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Diccionario de María Moliner


El Diccionario de María Moliner

Por María de Ancos

Acabo de llegar a casa de La Abadía y todavía resuenan las palabras en mi cabeza. Las palabras de la obra. De los actores. De los personajes. Las palabras del diccionario. Las palabras de María. María Moliner Ruiz. Palabras de una vida. Recreadas y escritas con maestría por Manuel Calzada. Y trasladadas con magia a las tablas por José Carlos Plaza.

Entras en la sala Juan de la Cruz de la Abadía y te recibe una lluvia de palabras. Parecen nubes de etiquetas, de esas ahora tan de moda en el mundo web, una tormenta léxica a cada lado. Algunas palabras más grandes, otras más pequeñas, inundan las paredes laterales de la escena. Mis ojos se posaron inmediatamente en una, no sé muy bien por qué, quizá el subconsciente de filóloga me traicionó. Oxímoron.  Casualmente, los personajes aluden a esa misma etiqueta de la escenografía en un momento de la obra. Comparten un recuerdo y ejemplifican el término con dos combinaciones que bien podrían definir la reacción del público esta noche en La Abadía: un silencio atronador, un estruendo sordo.

Un silencio atronador, cada vez que Vicky Peña, enorme, contundente, tierna, metódica, rebosante de palabras… y libre como María la Diccionarista, aparece en escena. Un estruendo sordo, cuando flanqueada por sus también excelentes compañeros de reparto y tras una hora y media de risas, emoción, ironía, sabiduría y… palabras, sobre todo, palabras vivas, palabras vividas, María saluda al público, que no duda en ponerse en pie para aplaudir un tributo que conmueve, ofrecido a un personaje que lo merece.

Y digo bien “María saluda al público”, porque no sólo saluda Vicky Peña como actriz, también lo hace María Moliner. También a ella aplaudíamos todos esta noche.  A la mujer luchadora, perfeccionista, humilde, tierna, valiente y simplemente genial que ahora descubrimos muchos gracias a este texto y a este montaje.

Magistral (del lat. “magistralis”)1. Hecho o dicho por un maestro en el ejercicio de su función. 2. Bien hecho, con maestría o como por un maestro. => Perfecto

Sí, un montaje magistral.

El diccionario María Moliner me acompaña en la estantería de mi lugar de trabajo desde el año 1999. Acabo de ver la fecha escrita de mi puño y letra en la primera página de ambos tomos. Más de diez años de trabajo como traductora… Aunque debo confesar que últimamente la comodidad de los diccionarios y glosarios digitales ha ido relegando a estos tomos, otrora manoseados en la biblioteca de cualquier traductor, a un papel más bien decorativo. Pero esta noche no. Hoy, tras compartir unos años con María Moliner gracias a la magia del teatro, al llegar a casa me he abalanzado sobre sus dos tomos editados por Gredos y un escalofrío me ha recorrido la espalda. Las 3000 páginas que la consumieron poco a poco. Su obra.     

Magistral (del lat. “magistralis”)1. Hecho o dicho por un maestro en el ejercicio de su función. 2. Bien hecho, con maestría o como por un maestro. => Perfecto

Sí, su obra magistral.

María Moliner no llegó a ocupar aquel sillón B de la Real Academia para el que fue propuesta. Pero si hubiera ocupado alguna de las butacas de la sala San Juan de la Cruz de La Abadía para ver El Diccionario, me atrevería a decir que aplaudiría al autor, al director, al escenógrafo, a los actores, a todos y cada uno de los implicados en El Diccionario.

Magistral (del lat. “magistralis”)1. Hecho o dicho por un maestro en el ejercicio de su función. 2. Bien hecho, con maestría o como por un maestro. => Perfecto

Sí, según su propia definición en la página 234 del segundo tomo de su diccionario… Teatro magistral.




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Enviado por:María de Ancos
Idioma: castellano
País: España

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