Educación y Pedagogía


Deporte y mujer


ÍNDICE

Introducción............................................................................................................Pág. 2

- Historia y evolución del deporte femenino.................................................Pág. 2

- Repercusión de las particularidades morfológicas de la mujer...................Pág. 3

Repercusión de la práctica deportiva sobre la sexualidad..................................Pág. 5

- Deporte y pubertad......................................................................................Pág. 5

- Deporte y menstruación...............................................................................Pág. 5

- Deporte y embarazo.....................................................................................Pág. 6

- El parto........................................................................................................Pág. 7

- Deporte y posparto......................................................................................Pág. 7

- La lactancia.................................................................................................Pág. 7

- Comportamiento de la deportista frente a la sexualidad.............................Pág. 8

- Deporte y menopausia.................................................................................Pág. 8

Patología ginecológica y su repercusión en la práctica deportiva.....................Pág. 9

- Trastornos menstruales...............................................................................Pág. 9

- Algias pelvianas y dolores de origen genital.............................................Pág. 10

- Glándulas mamarias..................................................................................Pág. 10

Trastornos estáticos y traumatismos ginecológicos... .......................................Pág. 10

- Trastornos de la estática pelviana..............................................................Pág. 10

- Traumatismos de los órganos sexuales externos.......................................Pág. 11

Repercusión del deporte sobre la “feminidad” .................................................Pág. 12

Problemas modernos de la supervisión y control médicos................................Pág. 13 - Contracepción............................................................................................Pág. 13

- Determinación del sexo.............................................................................Pág. 14

Opinión personal...................................................................................................Pág. 17

Bibliografía............................................................................................................Pág. 18

Firma y fecha.........................................................................................................Pág. 19

INTRODUCCIÓN

- Historia y evolución del deporte femenino.

Entre el hombre y la mujer existen diferencias psíquicas, fisiológicas y anatómicas.

Las competiciones deportivas femeninas son existentes desde la más remota antigüedad, sin embargo los encuentros de confrontación mixta sólo se producen en la actualidad en equitación, vuelos transoceánicos, automovilismo y carreras a pie y en esquí con participación bisexual masiva.

En la Grecia clásica se organizaban con frecuencia competiciones reservadas a la mujer, pero como contrapartida, no podían participar en los Juegos Olímpicos.

En Roma, años más tarde, las mujeres sólo participaban en deportes con fines de cultura física en los cuales no existía la competición; (los juegos con aro y pelota, la natación, la gimnasia, la esgrima y los bolos).

Con la llegada de la era cristiana se puso fin al deporte el cual no se recuperó hasta el siglo XIX para los hombres y hasta después de la Primera Guerra Mundial para las mujeres.

Desde el Renacimiento hasta el siglo XVII, las mujeres sólo practicaban el juego de pelota y las aristócratas se dedicaban a la caza y a la equitación.

Las razones que alejaron a la mujer de las competiciones deportivas fueron muchas y aún persisten en la actualidad.

  • Unas fueron impuestas por el hombre como dictador máximo en la familia.

  • Otras fueron impuestas por la misma mujer, por considerar al deporte como un obstáculo para la fecundidad, una llamada pecaminosa al sexo por la cortedad del vestido y el resalto de formas corporales agradables, un factor de contestación al poder omnímodo del varón, una práctica que apartaba a la mujer de su papel esencial de dueña del hogar y una pretendida afrenta a su feminidad.

  • La Iglesia prohibió el deporte por el carácter sangriento y para ocultar la desnudez del cuerpo.

Hoy en día, las mujeres toman parte en numerosas competiciones, a pesar del hecho de ser excluidas de deportes en los que podrían brillar sin peligro, y a despecho de que “el programa de participación nunca ha sido objeto de estudio científico en función de las condiciones del organismo femenino y de las consecuencias a largo plazo que puede acarrear la práctica de ejercicios violentos sobre el cuerpo de la mujer.

- Repercusión de las particularidades morfológicas de la mujer sobre su actividad física y deportiva.

