Educación y Pedagogía
Deficiencia Visual
INTRODUCCION
El sentido de la vista es el que permite al hombre conocer el medio que lo rodea, y relacionarse con sus semejantes, por ello, el hombre debe contar con los elementos adecuados para captar e interpretar señales provenientes de su medio. Las imágenes visuales, proporcionan a través del ojo información sobre el color, la forma, la distancia, posición y movimiento de los objetos. A continuación se definen una serie de conceptos básicos con referencia a la capacidad visual y su deficiencia.
AGUDEZA VISUAL: La medida de la agudeza visual constituye la primera parte de la exploración ocular. Se entiende por agudeza visual el grado de aptitud del ojo para percibir los detalles espaciales, midiéndose éstos por el ángulo bajo el cual son vistos. Cuanto más pequeño es este ángulo, mejor es la agudeza visual.
Para medirla se utilizan generalmente los optotipos o paneles de letras o símbolos. Estas letras o símbolos se ordenan en líneas, reduciendo gradualmente su tamaño y su diseño se ajusta a unas normas de tamaño, grosor y separación entre ellos. En cada línea se indica la distancia a la que las letras o los símbolos pueden ser identificados claramente por una persona con visión "normal".
La agudeza visual se determina en cada ojo por separado y con la mejor corrección de gafas o lentes de contacto que requiera la persona. Para su evaluación se sitúa a la persona frente al optotipo a la distancia para la que esté preparado (generalmente 6 m). Si ve todas las figuras, la agudeza visual, será la unidad (1), es decir, corresponderá a la visión normal. Si no puede ver todas las líneas, se anota la más pequeña que pueda ver.
La notación de la agudeza visual puede ser decimal (0,1- 0,2…..) o en forma de quebrados (el numerador indica la distancia entre la persona evaluada y el optotipo, y el denominador la distancia a la cual el ojo normal podría identificar el estímulo presentado). La agudeza visual debe ser medida tanto de lejos como de cerca.
CAMPO VISUAL: El área del espacio que percibe el ojo, se denomina campo visual. Los campos visuales se realizan para hacer diagnósticos de patologías oftalmológicas, estudiar su localización dentro del sistema visual y controlar su evolución. La sensibilidad visual es mayor en la parte central del campo visual, correspondiéndose este punto con la fóvea y disminuyendo a medida en que se aleja hacia las zonas más periféricas. Por lo tanto, los objetos situados en el centro o cerca de él se verán claramente mientras que al ir hacia la periferia mayor deberá ser el tamaño de los objetos para que puedan ser vistos.
El campo visual está dividido en grados desde la fóvea (zona central de la retina):
Temporal: 85º
Nasal: 60º
Superior: 45º
Inferior: 65º
El campo visual debe de ser medido con cada ojo por separado, existiendo muchos tests o pruebas para hacerlo (confrontación, Amsler, perimetría Goldmann, perimetría computerizada, etc.).
DEFINICION
Para la OMS, discapacidad es "Cualquier restricción o carencia (resultado de una deficiencia) de la capacidad de realizar una actividad en la misma forma o grado que se considera normal para un ser humano. Se refiere a actividades complejas e integradas que se esperan de las personas o del cuerpo en conjunto, como pueden ser las representadas por tareas, aptitudes y conductas. Desde un aspecto descriptivo se puede precisar que la discapacidad visual es la carencia, disminución o defectos de la visión. Para la mayoría de la gente, el significado de la palabra Ciego, corresponde a una persona que no ve, con ausencia total de visión, sin embargo dentro de la discapacidad visual se pueden establecer categorías, y con más minucia, cada patología tiene sus particularidades y dificultades. Por poner un ejemplo:
* La ceguera es la pérdida de la percepción visual medida a través del campo y de la agudeza visual, con el mejor ojo no se sobrepasa el 1/10 de agudeza visual o no se conserva en ninguno de los dos el 1/20 de la visión normal. En este grupo encontramos:
Ceguera Total o Amaurosis: Ausencia total de visión.
Ceguera Casi Total: Simplemente percepción luminosa.
Ceguera parcial: Con resto visual que permite la orientación a la luz y la percepción de masas, facilitando considerablemente el desplazamiento y la comprensión del mundo exterior. Visión de cerca insuficiente para su utilización en la vida escolar y profesional.
* La ambliopía es la deficiencia visual de aquellas personas que mantienen un resto visual por debajo de los criterios anteriores. Y pueden ser:
Ambliopía profunda: Con resto visual que permite definir volúmenes, percibir colores. Visión de cerca útil para la lecto-escritura en tinta, lectura de grandes titulares, distinguir esquemas, ver mapas. Sin embargo, esta posibilidad no le permite proseguir una escolarización exclusivamente en negro.
Ambliopía propiamente dicha: Visión de cerca que permite una escolarización en negro con métodos pedagógicos particulares.
Los anteojos o lentes de contacto pueden mejorar el rendimiento de las personas con baja visión, pero no bastan para hacer que vean normalmente. Entre la ceguera y la visión normal hay un abanico de posibilidades. Es importante señalar que el diagnóstico de una determinada patología visual (por más completo que sea éste), no nos da información cierta acerca del rendimiento de esta persona en las tareas visuales. La persona disminuida visual no es ciega ni vidente, no puede determinar exactamente cuánto ve, ni explicarlo a los demás. Muchas veces, el que ve poco no maneja estrategias específicas para suplir su déficit (Braille, bastón blanco, sentido del obstáculo etc.) En ocasiones el resto visual, no representa una ventaja sino lo contrario: no ve lo suficiente para manejarse como vidente pero no maneja los instrumentos de los que podría beneficiarse una persona ciega rehabilitada.
