Literatura


Cuentos de Eva Luna; Isabel Allende


ISABEL ALLENDE

UNA MUJER ENTRE DOS MUNDOS

ÍNDICE

  • INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------- Pág. 7

  • LA LITERATURA HISPANOAMERICANA

  • 2.1. La Literatura a principios del siglo XX -------------------Pág. 9

    2.2. “La Nueva Novela” --------------------------------------------Pág. 10

  • El “Boom” ------------------------------------------------------ Pág. 11

  • El Realismo Mágico ------------------------------------------ Pág. 13

  • El Cuento Hispanoamericano ------------------------------ Pág. 15

  • ISABEL ALLENDE

  • Acercamiento Biográfico ------------------------------------Pág. 17

  • Curiosidades ---------------------------------------------------Pág. 21

  • Bibliografía ---------------------------------------------------- Pág. 24

  • La casa de los espíritus, 1982 -----------------------------Pág. 24

    La gorda de porcelana, 1984 ----------------------------- Pág. 26

    De amor y de sombra, 1984 ------------------------------- Pág. 27

    El plan infinito, 1991 ---------------------------------------Pág. 29

    Paula, 1994 -------------------------------------------------- Pág. 30

    Afrodita, 1997 ----------------------------------------------- Pág. 32

    Hija de la fortuna, 1999 ----------------------------------- Pág. 33

    Retrato en sepia, 2000 --------------------------------------Pág. 35

  • EVA LUNA, 1987

  • Resumen Argumental ---------------------------------------- Pág. 37

  • El personaje de Eva Luna ----------------------------------- Pág. 39

  • Otros Personajes ---------------------------------------------- Pág. 41

  • Temas y Estilo ------------------------------------------------- Pág. 44

  • CUENTOS DE EVA LUNA, 1989

  • Contrastes Temáticos -----------------------------------------Pág. 47

  • Eva Luna y Otros Personajes ------------------------------ Pág. 50

  • Relaciones entre los Diferentes Cuentos ------------------ Pág. 50

  • EL PODER DE LA PALABRA

  • La Tradición Oral --------------------------------------------- Pág. 52

  • Tradición y Cultura ------------------------------------------- Pág. 54

  • El Cuento -------------------------------------------------------- Pág. 55

  • El Cuento Tradicional ---------------------------------------- Pág. 57

  • CONCLUSIONES ------------------------------------------------------------ Pág. 62

  • BIBLIOGRAFÍA ------------------------------------------------------------- Pág. 63

  • 1. INTRODUCCIÓN

    La razón por la que escojo este trabajo es el interés que tengo por la Literatura Hispanoamericana. Mi objetivo es estudiar y entender mejor la obra de Isabel Allende, los motivos que la llevan a escribir sobre un tema determinado, saber por qué tiene tendencia a crear un cierto tipo de personajes y comprender mejor a una escritora que es, en mi opinión, uno de los pilares de la Literatura Universal actual.

    El motivo por el cual descubrí Eva Luna y Cuentos de Eva Luna es por que el año pasado hice una asignatura, Vivir la Literatura. Se leyeron varios libros, pero me gustó especialmente Cuentos de Eva Luna, y al enterarme de que había una primera parte del libro, Eva Luna, me planteé hacer mi Trabajo de Investigación sobre algún tema relacionado con ellos.

    Debido a que Isabel Allende es una escritora hispanoamericana, decidí hacer mención de la Literatura Latinoamericana, explicando sus inicios y el momento en que empieza a adquirir importancia dentro del mundo literario universal, ya que si no se hubiera producido el auge de la Literatura Hispanoamericana, habría sido muy difícil que Isabel hubiera conseguido el éxito del que disfruta actualmente, ya que hubo escritores anteriores a ella, que fueron los verdaderos promotores de esa “nueva” literatura. Sin una base formada por la Literatura Hispana de principios del siglo XX, por “la Nueva Novela” en la década de los cuarenta y finalmente por el “Boom” en los años setenta, muchos de los actuales escritores suramericanos no habrían podido tener el éxito y el prestigio del que hoy en día gozan.

    También hago un repaso a la vida de Isabel Allende, una escritora con una existencia realmente fascinante, desde mi punto de vista. Sus padres se casan sin el consentimiento paterno, tienen tres hijos, se divorcian, su padre desaparece, su madre se vuelve a casar, la familia viaja alrededor del mundo, ella misma se casa, tienen dos hijos, se convierte en escritora, se divorcia, tiene amantes, vuelve a casarse, viaja por el mundo, su hija muere, etc. Quizás a ella no le parezca tan asombroso el hecho de haber pasado por todas estas situaciones, pero en mi opinión, su vida me recuerda a las historias que ella misma escribe, en las que el realismo mágico domina la situación más que los propios personajes.

    Pero también resalto la humanidad de la chilena, ya que el saber sus opiniones, manías, gustos, etc., provoca que realmente nos demos cuenta de que es una persona de carne y hueso, que su éxito no le evita el sufrimiento. Toda esta información hace que la figura de la escritora sea sentida de una forma más cercana. Pero como no se puede separar la vida privada de la profesional, también hago mención de la destacada bibliografía de Isabel, desde su primera obra, La casa de los espíritus, hasta la que es por ahora su última novela, Retrato en sepia.

    Las dos obras que me indujeron a hacer el trabajo sobre la escritora chilena, Eva Luna y Cuentos de Eva Luna, son tratadas ampliamente en dos capítulos individuales.

    Debido a que en las dos obras anteriormente mencionadas se hace referencia a los cuentos y a la literatura oral, he dedicado sendos puntos a la explicación y a los orígenes de ambos.

    Como toque final, he escrito tres relatos propios, basándome en los conocimientos adquiridos durante mis pesquisas. Son tres historias independientes y de temática muy distinta, de manera que así demuestro que los cuentos no tienen porque parecerse absolutamente en nada.

    2. LA LITERATURA HISPANOAMERICANA

    2.1. La Literatura A Principios Del Siglo XX

    La literatura hispanoamericana a comienzos del siglo XX tiene influencias del Modernismo y el Realismo.

    El Modernismo es un movimiento renovador, híbrido y urbano, principalmente caracterizado por la belleza formal y la artificiosidad; su temática es frecuentemente fantasiosa.

    El Realismo europeo se transforma en el Realismo hispanoamericano, que se identifica por ser formalmente tradicional, aunque tiene influencias de los nuevos movimientos europeos, especialmente del realismo social. El Realismo hispanoamericano se caracteriza por la temática variada, pero impregnada de la realidad que vive el pueblo suramericano. La división que se puede hacer de la temática realista es:

    Novela de la tierra: se centra en la el salvajismo de la naturaleza aún inexplorada en muchas zonas y en la inmensidad de la geografía americana. El hombre hispanoamericano se ha de enfrentar a las desmedidas distancias, los ríos, selvas, pampas y cordilleras, aunque de nada le sirve, pues finalmente es derrotado. Algunas obras de esta etapa son La vorágine de José Eustasio Rivera, Doña Bárbara de Rómulo Gallegos y Anaconda de Horacio Quiroga.

    Novela social: se desarrolló desde una carácter descriptivo o de exotismo hacia el indio a una franca denuncia de su situación. Esta novela está directamente ligada al mestizaje cultural característica de América desde su descubrimiento en 1492 debido a las migraciones masivas, y por lo tanto a la mezcla con los nativos americanos. Algunas de las obras de este período son El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría, Huasipungo de Jorge Icaza y Raza de bronce de Alcides Arguedas.

    Novela revolucionaria: los conflictos habidos en Hispanoamérica, La Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia por motivos fronterizos, y la Revolución Mexicana, propiciaron el descubrimiento de una nueva temática, que se basa en el despotismo, la violencia, el odio, el egoísmo y la ignorancia. Pertenecientes a esta etapa son Los de abajo de Mariano Azuela y El águila y la serpiente de Martín Luis Guzmán

    Lo que ansía el escritor latinoamericano es poder devolver a América Latina toda su plenitud y su unidad, ya que la lengua se había distanciado de la realidad del continente, ya de por sí dividido por fronteras y nacionalismos. Después de la retirada de España de América, ésta quedó influenciada por lo francés, lo inglés y lo norteamericano; se acabó por tener un lenguaje que en absoluto reflejaba la realidad que se estaba viviendo. Estas nefastas influencias provocan que la historia y la realidad latinoamericanas, que habían caminado siempre juntas, se separen debido a una serie de falsas e inexistentes diversidades y diferencias. Debido a esta situación la sociedad americana, se vio separada violentamente de su lenguaje y de sus raíces; la única salida posible era la revolución y la lucha por la liberación de influencias y de dictaduras perniciosas para la identidad colectiva hispanoamericana. Los escritores tomaron conciencia de ello, e intentaron contraatacar escribiendo obras, que le devolvieran el lenguaje, la unidad y la plenitud al Nuevo Mundo. Una característica propia de estas narraciones es que los héroes de esta literatura son tan conmovedores como los más grandes personajes de la literatura universal; lo son porque llevan su destino hasta el final, hasta su último aliento.

    2.2. “La Nueva Novela”

    El período de “la nueva novela” tiene lugar en la década de los cuarenta.

    Esta novela ha ido madurando a lo largo de los años. Algu88nos autores que comenzaron esta nueva forma de escribir son Miguel Ángel Asturias, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Alejo Carpentier, Adolfo Bioy Casares y Agustín Yáñez.

    Este período abandona la temática de denuncia social y el interés por la naturaleza y se interesa por un paisaje urbano.

    El cambio más notable es el del abandono de la mímesis decimonónica y la aceptación de formalizaciones establecidas por la vanguardia.

    La primera obra que muestra el cambio latente viene a cargo de Juan Carlos Onetti con un relato, El pozo.

    La opinión de Marina Gálvez sintetiza perfectamente lo que supone este período:

    A partir de ahora, (...), no existirá un denominador común entre los nuevos novelistas. Las múltiples variantes (...), vienen determinadas básicamente por la nueva perspectiva que adopta el creador, el cual ya no tratará de expresar “una” realidad, sino “su” realidad, su propia visión de la realidad. La novela empieza a concebirse no como algo que “sirve” a la realidad, sino como un medio de creación que se sirve de la misma, aunque la mayor parte de las veces para oponerse a ella, para agredirla o para violentarla; de esta manera la revelan y la conforman, como ha dicho Fuentes. Esta agresión puede venir motivada bien por la violencia exterior (social o política) o bien por los conflictos interiores del propio escritor; no obstante, también a los hechos sociopolíticos se les impone una visión subjetiva, que opera a modo de recreación de la realidad; lo creado se superpone al mundo real y, en consecuencia, lo particulariza, lo fragmenta en tantas obras como creadores (aunque a veces se continúen manteniendo los temas del pasado), dinamizando corrientes coherentemente con el concepto de lo que es la Modernidad. Al mismo tiempo la obra cobra conciencia de su identidad ficticia, asumiendo el carácter ilusorio de lo representado, factores éstos de trascendental importancia por sus inusitadas derivaciones.

    2.3. El “Boom”

    Esta es una pequeña muestra de los autores y de sus obras: Gabriel García Márquez (Cien años de soledad, 1967), Carlos Fuentes (La muerte de Artemio Cruz, 1962), Mario Vargas Llosa (La ciudad y los perros, 1963), Alejo Carpentier (El siglo de las luces, 1962), Juan Carlos Onetti (El astillero, 1961), Ernesto Sábato (Sobre héroes y tumbas, 1961), José Lezama Lima (Paradiso, 1966), Miguel Ángel Asturias (Los ojos de los enterrados, 1960), Julio Cortázar (Rayuela, 1963), Manuel Puig (La traición de Rita Hayworth, 1968), José Donoso (Un lugar sin límites, 1965), Enrique Lafourcade (Frecuencia modulada, 1968), Mario Benedetti (La tregua, 1960), Rosario Castellanos (Oficio de tinieblas, 1962), Reinaldo Arenas (El mundo alucinante, 1969), Salvador Helizondo (El hipogeo secreto, 1968), Guillermo Cabrera Infante (Tres tristes tigres, 1967), Elena Garro (Los recuerdos del porvenir, 1963), Manuel Mujica Láinez (El unicornio, 1965), etc.

    Durante la década de los sesenta se produce un fenómeno llamado “Boom”, que no es más que el auge de la literatura hispanoamericana en el resto del mundo, el redescubrimiento de América, pero esta vez desde un punto de vista literario. Por primera vez en la historia, la literatura hispanoamericana forma parte de la literatura universal.

    Los escritores del “Boom” están influenciados por reconocidos autores como Virginia Wolf (Orlando, 1928), William Faulkner (Los rateros, 1962), Ernest Hemingway (El viejo y el mar, 1952), Marcel Proust (En busca del tiempo perdido, 1922), Jean-Paul Sartre (El ser y la nada, 1943), John Dos Passos (Isla de Pascua, 1971), pero también se dejaron influenciar por latinoamericanos de la talla de Jorge Luis Borges (El Aleph, 1949) y Octavio Paz (Árbol adentro, 1987).

    Los integrantes del “Boom” eran ya conocidos en América, habían publicado obras antes de los años sesenta y su formación y planteamientos literarios eran muy variados. Alguno de ellos se exiliaron voluntariamente de su país y estaban unidos por la amistad y por el apoyo a la Revolución cubana.

    Varios fueron los factores que hicieron posible el apogeo de la literatura hispanoamericana. Uno de ellos fue el triunfo de Castro en la revolución cubana, ya que fueron muchos los intelectuales hispanoamericanos para los cuales ése sólo era el principio para la liberación de sus países. Un grupo de intelectuales, entre los que destacaban García Márquez, Fuentes, Vargas Llosa y Cortázar, se promocionaban entre sí y silenciaban a aquellos que no compartían su ideología. La Revolución cubana creó la institución de la Casa de las Américas, una revista, unos concursos, premios y congresos que se convirtieron en el centro de la cultura revolucionaria. Tiempo después la Revista se cerró a las innovaciones debido al endurecimiento del régimen revolucionario, pero esta publicación, difusora de ideas, fue la semilla de otras tantas que querían colaborar con esa función: Siempre (México), Primera Plana (Argentina) o Marcha (Montevideo).

    Otro factor que ayudó al esplendor de la literatura hispanoamericana fue el sector comercial, sobre todo la editorial española Seix-Barral, aunque también fueron importantes Plaza y Janés, y Bruguera, que se dedicaron a promocionar a escritores y obras hispanoamericanas. Las editoriales españolas pretendían recuperar el mercado hispanoamericano perdido tras la guerra civil, y la mejor forma era la de lanzar desde España a escritores hispanoamericanos. El primer éxito editorial fue en 1962 con La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, al que se le otorgó el Premio Biblioteca Breve de Seix-Barral. Posteriormente el éxito se fue repitiendo en otros escritores y obras. El motivo de todo este éxito sin antecedentes, fue la magnífica acogida que recibió la literatura hispanoamericana por parte de un público sediento de novedades; incluso el lector que no sabía español pudo disfrutar de estas obras maestras gracias a las traducciones que se realizaron en numerosas lenguas.

    Hay características que definen el movimiento y se ejemplifican en obras concretas: interés del autor porque el lector tome parte activa en la lectura del libro (Rayuela de Julio Cortázar, 1963); desarrollo de la experimentación lingüística (Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, 1967); derecho del autor a la creación de su propia realidad imaginaria, como por ejemplo dobles narradores, novela dentro de la novela,... (Piedra de mar de Francisco Massiani, 1968); novelas histórico-sociales con extensa panorámica de información nacional (Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato, 1961); exploración de la realidad más cercana y concreta (Cambio de piel de Carlos Fuentes, 1967); obras intimistas (El astillero de Juan Carlos Onetti, 1961); tratamiento de temas existenciales acercándose a la esencia del ser humano y alejándose del análisis psicológico de los personajes (Mateo el flautista de Alberto Duque López, 1968); rechazo de la doble moral burguesa (Patas de perro de Carlos Droguett, 1962); aparición y maduración de nuevos valores que rechazan los modelos culturales establecidos (De perfil de José Agustín, 1965); predominio del objeto aislado como forma de representar el caos del universo (La mala vida de Salvador Garmendia, 1968); reproche de la manera normal de apreciar la realidad (Aura de Carlos Fuentes, 1962); obras con compleja estructura (Conversación en la catedral de Mario Vargas Llosa, 1969); desmembración de bloques con cierta autonomía entre sí (De dónde son los cantantes de Severo Sarduy, 1967).

    Estos autores se interesan por la literatura de temática continental; una estética común, como por ejemplo el barroquismo, el criollismo y el realismo mágico; planteamientos técnicos renovadores, actitud crítica ante la opresión y la dictadura.