La mujer presenta diferencias ostensibles respecto al varón:

Anatómicas: Por lo general menos estatura y peso; mayor anchura de pelvis, cintura y hombros más estrechos, fémures con mayor convergencia distal, caja torácica de menor volumen y predominio del tronco con respecto a las extremidades inferiores; a igualdad de peso, masas muscular y ósea menores, la última aún menor al sobrevenir la menopausia, y mayor masa adiposa; la práctica deportiva disminuye el primero y amplia el segundo debido a la modificación de los diámetros bitrocantéreo y bideltoideo.

Mecánicas

  • Ventilación de tipo costal.

  • Hiperlaxitud articular idiopática: muy frecuente en la mujer, se aminora con el paso de los años. La laxitud ocasiona diversos trastornos por la repetición de microtraumas locales, principalmente raquialgias y síndromes poliartrálgicos crónicos en las articulaciones sobreutilizadas; además, propende a ocasionales derrames intraarticulares en las rodillas y en los tobillos ; mialgias y calambres, predisposición a las subluxaciones de hombro y rótula, esguinces tibiotrarsianos, epicondilitis de inserción y enfermedad de la cabeza radial en las tenistas y jugadoras de golf; por último también puede darse en muchas adolescentes artrosis precoz.

  • Frecuencia de dorsos planos, causantes de molestas dorsalgias en las asténicas longilíneas poco musculadas en plena adolescencia, y también de pies cavos y pies planos.

Fisiológicas: Presenta una menor capacidad vital, sistema sanguíneo transportador de oxígeno más reducido y con menor capacidad de fijación a nivel pulmonar; frecuencia cardiaca basal más elevada; adaptación cardiovascular al esfuerzo equiparable a la del varón, con menor capacidad de recuperación y mayor fatigabilidad muscular.

Por todas las desigualdades expuestas, las prestaciones y marcas deportivas de la mujer son inferiores a las del hombre. Por lo contrario, las cualidades de agilidad inherentes al cuerpo femenino permite a la mujer realizar gestos y figuras en gimnasia deportiva y artística difícilmente imitables por el hombre. Aunque la mujer es menos resistente que el varón, es más constante y sufrida.

REPERCUSIÓN DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA SOBRE LA SEXUALIDAD

- Deporte y pubertad

Se recomiendan diferentes módulos de ejercicios en relación con la edad y estadio de desarrollo puberal.

  • En el período prepuberal predomina el problema de la corrección de la actitud corporal; para resolverlo se aconseja la práctica de deportes que desarrollan la totalidad del cuerpo, prescindiendo de especializaciones.

  • En el período puberal los esfuerzos deben graduarse en función de las condiciones de potencia resistencia individual; también tiene mucha importancia la educación respiratoria; un punto importante es la utilización de sujetadores.

  • De 15 a 16 años, es la edad del desarrollo muscular y pueden realizarse ejercicios de fuerza.

- Deporte y menstruación.

Influencia de los ejercicios físicos sobre el ciclo menstrual y la menstruación.-

A un 50% de las corredoras de fondo les desaparece la regla con esta modalidad deportiva; esto se atribuye al estrés emocional y a la disminución de la masa adiposa, que posiblemente produce una insuficiencia “estrogénica”.

En un gran número de casos sobrevienen modificaciones favorables suscitadas por la práctica del deporte, por ejemplo reglas menos abundantes, disminución de los dolores menstruales, regulación del ciclo y disminución o desaparición de las dismenorreas.

Influencia del ciclo menstrual sobre la actividad física.-

Durante las reglas aparece un aumento de la fatigabilidad. Aunque en algunos casos puede ser cierto que durante el menstruo mejoren las prestaciones de velocidad, agilidad y potencia, ello ocurre únicamente en los esfuerzos de breve duración. Por otra parte, en un número elevado de mujeres deportistas, el período posmenstrual es el más favorable para la realización de buenas marcas.

Conducta práctica.-

Una menstruación normal no perturba el ejercicio de un deporte en plan amistoso o de distracción. Si la fatigabilidad es considerable, la joven deportista debe mantenerse dentro de unos estrictos límites de su capacidad física momentánea; si las facultades físicas continúan elevadas, o incluso se mejoran, no hay motivo para interrumpir la actividad deportiva de la mujer

Si existe fatigabilidad elevada reaparecida con las menstruaciones, puede instalarse un ciclo artificial.