ETIOLOGIA O CAUSAS
Las causas de la deficiencia visual son diversas, en función del proceso que se vea implicado (la visión no es función que dependa únicamente del ojo) y del origen de la lesión. Así podemos clasificarlas en:
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Deficiencias Oculares de Origen Adquirido
a. Traumatismos. (Cuerpo extraño, quemaduras, accidentes de tráfico, juegos, piscinas, parto.
b. Por vicios de refracción: Miopía.
c. Por afecciones oculares: Glaucoma, desprendimiento de retina, uveítis, albinismo.
d. Por enfermedades infecciosas: Sífilis, varicela, rubéola, meningitis, toxoplasmosis, viruela.
e. Por enfermedades No infecciosas: Diabetes, hipertensión, tumores, intoxicaciones.
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Deficiencias Oculares de Origen Congénito o Malformaciones Oculares
a. Distrofia Endotelial: enfermedades que afectan la capa clara externa del globo ocular conocida como la córnea. Anoftalmia ( carencia de glóbulo ocular). Microoftalmia (escaso desarrollo del globo ocular).
b. Glaucoma congénito Hay un desarrollo defectuoso de las vías de salida del humor acuoso. En las primeras semanas o meses de la vida se va a presentar lagrimeo y el niño no es capaz de mantener los ojos abiertos cuando hay luz (fotofobia). La córnea pierde transparencia y se ve blanquecina. Simultáneamente, el ojo, como consecuencia del aumento de presión en su interior, va aumentando de tamaño. Hay que tener especial cuidado con los niños que tienen los ojos mucho más grandes que el resto de los niños de su misma edad, especialmente si les molesta mucho la luz.
c. Cataratas congénitas son aquellas opacidades del cristalino que se presentan en los tres primeros meses de vida. Se consideran las anormalidades oculares más comunes y suponen una causa importante de deterioro visual en la niñez.
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Enfermedades Visuales de Origen Hereditario
Acromatopsia: ceguera de colores.
Albinismo: carencia de pigmento.
Aniridia: ausencia o atrofia del iris.
Atrofia del nervio óptico (degeneración nerviosa).
Cataratas congénitas ( cristalino opaco).
Coloboma: deformaciones del ojo.
Miopía degenerativa (pérdida de agudeza visual).
Queratocono: córnea en forma de cono.
Retinitis pigmentaria: pérdida pigmentaria retinal.
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Adquiridas accidentales:
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Avitaminosis (insuficiencia de vitaminas).
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Cataratas traumáticas ( cristalino opaco).
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Desprendimiento de retina (lesión retinal).
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Diabetes: dificultad para metabolizar la glucosa.
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Éxtasis papilar: estrangulamiento del nervio óptico.
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Fibropaxia retrolental: afecciones en retina-vítreo.
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Hidrocefalia (acumulación del líquido en el cerebro).
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Infecciones diversas de todo el sistema circulatorio.
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Traumatismos en el lóbulo occipital.
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De origen vírico- tóxico-tumoral:
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Histoplasmósis (infección por hongos heces).
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Infecciones diversas del sistema circulatorio.
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Meningitis (infección meninges cerebrales).
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Neuritis óptica (infección del nervio óptico).
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Rubéola (infección vírica- todo el ojo).
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Toxoplasmosis (infección vírica-retina/macula).
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Según la ONCE, se pueden reducir a ocho las posibles causas de la ceguera:
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Anomalías heredadas o congénitas.
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Daños en el nervio óptico. quiasma o centros corticales.
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Disfunciones en la refracción de las imágenes.
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Enfermedades infecciosas endocrinas e intoxicaciones.
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Lesiones en el glóbulo ocular.
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Parasitosis.
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Trastornos de los órganos anexos al ojo.
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Traumatismos.
CARACTERÍSTICAS
El organismo humano está constituido de tal forma que es capaz de realizar un proceso de retroalimentación a través de las informaciones visuales que recibe en su desarrollo, sin embargo, en el caso del niño ciego, todas las estructuras internas de su sistema deberán ser reestructuradas sin el feedback que proporciona la visión. Esta es la principal distinción entre el niño ciego y el vidente, pues cuando la ceguera es congénita y el niño no ha recibido ningún estímulo visual desde su nacimiento, todas las estructuras perceptivas, cognitivas y motoras se organizan de modo completamente distinto.
Desde el momento del nacimiento, el niño ciego experimenta los efectos que produce la ausencia de la visión, y en un principio esto ocurre y es posible observarlo como pauta evolutiva en la gran mayoría de los casos de ceguera, respecto de los reflejos. Habitualmente distinguimos entre reflejos primarios, que el bebé sano posee desde el momento de su nacimiento, y reflejos secundarios, que aparecen posteriormente durante los primeros meses de vida. En el niño ciego al que no se le asocian otras enfermedades, los reflejos primarios están presentes y funcionan correctamente como en el caso del vidente, sin embargo no ocurre lo mismo con los reflejos denominados secundarios.
Además, debido a la ausencia del contacto ocular, es llamativa también la falta de determinadas conductas expresivas que suelen darse en el bebé en el curso de su desarrollo y que constituyen una importante fuente de retroalimentación para la futura creación de otras expresiones, gestos y signos que le serán útiles, sobre todo, en su relación con los demás. Las principales conductas afectadas en este sentido son: la sonrisa, la ausencia general de signos faciales diferenciados, las dificultades en el establecimiento de vínculos humanos y la importancia del diálogo vocal.
