Salud


Cuidados en el envejecimiento fisiológico de la piel del paciente geriátrico


CUIDADOS EN EL

ENVEJECIMIENTO FISIOLÓGICO

DE LA PIEL DEL PACIENTE GERIÁTRICO

'Cuidados en el envejecimiento fisiológico de la piel del paciente geriátrico'

ÍNDICE

  • Introducción

  • La piel, nociones generales

  • Estructuras anatómicas de la piel.

  • Epidermis

  • Dermis

  • Misiones de la piel.

  • Envejecimiento biológico de la piel y anejos cutáneos

  • La piel.

  • El pelo.

  • Las uñas.

  • Como cortarse las uñas.

  • Cuidados de la piel en el anciano

  • Higiene corporal.

  • Hidratación.

  • Nutrición.

  • Baños de agua caliente.

  • Tratamiento antiarrugas.

  • Exposición al sol.

  • Masaje.

  • Remedios caseros.

  • Conclusiones

  • Bibliografía

  • 1. Introducción

    Al pasar los años, nuestro organismo se deteriora progresivamente y de forma irreversible, pero es en la piel donde mejor se evidencia este fenómeno. Hoy en día, se está imponiendo el conocimiento cabal de la dermatología geriátrica para solucionar los múltiples problemas cutáneos que presenta este grupo poblacional, por lo que las consultas dermatológicas en adultos mayores son cada día más frecuentes.

    Hay que distinguir entre el envejecimiento fisiológico y patológico de la piel, ya que, en adultos mayores, el límite entre un proceso y otro se hace difícil de establecer. Por esta razón no entraremos en detalle y nos quedaremos con las modificaciones más básicas y generales.

    Por un lado, los mecanismos fisiológicos del envejecimiento cutáneo están determinados por eventos moleculares biológicos normales, fruto del propio desarrollo del ser humano. Este envejecimiento innato se caracteriza, básicamente, por arrugas finas, laxitud, atrofia de la dermis y reducción del tejido cutáneo. Por otro lado, estos fenómenos biológicos normales pueden desencadenar enfermedades cutáneas por la interacción de diversos factores, los cuales se ven más susceptibles a medida que nos hacemos más mayores, razón por la cual el paciente geriátrico será más sensible a ellos. Aquí ya entraríamos en envejecimiento patológico.

    Nuestro trabajo consistirá, entonces, en conocer como es el envejecimiento orgánico de la piel del geronto y proponer una serie de cuidados y consejos para mejorar el estado de la piel durante este proceso y prevenir que se desencadene a un envejecimiento patológico, teniendo en cuenta, en este último caso, que el factor genético no se puede prevenir.

    En primer lugar daremos unas nociones generales sobre la piel para entender mejor su proceso de envejecimiento. A continuación, expondremos como es este proceso fisiológico de envejecimiento cutáneo y de sus anejos. Por último, una serie de medidas de precaución para el paciente geriátrico que cerrarán nuestro trabajo.

    2. La piel

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    2.1 Estructura anatómica de la piel

    La piel es la capa o manto que recubre en toda su superficie al organismo, aislándolo y protegiéndolo de las agresiones del medio externo.

    2.1.1 Epidermis

    Es la capa más externa por lo que está en contacto directo con el exterior. Su estructura celular es epitelial, de células de recubrimiento y, en ella, se halla el pigmento melanina que da color a la piel. Su superficie presenta gran cantidad de pequeños surcos, relieves y orificios. En los pulpejos de los dedos adquieren unas características diferentes para cada persona (huellas dactilares).

    Su capa más profunda es de tipo germinativo, por lo que sus células van multiplicándose rápidamente y dirigiéndose paulativamente hacia la superficie externa. Cuando llegan son células muertas, ricas en queratina, que confiere la característica de dureza.

    La epidermis queda recubierta por un manto de características ácidas formadas por los productos de secreción de la piel: el sudor y el sebo. La misión de esta capa es de protección.

    2.1.2 Dermis

    Es la capa situada inmediatamente por debajo de la anterior. Su estructura es de tipo conjuntivo, rica en fibras elásticas y resistentes, cualidades que adquiere la piel. Presenta dos porciones; papilar y reticular. Es en esta capa donde se dan las misiones defensivas (fagocitosis de gérmenes) y las reacciones de tipo inmunitario. En esta zona encontramos los pelos, las glándulas sudoríparas, las glándulas sebáceas y las uñas.