- Deporte y embarazo

Durante la gestación la mujer puede continuar haciendo la actividad física que realizaba pero con una serie de matizaciones que vienen condicionadas por el hecho de que, a medida que el embarazo avanza, hay toda una serie de ejercicios que no pueden, ni deben realizarse debido al aumento del volumen uterino, por ejemplo, ciertos ejercicios abdominales, etc. Por otro lado, la capacidad de resistencia de la mujer al ejercicio, a medida que el feto es mayor, también va disminuyendo. Es muy importante que la gestante realice una serie de ejercicios gimnásticos, que le ayudarán en el momento del parto a que éste sea más fácil y que se pueda ejercer una buena presión abdominal en el momento del expulsivo. Además, si la mujer tiene una buena musculatura de la parte baja de la pelvis, la cabeza del niño descenderá y, sobre todo, rotará en el canal del parto de manera más fácil. La elasticidad que brinda una buena preparación física disminuye las molestias propias del embarazo, sobre todo aquellas que son debidas a los cambios estructurales. Es decir, frecuentemente, durante la gestación, la mujer tiende a modificar la estática de su columna con el fin de compensar el sobrepeso que le ocasiona el crecimiento uterino, de manera que la columna se desplaza hacia atrás a medida que el abdomen crece hacia delante. En esta posición, los músculos y los cartílagos columnares trabajan de manera forzada, dando dolor de riñones. El ejercicio físico ayuda a que estas molestias sean menores. Los centros de preparación maternal, junto a otros tipos de preparación (psicológica, respiratoria, etc.), enseñan a la mujer a realizar los ejercicios necesarios para que esté lo más preparada posible físicamente.

- El parto

En las deportistas la dilatación exige más tiempo por la tonicidad perineal, sin embargo el período de expulsión resulta más breve, debido a la hipertonía de los músculos parietoabdominales.

El progreso de la obstetricia moderna ha disipado para siempre la amenaza de los partos prolongados y las expulsiones con traumatismos o desgarros locales.

- El posparto

El ejercicio físico durante el puerperio y el período del posparto tiene como objetivo acelerar la recuperación tónica de los músculos abdominales y de la cincha perineovulvar, así como disminuir los riesgos de flebitis y embolia.

En el transcurso de los primeros doce días después del parto, la actividad física de la puérpera se reduce al levantamiento temprano y a la reeducación abdominal sistemática y controlada.

Durante el 12º y 45º día, conviene evitar el agotamiento nervioso.

Después del 45º día, puede autorizarse la actividad deportiva moderada si ya ha reaparecido la menstruación y la exploración posnatal de control no revela ningún retraso de involución.

En caso de que sea deportista, pasados de 3 a 4 meses, puede autorizarse la vuelta al entrenamiento intensivo. En un 80% de los casos se da una mejoría de las marcas y prestaciones deportivas. Esta superación ocurre dentro del 1º y 2º año, según las posibilidades de entrenamiento.

- La lactancia

La lactancia no es compatible con el deporte de alto nivel y la competición. Esto es debido a dos razones:

Por motivos técnicos. Dada la imposibilidad de mantener el ritmo de las tetadas y los cuidados del lactante en el estadio o campo de deportes.

Por motivos psicológicos. Toda vez que la fatiga agota la secreción láctea e, inversamente, la lactancia favorece la fatiga y se opone al entrenamiento intensivo.

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- El comportamiento de la deportista frente a la sexualidad.

La psicología de la mujer deportista se caracteriza por la necesidad de utilizar plenamente el cuerpo y por el deseo de preservar la integridad corporal. Ambas actitudes son a la vez paradójicas y complementarias, de ahí que los diversos episodios de la vida sexual se vivirán según el predominio momentáneo de una de las dos opciones sobre la otra.

Si la preocupación principal apunta a mantener el estado físico al nivel más alto posible:

- Las reglas se consideran inoportunas, molestas o degradantes y se esperan siempre con inquietud por el riesgo de alterar el rendimiento de la deportista.

