Literatura
Crónica de una muerte anunciada; Gabriel García Márquez
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Crónica de una muerte anunciada: Gabriel García Márquez
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introducción
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Autor y obra
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Contexto (Narrativa hispanoamericana)
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Pervivencia del realismo (hasta 1940-1945): presentan características típicas del naturalismo y del lenguaje romántico. Aparecen núcleos temáticos comunes: la naturaleza, los problemas políticos, los problemas sociales (novelas indigenistas). p. e: Doña Bárbara de Rómulo Gallego.
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Comienzos de renovación narrativa (entre 1945-1960): empieza a predominar el mundo urbano sobre el rural, penetra la imaginación, lo fantástico (realismo mágico).
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La nueva narrativa hispanoamericana (a partir de 1960): con la aparición de La ciudad y los perros (1952) de Mario Vargas Llosa y Cien años de soledad (1967) de García Márquez aparece el llamado boom de la narrativa hispanoamericana. Hay una ampliación temática (predomina novela urbana, y cuando se habla del mundo rural éste recibe un tratamiento especial), se une lo real y lo fantástico, se experimenta (estructura, cambios del punto de vista…), el lenguaje se enriquece…
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Crónica de una muerte anunciada
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Estructura
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Prólogo de Gamboa
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Novela negra:
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La muerte en esta obra es el personaje principal: el lector ya conoce desde el comienzo la inevitabilidad de la muerte; muerte que viene acompañada de ciertos símbolos: al entrar en la iglesia para la boda, Santiago Nasar dice:”no quiero flores en mi entierro”. La muerte dirige la acción, maneja los personajes como si fueran fantoches.
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Tragedia moderna:
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La fatalidad: el título tiene dos elementos de fatalidad: hay una muerte y hay un relato testimonial que lo cuenta. Santiago Nasar está condenado desde la primera página al fatalismo. A diferencia de las tragedias griegas, el culpable de la muerte no es la voluntad de un dios, sino la torpeza de los humanos. p. e. todos en el pueblo saben que Santiago va a morir, pero nadie lo impide. Se suman, además, ciertas ambigüedades: ¿quién cometió el crimen de honor? Y ciertas casualidades: Santiago acostumbraba a salir por la puerta principal. Finalmente, es trágico que sea la propia madre el que lo condene cerrando la puerta de delante.
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La honra: después del paso del tiempo solo hay dos cosas claras: la muerte del joven y la creencia de todo el pueblo en el código de honor, la necesidad de pagar para restituir la honra. Cuando Ángela es devuelta, se firma la sentencia de alguien: es necesario pagar el agravio con una muerte. Es curioso que por la pérdida de la virginidad de la chica se monte tal algarabía cuando todo el pueblo aprueba la práctica de la prostitución.
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Crónica periodística:
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Crónica y perspectivismo: la obra es considerada “una perfecta unión entre periodismo y literatura”. Toma del periodismo muchas técnicas: se recoge una minuciosa cronología de los hechos y se desarrolla como una narración, tiene un estilo lingüístico propio de la información periodística (pero por otro lado esta el realismo mágico), el cronista ha vuelto al pueblo con la intención de descubrir todos los hechos ocurridos años atrás. Esta condición de narrador-personaje lleva al empleo de la forma autobiográfica. Las fuentes que usa el narrador para descubrir la verdad sobre el tema son: sumario (del juez), el informe de la autopsia, las cartas de la madre del cronista, sus propios recuerdos y la manifestación de numerosos testigos.
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Personajes
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LA ALTANERÍA: el epígrafe de Gil Vicente “La caza de amor es de altanería” hace referencia a Bayardo San Román y a Ángela Vicario. Él no busca seducirla ni enamorarla, sino someterla. Es el extranjero envuelto en el misterio que representa el mundo conservador. Su riqueza llama la atención y en ella reside su poder. Para el pueblo él será la verdadera víctima. Pero ella también tiene su altanería y no se deja embaucar. El día de la boda no hace caso a los consejos de las amigas sobre cómo amagar su ya perdida virginidad por una voluntad de enfrentamiento. La comunidad está sumida en el anacronismo y la violencia en la cual una mujer cumple una función salvadora. Ángela Vicario es la única dispuesta a romper todos los esquemas para conseguir su expresión.
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LA SOCIEDAD: en la sociedad de Crónica de una muerte anunciada predomina la moral conservadora (el honor es una cuestión importante y por él se debe incluso matar), que oprime y actúa obligada por unos sentimientos típicos del barroco (los hermanos Vicario no quieren matar a Santiago, pero la sociedad les considerará cobardes si no lo hacen). Es, pues, una sociedad apegada a una serie de costumbres típicas del ambiente rural, como las supersticiones, la importancia de los sueños…
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INOCENCIA O CULPABILIDAD DE SANTIAGO NASAR: es una de las cuestiones a las que menos importancia se les da. El narrador no se posiciona, sino que deja que la sociedad decida. Nadie parece creer totalmente que él sea culpable, nadie parece entenderlo, pero nadie hace nada. Hay diversos motivos por los cuales nadie le salva:
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Santiago Nasar pertenece a una clase social elevada.