Entre los tipos de sonrisa que pueden diferenciarse en el bebé se distinguen dos: 1. la sonrisa endógena, producida por el bienestar fisiológico interno y provocada tanto en niños videntes como invidentes, y 2. la sonrisa exógena que se produce por factores externos que de algún modo gratifican al bebé. Respecto a este segundo tipo, se ha estudiado la aparición de la sonrisa exógena en niños ciegos a edad temprana, pero la principal diferencia con respecto a los niños videntes, consiste en la finalidad de dicha sonrisa, o mejor dicho, en el orden de su aparición, esto es, como respuesta (en segundo lugar) a un estímulo social externo o como estímulo (primer lugar) producido por el niño para iniciar una relación espontánea con el adulto. Los niños ciegos sonríen como respuesta satisfactoria al contacto social externo, y esta sonrisa nunca aparecería empleada como estímulo en sí misma. En relación con la sonrisa, podemos descubrir otros signos faciales que se presentan de un modo distinto por causa de la ausencia de visión. Normalmente, los niños ciegos poseen un repertorio normal de expresiones y signos faciales en general que indiquen estados emocionales (sonrisa, risa, llanto, desagrado), apareciendo las diferencias en su manera de emitir dichos signos. Esto es lógico si se toma en consideración el hecho de que la diversidad de expresiones que suelen atribuirse a un mismo estado emocional es muy variada, precisamente, porque se aprende a través de la observación e imitación de modelos. En el caso de la ceguera, este paso no puede darse espontánea y libremente por lo que el niño ciego carente de estímulos apropiados, presentará un breve repertorio de signos faciales en comparación con los de los niños videntes.
El establecimiento de vínculos humanos sitúa al bebé ciego en una posición pasiva, ya que en ausencia de la visión que le permita localizar inmediatamente y a cierta distancia a sus cuidadores para llamar su atención, deberá esperar a que éstos den algún otro signo de su presencia, preferiblemente auditivo, para reconocerlos y actuar en consecuencia a sus necesidades. De este modo, se aprecia la importancia, antes mencionada, del diálogo vocal entre el niño y la madre, necesario para la evolución de la relación afectiva entre ambos, circunstancia vital para el niño.
Desarrollo perceptivo.
Desprovistos del sentido visual, los niños ciegos deben tratar de recoger la máxima información externa posible a través de los restantes sentidos, y entre ellos, los principales son: el sistema auditivo, el olfato y el sistema háptico o tacto activo. El sistema auditivo es una importante fuente de información para los casos de ceguera total, el niño lo utilizará, a lo largo de su proceso de desarrollo, para percibir su entorno tratando de conformar un mapa espacial en su cabeza guiándose por los sonidos, de modo que será el primer sentido del que se sirva en el inicio de la exploración de su entorno.
El olfato es un sentido al que no se le suele prestar apenas atención en el caso de niños videntes, ya que es tal la cantidad y calidad de información que se recibe a través de la vista que se tiende a olvidar casi por completo algunos de los restantes sentidos. Sin embargo, está demostrada la alta capacidad olfativa de los recién nacidos y la utilidad que para los niños ciegos puede suponer el entrenamiento en una fuente de captación perceptiva adicional como puede ser el olfato.
El sistema háptico o percepción táctil activa se presenta, como una de las más importantes y útiles fuentes de información sensorial para contrarrestar los efectos de la ceguera. En los primeros meses de vida, el bebé, tanto vidente como invidente, emplea este sistema para el reconocimiento y la exploración de su entorno, tratando de hacer llegar a sus manos todos los objetos a su alcance y explorarlos también con su boca. Para el bebé ciego, este sistema perceptivo será de gran importancia también durante el principio de su existencia pero igualmente a lo largo de toda su vida, pues a través de él aprenderá a reconocer, con el adecuado entrenamiento, el mundo que le rodea y será capaz de servirse de él para realizar tareas que, en principio, parecen requerir el sentido de la vista con exclusividad, como por ejemplo, ocurre en el caso de la lectura.
Desarrollo cognitivo.
En un principio podemos considerar la existencia de diferencias existentes entre los individuos videntes y los invidentes, aludiendo sencillamente al hecho de la conformación de una estructura espacial realizada por medio de la visión y la que debe conformarse en ausencia de ésta. Sin embargo, el proceso de desarrollo intelectual es sumamente complejo, implica numerosos aspectos además de la estructuración espacial y, por tanto, ésta dificultad añadida de la ceguera no demuestra una inteligencia distinta de la del vidente.
En la tarea de medición de la inteligencia, tanto en este caso en el que se pretende comparar la del niño ciego con la del vidente, como en cualquier otro en el que se pretenda, por ejemplo, establecer parámetros para determinar las capacidades intelectuales de un individuo y su proximidad a la sobredotación, se presentan algunos problemas relacionados con el objeto a medir, según qué tipo de inteligencia se desea estudiar, si se le da prioridad a alguno de los tipos frente a otros, etc. No es fácil, por tanto, realizar un estudio completamente fiable acerca de este objeto, menos aún si se trata de comparar sujetos con distintas capacidades a los que se pretende someter a pruebas para los que, obviamente, unos están más preparados que otros debido a la diferencia radical que les separa y por la que se les estudia: la visión o ausencia de ella.
Es importante destacar las similitudes existentes hasta los cuatro meses de edad aproximadamente. Sin embargo, a partir de este momento, las diferencias comienzan a hacerse evidentes debido a algunos efectos importantes que la ausencia de la visión tiene en la forma en que, el niño, conoce y estructura el mundo que le rodea. El fracaso del niño ciego a la hora de encontrar objetos a su alcance para realizar su actividad exploratoria es un importante motivo de diferenciación respecto del vidente que, gracias a este sentido, puede localizar mayor cantidad de objetos de su entrono, incluso los que están muy alejados e intentar acercarse a ellos o requerirlos. El niño ciego, por el contrario, como no ve los objetos más allá del alcance de sus manos, no puede buscarlos ni pedirlos, lo cual limita su actividad exploratoria enormemente. Además, el niño ciego carece de la continuidad sensorial que ofrece la visión al vidente, por lo que suele conocer el mundo de forma discontinua, a través del tacto de múltiples objetos que tienen determinada extensión, comienzan y acaban y sólo el sistema auditivo permite reconocer una cierta continuidad y ayudar al invidente en su orientación.