    2.4. El Realismo Mágico

    El término realismo mágico fue creado por Franz Roh, crítico de arte alemán, en 1925 para definir una corriente pictórica alemana post-expresionista; este grupo de pintores pretendía captar lo permanente, la esencia de la realidad, basándose en la coexistencia entre el realismo y la dimensión mágica que exploraba el expresionismo.

    Durante los años veinte y treinta fueron muchos los bohemios latinoamericanos que viajaron al Viejo Continente para incorporarse a la corriente surrealista, tratando de buscar aspectos sobrenaturales para crear una realidad cimentada en los sueños y en el subconsciente. Cuando regresaron a Hispanoamérica, se dieron cuenta que no era necesario buscar esta realidad en Europa, pues ésta ya se encontraba en su propia cultura y países.

    El escritor que inició este nuevo movimiento fue Demetrio Aguilera Malta, con obras como Una cruz en la Sierra Maestra, del año 1960 o El Quijote de Eldorado, de 1964. A pesar de ser el precursor del realismo mágico, no fue consciente de la relevancia que tendría su innovación estilística.

    El término de “realismo mágico” es usado por el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri para referirse a una corriente de la narrativa venezolana que está en contra de las fórmulas estrictamente realistas y que crea un nuevo realismo, en el que el hombre y su entorno están sumergidos en un mundo de fantasía y de misterio. Estos pensamientos están recogidos en la obra de Uslar Pietri llamada Letras y hombres de Venezuela, de 1948.

    Poco después muchas son las obras y los autores que se caracterizan con estas ideas. Algunos de los narradores más representativos del realismo mágico son: Miguel Ángel Asturias (El señor presidente, 1946), Alejo Carpentier (El reino de este mundo, 1944), Jorge Luis Borges (Ficciones, 1944), Juan Rulfo (Pedro Páramo, 1955), Gabriel García Márquez (Cien años de soledad, 1967), Julio Cortázar (Bestiario, 1951) e Isabel Allende (La casa de los espíritus, 1982).

    Estos escritores piensan que es posible alcanzar otro tipo de realidad (lo fantástico y lo maravilloso) mediante el inconsciente, el sueño, la imaginación, etc., y que por lo tanto hay realidades paralelas a la que tan sólo se puede percibir a través de la observación y de la lógica. Para acceder a estas otras realidades se dejan influenciar por las culturas precolombinas presentes en los relatos fantásticos de transmisión oral, cuentos y leyendas. Se experimenta con nuevas formas narrativas recogiendo aspectos del regionalismo, del neorrealismo y de la novela social, utiliza recursos oníricos para darle un aire más etéreo e intentar adaptar los recursos estilísticos de la poesía a la prosa.

    Especialmente, es una literatura de contrastes, en la que la circunstancia mágica sirve de contrapunto a situaciones habituales como forma de puntualizar la pureza de un ideal o simplemente como vehículo para cuestionar la realidad.

    Según la afirmación de Alejo Carpentier

    Eso a lo que llamamos realidad no es sino una construcción mental variable de una época a otra, de acuerdo con la concepción del mundo imperante en cada una de ellas-->[Author:AL].3

    El realismo mágico está caracterizado por dos conflictivas perspectivas: una basada en el punto de vista racional de la realidad y la otra en la aceptación de lo sobrenatural como una realidad. Es también un movimiento innovador pues integra en la literatura el universo físico y simbólico del mundo indígena americano: las creencias ancestrales, la naturaleza, la historia, el mito y la magia.

    El escritor desafía a la realidad y trata de despedazarla, de averiguar lo que hay de impenetrable y oculto en los objetos, la existencia y las acciones humanas. Un buen narrador practicante de este género cuenta un hecho, que por muy normal que parezca, nos perturba y nos parece insólito; esa es la ilusión de la “irrealidad”. En este tipo de narraciones, presenta la realidad como algo mágico, y por tanto deja de ser real. La pauta del escritor es insinuar una atmósfera sobrenatural sin alejarse del entorno y su táctica es deformar la realidad. No hay dobles sentidos ni análisis psicológico de los personajes, sino contrastes bien definidos, no desconcertándose jamás los protagonistas delante de lo sobrenatural. Tampoco hay sentimientos de miedo o terror motivados por un suceso inesperado, ya que lo insólito se vuelve real y deja de ser desconocido.

    Gabriel García Márquez opina que

    Mientras la presencia de lo natural y lo sobrenatural produce en la literatura fantástica un universo de ficción desconcertante y ambiguo, el del realismo mágico es por el contrario armonioso y coherente, pues aquí lo racional y lo irracional configuran el conjunto de la realidad, en una síntesis o superación de contrarios.4

    Según la opinión de Amaryll Beatrice Chanady

    En contraste con lo fantástico, lo sobrenatural en el realismo mágico no desconcierta al lector, y esta es la diferencia fundamental entre las dos modalidades.5

    2.4. El Cuento Hispanoamericano

    A lo largo de todo el siglo XX se ha producido un cambio en la narrativa, no tan sólo en la novela, sino también en el cuento, pues los autores ya no discriminan a este género literario. Anteriormente se le había arrinconado pues existía la opinión de que los cuentos eran, exclusivamente, dedicados al público infantil; pero esto no es cierto, ya que los géneros en que se divide un cuento son tantos como los que dividen una novela.

    El cuento tiene en Hispanoamérica, contrariamente a lo que ocurre en España, un gran volumen de producción. Narradores de todas las épocas lo han cultivado bien en exclusividad o bien alternándolo con la novela. Prácticamente todas las corrientes y vicisitudes que sigue la narración larga tiene su traducción en la breve. Es el caso de Rulfo o de García Márquez, ambos son autores de novelas y cuentos, entre los que prácticamente no existen diferencias significativas si exceptuamos las derivadas de sus respectivas estructuras: el mismo ambiente, los mismos tipos y semejantes personajes, el mismo lenguaje, los mismos problemas y exacta cosmovisión pueblan los universos narrativos de sus novelas y cuentos.

    Los recursos utilizados en el cuento hispanoamericano se caracterizan por la magia, pues no hay lugar mejor para dejar volar la imaginación que las grandes extensiones territoriales que cruzan América de punta a punta. Un recurso muy utilizado es el ya comentado “realismo mágico”, que tendrá una gran difusión y un gran auge tanto en la literatura propiamente hispanoamericana como en la universal, pues el resto de los escritores se sienten fascinados por este modo de narración y deciden también practicarlo, por lo que se puede decir que es un método no solamente hispanoamericano, aunque es allí donde tiene su máximo exponente

    Los autores que provocan el “Boom”, escriben libros de cuentos entre los años 1948 y 1962. Algunos de ellos son: El último viaje y otros cuentos (1951) de Mario Benedetti, El llano en llamas (1951) de Juan Rulfo, El patio (1952) de Jorge Edwards, Los días enmascarados (1954) de Carlos Fuentes, Guerra del tiempo: tres relatos y una novela (1958) de José Donoso, Los funerales de la Mama Grande (1962) de Gabriel García Márquez, Bestiario (1951) de Julio Cortázar, El trueno entre las hojas (1953), de Augusto Roa Bastos, etc.

    También hay autores de libros de relatos que, o bien no poseen una obra literaria muy frondosa o bien no se les incluye en fenómeno del “Boom”: Ceniza para el viento y otras historias (1950) de Hernando Téllez, Confabulario (1952) de Juan José Arreola, La sangre de Medusa (1958) de José Emilio Pacheco, Víctor Ferri cuenta un cuento (1958) de Sergio Pitol, etc.

    La realización de libros de cuentos llevaría a estos escritores, junto con el magisterio de Jorge Luis Borges, a ser considerados como los inventores o maestros del cuento hispanoamericano moderno, ya que habían encontrado nuevos fondos y forma para los cuentos y también una universalidad de lo autóctono propio de América.

    3. ISABEL ALLENDE

    3.1. Acercamiento Biográfico

    Tomás Allende Pesce de Bilbaire, primo hermano de Salvador Allende, de origen francés por parte materna, fue un intelectual, bohemio y dandi, caracterizado por su sentido del humor y por su perspicaz inteligencia. Él y Francisca Llona Barros, conocida con el apelativo de Panchita, se conocieron en una de las tertulias juveniles para aficionados a las letras surgidas en Santiago para debatir las obras de los principales escritores europeos de la época, tales como James Joyce, Virginia Wolf o Franz Kafka. Poco tiempo después se casaron sin el consentimiento de don Agustín Llona, el padre de la novia. Durante el año 1942, el matrimonio vivió en Lima (Perú) ya que Tomás trabajaba como secretario de la embajada chilena; allí nacieron Francisco, Juan e Isabel.

    La familia Allende se separó en 1945 porque la madre decidió volver a las raíces familiares para huir del abandono y del desamor de su marido, que desapareció misteriosamente, suceso que aparentemente guarda relación con los rumores de un escándalo entre funcionarios diplomáticos de altos vuelos. Debido a este difícil trance, madre e hija construyeron una relación insustituible, que con el paso de los años sólo vería aumentar su intensidad. El abuelo de los niños, don Agustín, ocupó el cargo de padre de los pequeños. Panchita quedó marcada por un estigma social que, en aquella época era imperdonable: el divorcio y la posterior nulidad matrimonial.

    Tiempo después, Panchita se uniría al también diplomático internacional Ramón Huidobro, amigo íntimo de Salvador Allende, hecho que estrecharía aún más la relación entre Salvador y su sobrina. Esta relación también estuvo mal vista por la sociedad puesto que él era un hombre casado, padre de cuatro hijos y sobrino de un obispo. La profesión de Ramón permitió viajar a la pareja y a los hijos de Panchita a través de la geografía mundial. Vivieron en Bolivia y en Beirut, dónde Isabel estudió en colegios privados norteamericanos y británicos.

    En 1958 y contando con dieciséis años, Isabel regresa a Chile a raíz de la crisis del canal de Suez para terminar sus estudios secundarios. Es en esa época en la que conoce al que sería su primer marido, Miguel Frías, que por aquel entonces era estudiante de Ingeniería. El año siguiente, Isabel empieza a trabajar para la FAO (Food and Agriculture Organization) en el Departamento de Información de las Naciones Unidas en la ciudad de Santiago; esta tarea la desempeñaría durante seis años y la conduciría a trabajar en televisión.

    En 1962, Isabel y Miguel se casan y al año nace su primera hija, Paula. Durante los dos años siguientes, la recién formada familia viaja por Europa, viviendo en Bruselas y en Suiza. En 1966 regresan a Chile y nace su hijo Nicolás.

    Entre los años 1967 y 1974 colabora con la revista feminista Paula, en la que forma parte del primer equipo editorial. Durante 1973 y 1974, en Santiago, colabora en la revista para niños Mampato, revista que dirigiría durante un breve período de tiempo. También en esa época publica dos cuentos infantiles para la colección Zapatito Rojo, La abuela Pancha, con ilustraciones de muñecos por Marta Carrasco y Lauchas y lauchones, ratas y ratones y una recopilación de artículos de humor escritos anteriormente en su columna de Paula, “Civilice a su hombre”, que titula Civilice a su troglodita con ilustraciones de Ricardo Guiraldes; de temática feminista y anti-machista, el troglodita representa al hombre prehistórico que no quiere salir de su caverna y aceptar la realidad, que no es otra que la “liberación” de la mujer. La idea de realizar esta última obra fue del poeta chileno Pablo Neruda y la puesta en práctica corrió a cargo de la editorial Lord Cochrane.

    En 1970 Salvador Allende es elegido primer presidente socialista de Chile y como consecuencia el padrastro de Isabel, Ramón Huidobro, es nombrado embajador en Argentina. Desde ese año y hasta 1975, Isabel trabaja en los canales 13 y 7 de la televisión en Santiago, en los que tiene un programa de humor y otro de entrevistas, gracias a los cuales logra alcanzar una gran popularidad entre el público.

    El 11 de septiembre de 1973 tiene lugar el golpe de estado encabezado por el general Augusto Pinochet Ugarte bajo la atenta mirada de la CIA, debido a que Pinochet había sido adiestrado sobre las artes dictatoriales en La Escuela de las Américas, situada en la Costa Este Americana; la consecuencia directa de este ataque a la democracia es la muerte del presidente Allende y de un número indefinido de desaparecidos, que eran contrarios al régimen autoritario. Durante los primeros días del golpe militar el Estadio Nacional es convertido en prisión y en lugar de tortura y asesinato. La desaparición de cientos de personas es conocida como “la caravana de la muerte”. Respecto a la defunción de Salvador Allende, que tuvo lugar en el Palacio de la Moneda, la versión dada por el gobierno militar informa que su desaparición es fruto de un suicidio; otras versiones, indudablemente las ciertas, informan que en realidad fue asesinado.

    Dos años después, Isabel y su familia se trasladaron a Venezuela, país en el que permanecerían durante un período de trece años ante la amenaza de la dictadura chilena; se exiliaron debido a la ayuda que proporcionaba la familia a personas que buscaban asilo político en embajadas, ocultarse o huir de Chile, y también porque el apellido Allende era un estigma en el Chile de Pinochet. En la ciudad de Caracas, Isabel colabora con la Revista del Domingo del diario El Nacional.

    En 1978 se separa temporalmente de Miguel Frías. Viene a vivir a España impulsada por el amor que siente hacia un músico argentino. Pero la relación no tuvo futuro alguno, ya que Isabel tan sólo permaneció dos meses en la Península Ibérica. Después de esta corta etapa de pasión regresa a Caracas, dónde trabaja dos años como administradora en el colegio Marroco. Sus hijos, Paula y Nicolás, se muestran distantes con ella debido a su ausencia, pero con el tiempo y con una gran dosis de cariño maternal, la incómoda situación iría desapareciendo.

    En 1981 y tras saber que su abuelo, Agustín Llona Cuevas, de 99 años, se está muriendo, comienza a escribirle una carta que se convertiría en el manuscrito de La casa de los espíritus. Intenta, en vano, que se le publique en Venezuela, así que ante la negativa acude a Editores Javier Vergara en Buenos Aires, quién le aconseja que hable con la agente literaria Carmen Balcells, en Barcelona, persona que con el tiempo se convertiría también en su amiga. Un año después, su novela es publicada por la editorial Plaza y Janés de Barcelona.

    En 1984 se publica en la editorial Alfaguara de Madrid La gorda de porcelana, libro con ilustraciones de Fernando Krahn. Ese mismo año también es publicada De amor y de sombra en Plaza y Janés.

    En 1987 y tras nueve años de separación, Isabel y su marido, Miguel, deciden divorciarse legalmente. Durante ese año se publica Eva Luna en Plaza y Janés. Ese mismo año una amiga suya, Celia Correas Zapata (autora de la biografía Isabel Allende, vida y espíritus) le comenta que tiene un amigo norteamericano que a raíz de haber leído De amor y de sombra le escribió diciéndole que “la autora entendía el amor como él”; poco después Isabel conoció a su lector, un abogado llamado William Gordon, con quién se casa el 7 de julio de 1988 en San Francisco y a quién describe como a “un gringo con pinta de irlandés que habla español como bandolero mexicano de película”. Isabel consiguió su green card de residente estadounidense y el matrimonio compró una casa en San Rafael, California, en la entrada de la cual colocaron un letrero que anunciaba La casa de los espíritus, y en la cual hoy aún siguen viviendo.

    En 1989 se publica Cuentos de Eva Luna en la editorial Plaza y Janés.

    En 1990, se reestablece de nuevo la democracia en Chile. Patricio Aylwin es elegido presidente y es él quién entrega a Isabel, tras quince años de ausencia, el Premio Gabriela Mistral.

    En 1991, mientras hace la presentación en Madrid de su nueva novela, El plan infinito, su hija Paula sufre un ataque de porfiria6 y entra en coma el 6 de diciembre. El 6 de diciembre de 1992, la joven muere en la casa de su madre en San Rafael.

    En agosto de 1993 se pone en escena La casa de los espíritus en Londres. El 22 de octubre de ese mismo año, la película se estrena en Munich. Está dirigida por Billie Auggust, con un elenco formado por numerosas estrellas: Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close, Winona Ryder y Antonio Banderas. En 1994 Paula es publicada por la editorial Plaza y Janés. De amor y de sombra es convertida en película bajo la dirección de Betty Kaplan y con Antonio Banderas y Jennifer Connelly como actores principales.

    En 1997 se publica Afrodita, con ilustraciones de Robert Shekter y la participación de su madre, Panchita, en las recetas. Se distingue a Isabel con el premio Dorothy and Lillian Gish, concedido por “haber contribuido a la belleza del mundo”. El premio, de 200.000 dólares, le fue entregado durante una ceremonia en Nueva York, coronando una larga lista de premios internacionales que ha ido recogiendo a lo largo de toda su carrera.