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    Los pelos se encuentran en la mayor parte de la superficie corporal. Están implantados de modo oblicuo y penetran hasta la dermis.

    Las glándulas sudoríparas están formadas por un canalículo en forma de ovillo en la dermis y desemboca en la epidermis, a través de un pequeño poro. Algunas zonas del cuerpo contienen gran cantidad y en otras escasean o faltan.

    Las glándulas sebáceas tienen forma de racimo junto al bulbo piloso. Forman una sustancia grasa, el sebo, con misión protectora para la piel. Tampoco se hallan presentes en todas las zonas del organismo.

    Por último las uñas, que están consideradas órganos anexos de la piel, formadas por una capa dura y translúcida útil para proteger las extremidades de los dedos. La dureza se debe a una sustancia córnea de origen epidérmico.

    2.2 Misiones de la piel

    a) Protección física del organismo. La elasticidad y resistencia evitan que, por traumatismos o rozaduras, puedan lesionarse estructuras más internas del organismo. Al recibir sensaciones de agresión en sus corpúsculos sensibles desencadena unos reflejos defensivos para alejarse del peligro.

    b) Protección contra los gérmenes del exterior. Actúa contra ellos mediante una triple barrera:

    - barrera de tipo exclusivamente físico

    - barrera química, impidiendo que los gérmenes penetren en ella y la dañen por sus secreciones de tipo ácido que actúan como bactericida.

    - barrera celular, si los gérmenes logran atravesar la piel, en la dermis hay unas células fagocitárias que los destruyen.

    c) Contribución al mecanismo de la regulación de la temperatura corporal.

    La temperatura es la resultante del calor que se produce en el organismo como consecuencia de las reacciones metabólicas y de la cantidad de calor que se pierde por la piel.

    El tejido adiposo constituye una verdadera reserva energética y el principal aislante de nuestro cuerpo. Cuando no interesa perder calor hay una vasoconstricción y cuando hace mucho calor se produce la vasodilatación para perder temperatura de la sangre. Al evaporarse el sudor de la piel se produce una pérdida de calor cutáneo que tiene tendencia a enfriar el organismo.

    d) Protección contra la radiación solar. La piel está recubierta por pigmentos de melanina, citados anteriormente, y que tienen la finalidad de absorber gran parte de la energía lumínica y calorífica solares, protegiendo de ellas al resto de estructuras del organismo.

    e) Mantenimiento de los líquidos orgánicos. Esta función se pone especialmente de relieve de forma dramática cuando falta. En el caso de las quemaduras externas, al quedar destruida esta membrana, se produce una gran pérdida de líquidos por evaporación y exudación.

    f) Dotar al organismo del sentido del tacto. Es de gran importancia, permite relacionarse con el exterior determinando las características físicas de los objetos, así como apreciar la temperatura, la presión, entre otras.

    3. Envejecimiento biológico de la piel y anejos cutáneos

    3.1 La piel

    El paso de los años tiende a variar la apariencia externa de la persona. Las arrugas de la piel y las canas son dos de las modificaciones más relevantes del envejecimiento orgánico.

    El envejecimiento dérmico se caracteriza principalmente por la deshidratación y la pérdida de elasticidad. Como resultado, no es nada raro observar la piel seca y multitud de arrugas en la gente mayor. Esta flacidez dérmica puede dar lugar a la aparición de un doble mentón y la caída de los párpados, dando a la piel una sensación de estar colgando de los huesos. Una de las zonas donde se manifiesta más la pérdida de elasticidad es en la cara, acompañada también de la sequedad, aunque ésta última se suele ver más en las piernas. Con lo cual, nos permite deducir que las extremidades inferiores y la cara son las zonas donde hay que hacer más énfasis respecto la piel y sus cuidados, sin dejar de lado, obviamente, el resto del cuerpo. Llamamos xerosis a aquella piel seca, escamosa y áspera.

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    Otro signo significativo y relacionado con la deshidratación es la atrofia de las glándulas sudoríparas y sebáceas, las cuales también dan a la piel un aspecto de sequedad. Además, esta atrofia obstaculiza el proceso normal de sudoración, por lo cual disminuye el olor corporal.

