CONTAMINACIÓN DEL AGUA SEGÚN EL MEDIO:

Contaminación marina: los contaminantes llegan a través de los ríos, por vertidos directos desde la costa o por las actividades industriales que se realizan en el mar. Existen dos factores que protegen el mar de la contaminación: su inmensa cantidad de agua y la elevada capacidad autodepurativa que posee.
Uno de los contaminantes más perjudiciales para los seres marinos es el petróleo vertido, provocante de las mareas negras, que mata a los seres vivos, impide la oxigenación del agua e impregna las rocas del fondo y de la costa. Hay dos procesos de eliminación:

Procesos de eliminación natural: puede ser eliminado mediante procesos físico-químicos y biológicos, aunque muy lentamente y con ciertas repercusiones para los seres vivos. Estos procesos incluyen la evaporación de los compuestos, la fotooxidación de los componentes adentrados en él, la disolución y la emulsión.

Procesos de eliminación artificial: el método más ventajoso es la biorremediación, que consiste en la inoculación de microorganismos capaces de degradar al petróleo. Este método se puede mejorar dispersando la mancha con detergente. Otros métodos son la recogida mecánica, la combustión de la mancha y el aislamiento de la misma para evitar su expansión.

Contaminación de agua superficial: es la más frecuente debido a la actividad que soporta. Su regeneración es fácil y rápida ya que hay mayor densidad de organismos depuradores.
Cada tipo de agua superficial está sometida a un tipo de contaminación y tiene también una capacidad de autoregeneración distinta.

Contaminación de agua subterránea: pueden ser contaminadas por fuentes puntuales y por fuentes dispersas.

Por fuentes puntuales: las principales causas se encuentran en las actividades urbanas e industriales.

Por fuentes dispersas: el uso de fertilizantes químicos en los cultivos intensos, que afecta a las aguas subterráneas y amenaza el suministro de agua potable. Los purines también pueden constituir una fuente de contaminación.