Ecología y Medio Ambiente
Degradación ecológica del bosque tropical
1. Resumen
Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el ser humano y una de las catástrofes ecológicas más grandes del mundo es la deforestación del bosque tropical.
Cada año cientos de árboles se talan en las regiones cercanas al ecuador para la construcción de muebles o papel. Por culpa de estas acciones cientos de animales como: el lagur, el manatí, el aye aye, el águila de los monos y otros muchos animales desaparecen de estas regiones. Con los árboles no solo desaparecen estos animales sino también se pierden otras cosas igual de valiosas como la cubierta vegetal que quizá en algunas zonas no volverá a existir nunca, con la desaparición de la cubierta vegetal también se pierde la sujeción del suelo y por ello se erosiona y acaba por perder su forma original. Otro tema también muy importante sobre la deforestación tropical es la cantidad de indígenas que se ven obligados a abandonar sus tierras por la cantidad de árboles que desaparecen en las zonas donde ellos viven.
2. Introducción al bosque tropical
Los bosques tropicales son uno de los ecosistemas más complejos que existen, de ahí que reproducir en el jardín las mismas condiciones que se dan en estos lugares sea una tarea difícil, aunque no imposible. Los trópicos se caracterizan por tener ambientes muy húmedos que se derivan de las fuertes precipitaciones y del calor sofocante. Estos entornos naturales están formados por un dosel de ramas entrelazadas donde emergen árboles altos que buscan los rayos del sol.
La humedad es la clave para mantener en perfectas condiciones un jardín tropical, por eso, a no ser que el clima sea húmedo y caluroso, será muy difícil configurar este tipo de jardín en el exterior. A menudo se recurre a invernaderos para poder reproducir las condiciones de los climas tropicales: es el caso, por ejemplo, del bello jardín tropical que acoge la madrileña estación de Atocha.
Aunque en los climas tropicales las precipitaciones son estacionales, apenas hay sensación de sequedad. Por eso, estos jardines requieren agua de manera abundante, sin llegar a encharcar la tierra. Para favorecer la transpiración es importante que el agua rocíe las plantas y sus hojas.
Suelos y plantas
Los suelos de las regiones ecuatoriales quedan condicionados por el alto índice de lluvias. Los perfiles del suelo son profundos y el terreno es ácido, rico en aluminio y óxidos de hierro, lo que le otorga cierto tono rojizo. Bajo ciertas condiciones de lluvia, el hierro se concentra, endureciendo parte de la tierra, y haciéndose impenetrable por las raíces. La mayoría de los nutrientes y materiales orgánicos quedan en la parte más epidérmica del suelo, debido a que la descomposición es muy rápida. Esa gran actividad biológica hace que quede poca hojarasca sobre el suelo, ya que todo se recicla rápidamente. También es muy veloz el crecimiento de los árboles en las zonas tropicales. Los bosques tropicales tienes aproximadamente cinco niveles de vegetación: emergentes, que son los que reciben la luz directa del sol, un dosel superior y un dosel inferior, el sotobosque y, por último, la zona más próxima al suelo, donde crecen arbustos y hierbas. Los troncos de los árboles tienden a ser de color claro, rectos y verticales, con una corteza lisa y llena de líquenes. Las plantas epifitas, que se desarrollan encima de otras, y trepadoras, tales como las lianas, proliferan en los altos árboles. Todas las plantas luchan en el bosque ecuatorial por arañarle al cielo unos ligeros rayos de sol.
2.1 Bosque tropical húmedo
Es el bioma más complejo de la tierra en términos de su estructura y diversidad de especies. Ocurre bajo condiciones ambientales óptimas para la vida: Disponibilidad de calor durante todo el año, abundante precipitación. No hay estaciones de crecimiento e hibernación como en las zonas templadas de los hemisferios norte y sur. Aunque si se observa estacionalidad que afecta el ritmo de los procesos biológicos de las especies de manera particular. La luz del sol en el bosque húmedo tropical es un factor condicionante importante. Una variedad de estrategias han desarrollado las especies para obtener luz o adaptarse a una baja intensidad de la misma por debajo del dosel.
En las zonas tropicales y ecuatoriales encontramos distintos tipos de bosques, aunque todas las regiones cercanas al ecuador tienen en común el ser calurosas, hay grandes diferencias de regímenes de lluvias de unas a otras por lo que se forman bosques muy diferentes.