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Pertenece al grupo étnico árabe, una comunidad aparte. Va a casarse por conveniencia con Flora Miguel.
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Nasar es un joven de 21 años que posee un gran atractivo físico y tiene éxito con las mujeres.
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Era alegre, inteligente y tenía por delante un gran futuro.
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EL PAPEL DE LA MUJER: la sociedad es sumamente machista. La mujer ocupa un papel secundario, pero si analizamos la jerarquía veremos que la mujer tiene un papel esencial en la obra y existe un trasfondo matriarcal, porque las mujeres quieren que la sociedad sea machista. Esta sociedad matriarcal defiende la felicidad del hombre y considera que el papel de la mujer es el matrimonio. Ángela Vicario sufre una transformación a lo largo de la obra: primero es una chica sencilla y discreta, que le espera un futuro típico de las mujeres, pero por su rebeldía contra Bayardo le “muestra” su falta de virginidad. A partir de que es libre, ya no pertenece a él como un objeto, se da cuenta de que realmente ama a su marido.
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Espacio, tiempo y acción
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Lenguaje y estilo
Gabriel García Márquez nació en Aracataca (Colombia) en 1928. Vivió su infancia con sus abuelos. El abuelo fue para Gabo “la figura más importante de mi vida”.
En 1947 se instala en Bogotá y empieza a estudiar Derecho. No acaba nunca la carrera porque le aburre. Lo más importante de esta época es la gente que conoce: Camilo Torres, Plinio Apuleio Mendoza… Allí también empieza a escribir como periodista. Se casa y tiene dos hijos. Los recuerdos de su familia, el patriarca familiar (abuelo), la “mamas grandes” civilizadora (abuela), el lenguaje campesino, la natural convivencia con lo mágico…aparecerán en muchas de sus obras. La principal característica de estas es su singular cohesión: en la elaboración de sus obras han intervenido sus propias vivencias, sus lecturas y su gran imaginación.
Desde 1967, con la publicación de Cien años de soledad, su fama es universal. En 1982 gana el premio Nóbel de Literatura. Su primer libro es La hojarasca (1955). Le siguen El coronel no tiene quien le escriba y Los funerales de la mamá grande (1961). Pero no es hasta Cien años de soledad (1967) que consigue la madurez artística. Después vienen El otoño del Patriarca (1972) y Crónica de una muerte anunciada (1981). El amor en los tiempos del cólera (1985) es una novela de amor imposible que llega a realizarse. En El general en su laberinto (1989) hace una incursión en la novela histórica. Del amor y otros demonios (1994) se relatan los amores entre un clérigo jovencito y una niña de 12 años enmarcado en el s. XVIII. Noticias de un secuestro (1996) trata la lucha del estado colombiano contra el jefe del cartel Pablo Escobar.
La renovación de la novela hispanoamericana representa una rebelión contra el llamado realismo y contra la idea que escribir novela conlleva que ésta sea realista. Esta renovación se da, aunque tarde, con mucha fuerza, hasta el punto de llevar la literatura hispanoamericana a la cumbre de la narrativa mundial. Hay tres fases en la literatura del XX:
El Realismo Mágico
Este tipo de literatura trata de superar los procedimientos del realismo del XIX y dar a las narraciones una visión más profunda de la realidad. Es una cuestión de perspectiva sobre una realidad concreta: geografía, historia e idiosincrasia hispanoamericana. Estudia la realidad y elige lo extraordinario; la realidad hecha fábula. Técnicas típicas de Gabo para conseguir este efecto: exageración y sustantivación.
Se trata de una obra publicada en 1981, una novela o escrita muy rápidamente o trabajada en silencio, porque Márquez no había hablado de ella en las entrevistas que le habían hecho desde 1974 (El otoño del Patriarca) y 1980, tiempo que se había dedicado exclusivamente al periodismo.
La obra se estructura en 5 partes o capítulos. Internamente el narrador-cronista nos pone ante un puzzle: se da un gran desorden cronológico. Estamos ante una estrategia estructuradota a base de avances y retrocesos de la acción que se producen constantemente. En la raíz de esto se sitúa la técnica que emplea el narrador de mezclar sus propias impresiones y recuerdos con los testimonios, restos de las entrevistas, que le aportan distintos personajes. Cada capítulo gira sobre cierto eje:
Capítulo 1: tiene una función de despliegue del conjunto. Se cuenta qué hace Santiago Nasar la mañana de la llegada del obispo.
Capítulo 2: tiene como protagonistas los novios, Bayardo San Román y Ángela Vicario. Hay la boda y la devolución de la novia a su madre.
Capítulo 3: se centra en los hermanos Vicario (Pablo y Pedro). Se describe el despliegue de testimonios. Acaba con la frase “¡Mataron a Santiago Nasar!”
Capítulo 4: es posterior cronológicamente al quinto. El propósito es propiciar un final cerrado. Es la descripción de la Autopsia.
Capítulo 5: narra el desarrollo del crimen, la muerte de Santiago Nasar y la vida años después del acontecimiento: el reencuentro de los esposos.
