Economía y Empresa


Creación de empresas


CREACIÓN DE EMPRESAS

RELACIONES EN EL ENTORNO DE TRABAJO

2º CICLO GRADO SUPERIOR DE APLICACIONES INFORMATICAS

MARZO 2003.

TABLA DE CONTENIDO

  • INTRODUCCIÓN.

  • CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN PLAN DE EMPRESA.

  • PARTES DEL PROYECTO DE EMPRESA.

  • CONSTITUCIÓN DE LA EMPRESA.

  • IDEA EMPRESARIAL.

  • RECURSOS NECESARIOS PARA CREAR EMPRESA.

  • BIBLIOGRAFÍA

  • INTRODUCCIÓN

    Todo proyecto de empresa se desarrolla en torno a una idea, cómo surge esta idea puede variar según las circunstancias de cada persona y, además son muchos los factores que pueden llevar a una persona a inclinarse por un negocio concreto. Aunque, generalmente los factores que determinan la elección de la idea son:

    1. Repetición de los negocios nuevos que vemos que por las circunstancias que sean funcionan o nos atraen especialmente.

    2. Una nueva oportunidad de negocio. Observamos una necesidad del mercado que o no está cubierta o se nos ocurre una forma mejor de satisfacerla.

    3. O interés por poner en práctica una serie de conocimientos adquiridos durante nuestra etapa de formación que pueden satisfacer una serie de necesidades que, aunque ya estén cubiertas en el mercado, creemos que podemos satisfacerlas mejor, aunque exista competencia. Es una forma de realización profesional.

    CARACTERISTICAS DE UN BUEN PLAN DE EMPRESA

    Características principales para llevar a cabo un buen plan de empresa:

    La descripción del negocio que pretendemos crear.

    Un profundo y serio estudio acerca de la viabilidad real de la idea, viabilidad que ha de ser tanto técnica como económica y financiera.

    Los objetivos que se persiguen con la creación de la empresa, y una detallada descripción de las estrategias que se habrán de seguir para la consecución de tales objetivos.

    Y por último, pero no menos importante, ha de ser convincente, no sólo para su propio artífice, sino también para todas aquellas personas que tengan acceso al Proyecto, puesto que de ello puede depender el conseguir o no suficientes recursos financieros que nos permitan poner en marcha nuestra iniciativa.

    PARTES DEL PROYECTO DE EMPRESA

    El Proyecto de Empresa necesita de una cierta estructura lógica que ayude a presentar la idea de negocio, tanto ante nosotros mismos como ante terceras personas, como un plan viable que merece la pena llevarse a cabo.

    Estructura básica del Proyecto de empresa:

    Descripción de la idea empresarial.

    Esta sección recogerá la identificación de los promotores, su experiencia y sus objetivos, así como una breve descripción de la idea de negocio.

    Descripción del producto o servicio.

    Centrado en el adecuado detalle de las características del producto o servicio que nuestra empresa pretende producir o desarrollar, así como de las necesidades reales que habrá de cubrir uno u otro.

    Estudio de mercado.

    El Proyecto adquiere ya la complejidad que le caracteriza. Un estudio de mercado es necesario para descubrir los potenciales consumidores de nuestro producto o servicio, tanto en su calidad como en su cantidad. Un mercado deficiente asegura ya desde el principio la necesidad de abandonar la idea o bien de modificarla convenientemente. No se debe reparar en esfuerzos, e incluso en gastos, a la hora de realizar nuestro estudio de mercado. En ocasiones incluso será conveniente delegar en una empresa especializada su realización.

    Plan de marketing.

    El marketing o mercadotecnia pretende acercar el producto o servicio que habrá de ser el objeto de nuestra empresa a los potenciales consumidores de los mismos, y lograr efectivamente su venta. No se puede dejar al azar el hecho de que los usuarios conozcan o no nuestro producto, sino que será preciso adoptar una adecuada combinación de estrategias comerciales que hagan reales las ventas, y estas estrategias habrán de ser diseñadas y descritas con todo detalle en este capítulo.

    Descripción técnica de la empresa.

    Desde el proceso productivo hasta la localización de las oficinas, talleres y almacenes, pasando por el mobiliario, maquinaria y suministros que serán necesarios, habrán de ser descritos aquí con la máxima precisión.

    Plan de compras.

    Los proveedores de los suministros, el control de calidad de los mismos y la gestión de los stocks, entre otros, son el objetivo principal de este apartado.