    En 1999, publica Hija de la fortuna y en el 2000 Retrato en sepia, la que es por ahora su última novela.

    Los premios que le han otorgado a lo largo de su vasta carrera son: Mejor novela del año, Chile 1983; “Panorama Literario”, Chile 1983; Autora del año, Alemania 1984; “Grand Prix d'Evasion”, Francia 1984; Radio Televisión Belga: “Point de Mire”, Bélgica 1985; Mejor novela, México 1985; “Premio Literario Colima”, México 1986; Autora del año, Alemania 1986; “XV Premio Internazionale I Migliore Dell'Anno”, Italia 1987; “Mulheres” mejor novela extranjera, Portugal 1987; “Quimera Libros”, Chile 1987; Libro del Año, Suiza 1987; “Library Journal's Best Book”, USA 1988; “Before Columbus Foundation Award”, USA 1988; “Freedom to Write Pen Club”, USA 1991; “XLI Bancarella”, Italia 1993; “Independent Foreign Fiction”, Inglaterra 1996; “Brandeis University Major Book Collection”, USA 1993; “Critics' Choice”, USA 1996; “Books to Remember”, The New York Public Library-->[Author:AL], USA 1998; “Malaparte” Amici di Capri, Italia 1998; “Sara Lee Foundation”, USA 1998.

    También se le han entregado honores, tales como: Member of the “Academia de la Lengua”, Chile 1989; Doctor of Letters at New York State University, USA 1991; Professor of Literature Honoris Causae in University of Chile, Chile 1991; Majority Foundation, USA 1994; “Condecoración Gabriela Mistral”, Chile 1994; “Chevalier dans des Arts et des Lettres”, Francia 1994; Miembro de la “Academia de Artes y Ciencias”, Puerto Rico 1995; “Honorary Citizen” of the City of Austin, USA 1995; “Feminist of the Year Award”, The Feminist, USA 1995; Doctor of Humane Letters at Florida Atlantic University, USA 1996; Doctor of Letters at Columbia College Chicago, USA 1996.

    3.2. Curiosidades

    Cuenta en su genealogía con antepasados europeos. Por parte de su madre tiene ascendencia vasca de los Llona y española y portuguesa de los Barros Moreira. Su padre le proporcionó raíces francesas por parte de los Pesce de Bilbaire.

    Su generación fue la primera que creció bajo la influencia de otros escritores latinoamericanos.

    Isabel está dentro de la generación de 1972, Novissimi Narratores, que está formada por escritores hispanoamericanos nacidos entre 1935 y 1949. Otros integrantes de esta generación son Mario Vargas Llosa, Reinaldo Arenas, Gustavo Sainz, Marta Blanco, Rodrigo Quijada y Diego Bracchini.

    Gracias a su estancia en Beirut cuando era niña, crea personajes en sus obras con tintes orientales.

    Civilice a su troglodita se lo dedicó a su por aquel entonces marido, Miguel Frías. Es fácil suponer lo que odiaba Isabel de su marido: su machismo.

    Ha escrito tres obras de teatro: El embajador en 1971, La balada del medio pelo en 1973 y Los siete espejos en 1974.

    En Venezuela escribió un cuento Lo más olvidado del olvido, que narraba la imposibilidad de hacer el amor entre un hombre y una mujer debido a que a ambos les bloqueaba el recuerdo de la experiencia de la tortura. Este relato está incluido en Cuentos de Eva Luna.

    Se dio cuenta de lo que significaba ser una Allende y ser sobrina de Salvador cuando marchó a vivir a Venezuela.

    Isabel Allende siempre empieza sus obras el día ocho de enero, porque esta fecha le trajo muy buena suerte en su primera obra, La casa de los espíritus, ya que gracias a ella consiguió el éxito y la fama mundial.

    Conoció a Pablo Neruda, con quién mantuvo una excelente amistad.

    La condena moral impuesta a Pinochet por sus crímenes es en sí misma una victoria.

    Cuando está escribiendo una obra pasa doce horas diarias a solas, sin dirigirse a nadie ni coger el teléfono. Cree que ella es tan sólo el instrumento de algo más grande que en ese momento está con ella y que se comunica narrándole un escrito, que ella convierte en novela.

    Siempre lleva un cuaderno en su bolso por si ve algo que le llama la atención y así lo puede utilizar en alguna historia.

    No está nada de acuerdo en dividir por categorías la literatura, ya que esto significa que la literatura no es una en sí misma, sino que se puede separar. Ella concibe la literatura como un todo.

    Está en desacuerdo con la opinión de que toda buena escritora tiene influencias de los autores masculinos. Piensa que es machismo y que los hombres no pueden aceptar que una escritora no haya podido ser influenciada por un escritor, al que le deberían su calidad a la hora de escribir. No le gusta que la comparen con Gabriel García Márquez.

    Piensa que es mucho más difícil escribir un buen cuento que escribir una buena novela, ya que el cuento es un género difícil de dominar. Si el relato corto tiene un final inadecuado, toda la obra se verá reducida en cuanto a calidad.

    No piensa escribir una biografía sobre Salvador Allende porque piensa que ni es buena en ese género ni tampoco podría ser neutral.

    Escribe sobre temas que le importan: política, problemas sociales, asuntos de la mujer, justicia, lealtad, muerte, amor, etc.

    Las únicas personas que corrigen su obra antes de entregarla a la editorial son su marido y su madre porque confía en su instinto y no quiere dejarse influenciar por demasiada personas.

    Lo que le gusta más de la literatura es el proceso de creación. En cambio no le gusta tener que hacer giras para presentar sus obras.

    Suele viajar mucho para dar conferencias en universidades y en seminarios.

    Amy Smelser, una estudiante de 16 años de Virginia, Estados Unidos, se negó a hacer trabajo mandado por su profesora de Literatura Universal de la novela La casa de los espíritus, ya que la joven considera que tiene escenas obscenas e inmorales. Isabel Allende comenta que cada uno tiene libertad en escoger lo que lee y no se ha de obligar a nadie a hacer algo en contra de su voluntad o sus convicciones; también cree que es de elogiar que una muchacha sea lo suficientemente valiente como para enfrentarse a la dirección de su colegio.

    Ha viajado por el Amazonas, India, Europa, etc; esto le ha hecho darse cuenta de las inmensas diferencias existentes entre los diferentes países del mundo.

    Opina que Estados Unidos es una arma de doble filo: da la oportunidad de volver a empezar pero como consecuencia hay un importante desarraigo de los orígenes, hay un gran sentimiento de calidoscopio pero no se ve con buenos la llegada de inmigrantes pobres y sin recursos; hay una doble moral en la mentalidad americana, lo que a Isabel no le parece sincero.

    Cree que el futuro de Estados Unidos está en la mezcla de culturas y de razas.

    Paula ha sido su obra más intimista y emotiva. Muchos lectores le han escrito para hacerle saber que cuando la leyeron lloraron de tristeza ya que se acordaban de la gente que ya no estaba a su lado.

    Cuando murió Paula decidió establecer una beca con su nombre, gracias a la cual jóvenes hispanas sin recursos económicos pueden estudiar en la universidad de San José, en California. Pero Isabel también colabora con otras organizaciones: Centro de Desarrollo para Jóvenes, ayuda a formar a jóvenes para que puedan vivir por su cuenta; Fundación de Educación de San Francisco, para mejorar la educación pública en esa ciudad; Madre, para ayudar a mujeres y a niños; Hogar Covenant de California, asiste a los sin techo y a niños que escapan de sus casas; Canal de Alianza Comunitaria, ayuda a las minorías étnicas en caso de asistencia sanitaria; Sociedad Americana de Leucemia, para ayudar a los enfermos de esa enfermedad; Fundación MS, dedicada a la lucha y a las actividades feministas; Fundación Americana de Porfiria, para informar sobre las causas de esta enfermedad y las posibles curas; etc.

    Ya se ha reconciliado con la vida tras la muerte de su hija.

    Hizo de celestina entre su hijo Nicolás, quién estaba deprimido a causa de su reciente divorcio, y la directora creativa de su libro Afrodita, Lori. Actualmente son un matrimonio feliz con hijos.

    Tiene tres nietos: Andrea, Alejandro y Nicole.

    Mantiene correspondencia diaria con su madre, que vive en Chile.

    Su vida ha estado plagada de dualidades: amor y odio, vida y muerte, paz y violencia.

    Su comida preferida es el arroz con leche y el chocolate.

    Opina que lo más importante de un hombre no es lo que dice, sino lo que susurra.

    Cree en su intuición y en que los sueños tienen un significado oculto, que si se descubre pueden servir de ayuda.

    La vida le ha enseñado a perder el miedo al miedo, es decir a ser independiente y libre.

    Se define políticamente como una mujer de izquierdas.

    Piensa que el respeto no se regala, sino que se lo ha de ganar uno mismo.

    3.3. Bibliografía

    La casa de los espíritus, 1982

    Ésta es la primera obra de la célebre escritora chilena y gracias a la cual consiguió el éxito y la admiración de la crítica y del público. La base de la novela es la carta que Isabel le escribió a su abuelo cuando se enteró que él estaba muriéndose; en esta epístola hace referencia a su infancia, durante la cual vivió en la vieja casa de sus abuelos.

    Narra la vida de la familia Trueba durante cuatro generaciones de mujeres, Nívea, Rosa y Clara, Blanca, y Alba; todas ellas madres e hijas que intentan buscar un lugar en la vida y no consienten dejarse avasallar por la comunidad masculina. Esteban Trueba se casa con la hermana clarividente de su difunta novia y a partir de ahí el tiempo va transcurriendo. Clara conseguirá calmar la ira de su marido, aunque no por mucho tiempo. El amor imposible se adueña de Pedro y Blanca, siervo y señora; fruto de esa relación nacerá Alba, quién será la nueva semilla de la estirpe de los Trueba. Alba vivirá un romance con Pedro, un dirigente izquierdista, contrario a las ideas tradicionalistas de su abuelo, quién llega a ser senador.

    Aunque en ningún pasaje del libro se menciona que el lugar en el que transcurre la historia sea Chile, se da por sentado ya que los hechos que suceden en la novela se identifican con la realidad histórica que vivió Chile, desde principios del siglo XX hasta el Golpe de Estado del año 1973. La novela narra la crónica de la familia Trueba durante cuatro generaciones a través del linaje femenino, una primicia en la novela ya que la narración se construye a partir del matriarcado y no del patriarcado, como era habitual. Las mujeres se caracterizan por no seguir el rol femenino que la sociedad les ha asignado e intentan sublevarse contra él, ya sea a partir de la sabiduría o de la más genuina rebeldía; combaten el autoritarismo masculino con el poder que les concede la lucha por unos ideales.

    Mientras que las mujeres de las familia Trueba son personas nobles que se niegan a ser consideradas víctimas, los hombres que salen a escena se caracterizan por la degradación que sufren con el paso de los años. Esta afirmación tiene una base sólida ya que hay numerosas pruebas de ello: la fuerza de carácter y de espíritu que demuestra Alba cuando es interrogada por Esteban García; el aura de sabiduría y de bondad que envuelven a Clara, a quién ni siquiera su marido podrá quebrantar o dominar; Blanca, que antepone el amor que siente por Pedro a la amenaza que la diferencia de clases entre ambos supone; la resignación de Férula ante el futuro que la vida le depone al tener que cuidar de su madre y por lo tanto no poder formar su propio hogar.

    En cambio, la actuación de los varones deja mucho que desear en cuanto a humanidad y valores, dejando al descubierto el tradicional poder autoritario del que siempre han gozado: las actuaciones de Esteban Trueba, que al ser el patrón de clase alta se siente con derecho a hacer todo cuánto le place sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos o las opiniones de los demás; Esteban García muestra el odio que le guarda a la familia Trueba cuando tiene la oportunidad de interrogar e intimidar a Alba; Miguel es un izquierdista que defiende la violencia como camino para acabar con el gobierno de derechas; Pedro prefiere mantenerse al margen y no luchar por el amor de Blanca, a la que abandona en manos de su padre; el Conde Jean de Santigny es un aristócrata venido a menos que a pesar de dar una imagen distinguida tiene aficiones ocultas, hecho que remarca el sentimiento de doble cara que la aristocracia ostenta.

    El realismo mágico está fervientemente representado por la figura de Clara, quién tiene la habilidad de presentir las cosas antes que sucedan. Clara está dotada de un aura de magia y de fantasía que ninguno de los demás personajes consigue ni siquiera acariciar. Este personaje está basado en la abuela de Isabel, llamada Memé, que por lo visto, también poseía ciertos poderes mágicos, provocando que todo lo que estaba a su alrededor se envolviera de paz y tranquilidad.

    Otros personajes basados en personas reales son Esteban Trueba refiriéndose a su abuelo Agustín. El Candidato, llamado más tarde Presidente, que representa la figura de Salvador Allende. Isabel se inspira en Víctor Jara, un cantante de protesta torturado y asesinado en el Estadio Nacional, para dar vida al revolucionario Pedro Tercero García.

    En 1993 se rueda su adaptación cinematográfica, dirigida por Billie August e interpretada por un magnífico reparto: Jeremy Irons en el papel de Esteban Trueba, Meryl Streep dando vida a Clara, Glenn Close como Férula, Winona Ryder representando a Blanca y Antonio Banderas interpretando a Pedro Tercero García. La recaudación del estreno, que se hizo en Munich, se donó a la Fundación del SIDA.

    Las críticas que la prensa le dedicó no podían ser mejores:

    “Allende... combina ficción, periodismo y un sentido de lo mágico, en una épica que la coloca entre los escritores más inspirados del mundo latino.” -San Diego Tribune

    “Un romance tan extenso como regocijador.” -Newsweek

    “Un relato seductor, a veces mágico... Esta narrativa tumultuosa de rebelión y amor, que abarca cuatro generaciones, es una alegoría en la cual cada familia puede reconocer algo de sí misma.” -Wall Street Journal

    “Emocionante y poderosa... La casa de los espíritus está repleta de mujeres maravillosas e inolvidables, que confieren una dimensión especial al libro.” -Christian Science Monitor

    “Espléndido... Un éxito inusitado -un libro sobre una familia y un país, que es a la vez un libro sobre nuestro mundo y el mundo contenido en un libro.” -Cosmopolitan.

    La gorda de porcelana, 1984

    Es la historia de un tímido notario, tan puntual que sus vecinos ponen en hora los relojes cuando le ven pasar. Un buen día, mientras pasea por la calle, descubre una tienda de antigüedades que antes no había visto. En una vitrina de esa tienda hay expuesta una figura de porcelana, una corpulenta mujer rubicunda, al estilo de Rubens, medio cubierta por unos velos y con uvas y palomas en las manos. Don Cornelio, que es así como se llama el notario, gasta el sueldo de un mes para poder comprar la anhelada estatua. La gorda de porcelana cobra vida para trastornar a don Cornelio y llevarlo hacia un destino inesperado.

    En esta fábula sobre el tedio humano y el poder redentor de la fantasía, don Cornelio representa la monotonía de un vivir mecánico y burgués hasta que la magia de la estatua da un giro de ciento ochenta grados a su gris existencia. Por el humor y la gracia con que se cuenta esta historia, el relato trasciende el nivel anecdótico para congeniar en la moraleja el deseo de vivir una vida más auténtica. En este caso, don Cornelio está inspirado en la propia Isabel Allende y la muñeca de porcelana significa la fantasía; fue escrita en 1978 cuando la autora estaba separada de su primer marido, lo que hace entender mejor que escribiera una obra dedicada al cansancio de la monotonía y al ansia por salir de la rutina; los sentimientos que tiene Isabel o cualquier escritor a la hora de plasmar sus obras en papel se reflejan en la temática de los libros.

    Es la única obra de Isabel Allende que no ha sido reeditada ni traducida a otros idiomas que no sean el castellano pues Isabel nunca estuvo de acuerdo con el resultado.

    De amor y de sombra, 1984

    Esta historia se desarrolla en un país hispanoamericano, que aunque no se sabe cuál es probablemente Chile. Ese estado vive bajo el dominio y la dictadura de un gobierno militar, pero es también dónde se desarrolla la historia de amor entre un hombre y una mujer que están destinados a compartir un apasionante amor, aunque se verán obligados a vivirlo bajo unas circunstancias escalofriantes.

    La protagonista es Irene Beltrán, una chica de clase alta, con buenos sentimientos pero ingenua, lo que le provocará muchos problemas e incidentes. Es reportera en una revista para mujeres, lo que da a entender que su ideología es liberal, progresista y feminista. Le da la réplica Francisco Leal, hijo de exiliados españoles, que es un fotógrafo partidario de la resistencia clandestina. La pareja tiene que trabajar para un artículo, pero lo que en un principio era tan sólo un trabajo rutinario se convierte en una arriesgada aventura ya que descubren un crimen provocado por la dictadura: personas asesinadas y enterradas en una tumba colectiva.