- Existe una actitud variable frente a la sexualidad: si la mujer vence los prejuicios sobre los métodos de anticoncepción, no temerá entonces las relaciones sexuales, pero nunca dejará de asustarse ante la posibilidad de un embarazo

Cuando predomina el deseo de liberación del cuerpo, la mujer asuma una de estas actitudes:

  • Las reglas son experimentadas como un obstáculo a la libertad de acción y ciertos movimientos se vuelven penosos.

  • Se rehuyen las relaciones sexuales por juzgarse insoportable la idea de “ser poseída por otro” o que alguien se aproveche de su cuerpo. También le atormenta la idea del riesgo de embarazo, por las limitaciones que éste supone.

- Deporte y menopausia

Las mujeres menopáusicas extraen un gran beneficio de las actividades físicas y deportivas de acuerdo con su edad, siempre que las realicen bajo el control del médico del deporte. Estas actividades se oponen y frenan la osteoporosis involutiva, atenúan las remodelaciones inestéticas, y en el plano psicológico luchan contra el envejecimiento.

Las mujeres que reanudan su actividad deportiva largo tiempo abandonado deben ser tuteladas y controladas. Es aconsejable que se dediquen a las marchas y excursiones, pasando después al jogging, a la natación y por último, a la gimnasia. Sólo las más entrenadas y físicamente capaces pueden iniciar actividades de mayores exigencias físicas.

PATOLOGÍA GINECOLÓGICA Y SU REPERCUSIÓN

EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA

- Trastornos menstruales

Trastornos de las reglas.

No es lícito incriminar la actividad física como responsable de los trastornos menstruales de las deportistas. Sin embargo, a menujdo se observan hipomenorreas y amenorerreas o bien acortamientos del ciclo menstrual con hipermenorreas en las deportistas expuestas al frío. Se considera probable que estos hechos guarden relación con los fenómenos reguladores de la homeostasia, causantes de vasoconstricción en ciertos territorios y vasodilatación en otros.

Los traumas físicos y emocionales, el agotamiento residual después de los esfuerzos desmesurados o de un entrenamiento excesivo, la tensión nerviosa suscitada por un cambio de lugar en el equipo, son algunos de los factores que también pueden provocar trastornos menstruales en la deportista.

Síndrome premenstrual

Se manifiesta por una congestión abdominopelviana y mamaria asociada a diferentes trastornos psíquicos que pueden repercutir en el comportamiento de la joven deportista. (Ansiedad, excitabilidad, irritabilidad y sentimiento de inseguridad)

Conviene esforzarse en limitar lo menos posible la actividad deportiva.

Dolores menstruales

La práctica regular del deporte aporta frecuentemente una mejoría ostensible de los dolores motivados por las reglas. Algunas deportistas experimentan grandes perturbaciones por la fuerte intensidad de las algias. El médico debe limitarse a tratar la ginecopatía y la personalidad de la mujer. Toda algomenorrea requiere una exploración especializada.

- Algias pelvianas y dolores de origen genital

Aunque las mujeres deportistas revelan menor tendencia a padecer estas moles- tias, debido al papel predominante de los factores psicológicos, su aparición obliga a la práctica de una exploración ginecológica y general.

- Glándulas mamarias

La mujer deportista se halla en inferioridad relativa respecto al hombre, por la existencia de las glándulas mamarias. Si bien es ilusorio querer conseguir una reducción de la hipertrofia mamaria mediante el deporte, resulta innegable que la estética mamaria puede beneficiarse grandemente de la práctica deportiva. La ejercitación del pectoral mayor crea una sólida base de apoyo a los senos femeninos.

Las glándulas mamarias son sensibles a los choques y a los traumas repetidos, por lo que cualquier contusión repercute intensamente en la psiquis y, como consecuencia, se resiente mucho la calidad de las marcas y prestaciones deportivasx ulteriores.

Los senos deben estar aplicados contra el tórax para prevenir la movilidad y el dolor mamarios durante los esfuerzos deportivos. Esta fijación es especialmente importante en los deportes de esfuerzos musculares súbitos, así como en los deportes de equipo, donde existe un riesgo máximo de contusiones dolorosas.

TRASTORNOS ESTÁTICOS Y TRAUMATISMOS GINECOLÓGICOS

DEBIDOS A LA PRÁCTICA DEL DEPORTE.

