Ética y Moral


Definiciones de Ética


Ética

Disciplina que trata de la valoración moral de los actos humanos,

además de conjunto de principios y de normas morales que regulan las

actividades humanas. Del griego ethos, el término ética equivale

etimológicamente al de moral (del latín mos, moris: costumbre, modo

de comportarse); sin embargo, el uso parece asignar a este segundo

término una connotación teológico-religiosa, atribuyendo al primero

otra más filosófica, o bien reserva el de moral para la moral

práctica o vivida, mientras que designa con el de ética la reflexión

sistemático-filosófica sobre dicha moral. Como filosofía moral, la

ética habla del comportamiento humano bueno o malo; sin embargo,

también apunta a aquella fuerza moral a la que aluden expresiones

como moral elevada o alta y moral baja, que se manifiesta en

sentimientos, inclinaciones y pasiones que a veces ciegan, pero cuya

ausencia lleva a un estar sin moral, a la falta de esperanza, a la

acidia de los medievales, esto es, a la pereza radical, al tedio y al

hastío. La moral ha de empezar como ética antropológica (enraizada en

la misma estructura del hombre: estructura moral de libertad,

autenticidad y responsabilidad); sólo después vendrá la ética

normativa que evalúe contenidos morales; sin embargo, ésta nunca ha

sido única, sino que ha estado determinada por el criterio adoptado

como norma: en la ética teleológica, el fin (que pudo ser a su vez el

bien moral, en la ética de la virtud, o el bien supremo: ya fuese la

felicidad, en el eudemonismo, o Dios, en la ética teológica); en la

ética deontológica kantiana, el «deber» (el dictado de la conciencia

y la buena voluntad), etc. Aun de forma inconsecuente (la conciencia

del deber implica una dimensión social), el individualismo acompañó a

la ética kantiana, provocó la reacción de Hegel y exige aún hoy

buscar una ética civil de convivencia: aunque no puede suprimirse el

pluralismo práctico de morales vividas, ha de convenirse en unos

mínimos comunes a todo ciudadano (esto es, los mínimos propios de la

convivencia democrática), jurídicamente establecidos por la

constitución, de modo que el teórico de la moral pasa de la ética

filosófica a la filosofía del derecho. Más sutil que tales

reduccionismos ha sido sin duda el de la metaética (discurso sobre el

discurso ético), que sustituye la ética por la lógica del lenguaje

moral y por el análisis lingüístico del mismo. Pero el hallazgo de la

dimensión pragmática del lenguaje mismo (cuyos juegos resaltó

Wittgenstein) abre una comprensión ética del juego del discurso y de

la acción comunicativa. Con Habermas y Appel (y sobre fondo de

hermenéutica heiderggeriana) surge, así, la fundamentación pragmática

trascendental de dicha acción comunicativa a partir de una estructura

anticipante del hombre: en el sentido de que todo acto de preguntar o

de argumentar de forma ética supone (como condición misma del

diálogo) una norma comunitaria al respecto. Aunque parezca que se

reincide en la ética utópica, no se trata aquí de una realidad

alternativa empíricamente posible (como en las utopías clásicas),

sino de una anticipación contrafáctica, o idea regulativa kantiana no

individualista. Por eso es preciso redescubrir al hombre, mediante

una antropología ética, como un ser radicalmente moral, ético, y

buscar en el diálogo con los otros (continuación del propio

intradiálogo) un contenido moral, regla, modelo, virtud, ethos,

deber, valor, del que se pueda dar razón no como algo superpuesto a

la condición humana, sino como proyecto que ésta, anticipándose, es y

cuya realización requiere fuerza moral (la moral elevada que

sustituya a un estar sin moral).

Moral

Doctrina de las costumbres o de las acciones, sentido en el que es

sinónimo de ética.