    Irene graba entrevistas con agentes de la represión y también con sus víctimas, y ve los resultados de luchar por unos ideales democráticos que van en contra de la dictadura existente; hace todo esto para que no se oculte lo que pasó en realidad, para no borrar la historia. Tanto ella como Francisco cometen actividades ilegales, pero no les importa pues ellos creen que lo que hacen no es sólo un bien para ellos sino también para el resto de la gente.

    El tema de los asesinatos es un crimen real descubierto en Chile en 1978; en 1973 los militares asesinaron a quince campesinos y los enterraron en unos hornos de cal abandonados en la localidad de Lonquén. Fue la Iglesia Católica quién descubrió la verdad cinco años más tarde, evitando así que la dictadura pudiera seguir ocultando el atentado. Isabel, que vivía en Venezuela cuando se descubrieron estos asesinatos, recortó los artículos que salían en la prensa. También grabó en cintas historias de personas que fueron torturadas en Chile, vio las señales de los malos tratos en su piel y recordó lo que vio durante el golpe militar de Pinochet. Entonces no pudo difundir lo que sabía pues la represión y la censura eran feroces ya que había dictaduras en Argentina, Uruguay y Chile, y en el resto de América había situaciones de tensión. Años después, decidió plasmar toda la información que poseía en un libro y escribió De amor y de sombra.

    Una posible definición es la de novela documental, pues define un clima de incertidumbre y de miedo generalizado, en el que los arrestos arbitrarios, las repentinas desapariciones y las ejecuciones colectivas son un hecho común, y que en realidad existió. Es una historia de dualidades: tragedia y éxtasis, coraje y sacrificio, lealtad familiar y traición estatal, amor y odio, muerte y vida, etc. Pero quizás la solución esté en dos personas que son capaces de todo por que la justicia y la verdad salgan a la luz. Como dijo Che Guevara: “Más vale morir de pie que vivir arrodillado”.

    En 1994 De amor y de sombra es convertida en película por Betty Kaplan y los actores que convierten en realidad a Irene y a Francisco son Jennifer Connelly y Antonio Banderas, respectivamente. Los ingresos del estreno en San Francisco fueron donados a Survivors International.

    Algunas de las críticas que le han dedicado las publicaciones son:

    “Una cuentista nata... Isabel Allende es de la escuela del realismo mágico... pero también se nota que detrás del capricho y de la diversión yace una profunda conciencia sociopolítica.” -Chicago Tribune

    “Siempre amena, a menudo bella, definitivamente apremiante.” -San Francisco Chronicle

    “Con una destreza extraordinaria, Allende evoca tanto el terror de la vida diaria bajo la sombra de una dictadura como las formas más sutiles de la resistencia. Describe con la misma destreza la ternura amorosa y el fuego intenso del erotismo. Y cuando se entrelazan sexo y política con el idealismo, ¿cómo se puede errar?” -New York Times Book Review.

    “Las personas que animan De amor y de sombra son tan reales, sus triunfos y derrotas tan fieles a la verdad de la existencia humana, que en ellas vemos el mundo en miniatura, lo cual es precisamente el propósito de la ficción.” -Washington Post World

    El plan infinito, 1991

    Es la hipnotizante y conmovedora hazaña de un hombre que pasa los largos años de su juventud y su madurez buscando amor y aceptación. Gregory Reeves ha vivido una infancia de pobreza y de abandono en el barrio latino de Los Ángeles, su madre trató de deshacerse de él internándolo en orfanatos o dándolo en adopción, ha de sobrevivir a las bandas de barrio que lo persiguen en su infancia, a los horrores de la guerra en Vietnam cuando es joven y a la cruda realidad cuando regresa de Asia y ha de enfrentarse a un futuro insospechado. Elige como medio para ganarse la vida la abogacía y la ejerce en San Francisco de una forma frenética. Allí, se convierte en un despojo humano debido a las continuas juergas, al consumo indiscriminado de alcohol, al amor que siente por la mujer equivocada, al segundo plano al que relega a sus hijos; tanto descontrol provoca que dé importancia a cosas secundarias y que aparte lo que le parece insignificante. Todo esto le convierte en un ser atormentado, que lo único que quiere es encontrar la paz de su alma y el amor de su vida. Pasado el tiempo, cambia su forma de vida y se redime, lo que le lleva a encontrar el verdadero amor en una escritora a la que cuenta la historia de su vida.

    La escritora a quién el protagonista cuenta su vida es Isabel Allende. Esta novela es una especie de biografía de William Gordon, el actual marido de la escritora. Ambos se conocen y se explican sus vidas, por lo que Isabel consigue conocer de primera mano lo que ha tenido que sufrir a lo largo de toda su existencia. Esta realidad le llega a interesar tanto que decide escribir un libro.

    Es la historia de un hombre envuelto por la soledad y por el amor, las traiciones y las dificultades, duras pruebas que finalmente consigue superar. También se describe la amalgama de razas existente en Los Ángeles: asiáticos, latinos, negros, blancos, etc.

    Es su primera obra ambientada en California, y con un protagonista masculino, aunque los personajes femeninos también tienen un peso importante en el desarrollo de la acción. Este cambio en su forma de escribir le han supuesto a Isabel críticas tanto negativas como positivas, aunque las primeras son una pequeña minoría. También supuso un leve descenso en el número de ventas.

    Las críticas, en general, alaban el resultado obtenido por esta novela de Allende:

    “Isabel Allende entra a un nuevo territorio de su ficción. El plan infinito tiene más visión y ambición.” -New York Times Book Review

    “ Su nuevo tour de force.” -San Francisco Examiner Chronicle Review

    “Embelesante... Allende ha captado el tono de nuestros turbulentos tiempos con una precisión y agudeza sobrenaturales.” -Miami Herald

    “Isabel Allende traslada el realismo mágico al norte... El estilo de Allende roza el mundo de la magia, coquetea con la fantasía, pero también se mantiene sólidamente real.” -Boston Phoenix.

    Paula, 1994

    Es la conmovedora historia de la lenta pérdida de Paula, la hija de Isabel Allende, víctima de porfiria. Un largo diálogo sin respuesta.

    El 6 de diciembre de 1991, mientras Isabel está presentando El plan infinito en Madrid, Paula es ingresada en el hospital aquejada de porfiria. Aunque la familia ya sabía que Paula tenía esa enfermedad, pues una prima suya enfermó y averiguaron que se trataba de una enfermedad hereditaria que algunos de los miembros de la familia Frías poseían, nunca pensaron que pudiera costarle la vida a la muchacha, que hacía poco tiempo que se había casado con un hombre llamado Ernesto.

    Poco tiempo después Paula cae en coma e Isabel pasa día y noche junto a su cama contándole y escribiendo todo lo que ha pasado en su vida, pues piensa que quizás cuando Paula despierte del coma no se acordará de nada y de esta forma lo podrá aprender: sus antepasados, su infancia, su viajera juventud, íntimos secretos, el golpe del 73, la dictadura, el exilio de su familia, en una palabra: sus vivencias. Isabel empieza así su relato para Paula: “Escucha, Paula, voy a contarte una historia, así cuando te despiertes no te sentirás tan perdida”.

    Isabel decide trasladar a su hija a Estados Unidos, pues piensa que allí podría haber un remedio para curarla. Pero no fue posible. Entonces optó por instalarla en su casa de San Rafael; acudió a la medicina convencional y a la oriental, a chamanes, curanderos, religión, etc., pero pronto se dio cuenta que era imposible hacer algo. Moriría justamente al cabo de un año del inicio de esa pesadilla, el 6 de diciembre de 1992; tenía veintiocho años.

    Hasta el último momento Isabel está convencida de la recuperación de Paula, pero acaba por darse cuenta que la ha de dejar marchar para que descanse en paz. Eso es lo que su hermano Juan, sacerdote, le aconseja. Así que un día, ella y Ernesto se reúnen en torno a la cama de Paula y le dicen que ha de partir, que ellos estarán bien. A partir de entonces, empeora notablemente y al cabo de seis días muere rodeada de su familia, a excepción de su marido que se encontraba de viaje en China por motivos de trabajo.

    Isabel se siente perdida, siente que la muerte de su hija la ha anulado como persona, pues toda madre es incapaz de aceptar que un hijo suyo muera, ya que no es ley de vida. Está asumido por la sociedad que primero han de morir los padres y luego los hijos, si esto se invierte, el sentimiento de desaliento por parte de los padres es mayor que ningún dolor que se pueda llegar a sufrir.

    Isabel Allende escribe esta autobiografía como un método para superar la muerte de su hija, de llorarla y de recordarla. Paula es la recopilación de todas esas historias y vivencias contadas a su primogénita mientras ésta moría lenta e inevitablemente en cama, de las ciento noventa cartas que Isabel mando a su madre a Chile y de las cartas de amor que Paula y Ernesto se escribieron durante su noviazgo.

    Según dice Isabel, con la desaparición de su hija comprende que la muerte es tan sólo un umbral, igual que el nacimiento. Es la transición de un estado a otro.

    Esta obra lleva de las lágrimas a las carcajadas, del terror a la sensualidad y a la sabiduría.

    Tiempo después de su publicación, la BBC realizó una película documental sobre Paula.

    Las críticas a este trabajo han sido benévolas, pues se trata de una obra intimista y enternecedora:

    “Una hechicera de las palabras... Tan sólo una escritora con la destreza y la pasión de Allende podía compartir su tragedia con sus lectores y dejarles satisfechos y agradecidos.” -Publishers Weekly

    “Hechizante... Intachable prosa en la que comparte con nosotros sus más íntimos sentimientos.” -Washington Post Book World

    “La narrativa mágica que nos asombró en la primera novela de Allende, La casa de los espíritus, triunfa aquí también... Vibrantes y extrañas tierras, vidas ricas y grandes personajes.” -Miami Herald

    “Maravillosa... Roba el corazón. Memoria, autobiografía, relato épico, a veces incluso ficción: todo está aquí y es maravilloso.” -Los Angeles Times Book Review

    Afrodita. Cuentos, recetas y otros afrodisíacos, 1997

    Evocando a Afrodita, diosa de la belleza en la Antigua Grecia, la escritora chilena se dispone a guiarnos por los tortuosos caminos de la sensualidad apartando de la senda los tabúes y la vergüenza. Es según la propia autora un ensayo sobre afrodisíacos, sobre la gula y la lujuria, el gusto y el tacto, dos pecados suculentos y dos sentidos que dejan sin sentido. Este libro es una recopilación de recetas, hechas de antemano por la propia madre de Isabel, y también una colección de cuentos en los que se puede observar los efectos provocados por la comida afrodisíaca.

    Debido a la muerte de su hija, Isabel pasó por una profunda crisis, “un túnel negro” como lo llama ella, y debido a esto necesitaba un nuevo género, en este caso el sensual o erótico, para volver a la literatura y devolverle la alegría, la sonrisa y las ganas de vivir.

    Pero este es un libro especial de cocina. Se puede dividir en varias partes: historias en las que se cuentan los efectos de los afrodisíacos en las personas, comentarios de la autora y vivencias mientras recopilaba información, descripción de algunos alimentos y, por último, las recetas.

    Tal y como ella misma dice, los afrodisíacos son más apropiados para gente de su edad, ya madura, que para jóvenes, pues ellos no los necesitan. También observa que es una lástima que no se tome más tiempo y cuidado en la preparación de los alimentos que se van a comer, pues ellos proporcionan las energías para continuar con vida y disfrutar de ella; esto lo proclama al principio del libro: “Me arrepiento de las dietas, de los platos deliciosos rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones de hacer el amor que he dejado por ocuparme de tareas pendientes o por virtud puritana. Paseando por los jardines de la memoria, descubro que mis recuerdos están asociados a los sentidos.”.

    Isabel Allende se convierte en una consejera, incluso en una hechicera, que informa y sugiere remedios infalibles para los males amorosos: conservar el amor verdadero, provocar la lujuria, mantener el ardor y el apetito sexual, prolongar el acto carnal, hacer resurgir el miembro viril, conquistar a la persona deseada, hacer brotar pasiones ocultas, etc. Las recetas tienen nombres tan originales como: “seno de novicia” “sopa de la reconciliación”, “carlota de los amantes”, “ensalada de las odaliscas”, “ciruelas frívolas”, “levantamuertos”, “camarones al azafrán”, “suspiro de alcachofa”, “vida nueva”, “salmón neptuno”, etc.

    Según la opinión de la escritora, los afrodisíacos funcionan pero es mucho mejor el amor, ya que sin él se necesitan estímulos superficiales. Para Isabel “el mejor afrodisíaco que existe es el de una historia contada entre dos sábanas bien planchadas”.

    Algunas críticas a esta obra son:

    “La sobrina de Salvador Allende celebra así su reencuentro con el mundo de los sentidos después del paréntesis, de la catarsis, de Paula, el libro en el que narró la larga agonía y la muerte de su hija.” -El Dominical

    “Última obra de la escritora chilena, un divertimento que mezcla la receta culinaria y la fantasía más picante.” -Qué leer

    “Original y extravagante. Isabel Allende nos continúa asombrando con este libro de cocina.” -San Diego Tribune

    “Allende utiliza una lengua irónica: esa distancia que pone ante el sexo la mirada de la mujer que va entrando en la madurez, mero reflejo de la mirada de los otros, conciencia de la infinitud del propio deseo pero también de la transparencia que va adquiriendo el cuerpo de una, de la pérdida de poder físico, de la urgencia de urdir nuevas estrategias de seducción, o de, Dios no lo quiera, reconducir el deseo hacia su clausura, imposible sin dejar trabados jirones de alegría vital.” -El País.

    Hija de la fortuna, 1999

    Esta novela es ante todo histórica pues da una visión de un hecho real, como fue el descubrimiento de yacimientos de oro en California, lo que desencadenó migraciones masivas, odios, codicia, venganza, etc. Isabel sabe describir perfectamente una familia inglesa en el Chile de hace dos siglos, también recrea con mucho acierto el caos de las nacientes y cambiantes ciudades californianas formadas a partir de la fiebre del oro y de la llegada de gente de todos los rincones del mundo.

    La acción se sitúa a mitad del siglo XIX. La protagonista es Eliza Sommers, una joven abandonada cuando era niña y adoptada por una familia inglesa, formada por una solterona llamada Rose y su rígido hermano Jeremy, en Valparaíso. Se enamora de Joaquín Andieta, un humilde oficinista que trabaja para Jeremy. Pero poco tiempo después, su amante parte hacia San Francisco al enterarse que hay oro, dejándola a ella en su Chile.

    Entonces ella se escapa y parte rumbo a California en la bodega de un barco; es un viaje peligroso, pues ella no sabe moverse en ese mundo feroz y, además, está embarazada. Durante el viaje sufre un aborto que a punto está de costarle la vida pero es salvada por Tao Chi'en, cocinero de la embarcación, que afortunadamente es médico. Cuando llegan a San Francisco, Eliza descubre una libertad que le había sido negada y a la que se aferra con todas sus fuerzas.

    Desde entonces, su vida transcurre entre prostitutas, hombres solitarios, etc., pero siempre con la ayuda de su buen amigo Tao Chi'en. Todo esto la convierte en una mujer fuerte, dejando atrás a la inocente muchachita que salió de Valparaíso.

    Su búsqueda de Joaquín, queda relegada a otro tipo de búsqueda: la de la libertad. Eliza pensaba que su vida dependía de una pareja, un marido que la pudiera hacer feliz, tapando toda la infelicidad y la tristeza que vivió cuando era niña, pero se da cuenta que sólo ella misma puede lograr ser feliz, pues el futuro de una persona está en las propias manos y no en unas ajenas. Con el paso del tiempo, Eliza tiene noticias de Joaquín y es entonces cuando tiene que decidir quién es su auténtico amor: un recuerdo idealizado o una persona real con defectos y virtudes. Es la primera novela en la que no utiliza el realismo mágico, lo que la hace digna de leer pues así se puede observar como Isabel se mueve en un “mundo real”, con hechos reales.

    Un elemento que también utiliza es el amor entre diferentes clases sociales; en su primera obra, La casa de los espíritus, entre Blanca y Pedro y ahora entre Eliza y Joaquín. El amor entre ricos y pobres no está bien visto por las familias de ambos, pero sobre todo por la más adinerada.