    Respecto a la coloración, la piel es más pálida debido a la disminución de los melanocitos. Contrariamente, suelen aparecer unas manchas más oscuras, generalmente en la cara y las manos. También vale mencionar la proliferación de verrugas seniles, sobretodo en mujeres. En este punto, distinguiremos el fotoenvejecimiento, que es aquel envejecimiento acelerado a causa de la exposición crónica al sol, por tanto, esta exposición también tendrá su papel dentro de las curas de la piel.

    Por último, también hay una reducción del tejido celular subcutáneo y de la vascularización. Razón por la cual habrá una disminución de la adaptabilidad a los cambios atmosféricos, sobretodo al frío, y aumentará la fragilidad capilar y los defectos en la termorregulación y en la respuesta inflamatoria (como consecuencia habrá un retraso en la cicatrización y resolución de infecciones).

    3.2 El pelo

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    Se cree que la genética, los cambios hormonales y la predisposición racial son los principales factores del envejecimiento del pelo. A consecuencia de la influencia de estos factores se da una disminución en la velocidad de crecimiento y una falta de coloración. De hecho, la ausencia de melanina en los folículos pilosos es la causa de esta pobre coloración. Evidentemente, no es nada difícil encontrar gente mayor con canas o calvicie (alopecia), debido a este debilitamiento y caída del pelo y a la escasa coloración.

    Podemos decir también que, como norma general, los hombres son los más afectados cuanto a la pérdida de cabello. Para contrastar, las mujeres destacan por el aumento del vello facial, aunque el sexo masculino puede presentarlo en el pabellón auricular, los orificios nasales y en las cejas.

    3.3 Las uñas

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    Evidentemente, las uñas también participan del envejecimiento natural del ser humano. Durante este proceso, las uñas siguen creciendo pero a una velocidad más lenta y adquieren unas determinada características, las cuales harán de las uñas otro aspecto importante a tener en cuenta. Éstas se vuelven más duras, gruesas y espesas, particularmente las de los pies, debido al aumento de la queratina, con lo cual serán más difíciles de cortar. A su vez aparecen estrías longitudinales por alteración de la matriz de la uña (oncorrexis).

    3.1.1 Como cortarse las uñas:

    Las uñas, como órganos anexos de la piel, es recomendable cortarlas con mucha cura. Las uñas de los pies rectas, dado que de este modo se evita que se encarnen, en los ancianos se tiene de tener especial atención por el aspecto citado arriba, sus uñas son mas gruesas y se pueden producir lesiones o roturas. Es recomendable acudir a un podólogo para que realice esta tarea. Las uñas de las manos se cortan de la forma habitual, dando la forma redondeada, como la del dedo.

    Como resumen, podemos construir el cuadro siguiente:

    PIEL

    • Perdida de elasticidad

    • Deshidratación

    • Aparición de arrugas

    • Atrofia de les glándulas sudorípares i sebaceas

    • Menor vascularización

    • Palidez

    • Aumento de las manchas cutaneas

    PELO

    • Velocidad de crecimiento disminuida

    • Falta de coloración

    • Aumento del vello facial

    • Disminución del vello púbico

    UÑAS

    • crecimiento más lento

    • Fragilidad i duresa, especialment als peus

    • Estrías longitudinales

    Harrisson Ford. 61 años.

    El señor Ford es uno de los actores de cine más famosos de la historia. Su apariencia externa nos permite contemplar algunos de los aspectos comentados en la página anterior: arrugas, escasa coloración cabelluda, falta de elasticidad, manchas,...

    4. Cuidados de la piel en el anciano

    4.1. La higiene corporal

    Mantenerse limpio, aseado y tener un aspecto saludable es una necesidad básica que se ha de satisfacer para conseguir un adecuado grado de salud y bienestar. Una piel limpia , sana, integra y cuidada es imprescindible para protegerse de las agresiones del medio y de la penetración de elementos no deseados en el organismo.

    Prescindiendo de la incapacidad de limpiarse por si mismo, que llega a ser un factor desencadenante de problemas importantes en los mayores, la higiene corporal es uno de los contactos más íntimos que una persona puede realizar consigo mismo. El aseo y arreglo personal muestran una imagen muy agradable de las personas y las hacen sentirse mejor con ellas mismas.