En el sentido religioso se habla de la teología moral, rama de la

teología católica que trata de las obligaciones religiosas en cuanto

a las acciones del hombre elevado a ser sobrenatural a través del

bautismo. La teología moral es una ciencia doblemente normativa, por

cuanto relaciona las normas morales naturales con las de la confesión

católica. La raíz de la teología moral está en la doctrina de la

justificación por la fe, según la doctrina católica condición para la

moralidad sobrenatural.

Su sistematización como doctrina se inició en la época patrística; al

principio, como respuesta a las cuestiones más acuciantes que se

planteaban los cristianos (participación en la vida pública, en la

milicia, moral matrimonial), y luego con tratados más sistemáticos

(Clemente de Alejandría, Orígenes, san Ambrosio, san Agustín, san

Gregorio Magno), en los que la exposición moral asimila aspectos de

la sabiduría pagana, especialmente de la estoica. En los primeros

siglos de la edad media, la generalización de la penitencia privada

introdujo un nuevo auge de la literatura moral: los libros

penitenciales, mero catálogo de pecados y sus penitencias

correspondientes para guías de confesores, sin apenas fundamentación

teórica. Cuando en los siglos XII y XIII se produjo el florecimiento

de la teología escolástica, la doctrina moral se incorporó a las

«sumas», como la Suma teológica de santo Tomás de Aquino, en estrecha

vinculación con el resto de la teología (creación del nombre, caída,

regeneración, gracia, sacramentos, preceptos).

Paralelamente se inició la casuística, con la publicación de «sumas»

de casos de conciencia a los que se aplican los principios de la

teología moral. Estos tratados se multiplicaron durante los siglos

XIV y XV, y tienen su mayor exponente en la suma de san Antonino

(1473).

En la escolástica postridentina coexistieron las obras de la

casuística con los comentarios de la suma de santo Tomás. Aparecieron

también los primeros tratados completos e independientes de la

teología moral (Instituciones morales de J. Azor, 1600). Separada de

la dogmática, la teología moral se abrió caminos propios. La obra de

san Alfonso María de Ligorio, máximo doctor de la Iglesia en la

teología moral, representa un camino de equilibrio y ha inspirado el

ulterior desarrollo de la teología moral hasta la primera mitad del

s. XX. Después del Concilio Vaticano II, la teología moral intentó

una mayor fundamentación bíblica e insistió en los temas de

responsabilidad y libertad personal, no siempre destacados en las

exposiciones objetivas de actos, preceptos o virtudes.

Pacifismo

Doctrina y movimientos partidarios de resolver los conflictos

internacionales sin recurso a la guerra.

El pacifismo se formó a finales del siglo XIX como reacción al masivo

rearme de las principales potencias. En 1892 fue creada la Oficina

internacional de la paz. En los años previos a la primera guerra

mundial, el movimiento pacifista, animado por los partidos

socialistas y obreros, adquirió gran vitalidad, que recuperó después

de la segunda guerra mundial al enfrentarse a la proliferación de

armas nucleares. En los años ochenta, el pacifismo vivió uno de sus

períodos de más auge con masivas campañas contra la instalación de

misiles nucleares en Europa.

Los diversos acuerdos de desarme entre Estados Unidos y la URSS, la

caída de los regímenes comunistas y el fin de la política de bloques

pusieron en una encrucijada al movimiento, que no ha sabido

reaccionar adecuadamente ante los recientes y graves conflictos

internacionales (guerra del Golfo, guerra civil en la ex-Yugoslavia).

El apoyo masivo de una buena parte de la opinión pública, incluidos

algunos señalados ex militantes del pacifismo, a la intervención

militar de la OTAN (sobre todo en el caso del conflicto yugoslavo),

ha creado serias divisiones en el seno del movimiento.

Feminismo

Movimiento social que defiende la emancipación de la mujer y su

igualdad política, económica y jurídica respecto al hombre.

