Antropología


Cultura criolla en República Dominicana


La cultura criolla o la cultura dominicana.

Los cambios políticos que se iniciaron en los primeros años del siglo XlX contribuyeron a terminar de conformar una cultura popular, que plasmaba un mayor sentido de identidad y de comunidad entre los dominicanos.

El país dejo de ser colonia de España, por lo que disminuyeron las influencias culturales de la península; adicionalmente, hasta fines del siglo XlX, las inmigraciones fueron muy pequeñas; y por ultimo, la abolición de la esclavitud influyo en una disminución del componente cultural africano.

En razón a esto, se fueron produciendo acercamientos culturales entre sectores sociales antes muy distanciados. La conformación de rasgos culturales compartidos por la generalidad de la población constituyo el fundamento de la nación dominicana.

La literatura

El género poético mas utilizado por los campesinos era la décima, composición improvisada por personas dotadas. En el aspecto religioso sobresalió la salve, complemento de las celebraciones sincréticas.

Sin medios urbanos hubo varias formas de expresión poética, generalmente satíricas, entre las cuales se encuentran la cantaleta, a menudo relativa a costumbres o asuntos políticos. Surgieron autores dedicados a estos géneros, como Meso Monica, Juan Antonio Alix y Emilio Gil Fernández.

La Música

La música y la danza posiblemente resumen al máximo las tendencias a la formación de una cultura popular nacional. Se observan procesos de influencias y cambios que denotan el surgimiento de nuevos estilos.

La música dominicana inicialmente se conformo mediante la fusión de influencias de España y África, a las que siguieron las de otros países, como Francia y Haití

De España heredamos los instrumentos de cuerda, y la adaptamos a nuestro medio y a las posibilidades de nuestro país: la guitarra y el tiple. De África con los esclavos negros, no llego la tambora, que junto con la gûira, completa el ritmo del merengue.

Acerca de la gûira, hay opiniones encontradas sobre su origen. Ramón Emilio Jiménez sostiene que era usada por los aborígenes con el nombre de guajey, mientras que Julio Alberto Hernández la ubica como creación dominicana o puertorriqueña. Las maracas eran originales de los tinos y el acordeón llego al país procedente de Alemania vial el puerto de puerto plata.

Los bailes

El baile de palos termino de adoptar características bastante definidas. Posiblemente surgió en las zonas de mayor concentración de población negra, como San Cristóbal y se fue extendiendo a otros lugares, Se asocia a celebraciones de la religiosidad popular, como las velaciones y fechas santora, como el Espíritu santo.

Los haitianos tuvieron relaciones con el carabine, genero de inicios del siglo XlX. Otro ritmo muy extendido fue la mangulina. Los ocupantes franceses dieron a conocer géneros como la mazurca y la polea, que pasaron a ser aceptados por los campesinos.

Pero fue el merengue, surgido a mediados del siglo XlX, el que resumió la emergencia de una música ampliamente aceptada en el campo y la ciudad. Se distinguió Juan Bautista Alfonseca como autora de los primeros merengues, poco después de la independencia. Hasta fines del siglo XlX, las composiciones se tocaban con cuatro instrumentos de cuerda e instrumentos de percusión, como el balsiè. Luego se introdujo el acordeón.

La Educación

Durante el siglo XlX la republica se vio en una aguda situación de pobreza debido a la España boba y esto trajo muchas repercusiones en instituciones y en las actividades educativas.

En la época colonial, las instituciones educativas, casi todas eran de la iglesia y solo llegaban a sectores muy reducidos de la población. Esta situación empeoro con la desaparición de las instituciones coloniales, que no fueron sustituidas por otras.

Cierto que la Universidad de Santo Tomas de Aquino fue restablecida durante la España boba, pero funcionó de manera muy precaria y llegaba a una minoría de la población. Los habitantes haitianos mostraban todavía menos interés que los españoles en fomentar la educación. En consecuencia, las influencias de los ocupantes extranjeros tuvieron por resultado un nivel educativo extremadamente bajo.

Casi todos los que recibían una educación no pasaban de los primeros cursos de primaria. En las principales ciudades los ayuntamientos sostenían algunas escuelas que a veces recibían subsidios del gobierno central.

Hubo que esperar varios años después de la proclamación de la Republica para que surgieran los primeros centros de educación superior. El primero de ellos fue el seminario Santo Tomas de Aquino, fundado en 1848, en el cual se formaron los principales sacerdotes dominicanos.

En el primer gobierno de Báez se creo el colegio San Buenaventura que agrupo a los espíritus selectos de la época. Otras instituciones de educación fueron:

  • El colegio San Luis Gonzaga, fundado por el presbítero Francisco X. Billini. Después de la restauración.

  • El padre Meriño y otros intelectuales crearon el instituto profesional que luego se transformo en Universidad De Santo Domingo.

A falta de educación universitaria, estaban estatuidos procedimientos para ejercer carreras. Los abogados, por ejemplo, debían presentar un examen ante la Suprema Corte de Justicia, los médicos ante el juro Medico y los agrimensores eran designados por el Poder Ejecutivo.

A todas estas instituciones educativas solo se integraban sectores muy reducidos de la población.

A pesar de lo beneficiosos de esos centros, impartían una educación caracterizada por el apego al dogma y a la memorización. En 1880 el sabio puertorriqueño Eugenio Maria de Hostos creo la Escuela Normal con apoyo del presidente Luperon.

Introdujo la metodología científica y el examen racional y critico de la realidad. Al prescindir de la enseñanza religiosa, Hostos fue combatido por los sacerdotes que hasta entonces dirigían las instituciones educativas.