    La higiene corporal comienza con el baño diario, preferentemente con jabón neutro. Existen diversos tipos de jabones con pH para pieles diferentes, cada uno tendrá un valor específico pero es recomendable no usarlos sin consentimiento del dermatólogo. El baño, además, ayuda a quitarle impurezas a la piel, la hidrata y le proporciona cierto relajamiento. El uso posterior de cremas hidratantes favorece la hidratación y nutrición y, por lo tanto, ayuda a prevenir y aliviar la sequedad y la aspereza. Igual que con los jabones, hay muchos tipos de lociones hidratantes, con lo cual, la persona mayor deberá aplicarse la que mejor le vaya para su piel. Es muy saludable también, aplicarse crema o aceite en los pies y manos donde haya callos y/o grietas.

    Otro aspecto es ir con cierto cuidado con los cambios bruscos de temperatura al salir del baño. La piel envejecida esta poco vascularizada y el tejido subcutáneo es menor, por lo que la persona puede resfriarse. La muda de ropa más importante es la interior.

    Dentro de estas normas higiénicas se deben incluir a los pies y las uñas. Estos miembros del cuerpo cargan con una gran responsabilidad y están muy alejados de la vista, por lo que se les debe procurar especial atención observándolos a diario, vigilando la aparición de ampollas, callos, heridas, grietas y resequedades. Las uñas no deben crecer demasiado y se puede pedir ayuda para ser cortadas.

    4.2. La Hidratación

    La Dra. Susan Shirreffs, experta en deshidratación del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Aberdeen, afirma que "Normalmente, la mayoría de la gente necesita ingerir entre uno y dos litros de líquidos al día para mantenerse en forma. El más ínfimo indicio de deshidratación puede generar dolor de cabeza, somnolencia, o simplemente falta de reflejos".

    La deshidratación nos puede llevar a situaciones muy graves, sin dejar de lado sus repercusiones sobre la piel. Las personas (tanto mayores como jóvenes, a largo plazo) que normalmente beben poco pueden sufrir trastornos renales, mentales, digestivos e incluso problemas cardiacos, cosa no sorprendente, ya que el volumen de sangre que circula por nuestro organismo nos indica el agua que bebemos. La deshidratación de la piel puede verse afectada por dos causas diferentes: la deshidratación general del cuerpo (pérdida de líquido corporal por diversos factores) y la deshidratación debido a las características propias del envejecimiento de la piel. Hablaremos de los dos casos.

    Primeramente, se recomienda a los ancianos que tomen con regularidad a lo largo de la jornada, además de agua, sus zumos de frutas favoritos, té, café, chocolate caliente y sopas, y sobretodo, asegurar su ingesta hídrica con un estricto control. Por esta razón, aseguramos una buena nutrición del tejido cutáneo, sin dejar de lado el resto de tejido del cuerpo. A medida que envejecemos el mecanismo de la sed se vuelve cada vez menos sensible. A la vez, reducen la ingesta diaria de líquidos, eso quiere decir que la gente mayor tiene que tener conciencia de la bebida de líquidos.

    En hacer ejercicio físico, del cual hablaremos más adelante, también se activa la sed ya que con el sudor y la exhalación de vapor de agua al respirar se pierde liquido. Un buen consejo será, entonces, beber antes, durante y después de la actividad física o de una acción que requiera un esfuerzo importante para, lo más adecuado es el agua o las bebidas isotónicas (no en personas diabéticas o incompatibles con la glucosa o las sales). Mantener un buen nivel de líquidos no sólo contribuye a que se sienta bien y a mejorar su salud, sino que además es una importante fuente de belleza: ayuda a mantener la piel hidratada y a tener un aspecto saludable.

    Por último, toca hablar de la actuación directa de la hidratación sobre la piel, es decir, el tema de los baños corporales, el uso de cremas hidratantes,... Pero este aspecto nos ha parecido conveniente explicarlo junto con la higiene corporal.