La pluviselva o bosque tropical húmedo es típica de lugares con precipitación abundante y está formada por plantas de hoja perenne ancha. La selva amazónica es el representante más extenso de este tipo de bioma, aunque se encuentra también en África y Asia. Es un ecosistema con una gran riqueza y variedad de especias de gran interés, porque de esta biodiversidad se pueden obtener muchos recursos: alimentos, medicinas, sustancias de interés industrial, etc.
El suelo de la selva es sorprendentemente débil y pobre en comparación con la riqueza que soporta. La explicación es que la mayor parte de los nutrientes se encuentran en los seres vivos y no en el suelo. Cuando este ecosistema es destruido, por la tala o los incendios, su recuperación es imposible o muy difícil, porque el suelo desnudo se hace costroso y duro con gran rapidez surge el proceso de laterización. Por otra parte, al ser un suelo tan pobre, no es apto para la agricultura porque en tres o cuatro cosechas pierde sus nutrientes.
Algunos investigadores afirman que un área de 10 km2 puede contener más de 1500 especies de plantas con flores y alrededor de 750 especies diferentes de árboles. Contienen además, varios millones de especies de flora y fauna, tal vez el 50% de todas las especies conocidas. Tan sólo de artrópodos, pueden alojar entre un 20 a 25 % de las especies conocidas.
La estratificación de la vegetación influye en el microclima del bosque. La concentración de CO2 y la humedad relativa del ambiente aumentan conforme descendemos hacia el suelo, y la temperatura y la evaporación disminuyen. La temperatura en las partes bajas suele ser alrededor de 6ºC menor que la que se encuentra en las capas altas. La luz que penetra hasta el suelo pude ser de 2 a 4 % de la que irradia las capas superiores. Muchas de las plantas que habitan en este tipo de selva se desarrollan trepando sobre los árboles (plantas epifitas) de esta manera obtienen alimento, humedad y alcanzan la luminosidad necesaria. Sus raíces nunca tocan el suelo y obtienen sus nutrientes de los detritus de muchos organismos, y la humedad de los reservorios que se forman en las hojas y los huecos de los árboles sobre los que crecen.
Musgos, helechos, líquenes, orquídeas y bromeliáceas son buenos ejemplos de este tipo de organismos. Algunas plantas trepadoras estrangulan a su hospedero (lianas y matapalo, por ejemplo), otras viven con ellos de manera simbiótica. Los insectívoros, aves y murciélagos se encuentran generalmente en el dosel o capa superior. En la bóveda intermedia se localizan los mamíferos rastreadores como las ardillas y todos aquellos mamíferos pequeños que bajan al suelo a buscar insectos, reptiles, o semillas, y una gran variedad de insectos. En el suelo se encuentran mamíferos de talla considerable como el tigrillo, el ocelote, el tapir y el leopardo. Entre la hojarasca hay una enorme cantidad de insectos, aves insectívoras y pequeños roedores que hacen sus madrigueras bajo el suelo. La gran diversidad encontrada en este tipo de ecosistemas se debe principalmente a la presencia de una enorme variedad de microhábitats o micronichos, que albergan a una inmensa gama de organismos.
2.2 Bosque tropical seco
Los bosques tropicales secos (o bosques tropicales arbustivos o espinosos) cubren grandes áreas del centro de América del Sur, el suroeste de África y partes del suroeste de Asia. El factor climático de mayor importancia es la distribución irregular e imperfecta de una precipitación pluvial moderada.
Los bosques espinosos suelen denominarse “bush” en África o Australia y “caatinga” en Brasil. Contienen pequeños árboles de madera dura, que a menudo están grotescamente retorcidos y llenos de espinas; las hojas son pequeñas y caen durante las temporadas de sequía. Los árboles espinosos crecen en arboledas densas, esparcidos o por grupos.
Las temperaturas son altas todo el año pero hay una estación seca mucho más definida que el bosque húmedo tropical. Durante gran parte del año, la evapotranspiración excede a la precipitación pluvial, teniendo un efecto significativo sobre la vegetación. Las condiciones edáficas son muy similares a la de los suelos del bosque tropical húmedo con los mismos procesos.
Una diferencia significativa entre las especies de árboles de esta zona y las del bosque pluvial, es la caída de las hojas. Las condiciones de crecimiento no son óptimas por lo que el dosel superior de los árboles es menor (de 10 a 30 metros) que en el bosque húmedo y, donde la sequía es más extrema los árboles se encuentran menos densos. Con frecuencia el sotobosque es denso y enmarañado debido a una mayor penetración de la luz. Las lianas son mucho menos comunes ya que no es una forma importante de crecimiento donde la luz es menos limitante y, además, es muy susceptible a la desecación. Pueden abundar epifitas resistentes a la sequía (orquídeas, bromelias y cactus). Los árboles tienen una corteza más gruesa y más rugosa (adaptación contra el fuego), raíces más profundas (para alcanzar la capa freática), hojas variables, menores y más gruesas (adaptación contra la desecación) incluyendo muchas leguminosas de hojas compuestas y muchas especies poseen espinas y espolones.