Por último, uno de los principales logros en el proceso de desarrollo cognitivo de los niños es la adquisición de la permanencia del objeto, más difícil de conseguir para los invidentes, que en sus primeras etapas de desarrollo sólo tienen conciencia de la permanencia en tanto que el objeto en cuestión está en sus manos, mientras que la información visual provee al niño vidente de mayor información a este respecto.
Desarrollo motor.
El desarrollo motor del niño ciego presenta determinadas características provocadas por la ausencia de visión, ya que su evolución está ligada a la de los procesos neurológicos que también presentan diferencias en relación a los videntes.
Se pone en evidencia la existencia de problemas motrices relacionados a la discapacidad, ya que el bajo tono postural que presentan, sobre todo en la edad preescolar, les impide el desarrollo de movimientos normales, siendo preciso estudiarlos distinguiendo áreas específicas en las que se centran las posturas y movimientos atípicos.
Cabeza, cuello y hombros: Debido al bajo tono muscular mencionado anteriormente, el mantenimiento de la estabilidad y el equilibrio postural normal se hace difícil en los niños ciegos que tienden a encoger los hombros e inclinar la cabeza hacia delante o hacia atrás dificultando la alineación vertical normal del cuerpo. La atención a este problema motriz se hace necesaria especialmente en el caso de niños con baja visión, ya que es imprescindible para su óptimo desarrollo el aprovechamiento máximo de su resto visual, que se dificulta por el bajo control de los músculos del cuello y la cabeza. Además, es muy importante acostumbrar al niño ciego a mantener una postura vertical de equilibrio y evitar que su organismo entero se acostumbre a esa mala postura que derivará en múltiples problemas relacionados con la percepción auditiva y el equilibrio.
Extremidades superiores: Están relacionadas estrechamente con el cuello - hombros y la postura - movimiento de éstos. Las extremidades superiores tienden a perder movilidad, pues ésta queda restringida por la inclinación hacia delante de los hombros y la falta de estabilidad. Se hace necesario, por tanto, corregir la postura de la parte superior del cuerpo, antes mencionada, con el fin de no provocar mayores problemas para el niño en el manejo de sus extremidades superiores, ya que pueden verse afectadas también las manos con el consiguiente deterioro de las habilidades motrices finas. Asimismo, el bajo tono postural del niño ciego también se manifiesta en sus manos, siendo éstas planas y con arcos poco desarrollados. Este último problema suele relacionarse con una escasa estimulación en los juegos de bebés tipo mano a cuerpo, ya que no suelen practicarse con la misma frecuencia en el caso de los invidentes.
Tronco: El principal problema que aparece localizado en esta área se debe tanto al bajo tono postural, como a la debilidad de los músculos abdominales, que impiden conjuntamente la estabilidad del tronco, su movimiento natural de rotación y, en general, el buen control postural de la espalda. Además, puesto que la columna es el eje en torno al cual el niño se mueve, el impedimento de la movilidad de ésta influye en muchas otras zonas del cuerpo que se verán afectadas.
Pelvis y extremidades inferiores: El buen funcionamiento rotacional de la pelvis de los niños ciegos es impedido, por su bajo tono postural, que les obliga a mantener posturas atípicas tanto sentados como en pie, inclinándose hacia delante para soportar mejor el peso de sus cuerpos y separando las piernas para mantener mejor el equilibrio. Debido a esta última característica en su posición erguida, muchos sujetos invidentes suelen mantener una pauta infantil para andar a lo largo de toda su vida.
El mantenimiento de la postura y el equilibrio del cuerpo en general resulta muy difícil para ellos considerando todos los problemas motrices mencionados con anterioridad, por lo que, para llevar a cabo la marcha, deben adoptar posturas no convencionales que mejoran su equilibrio pero deforman su imagen corporal.
Estereotipos
Se suele adquirir ciertos vicios como los cieguismos, que son un conjunto de movimientos repetitivos (tics) y hábitos posturales que se observan en los sujetos invidentes y que difieren de alguna manera o en cierta medida de los movimientos, gestos y posturas considerados “normales”. Algunos de los más habituales son mencionados a continuación:
La posición de la cabeza exageradamente erguida, rebasando el ángulo recto con el tronco, inclinada hacia atrás, como resultado de la costumbre adquirida desde la niñez debido al bajo tono postural del bebé ciego, tal y como se explicó anteriormente, y que confiere al sujeto un aspecto distinto del que se considera habitual. Lo mismo ocurre con la posición contraria, es decir, la cabeza reclinada sobre el pecho, también fruto del problema de desarrollo motriz mencionado.
El impulso repetitivo de frotar con los dedos la región ocular produciéndose incluso lesiones o hundimiento de las cuencas. Este es quizás el "tic" por antonomasia en el ámbito de la ceguera por ser muy frecuente y perturbador para el observador ajeno a la existencia de este hábito que a menudo se debe a una causa física, escozor o molestias en la zona ocular y, sin embargo, otras veces se adquiere como costumbre sin causa orgánica alguna.
Los movimientos de balanceo y ciertas expresiones rítmicas que parecen ser justificadas por el mayor uso del sentido auditivo y una mejora de la captación del ritmo y el gusto por todo lo relacionado con ello.
El ensimismamiento como ausencias, abstracciones momentáneas del mundo externo que ocurren con asiduidad y pueden tener su origen en la ausencia de estímulos externos que distraigan al sujeto, quedando éste, por unos instantes, desconectado de un mundo externo del que no percibe apenas nada que le impida concentrarse en sí mismo y abstraerse, cosa que no suele ocurrir tan a menudo a los sujetos videntes, probablemente porque vivimos en un mundo de imágenes en la que la visión nos mantiene constantemente alerta a los estímulos.