    4.3. Nutrición

    Partiendo de que no existen normas dietéticas que sirvan para todo el colectivo de mayores, la dieta debe ajustarse a cada caso, teniendo en cuenta los déficits nutritivos de cada anciano. Los más comunes son la vitamina D, el ácido fólico, el zinc, ... que se pueden recuperar variando la dieta y incluyendo en esta alimentos que refuercen estos déficits. Se aconseja tomar una dieta que incluya frutas, verduras de hoja verde, zanahorias, cereales, huevos, hígado, leche entera y derivados lácteos, ya que nuestro organismo no produce vitamina A, ya que esta es la responsable de la buena nutrición de la piel produciendo una mayor elasticidad y manteniendo la nutrición que necesita para su buena conservación.

    4.4. Baños de agua caliente

    El efecto del agua caliente sobre la piel produce un aumento de la vascularización de la zona. El calor aplicado en la superficie cutánea hace que el tejido “se ahogue” pidiendo más oxígeno. Para satisfacer esta demanda de oxigeno, el sistema cardiovascular responde aumentado el flujo de sangre que transporta hacia la zona donde se percibe el calor. Si conseguimos, con el agua caliente, que la baja vascularización de la piel del paciente geriátrico aumente, favoreceremos una mejor nutrición e hidratación cutánea. Además, como aumenta la temperatura, las glándulas sudoríparas trabajan para eliminar el sudor. Por esta razón, también es aconsejable darse algún baño en saunas si la atrofia y las glándulas son considerablemente de gran importancia.

    Se recomienda los baños calientes una vez a la semana a una temperatura de unos 35-38 grados (según se tolere), y el resto de la semana con agua tibia (30º). Por supuesto, aquellos pacientes que tengan problemas vasculares o de retorno venoso, sobretodo en piernas, está contraindicado este tipo de baños para no agravar aún más el problema. Es importante, como hemos dicho en el apartado de higiene, secarse bien y ponerse crema hidratante después del baño.

    La sauna es conveniente realizarla una vez al mes. Los baños de vapor ayudan a sudar, es decir, a eliminar toxinas e impurezas gracias a las secreciones de las glándulas sudoríparas y sebáceas. Obviamente, también estará contraindicado en gente mayor con problemas vasculares por la misma razón. Posteriormente a la sesión de sauna, será importante beber agua y comer un poco porque se habrá perdido líquido acumulado. En el adulto mayor es importante que se recupere lo antes posible. Hay que ir con cuidado con las toallas para evitar infecciones u hongos

    Los baños en aguas termales son los idóneos para este tipo de población. No sólo hay centros con afán lúdico y para todo tipo de público, sino que también existen centros con fines terapéuticos. Los beneficios para la piel son los que hemos comentado: aumento de la vascularización favoreciendo la nutrición e hidratación y ayudar a la sudoración. Además, hay otros fines: disminuir los dolores osteoarticulares y musculares, mejorar la psique, las relaciones sociales, mejorar la movilidad articular y la coordinación, todos estos con diversos ejercicios específicos sobre hidroterapia (rama de la fisioterapia).

    4.5. Tratamiento antiarrugas

    Uno de los cambios que padece la piel en el transcurso del envejecimiento es la aparición de las arrugas debido a la pérdida de la elasticidad. Es un proceso natural, que no toda la gente llega a asimilar y, por problemas de estética, normalmente buscan tratamientos que eviten o disminuyan la aparición o agravación de las arrugas.

    Hay diferentes tratamientos para combatir las arrugas. Cada uno de ellos se basa en utilizar diferentes substancias y métodos, como por ejemplo:

    • La vitamina A (conocida científicamente como Retinol), así como sus derivados. Se ha demostrado su eficacia en la reparación de las células de la epidermis en el proceso del envejecimiento. En este tipo de tratamiento se aconseja tener una dieta que incluya alimentos que contengan vitamina A, ya que nuestro organismo no la produce. El Retinol también se puede utilizar en forma de cremas para tratar las arrugas aunque se debe seguir una serie de precauciones para evitar posibles lesiones en la piel provocadas por el sol, ya que esta vitamina estimula la sensibilidad de la piel a la luz y se recomienda utilizar un buen protector solar.

    • El ácido Hialurónico es una molécula que se encuentra de forma natural en la piel. Su función es mantener la hidratación de los tejidos y así evitar la pérdida de elasticidad.

    • La toxina Botulínica, que hasta ahora su utilidad era para otros tipos de problemas. Se utiliza para hacer lifting sin pasar por quirófano.