El período transcurrido es el del fin de las fiestas de la boda hasta la consumación del crimen.
En su prólogo, Santiago Gamboa habla de tres Géneros a los que pertenece Crónica de una muerte anunciada (1981):
Predomina la 1ª persona, pero cuando el narrador se sirve de lo que sabe o recuerda utiliza la 3ª persona (propio del relato de narrador omnisciente).
Es necesario hablar de otro tema: el humor: la dimensión de Crónica de una muerte anunciada va más allá de su línea trágica y se acerca a un tono humorístico. En los momentos de máxima intensidad trágica, Gabo muestra una fina ironía, un aparente absurdo que envuelve hechos y palabras y que recorre la obra: se ríe de los gemelos cuando están encerrados en el calabozo (desborda la letrina); el crimen de Santiago Nasar es esperpéntico…Así, fatalidad y humor, tragedia y comedia, se entremezclan en la narración.
El héroe de esta “crónica” es un cazador transformado en presa: Santiago Nasar es un joven arquetípico: hermoso, seductor, valiente, rico. Es un cazador nato (en todos los sentidos) y esto es también paradójico: la víctima es el hombre mejor armado del pueblo. También reside parte de lo grotesco en el hecho de que la visión del héroe mitificado que es el joven Nasar sea quebrada por la brutal autopsia.
Los hermanos Vicario se oponen a matarlo y complementan con Santiago (cazadores y carniceros son oficios semejantes). El machismo que domina esa sociedad les obliga a matarlo, pero ellos hacen todo lo posible para que alguien les impida consumar el crimen. La identidad de “macho” no es sostenida con convicción, sino que es impuesta por la sociedad.
Poncio Vicario es una alegoría de la función paterna. Colocado en un centro ilusorio cree dirigirlo todo. Las mujeres son las intérpretes del mandato social, las portadoras de la ideología del grupo. Ocultan un rigor inusual, manejan la familia y el mundo. Ser mujer presupone aprender a coser tejer, lavar, planchar, casarse… Pura Vicario recuerda a las figuras de la tragedia griega; su venganza se descarga sobre Ángela. Plácida Linero representa la ignorancia de oponerse al cumplimiento del mandato social.
La madre del narrador es omnisciente, conoce el mundo desde la casa. María Alejandrina Cervantes parece ser la mujer más libertina, la que ha de estar más en contra del sistema; no obstante, este papel lo juega quien nadie hubiera pensado: la discreta Ángela Vicario, la real heroína de la historia.
De hecho, solo Ángela Vicario sabe quién la desfloró, pero se llevará a la tumba su nombre.
La acción empieza cuando Santiago Nasar ya está muerto y termina precisamente cuando éste muere. Se crea una simetría en los hechos. Sin embargo, la narración sucede de forma alternada: hay un constante flash-back. El narrador avanza y retrocede en el relato, reproduciendo acontecimientos, diálogos y testimonios.
El espacio parece limitarse a una plaza central y varias casas alrededor. La plaza del pueblo y la casa de Santiago Nasar son centros de fiesta, reunión, refugio, peligro, duelo y muerte. En la plaza el día anterior se había festejado la boda, pero después es testigo del asesinato. La casa de Santiago pudiera haber sido un refugio, pero está cerrada.
La novela se desarrolla según las unidades clásicas: la acción está concentrada en la muerte; el espacio la plaza del pueblo; el tiempo parece lineal, pero no es así. Encontramos dos niveles temporales: el del lector, que conoce desde el principio que Santiago va a morir; y el del narrador, que abarca no solamente las circunstancias del desarrollo de la acción, sino que sabe la historia de todos los que tuvieron relación con el asesinato. En este sentido es un tiempo cíclico porque los personajes recuerdan hechos anteriores al crimen: desde la llegada de San Román al pueblo y la boda hasta el descubrimiento que Ángela no era virgen.
En CMA, Gabo parece completar varios ciclos: el de la autobiografía porque retrocede a un hecho de su juventud; el de su profesión, porque regresa al periodismo, el del estilo porque retoma una prosa sencilla. También el mito, ya que incluye la fatalidad y el destino como temas de la tragedia griega y nos explica la historia de forma sociológica: el concepto de la honra que debe ser restituida con la venganza. En esta obra demuestra lo difícil que es establecer una verdad sobre un hecho. El lenguaje utilizado es sencillo, aunque cargado de simbolismo y dramatismo.
Se utiliza la primera persona del singular o del plural porque él está implicado en los hechos (Yo-testigo). Al narrar, lo hacer poniendo sus pensamientos, lo que ve y lo que le cuentan los vecinos. El narrador vuelve al lugar de los hechos años después del crimen para esclarecerlo. Es necesario hablar de la gradación ascendente y descendente del clima de la acción, que va avanzando o retrocediendo para mantener expectante la atención del lector. La técnica para ver el pasado es el flash-back. Es una historia circular: empieza igual de cómo acaba.
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Enviado por: | Marta Prieto Bayé |
Idioma: | castellano |
País: | España |