramitas) -del dar, de la moralidad, de la paciencia, del vigor, de la concentración y de la sabiduría-, y miles de prácticas virtuosas, pero renuncia al Nirvana completo hasta que todos los demás seres hayan sido liberados.
La esencia de la búsqueda de la Iluminación del Bodhisattva es su corazón compasivo por todos los seres vivientes.
Ch'an (chino) - Zen (japonés): Dhyana (sánscrito), contemplación/meditación, absorción contemplativa de la mente concentrada. Se caracteriza por la acentuación en la práctica de la simpleza y de la meditación, con independencia de las escrituras. El culto y la liturgia se reducen a un mínimo, concentrándose en la meditación. Encauzamiento hacia la visión directa de la realidad, y la budeidad. Escuela del súbito despertar. Fue llevado a China por Bodhidharma hacia el año 520 n.e. Maduró entre los siglos IX y X.
Vajrayana: Vehículo del diamante (vajra) o tantrismo búdico (constituido en siglo I n. e.). Norte de la India, Asia central, Tibet, China y Japón. Doctrinas de tradición esotérica que contienen elementos del yoga y de religiones autóctonas de la India unidos a concepciones budistas Mahayana. Incluye rituales de contenidos sexuales provenientes del nordeste de la India, evidentes especialmente en la iconografía. Es importante la iniciación o transmisión por parte de un maestro autorizado en meditación y el cumplimiento de las obligaciones derivadas de dicho compromiso. Recitación de mantras, empleo de mudras (gestos simbólicos) y mándalas (representaciones simbólicas de fuerzas cósmicas, soportes de visualizaciones y auxiliares para meditación).
Lamaismo: Referencia occidental al Budismo del Tibet y países colindantes, fusión de antiguas reglas monásticas de la Escuela Sarvastivada, con métodos rituales del Vajrayana. Sus fundamentos datan del siglo VIII n.e.
Tierra Pura: Escuela de la Tierra Pura del Buda Amitabha (Amito Fo en chino, Amida Butsu en japonés). Básicamente se repite el nombre del Buda Amita y se fortalece el deseo de renacer en la Tierra Pura de Suprema Felicidad de Occidente, en la cual se puede renacer gracias al poder salvífico de los cuarenta y ocho votos de este Buda. Mientras se está allí, el karma de los seres permanece momentáneamente latente y se tiene la oportunidad de realizar diversas prácticas muy meritorias y aprender las enseñanzas del Buda Amithaba, en un ambiente lleno de belleza que ayuda a la práctica, cuyos elementos (creados por el Buda), como ser la música emitida por árboles enjoyados o el canto de los pájaros, también difunden el Dharma (o enseñanza del Buda). De esta forma, el progreso espiritual es constante y sin retroceso, lejos de las corrupciones y los apegos.
Tres Canastas -Tripitaka- El canon que contiene los textos sagrados del Budismo
-Vinaya pitaka: Canasta de las reglas monásticas.
-Sutrapitaka: Canasta de los Sutras (sermones del Buda). Exposición de la Doctrina.
-Abhidharma pitaka: Canasta de la Doctrina superior. Sistematización y profundización de la doctrina de los Sutras.
El budismo agrupa su saber de manera escrita en lo que se conoce como Canon. El budismo Theravada utiliza el Canon Pali ya mencionado tal como se compiló en la antigüedad, a la muerte de Gautama. El budismo Mahayana utiliza básicamente el mismo, pero añade otros escritos surgidos a través del tiempo, no considerados como sagrados o canonicos por la tradición therevada.
El canon pali consta de 3 partes (llamadas 3 cestas):
Brahmâ (literalmente 'evolución' o 'desarrollo' en idioma sánscrito) es el dios creador del hinduismo, y miembro de la Tri-murti ('tres formas'), la Trinidad conformada por Brahmâ (dios creador), Vishnu (dios preservador) y Shiva (dios destructor).
Según un mito, los tres surgieron del huevo cósmico puesto por el dios Ammavaru). Según otro mito más moderno, de origen vaisnava (de los seguidores de Vishnu), Brahmâ surgió de una flor de loto que flotaba en el océano del ombligo de Vishnu durmiente (que genera la existencia del universo mediante sus sueños).
Brahmâ es el esposo de Sarasvatî, la diosa del conocimiento o de Savitrî (la hija del dios de Sol, Vivaswân o Savitra) o Gâiatrî ('la Cantada'). Sin embargo, siendo el Creador, todos sus hijos son mana-putras o hijos de la mente, indicando su nacimiento de la mente de Brahmâ y no de su cuerpo.