    • Derivados del ácido poliláctico que estimula la fabricación de colágeno.

    • La técnica de la radiofrecuencia, que consiste en rejuvenecer la piel con la aplicación de energía en forma de ondas que traspasan la superficie cutánea y activan el colágeno de la piel.

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    4.6. Exposición al sol

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    Los rayos del sol aportan ventajas al organismo, siempre y cuando se haga un buen uso. Previenen la deficiencia de vitamina D en el organismo y la pérdida de masa ósea, reduciendo así el riesgo de fracturas, sobre todo en las personas mayores. También favorecen el estado de ánimo y aumentan la relajación. Hay datos incluso que afirman que el sol resulta beneficioso para la depresión.

    Para beneficiarse del sol sin problemas, los expertos recomiendan una serie de precauciones que la gente mayor debe tener en cuenta para prevenir y evitar el empeoramiento de manchas cutáneas, posibles neoplasias de piel (aspecto del envejecimiento patológico),... Cuando el geronto salga a la calle o vaya un ratito a tomar el sol, deberá:

    • moderar el tiempo de exposición. Al tomar el sol, media hora es suficiente. En pasear, basta con una horita.

    • Uso de cremas protectoras contra los rayos ultravioletas A y B de factor 20 como mínimo. La crema protectora debe ser de amplio espectro y abarcar todos los rayos ultravioletas. Aplicarlas cada dos horas, sobre todo si suda o se baña. Es importante emplear el protector un mínimo de 25 minutos antes de la exposición al sol y repetir la aplicación cada dos horas.

    • Tratar de no tomar el sol entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando el sol es más intenso y dañino. Durante ese periodo es recomendable estar cubierto el máximo de tiempo posible.

    • Utilizar cremas hidratantes o aftersun después de la exposición al sol y beber mucho líquido, en especial agua y zumos de frutas, para evitar los efectos de la deshidratación.

    Todos estos consejos sin olvidar el uso de protectores labiales, gorras, boinas, ropa de color claro,... También debemos tener claro que los rayos solares atraviesan las nubes, por lo que en días nublados hay que tomar también medidas preventivas.

    4.7. Masaje

    El masaje es beneficioso ya que, además de hidratar la piel y estimular la circulación de la sangre, su práctica relaja y aumenta el nivel de energía y autoestima. Unos minutos de auto masaje, que pueden aplicarse después de la ducha con alguna crema hidratante, activan las funciones de la piel, aumentan el volumen y resistencia de los músculos y la flexibilidad de estos.

    Sus efectos sobre la piel, de forma resumida son:

    • efecto sedante sobre los receptores dérmicos

    • efecto de limpieza de los conductos secretores de las glándulas sebáceas i sudoríparas

    • facilitar la absorción de sustancias

    • mejorar su estado nutritivo

    • mejorar la elasticidad

    • facilitar la descamación (renovación de células

    A nivel de mejorar la elasticidad, existen algunas técnicas de masaje específicas:

    1. Pinza rodada: es un amasamiento cutáneo o torsión de la piel que se hace longitudinalmente. Se enrolla la piel con los dedos pulgar, índice y medio y se va desplazando y moviendo cranialmente. Sus efectos, a parte de mejorar la elasticidad, son aumentar la temperatura de la piel (vasodilatación e hiperemia).

    2. Amasamiento en deslizamiento: es parecido al anterior pero de forma transversal. Formamos un pliegue de piel con los dedos dichos anteriormente y lo desplazamos en sentido lateral.

    Por último, debemos tener en cuenta la contraindicaciones del masaje como son heridas, cicatrices sin cerrar, alergias,... entre otros.

    4.8. Remedios caseros

    Hay diferentes trucos que sirven para contrarrestar o minimizar los efectos del envejecimiento, fruto de la gente mayor ya que en sus tiempos la medicina no estaba tan avanzada. Estos remedios son bastante usados por las personas mayores y son fáciles de aplicar. E aquí algunos ejemplos:

    • Para tener unas uñas fuertes se recomienda una infusión de romero y añadir zumo de limón. Una vez fría, introdúcelas en ella. Realiza esta operación durante 15 minutos diarios.

