Física
Contaminación acústica
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA
INTRODUCCIÓN:
El ruido es una de las principales causas de preocupación entre la población de las ciudades, ya que incide en el nivel de calidad de vida y además puede provocar efectos nocivos sobre la salud, el comportamiento y actividades del hombre, y provoca efectos psicológicos y sociales. El incremento de los niveles de ruido ha crecido de forma desproporcionada en las últimas décadas y sólo en España se calcula que al menos 9 millones de personas soportan niveles medios de 65 decibélios (db), siendo el segundo país, detrás de Japón, con mayor índice de población expuesta a altos niveles de contaminación acústica.
El ruido actúa a través del órgano del oído sobre los sistemas nerviosos central y autónomo. Cuando el estímulo sobrepasa determinados límites, se produce sordera y efectos patológicos en ambos sistemas, tanto instantáneos como diferidos.
vamos a analizar con mas detenimiento el sonido y el ruido:
SONIDO:
componentes físicas del sonido:
el sonido está formado por ondas que se propagan a través de un medio que puede ser sólido, líquido o gaseoso. Las ondas a las que llamamos sonoras son las que pueden estimular al oido y al cerebro humano, que se encuentran aproximadamente entre 20 Hz y cerca de 20.000 Hz. Estos son los límites audibles, las ondas de sonido inferiores al límite audible se llaman infrasónicas y las que superan el límite superior se llaman ultrasónicas.
RUIDO:
El ruido es un sonido que interfiere con las actividades, las conversaciones o el descanso. Un mismo sonido puede ser música o diversión para una persona y ruido para otra.
No necesariamente un sonido tiene que ser muy fuerte para ser ruido. A veces un ruido muy suave, como el de una canilla que gotea de noche, nos distrae impidiendo concentrarnos. Pero los ruidos más fuertes son, sin duda, más perjudiciales. Si el ruido es muy fuerte, podría dañar los edificios. Sin embargo, lo más probable es que el daño se produzca por vibraciones, las mismas que también producen el ruido. Los ruidos muy agudos son más dañinos que los graves. Los ruidos muy cortos y muy fuertes, como los martillazos, impactos y explosiones, también son especialmente peligrosos.
La intensidad de los distintos ruidos se mide en decibelios, unidad de medida de la presión sonora. El umbral de audición está en 0dB (mínima intensidad del estímulo) y el umbral de dolor está en 140 dB. Para tener una aproximación de la percepción de la audición del oído humano, se creó una unidad basada en el 0dB que se denomina decibel A (dBA).
El oído humano tiene la capacidad de soportar cierta intensidad de los ruidos; si estos sobrepasan los niveles aceptables, provocan daños en el órgano de la audición. En la ciudad, los niveles de ruido oscilan entre 35 y 85 dBA, estableciéndose que entre 60 a 65 dBA se ubica el umbral del ruido diurno que comienza a ser molesto.
MEDIDORES DE NIVEL SONORO:
Se utilizan medidores llamados decibelímetros que generalmente constan de un micrófono patrón, extremadamente calibrado y que responde a todas las frecuencias audibles por igual, y una pantalla gráfica analógica o digital, y una llave selectora de sensibilidad.
También existen los analizadores de espectros, que pueden graficar las frecuencias que componen un ruido determinado, pero estos equipos tan especializados sólo se utilizan para mediciones críticas y desarrollos e investigaciones especializadas.
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA:
La contaminación acústica producida por la actividad humana ha aumentado de forma espectacular en los últimos años.
Según la O.C.D.E., 130.000.000 de habitantes de sus países miembros soportan un nivel sonoro superior a 65 dB, límite aceptado por la O.M.S.. Otros 300.000.000 residen en zonas de incomodidad acústica (entre 55-65 dB).
España, detrás de Japón, es el segundo país con más índice de población expuesta a altos niveles de ruido. Casi 9.000.000 de españoles, soportan niveles medios superiores a 65 dB.
En las grandes ciudades españolas, la tercera preocupación (tras la inseguridad ciudadana y la falta de aparcamiento) es el alto nivel de ruidos, según encuestas del M.O.P.I., en las ciudades medias es la primera y en las ciudades pequeñas la cuarta preocupación.