Para poblar la tierra, Brahma engendró cuatro hijos: Brahmán, con la boca; Chatria, con un brazo; Vaisia, con un muslo; y Sudra, con un pie, y cada uno de ellos dio origen a una de las cuatro castas en que se dividió el pueblo indio: los brahmanes, a quienes correspondía el ejercicio del sacerdocio, la justicia y la medicina, clase privilegiada por excelencia, de la que procedían también los poetas y sabios; los chatrias, guerreros y magistrados; los vaisias, comerciantes, artesanos y agricultores; y los sudras, cuya suprema aspiración no podía ser otra que la de entrar al servicio de un individuo de las tres casta superiores, y cuya condición social sólo difería de la esclavitud en que no podían ser empleados en menesteres impuros, no se consideraban propiedad ni mercancía, y disfrutaban del derecho de herencia. Al margen de las castas vivían los parias, restos quizás de un pueblo vencido, víctimas de la degradación y del desprecio, y considerados socialmente inferiores al animal.
Brahmâ solo interfiere ocasionalmente en los asuntos de los dioses, y aun más raramente en los de los mortales. Él obligó a Soma (el dios de la Luna) a devolver a Tara a su marido Brihaspati (el gurú de los semidioses). Es considerado el padre de Dharma (el dios de la religión) y Atri. Brahmâ vive en Brahmapura, una ciudad situada en la cima del mitológico monte Meru (situado en medio del universo).
Brahmâ es un agente de Brahman, el Ser supremo o Absoluto del hinduismo. Nunca se volvió objeto de adoración: en India sólo hay dos templos dedicados a él.
Brahmâ es representado tradicionalmente de piel roja, con cuatro cabezas y cuatro brazos. Cada boca recita uno de los cuatro Vedas. Las manos sostienen un recipiente de agua usado para crear la vida, un japa-mâlâ (rosario de cuentas) usado para llevar el registro del tiempo del universo, el texto de los Vedas, y una flor de loto. Va montado sobre un cisne, Hamsa, con el que vuela por el universo.
Nació en la ciudad de Tarso de Cilicia, en el Asia Menor, hacia el año 8 de la Era Cristiana. Su primer nombre era Saulo. Era de familia de judíos, de la tribu de Benjamín y de la secta de los fariseos. Fue educado en toda la rigidez de las doctrinas de los fariseos, sólidamente formado en la Ley judaica y aprendió muy bien el idioma griego que era el que en ese entonces hablaban las gentes cultas de Europa. Esto le será después sumamente útil en su predicación. De joven fue a Jerusalén a completar su educación rabínica y especializarse en los libros sagrados como discípulo del rabino más famoso de su tiempo, el sabio Gamaliel el Viejo. Su gran talento le afianzó rápidamente en los principios de la Ley antigua, que cita constantemente de memoria y con gran exactitud. Su carácter impetuoso le lanza a un fanatismo exagerado, en legítima defensa de la Ley y tradiciones ancestrales.
En las sinagogas de Cilicia debió de conocer la doctrina de la nueva fe cristiana, por la predicación de San Esteban. Después de la muerte de Jesús, volvió a Jerusalén y se encontró con que los seguidores de Jesús se habían extendido mucho, su celo e impetuosidad le llevaron a unirse con muchos otros judíos a una feroz persecución contra los cristianos, convencido de que defendía la causa de Dios.
Al primero que mataron fue al diácono San Esteban y mientras los demás lo apedreaban, Saulo les cuidaba sus vestidos, demostrando así que estaba de acuerdo con este asesinato. Pero Esteban murió rezando por sus perseguidores y obtuvo pronto la conversión de este terrible enemigo.
Por aquel tiempo se había ya constituido en Damasco un grupo importante de la nueva comunidad cristiana, del que pronto tuvo noticia Pablo, que contaba por entonces unos veintiséis años de edad. Con su afán de exterminio pidió al príncipe de los sacerdotes unas cartas de presentación para Damasco, a fin de apresar y llevar a Jerusalén a los adeptos de la nueva fe. Más
Obtenidas las cartas, Pablo y sus compañeros se acercaban va a Damasco, cuando de pronto una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?". Él preguntó: "¿Quién eres tú?- y la voz le respondió: "Yo soy Jesús el que tú persigues dura cosa es para ti el dar coces contra el aguijón". Pablo añadió: "¿Señor, qué quieres que yo haga?" y Jesús le ordenó que fuera a Damasco y que allá le indicaría lo que tenía que hacer. Los compañeros de Pablo estaban asombrados. Oían, pero sin ver a nadie, le cogieron de la mano y le condujeron a la ciudad, donde permaneció tres días atacado por la ceguera y sin comer ni beber nada. Y allá en Damasco un discípulo de Jesús lo instruyó y lo bautizó, y entonces volvió a recobrar la vista. Desde ese momento dejó de ser fariseo y empezó a ser apóstol cristiano.
Después se fue a Arabia y allá estuvo tres años meditando, rezando e instruyéndose en la doctrina cristiana.
Vuelto a Damasco empezó a predicar, directamente y sin rodeos, la doctrina de Jesús, y a proclamar que Jesucristo es el verdadero Dios y el Mesías prometido, los judíos dispusieron. Muchas veces tendrá que salir huyendo de diversos sitios, pero nadie logrará que deje de hablar a favor de Cristo Jesús y de su doctrina.