Además pueden observarse actitudes posturales generales de estaticidad, inexpresividad y rigidez. El motivo principal de estas características propias de sujetos invidentes es la falta de referencia del otro, ya que todo aquello que engloba el ámbito del control postural, las expresiones, los movimientos y la gesticulación depende en gran medida del aprendizaje por observación e imitación.
La importancia del estudio de estas estereotipias en los niños ciegos y la intervención para su posible desaparición estriba en el problema de la integración social, ya que, a menudo, estos cieguismos ponen en evidencia la discapacidad del individuo haciéndolo aparecer como extraño y diferente a los demás por el hábito adquirido de gestos y posturas atípicas que dificultan sus relaciones personales.
CLASIFICACION
Según el criterio se pueden realizar varias clasificaciones.
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Por momento de aparición:
1. De nacimiento
2. Adquirida
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Grado en el que afecta la deficiencia:
1. Visión parcial: dificultades para percibir imágenes, con uno o ambos ojos, siendo la iluminación y la distancia adecuadas, necesitando lentes u otros aparatos especiales para normalizar la visión.
2. Visión escasa: cuando el resto visual de la persona sólo le permite ver objetos a escasos centímetros.
3. Ceguera parcial: cuando el resto visual permite captar la luz, aunque sin formas, sólo bultos y algunos matices de colores.
4. Ceguera: no perciben nada o apenas algo de luz.
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Atendiendo a la enfermedad:
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Catarata: opacidad del cristalino ocular o de su cápsula. La catarata puede afectar sólo al cristalino (catarata lenticular), a su cápsula anterior o posterior (catarata capsular), o a ambos componentes (catarata capsulolenticular). La catarata es indolora y no se acompaña de inflamación. Produce ceguera porque impide el paso de la luz, pero el paciente es capaz de distinguir la luz de la oscuridad.
La catarata traumática es producida por una herida perforante en el cristalino, la catarata congénita se debe a un defecto o a una inflamación durante el desarrollo fetal; el niño nace ciego, la catarata juvenil puede ser hereditaria. Tanto en la congénita como en la juvenil el cristalino está blando y blanco. La catarata senil es la que se produce en pacientes mayores de 50 años.
Ambliopía u ojo vago: consiste en la pérdida parcial, mayor o menor, de la visión. Normalmente afecta a un "Ojo", pero a veces es bilateral por existir defectos importantes de refracción en ambos ojos, especialmente astigmatismos graves.
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La aniridia: es una enfermedad rara, que consiste en una falta congénita del iris del ojo. Puede afectar a un ojo, aunque es más frecuente que sea bilateral, así como ser total o parcial. Generalmente acompañada de otros trastornos tipo : cataratas, nistagmo, glaucoma, estrabismo, y puede cursar con otras alteraciones sistémicas más excepcionales como afectaciones renales o retraso mental. Cursa con fotofobia y agudezas visuales menores del 20 %. Es enfermedad congénita y hereditaria.
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Atrofia optica de Leber: es una degeneración de los gangliocitos de la retina y sus axones, heredada mitocondrialmente (de la madre a todos sus hijos), que conlleva una pérdida aguda o subaguda de visión central.
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Albinismo: se asocian con problemas visuales, incluyendo el nistagmus (saltos "anormales" en los ojos) y disminución de la agudeza visual, la cual no se mejora con el uso de anteojos o lentes de contacto. Tipos de albinismo principales son los siguientes:
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Oculocutáneo, afectando a todo el cuerpo.
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Ocular, sólo los ojos están despigmentados.
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Parcial, el organismo produce melanina en la mayor parte del cuerpo, pero falta en otras.
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Astigmatismo: El astigmatismo es un problema en la curvatura de la córnea, que impide el enfoque claro de los objetos cercanos y lejanos. Esto se debe a que la córnea, en vez de ser redonda, se achata por los polos y aparecen distintos radios de curvatura en cada uno de los ejes principales. Por ello, cuando la luz incide a través de la córnea, se obtienen imágenes distorsionadas. Existen diversos tipos de astigmatismo:
- Astigmatismo simple: aparece en un solo eje. -
- Astigmatismo compuesto: además de afectar a un eje se asocia a la miopía o la hipermetropía.
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Astigmatismo mixto: cuando un eje se enfoca delante de la retina (miópico) y otro detrás de la retina (hipermetrópico).
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Retinoblastoma: es un cáncer de la retina que afecta, generalmente, a niños menores de 6 años. El tumor puede empezar en uno o ambos ojos. Generalmente, el retinoblastoma se limita a los ojos, pero puede extenderse hacia el cráneo.
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Ceguera o amaurosis: ausencia completa o casi completa del sentido de la vista. Puede estar causada por un obstáculo que impide la llegada de los rayos de luz hasta las terminaciones del nervio óptico, por enfermedad del nervio óptico o del tracto óptico, o por enfermedad o alteración en las áreas cerebrales de la visión.
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Degeneración macular: enfermedad de los ojos que causa una pérdida de visión irreversible. Afecta a la porción central de la retina, la parte del ojo que recibe los estímulos luminosos y los transmite al cerebro. Afecta a la visión de lectura y de detalles finos, pero no a la visión periférica. Las personas que sufren ese desorden desarrollan un área de pérdida de visión que aumenta de diámetro hasta que les impide leer o incluso ver grupos de dos o tres palabras a una distancia de lectura normal. Suele desarrollarse en ambos ojos, pero por lo general uno de los dos resulta más afectado.
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Retinopatía diabética: Constituye una de las principales causas de ceguera en los países desarrollados. La diabetes afecta a la microcirculación de la retina, produciéndose a su nivel una serie de cambios que dan lugar a la aparición de las lesiones típicas de este cuadro: exudados, neovasos, hemorragias…que, dependiendo de la fase en que se encuentre la enfermedad (preproliferativa, edema macular, proliferativa…), afectará a la visión de forma muy variable. Un buen control metabólico y oftalmológico puede retrasar o amortiguar los efectos de la diabetes sobre la visión.