- Trastornos de la estática pelviana

Los deportes que exigen una participación intensa de la pared abdominopelviana o una movilidad excesiva de la pelvis pueden favorecer la génesis de retroversión uteriona y prolapsos. Este descubrimiento hace recomendar a las deportistas la elección de otra actividad menos agresiva para la pelvis si se trata sólo de un grado menor, pero en el caso de que una disgopia importante puede ser necesario indicar una solución quirúrgica.

- Traumatismos de los órganos sexuales externos

Traumatismos de glándulas mamarias.-

La glándula mamaria y su envoltura cutaneoadiposa están expuestas a los choques y a los golpes.

Las lesiones traumáticas en las deportistas más frecuentes son las contusiones y las heridas.

Las heridas mamarias se aprecian a consecuencia de la caída sobre un objeto duro o por el enclavamiento de la armadura rígida del sostén. Estas heridas no son preocupantes excepto cuando coexiste penetración en la cavidad torácica. La lesión de la glándula no tiene consecuencias graves excepto en período de lactancia.

Las contusiones mamarias se producen por un choque frontal directo contra un objeto duro que aplasta la glándula contra la parrilla costas y ocasiona una lesión en el punto de aplicación de la energía cinética del choque. También puede ser debida a un choque oblicuo o tangencial que provoca un deslizamiento de la glándula sobre un soporte rígido, determinando un despegamiento o arrancamiento de los planos profundos.

Las lesiones son cutáneas o subcutáneas normalmente, limitadas a una discreta hemólisis y a un dolor en los lugares contundidos. A veces se observa un hematoma difuso o una colección sanguínea susceptible de evacuación quirúrgica.

El único problema importante de las contusiones mamarias es la posible aparición de un foco subcutáneo de citoesteatonecrosis que puede crear dudas diagnósticas por su semejanza clínica con el cáncer mamario

Traumatismos perineovalvulares

La vulva se halla bastante expuesta a los choques y contusiones por su carácter de órgano genital externo y por su escasa movilidad. La vagina, queda relativamente protegida entre los muslos y rara vez resulta lesionada en los traumatismos deportivos. Otro órgano lesionado alguna vez en los traumatismos de esta región es el himen. En la vulva y en el perineo pueden producirse también los mismos dos tipos clásicos de traumatismos: contusiones y heridas.

  • Contusiones.- Un golpe intenso de la región vulvar, puede dar lugar a la rotura de algunos vasos de este área densamente vascularizada. Un choque tangencial al plano vulvar puede producir desgarros vasculares y, a veces, desinserciones musculares de extensión variable.

  • La víctima siente en el momento del accidente un dolor violento que después se vuelve menos vivo pero se extiende. En cuanto se ha formado un hematoma, el dolor es sustituido por una sensación de pesadez o tensión de intensidad progresivamente creciente, al mismo tiempo que aparecen las lesiones terminales de tipo variable:

    • Equimosis simples, benignas y superficiales, de diversa extensión y poco dolorosas.

    • Hematomas voluminosos vulvares, bastante frecuentes. Este tumor puede reabsorberse espontáneamente sin complicación.

    • Hematoma perineovaginal coagulable, de considerable volumen; aparecen después de un traumatismo de gran violencia.

  • Heridas perineovulvares.- La mayor parte de las veces son heridas contusas consecutivas a la caída sobre el periné, acompañadas de dolores moderados y hemorragia copiosa.

  • La cicatrización suele ser rápida pero se encuentra amenazada por dos complicaciones de consecuencias terribles:

    - La tendencia frecuente a las infecciones graves en razón de la contigüidad de los conductos urinarios, rectal y vaginal

    - La formación de cicatrices fibrosas retráctiles susceptibles de crear estenosis uretrales, rectales y sobre todo vaginales

    REPERCUSIÓN DEL DEPORTE SOBRE LA FEMINIDAD

    Es innegable que las deportistas presentan con bastante frecuencia un aspecto más “masculino” que sus compañeras no deportistas, pero esta circunstancia obedece sobre todo a la vestimenta, a una ocasional ausencia de coquetería o, tal vez, a una cabellera menos abundante, con “ peinado a lo chico”, pero casi nunca a una realidad biológica.