Las primeras formulaciones del feminismo son del período de la

Revolución francesa, con la que comparte sus principios

igualitaristas y racionalistas. En 1791, Olimpia de Gouges redactó

una primera declaración de los derechos de la mujer. Pero solo a

partir del desarrollo de la sociedad industrial el feminismo se

convirtió en un movimiento social importante, recogido por los

pensadores socialistas: Fourier, Bebel en La mujer ante el socialismo

(1883) o Engels en El origen de la familia o en La sociedad privada y

el estado (1884).

Como movimiento organizado, el feminismo se desarrolló en el mundo

anglosajón en el siglo XIX. Por su objetivo de conseguir el derecho

al voto, fueron llamados sufragistas. En el norte de Estados Unidos

el feminismo celebró una primera asamblea en 1848 en Séneca Falls,

bajo el liderazgo de E. Candy Stone. Sin embargo, el derecho a voto

no se consiguió hasta 1920. En el Reino Unido fue creada en 1903 la

Women Social and Politic Union, organización dirigida por E. Pankhurst

que defendía la acción directa (sabotajes, mítines, manifestaciones)

para conseguir sus objetivos.

En España una de las pioneras del movimiento fue Concepción Arenal.

El derecho al voto de la mujer fue concedido en España durante la

segunda república. Paralelamente a las concesiones jurídicas, la

mujer se fue incorporando a lo largo del siglo al mercado laboral.

Después de la segunda guerra mundial, se produjeron las aportaciones

teóricas de S. de Beauvoir y B. Friedan y a finales de la década de

los años sesenta en Estados Unidos el Women's Lib dio un nuevo

impulso a la lucha feminista, reivindicando el derecho al aborto, la

igualdad de salarios con el hombre, denunciando la discriminación

sexual, etc.

Educación multicultural

El término educación multicultural obedece a enfoques diferentes.

Así, mientras unos autores utilizan la expresión educación

multicultural, otros, especialmente en contextos franceses y

alemanes, emplean la expresión educación intercultural. El abanico es

aún más amplio, ya que en Estados Unidos aparece el término educación

multiétnica y en Gran Bretaña, educación antirracial.

El Consejo de Europa se inclina por educación intercultural en la

dimensión del enriquecimiento mutuo entre culturas en contacto.

También se habla de educación multilingüe y de educación pluralista.

En general, la educación multicultural se basa en el reconocimiento

de la igualdad de derechos de todas las culturas a su existencia y

desarrollo, así como en el derecho de todo individuo a aprender y a

usar su cultura. Se contempla dentro del apartado de educación

multicultural todos aquellos programas educativos diseñados para

ayudar a los grupos étnicos, generalmente inmigrantes, a mejorar su

rendimiento escolar, intensificar el aprendizaje de la lengua

oficial, a definir su propia identidad cultural, y a conocer la

lengua y cultura de origen. En España se han desarrollado programas

de educación compensatoria, los cuales llevan a cabo tareas de

escolarización y atención de alumnos procedentes de minorías étnicas.

Sócrates

(Alopeke 470-Atenas 399 a.J.C.) Filósofo griego. Hijo de un escultor

(Sofronisco) y de una comadrona (Fenareta), la vida de Sócrates puede

resumirse en el intento de moldear, cual escultor, los espíritus y

ayudarles, así (a modo de comadrona), a dar a luz la verdad.

Denigrado por Aristófanes y Jenofonte, Platón recogió el testimonio

histórico del filósofo. No escribió nada, ni profesó enseñanza

oficial; y, pese a ser considerado fundador de la filosofía moral, o

axiología, al respecto no queda de él doctrina alguna, si no es la

del intelectualismo ético que puso en su boca Platón (en los Diálogos

, por ejemplo). Suelen atribuírsele la ironía y la mayéutica como

aspectos negativo y positivo, respectivamente, de su método de

búsqueda de la verdad, y las expresiones conócete a ti mismo y sólo

sé que no sé nada como sus máximas preferidas.