    Organización y recursos humanos.

    Descripción del conjunto de actividades que serán precisas para llevar a cabo las tareas de dirección, producción, comercialización, etc., y las personas encargadas de realizarlas. Para ello convendrá describir con todo detalle cada puesto de trabajo, sus tareas, las aptitudes con que habrá de contar la persona que lo ocupe y su retribución.

    Forma jurídica de la empresa.

    Es preciso desde un comienzo decidir si la forma jurídica del negocio será la del empresario individual o la de una sociedad mercantil. De la elección de una u otra dependerán tanto los trámites necesarios para su constitución como las obligaciones en materia laboral, Seguridad Social y tributarias que habrán de ser atendidas.

    Estudio económico-financiero.

    Este informe describirá los recursos necesarios para poner en marcha el Proyecto, así como sus fuentes y coste. También tratará de aventurar la rentabilidad del negocio y la efectiva supervivencia en el tiempo del mismo. Incluirá en todo caso una cuenta de resultados, un balance de situación y un presupuesto de tesorería, y no estarían de más un estudio sobre el punto de equilibrio o umbral de rentabilidad de la empresa, y un conjunto de ratios tanto financieros como económicos que den idea de la viabilidad del Proyecto.

    CONSTITUCIÓN DE LA EMPRESA.

    Primero habrá que decidir la forma jurídica de su empresa, es decir, decidir si se constituirá como:

    Empresario individual.

    Sociedad mercantil.

    El empresario individual

    Aspectos a tener en cuenta:

    No existe ningún trámite previo que condicione la adquisición del carácter de empresario individual, si bien el promotor ha de ser mayor de edad y tener la libre disposición de sus bienes.

    Los empresarios individuales no están obligados a inscribirse en el Registro Mercantil, si bien pueden hacerlo si lo consideran oportuno.

    Su responsabilidad respecto de la gestión del negocio es personal e ilimitada frente a terceros.

    Por lo que respecta a sus obligaciones de carácter laboral y de Seguridad Social, destacamos los siguientes:

    Alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.

    Inscripción en la Seguridad Social (sólo si va a contratar trabajadores).

    Afiliación y Alta de Trabajadores al Régimen General de la Seguridad Social.

    Contratación de los Trabajadores.

    Cotización a la Seguridad Social.

    Y en el desarrollo de su actividad empresarial habrá de cumplir las siguientes obligaciones tributarias:

    Declaración Censal de comienzo de la actividad.

    Alta en el Impuesto de Actividades Económicas.

    Declaración-liquidación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

    Declaración-liquidación del Impuesto sobre el Valor Añadido.

    La sociedad mercantil

    Debemos de tener en cuenta lo siguiente:

    Será preciso, para obtener la personalidad jurídica de la sociedad, certificación negativa del nombre, acreditando que el nombre que hemos elegido para la misma no se corresponde con el de otra sociedad ya existente.

    Otorgamiento de la correspondiente Escritura Pública ante Notario.

    Inscripción ante el Registro Mercantil correspondiente.

    Desde el punto de vista laboral y de Seguridad Social la sociedad deberá llevar a cabo los siguientes trámites:

    Inscripción en la Seguridad Social (sólo si va a contratar trabajadores).

    Afiliación y Alta de Trabajadores al Régimen General de la Seguridad Social.

    Contratación de los Trabajadores.

    Cotización a la Seguridad Social.

    Y en referencia al aspecto fiscal, atender a las siguientes obligaciones:

    Declaración Censal de comienzo de la actividad.

    Liquidación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (por Operaciones Societarias al tipo impositivo del 1 por 100 sobre el capital social que se constituya).

    Alta en el Impuesto de Actividades Económicas.

    Declaración-liquidación del Impuesto sobre Sociedades (al tipo general del 35 por 100).

    Declaración-liquidación del Impuesto sobre el Valor Añadido.

    Licencias de Obras y de Apertura

    Además, si el local donde se va a instalar el negocio requiere reformas u obras, necesitará previamente una Licencia de Obras del Ayuntamiento correspondiente.

    Y para iniciar la actividad necesitará obtener del Ayuntamiento la oportuna Licencia de Apertura del Local.

    LA IDEA EMPRESARIAL

    La idea de negocio

    Toda pretensión de llevar a cabo la dura tarea de poner en marcha una empresa ha de girar necesariamente en torno a una idea, que surge en la mente del que será promotor del negocio.