La diversidad de especies es invariablemente menor que en los bosques húmedos próximos. El stress ambiental aumenta con la inestabilidad (estacionalidad) del ambiente y menos plantas y animales pueden generar mecanismos hemostáticos (para la estabilidad interna) para enfrentarlo. El bosque seco es importante como hábitat para aves migratorias durante la época no reproductora.
3. Calentamiento global. Cambio climático
El aumento drástico que están experimentando las temperaturas en todo el globo terráqueo protagoniza el denominado `Cambio Climático' y tiene su origen en el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera liberado básicamente por las fábricas de los países más industrializados. Los GEI, en su mayoría dióxido de carbono, dificultan la salida de los rayos del sol fuera de la atmósfera y causan el aumento global de las temperaturas. El calentamiento global de la tierra tiene y tendrá consecuencias desastrosas para todas las especies que habitamos el Planeta, además del descenso de las lluvias. Se prevé que la subida de las temperaturas cause el deshielo de parte del polo norte y el polo sur y ocasiones el aumento del nivel del mar. Se inundarán las tierras bajas y se salinizarán las reservas de agua potable como el Delta del Ebro o Doñana. En segundo lugar, la falta de agua y el aumento de la temperatura disminuirán los rendimientos agrícolas, acelerando la desertización del planeta. Las previsiones catastróficas que los científicos aseguran a la Tierra han encendido la alarma a nivel internacional. La Conferencia de Kioto reunió en 1990 a los países más industrializados para paliar las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera y evitar así el calentamiento exponencial de la Tierra.
El impacto ya lo estamos sintiendo con oleadas de calor y frío, con los diversos desastres naturales, entre ellos, huracanes, inundaciones, terremotos, sequías e incendios forestales que se han incrementado a lo largo del mundo. Los impactos que el cambio climático tendrá sobre la salud, muestra un decidido incremento en infecciones respiratorias y enfermedades diarréicas. Algunas medidas podrían ser reforestar los bosques, proteger las cuencas hidrológicas.... Según los científicos habrá grandes y violentas tormentas, escasez de comida, grandes y masivas migraciones de gente y como consecuencia de esto, guerras. Estas pueden ser algunas de las consecuencias del cambio climático.
4. Deforestación
La deforestación es el proceso de desaparición de masas forestales (bosques), fundamentalmente causada por la actividad humana. La deforestación está directamente causada por la acción del hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para cultivos agrícolas.
El comercio mundial de madera extraída ilegalmente es un negocio que mueve cada año miles de euros. Aunque generalmente se identifica como un problema de los bosques tropicales, la tala ilegal también se da en países desarrollados y economías de transición.
Alrededor del mundo se hace concienciación de lo peligroso que son las quemas y la tala de bosques, pero al parecer debido a la gran sobrepoblación que hay, es casi imposible evitarlo, en algunos lugares que aún se conservan reservas forestales que son las que contribuyen en gran parte a mantener un clima poco estable.
4.1 Causas de la deforestación
Las principales causas de deforestación son la demanda de madera y la transformación de bosques en superficies dedicadas a la agricultura y la ganadería. La deforestación puede darse de diferentes formas:
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Agricultores de roza y quema, que descombran el bosque para sembrar cultivos de subsistencia o para la venta.
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Agricultores comerciales: Estos talan los bosques para plantar cultivos comerciales.
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Pastoreo de ganado mayor y menor.
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Madereros, que cortan árboles comerciales.
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Recolectores de leña.
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Industriales mineros y petroleros: Los caminos y las líneas sísmicas proporcionan acceso al bosque a otros usuarios de la tierra.
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Planificadores de programas de colonización rural.
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Planificadores de infraestructuras: Los caminos y carreteras construidos a través de áreas forestales dan acceso a otros usuarios de la tierra; las hidroeléctricas ocasionan inundaciones.
En definitiva, son muchos factores los que pueden inducir a la deforestación de los bosques. Hay otras causas que pueden generar también su degradación, como por ejemplo: sobrepastoreo, los incendios, las malas prácticas agrícolas, etc.