Proceso de Nuremberg

Serie de juicios contra altos cargos nazis ante el tribunal militar

interaliado constituido después de la firma del tratado de Londres (8

de mayo de 1945). El tribunal estaba compuesto por representantes de

Estados Unidos, Unión Soviética, Reino Unido y Francia. Entre las 24

personas encausadas estaban Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner,

Rosenberg, Frank, Frick, Streicher, Jodl, Von Seyss-Inquart,

condenados a muerte y ejecutados el 16 de octubre de 1946. Otros dos

encausados, Göring y Ley, se suicidaron. Los restantes fueron

condenados a penas de prisión y, excepto Hess, posteriormente

liberados. Únicamente tres dirigentes nazis fueron absueltos. Por

otra parte, el tribunal declaró criminales al cuerpo de los jefes

políticos del Partido nacionalsocialista (NSDAP), la Gestapo, la SD y

las SS. El tribunal de Nuremberg inició sus trabajos el 21 de

noviembre de 1944, y sus sesiones se prolongaron por espacio de diez

meses.

Paro

Suspensión o término de la jornada laboral. Situación de la persona

que se encuentra privado de su trabajo debido a un despido, a una

baja voluntaria, a una reducción del horario laboral o al cierre

temporal de la empresa. También es aquella situación en la que se

encuentra una persona que busca empleo.

En el mercado de trabajo, cantidad de personas que buscan empleo. Se

considera situación protegida de desempleo o paro la de aquellos que,

pudiendo y queriendo trabajar, pierden su empleo de forma temporal o

definitiva o ven reducida al menos a una tercera parte su jornada

laboral. Para tener derecho a la prestación de desempleo es necesario

haber cumplido una serie de requisitos, entre los que destacan dos:

haber cotizado a la seguridad social, ya que la financiación de estas

prestaciones se lleva a cabo gracias a las contribuciones de los

trabajadores, y tener cubierto un período mínimo de cotización de un

año dentro del lapso de los cuatro años anteriores a la situación

legal de desempleo.

La duración de esta prestación está en función del período de

ocupación cotizado, mientras que la cuantía de la misma se calcula

según un promedio sobre la cantidad cotizada. El pago de la

prestación de desempleo se realiza por meses vencidos, a través de la

entidad bancaria asignada por la oficina de empleo. En los países

industrializados, el fenómeno del paro se vincula al desarrollo de la

gran industria y la transformación de la agricultura. En los años

veinte y treinta, en el contexto de las gravísimas crisis de

sobreproducción que afectaron las economías industrializadas, hizo

aparición el paro industrial masivo, que afectaba a millones de

trabajadores.

El paro crónico fue un fenómeno general tanto en Europa como en

Estados Unidos. Tan sólo en aquellos países en los que el estado

intervino de forma decidida, si bien con un signo y objetivo

radicalmente diferente (el programa de rearme alemán, impulsado por

el nazismo, y el New deal de Roosevelt en Estados Unidos,

principalmente), se logró absorber la masa ingente de trabajadores

desempleados. Tras la segunda guerra mundial, los gobiernos adoptaron

mayoritariamente el enfoque keynesiano del paro crónico y,

consecuentemente, el estado asumió un papel importante en la

manipulación de la demanda.

El crecimiento excepcional de la economía mundial y las

intervenciones estatales aseguraron el pleno empleo. La crisis de los

años setenta marcó una nueva etapa caracterizada por el desempleo

masivo. La competencia internacional, la posibilidad de deslocalizar

la producción y el incremento continuo de la innovación tecnológica

ha generado un paro difícil de enfrentar, que afecta de forma

prioritaria a los jóvenes y a las mujeres. En toda Europa occidental,

millones de trabajadores industriales han debido de cambiar de oficio

porque sus industrias fueron reestructuradas o reconvertidas.