Desde entonces su vida apostólica es una cadena de persecuciones, de grandes dificultades; pero, al mismo tiempo, de grandes triunfos para la causa cristiana.
Pablo trabajó con ahínco, primero como subordinado, junto a los demás propagadores. Pronto sus grandes cualidades de organizador, su talento, su energía y férrea voluntad; su gran capacidad, en fin, para el apostolado y su extenso conocimiento de la Ley, junto a su cultura helenista, así como su habilidad para comunicar a otros su pensamiento, le destacarán entre todos. A esto hay que añadir el impulso interior que empujaba a aquel carácter ardiente a entregarse totalmente a la conversión, no sólo de los judíos, sino de todos los pueblos gentiles adonde pudiera llevar su palabra.
Viajó sin descanso de una parte a otra del mundo romano, solo o acompañado, sembrando por doquier la fecunda semilla de la fe en Cristo Jesús.
El celo y la actividad apostólica de San Pablo no disminuyeron con los años. Unos veinticinco duraron sus asombrosas y eficaces campañas. Y jamás cediendo al cansancio, siempre con renovadas energías.
Después de un quinquenio preliminar en las cercanías de Jerusalén y Damasco, se lanza a través de Asia, por sendas desconocidas, juntamente con su amigo San Bernabé, organizando iglesias, luchando con judíos y gentiles.
San Pablo hizo cuatro grandes viajes que se han hecho famosos. El primero la historia de San Bernabé su compañero. En ese viaje cambió su nombre de Saulo por el de Pablo, en honor de su primer gran convertido, el gobernador de Chipre, que se llamaba Sergio Pablo.
El segundo viaje lo hizo de los años 49 al 52. En este recorrido ya es menos impulsivo que en el viaje anterior y encuentra menos reacciones violentas, pero estas no faltan y bastante graves. Visita las comunidades o iglesias que fundó en el primer viaje y se propone seguir misionando por el Asia Menor pero un mensaje del cielo se lo impide y le manda que pase a Europa a misionar. Se encuentra con dos valiosos colaboradores: el evangelista San Lucas y Timoteo, que será su más fiel secretario y servidor, y a quien escribirá después dos cartas que se han hecho famosas.
La primera ciudad europea que visitó fue Filipos. Allí le sacó el demonio a una muchacha que hacía adivinaciones y al acabárseles el negocio de los que cobraban por cada adivinación, estos arremetieron contra Pablo y su compañero Silas y les hicieron dar una feroz paliza. Pero en la cárcel a donde los llevaron, lograron convertir y bautizar al carcelero y a toda su familia. Pablo guardó siempre un gran cariño hacia los habitantes de Filipos y a ellos dirigió después una de sus más afectuosas cartas, la Epístola a los Filipenses.
Después pasó a la ciudad de Atenas, que era la más famosa en cuanto a cultura y filosofía. Allá predicó un sermón en el Aerópago, y aunque muchos se rieron porque hablaba de que Cristo había resucitado, sin embargo logró convertir a Dionisio el aeropágita, a Dámaris y a varias personas más.
Enseguida pasó a Corinto, que era un puerto de gran movimiento de gentes. Allí estuvo predicando durante un año y seis meses y logró convertir gran cantidad de gentes. Más tarde dirigirá a sus habitantes sus dos célebres cartas a los Corintios. De allí salió a hacer su cuarta visita a Jerusalén.
Su tercer viaje lo hizo del año 53 al 56. En este viaje lo más notable fue que en la ciudad de Efeso en la cual estuvo por bastantes meses, Pablo logró que muchas personas empezaran a darse cuenta de que la diosa Diana que ellos adoraban era un simple ídolo, y dejaron de rendirle culto. Entonces los fabricantes de estatuillas de Diana al ver que se arruinaba el negocio, promovieron un gran tumulto en contra del Apóstol. De Éfeso partió Pablo hacia Jerusalén a llevar a los cristianos pobres de esa ciudad el producto de una colecta que había promovido entre las ciudades que había evangelizado. Por todas partes se iba despidiendo, anunciando a sus discípulos que el Espíritu Santo le comunicaba que en Jerusalén le iban a suceder hechos graves, y que por eso probablemente no lo volverían a ver. Esto causaba profunda emoción y lágrimas en sus seguidores que tanto lo estimaban. En su quinto viaje a Jerusalén, los judíos promovieron contra él un espantoso tumulto y estuvieron a punto de lincharlo. A duras penas lograron los soldados del ejército romano sacarlo con vida de entre la multitud enfurecida. Entonces cuarenta judíos juraron que no comerían ni beberían mientras no lograran matar a Pablo. Al saber la hermana de él esta grave noticia, mandó un sobrino a que se la contara. Entonces Pablo avisó al comandante del ejército, y de noche, en medio de un batallón de caballería y otro de infantería, lo sacaron de Jerusalén y lo llevaron a Cesarea. Allá estuvo preso por dos años, pero permitían que sus discípulos fueran a visitarlo.