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Distrofia corneal: afectan a la capa clara más externa del globo ocular. El término distrofia se refiere a una alteración del volumen y peso de un órgano. Son afecciones bilaterales que al principio afectan a la zona central y excepcionalmente a la zona marginal.
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Distrofia retiniana: son una serie de enfermedades hereditarias de la retina que conducen a la degeneración de los fotorreceptores. Los fotorreceptores son unas células dispersas por la retina especializadas en recibir el estímulo luminoso.
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Glaucoma: enfermedades del ojo caracterizadas por un exceso de presión intraocular que produce pérdida progresiva del campo visual y de la vista.
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Leucoma: opacificación de la córnea, similar a lo que acontece con el cristalino en la catarata. Cuando la córnea pierde su transparencia el daño visual que ocasiona es del todo similar a lo que ocurre con la catarata, la agudeza visual disminuye en grado variable, llegando al extremo que el paciente sólo perciba luz y bultos.
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Miopía: exceso de potencia del sistema óptico del ojo, con relación a su longitud, bien porque el ojo sea demasiado largo o bien debido a que la capacidad de hacer converger la luz sea excesiva. La luz proveniente de lejos no va a parar a su lugar, en el fondo del ojo, sino por delante de donde tiene que ir. No se es miope para todas las distancias de visión, se es miope a partir de una distancia del ojo. La palabra miopía proviene del griego, que significa "ojos cerrados", debido a que la gente con esta condición cierra sus párpados para ver mejor a la distancia. En el caso de la miopía congénita, el fallo en la estructura ha aparecido antes de que el ojo recibiese los rayos de la luz del mundo exterior. Es un error orgánico sin ninguna finalidad funcional, aparecido en el principio del desarrollo y que debe ser tratado cuanto antes. La miopía patológica es un estado de crecimiento anormal del ojo, asociado a cambios degenerativos en su estructura. Puede aumentar en la vida adulta y el factor genético es determinante.
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Retinosis pigmentaria: degeneraciones progresivas de carácter hereditario que, de manera difusa, afectan primariamente a la función de las células fotorreceptoras y al epitelio pigmentario de la retina. Abarca un grupo de afecciones de la retina que tienen en común: alteraciones del epitelio pigmentario y de la retina, deterioro del campo visual de mayor o menor progresión, y ceguera nocturna.
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Traucoma: Se trata de una infección del ojo producida por una bacteria que, si no es tratada adecuadamente, puede producir cicatrización crónica y ceguera.
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Uveítis: inflamación de una o todas las partes de la úvea, que es la capa que se encuentra entre la esclerótica y la retina, abarcando el cuerpo ciliar, el iris y la coroides. La úvea es una zona llena de vasos sanguíneos y aporta la mayor parte de suministro de sangre a la retina, por lo que su inflamación puede afectar a la córnea, la retina, la esclerótica y otras partes vitales del ojo.
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Daltonismo: imposibilidad de distinguir los colores (discromatopsia). Aunque ningún daltónico confunde los mismos colores que otros, incluso pertenecientes a la misma familia, es muy frecuente que confundan el verde y el rojo; sin embargo, pueden ver más matices del violeta que las personas de visión normal y son capaces de distinguir objetos camuflados. La enfermedad es de transmisión hereditaria.
INTERVENCION PSICOPEDAGOGICA
Queremos comenzar con una serie de criterios pedagógicos en el desarrollo de aplicaciones educativas para discapacitados visuales que propugna la ONCE:
Las aplicaciones desarrolladas para educación infantil y primeros ciclos de educación primaria, deben ser dirigidas.
Todos los ejercicios y juegos desarrollados deben poder manejarse por igual con el ratón o con el teclado.
El repertorio de teclas para usar las aplicaciones de educación infantil debe ser lo más reducido posible.
Deben existir mensajes sonoros para animar al niño, e incitarle a resolver el ejercicio, en el caso de que pase un tiempo excesivo sin que la aplicación reciba respuesta por parte del alumno. El periodo de tiempo dependerá tanto de la edad de los alumnos a los que va dirigido el programa, como del tipo de tarea, objetivo didáctico, etc. Cuando la aplicación está cargando o realizando alguna función interna, deberá dar un mensaje de información de espera, por ejemplo, "espere por favor" "el juego se está cargando”.
Se consideran imprescindibles los “fondos sonoros”, que informen al alumno de que el programa está activo o espera una respuesta que, como se ha indicado, se reclamará periódicamente.
La aplicación debe explicar claramente al alumno lo que se pretende que haga en cada momento.
Deben existir sonidos asociados al éxito y fracaso a la hora de resolver un ejercicio o un juego, cada vez que estos se produzcan, evitando el paso inmediato de una respuesta a la pregunta siguiente.
El alumno debe estar informado en todo momento sobre los aciertos y fallos que ha cometido.
Deben evitarse los juegos de relacionar colores o formas, ya que un niño ciego no puede identificarlos. En vez de esto se pueden utilizar sonidos o imágenes representativas de los colores y formas. En caso de considerarse imprescindibles, debe disponerse de la oportuna versión háptica de pantallas para su empleo sobre “tablero de conceptos”, “pantalla digital” o “tableta digitalizadora”.
Los juegos cuyo objetivo es identificar y/o conocer letras o números deben tener salida/entrada a la línea braille, con el fin de que el niño que utilice este código lecto-escritor conozca los caracteres en el alfabeto adecuado.
La intervención psicopedagógica está enfocada hacia los alumnos tanto con necesidades educativas como con necesidades psicopedagógicas. Cualquier persona del sector pedagógico, incluyendo los propios profesores, pueden aportar ayuda, pero se suele diseñar y realizar dicha ayuda en colaboración con los padres, psicopedagogos, asesores, orientadores y graduados o trabajadores sociales.