    Eliza y Tao Chi'en forman una pareja atípica: un médico chino que viaja a California para poder sobrevivir y una muchacha que va persiguiendo la estela de un amor. Juntos, se ayudarán y conseguirán sus propósitos, aunque no de la manera que esperaban.

    Isabel Allende intenta mostrar el machismo reinante en la sociedad del siglo XIX; incluso se lamenta por la falta de derechos de las mujeres. Pero no lo muestra de una forma dramática, al contrario, va conduciendo a la protagonista, una jovencita inocente e ingenua hacia un camino de despertar y de madurez, pues se da cuenta que ella es suficientemente fuerte e independiente para vivir su vida.

    La autora se recrea en mujeres con temperamento que se crecen ante la adversidad.

    Las críticas son inmejorables:

    “Brillante.” -New York Times Review

    “Una hechicera de las palabras.” -Publishers Weekly

    “De amores contrariados, coincidencias claves, destinos cruzados, identidades cambiadas por la fiebre del oro y del amor.” -El País

    “Una apasionada historia... Su escritura es lírica, mística, escabrosa, divertida.” -Miami Herald

    “Como una lenta y seductora amante, Allende bromea, tienta y excita con hipnotizadoras historias.” -Washington Post

    Retrato en sepia, 2000

    Esta nueva, y por ahora, última novela de Isabel Allende es una historia ambientada en el Chile de la segunda mitad del siglo XIX.

    Cuenta la historia y las vicisitudes de una niña, Aurora del Valle, que vive en uno de los barrios más pobres y marginales de Estados Unidos, el barrio chino de San Francisco, con su familia materna. Pero las abuelas acuerdan que la niña vaya a vivir con la otra parte de la familia, así que Aurora es obligada a vivir con su otra abuela, una mujer millonaria de origen chileno, que proviene de una de las familias más influyentes y poderosas de San Francisco.

    La muchacha no recuerda nada antes de los cinco años de edad, ya que algo turbulento y terrible pasó en su vida y ella bloqueó el recuerdo y todo lo que estuviera relacionado, por lo tanto el resultado fue la pérdida de sus primeros años de vida. Una vez con su abuela, la muchacha es educada como toda señorita decente debería ser; con vistas a convertirse en una señorita educada y refinada y con el único objetivo de poder lograr un buen matrimonio y así tener la vida resuelta. Por este motivo es por el que se trasladan a Chile, ya que así la podrá convertir en una muchacha casadera.

    Pero Aurora se rebela ante este destino ya impuesto por su familia; ella no es una chica convencional, de hecho nunca lo ha sido, ya que nació de un amor tormentoso: su padre biológico renegó de ella sin querer aceptar sus responsabilidades y su madre murió el mismo día en que la dio a luz. Su infancia fue un sin cesar de padres adoptivos y de cambios de vivienda, hechos que la convirtieron en un ser fuerte y seguro de sí mismo.

    Aurora siente un profundo interés por la gente con dificultades, por lo que decide hacerse fotógrafa y así retratar la vida de la gente corriente. La fotografía es para ella una forma de arte, ya que sabe captar en una imagen la esencia de la persona que está al otro lado de la cámara. Quizás le guste tanto grabar imágenes ya que a ella se le ha negado la oportunidad de conocer esos años olvidados; con la fotografía consigue la inmortalidad de las personas o hechos y por tanto no podrán ser olvidadas.

    La muchacha tendrá que encontrar sus orígenes para encontrarse a sí misma, pues está sumergida en un mundo confuso, que sólo se podrá esclarecer con la ayuda de la verdad, y por tanto de su memoria.

    Al igual que en su anterior novela, Hija de la fortuna, la escritora se adentra en el mundo de la novela histórica. Esta vuelta a ese género no demasiado practicado por otros autores, indica que a la chilena le gusta mucho poder moldear una historia a su gusto teniendo como telón de fondo un marco real; esto hace que la historia que explica pueda ser tomada como verdadera y por lo tanto creída. Lo cierto es que también se tiene que adaptar a un contexto histórico, social, económico, moral, etc., por que de lo contrario su historia podría parecer insulsa. Pero eso no es un problema, ya que Isabel se documenta exhaustivamente antes de escribir una novela, y más aún en el caso de que la obra vaya a ser sobre un tiempo ya pasado; además, el hecho de tener que buscar información sobre una época determinada también tiene la ventaja de que los personajes que vivieron esa etapa pueden servirle de modelo y de inspiración para los personajes que yaya a crear. Su descripción de la época es adecuada y exhaustiva, tal parece que en realidad vivió esa época o que en realidad es un hecho verídico todo lo que se cuenta en ella.

    Algunas críticas son:

    “Una celebración de la vida.” -La Vanguardia

    “Un sentido psicofísico del humor y del amor característicos de esta escritora, con alborotos y revoluciones de la bilis.” -San Diego Tribune

    4. EVA LUNA, 1987

    4.1. Referencia Argumental

    Eva Luna nace de la relación que mantienen su madre, Consuelo y su padre, un indio de ojos amarillos. Ambos sirven en la casa del Profesor Jones, un médico que dedica su vida a encontrar una fórmula para mantener en buen estado a los cadáveres. Consuelo y el indio empiezan su relación a causa de una picada de serpiente que sufre él; como medio para curarle, ambos mantienen relaciones sexuales y así el hombre consigue recuperarse. De esta relación nace una niña, a la que su madre pone el nombre de Eva para que tenga ganas de vivir y Luna porque su padre pertenecía a la tribu de los hijos de la luna, aunque la pequeña no conoce a su padre pues él se marcha antes de que ella naciera. Otra empleada de la casa, Elvira, se convierte en su Madrina, quién se encargará de bautizar a la recién nacida. La infancia de Eva transcurre entre antigüedades, olor a naftalina, y mucho trabajo, pues no ayudar se considera como un agravio.

    La vida transcurre para Eva Luna, hasta que llega el momento en que su madre muere al atragantarse con un hueso de pollo. Entonces es la Madrina quién se ocupa de ella, pero el Profesor Jones muere y han de cambiar de hogar, yendo a servir Eva a la casa de una pareja de hermanos. Pero tras una discusión con la señora de la casa decide escapar. Mientras vaga por la ciudad se encuentra con un niño llamado Huberto Naranjo, a quién se ofrece a contarle un cuento; los dos niños se hacen amigos pero Eva quiere ir a ver a su Madrina, quién al encontrarla le pega una paliza y la lleva después a casa de los patrones, dónde la vuelven a apalear.

    La Madrina siempre está atosigando a la patrona sobre el sueldo de Eva, por lo que se cansa y despide a la muchacha. Entonces la vida de la muchacha se convierte en un ir y venir sirviendo en casas, pero ella no es feliz por lo que decide volver a buscar a Huberto Naranjo para vivir con él. El muchacho la instala en la casa de la Señora, una madame. En su casa crece rodeada de riquezas, prostitutas, travestidos y hombres; todos ellos aprenden a quererla tanto por ser una niña, como por su bondad y por saber contar cuentos que saben enternecer hasta al corazón más negro. Aunque pueda parecer extraño la muchacha no se corrompe, sino que todos intentan conservar su pureza. Pero una noche hay una redada y todos salen huyendo, por lo que Eva vuelve a quedarse sola, aunque no por mucho tiempo pues la encuentra Riad Halabí, un buen hombre que se ofrece a cuidar de ella y a protegerla. Ambos marchan a Agua Santa, dónde el hombre tiene una tienda; allí pasará un tiempo hasta que tiene que irse debido a un terrible acontecimiento que tiene lugar entre la mujer y el primo de Riad; pero antes de partir, Eva decide darle su virginidad al hombre que sin pedir nada a cambio la cuidó como si fuera un padre.

    Regresa a la capital y se encuentra con casualidad con Melecio, un homosexual amigo de la Señora, que ahora se llama Mimí y que es famoso debido a la gran expectación que su espectáculo y su figura andrógina han creado. Con él marcha a vivir, y allí se dedica a escribir por la noche y a trabajar de secretaria en una fábrica de uniformes militares por el día.

    A una de las cenas que Mimí celebra cada cierto tiempo, acude un documentalista llamado Rolf Carlé. Pero un día la tranquilidad de Eva se ve alterada por el reencuentro con Huberto Naranjo; ambos se sienten atraídos el uno por el otro y se convierten en amantes, pero el hombre guarda un secreto, ya que es miembro de la resistencia que se oculta en la montaña y que intenta liberar al país de la dictadura militar. Debido a que Eva trabaja en una fábrica de uniformes militares y a que un miembro del ejército se siente atraído por ella, Huberto le pide que le ayude en su misión, la de rescatar a unos compañeros encarcelados en un penal, en la que también participa Rolf Carlé. Eva acepta ayudar a su amante, pero la relación entre ambos da un giro inesperado. Entonces Eva decide escribir todo lo que ha vivido y escribe Bolero, que es convertida en telenovela.

    Eva Luna también es la historia de Rolf Carlé, un muchacho atormentado en la niñez por su padre. Una vez muerto el causante de sus desgracias, se marcha a Latino América dónde vive un tío suyo. Una vez llega allí, se encuentra como si estuviera en casa, pues los inmigrantes del Este de Europa han formado una colonia en las montañas, que parece una extensión de su patria. Allí pasa los años rodeado de atenciones por parte de sus primas, pero debido a que Rolf aspira a algo más decide ir a la capital para poder ser director de documentales. El joven consigue su objetivo y además encontrará el amor en manos de una contadora de cuentos a la que conocerá cuando menos lo esperaba.

    Las críticas son excelentes:

    “Extraordinario... una cascada de cuentos cae tumultuosa ante el lector, cuentos que son vívidos, apasionados y humanos. A medida que la protagonista, Eva Luna, cuenta la historia de su vida, Allende parece extraer personajes y relatos de un pozo sin fondo.” -Washington Post Book World

    “Una confección romántica.” -People

    “Suntuoso, Eva Luna es un relato que abarca cuarenta años, y que lleva al lector de una selva surrealista a una capital cosmopolita y moderna... El lienzo de Allende es amplio, bullicioso, rebosante de emoción y acontecimientos, y rico en detalle.” -Chicago Tribune

    “Una danza exótica que encanta y seduce... Imaginativa, original, persuasiva, directa, y sazonada con buen humor e ingenio.” -San Francisco Chronicle

    4.2. El Personaje De Eva Luna

    Su nombre, es en sí mismo, la esencia de lo que es su persona. Eva significa vida, y eso es lo que a ella le sobra, su mundo interior es tan inmenso, que incluso es capaz de inventar historias para distraer a la gente. Luna, su apellido, se convierte en luna, esa visión nocturna magnífica y sugerente; la luna simboliza la feminidad y el feminismo, y al tener ese apellido dota a la persona de esas cualidades. Al unir nombre y apellido, se forma Eva Luna, una muchacha con un intenso deseo de vida y con un arraigado deseo de luchar por sus derechos de mujer, que no se deja avasallar por nada ni por nadie.

    Desde su infancia Eva está acostumbrada a trabajar, y nadie la trata mejor porque sea una niña, sino todo lo contrario, ya que tiene que demostrar que a pesar de ser sólo una cría sabe trabajar y valerse por sí misma ya que nadie la va a ayudar; la gente bastante tiene ya con sus problemas como para encima ocuparse de una pequeña. Eva se desenvuelve en el mundo desde que nace y a medida que va creciendo se va dando cuenta que la vida es una continua lucha por pequeña o insignificante que parezca.

    Debido a que su madre le cuenta historias sobre su vida mientras es pequeña, Eva crece con un talento especial y una sensibilidad a flor de piel que la hacen capaz de contar historias y cuentos que emocionan hasta a la persona menos alterable. Tiene un aura de bondad y de ternura que todos parecen ver y anhelar.

    Es una narradora de cuentos, una Sherezade latina, lo que le hace ver y vivir la vida con cierta filosofía, luchando contra la represión a su manera. Sus orígenes (un padre de la tribu de los hijos de la luna y una madre criada en la selva por los misioneros) le hacen percibir las cosas de una forma distinta al resto de las personas, ya que ella tiene una gran percepción, que canaliza mediante las historias que cuenta. El hecho de saber contar historias, la vuelve un ser asombroso ante los ojos de los hombres, y a la vez ese asombro se transforma en respeto, ya que sabe hacer algo que sólo se logra con sensibilidad, y los hombres, al carecer de ella, envidian y ensalzan a quién la posee.

    No quiere depender de nadie, por lo que siempre que encuentra a alguien que la ayuda se encuentra en deuda con ella e intenta de la forma que sea darle todo el cariño y el auxilio que le proporciona. Cuando vive con Riad, él la trata tan bien que siente que puede devolverle lo que él le ha dado dándole su virginidad. Se siente en deuda con Mimí cuando marchan a vivir juntas, de modo que Eva se pone a trabajar en una Fábrica, aunque Mimí le dice que se ha de dedicar en exclusividad a escribir, pues está hecha para ello.

    Eva Luna lo que sobretodo tiene son buenos sentimientos hacia todo el mundo, a excepción de aquellos que la tratan mal a ella o a la gente a la que ella quiere. No tiene en cuenta el origen, la condición social, el modo de vida o las preferencias y extravagancias de las personas a las que aprecia, ya que sabe que una persona es mucho más que una fachada, que la verdadera riqueza está en el interior y no en las apariencias.

    Eva Luna es un personaje lleno de carisma y de simbolismo. Representa a un tipo de mujer nada común en la sociedad hispanoamericana, ya que no tiene ninguna semejanza con la típica mujer hispana sumisa, sin voluntad y sin independencia. No cumple el rol de mujer latina, incluso lo invierte: es fruto de un amor pecaminoso, por lo tanto es hija ilegítima; crece sirviendo a los demás pero se subleva por los malos tratos que recibe; se escapa de casa y se hace amiga de un sujeto marginal; la despiden de su trabajo; vive rodeada de un ambiente prohibido, envuelta de prostitutas y gente poco recomendable; pierde la virginidad sin estar casada, con un hombre que la ha cuidado como si fuera su hija, por lo que podría ser considerado como incesto; vive con un homosexual, al que quiere y apoya; se convierte en la amante de un revolucionario; ayuda a la resistencia; y finalmente se convierte en amante de un documentalista. Todos estos actos son contrarios a lo que la sociedad hispanoamericana, tradicionalmente machista y puritana, cree como valores, sobre todo el de llegar virgen al matrimonio y el de no mezclarse con gente poco recomendable.

    Eva es ante todo, una mujer que se hace a sí misma, que lucha por sus ideales, que lucha a muerte por la gente a la que quiere, que no se resigna ante los hechos, que busca un alma gemela, a la que finalmente encuentra. Sería muy fácil para ella quejarse de todo lo que le ha pasado en la vida, pero no, ella lo asume y sabe que todas sus vivencias le han servido para madurar como persona y para saber reaccionar ante otras situaciones ya que tan sólo de los errores se aprende. Es una luchadora nata y lo demuestra con su actitud y sus actos.

    Tanto ella como Rolf, se sienten atraídos por el arte, uno de las imágenes y otra por las historias. Son dos personajes que han sufrido mucho y que ven en sus aficiones la forma de poder mejorar el mundo que les rodea.

    Como buen prototipo de mujer que se crece ante las dificultades, destacan las actitudes que emprende frente a la vida cuando ésta le da un revés, ya que va no se da por vencida, sino que piensa que tiempos mejores vendrán y lucha por que así sea.

    Es una mujer que se entrega a los demás en cuerpo y alma, tanto que incluso a veces sale dañada por querer ayudar. Pero no le importa, pues sabe que un ser querido es el más preciado de los tesoros, ya que aunque alguna gente piensa que el dinero es lo más importante, Eva presiente que de nada sirve ser rico y no tener a nadie con quién compartir esa felicidad.

    4.3. Otros Personajes

    El otro personaje principal de la obra es el ruso Rolf Carlé. La vida de Eva Luna y de él son contadas paralelamente en capítulos alternados. Las tortura y los malos tratos que vivió en su infancia marcaron el carácter de Rolf, y le hacen interesarse por las situaciones conflictivas y por las injusticias; esto le lleva a hacerse documentalista y así puede mostrar al mundo lo que sucede, sin ocultar la verdad, hecho que le supone algún que otro altercado con la justicia. Mientras vive con su tío, es feliz con el cariño que recibe de parte de sus dos primas; es entonces cuando vive una época de total libertinaje y diversión pues sólo tiene ojos para ellas; después se le despierta su instinto luchador, dormido des de que salió de Rusia, y trabaja como documentalista. Pero también, a pesar de ser un luchador y un hombre fuerte, está necesitado de amor, ese cariño que se da sin esperar nada a cambio; al ser ya un hombre adulto, necesita encontrar una cierta estabilidad en su vida y la encuentra en manos de una soñadora como él.