Al darse cuenta Pablo de que los judíos pedían que lo llevaran a Jerusalén para juzgarlo (para poder matarlo por el camino), pidió ser juzgado en Roma, y el gobernante aceptó su petición. Y en un barco comercial fue enviado, custodiado por 40 soldados. Y sucedió que en la travesía estalló una espantosa tormenta y el barco se hundió. Pero Jesucristo le anunció a Pablo que por el amor que le tenía a su muy estimado Apóstol no permitiría que ninguno de los viajeros del barco se ahogase. Y así sucedió. Lograron llegar a la Isla de Creta y allí salvaron sus vidas del naufragio.
Al fin llegaron a Roma, donde esperaban a Pablo con gran entusiasmo los cristianos. En esa ciudad capital estuvo por dos años preso (casa por cárcel) con un centinela en la puerta. Y los cristianos y los judíos iban frecuentemente a charlar con él, y aprovechaba toda ocasión que se le presentara para hablar de Cristo y conseguirle más y más seguidores.
Cuando estalló la persecución de Nerón, éste mandó matar al gran Apóstol, cortándole la cabeza. Se le encierra entonces en una prisión terrible, en la que se le condenó a una absoluta inactividad e incomunicación. Debió padecer muchísimo al encontrarse paralizado. Supo, no obstante, doblegarse a la voluntad del Señor, que le tenía destinado, como a Pedro, el Príncipe de los Apóstoles, a una muerte próxima.
Según la tradición más admitida, los dos fueron inmolados el mismo día, en el año 67; Pedro, crucificado cabeza abajo en la colina del Vaticano; Pablo, decapitado en la Vía Ostiense, en la llanura que la separa del Tíber. Dicen que sucedió el martirio en el sitio llamado las Tres Fuentes (Tre Fontana) (y una antigua tradición cuenta que al caer la cabeza de Pablo por el suelo, dio tres golpes y que en cada sitio donde la cabeza golpeó el suelo, brotó una fuente de agua).
Pablo escribió 13 cartas que forman parte del Nuevo Testamento y están dirigidas a las comunidades de gentiles, paganos convertidos por su predicación. En ellas les exhorta, les guía en la fe y enseña sobre ética y doctrina. Estas cartas son inspiradas por el Espíritu Santo y forman parte de la revelación divina. Es decir, son Palabra de Dios y por medio de ellas Dios mismo se da a conocer. Pablo es el instrumento en esta comunicación divina pero al mismo tiempo las cartas nos ayudan a conocer al autor humano. Reflejan su personalidad, sus dones y sus luchas intensas. Otras fuentes que nos ayudan a conocer el apóstol son los Hechos de los Apóstoles escritos por San Lucas y ciertos libros apócrifos.
Filósofo, teórico social y fundador de un sistema ético - más que religioso - que ha llegado hasta nuestros días.
Confucio, en chino Kongfuzi vivió en la China feudal hace 2.500 años, entre el 551 y el 479 a.C. nació en el pueblo de Zou en el país de Lu (hoy, provincia de Shandong) en el noble clan de los Kong. Sus orígenes eran muy humildes, su padre murió tres años después que Confucio naciera, y dejo a la familia en la pobreza; Confucio, sin embargo, recibió una esmerada educación. Desde joven mostró una gran inclinación por los libros antiguos.
Se caso a los 19 años y tuvo un hijo y dos hijas. Su madre murió en el año 527 A. C., y después de un periodo de luto empezó su carrera de maestro. Solía viajar de un lado para otro e instruir a los contados discípulos que se habían reunido en torno suyo. Por su fama de amplitud y profundidad de su sabiduría, llegó a ser conocido como Kung el Sabio.
En la segunda mitad de la época de la dinastía Zhou, el Gobierno central se había degenerado en China y la intriga y el vicio predominaban. Confucio lamentó el desorden de aquellos tiempos y la falta de modelos morales. Llegó a creer que el único remedio era convertir a la gente a los principios y preceptos de los sabios de la antigüedad. Por esta razón enseñaba a sus alumnos los clásicos antiguos de la literatura china. También subrayó la importancia de la música, la música china de esta época tenía funciones ceremoniales y religiosas en las prácticas del Estado y del culto. Propugnaba el gran valor del poder del ejemplo. Los gobernantes, decía, sólo pueden ser grandes si ellos mismos llevan vidas ejemplares y se guían por principios morales, de esta forma en sus estados se estimularía a los ciudadanos que llegarían a ser prósperos y felices.
Su intriga política le obligó a exhibirse y a peregrinar durante trece años de una corte a otra, intentando persuadir a los monarcas de que adoptaran sus ideas sobre la justicia y la convivencia en armonía.
Decepcionado, acabaría refugiándose en la enseñanza y reuniendo a su alrededor a numerosos discípulos, con los que recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la tradición china: El célebre Yi-King o Libro de las Mutaciones, el Chu-King o Canon de la Historia, el Chi-King (Libro de las Canciones), el Li-Ki (Libro de los Ritos) y los Chun-Ching o Anales de primavera y otoño.