La intervención psicopedagógica se caracteriza porque se pone en práctica experiencias de aprendizaje organizadas, destinadas a determinar con claridad las necesidades psicológicas y educativas de un estudiante o grupo de ellos. Además es una acción realizada por un profesional cualificado. Dicha intervención se produce a lo largo de un período de tiempo, es decir, a lo largo de una jornada o curso escolar. Se pone en marcha bajo la forma de un programa, servicio, método o conjunto de actividades y está diseñada para alcanzar los objetivos que son de importancia y que derivan de las necesidades de los alumnos. Se propone complementar o suplementar la enseñanza impartida en el aula y también se propone incrementar la posibilidad de reforzar el rendimiento de los estudiantes.
Fases del proceso de intervención previa al envío a un especialista.
La primera fase es la de solicitar ayuda. Se trata de una etapa en la que el problema se ha detectado en la clase. En este caso los padres deben estar informados de este asunto y de la petición de ayuda. Durante el proceso y a lo largo de la intervención los padres suelen mostrarse colaboradores.
La segunda fase es la identificación / clarificación del problema. Aquí el tema principal es la conducta, el rendimiento del alumno y lo que considera el docente como rendimiento adecuado. Una vez que se tiene claro el nivel que debe alcanzar el niño, se desarrolla una intervención para ayudar al alumno a tener éxito en clase.
La tercera fase es la de analizar el problema. Para ello, se estudian las variables del ambiente de la clase que pueden afectar al rendimiento del niño. Por lo tanto se llevan a cabo entrevistas de asesoramiento y se tienen en cuentas algunos aspectos del currículum.
La cuarta fase consistiría en desarrollar el plan de intervención, es decir, habría que especificar lo que se hace, quién lo lleva a cabo, en qué lugar, la duración, la frecuencia y el método de evaluar. Todo ello es tarea conjunta del profesor y del asesor.
La quinta fase sería la implementación del plan de intervención, donde el asesor tiene un papel de apoyo y seguimiento, ayudando al profesor a controlar la intervención y a realizar cualquier modificación que fuera necesaria.
La sexta fase es la de evaluación. En esta etapa lo que se mira es la efectividad que ha supuesto el plan de intervención.
En la séptima y última fase se toma una decisión con relación a la actuación.
Como detectar en el aula alumnos con discapacidad visual.
El maestro /a tendrá que tener en cuenta una serie de comportamientos que realizan las personas con discapacidad visual grave. Sin duda alguna es uno de los mejores patrones de guía que le servirá al profesor para detectar la alteración. Uno de ello está relacionado con la movilidad, lo cual significa que el niño no corre o lo hace de forma torpe, se tropieza con frecuencia, camina encorvado mirando hacia al suelo y arrastra los pies.
Las conductas relacionadas con posturas adoptadas en tareas de cerca, los críos actúan así: acuestan la cabeza sobre el material impreso, se pegan el papel, material de trabajo a la cara, se arrodilla sobre la silla, inclinan el tronco sobre la mesa, miran de reojo o ladean la cabeza para mirar lo que tienen a la altura de los ojos, suelen llevar la cabeza hacia atrás para mirar lo que tienen a la altura de los ojos, se tapa con la mano un ojo cuando miran, se frotan continuamente los ojos y guiñan los mismos para mirar objetos lejanos o cercanos. En cambio, cuando se les pierde de vista un objeto o se le cae actúan de la siguiente manera: intentan que otra persona se lo recojan, lo busca palmando, se guía por el ruido y pega la cara a la superficie donde se localiza el objeto con el fin de buscarlo con la mirada. Cuando se trata de un ejercicio que requiere atención visual muestran desinterés por mirar los objetos o inclusive no miran a la cara del interlocutor, se levantan para mirar de cerca, hacen pregunta sobre lo que pueden ver, se inhiben de las tareas que requieren atención visual, tienen poco interés por la lectura y la escritura y miran los objetos por partes, nunca como un todo.
Son alumnos con ojos llorosos, enrojecidos, se mueven involuntariamente, los guiñan, se podría decir que se deslumbran y aseguran que lo que ven es borroso.
Las conductas que adoptan con la lectura y la escritura son las siguientes: o se tapa uno de los ojo mientras lee o escribe, pierde la línea de lectura, utiliza el dedo o el lápiz para guiarse, invierten letras y palabras, confunde letras y números, escribe muy unido a pesar de que la letra es irregular y como no, se tuercen al escribir.
A la hora de discriminar los colores se trata de una discriminación no constante, variable y dependiendo de la luminosidad.
Estas personas por lo general prefieren la luz natural y por el contrario rechazan la artificial. Su funcionamiento visual mejora cuando la luz está dirigida hacia la tarea y también cuando usan gafas de sol, sombreros... por lo que se inmovilizan ante los cambios bruscos de luminosidad.
Sugerencias a tener en cuenta por el profesorado de los centros educativos.
Las competencias que se les atribuye al maestro son la de asumir la responsabilidad de impartir la enseñanza a todos los alumnos de su clase, esperar los mismos resultados académicos en todos su educandos, estimular al alumno /a con baja visón para que adquiera independencia y responsabilidad en la realización de las tareas del aula, adoptar una actitud positiva ayudando a los otros alumnos a comprender y aceptar al compañero con alteraciones visuales como integrantes del grupo con los mismos deberes y derechos y, como no, asegurarse de que toda la información que imparte y las actividades que desarrolla están al alcance de todo su alumnado, incluido el de baja visión, tomando las medidas curriculares necesarias.
¿Qué estrategias podemos emplear con deficientes visuales?
Las estrategias que se pueden utilizar son: emplear el cuerpo como medio de expresión, ofrecerles experiencias en la que ellos tengan que usar las manos, boca, las piernas y usar materiales con distintas texturas. Las manos les permitirán tocar, coger, palmar, acariciar, golpear, aplastar, aplaudir… mientras que con la boca podrán soplar, gesticular, silbar… En cambio, con las piernas además de caminar, correrán, patalearán, saltarán entre otras.