4.2 Consecuencias de la deforestación
La deforestación de un bosque provoca que los organismos que allí viven tengan que emigrar hacia otro lugar o la desaparición de estas, perdiéndose gran número de especies. Con ésta desaparición se pierde también la infinidad de recursos que podríamos aprovechar del bosque tropical sin dañar su equilibrio ecológico, como por ejemplo vegetales comestibles o sustancias para la medicina o la industria química.
La deforestación y el clima
El bosque tropical nos otorga un gran beneficio ya que es un gran almacén de dióxido de carbono. El 30 por ciento de las acumulaciones de CO2 de la atmósfera pertenece a la quema de bosques tropicales.
La vegetación influye sobre el clima regional, cualquier cambio drástico provocará también un cambio en el clima regional. Es difícil la estimación cuantitativa de los efectos que pueden tener en la temperatura, la circulación y las precipitaciones las grandes modificaciones de los ecosistemas terrestres. La cantidad de humedad en la atmósfera de la Amazonía occidental es mayor que próximo a la costa, por lo que se puede deducir que hay una humificación del aire conforme este se adentra en el bosque, causado por la emisión de vapor de agua por la vegetación. Se sabe que, por ejemplo, los pastizales no tendrían en absoluto los mismos niveles de evapotranspiración.
5. Regeneración de los bosques tropicales
Hace tiempo se consideraba que los bosques se podían regenerar de forma natural. En cierto modo esto era cierto, pero no cuando la demanda de madera se dispara de manera desmedida, convirtiéndose en un recurso no renovable y en peligro de desaparición. Esto conlleva a que haya que buscar métodos de regeneración alternativos.
5.1 Regeneración artificial
Este tipo de regeneración surge al comprobar que las especies con mayor interés económico no se regeneraban tan fácilmente.
Antiguamente de lo que se trataba era de compensar la extracción de especies económicamente rentables, con plantaciones artificiales en fajas, trozas o callejones. Esto tenía un bajo impacto en el medio ambiente. Pero este método se fue haciendo cada vez más intenso, exigiéndose un mantenimiento que en ocasiones no era llevado a cabo, por lo que el rendimiento no fue el esperado, prefiriéndose utilizar entonces otros métodos más agresivos, plantando especies heliófilas en cantidad después de cortar a mata rasa la vegetación existente.
A partir de los años 70 se comenzaron a sustituir los rodales improductivos con una o 2 especies comerciales, permitiéndose así una mayor mecanización. Actualmente la mayoría de estas plantaciones tienen lugar en el sudeste asiático y en África. Pero ya en los 80 se puso en duda la rentabilidad de esta técnica por su bajo rendimiento y algunos criterios ambientales, entre otros motivos.
5.2 Regeneración natural
A las técnicas de regeneración natural se les dio más preferencia entre 1950 y 1970. En este periodo se utilizaban varias técnicas pero teniendo siempre en cuenta dos criterios:
-Mejorar el desarrollo de los rodales, favoreciendo a los individuos más importantes desde el punto de vista comercial, fomentándose indirectamente su regeneración. Ejemplo de ello son los rodales de Okoume (Aucumea Klaineana) en Congo y Gabón.
-Favorecer directamente la regeneración mejorando la llegada de la luz al suelo del bosque. Técnicas que se aplicaron en Malasia, Ghana, Nigeria y Trinidad con el nombre de “Shelterwood system” o “Ameliorements des pouplements naturels”.
Pero estos métodos tienen algunas desventajas que hicieron que no se obtuviera el resultado esperado:
-Fomento de la aparición de especies colonizadoras o invasoras heliófilas, que impiden que se desarrollen las especies “importantes” e influyen el la iluminación alterando su equilibrio.
-Las actuaciones que van unidas a estas técnicas se prolongan en el tiempo más de lo esperado desde un punto de vista económico y técnico.
-Otros, como por ejemplo la falta de investigación.
Todo esto hizo que no se hubiera mejoras en la productividad.
5.3 Conclusión
Actualmente, proteger y utilizar de forma sostenible el bosque tropical es una tarea de carácter urgente, y tanto los métodos de regeneración natural como los de regeneración artificial deben utilizarse de manera complementaria para así poder mejorar su uso.
6. Bibliografía
- es.wikipedia.org
- LEÓN, FRANCISCO -Comp.-: Conocimiento y sustentabilidad ambiental del desarrollo en América latina y el Caribe. Editorial: Dolmen ediciones.
- FELIX MAITRE, H. (1999) “Explotación de los bosques tropicales en el punto de mira”. Siglo XXI, 198, Marzo-Abril 1999 (Conferencia del ciclo de la Escuela Téctina superior de Ingenieros de Montes) Madrid.
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Enviado por: | Krmn |
Idioma: | castellano |
País: | España |