Con el tiempo, desempeñó una alta posición como funcionario del estado de Lu. Fue un sabio que predicó que la virtud moral y una sociedad ética son más eficaces que la magia para lograr el bienestar humano. Sus enseñanzas no pretendieron fundar una religión sino una forma de vida. El objetivo, en último término, no es la "salvación", sino la sabiduría y el autoconocimiento.
Afirmaba ser un restaurador de la moralidad antigua y mantenía que los propios actos externos basados en las cinco virtudes, bondad, honradez, decoro, sabiduría y fidelidad, encierran el conjunto del deber humano. El venerar a los padres, vivos y muertos, fue uno de sus conceptos claves. Su idea del Gobierno era paternalista, y ordenaba a todos los individuos a cumplir con rigor sus obligaciones hacia el Estado. En los siglos posteriores sus enseñanzas ejercieron una poderosa influencia en la filosofía china y en la historia de China.
Hoy, pasadas ya cinco décadas de régimen comunista, las familias continúan guardando algunos principios confucionistas, como el respeto a los ancianos y la menor categoría de la mujer en la familia.
El hinduismo es una religión repleta de ceremonias y rituales. Tiene como base el sacrificio de animales, que sus adeptos hacen, no con el propósito de agradar a los dioses, sino con la creencia de alcanzar, a través del sacrificio, poderes sobrenaturales sobre este mundo y sobre todas las cosas.
El hinduismo, religión popular de la India, Ceilan y Birmania, tiene mas de 500 millones de adeptos. Sus raíces son muy remotas, y se las puede considerar como el producto de otras dos religiones: el vedismo y el brahmanismo.
Los templos son destinados a diferentes divinidades y funcionan en completa autonomía, sin estar sometidos a jerarquía o disciplina algunas. En general, sus dioses y sus creencias son oriundos del vedismo-brahmanismo.
La base del Hinduismo son los Vedas que, después de un largo período de composición y transmisión oral, fueron fijados por escrito en un proceso iniciado a finales del segundo milenio y terminado entre 800 y 500 a.C. La religión recogida en los himnos védicos es una versión de la religión introducida en la India por los arios que comenzaron a asentarse en el subcontinente hacia la mitad del segundo milenio a.C.
Estos himnos (samhitas) se agrupan en cuatro colecciones, la más antigua de las cuales es la compilación denominada Rig Veda, que parece datar del año 1200 a.C., teniendo en cuenta el lenguaje y las afinidades con la antigua religión del Irán antes de las reformas de Zoroastro. Los grupos siguientes son Sama Veda, Yajur Veda, y Atharva Veda. Esta literatura fue desarrollada por unos textos llamados Brahmanas, escritos en prosa y cuyo contenido principal es un ritual muy elaborado.
Hacia la mitad del segundo milenio a.C. vino la composición de los Upanisadas, que reflejan la tradición védica y a la vez introducen nuevas ideas sobre la naturaleza del alma individual (atman) y su conexión con la realidad última (Brahman). Los Upanisadas introducen también la doctrina -ausente todavía en los Vedas- del ciclo de nacimiento-muerte-renacimiento (samsara), así como la esperanza de una liberación de este ciclo de reencarnaciones.
Una de las etapas finales de la evolución del Hinduismo se refleja en el breve poema didáctico Bhagavad-Gita (canto del Bienaventurado), que forma parte del gran poema épico Mahabharata (primeros siglos de nuestra era). El Bhagavad Gita supone un punto de inflexión y un nuevo comienzo en el desarrollo de la religión india. El poema es un diálogo entre Krisna, encarnación de Vishnu, y su amigo Arjuna, y contiene la revelación de Dios como amor. El Bhagavad Gita es el documento más importante del Hinduismo, y uno de los textos de gran significado en la historia del misticismo oriental.
El Hinduismo conserva, determinadas constantes, como son las castas mismas; las técnicas del Yoga, que suministran una descripción detallada de las medidas prácticas que debe usar el individuo para alcanzar la liberación del mundo del sufrimiento; y la concepción del Karma-Samsara. En la combinación de las ideas del Karma (ley inexorable de causa y efecto que gobierna todos los hechos y acciones que ocurren en el universo) y del Samsara (ciclo de las reencarnaciones), toda alteración o anomía concebibles se integran en una interpretación omniabarcante y racional del mundo. Nada queda al margen. Toda acción humana es un resultado necesario de anteriores acciones humanas. La vida del individuo es un eslabón dentro de una cadena que se extiende indefinidamente entre pasado y futuro.