El docente también debe aplicar o tener en cuenta una serie de estrategias que le será de gran utilidad a la hora de impartir sus clases. Se recomienda sentar al niño frente de la pizarra o frente al elemento didáctico. Por otro lado, cuando se explique el docente deberá dirigirse al afectado a corta distancia, consiguiendo que este pueda ver sus gestos e interprete mejor el significado de las palabras. Nunca se deberá colocar el educador entre la luz ya que de este modo el vidente resultará deslumbrado, al igual que se evitará que trabaje sobre superficies con brillo. Se crearán contrastes entre los objetos y los fondos para favorecer la eficacia de la visión. También se entiende como estrategia que debe cuidar el docente, el uso de referencias tangibles. Será de gran ayuda en un futuro que se le dé al vidente cierta libertad para moverse, explorar, mirar y tocar ya que la sobreprotección no le aportará ningún beneficio. Alternar los ejercicios visuales con otras que requieran un menor uso de la visión es otra más de las estrategias. Por último, no olvidar que como maestro es de suma importancia hacerle participe en cualquier actividad ya sea bien escolar como extraescolar.
Todo programa de estimulación visual debería tener como objetivos los siguientes:
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Ayudar a utilizar el resto visual.
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Desarrollar el concepto de entrenamiento y eficacia visual.
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Favorecer un funcionamiento visual al máximo de las posibilidades individuales.
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Fomentar la independencia personal.
Propuesta de intervención educativa.
La educación de las personas con deficiencias visuales ha sido impartida en los centros específicos con técnicas específicas para ciegos.
Hay dos modalidades de enseñanza, la modalidad no integrada y la modalidad integrada. La primera se efectúa en los centros específicos dependientes de la ONCE mientras que la segunda se ejecuta en los centros ordinarios con alumnos videntes.
El área de la educación plástica. Aspectos diferenciales en el alumno con discapacidad visual.
Las adaptaciones en esta área adquieren una dimensión instrumental y compensatoria para aquellos alumnos con discapacidad visual para paliar la carencia de información visual.
El objeto es que accedan al lenguaje y puedan estimular los sentidos del tacto y las destrezas manipulativas para acceder a la información de las diferentes formas de expresión.
La enseñanza-aprendizaje de la educación plástica en alumnos ciegos.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje el desarrollo del tacto, el reconocimiento de formas y objetos y la coordinación manual permiten posteriormente un aprendizaje formal de contenidos específicos en el área de plástica.
-Desarrollo del tacto.
Para desarrollar el sentido del tacto lo principal es que el pequeño manipule el objeto o material con sus propias manos y dedos. A veces, solo no es suficiente con palpar sino que se necesita presionarlo.
Hay una serie de ejercicios para el adiestramiento de los dedos como puede ser el amasar plastilina, cortar con la mano pedacitos de papel, hacer bolitas con papel de seda, pintar con los dedos, etc. Sin embargo para el adiestramiento de la presión se podrán aplicar tareas como enroscar y desenroscar tuercas, tapar cajas, manejar las tijeras... Para todos los ejercicios citados es conveniente tener en cuenta que se necesita emplear las dos manos o las yemas de los dedos, puesto que el fin es fortalecer ambas partes.
-Reconocimiento de formas y objetos.
Este es uno de los aspectos aparentemente más complejo, ya que el niño /a deficiente visual tiene muy pocas imágenes mentales. Quizás eso sea uno de los motivos por los cuales el vocablo de estos niños se vea empobrecido. Por todo esto es por lo que se hace hincapiés en que palpen, toquen, manipulen lo que este a su alcance.
En este punto cuando hablamos de enseñarle a reconocer las formas de los objetos a estos individuos siempre hay que partir de las figuras más simples. Seguidamente por mostrarle y dejarles que manipulen bien la forma u objeto que van ha dibujar y para terminar se confecciona la plantilla de dicha forma para que el alumno la pueda dibujar a su alrededor.
-La coordinación manual.
Todos los ejercicios que se aconsejen para la coordinación manual, tienen que estar estudiados según la dominancia lateral de la mano, ya que este entrenamiento puede repercutir en el aprendizaje de la lectura.
Como ejercicios se podrían mencionar los siguientes: hacer filas de chinchetas, pasar bolas de un lado al otro, rellenar espacios vacíos, etc.
-Cortar con tijeras.
Para recortar figuras, siempre les pondremos una plantilla, principalmente de plástico duro para que al utilizar la tijera no corten la citada plantilla. La sujetaremos aun trozo de cartulina y haremos que corten siguiendo con la mano que no lleva la tijera, el borde de la plantilla, de forma que al cortar puedan seguir el borde de la silueta elegida. No deberá cerrar del todo las tijeras para no perder el camino por donde van cortando y evitar dar trasquilones.
-El concepto de cerca-lejos.
Una forma de explicar el concepto cerca y lejos a los niños con discapacidad visual es mediante la música. Si ellos la escuchan alta quiere decir que está cerca mientras que al sonar flojo significa que está lejana.
BIBLIOGRAFÍA
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Bueno Manuel, Espejo Begoña, Rodríguez Francisco y Toro Salvador: Niños y niñas con baja visión. Recomendaciones para la familia y la escuela. Ed. Aljibe.
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Charles Maher / Joseph Zins: Intervención psicopedagógica en los centros educativos. Ed. Narcea.
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Poveda Redondo Luisa Madrid (2003): La educación plástica de los alumnos con discapacidad visual. Ed. Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), Dirección General y Dirección de Educación.
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http://www.integrando.org.ar/investigando/dis_visual.htm
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Enciclopedia encarta 1993-2003
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www.discapnet.es
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www.once.es
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