    • Mascarilla antiarrugas: mezcla en la batidora dos dados de pulpa de calabaza, un huevo y un par de cucharadas de leche. Aplica la mezcla resultante sobre tu rostro y cuello y deja que actúe durante 15 o 20 min. Pasado ese tiempo, retírela con agua tibia.

    • Para prevenir las manchas cutáneas provocadas por el sol y el paso de los años se recomienda friegas con limón, piña o aceite de almendras dulces.

    5. Conclusiones

    Envejecer es un proceso por el cual tendremos que pasar todos. Así pues, es nuestra responsabilidad pasar por esta etapa de la mejor forma posible consiguiendo así una buena calidad de vida. Teniendo en cuenta este hecho hay unos cuidados principales que nos pueden ayudar, sea así una buena alimentación, vigilar la exposición solar y una buena hidratación e higiene. Luego hay otros cuidados ya complementarios como son el masaje, tratamientos específicos, remedios naturales, ....

    Una de las faenas que hay que tener en cuenta, como profesionales de la salud, es enseñar y educar al paciente geriátrico como debe cuidarse en todos los aspectos en esta nueva etapa. La piel, como hemos dicho, da mucho que decir sobre la apariencia externa de cada persona. Cuando uno se hace mayor; el primer factor que le delata es la piel. Además, ya sabemos que el proceso fisiológico del envejecimiento cutáneo puede derivar a afectaciones patológicas. Por lo cual, el geronto, debe tener un especial cuidado de su tejido dérmico para prevenirse de posibles afectaciones i evitar que los proceso biológicos vayan a más, es decir, enlentecerlo. El paciente geriátrico debe ser consciente de ello y, repetimos, que una buena educación es lo principal.

    En resumen, un buen cuidado de la piel del adulto mayor, le proporciona mejor calidad de vida, mejor vivencia de su envejecimiento y una reducción de las posibles patologías asociadas.

    6. Bibliografia

    • LIBROS

    BLASCO, Rosa Maria: “ Enfermería Geriátrica”.

    Serie Manuales de Enfermería.

    Editorial Masson S.A. Barcelona, 2002.

    GUILLÉN LLERA, F.: “Síndromes y cuidados en el paciente geriátrico”

    Editorial Masson S.A. Barcelona, 2001.

    GUILLÉN LLERA, Francisco i RUIPÉREZ CANTERA, Isidoro: “Manual de geriatría”

    Editorial Masson S.A. Barcelona, 2002.

    GUILLEN, Francisco i SALGADO, Alberto: “Manual de geriatría”

    Serie Manuales Espiral

    Editorial Salvat. Editores S.A. Barcelona, 1990.

    • REVISTAS

    “MÍA. La revista práctica” (Madrid).

    Núm. 912

    • ENCICLOPDIAS Y DICCIONARIOS

    ENCICLOPEDIA PRÁCTICA DE ENFERMERÍA.

    Editorial Planeta, S.A. Barcelona, 1985.

    Vol. 3, 6 i 5.

    • INTERNET

    http://escuela.med.puc.cl/paginas/udas/Geriatria/Geriatria_Manual/Geriat_M_34.html

    http://escuela.med.puc.cl/publ/Boletin/Geriatria/DermatologiaGeriatrica.html

    http://escuela.med.puc.cl/publicaciones/Guias/Dermatologia/lesiones2/temasDermato2_01

    http://escuela.med.puc.cl/publicaciones/Guias/Dermatologia/lesiones2/temasDermato2_02

    Imágenes cedidas por www.google.com

    • OTROS

    RICART AGUIRRÉ, Emili: “Massoterapia”.

    Apuntes de massoterapia, año 2003. Primero de fisioterapia.

    Especificaremos más en los apartados siguientes.

    Células de la epidermis cuya misión es ka de dar color a la piel.

    Dará lugar a una piel con arrugas más profundas y puede derivar a neoplasias.

    BLASCO, Rosa Maria: “Enfermería Geriátrica”. Serie Manuales de Enfermería. Editorial Masson, S.A. Barcelonna, 2000.

    Entrar y salir de la bañera, frotarse la espalda, cortarse las uñas de los pies...

    Explicadas en el segundo apartado

    Esto hay que tenerlo en cuenta tanto en gente mayor com el resto de personas.

    distonías focales, sudoración excesiva…




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    Enviado por:Sira
    Idioma: castellano
    País: España

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