La concepción del Karma-Samsara sacraliza y por tanto legitima la realidad tal como es, así como las situaciones de todos los estratos y castas sociales, que mantienen una relación inmutable con el dharma eterno. Constituye «el sistema religioso más conservador que ha conocido jamás la historia» [P. Berger, Para una teoría sociológica de la religión, Barcelona 1971, 101]. Estas severas ideas se han modificado un tanto en el Hinduismo popular, que las ha mitigado mediante prácticas mágicas, ejercicios devotos y místicos, intercesión ante algunas divinidades para alterar los inexorables procesos del Karma-Samsara, etc. Son expresiones sencillas que quieren alejarse de la fría racionalidad que impregna las doctrinas centrales del sistema religioso hinduista
El Judaísmo, está basado en la fe de un solo Dios. A diferencia de otras religiones, éste no está centrado en un profeta o en un salvador, sino en la idea de un pueblo elegido.
Los elementos principales del judaísmo son la creencia en un solo Dios (Yahvéh), su alianza con el pueblo de Israel, la Torá con sus 613 mitsvot (mandamientos), la futura llegada del Mesías y, quizás, la centralidad de Israel.
La doctrina del judaísmo se desarrolla en torno a un monoteísmo con implicaciones éticas y ético-históricas. Existe también un mesianismo, según el cual, tras la venida del redentor, la humanidad entera cesará de luchar y adoptará los comportamientos basados en la Torá, o ley divina. La norma judía presupone la existencia de un regidor supremo, con designios que se expresan.
La Torá se considera la ley de Dios llevada por Moisés al pueblo de Israel, tal y como se transmite en los 5 contabilidad-mercantil/contabilidad-mercantil.shtml">libros de Moisés, el Pentateuco. Pero la Torá no es sólo la ley, es "verdaderamente la doctrina" o la "doctrina escrita". La creencia en la Torá y la remisión a ella pertenecen por principio a la fe judía; entre los pocos "dogmas" del judaísmo se encuentran la creencia en el origen divino y en la fijación mosaica de la Torá, siendo en cambio discutida su configuración escrita y su transmisión entre los escribas judíos.
El Pentateuco es, en esencia, una unión de cuatro textos (Jahwista, Elohista, Deuteromista y escrito de los sacerdotes) que se han mezclado entre sí.
El judaísmo profesa la inconfundibilidad y la insustituibilidad de la Torá, es decir, se considera como la completa revelación de los mandamientos de Dios.
En la tradición rabínica la Torá se considera "medio de purificación" de los hombres. La tradición (Rabbi Simlai) parte de la base de que Moisés había recibido originariamente 613 mandamientos, en concreto 365 prohibiciones negativas y 248 mandamientos positivos. La cifra 613 tiene un valor simbólico, ya que el judaísmo parte de 365 días del año y 248 partes del cuerpo humano. Todas esta prohibiciones y mandamientos juntos constituyen la causa primitiva de la profesión de fe en Dios; las 613 prohibiciones y mandamientos también tienen que corresponder con las 613 letras del decálogo (10 mandamientos).
La Torá se considera rabínicamente como "ordenación de la creación" y es la totalidad de una tradición santificada. Por ello la "Torá escrita" se complementa también siempre con la "Torá oral" (la tradición). En los escritos aparece continuamente la llamada a defender las leyes, sobre todo bajo las condiciones de diáspora o persecución. Se trata de una conversión viva, no de un seguimiento servil de las letras. Casi todo, se dice, es perdonado por Dios excepto el descuido el estudio de la Torá.
La Sinagoga es el centro religioso de la comunidad judía, pero sólo desde la diáspora. Antes lo era el templo central de Jerusalén, que fue destruido en el año 70 d.C. La palabra griega "sinagoga" significa "reunión, comunidad" y sólo de forma secundaria se refiere al lugar de reunión. En general la sinagoga era originariamente un lugar de asamblea. Hoy en día es, sobre todo, el lugar de servicio religioso que gira en torno a la lectura central de la Torá. Pronto se empezaron a conservar los rollos de la Torá en un armario especial, el armario de la Torá. Se trata siempre de ejemplares escritos a mano, enrollados alrededor de dos varillas de madera y protegidos por el abrigo de la Torá y el letrero; los extremos superiores de las varillas están rematados con adornos (Rimmonim), granadas o coronas, que expresan la dignidad real de los escritos.
La Sinagoga tiene un podio o púlpito (Bima) como lugar destacado para las lecturas. Para la lectura se lleva el rollo de la Torá en procesión festiva y allí se desenrolla. La lectura se efectúa en hebreo y tradicionalmente es cosa de hombres; la realizan varios hombres, uno tras otro. Hoy en día el recitador desempeña un papel especial en el servicio divino, más que el rabino. Originariamente se consideraba rabino a todo aquel que hubiese estudiado la Torá de forma intensa y fuese reconocido por la comunidad como experto en leyes. Sólo desde la edad media existe el papel especial del rabino de la comunidad, que es sobre todo maestro y árbitro y que realiza los matrimonios, los entierros y las circuncisiones.
