Al hablar de desarrollo intelectual nos adentramos a una concepción primordial del ser humano, ya que somos, hacemos y vivimos en base al resultado de este, que en realidad no es resultado puesto que el ser humano siempre tiene la capacidad de hacer crecer su intelecto sin importar la edad, es cierto que los primeros años de vida son los de mejor percepción y capacidad para aprender, pero no son los únicos, ya que la capacidad del cerebro nunca es utilizada por completo.
Contar con una estimulación desde pequeños en el desarrollo intelectual permite al niño adquirir conocimientos, habilidades, destrezas y hábitos, en todo el transcurso de su vida, en el momento de desarrollar esta capacidad cada persona tiene la posibilidad de adaptarse fácilmente a los cambios científicos y técnicos que evolucionan cada día.
La dedicación, paciencia, constancia e interés por conocer cosas nuevas permiten formar nuevos esquemas al cerebro, los cuales nos ayudan a tener una capacidad más amplia para adquirir y comprender nuevos conocimientos.
Cada experiencia que el niño vive, permite formar nuevos enlaces y conexiones que ayudan al cerebro de éste a desarrollarse aun más.
Uno de los factores mas importantes para favorecer el desarrollo del niño es el contexto familiar ya que es el contacto mas inmediato para conocer el mundo, pero cabe mencionar que el contexto escolar y social también son parte de la formación y desarrollo de éste, ya que tienen gran influencia sobre él y como una de las primeras tendencias del niño es la imitación, es primordial brindarle un ambiente de seguridad, amor, respeto y atención, donde se le inculque la responsabilidad y madurez, así como los valores que le permitan ser una buena persona, para que pueda establecer su capacidad tanto intelectual como emocional y logre sentirse parte de una sociedad, lo cual le ayude a desarrollar un sentido de comprensión y respeto.
Crecer en un ambiente donde la estimulación sea el pan de cada día, desde una edad temprana, le brinda al niño la posibilidad de favorecer su desarrollo con mayor eficacia, que la que tuviera si no se le estimulara, ya que en él, existe un desarrollo interno y continuo que necesita una estimulación para adquirir experiencia nuevas que le van proporcionando panoramas mas amplios dentro de su contexto.
El niño aprende de todo lo que está a su alrededor, tanto el entorno físico como social ya que éste viene siendo un estimulo de aprendizaje aun cuando no existe la intención de enseñarle algo al niño.
Cada individuo es único y especial pero todos siguen una línea de vida, costumbres y valores, que le proporciona la cultura y la sociedad en la que se desenvuelve, y esta es la que marca el tipo de personas que quiere formar en el mundo.