La contaminación acústica es el conjunto de sonidos y ruidos que circulan por el aire en las calles de una población. Como generalmente las ciudades poseen gran cantidad de elementos generadores de ruido, se produce en conjunto un alto nivel sonoro que puede llegar a perjudicar la integridad física y psíquica de los habitantes.
El oído humano sólo puede soportar ciertos niveles máximos de ruido, pero el nivel que se acumula en algunas ciudades supera ese máximo. Algunos ruidos de la ciudad se encuentran por encima del “umbral del dolor” (120 dB).
Estos ruidos pasan a formar parte de la contaminación acústica de una ciudad y deben ser restringidos y controlados para mantener la salud de los ciudadanos.
En cuanto a los niveles racionales, las cifras medias de las legislaciones europeas, marcan como límite aceptable 65 dB durante el día y 55 dB durante la noche, ya que la capacidad auditiva se deteriora en la banda comprendida entre 75 dB y 125 dB y pasa a un niv) Efectos de la contaminación acústica en la salud
ALGUNOS RUIDOS Y SUS NIVELES
- Pájaros trinando: 10 db
- Claxon automóvil: 90 db
- Rumor de hojas de árboles: 20 db
- Claxon autobús: 100 db
- Zonas residenciales 40 db
- Interior discotecas: 110 db
- Conversación normal: 50 db
- Motocicletas sin silenciador: 115 db
- Ambiente oficina: 70 db
- Taladradores: 120 db
- Interior fábrica: 80 db
- Avión sobre la ciudad: 130 db
- Tráfico rodado: 85 db
- Umbral de dolor: 140 db
MÁXIMO PERMITIDO DE RUIDOS EN EDIFICIOS PUBLICOS
- Hospitales: 25 db
- Bibliotecas y Museos: 30 db
- Cines, teatros y Salas de conferencias: 40 db
- Centros docentes y Hoteles: 40 db
-
Oficinas y despachos públicos: 45 db
-
Grandes almacenes, restaurantes y bares: 55 db
EFECTOS SOBRE LA SALUD:
Es similar al asociado al miedo y la tensión, con un aumento de pulsaciones, modificación del ritmo respiratorio, tensión muscular, presión arterial, resistencia de la piel, agudeza de visión y vasoconstricción periférica. Estos efectos no son permanentes, desparecen al cesar el ruido, aunque pueden presentar estados de nerviosismo asociados y no hay constancia de que puedan afectar a la salud mental. La pérdida de audición inducida por el ruido es irreversible por la incapacidad de regeneración de las células ciliares de la audición. La sordera podría aparecer en casos de soportar niveles superiores a 90 db y de forma continuada. Además, el ruido puede causar efectos sobre el sistema cardiovascular, con alteraciones del ritmo cardíaco, riesgo coronario, hipertensión arterial y excitabilidad vascular por efectos de carácter neurovegetativo. Sobre las glándulas endocrinas, con alteraciones hipofisiarias y aumento de la secreción de adrenalina. En el aparato digestivo puede generar un incremento de la enfermedad gastroduodenal por dificultar el descanso. En general puede ser negativo para otras afecciones, por incremento inductor de estrés, aumento de alteraciones mentales, tendencia a actitudes agresivas, dificultades de observación, concentración, rendimiento y facilita los accidentes.
OTROS EFECTOS:
Sociales y económicos
La combinación de todos los factores anteriormente descritos ha convertido en inhóspitas muchas ciudades, deteriorando en ellas fuertemente los niveles de comunicación y las pautas de convivencia. En consecuencia, un número creciente de ciudadanos ha fijado su residencia en lugares inicialmente más sosegados.
Según la DG de Medio Ambiente de la Comisión de la UE, "en la actualidad [principios de 2001] las pérdidas económicas anuales en la Unión Europea inducidas por el ruido ambiental se sitúan entre los 13.000 y los 38.000 millones de euros. A esas cifras contribuyen, por ejemplo, la reducción del precio de la vivienda, los costes sanitarios, la reducción de las posibilidades de explotación del suelo y el coste de los días de abstención al trabajo". Ejemplos de efectos no incluidos en la estimación son la baja productividad laboral, la disminución de los ingresos por turismo de ciertas ciudades históricas, los daños materiales producidos en edificios por sonidos de baja frecuencia y vibraciones, etc.
Sobre la fauna salvaje
Este aspecto no ha sido explorado aún suficientemente.