El islamismo es una doctrina que demanda la adhesión total de los humanos a la ley sagrada del Islam y rechaza en la medida de lo posible cualquier influencia exterior. Está imbuido de una profunda hostilidad hacia los no musulmanes y, muy especialmente, hacia el mundo occidental. Trata, en definitiva, de convertir el Islam, una religión y una cultura, en una ideología político-religiosa.
El islamismo fue fundado a principios del siglo siete por Mahoma (570-632). Cuando tenía 40 años de edad, en 610 d.C., Mahoma dijo estar recibiendo mensajes de Dios. Estos mensajes fueron compilados más tarde y registrados en el Corán, el libro sagrado del islamismo.
La religión predicada por Mahoma iba en contra de la avaricia, la opresión económica y la idolatría que acosaban a los pueblos árabes. Apeló a varias facciones de los pueblos árabes a unirse bajo la adoración a Alá, el principal dios del panteón árabe de deidades. Esta religión forma la tríada de credos monoteístas que arrancan directa o indirectamente de la Biblia. Islam significa sumisión a Dios y un musulmán es literalmente "uno que se entrega o somete a Dios". El Islam es una de las grandes religiones históricas y la más importante numéricamente después del Cristianismo. Su llamativa expansión en el mundo, especialmente en Asia y África, se debe en gran medida a la facilidad con la que absorbió cultos locales y los dirigió hacia la mayor amplitud de una visión monoteísta.
El mensaje del Islam se caracteriza por su gran sencillez y contundencia. No hay más Dios que Allah, y Mahoma es su profeta. Se trata, en efecto, de una religión profética, que se apela a una revelación divina que Mahoma habría recibido directamente en diversos momentos de su agitada vida. Mahoma era un político y un guerrero, que hubo de dedicar mucho de su vida a batallar contra enemigos numerosos, lo cual puede haber dejado en el Islam una impronta militante y eventualmente agresiva.
Mahoma recogió en el Corán sus doctrinas y visiones. Este libro, de cierta belleza literaria y cuyo estilo elíptico refleja las cualidades plásticas y expresivas del habla de los beduinos del desierto arábigo, es central al Islam. El Corán es para los musulmanes la misma palabra de Dios no creada. Según la Tradición islámica, las palabras de Mahoma fueron recogidas inicialmente en materiales de tipo diverso como hojas de palmera, huesos planos de camello, y piezas de madera o pergamino. Más tarde fueron agrupadas en suras (capítulos) bajo la supervisión del profeta. Durante la vida de éste no llegó a haber una versión final del texto. La recensión última parece haber sido hecha en el califato de Uthman, tercer califa (644-656), que se dice ordenó componer una versión autorizada, y destruir todas las variantes que existían en el momento. Las actuales ediciones del Corán parecen basarse en la llamada "recensión de Uthman".
El programa religioso del Islam se basa en los "cinco pilares de la fe", que constituyen el fundamento de la creencia y de la práctica comunes a todos los musulmanes. El primer pilar es la shahada, la profesión de fe mediante la cual el musulmán reconoce su adhesión y fidelidad a Dios y a su Profeta: «Declaro que no hay más dios que Allah, y declaro también que Mahoma es el Mensajero de Allah». Pronunciar la shahada ante testigos es suficiente para la conversión al Islam.
El segundo pilar es la oración (Salat), un deber fundamental que se practica individual y públicamente. En su forma pública se hace los viernes y algunos días festivos, y es un medio importante para reforzar la conciencia de grupo y expresar solidaridad social. El tercero de los cinco pilares es la limosna o "caridad obligatoria" (Zakat). Implica que la propiedad personal debe ser purificada (sentido originario de Zakat) mediante una contribución a la comunidad destinada a mantener a los miembros más débiles. Zakat introdujo una forma organizada de ayuda social, que sustituía a la largueza y los donativos distribuidos antes por los jefes tribales.
El cuarto pilar es el ayuno anual del Ramadán (sawm), noveno mes del calendario lunar, durante el cual se prohíbe toda comida, bebida y actividad sexual desde el alba hasta el anochecer. La idea del Ramadán es facilitar a la comunidad beneficios del ascetismo, tales como autodisciplina y control sobre las necesidades corporales.
El quinto pilar del Islam es la peregrinación a la Meca, el Hajj que en su forma final fue instituido por Mahoma en el 632, año de su muerte. El Hajj conecta directamente con tradiciones del anterior paganismo árabe, y es un instrumento capital de cohesión islámica. Es también el evento central del calendario musulmán contiene sin duda un mensaje y un potencial que pueden ser políticos.
Con toda su significación, el Corán no es la única fuente de religión musulmana. El Corán se complementa con la Sunna tradición que contiene principalmente los hadiths o dichos del Profeta. Este hecho motiva la denominación de la gran mayoría de los musulmanes como "pueblo de la Sunna" (Sunnitas). Corán y Sunna, vistos como una unidad maduran en la concepción de la Sharia o Ley divina del Islam. El método y sistema interpretativo de la Sharia, elaborado por brillantes legistas de los siglos VIII y siguientes, se articula en el fiqh ("raíces de conocimiento"), que es la explicación de cómo la ley divina se manifiesta y actúa en términos prácticos.