    Huberto Naranjo es un revolucionario miembro de la resistencia que intenta vencer el régimen dictatorial establecido en su país. Es un hombre duro y con un interior tortuoso, quizás por haber crecido sin alguien que le cuidara, ya que des de pequeño está acostumbrado a valerse por sí mismo, lo que le hace tener mucha experiencia a la hora de conseguir lo que quiere. También es un personaje en el que se puede confiar, ya que desprende una seguridad en sí mismo que consigue contagiar a los demás cuando los planes penden de un hilo; sus hombres confían en él plenamente y él les hace saber el respeto que les tiene por luchar por un bien común. La relación con Eva es una larga historia de encuentros y despedidas, demasiadas veces para que la relación entre ambos pueda llegar a buen puerto. Se enfada cuando se entera de que Eva no es virgen, habiendo una pelea entre los dos, pero Eva le recrimina que ya que si él no puede ofrecerle su virginidad tampoco tiene ningún derecho a exigírsela a ella; finalmente para calmarlo, le ha de mentir diciéndole que la violaron por lo que Huberto jura vengar su honor mancillado. Demuestra ser el típico latino machista.

    Consuelo, la madre de Eva, es una mujer que en su interior guarda toda la sabiduría latente en aquellas personas que se diferencian del resto; es una mujer singular ya que hasta el color pelirrojo de su cabello la hace resaltar entre los demás. Su vida ha sido diferente de la de los demás: desde su nacimiento, en la selva, hasta la educación recibida por parte de los misioneros. No quiere ser una persona desarraigada, por lo que ya que nadie le puede contar su origen, ella lo inventa, llegando así a crear un pasado a la carta; esto demuestra la gran imaginación que guarda en su interior, imaginación que logra traspasar a su hija como si se tratase de una herencia genética. Se preocupa por la gente que la rodea, tanto que ofrece su cuerpo a un enfermo para curarle; pero a cambio ella obtiene el regalo de la maternidad. Es una mujer silenciosa, tranquila, que se marcha como vino: sin hacer ruido.

    Riad Halabí es un inmigrante libanés que vive en Agua Santa, dónde tiene un negocio. Es un buen hombre, hecho que conocen tanto sus vecinos como Eva cuando la recoge de la calle. Debido a una malformación en el labio, se siente inferior a los demás ya que todos le tratan con compasión, lo que le provoca una baja autoestima, hecho que le hace especialmente sensible; pero esto también le ayuda a comprender a otras personas que también pasan por malas situaciones. Se casa por convenieniencia con Zulema, relación en la que él pone todo su amor, aunque no es apreciado por la mujer, quién le acaba siendo infiel con su primo; esta infidelidad, que se veía venir, remarca la bondad existente en Riad, quién lo único que quiere es tener la felicidad que hasta ese momento la vida le ha negado. Pero la infidelidad es un crimen grave, por lo que los amantes tendrán un trágico final. Riad se siente dichoso cuando Eva le regala el don más preciado que tiene una mujer, su virginidad, por lo que la trata con todo el amor que antes no se le había permitido dar.

    Elvira o la Madrina es la típica mujer con sangre caliente, a quién le gusta mucho más una copa de ron que cualquier otra cosa. No hay tabúes para ella, ya que practica el sexo con quién le apetece y no por ello piensa que esté mal. Pero hay en ella un una dualidad: se ofrece a pagarle el bautizo a Eva para que si muere no vaya a parar al infierno; a pesar de ser una mujer vividora y liberada, sigue teniendo ciertos valores morales que la persiguen. Elvira está traumatizada por no haber podido cumplir con el papel de madre, ya que da a luz a un ser bicéfalo y, horrorizada lo tira; la gente siempre le recrimina este acto, aunque se demuestra que el niño ya había nacido muerto; tiene un sentimiento de culpabilidad ya que se supone que el papel de la mujer es traer al mundo niños sanos, pero ella no puede cumplir este acto, por lo que decide hacerse coser la vagina ante el tenor de volver a pasar por una experiencia semejante; acaba por pensar que la culpa de toda su desgracia la tiene su pasado turbulento. Se obsesiona con la muerte, por lo que acaba durmiendo en un ataúd, quizás porque le atormentan todos los excesos que ha vivido. Al final de su vida es tan sólo un triste reflejo de lo que en una época fue, ya que pasa de ser una mujer deseada por todos y con una alta autoestima a ser un despojo de la sociedad, un ser enloquecido por su propio pasado turbulento.

    Mimí es una mujer encerrada en un cuerpo de hombre. Proveniente de una familia típicamente italiana, es desde pequeño atormentado por su padre para que se comporte como un hombre. Al crecer descubre un nuevo mundo, el del cabaret, en el que se siente a gusto ya que se puede dedicar al espectáculo y a la vez ser tratado como una mujer. Pero es un personaje con dos vidas: de día es Melecio, el tímido profesor que da clases, y de noche se convierte en Mimí, la reina del espectáculo. Su homosexualidad le convierte en una persona hipersensible, aunque siempre mantiene relaciones que sabe que no tienen futuro. Es el ser más complejo de la novela, ya que tiene que luchar contra sí mismo y también contra la sociedad, la opinión pública y los comentarios, que le suelen herir, aunque con el tiempo aprende a no escucharlos. Finalmente encuentra el amor en el señor Aravena, un importante hombre de negocios del mundo informativo; él le sabe dar el amor que hasta entonces le ha sido dado en pequeñas dosis, casi por compasión; con él descubre lo que es la unión en todos los sentidos con otra persona. El señor Aravena la ama sin tener en cuenta que no es totalmente una mujer físicamente, pero que sí lo es en esencia.

    La Señora es una madame. Es una luchadora que ha tenido que demostrar mucha paciencia y arrojo para que su negocio funcionara. Es querida por todos y bonachona con la gente a la que quiere, especialmente con Melecio y con Eva; los tres forman una atípica familia, pero muy unida. Se preocupa por la gente especialmente desfavorecida y con problemas: Melecio, un homosexual, y Eva, una pequeña sin familia. Su buen corazón contrasta con el negocio que dirige, ya que se supone que la prostitución es un mundo perverso y oscuro, rodeado de gente malvada; pero en le regla siempre hay alguna excepción, y ésta es la Señora.

    4.4. Temas Y Estilo

    Muchos son los temas implícitos en esta novela. El principal y aunque no explícito es el feminismo; ninguna de las mujeres, a excepción de Zulema, necesita a un hombre para salir adelante, ya que ellas mismas se las arreglan para mantenerse. Esto indica que son autosuficientes, por lo que los hombres ya no ocupan el papel de macho dominante y la mujer el de hembra dominada. Zulema, la única mujer que depende de un hombre, tiene un mal final al morir por culpa de un amor imposible, hecho que también advierte que el amor, según de la forma en la que se encauce, puede ser peligroso, e incluso puede llegar a costar la vida.

    Pero también el machismo está presente en esta obra, como muestra de la actitud que toma la sociedad hispanoamericana. Un fragmento muy significativo de la obra, y que sintetiza muy bien la arraigada idea de machismo, incluso presente en las mujeres, es cuando al morir Consuelo, Elvira le dice a Eva que si fuera un hombre, estudiaría y podría labrarse un futuro digno; suspendida en el aire está la frase que relata lo que le espera: al ser una mujer ha de trabajar y luchar para poder sobrevivir, y si tiene suerte podrá casarse con un hombre que ayude a ganar otro sueldo. A pesar de las continuas reivindicaciones de independencia femenina que hace la novela, se puede apreciar la mentalidad reinante en la sociedad de América Latina, ya que el hombre, muy a pesar de las mujeres, es quién continúa teniendo todos los derechos; la mujer poco a poco los va consiguiendo, aunque también ha de cargar con los deberes.

    El amor, a pesar de ser peligroso, también proporciona alegrías, ya que nunca nadie es tan feliz como cuando está enamorado. Los enamorados están envueltos en un manto de irrealidad y fantasía, lo que les hace inmunes a la realidad, pero no al dolor. Pero hay varias clases de amor: desprendido, ya que Consuelo le ofrece su cuerpo a un hombre para poder curarlo; carnal, el que comparten Rolf y sus primas; idealizado, el que siente en su juventud Eva por Huberto; maternal, el que une a Consuelo y a Eva a pesar de la muerte de la primera; compasivo, el que Mimí y Eva comparten por Elvira al llevársela a vivir con ellas; filial, el que une a Eva y a Mimí; el anhelado, el que Mimí siente por el señor Aravena, al que ha esperado durante toda su vida; pasional, el que sienten Huberto y Eva; anhelante, el sentido por Riad hacia su mujer, a pesar de que ella no le corresponde; prohibido, el de Zulema y Kamal, ya que cometen adulterio; verdadero, que une las vidas de Rolf y Eva; de conveniencia, el que sienten las primas de Rolf por sus maridos; y habría muchos más, tantos como personas en el mundo y situaciones puedan vivir.

    La dictadura está presente como tema de fondo, ya que todos luchan para derrotarla. Piensan que con la democracia todo será mejor, ya que el régimen está ahogando al país y a sus ciudadanos. Hay guerrillas en las montañas que intenta sabotear a los militares, y poco a poco lo van consiguiendo. Eva lucha por ella, ya que piensa que si se liberan de ella, la igualdad entre hombres y mujeres se llevará a cabo, pero acaba por darse cuenta de que incluso con la democracia, la sociedad siempre hará distinciones entre ambos sexos.

    Se mencionan las tribus nativas americanas, y si bien tan sólo se hacen breves alusiones, es un tema a destacar pues también es un sector, al igual que las mujeres, discriminado por la misma sociedad. No aceptan que antes de que los colonos llegaran, los indios nativos hacía siglos que habitaban esas tierras, y que por lo tanto, tienen más derechos que los recién llegados. Pero, lamentablemente, han sido exterminados y arrinconados hasta la saciedad, por lo que ahora son una pequeña minoría entre una mayoría que no los considera como a iguales.

    El mundo oscuro, es decir, la prostitución y la homosexualidad, tienen un importante papel en esta obra. Al contrario que en muchas otras novelas, Isabel Allende no los plantea como algo vergonzoso o que haya de permanecer oculto. Las prostitutas son muchachas como otras cualquiera, lo único que las diferencia es su manera de ganarse la vida; tienen un sentido de la ternura muy desarrollado, y lo demuestran al querer ocultar a Eva su trabajo, hecho que las honra; esto quizás sea debido a que quieren que Eva siga intacta en su inocencia, ya que ellas no lo han podido lograr; lo que hacen es transferirle a la pequeña sus cualidades e intentar potenciar las que posee ella. La homosexualidad se ve desde un punto de vista íntimo, ya que leyendo lo que sufre Melecio, uno puede imaginar de lo que debe sufrir un homosexual; plantea también el enamoramiento de un hombre por Mimí, a pesar de que sabe que no es una mujer completa, pero no le importa, porque él se ha enamorado de la persona, no del físico. A pesar de todo, estos dos temas aún son un tabú en la sociedad actual, y es que aunque los años pasan, los perjuicios no. Se debería tener más en cuenta que ni los homosexuales ni las prostitutas eligen ser así, sino que se ven obligados por las circunstancias, ya que a veces no se puede elegir lo que es uno sino que simplemente se tiene que aceptar. Además, todo el mundo tendría que poder hacer lo que quisiera sin tener que dar cuentas a nadie, siempre y cuando no hiriera a otras personas.

    La maternidad también es un tema influyente. El hecho de dar a luz a un bebé puede trastocar a las mujeres, tanto bien como para mal. Elvira enloquece cuando pare a un ser bicéfalo, a quién cree un castigo de Dios por la vida que ha llevado. Por el contrario, cuando Consuelo da a luz a Eva, es el momento más feliz de su vida; Consuelo es feliz con la llegada de su hija, a la que enseña a contar historias; ésa es la mejor herencia que su madre de podía legar, ya que le ha regalado el don de la invención, lo que le da el poder para crear lo que quiera. Eva se convierte en creadora de historias. A pesar de que Consuelo muere siendo su hija pequeña, la relación que han construido se mantendrá viva gracias al amor que la cuentista siente por su madre.

    La presencia de la muerte se encuentra a lo largo de la novela. Primero cuando Consuelo vive en la selva y ayuda al portugués a sacar oro de las tripas de las gallinas, pero como consecuencia, las han de rajar y algunas mueren. Más tarde, en la casa del Profesor Jones, ya que él trabaja para encontrar un remedio que conserve a los cadáveres en buen estado. Después, el padre de Eva está a punto de morir a causa de una mordedura de serpiente, pero Consuelo le salva, aunque años después es ella quién muera al atragantarse con un hueso de pollo. La muerte también aparece en el parto de Elvira, ya que la criatura está muerta antes de nacer. La muerte siempre está presente, pero eso hace resaltar las ganas de vivir que demuestra tener Eva, ya que si no hay oscuridad, ¿cómo sabremos lo que es la luz?

    El estilo de la obra es directo y muy llano, sin grandilocuencias ni un vocabulario demasiado refinado. Es fácil y entretenida de leer lo que la convierte en la adecuada para todo tipo de público.

    Eva Luna está contada en primera persona, des del punto de vista de la protagonista, del mismo nombre que el libro. A la vez, Eva se convierte en narradora omnisciente selectiva, ya que cuenta también las vidas de los otros personajes con muchos detalles, sobretodo la de Rolf. Este libro cuenta todo lo que le sucede durante su vida, des de su infancia siendo una sirvienta, hasta que es amante de un revolucionario, pasando por su amistad con prostitutas y con homosexuales, su convivencia con un inmigrante asiático, etc. También cuenta la vida de Rolf Carlé, desde que nace hasta que ambos se unen como pareja. Es una visión por las diferentes escalas sociales, desde las más bajas a las más poderosas. Se observa la abundancia de la doble moral, sobretodo en las clases altas, que siempre son las que más tienen que ocultar.

    5. CUENTOS DE EVA LUNA, 1989

    5.1. Contrastes Temáticos

    Los contrastes entre los temas que se tratan en Cuentos de Eva Luna son muy extremos, aunque de fondo siempre está la temática del amor, aunque el amor que se cuenta aquí es esa clase de sentimiento que no puede ser bueno, que es rechazado por la sociedad, bien por ser imposible de llevar a cabo o bien por ser imposible realizar a causa de la sociedad; son amores que trastocan la voluntad de las personas que los poseen, que pueden llevar tanto a la locura como al asesinato. En “Si me tocaras el corazón” se trata de un amor posesivo, que por ser así destruye la vida de una joven; en “Dos palabras”, se trata del amor anhelado e inquietante, que sólo se verá apaciguado por la obtención del objeto de deseo; “Tosca”, trata sobre el amor infiel, por el cual deja a su familia; “Niña perversa” relata el amor obsesivo que siente una muchacha por el amante de su madre; en “El huésped de la Maestra”, es el amor que una mujer siente por su hijo muerto el que le lleva a matar al asesino de éste. “María la Boba”, es una prostituta que ofrece su cuerpo porque cree encontrar en sus clientes al hombre del que está enamorada; “Cartas de amor traicionado”, cuenta la historia de una mujer que se casa enamorado de la persona equivocada; “El oro de Tomás Vargas” relata la historia de un hombre que a causa de haber dejado en cinta a una mujer, y luego ir ésta a la casa que comparte con su mujer, tendrá un final que nadie espera; “La mujer del juez” es el relato de la muerte de un hombre por culpa de una mujer. Todas las historias se pueden clasificar en amores imposibles, ya que incluso aunque se consigan tener, el final de las personas no será feliz.

    Lo que sí cabe destacar es el modo en que los personajes se toman el amor, habiendo grandes contrastes entre las historias; tomando como referencia dos casos muy claros: “Ester Lucero” y “Si me tocaras el corazón”. Ambos cuentos explican la historia de dos hombres que se sienten atraídos por jovencitas de apenas quince años, pero los dos sujetos no podían ser más diferentes: mientras Amadeo Peralta es un hombre orgulloso y habituado a hacer su voluntad, Ángel Sánchez es un médico noble y tímido. Amadeo ve a través de una ventana a Hortensia y a los pocos minutos ambos se encuentran haciendo el amor; por el contrario, Ángel conoce a Ester y la trata con gran afecto y cuidado, incluso le salva la vida; pasados unos días Hortensia busca a Amadeo y él decide esconderla en un sótano, en el que la mujer permanecerá toda su vida; Ángel se conforma con observar a Ester mientras crece y luego saber que está bien, aunque nunca le llega a decir ni tan sólo una palabra de sus sentimientos. Ambas historias, aún con el amor en común, el tratamiento que hacen de él los personajes no podría ser más diferente: un amor es puro, honesto y oculto, en cambio el otro es apasionado, demoledor y nocivo. Cada personaje parece tener vida propia y tomar sus decisiones según el carácter que posea.