Los resultados de las investigaciones disponibles apuntan a efectos negativos sobre la nidificación de las aves, los sistemas de comunicación de los mamíferos marinos y otros peor definidos.
Es de temer que sólo estemos viendo el pico del iceberg y que éstos no sean sino unos pocos ejemplos de un efecto mucho más general y que puede estar ocurriendo a gran escala: la contribución del ruido al desplazamiento de muchas especies animales de sus hábitats y rutas naturales, así como a la creación de impedimentos a sus costumbres de reproducción y alimentación.
SOLUCIONES:
Una primera acción para combatir la contaminación acústica sería la de elaborar un mapa acústico (medida y análisis de los niveles sonoros de diversos puntos de la ciudad), centrándose en el tráfico rodado pero sin olvidar otros emisores de ruido. A partir del estudio, se podrían adoptar medidas defensivas y preventivas, a medio o largo plazo en función de la planificación urbanística de la ciudad.
Los expertos indican que la mejor solución contra este modo de contaminacio sería incorporar un estudio de niveles acústicos a la planificación urbanística, con el fin de crear “islas sonoras” o insonorizar los edificios próximos a los “puntos negros” de ruido, pero ello conlleva un coste elevadísimo. Es más eficaz adoptar medidas preventivas, ya que, económica y socialmente, son más rentables. Hay que potenciar campañas de educación medio ambiental, para que todos contribuyan y exijan la disminución de los niveles de ruido.
Los métodos para contrarrestar los sonidos excesivos se clasifican en activos y pasivos,y actúan sobre la fuente que los produce. Son eficaces algunos métodos pasivos, como los absorbentes superficiales (pantallas acústicas), silenciadores reactivos, materiales porosos, soportes antivibratorios o resonadores. Estas técnicas son más bien defensivas, lo que limita su efectividad, y un ejemplo de esto lo encontramos en la arquitectura (sólo se insonorizan teatros, cines y auditorios ) y en la planificación urbana (que abarca aspectos como el tipo de construcción de la calzada, cuya calidad incide en los niveles de ruido producido por el rozamiento de los vehículos, que pueden ser incluso superiores a las vibraciones del motor del coche).
En el tráfico:
Es conveniente realizar un buen mantenimiento del vehículo, con especial hincapié en el silenciador. Además, una presión correcta en las ruedas evita ruidos y vibraciones. Cuanto más rápido se vaya, más ruido se produce; en las calles estrechas, el ruido se multiplica. Evitando acelerones y frenazos bruscos, utilizando el claxon sólo cuando sea necesario, deteniendo el motor en atascos o paradas, y usando los transportes públicos siempre que se pueda, se ayuda a disminuir los niveles de ruido.
LEGISLACIÓN:
El tratamiento del ruido como un contaminante ha adolecido desde siempre de muchas lagunas legales. La primera declaración internacional que contempló las consecuencias del ruido se remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarlo genéricamente como un tipo más de contaminación.
En la actualidad, España no dispone de una ley específica que regule lo referente al ruido (se encuentra en fase de preparación). No obstante, aunque de un modo disperso, sí pueden encontrarse referencias a la contaminación acústica en otras normativas de carácter medioambiental.
Cabe indicar que dentro de la Constitución Española existen artículos que legitiman la acción del individuo par luchar contra la contaminación acústica:
-
El artículo 18 (derecho a la intimidad e inviolabilidad del domicilio).
-
El artículo 42 ( obligación de los poderes públicos de velar por la seguridad y la higiene en el trabajo).
-
El artículo 43 (derecho a la protección de la salud).
-
El artículo 45 (derecho a un medioambiente adecuado).
En el acta del 11 de Mayo de 1989, el Tribunal Supremo reconoce este hecho al afirmar que " el sistema jurídico ambiental integra de diversos Subsistemas, entre ellos la lucha contra la contaminación de cualquier tipo, incluida la acústica" .
CONCLUSIÓN:
Diremos que además de la eficacia de los métodos pasivos, deberíamos concienciar a la población de que el ruido es un factor de riesgo para nuestra salud. Una vez asumido el problema que plantea esto, tendríamos que adoptar medidas preventivas, ya que, son más rentables económica y socialmente, y potenciar campañas de educación medioambiental, para que todos contribuyan y exijan disminución de los niveles de ruido si es preciso.
Descargar
Enviado por: | ThEr |
Idioma: | castellano |
País: | España |