Las bases del fiqh son así el Corán, la Sunna del Profeta, el consenso de la comunidad creyente, y el razonamiento analógico. Dado que el Corán requiere interpretación en referencia al hadith (palabras de Mahoma), la Sunna posee un rango semejante al Corán, y algunas veces superior. El fiqh ha tenido una gran importancia como elemento unificador de la práctica religiosa, y a la vez ha hecho del Islam una religión y una fe legalistas.
El Credo musulmán profesa e inculca una concepción estrictamente monoteísta y lejana de lo divino. El Dios del Corán es un Ser que inspira más sobrecogimiento que amor. Mahoma se presenta como el último y definitivo de una serie de profetas, restaurador de una religión antigua y pura, que se habría degradado en el transcurso de los siglos.
El Corán concibe la Creación del mundo como un proceso continuo más que como un acto singular realizado por el Creador. Contiene una visión escatológica del Día del juicio al final de los tiempos, con un paraíso para los fieles musulmanes y un infierno para los incrédulos. El Islam se presenta como un mensaje de salvación. Trae la noticia gozosa de la salvación de Dios, y es en sí mismo un acto salvífico por el que los creyentes son librados de la oscuridad.
La Umma islámica o comunidad musulmana, se constituye precisamente a partir del valor salvífico de la Ley coránica, y de la profesión de fe en la Unicidad de Dios (tawhid). Los que no caminan por esa vía, como es el caso, por ejemplo, de los cristianos y judíos, están excluidos de la salvación. Hace falta ser musulmán para salvarse.
Un aspecto importante del Islam es el misticismo cultivado por los Sufis, que se desarrolla a partir del siglo IX, con una tradición de maestros, grupos, y órdenes que han pervivido hasta nuestros días. El movimiento Sufi ha inyectado en el Islam una espiritualidad de carácter interior que ha servido de contrapeso a una religión preocupada esencialmente por las formas externas y las observancias legales. Los maestros Sufis se inspiraron originariamente en las tradiciones místicas de las iglesias orientales cristianas, de modo que su doctrina no tiene origen autóctono. La conciencia mística no corresponde al talante profético y activo de la religión islámica, que se hallan bien ejemplificados en la vida de Mahoma. Pero el misticismo de los Sufis ha cumplido atípicamente un papel religioso, y sobre todo ha contribuido, de modo informal pero eficaz, a la difusión del Islam en los pueblos del África Negra.
La gran mayoría de los musulmanes son Sunitas, pero los denominados Shiitas tienen en el mundo islámico una importancia nada despreciable. Los Shiitas ("partidarios") se remontan a la figura de Alí, primo y yerno de Mahoma y cuarto califa, muerto en el año 661, y conmemoran todos los años la derrota y muerte de Husein, hijo de Alí, a manos de los califas Omeyas en la batalla de Karbala (Irak, 680). El Shiismo se ha desarrollado desde entonces como un modo particular de vivir, pensar, y sentir el Islam. Se adorna con rasgos populares y piadosos, y toma inspiración de la experiencia histórica en torno al fracaso y al martirio.
La fe Shiita se centra en los Imanes, personajes carismáticos y sucesores dentro de la familia del Profeta. Esta concepción incluye la figura del mahdi, personaje escatológico que se proyecta en el futuro. El ayatollah Khomeini, líder religioso-político de la reciente revolución iraní, no se proclamó mahdi pero usó el título de Imán y no negó explícitamente su posible identificación con el Imán esperado por la comunidad de los Shiitas.
El Islam ha experimentado durante las últimas décadas un notable resurgir, como núcleo de una cultura y de una civilización que acentúan frente al Occidente su sentido de identidad. Para muchos musulmanes no se trata tanto de modernizar el Islam como de islamizar la modernidad, aunque suene un objetivo utópico. En los países musulmanes, los gobiernos y regímenes políticos se han hecho más islámicos en su orientación, símbolos, prácticas y leyes, y en el mundo occidental europeo ha crecido considerablemente la presencia religiosa del Islam. Los musulmanes han aumentado demográficamente desde el 12% de la población mundial en 1900 al l7% en 1980. Pero el área de poder e influencia islámicos se hallan circunscritos dentro de límites sólidos, tanto visibles como invisibles.
Visto en el capitulo 5
http://www.corazones.org/
http://www.multimedios.org/docs/d001423/
http://www.ewtn.com
http://www.wikipedia.org
http://www.personal.able.es/cm.perez/Confbio.htm
http://orbita.starmedia.com/~aquimequedo/Confucio.htm
http://www.weblioteca.com.ar/
http://www.monografias.com/trabajos5/budismo/budismo.shtml
http://www.conoze.com/
http://www.historiasiglo20.org/
http://www.ministeriosprobe.org/
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Enviado por: | Jessica Mariel Peña Arjona |
Idioma: | castellano |
País: | México |