    Hace algunos años se pensaba que el aumento de la actividad corticosuprarrenal debida al esfuerzo físico ocasionaba un estado de hiperandrogenia. No existen pruebas a favor de esta hipótesis, porque no se han demostrado diferencias significativas entre los exámenes hormonales de las deportistas y los de las mujeres sedentarias.

    PROBLEMAS MODERNOS DE LA SUPERVISIÓN Y

    CONTROL MÉDICOS DE LAS DEPORTISTAS

    - Contracepción

    Todos los métodos contraceptivos pueden ser utilizados por la deportista. No obstante, la píldora de estroprogestágenos puede repercutir en sentido desfavorable sobre la forma física; el D.I.U., puede ocasionar reglas más largas o abundantes.

    Empleo de estroprogestágenos

    La píldora suele prescribirse con finalidad contraceptiva, pero evitando que la instauración de este tratamiento con estroprogestágenos conlleve el riesgo de producir disgustos en las competiciones deportivas por no estar correctamente prescrito

    Sin embargo, esta terapéutica también puede influir en el curso de las reglas que, aunque sólo son hemorragias de privación, crean a veces animosidad y resentimiento en la deportista por juzgarlas como un obstáculo para la realización de una marca ansiosamente buscada. Cuando la deportista no toma habitualmente píldoras anticonceptivas, conviene administrar por prudencia un ciclo entero de estroprogestágenos a título de ensayo durante un período exento de competiciones, a fin de comprobar que los eventuales incidentes experimentados a veces por la instauración de este tratamiento no supriman todos los beneficios.

    Práctica del tratamiento con estroprogestágenos en la deportista

    El modo de empleo de la píldora anticonceptiva en una deportista es igual al de las restantes mujeres. Debe recordarse a este respecto que los tres primeros ciclos de tratamiento suscitan con relativa frecuencia trastornos hepatobiliares, cefaleas, nerviosismo y pérdidas de peso, de ordinario mínimos pero rápidamente regresivos.

    El principio del tratamiento se efectuará en el comienzo de la temporada de vacaciones o descanso deportivo. Por lo menos hay que estudiar el calendario deportivo y desaconsejarle la iniciación del tratamiento anticonceptivo en los tres meses precedentes a la cúspide de la forma física programada.

    • ¿Contracepción y dopado?

    Si realmente resulta cierto que los estroprogestágenos mejoran el rendimiento de una deportista deberían ser condenados y proscritos en nombre de la lucha antidopado. No obstante, los límites entre los dos conceptos quedan borrosos y difuminados. ¿Se condenaría el café o los medicamentos contra el mareo en un crucero marítimo?

    Los medicamentos ovulostáticos no figuran en la lista oficial de sustancias dopantes redactada por las autoridades olímpicas y los legisladores deportivos de todos los países.

    - Determinación del sexo.

    Se trata de un problema espinoso y complejo.

    Al médico especializado en medicina deportiva sólo se le pide si un determinado atleta o deportista está clasificado en categoría masculina o femenina. Ahora bien, como sea que el deportista ya está clasificado en la categoría masculina o femenina según el estado civil, lo importante es decidir si el sexo real es idéntico al del estado civil. Para dilucidar la cuestión, el médico dispone del examen clínico, a veces insuficiente, y de diversos exámenes para clínicos, por lo general superespecializados, entre los que destacan el estudio de la cromatina sexual y del cariotipo.

    Diagnóstico de gabinete médico.

    Dado que se clasifica al deportista en la categoría masculina o femenina de acuerdo con el estado civil, importa acto seguido asegurarse de que el sexo real se corresponda con el del estado civil. De vez en cuando, una discordancia entre el sexo del estado civil y los atributos sexuales externos o el sexo cromatínico plantea un problema del que exponemos las principales posibilidades y aspectos:

  • Biplasia gonadal o hermafroditismo. Cuando se encuentra a un deportista de esta clase en los estadios, hay que clasificarle en la categoría correspondiente al morfotipo genital predominante. Puede existir en estos individuos una contradicción entre el sexo cromatínico y el sexo cariotipo, de ordinario femeninos, y la categoría civil elegida si la evolución se realiza hacia un morfotipo varón.