Siguiendo los pasos de Hostos, la poética Salome Ureña creo el Instituto de Señoritas, dedicado a la formación de maestras. Ambas instituciones tuvieron a cargo la formación de maestros que se distribuyeron por todo el país. Surgió entonces una intelectualidad preocupada por el desarrollo de las ciencias, sus métodos de investigación y las técnicas modernas.

Expresiones Literarias:

Romanticismo e Indigenismo

Hubo que esperar también a al independencia para que floreciera la poesía, el principal genero literario del siglo XlX. Los antecedentes eran muy escasos, como las fábulas de José Núñez de Cáceres. La mayor parte de los poetas de mediados del XlX se adscribieron al romanticismo, como Félix Maria Del Monte.

La evolución romántica de un bello mundo perdido hizo que algunos adoptaran la temática de los aborígenes, extendiéndose la corriente del indigenismo, formula para expresar una identificación nacionalista con el medio dominicano que negara tanto lo africano como lo español.

El primer indigenista fue Javier Angulo Guridi, quien publico ensayos poéticos y La fantasma de Higuey, novela sobre el padecimiento de los indios. José Joaquín Pérez, un poeta de mas vuelo compuso fantasías indígenas y Manuel de Jesús Galván la novela Enriquillo considerad obra maestra de nuestra literatura.

Evolución de la Poesía

Con rapidez, la poesía dominicana llego a niveles de madurez. Después de José Joaquín Pérez se destaco Salome Ureña, hija del también poeta Nicolás Ureña de Mendoza. José Castellanos publico una obra significativa, la primera antología de poetas dominicanos: Lira de Quisqueya.

En la última década del XlX hizo aparición Gastón Deligne, quien se estableció en San Pedro de Macorís. Estos autores abordaron temáticas patrióticas y filosóficas.

La prosa

La prosa de ficción se desarrollo mucho menos que la poesía, una constante hasta el presente den la literatura dominicana. En las últimas décadas del siglo XlX se advierte un género acerca de tradiciones, en el cual descuella:

  • Cesar Nicolás Penson, con cosas Añejas.

Asimismo se escribieron las primeras novelas entre las cuales sobresalieron:

  • Pedro F. Bono, el montero 1856

  • Francisco G. Billini, Bani o Engracia y Antoñita, 1892

  • Francisco ortega, con varias como el tesoro de cofresi y la enlutada del tranvía.

  • Francisco Javier Amiama, Adela 1872

  • Amelia Francisca marchena de leyba, madre culpable, 1893

Evolución de la Iglesia.

En el siglo XlX la iglesia católica fue influenciada por los cambios políticos y culturales que se estaban produciendo. Primeramente la institución se debilito sensiblemente a consecuencias de la emigración de las órdenes religiosas tras el tratado de Basilea de 1795.

Los Haitianos y Franceses confiscaron sus tierras y otros bienes, de forma que redujeron fuertemente sus recursos. En la primera década del siglo, la mayor parte de los sacerdotes eran de concepciones conservadoras, aunque también aparecieron liberales como el pensador Andrés López de Medrano.

Y en la época independiente, se fortaleció un sector liberal, que tuvo por representativo principal a Fernando A. de meriño. Esto denotaba la aparición de rasgos peculiares de la iglesia, conectados con los cambios sociales y culturales que se producían.

En tal sentido, los sacerdotes acogieron el clima democrático y tolerante propio del esquema republicano, lo que se manifiesta en la relación de muchos de ellos con la masonería, institución que integraba a la mayor parte de los hombres de sectores urbanos acomodados y cultos y que tenían una mínima de concepciones liberales y democráticas.

Eso llevo al rechazo de las concepciones dogmáticas e intolerantes del arzobispo Bienvenido manzon durante la anexión y a que gran parte de los curas se pasaran al campo restaurador.

Para mantener esa situación ya en al posición de jefe de la institución, meriño se opuso, exitosamente al reingreso de las ordenes religiosas.

Religión popular

La debilidad de la Iglesia se manifestó en el fortalecimiento de las practicas religiosas sincréticas que venían del siglo anterior.

El sistema social predominante en la última etapa de la colonia, caracterizada por la convivencia cercana de amos en el hato, propicia la incorporación de los esclavos al catolicismo.

En consecuencia, salvo los núcleos protestantes en Samana y Puerto Plata todo los dominicanos se consideraban católicos. Pero esto no excluia practicas religiosas que no se correspondían con los criterios de la iglesia. Era el caso de la creencia en la posesión de espíritus, generalmente santos, en bailes y ceremonias.

La religión católica y la veneración a sus santos, se mezclaron con los dioses e imágenes de las religiones africanas, en prácticas religiosas sincréticas.

La base de creencia de la religiosidad popular

La concepción popular de lo místico estaba impregnada de elementos animistas, o sea, la creencia de que había espíritus en todas partes. Como parte de dichas creencias y dad la inexistencia de médicos en el campo, era común acudir al auxilio de curanderos, quienes lograban conocimientos de medicina natural, por tradición oral cuanta propia.

La religiosidad popular hallaba cauces organizados en diversos tipos de organizaciones, entre las cuales sobresalieron cofradías en las principales ciudades del país, generalmente dedicadas al culto a un santo y del culto a los difuntos las cuales realizaban festividades de importancia.

Tanto en las ciudades como ene l campo había grupos que se ponían de acuerdo para celebrar fechas del santoral ardedor de altares en las casas de algunos devotos.

En las últimas décadas del siglo en las principales ciudades surgieron sociedades de beneficencia, de raigambe religiosa, en las que coexistían personas de la elite y pobres.

También, hemos recibido procedente de Haití el culto al vudu, con modalidades propias a nuestro país. Otras manifestaciones religiosas populares son:

  • Las peregrinaciones

  • El espiritismo, entre otras

  • Las cofradías

  • Hermandades.




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Enviado por:Bruma
Idioma: castellano
País: República Dominicana

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