    La infidelidad también está presente en los cuentos: en “Clarisa”, “El oro de Tomás Vargas”, “Si me tocaras el corazón”, “Regalo para una novia”, “Tosca”, “La mujer del juez” y “El palacio imaginado”. Pero la actitud de los personajes difiere mucho unos de otros: des del desconocimiento, la bigamia, el secuestro, la felicidad, el abandono o la aceptación.

    En “Vida interminable”, destaca el tema de la eutanasia. Un médico, plenamente convencido de la conveniencia de la liberación del dolor, se ve obligado a darle una dulce muerte a su mujer debido a la larga agonía a la que ella se ve sometida. Pero una vez él ha de hacer lo mismo con su persona, no es capaz y pide ayuda a Eva.

    La violación se trata en “Una venganza”. La mujer mancillada espera toda su vida para poder resarcirse de la humillación a la que fue sometida, ya que la venganza es un plato que es mejor tomar frío.

    “De barro estamos hechos”, relata un hecho real. Una niña quedó atrapada en el barro y allí muere sin que nadie sea capaz de hacer algo por evitarlo. Pero es una paradoja, ya que mientras las televisiones son capaces de enviar toda clase de aparataos para retransmitir la lenta muerte, nadie puede llevar una grúa para levantar el débil cuerpo de la pequeña. La niña murió por dos motivos: debido al deslizamiento de barro y a la pasividad de la gente.

    En “Un camino hacia el norte”, está implícito el problema del tráfico de órganos; lo que en un principio era tan sólo una agencia de adopción se convierte en una red de tráfico de órganos; este tema también está presente en la actualidad, ya que tal y como cuenta Eva Luna, los países desarrollados se nutren de los habitantes de los países del Tercer Mundo para robarles sus órganos y así poder salvar vidas de habitantes ricos. Esto vuelve a demostrar y a subrayar, el maltrato al que los países subdesarrollados son sometidos por los países poderosos. Pero además se trata a la gente pobre, no como a personas, sino como a mercancía, con la que se puede comerciar.

    “Lo más olvidado del olvido”, recrea los sentimientos de las personas que fueron torturadas por Pinochet y sus secuaces y que siguen con vida, por lo que reviven una y otra vez lo que desearía olvidar para siempre. Tanto es el miedo que guardan en su interior, que ni siquiera son capaces de hablar del tema, por lo que ese tormento no para de rondarles por la mente. El recuerdo de la tortura les hace imposible mantener una relación amorosa, ya que se ven continuamente atormentados por sus recuerdos: las vejaciones que padecieron, los gritos de sus compañeros, las cicatrices permanentes en sus cuerpos, la vista de la tortura.

    “Regalo para una novia” muestra el empeño de un hombre en alcanzar su meta: el amor de una mujer. Horacio es perseverante, por lo que finalmente consigue su objetivo. Esto demuestra que si una persona no se da por vencida, no cejando en su constancia, finalmente es recompensada con el objeto de su interés.

    “Con todo el respeto debido” narra la ascensión al poder de una pareja de engatusadores que logran el respeto gracias al engaño al que someten a toda la población. La mentira es el tema secundario, gracias a ella se consigue todo lo que uno se propone, incluso el respeto.

    La desaparición de los nativos indígenas es el tema de “Walimai”, en el que se narra como el pueblo indio ha sido, lenta pero inexorablemente, llevado a la desaparición. Los hombres son tratados como esclavos y las mujeres como prostitutas. Se remarca el sentimiento de superioridad que tiene el hombre blanco respecto a los nativos, a quienes tratan como animales. No comprenden que antes de que llegaran ellos, los americanos vivían allí desde hacía siglos.

    “El pequeño Heidelberg” guarda como tema de fondo la gran migración que ha venido sufriendo América. Tanto es así, que incluso dentro de países, se forman pequeños núcleos en los que se reúnen los inmigrantes de cada país, habiendo pueblos que son exactamente iguales a otros situados al otro lado del mundo.

    Las críticas son muy positivas:

    “Allende emplea las técnicas del realismo mágico latinoamericano para crear un mundo vivaz, lleno de humor, pasión, tragedia y color.” -Library Journal

    “”Emocionante... Fascinante... Profundamente político... Un muestrario de ambientes latinoamericanos que abarca el húmedo Caribe y la punta más austral de la Argentina. Los temas llenan un territorio aún más extenso, desde la desaparición de las tribus amazónicas hasta la teoría contemporánea de que el amor puede triunfar sobre el cáncer... Allende encuadra estoas improbables, pero posibles escenarios, con imágenes mágicamente reales.” -New York Times Book Review

    “Potente e inquietante... Cuentos para leer en voz alta, aprender de memoria, y repetir por generaciones... Si la vida de Allende, al igual que Sherezade, de veras dependiera de sus habilidades, no sólo sobreviviría, triunfaría.” -Los Angeles Times

    “Seductor, ricamente sensual, y descaradamente romántico... sazonado con un lenguaje elegante y un magnetismo de cuentista nata.” -Chicago Sun Times

    5.2. Eva Luna Y Otros Personajes

    Algunos personajes de Eva Luna se ven situados en los cuentos. Es el caso de la maestra Inés y de Riad Halabí, que aquí se convierten en protagonistas de “El huésped de la maestra”; o el del Benefactor en “El palacio imaginado”, que es una clara alusión a la figura de Augusto Pinochet; Eva, incluso, a la vez que narra los cuentos, también se ve introducida en ellos: “Clarisa”, “Vida interminable”y en “De barro estamos hechos”, dónde también incluye a Rolf Carlé. La familia de Rolf es mencionada en “El pequeño Heidelberg” y Elvira en “Vida interminable”. Cabe destacar “Walimai”, ya que está contado des de la perspectiva del padre de Eva, quién se lo está contando a ella.

    Los personajes de las historias son de lo más variado: circenses, estafadores, médicos, niñas, prostitutas, trabajadores, indios, bandidos, curas, santas, torturados, jueces, muchachas ultrajadas, inmigrantes, profesores, impostores, músicos, esclavas, esposas traicionadas, amantes, etc. Todos estos personajes pueden ser tomados como reales y sus historias también, pues narran hechos que aunque extraños pueden ser ciertos.

    5.3. Relaciones Entre Los Diferentes Cuentos

    La relación más evidente es que las narraciones son contadas por boca de Eva Luna, a excepción de “Walimai”, pero tampoco ésta va tan errada pues la cuenta el padre de la muchacha. Eva cuenta los relatos de una manera muy pulcra: describiendo los detalles que tienen una gran importancia, ya que a veces los cuentos insinúan, y es gracias a los pormenores por lo que se entiende una historia.

    El realismo mágico está presente en este libro, por eso no es de extrañar que todo pueda suceder, sin que pueda parecer raro. Des de la aceptación y el pacto de silencio de un asesinato por un pueblo, hasta el olvido de algunos acontecimientos de la infancia, pasando por una teatral y circense demostración de amor y la recuperación de la vista por un milagro.

    Otro elemento repetido en algunas historias es el pueblo de Agua Santa, dónde viven Riad Halabí y la señorita Inés y también migran Tosca y Mario, quienes ocultan su condición de amantes.

    La colonia se mienta en dos historias: en “El pequeño Heidelberg” y en “Vida interminable”. En la pequeña como lugar de diversión y de reunión y en la segunda como sitio de descanso y de paz.

    6. EL PODER DE LA PALABRA

    6.1. La Tradición Oral

    Las tradiciones orales son todos aquellos testimonios narrados de viva voz, referentes al pasado. Las fuentes orales provienen de la tradición porque son transmitidas de boca en boca por medio del lenguaje. El receptor no suele preguntarse si lo que le cuentan es cierto o no, si en realidad ha sucedido o si tan sólo es una fantasía, simplemente lo acepta sin darle mayor importancia.

    La difusión de las tradiciones es un acto de colectividad pues se necesita a un grupo de personas, que son las encargadas de que la tradición siga viva y de que no se olvide o se borre con el paso del tiempo. Para la gran mayoría de las comunidades, la tradición es una forma de reafirmación de la propia cultura y costumbres, un método para enorgullecerse de un pasado, que aunque ya vivido, se continúa recordando y reviviendo gracias a la difusión oral.

    Las principales características de la tradición oral son, tal y como indica su nombre, que es contada de viva voz y por lo tanto no-escrita, aunque en la actualidad se recoja en libros gracias a la escritura, lo que permite que algunas tradiciones que podrían haber sido olvidadas puedan seguir vigentes hoy en día; la segunda característica, que está directamente relacionada con la primera, es que para transmitir oralmente y que esto sea una fuente de información se ha de comunicar de generación en generación, de padres a hijos. Por este motivo la tradición oral es también tradicional y una fuente histórica, ya que salva del olvido a aquellos acontecimientos y recuerdos que al no haber sido difundidos oralmente se borrarían de la memoria colectiva. Un requisito indispensable para considerar una tradición oral como verdadera es que varias versiones independientes referentes a un mismo hecho concuerden entre sí, de esta forma se tiene la absoluta certeza sobre su veracidad.

    El mayor enemigo de la transmisión oral es la omisión, la invención o la confusión de los sucesos, ya que las personas tienden a inventar un hecho parcialmente olvidado o a dar varias versiones, a veces totalmente distintas entre sí, de un solo acontecimiento; estos tres elementos juntos, pueden provocar la mutilación, la dualidad o simplemente la falsificación de la tradición.

    La libertad a la hora de transmitir da lugar a la invención; en cambio si la versión dada es exactamente la que le ha sido transmitida, la tradición es exacta y por tanto no inventada. El fenómeno “de boca en boca” es un ejemplo de la transformación que puede sufrir una noticia, ya que si se ha empezado contando, por ejemplo un accidente sin importancia, al cabo del tiempo y a causa de la gente que habrá ido modificando el contenido, el pequeño percance se convertirá en una auténtica catástrofe.

    La tradición oral se inicia partiendo de un testimonio, que es una persona o un conjunto de personas que dan cuenta de una referencia determinada. El testimonio verbal es el conjunto de declaraciones hechas por un testigo concernientes a una misma serie de acontecimientos, en la medida que tenga una misma referencia, que es aquello sobre lo que dan cuenta.

    La tradición oral se puede transmitir mediante dos formas confrontadas. La primera forma es transmitirlas según unas reglas determinadas, reglas que se pueden establecer si existe un modo o unas técnicas; su objetivo principal es conservar el testimonio tan fielmente como sea posible y transmitirlo de generación en generación. La segunda forma, que se basa en una completa libertad, es dejar al azar la transmisión de la tradición oral, por lo cual no se puede controlar cual será su evolución.

    La relación de la tradición oral con los objetos es muy antigua, pues desde hace siglos se vienen utilizando vasijas o armas para relatar historias, ya que gracias a los grabados que se encuentran en tales instrumentos es más sencillo recordar los acontecimientos que una vez tuvieron lugar. Por ejemplo, las pirámides narran fabulosas historias y incidencias que ocurrieron hace más de dos mil años y que forman parte del patrimonio y de la cultura egipcia; los grabados presentes en muchas culturas explican los hechos cotidianos de una época determinada. Estos objetos pasan de generación en generación y tienen un gran valor personal para las personas que los poseen, pues a través de ellos son capaces de conocer su pasado y de tenerlo presente. Hay un proverbio que podría definir muy bien el sentimiento que las personas tienen por estos antiguos enseres “Quién olvida su pasado está condenado a repetirlo”.

    6.2. Tradición Y Cultura

    Cada tradición nace y se propaga en el seno de una cultura. Cada cultura esculpe sus propias tradiciones. La tradición forma parte de la cultura y es mutilada si se la arranca de su medio, por lo tanto para comprender una tradición hace falta conocer la cultura que la sostiene.

    Los datos recogidos de una cultura en particular se tienen que redactar en la lengua correspondiente, pues es a la gente que forma parte de esa comunidad a quién más interesará e influirá los posibles descubrimientos de su historia pasada; además algunas palabras o expresiones pueden no ser adaptables a otro idioma y si se tradujeran, podrían perder todo el significado que las envuelve. También es cierto que aunque se trate de una misma lengua, el vocabulario o las locuciones no tienen por qué ser comprensibles, pues aunque tanto Hispanoamérica como en España se habla, mayormente, el español, éste ha derivado en dialectos y por lo tanto en diferentes formas de hablar; prueba de ello son palabras y expresiones como chance7, bichofear8, estar como un barrilete9, latir10, opado11, refalarse12, vichar13, hacer la yuta14 o zafacoca15.

    Todo lo dicho anteriormente, prueba que tradición y cultura están ligadas, e incluso se podría afirmar que son una, pues están relacionadas y el límite, dónde acaba una y empieza la otra, no está bien definido.

    La mejor fuente para averiguar el pasado de una cultura es recurrir al especialista de la tradición de la que se quiere tener noticias. Los especialistas son aquellas personas que saben todo lo referente a una cultura y por lo tanto a su tradición. Debido a todo esto, son las fuentes más fiables para contar el pasado de su comunidad.

    6.3. El Cuento

    Es una narración corta de argumento ficticio y altamente significativo con fines morales y recreativos. Se caracteriza por tener una trama sencilla, pocos personajes y detalles, una acción reducida a un episodio y con un final a menudo sorprendente.

    El título del cuento puede tener una significación literal, simbólica o mixta. En principio cada cuento es autónomo y puede ser leído independientemente de otros escritos por el mismo autor, en el mismo o en diferentes libros. No obstante, también puede haber una relación más o menos estrecha entre ellos. Es normal que en un libro de cuentos haya un hilo conductor que los una sutilmente, pero también hay libros en que los cuentos son totalmente independientes unos de otros.

    El motivo de un cuento es el impulso que empuja al personaje a realizar una determinada acción. El argumento se puede definir como el resumen de una historia. El tema es la idea central que está latente; no es explícito ya que es la idea principal que el autor quiere sugerir y transmitir.

    Los personajes de un cuento acostumbran a ser limitados, tanto por el número como por la caracterización. El narrador de un cuento puede ser el autor de la obra o en cambio éste puede dejar el papel de narrador a un personaje de la historia. Esto influirá en su conocimiento del cuento que puede ser total o parcial, ya que puede ser un narrador omnisciente o no. Los personajes se diferencian unos de otros por su importancia en el desarrollo de la narración, por su intervención, por su profundidad, por sus ideales y por su carácter. Por tanto, se puede hacer una división entre personajes planos y redondos.

    Los personajes planos representan una caracterización plena, ya acabada o bien una caracterización estática en la que ninguno de los rasgos que los caracterizan cambia desde el principio hasta el final de la narración. En cambio los personajes redondos son los que contienen una caracterización en relieve, es decir, que presentan múltiples rasgos y muy a menudo sorprenden con actitudes inesperadas; también pueden tener una caracterización dinámica, cuando sus rasgos son muchos pero van siendo mostrados en cada acción que emprenden o reto que afrontan. Tanto unos como otros pueden ser presentados: en bloque, o de una sola vez, en general justo al empezar la narración; o bien de una manera evolutiva, de forma que el lector los vaya conociendo poco a poco, a medida que suceden las acciones.

    Teniendo en cuenta las funciones que realizan en la narración se pueden clasificar en: personajes nucleares, es el caso del protagonista y del antagonista; personajes adjuntos o secundarios, son los que colaboran en las acciones de los nucleares de forma constante; personajes fugaces, aquellos que aparecen en un determinado momento, hacen un papel episódico y muy secundario, y desaparecen definitivamente de la narración.

    El retrato de los personajes puede ser físico, psicológico, moral, sociológico o cultural.

    El tiempo, es decir la época y la duración de los hechos narrados, es variable. La atmósfera es la sensación o el estado emocional que predomina en el cuento; puede ser de misterio, de miedo, de violencia, de paz, etc. El escenario o marco es el sitio en el que se desarrolla la acción o sucesión de los diversos sucesos que constituyen una historia.

    El ambiente es el resultado de la suma del sitio o escenario, el tiempo y la atmósfera.

    El tono revela la actitud del autor delante de aquello que está mostrando; puede ser humorístico, didáctico, satírico, idealizador, etc.

    La acción puede ser externa, cuando se muestra la lucha del hombre con el hombre, o bien interna, cuando el hombre o héroe lucha consigo mismo.

    En todos los cuentos hay una estructura básica y tradicional: introducción, nudo y desenlace. La introducción nos sitúa en el comienzo del cuento, nos da los elementos necesarios para entender el relato. El nudo muestra el problema que se ha de resolver, incluyendo la acción ascendente, el clímax o punto culminante, y la acción descendente. El desenlace resuelve el conflicto y puede ser abierto o cerrado.