Las políticas de empleo puestas en práctica no han podido

contrarrestar de forma significativa las tasas de desempleo en la

mayoría de países y, sobre todo, no han impedido la dualización del

mercado de trabajo, es decir, el desarrollo de nuevas categorías de

trabajadores que se ven obligados a aceptar condiciones de trabajo y

remuneración por debajo de lo establecido. La economía española sufre

desde finales de los años setenta un paro estructural, agravado por

la crisis iniciada en 1992, de forma que en 1993 el paro registrado

superó el 17% de la población activa, con más de dos millones y medio

de desempleados.

Ya en 1997, la tasa de desempleo se situó en el 20,5% de la población

española, notándose un leve descenso respecto a los valores

registrados en los últimos dos años ( 22,73% en 1995 y 22,27% en

1996), con casi tres millones y medio de parados. Un leve descenso de

la tasa de paro que, junto con un incipiente crecimiento de la tasa

de ocupación el 39,31%, anuncia una ligera recuperación de la

economía española.

Los enfoques para resolver el problema del desempleo oscilan desde la

demanda de mayor flexibilidad en los mercados de trabajos y menores

salarios (el modelo estadounidense) hasta una reducción de la jornada

de trabajo y la consideración de éste como un bien escaso, que debe

ser compartido socialmente en un contexto en que el crecimiento

económico indefinido ya no es posible y, además, cuando éste se da

apenas genera empleo.

Declaración universal de los derechos humanos

Declaración aprobada por la Asamblea General de la ONU el 10 de

diciembre de 1948 que constituye una exposición de las garantías

fundamentales reconocidas a los individuos por los estados miembros

de la Organización de las Naciones Unidas.

Consta de 30 artículos y un preámbulo que universalizan y adaptan las

declaraciones parciales promulgadas anteriormente, precisando,

además, las reglas directrices de las relaciones sociales e

internacionales. Inspirada en la Declaración de los derechos del

hombre y del ciudadano votada por la Asamblea constituyente francesa

en 1789, completaba las lagunas de la misma con la conquista de

nuevos derechos individuales, como la libertad de domicilio (art. 12)

y de circulación (art. 20) y, especialmente, de los derechos sociales

y familiares. Reconoce los derechos inherentes a la persona humana,

inalienables y universales, haciendo referencia a la libertad de

pensamiento, de conciencia, de religión, de opinión, de expresión, de

información, de reunión, de asociación, etc., así como a la seguridad

social (salario adecuado, protección ante el paro forzoso,

instrucción, etc.). Es preciso matizar que esta declaración tiene

valor de imperativo moral, no efectivo.

En 1966 se aprobaron los pactos internacionales de los derechos

internacionales, de los derechos económicos, sociales y culturales, y

de los derechos civiles y políticos, mientras que en 1968 fue

aprobada una declaración de 19 puntos que actualizaba los principios

del texto de 1948, haciendo referencia a la discriminación racial, la

descolonización, los derechos de la mujer y del niño, etc.

Texto de la declaración

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen

por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los

derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia

humana;

considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos

humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la

conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado como la aspiración

más elevada del hombre el advenimiento de un mundo en que los seres

humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la

libertad de palabra y de la libertad de creencias;

considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un

régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al

supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;

considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones

amistosas entre las naciones;

considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en

la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la

dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos

de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a promover el

progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más

amplio de la libertad;

considerando que los estados miembros se han comprometido a asegurar,

en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto

universal y efectivo de los derechos y libertades fundamentales del

hombre; y

considerando que una concepción común de estos derechos y libertades

es de la mayor importancia para el pleno conocimiento de dicho

compromiso;

la Asamblea General proclama la presente Declaración universal de los

derechos humanos como ideal común por el que todos los pueblos y

naciones deben esforzarse, a fin de que, tanto los individuos como

las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan,

mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y

libertades y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e

internacional, su reconocimiento y aplicación universales y

efectivos, tanto entre los pueblos de los estados miembros como entre

los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.




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Enviado por:Guti
Idioma: castellano
País: España

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