    Esta idea puede surgir espontáneamente, y parecernos tan adecuada y viable que por sí sola nos decida a emprender la aventura de constituirnos en empresario. Pero puede también ser buscada a propósito, y así trataremos de inventar algo nuevo, sea un producto o un servicio nunca visto antes, o derivarse de proyectos de investigación, o bien surgir de la simple observación del entorno y las necesidades reales de mercado que hayamos advertido.

    Pero una vez que tenemos la idea, debemos de tener en cuenta las siguientes cuestiones antes de seguir adelante con el proyecto:

    ¿Se trata de una idea realista?

    ¿Es efectivamente viable?

    Las necesidades reales que nuestra idea pretende satisfacer, ¿No están ya cubiertas de modo suficiente por la competencia ya establecida?

    Los promotores

    El promotor es la persona que tiene la idea de negocio y se decide a llevarla a la práctica hasta la creación de la empresa que ha de dirigir.

    Pero la cualidades que necesita poseer un promotor debemos hallarlas en nosotros mismos si decidimos continuar con nuestro proyecto. Es cierto que a primera vista sólo parece relevante la confianza en uno mismo y en su idea, y en ocasiones así será, pero las dificultades que nos podemos encontrar en la tarea hacen conveniente un previo examen de conciencia que nos indique si efectivamente vamos a ser capaces de llevar nuestro proyecto a buen fin.

    Todo promotor deberá disponer de capacidad para asumir grandes cantidades de trabajo y riesgos que no es posible valorar en toda su profundidad a priori. Asimismo deberá poseer suficiente capacidad organizativa para poder gestionar un sinnúmero de variables. Y en cuanto a nuestra preparación personal, no estará de más (es altamente conveniente) poseer experiencia previa en el ámbito en el que pretendemos que se desenvuelva nuestra futura empresa.

    LA MOTIVACIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL

    La búsqueda de los recursos necesarios

    Una vez que tenemos la idea de negocio perfectamente definida, y nuestro Proyecto de Empresa refleja a la perfección su espíritu, sus objetivos y las acciones necesarias para hacer éstos viables. ¿Dónde obtengo los recursos financieros que preciso para poner mi Proyecto en marcha?

    Antes que nada necesitamos de un capital para comenzar. No disponer en absoluto de una cantidad inicial de dinero lleva a un callejón sin salida a nuestro Proyecto. Si este es su caso, no se desanime. Muchas personas ahorran durante un tiempo mientras trabajan para otro empresario aprendiendo bien los secretos del negocio, antes de lanzarse a crear el suyo propio.

    Si ya se cuenta con un capital, pero tras concluir con la realización del Proyecto de Empresa advierte que no es suficiente con la cantidad de que dispone para ponerla en marcha, es el momento de ponerse a trabajar duro para conseguir la financiación que precisa.

    El ratio de endeudamiento

    El ratio de endeudamiento representa la proporción que existe en una empresa entre la cuantía de sus capitales propios y los capitales obtenidos de terceros.

    Este ratio o proporción puede ser muy diverso en cada empresa que consideremos. Podemos decir que el ratio es 1:1 cuando la cuantía de los capitales propios es exactamente igual que la de los ajenos. Para muchos autores es la situación ideal, pues la actividad empresarial está siendo financiada a partes iguales por el empresario y por terceras personas. Esto es muy discutible, y en todo caso no entraremos aquí en digresiones económicas.

    De entrada, es muy difícil conseguir un volumen de financiación equivalente al capital del que ya disponemos nosotros para poner en marcha una empresa. En la práctica, será necesario disponer de la mayor parte del capital preciso para iniciar el negocio, y confiar en que seamos capaces de lograr financiación para el resto de nuestras necesidades de determinadas instituciones que estén dispuestas a confiar en nuestra idea.

    Los capitales ajenos: recursos a corto y a largo plazo

    Las fuentes de financiación ajena de una empresa pueden ser catalogadas en dos grandes grupos:

    fuentes financieras a corto plazo

    fuentes financieras a largo plazo.

    La distinción entre ambas no es pequeña, pues el procedimiento para su obtención, las entidades que las conceden e incluso su destino son muy distintos.