    La técnica es el conjunto de medios utilizados por el autor para conseguir la unidad narrativa. Una técnica es el punto de vista, es la mente a través de la cual se percibe la acción, la perspectiva desde la cual se relatan los sucesos, la posición o la actitud del narrador con relación a su historia; si el relato se pone en boca del protagonista, de un personaje secundario o de un simple observador, el punto de vista está en primera persona. Si proviene del autor real o de un pretendido narrador externo a los hechos y al objetivo, el punto de vista estará en tercera persona. Hay muchas variantes: el punto de vista omnisciente, cuando el autor se desplaza de un personaje a otro, de un sitio a otro, de un episodio a otro con absoluta libertad, atribuyéndose a sí mismo el acceso a los pensamientos y sentimientos de los personajes, siempre que le interese, y proporcionando información al lector cada vez que lo desea. En tercera persona o estilo indirecto libre, el autor o narrador escoge un personaje y la historia es narrada con las palabras de ese personaje, de tal forma que el campo de visión está limitado tan sólo a él o ella. En primera persona la historia es contada en primera persona por uno de los personajes; puede ser el mismo protagonista, aunque no es necesario.

    La intervención del autor puede ser por tanto triple: cuando el autor/narrador hace de relator, el mundo interior de los personajes tendrá que ser deducido de sus palabras o conductas; cuando el autor/narrador es omnisciente selectivo, penetra en la mente de un solo personaje mientras relata las propias peripecias y las de los otros; cuando el autor/narrador es omnisciente múltiple, éste pone de manifiesto la conciencia de todos o de muchos de los personajes mientras narra las acciones.

    Otra técnica narrativa muy usual es la de la retrospección o flash-back que consiste en que el desarrollo cronológico de la acción queda interrumpido por la narración de vivencias pasadas.

    El suspense consiste en la retardación de la acción para crear interés y ansiedad al lector; naturalmente, cuanto más larga es la narración, más se recorre al suspense.

    Debido a que el cuento es una narración concentrada, el lenguaje es esencial, pues normalmente no es posible sustituir una palabra por otra. Una palabra no puede ocupar el sitio de otra, ya que aunque ambas fueran sinónimas y muy semejantes, no tendría el mismo sentido dentro del conjunto de la narración.

    Las características esenciales que ha de poseer todo buen cuento son: relación comunicativa en una sola dirección, aparición de dos o tres personajes como máximo, encuadre en un contexto espacio-tiempo, ascenso del hecho aparentemente insignificante a categoría, ficción con tintes de realidad, que todo sea esencial y nada gratuito, brevedad de exposición, carga de sugerencias e incluso de sorpresa, precisión del lenguaje, posibilidad de diálogo autor-lector y finalmente, aunque no menos importante, una pincelada de magia y de fantasía.

    6.4. El Cuento Tradicional

    El término cuento deriva del vocablo latín computare que significa “contar numéricamente” aunque con el paso de los años se fue transformando en “contar acontecimientos”. La conexión entre ambos significados se debe a un cuento incluido en la primera recopilación de cuentos que se hizo en España, Disciplina clericalis, escrita en latín a principios del siglo XII por el judío español Mosé Sefardí, que una vez convertido al cristianismo se hizo llamar Pedro Alfonso; la colección de cuentos narra la historia de un padre que quiere educar a su hijo y lo hace a través de 34 cuentos; el cuento que interrelaciona las dos definiciones trata sobre un rey que no puede dormir por lo que acaba llamando a su narrador oficial, quién le cuenta la historia de un pastor que tenía dos mil ovejas y que tenía que pasarlas de dos en dos de un lado al otro del río con la ayuda de una barca; el narrador le aconseja al rey que vaya contando las ovejas y que así logrará conciliar el sueño.

    Según Edgar Allan Poe, uno de los grandes maestros de este género literario:

    Todo cuento perdurable es como la semilla donde está durmiendo el árbol gigantesco. Ése árbol crecerá en nosotros, dará su sombra en nuestra memoria-->[Author:AL].16

    Es una bella imagen la que nos muestra Poe, teniendo en cuenta que el cuento quizás sea el género literario menos reconocido, ya que como he dicho anteriormente, se tenía la opinión de que el cuento era un género dedicado a los niños, cuando su origen es todo el contrario, ya que en un principio los cuentos estaban dirigidos al público adulto.

    Hay dos grandes grupos dentro del género del cuento: los que tienen origen mítico y los que por el contrario son descendientes de las fábulas milesias.

    Los cuentos de origen mítico exaltan los valores morales: el héroe ha de luchar justamente para finalmente encontrar la verdad y llevar a cabo sus propósitos. Éste es el origen de las grandes e importantes colecciones de cuentos provenientes de las culturas orientales. Un ejemplo es la Biblia; en el Antiguo Testamento hay narraciones intercaladas con forma tradicional y contenido histórico; también en el Nuevo Testamento, Jesús explica su cometido a discípulos y al pueblo judío mediante relatos o parábolas. También es muy importante El Pantchatantra, el significado del cual es “cinco libros” y que está fechado en el siglo IV a. C.; es una colección de setenta narraciones formadas por cuentos, fábulas y apólogos de la India; en estos relatos se cuenta la historia de un anciano místico que imparte sus enseñanzas mediante historias a tres príncipes aprendices. Mahabharata es la epopeya más extensa de la literatura universal; escrita por Vyasa, es un poema épico hindú que consta de 200.000 versos distribuidos en 18 tomos; narra las guerras entre las familias de los kauravas y los pandavas, convirtiéndose en una alegoría de las luchas entre las fuerzas del bien y del mal. El Ramayana, escrita por Valmiki, es un conjunto de poemas sagrados hindúes de carácter épico que cuentan la leyenda de Rama, séptima encarnación de Vishnu, uno de los tres dioses principales del panteón hindú; es una historia de amor y de guerra que muestra la rectitud del ser humano, los códigos de conducta de la familia y el carácter sagrado de la sociedad; también descubre los valores humanos en su totalidad. Las mil y una noches, es una de las más famosas colecciones de cuentos; cuenta la historia de un sultán árabe, que al enterarse de la infidelidad de su esposa, toma la decisión de pasar cada noche con una mujer diferente y matarla al día siguiente, pero cuando le toca el turno a Sherezade, ésta consigue aplazar ese momento debido a que cada noche le cuenta una historia, que deja sin acabar, y de ésta forma va enlazando una narración con otra; gracias a este método, Sherezade logra salvar su vida y también la de su marido, que finalmente se da cuenta de su error. La Odisea, de Homero, es un poema épico escrito para ser cantado. Cuenta las dificultades a las que Ulises se tiene que enfrentar para volver a Ítaca después de la guerra de Troya.

    Todas estas obras han tenido una gran importancia en otras posteriores, algunas de ellas son: Calila e Dimna, recoge relatos traducidos por orden de Alfonso X el Sabio del Pantchatantra. El Libro del Sendebar o de los engaños e asayamientos de las mujeres es una recopilación de 26 relatos misóginos hindúes traducidos al árabe y muy populares en la España musulmana. En Francia estaba El poema del zorro, constituido por cuentos en verso protagonizados por animales. En Italia contaban con Il novellino o cento novelle, que es una colección de narraciones breves, escritas en el siglo XIII, que narran las vidas de santos y mitos medievales. Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X, escribe El Conde Lucanor o Libro de Patronio, una colección de cuentos en los que el mentor de Patronio le da consejos para que sepa tomar sus decisiones en la vida con cierta prudencia. ; con esta obra, Don Juan Manuel se convierte en el primer autor español que firma su obra, no dejándola así bajo la sombra de la anonimia. Los Cuentos de Canterbury, escritos entre 1387 y 1400 por Geoffrey Chaucer cuenta la historia de un conjunto de peregrinos que van hacia la catedral de Canterbury, que es dónde Tomás Becket yace; durante la travesía se divierten contando sus relatos.

    El otro origen de los cuentos son las fábulas milesias de la época helenística. Son relatos obscenos, pícaros o de engaño, los cuales intentan reflejar y desmitificar la realidad. En estas narraciones se resalta la astucia, el engaño y la desconfianza. Su influencia está patente en El Decamerón, escrito entre 1350 y 1355 por Giovanni Boccaccio. Esta obra cuenta la historia de diez jóvenes que se reúnen a las afueras de Florencia para huir de la peste; con la intención de distraerse se cuentan historias trágicas, joviales y sarcásticas. En Francia existían los fabliaux, que eran cuentos de tipo libertino, grotesco y pícaro que eran popularizados por los juglares.

    Más tarde, en el Renacimiento, las obras más reconocidas son aquellas que dentro de un mismo libro reúnen una serie y variada oferta de recursos: anécdotas, farsas, chismes, historias singulares y narraciones sutiles y a la vez sagaces. Todo este gran cúmulo de cualidades que había de poseer una buena obra era debido al ideal de hombre renacentista, el cual había de ser un aristócrata con cultura, al que le gustara y se le diera bien el arte de escribir, y al que también le tenía que agradar lo popular. En esta época las obras más famosas son las Novelle de Matteo Bandello, El Patrañuelo escrito por Juan de Timoneda y El Heptamerón de la reina Margarita de Navarra.

    Hay diversas clases de cuentos. Primero está la separación de aquellos escritos en prosa y los escritos en verso. Los cuentos escritos en verso suelen ser derivaciones de poemas épicos y están más ligados a la tradición oral. Los cuentos en prosa, tienen más relación con el cuento literario conocido en la actualidad.

    Ambos se pueden dividir en otros subgéneros: cuentos infantiles (La ratita presumida), cuentos poéticos (El ruiseñor y la rosa de Oscar Wilde), cuentos fantásticos o de misterio (El pozo y el péndulo de Edgar Alan Poe), cuentos realistas (Espejo roto de Mercè Rodoreda), cuentos de fantasmas (El fantasma de Canterville), cuentos de terror (Frankenstein de Mary Shelley), cuentos de ciencia-ficción (Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne), cuentos policíacos (Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle), cuentos psicológicos (La metamorfosis de Franz Kafka), etc. Según los personajes que interviene en el cuento se pude hablar de cuentos de: hadas, animales, espías, extraterrestres, etc. Según el tono que utiliza cada cuento su objetivo es: moralizante, religioso, serio, paródico, satírico, etc.

    También existe la división entre cuentos populares o tradicionales y cuentos cultos o literarios.

    Los cuentos populares o tradicionales son aquellos transmitidos fundamentalmente de forma oral, de generación en generación y de padres a hijo, pero también se conocen actualmente gracias a la escritura. Forman parte del folclore y la cultura tradicionales de un pueblo y su autor suele ser anónimo. Incluyen leyendas (La promesa, incluida en las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer), fábulas (La hormiga y la cigarra), cuentos de hadas (La Cenicienta), historias de fantasmas (El fantasma de Canterville), de gigantes (El guisante mágico), de santos (Juana de Arco), de animales (Los tres cerditos), de vampiros (Drácula), de demonios (El hombre del saco), de espíritus (El jinete sin cabeza), de brujas (Hansel y Gretel), de ladrones (Alí Baba y los cuarenta ladrones), etc.; también pueden ser historias de maridos y mujeres, amos y criados, etc. En el siglo XVII, el historiador y cuentista francés Charles Perrault recuperó en su obra Cuentos de mi madre Oca, del año 1697, cuentos que permanecían ocultos en diferentes pueblos y tradiciones y se encargó de escribirlos para que no fueran de nuevo olvidados o desconocidos; algunos de los cuentos recuperados por Perrault son El gato con botas, La Cenicienta, La bella durmiente, Caperucita roja, Barba azul o Pulgarcito. Más tarde, en el siglo XIX, bajo la influencia del Romanticismo, se comenzaron a recoger relatos de la tradición oral; se encargaron de ello escritores como los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm en Alemania, Afanásiev en Rusia, Hans Christian Andersen en Dinamarca, y Fernán Caballero y Juan Valera en España.

    Gracias a este interés por la tradición oral, en el siglo XIX el cuento popular evoluciona y se transforma en literario o culto, que generalmente es de creación personal, por lo tanto con autor conocido, y se transmite gracias a la escritura. El cuento literario entonces ya cuenta con cierto prestigio, aunque aún es definido por algunos como “género menor”. El cuento culto se puede dividir en: cuentos realistas, que reflejan la realidad de la vida humana en sus diversas manifestaciones (psicológica, humorista, social, histórica, costumbrista, rural, urbana, etc.); algunos de sus autores son Mercè Rodoreda, Leopoldo Alas Clarín y Emilia Pardo Bazán en España; Guy de Maupassant, Alfred de Musset y Alphonse Daudet en Francia; Ernst Theodor Amadeus Hoffmann en Alemania; Charles Dickens, Robert Louis Balfour Stevenson y Oscar Wilde en Gran Bretaña; Edgar Allan Poe, Nathaniel Hawthorne, Mark Twain y Henry James en Estados Unidos; Liev Nikoláievich Tolstói, Alexander Serguéievich Pushkin, Fiódor Mijáilovich Dostoievski y Antón Pavlovich Chéjov en Rusia. También están los cuentos “realistas mágicos” o “fantásticos”, a partir de la segunda mitad del siglo XX, que son aquellos en los que el escritor, sin moverse de un escenario y de unas situaciones plenamente cotidianas y realistas, más bien se tendrían que calificar de fantásticos; son autores de este género Jorge Luis Borges, Miguel Ángel Asturias, Julio Cortázar, Isabel Allende, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Juan Rulfo.

    Según afirmaba Menéndez Pidal:

    El cuento, además de recrear nuestra imaginación con sus invenciones, nos interesa y atrae porque nos lleva de un modo simple al conocimiento del multiforme desarrollo de la ficción en la mente humana. Una historia del cuento, en su particularismo, nos ofrecería un breve trasunto de la historia cultural de la humanidad.17

    7. CONCLUSIONES

    Mi objetivo a la hora de hacer este trabajo era averiguar y entender mejor la obra de Isabel Allende, los motivos que la llevan a escribir sobre un tema determinado, saber por qué tiene tendencia a crear un cierto tipo de personajes y comprender mejor a una escritora que es uno de los pilares de la Literatura Universal actual.

    Creo que he logrado llevar a buen fin estos objetivos, ya que he comprendido que la literatura es, en sí misma, una forma de protesta y de denuncia, a través de la cual se pueden denunciar y hacer públicos hechos que realmente han sucedido pero que no se sabe muy bien las repercusiones que tuvieron en la gente que los vivió. Con las novelas de Isabel Allende se puede apreciar el ambiente claustrofóbico que durante mucho tiempo ha padecido la sociedad hispanoamericana, debido a dictaduras, al colonialismo, al machismo, al poder de la clase alta, etc. En sus obras se percibe la manera en que la gente ha vivido y ha ido superando todos estos acontecimientos.

    Los caracteres que crea son tan sólo una pequeña muestra de la diversidad humana que hay en América del Sur, desde prostitutas, pasando por dictadores, estafadores, luchadores, buenas personas y hasta llegar a la clase alta; pero eso es lo que diferencia a Hispanoamérica del resto del mundo: la amalgama de culturas y razas que reúne.

    9. BIBLIOGRAFÍA

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    Imitación exhaustiva y minuciosa de la realidad. Describía situaciones con desajustes familiares, la hipocresía ética de la sociedad, la sujeción femenina, la situación miserable de los más pobres.

    Marina Gálvez: La novela hispanoamericana contemporánea. Madrid. 1998.Editorial Taurus. Pág. 38.

    3 Darío Villanueva y José María Viña Liste: Trayectoria de la novela hispanoamericana actual. Del “realismo mágico” a los años ochenta. Madrid. 1991. Editorial Espasa Calpe. Pág. 38

    4 Ibídem, pág. 39.

    5 Amaryll Beatrice Chanady:”In contrast to the fantastic, the supernatural in magical realism does not disconcert the reader, and this is the fundamental difference between the two modes”. En ibídem.

    6 Alteración metabólica caracterizada por un aumento de la síntesis de porfirinas (nombre de un gran número de sustancias naturales intensamente coloreadas que contienen en su estructura el sistema de la porfina, como la hemoglobina, la clorofila y los pigmentos biliares), a causa de un trastorno en algunos de los enzimas que participan en su formación.

    7 Oportunidad. Es un anglicismo debido a la influencia de Estados Unidos.

    8 Burlarse de alguien.

    9 Coquetear.

    10 Molestar.

    11 Pálido.

    12 Irse o despojarse de algo.

    13 Espiar o atisbar.

    14 Hacer novillos

    15 Riña o disputa.

    16 Gran Referencia Anaya. Tomo 6. Editorial VOX. Pág. 2168.

    17 Ibídem.

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