  • Aplasia gondal.

    • Femenina. Las mujeres con síndrome de Turner, típico o atípico, no frecuentan mucho los estadios. Además, a pesar de carecer de cromatina sexual, estos seres son femeninos en el doble aspecto morfológico y genético, por lo que no plantean grandes problemas diagnósticos.

    • Masculina. Las personas afectadas por el síndrome de Klinefelter no tienen mucho interés por el médico del deporte. Su morfología masculina se acompaña de sexo genético varonil a pesar del carácter femenino de la cromatina sexual

  • Hipoplasias gonadales. Tardías. El sexo del estadio civil coincide realmente con el sexo genético porque las modificaciones sexuales son posteriores al nacimiento.

  • Seudohermafroditismo externo femenino. Las formas incompletas se identifican en su mayoría tempranamente. Por ello es excepcional que el diagnóstico se realice en el transcurso de un reconocimiento medicodeportivo.

  • Seudohermafroditismo externo masculino. Es el más frecuente de los dos. El síndrome del “testículo feminizante” se da con la suficiente frecuencia como para que el médico del deporte haya tenido alguna ocasión de enfrentarse a este problema. Por de pronto, la amenorrea y la comprobación más tardía de una esterilidad constituyen trastornos muy repartidos entre las mujeres “verdaderas”, por lo que no suelen despertar sospechas del verdadero diagnóstico. Más interesante parece la ausencia de vello axilopubiano, dato que debería hacer pensar en la naturaleza real del trastorno. Pero aun así se trata de un signo de escasísimo valor de orientación por la existencia en todos los países del Mediterráneo europeo de numerosas jovencitas y mujeres jóvenes norteafricanas que tienen la costumbre de depilarse las axilas y algunas incluso el pubis.

  • Estos casos son, sin duda, los únicos en los que está obligado el diagnóstico médico preciso, debido al riesgo elevado de degeneración maligna de las gónadas. La postura terapéutica actual consiste en operar a estos sujetos entre los 20 y los 25 años de edad a fin de describir y extirpar las gónadas; a continuación se establece una opoterapia sustitutiva.

    - Diagnóstico en la “cumbre”.

    En las competiciones de máximo nivel, se realiza sistemáticamente la determinación del sexo mediante la investigación del corpúsculo de Barr, o con la técnica muy semejante del examen de los polinucleares neutrófilos portadores de “nódulos” o de “palillos de tambor”; en caso de duda se completa el examen con el análisis del cariotipo, único método verdaderamente fiable en lo que respecta a la determinación del sexo genético.

    El caso, más frecuente, de individuos con síndrome de “testículo feminizante” puede ser de catalogación muy difícil. A nuestro modo de ver deben ser clasificados, en la categoría correspondiente al sexo morfológico, es decir al femenino, aunque este concepto va a contracorriente de las disposiciones legisladas sobre esta materia.

    OPINIÓN PERSONAL

    Mi opinión acerca de este trabajo no es muy clara. Si bien, está claro que he comprendido el porqué de que haya categorías masculinas y femeninas.

    Gracias a este trabajo he aprendido un montón de cosas referentes a la relación entre la mujer y el deporte, y lo cierto es que nunca pensé que hubiera tantas diferencias de tipo fisiológicas, anatómicas y mecánicas entre el hombre y la mujer, que fueran a incidir en el resultado de una actividad física. Desde muy pequeños asumimos que normalmente los niños corren más que las niñas y realizan mejor la mayor parte de los deportes pero yo, personalmente, nunca me había planteado el porqué. Ahora que lo sé me parece más justo que nos califiquen dependiendo de nuestro sexo, cosa que hasta ahora, aunque me gustaba, no me parecía justo pues era, en mi opinión, totalmente feminista.

    El material para realizar este trabajo ha sido difícil de encontrar. En la biblioteca sólo había un libro que hablara sobre este tema, lo que probablemente haya causado que la mayor parte los trabajos sean muy parecidos.

    BIBLIOGRAFÍA

    • Medicina del deporte.

    • Enciclopedia de la salud “En forma”.

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    Enviado por:Ramón Fernández López
    Idioma: castellano
    País: España

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