    En principio los recursos financieros a corto plazo deben ser destinados a financiar la actividad típica u ordinaria de la actividad empresarial (compra de materias primas, pago de suministros, etc.), mientras que los recursos a largo plazo habrían de financiar la estructura fija de la empresa (elementos del inmovilizado, como la adquisición de un elemento de transporte o de un equipo informático). Esto no siempre es así, e incluso es muy conveniente que una parte de los recursos a largo plazo de la empresa (sean estos propios o ajenos) estén financiando parte de aquella actividad típica a la que antes hacíamos referencia. Esto es lo que se suele conocer con el nombre de fondo de rotación o maniobra.

    Pues bien, los recursos ajenos a corto plazo pueden provenir. Y los recursos ajenos a largo plazo provendrán asimismo de una entidad bancaria cuando nos concede un préstamo a un año o más tiempo, o nos abre una línea de crédito que es renovada continuamente.

    En todo caso es preciso ser cuidadoso a la hora de elegir nuestras fuentes de financiación a corto y a largo plazo, no sólo por el mayor o menor coste que implican, sino también por los peligros que suponen los llamados desfases o picos de tesorería.

    Fuentes de financiación ajena

    Son muchas pero las más usuales son:

    Financiación bancaria comercial: Se trata de recursos a corto plazo en forma de créditos y préstamos a menos de un año, líneas de crédito y descuento comercial y una larga serie de productos que es posible hallar en cualquier entidad financiera.

    Financiación bancaria a largo plazo: De igual modo las entidades financieras, bancarias y no bancarias, son fuente de recursos a largo plazo para la empresa en forma de préstamos a más de un año para la financiación de inversiones.

    Sociedades de Garantía Recíproca: Estas Sociedades conceden avales a las PYMES para que puedan acceder a la financiación bancaria. Para poder operar con una de estas Sociedades es preciso ser empresario, contar con un proyecto empresarial viable y adquirir la condición de socio partícipe mediante la suscripción de la cuota social correspondiente.

    Leasing: Mediante el arrendamiento financiero el empresario puede disponer de bienes muebles o inmuebles mediante su alquiler, con una opción de compra de los mismos al finalizar el período de tiempo establecido en el contrato. A cambio debe pagar unas cuotas de leasing periódicamente a la empresa arrendataria, cuotas que son íntegramente deducibles en el impuesto directo que grava la renta de la empresa.

    Factoring: Aunque esta fuente de financiación a corto plazo no es muy conocida aún en España en el futuro es de prever que conozca un mayor auge por las ventajas que puede reportar a determinadas empresas. Consiste, a grandes rasgos, en la cesión o venta de los efectos a cobrar de la empresa a un factor, quien soportará en adelante el riesgo de impago derivado de tales efectos, a cambio de soportar el oportuno descuento.

    Las ayudas oficiales

    Son múltiples las posibilidades que existen de encontrar una ayuda oficial que se ajuste a nuestras necesidades, provenientes de diversos organismos oficiales.

    Sin embargo, hay que decir que no es fácil beneficiarse de estas ayudas, y paradójicamente en muchas ocasiones es preciso demostrar que la empresa ya está en marcha.

    El carácter de estas ayudas son: ayudas a la inversión, incentivos fiscales, ayudas a la innovación, ayudas a la contratación de trabajadores, etc.

    Programas de ayuda a nivel central vigentes en la actualidad

    Únicamente se indican aquí la denominación de los programas y el organismo responsable de los mismos.

    Ayudas para la realización de proyectos empresariales. MINISTERIO DE INDUSTRIA Y ENERGÍA. ENISA (Empresa Nacional de Innovación).

    Iniciativa PYME de desarrollo industrial. MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA. IMPI (Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa).

    Promoción del empleo autónomo. MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES. Dirección provincial del INEM.

    Promoción de sociedades de acciones colectivas. MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA. IMPI (Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa).

    Promoción de iniciativas locales para la creación de empleo. Dirección provincial del INEM.

    Plan Nacional de formación e inserción profesional. Oficinas y Centros de Orientación Profesional del INEM.

    Pago único de la prestación por desempleo. MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES. Oficinas de Empleo del INEM o Dirección Provincial de la Entidad Gestora correspondiente.

    BIBLIOGRAFIA:

    http://www.camaraalcoy.net/areas/Creacion_de_empresas/pasos.htm

    http://expansionyempleovd.recoletos.es/edicion/noticia/0,2458,37440,00.html




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    Idioma: castellano
    País: España

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